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Promotores del desarrollo humano

Piña Santana José Enrique

Final del modulo de musicoterapia y transpersonal

Musicoterapia

¿Por qué la música en el desarrollo humano? La música actúa de manera directa en los seres vivos,
particularmente en el ser humano, cada ser humano tiene una historia sonora, por tanto la música
posee una carga afectivo-emocional para la persona y por ende el efecto sonoro, causa algo en el
cerebro, promoviendo redes neuronales. La utilización de la música como terapia hunde sus raíces
en la prehistoria puesto que se sabe que la música está presente en ritos mágicos religiosos y de
curación. Sin embargo los primeros escritos que aluden a la influencia de la música sobre el cuerpo
humano son los papiros egipcios descubiertos por Petrie en la ciudad de Kahum en 1889. Otros
papiros datan de alrededor del año 1500 a.c. Y en otros se racionaliza la utilización de la música
como un agente capaz de curar el cuerpo,  calmar la mente y purificar el alma. Fue en la antigua
Grecia donde se plantearon los fundamentos científicos de la musicoterapia. Los principales
personajes son: Pitágoras,  quien decía que había una música centre los astros y cuando se movían
lo hacían con unas relaciones entre música y matemáticas. Platón creía en el carácter divino de la
música y que esta podía dar placer o sedar. Aristóteles: fue el primero en teorizar sobre la gran
influencia de la música en los seres humanos, a él se le debe la teoría de Etnos, estas teoría se
basa en que el ser humano y la música estaban íntimamente relacionados,  así que esta relación
posibilito que la música pueda influir no solo en los estados de ánimo, sino también en el carácter
por ello cada melodía era compuesta para crear un estado de ánimo a Ethos diferentes. Para la
musicoterapia es fundamental la llamada teoría del Ethos o teoría de los modos griegos.  Esta
consideraba que los elementos de la música,  como la melodía,  la armonía o el ritmo, ejercían un
efecto sobre la parte fisiológica, emocional,  espiritual,  y sobre la fuerza de voluntad del hombre.
Por ello se estableció un determinado Ethos a cada modo o escala, armonía o ritmo. (Cristal
Espinosa. Recuperado en: http://mupsicologica.wordpress.com/2009/04/11/historia-de-la-
musicoterapia/. 15 de abril del 2014)

Los estudios de cómo influye, han sido principalmente desde 1950, viendo que actúa a niveles
fisiológicos, psicológicos, intelectuales, sociales, espirituales, etc. Dichos efectos son los siguientes
(Hernández, H. 2007):

Fisiológicos

1.- Presión sanguínea: los cambios que se producen están en función de la historia personal del
escucha, sin embargo los sonidos graves de algunas percusiones tienden a aumentar la presión
sanguínea, mientras que los sonidos suaves y armónicos tienden a disminuirla.

2.- Ritmo cardíaco: por lo regular la música con una velocidad rápida tiende a aumentar el latido
cardiaco, al contrario de la música con una velocidad baja.

3.- Aumenta o disminuye el metabolismo.

4.- Respiración: la música estimulante y de carácter rápido, tiende a aumentar el ritmo


respiratorio, mientras que la música sedante disminuye la frecuencia respiratoria.
5.- Respuesta cerebral: la música es capaz de producir frecuencias beta, alfa, theta y delta
dependiendo la velocidad de la pieza.

6.- Respuesta galvánica de la piel: los niveles de conductancia de la piel (SLC) se habitúan tanto a la
música como a un ruido uniforme, la interrupción o aceleración de SLC están relacionados con el
tempo, la altura tonal y de la complejidad de los componentes musicales; mientras que la
desaceleración del SLC se relaciona con tempos lentos, momentos finales de la pieza, cuerdas
sostenidas y movimientos lentos.

7.- Altera el nivel de resistencia al dolor: al relajar y desviar la atención cerebral del punto donde
se produce el dolor, tiende que el umbral del dolor aumente.

8.- Incrementa la actividad muscular: las marchas militares y música permiten la recarga
energética y la coordinación muscular, permitiendo una elevación de la actividad corporal a todos
los niveles.

Debido a las características del sonido es que se puedan presentar estos efectos en el ser humano,
por ende es importante mencionar la importancia de los factores intrínsecos del sonido.
Primeramente tenemos el ritmo, que está ligado directamente con el Tempo y por ende se
relaciona con el nivel energético-emocional de la persona, ya que el ritmo de la persona se
sincroniza con el ritmo de la música y permite que la persona movilice su energía; los tempos
lentos se relacionan con energías de muerte, depresión, tranquilidad y debilidad, mientras que los
tempos rápidos se relacionan con la vida, alegría, la vitalidad, movimiento y fuerza. En segundo
tenemos la melodía y la armonia, la cual está compuesta por las notas, es la parte musical que el
ser humano puede tararear, por ello es de fácil identificación; tienen un impacto psicológico en la
persona y se basa en la inflexión expresiva y la acentuación, convirtiéndose en un fuerte medio de
expresión; las armonías en tonos menores se relacionan con la tristeza, la muerte, la melancolía, el
pesimismo, la nostalgia y la desesperación, mientras que las armonías en tonos mayores se
relacionan con la vida, la alegría, el optimismo, la euforia, la paz y el amor. En tercer lugar tenemos
el timbre, el cual es el sonido que nos permite distinguir los instrumentos, los cuales poseen una
gran carga energética, dependiendo del tipo de instrumentos es la sensación o el sentimiento que
evocará; las percusiones se relacionan con la pelvis, los genitales, las nalgas y las piernas; las
cuerdas se relacionan con el pecho y la garganta; los instrumentos agudos vibran en la periferia
del cuerpo como manos, orejas y ojos; los instrumentos movilizan la energía del ser humano
(Hernández, H. 2007).

Hay huellas mnémicas de la sonorización en la vida del ser humano, las cuales permearan su
relación actual con la música, estas huellas van desde las géstacionales, pasando por el
nacimiento, la etapa infantil, y por último las que se suman en etapas posteriores. Otra
característica que permeará la relación de la música con la persona son sus estados energético-
emocionales, los cuales se manifiestan en las sensaciones y sentimientos de la persona, para que
esto ocurra, es importante que la persona esté abierta a la experiencia y principalmente, hay que
tener muy en cuenta que no en todos los casos la música es funcional, hay que saber elegir las
piezas musicales, para que ésta trabaje a favor y no sea inútil o incluso perjudicial. Para la
selección de las piezas musicales se deben de tomar en cuenta las características ya mencionadas
con anterioridad, el ritmo, la melodía, el timbre, la armonía y el tempo. La música a elegir requiere
fomentar y evocar la emoción que se requiere trabajar, por tanto requiere estar cargada
energéticamente de la misma manera, si se busca una pieza contraria a la emoción que se quiere
trabajar, puede hacer que se reprima el sentimiento y por tanto la persona se bloquee
(Hernández, H. 2007).

La escucha musical requiere ser comprometida, tanto con la música como con los efectos que
tenga a nivel persona, el nivel de compromiso requiere ser reciproco. Existe los 3 niveles de
escucha musical, el que solo se dedica a escuchar la música, de una manera sosa y sin dirección,
totalmente pasiva y sin conexiones; el segundo es la escucha que permite conexiones de
acompañamientos emocional; y por último la escucha comprometida, con todos los aspectos que
la música refieren, desde sus componentes hasta los propios componentes, cada uno de ellos
entrelazándose para permitir aquel equilibrio tan mencionado (Hernández, H. 2007).

Para focalizar los campos de aplicación de la musicoterapia, ser requiere hacer mención de la
clasificación de las piezas musicales, clasificación que está basada en los tempos y la velocidad de
las piezas, que son el número de pulsaciones que tiene cada pieza en un minuto, a continuación
mencionaré dicha clasificación y sus funciones en el trabajo terapéutico (Hernández, H. 2014).

a) Largo (40-60 ppm), Larghetto (60-66 ppm) y Adagio (66-76 ppm) sirven para el trabajo con
la tristeza, la relajación, la memoria y el aprendizaje.
b) Larghetto (60-66 ppm), Adagio 66-76ppm) y Andante (76-108 ppm) también pueden servir
en el trabajo con el amor, la masoterapia y la inteligencia.
c) Andante (76-108 ppm), Allegretto (108-120 ppm) y Allegro (120-168 ppm), se relacionan
con el trabajo con alegrías, la creatividad, la psicomotricidad y la lateralidad.
d) Allegro (120-168 ppm), Presto (168-208 ppm) y Prestissimo (208-260ppm), pueden servir
para trabajar el enojo y la desesperación.

La música a nivel emocional, acompaña, explora, destapa, conecta, intensifica, evoca, proyecta
contiene, libera, cierra y sana. Solo mencionar un dato importante, existen diversos enfoques de la
musicoterapia, el de Benenzon, Nordoff-Robins (enfocado al trabajo con esquizofrénicos), el
Humanista (que hasta ahora se ha descrito en esta reseña), el GIM (enfocado al trabajo con la
Imaginación guiada con música) de Helen Bonny, el psicoanalítico (Sonodrama) y el conductista
(impacto de las ondas sonoras). Esto se menciona con el objetivo de esclarecer que no toda la
musicoterapia se trabaja igual y no todos los musicoterapeutas trabajan de la misma forma, así
como la musicoterapia al mencionar escuelas psicológicas, se mantiene bajo el rango de apoyo
para el psicoterapeuta (Hernández, H. 2007).

La musicoterapia humanista se relaciona con la gestalt y la filosofía existencialista, así mismo con
la corriente energética. Promueve el darse cuenta exterior, con el contacto en el aquí y el ahora
con los objetos y eventos del presente, también promueve el darse cuenta interior con los eventos
sensoriales presentes en la interioridad, por ultimo promueve el darse cuenta fantástico que
trasciende los eventos del presente, con todas aquellas actividades mentales que evoque. Para el
trabajo en la musicoterapia humanista, se puede mencionar el proceso creativo de la misma, el
cual abarca: la escucha integral (sensaciones, imágenes y sentimientos), la expresión con voz
(murmullo, llanto, canto y grito), expresión con instrumentos (sonodramas, expresión dramática y
empatía sonora), expresión artística (dibujo, escultura y escritura), la expresión corporal (gestos,
porturas, movimientos corporales y danza o baile), por último la verbalización de las sensaciones,
sentimientos, imágenes y estado energético (Hernández, H. 2014).

Transpersonal

Lo “Transpersonal” es manejado como una necesidad descrita por Maslow en 1969, es la


motivación de sobrepasar nuestra existencia y nuestro vida llegando a los demás y más allá, al
“uno”, esta visión de interconexión entre todo. Uno de los conceptos principales, es el de “YO”
que más allá del “yo” psicoanalítico, es un “YO” completo, en todas las esferas, las conciencia, la
preconsciencia, la inconsciencia y la supraconsciencia, es un saber y “Ser” enorme, es un viaje al
centro, a nuestro propio centro sagrado y así poder ser parte de aquella esfera en donde todos
brillamos y nos dirigimos hacia el mismo lado, el universo como el todo, es esa parte espiritual,
aquella que fue negada en un principio por la ciencia antigua y, ahora se ve como nuevas ciencias
lo retoman como algo importante para la vida y el desarrollo del ser humano. Primero en nuestra
historia actual como sociedad, se negó la parte femenina de la vida, viniendo el patriarcado
aunado con el machismo, ahora con esta nueva reaceptación de lo femenino nos permite construir
un sentido de vida diferente, ahora con lo acontecido en estos últimos tiempos, vemos como lo
femenino sale a flote, tanto las féminas, como el aceptar lo que de ellas emana, es ese equilibrio
entre intuición y razón (Almedro, M. 2006).

Ahora bien, algo muy importante, no se debe de perder el centro del estudio de lo transpersonal,
ya que con éste nuevo “Boom” también han nacido visiones que aunque se parezcan, no son
psicología transpersonal. El objetivo de la psicología transpersonal está en el interés por el
potenciar las capacidades humanas que tienen relación con estados esenciales del ser y del
experimentar, pasando por las necesidades o motivaciones descritas por Maslow, por los 5
niveles: fisiológicos, de seguridad, de integración, de autoestima y de autorrealización, pero como
lo escuché alguna vez en el primer día del diplomado de Promotores del desarrollo humana, no
hay autorrealización sin autotrascendencia , es con ésta sexta necesidad que se enfoca ya no en lo
corporal o en lo social, sino también en algo más allá, abarcando un desarrollo de cuerpo, mente y
espíritu, en esta sexta necesidad o motivación, Maslow ya no es capaz de manejarla como las
anteriores, más bien la menciona como una metanecesidad o Necesidad de Ser, necesidades
relacionadas con la Verdad, la Belleza o la Trascendencia, son nuestros Valores, en este nivel se va
más allá del refuerzo del Yo, tiene que ver con el otro y como trasciendo ante ello, es el sacrificio y
la consagración de los valores. Es así como nace una nueva visión de la psicología, la psicología
Transpersonal, fundada en 1969 por Maslow conjuntamente con Carl Rogers, Viktor Frankl,
Antony J. Sutich, Ch. Buhler, Stan Grof, Jim Fideman, etc (Almedro, M. 2006).

“Considero que la psicología humanista, tercera fuerza, es de transición, es una preparación para una cuarta
psicología, aun más elevada, transpersonal, transhumana, centrada en el cosmos más que en las
necesidades e interés humanos, yendo más allá de lo humano, de la identidad, de la autorrealización y cosas
semejantes” (Maslow, 1972 en Almedro, M. 2006)

Si la psicología transpersonal es un viaje al centro de nuestro yo interno, a nuestra conciencia,


permitiendo una unidad, se debe de conocer también esa parte oscura del ser humano, la sombra,
el lado totalmente reprimido, inconsciente, formado desde nuestra infancia, de una manera
colectiva, en donde lo que la familia y la sociedad no aceptan y señalan como no “bueno”, por
ende nuestro ser lo reprime, son todos aquellos impulsos y deseos que no van con la forma de
vida de la persona, su comunidad y su sociedad. Ahora bien, de esto no somos conscientes, no nos
percatamos cuando alimentamos a la sombra con todo aquello que no queremos aceptar, el ego y
el ser consciente lo desplazan hacia este lugar oculto, a lo más recóndito de nuestro ser. Sin
embargo los deseos e impulsos de la sombra logran salir de determinadas maneras, como lo son
las proyecciones hacia aquellos aspectos de las otras personas que no nos gustan, es ahí donde
podemos identificar nuestra propia sombra; en los chistes, las exageraciones sentimentales, en el
feedback negativo (reproches hacia la actitud del otro), en nuestras acciones impulsivas, en las
indignaciones, etc. De todo esto a lo que no le prestamos atención, es de lo que se alimenta
nuestra propia sombra, si y solo sí aceptamos que ignoramos esta parte, podremos comenzar a
darnos cuenta de lo que acontece con nuestra sombra y con la sombra colectiva, aquel cumulo de
sombras que se vuelven realidades perpetuas y si sales de ellas eres mal visto y por la necesidad
de aceptación y funcionalidad dentro de la sociedad, reprimimos y negamos colectivamente, la
falta de contacto con esa parte oscura, la vuelve diabólica, la satanizamos, pero por lo que
entiendo es la parte en la cual la sombra ya no puede guardarse, ya no puede mantenerse inmóvil
y sin vida, es por ello que explota después de tanto reprimirse, los pequeños impulsos o deseos,
terminan por ser grandes atrocidades debido a que no se les presta la debida atención en el
momento exacto. Es por ello que se recomienda comenzar por conocer y aceptar nuestra propia
sombra y es ahí donde podremos comenzar a decidir qué hacer con aquella parte oscura,
relacionarnos con ella es la puerta para reconectarnos no solo con lo oscuro, sino con nuestras
capacidades ocultas. (Connie, Z y Abrahams, J. 2004)

Saber cuáles son los diferentes niveles de reconocimiento hacia cada uno de nosotros y donde
nace cada una de las limitantes que pueden existir, las que van de la conciencia y la inconsciencia
(mascara y sombra), las que van del ego y el cuerpo (mente y soma), las que tienen que ver con
organismo y medio (organismo total y lo que está externo al organismo, ósea en donde se mueve)
y las que tienen que ver con una conciencia de unidad o conciencia universal, la totalidad; entre
las que tienen que ver con el organismo total y las que tienen que ver con la conciencia universal,
se encuentran las bandas transpersonales, que no son iguales a la conciencia universal, pero sin
embargo trascienden los límites del organismo individual. Para cada uno de los espectros de la
conciencia hay una forma de trabajar e ir expandiendo nuestra conciencia en diferentes niveles,
con diferentes identidades y límites, es decir lo que la persona concibe como lo que es, pero lo
más importante lo que no es, porque es en este lugar en donde se puede saber en donde se
encuentran los limites mentales que atraviesan el campo de la experiencia, y a todo lo que queda
dentro (el yo mismo) y todo lo que queda afuera (lo que no soy). Estas líneas divisorias se
desplazan, no son estáticas, por lo cual, como ya mencioné, hay una manera de trabajarlas, las
terapias psicológicas que apoyan a integrar en nivel de la persona, es decir una totalidad de la
mente; las terapias humanistas que borran la línea divisoria entre la psique y el cuerpo,
promoviendo una totalidad del organismo; hay disciplinas que intentan integrar y borrar la línea
divisoria entre el organismo total y el medio, promoviendo una identidad con el universo entero,
con aquella identidad suprema; y por ultimo hay terapias que intentan integrar las experiencias
transpersonales y formar ese “yo transpersonal”. En fin, el chiste de todo esto es avanzar hacia un
desarrollo ensanchando y expandiendo nuestros horizontes, creciendo de tal manera que nos
reconozcamos y retroalimentemos cada vez en niveles más profundos. (Wilber, K. 2005)

Reflexión final

La musicoterapia me ha servido para acompañar experimentos gestálticos, así como


visualizaciones de liberación emocional o de relajación según lo han requerido algunos pacientes,
además me ha servido para dejar en reposo a pacientes a los que les pongo acupuntura. He
acompañado masoterapia, en fin la musicoterapia me ha funcionado como acompañamiento de
diversas dinámicas que he hecho en consultoría. En lo que respecta a lo transpersonal, lo que me
ha sido sumamente funcional, es el conocimiento de los niveles de reconocimiento, en los cuales
me ha permitido ubicar y sobre todo trabajar ciertos aspectos con mis clientes, en donde me
atrevo a decir que la sombra y la máscara es lo que más he trabajado, ese nivel de disociación, en
donde no muchos nos gusta estar, sin embargo me ha servido para ir borrando esas líneas
divisorias conjuntamente con los pacientes que lo han requerido, acompañándolo con el trabajo
desde los otros enfoques, pero no perdiendo el objetivo de ir subiendo el nivel de consciencia.

Musicoterapia fue una temática en la que entré en casi ceros, sin embargo el ir aprendiendo de los
efectos de la música en el ser humano, fue algo que me fascino, de hecho el que siempre me ha
gustado la música y descubrir que la podía ocupar para mi trabajo fue algo que me alentó
bastante, darle este nuevo sentido a mi escucha musical fue un paso que no pensé se pudiera dar,
pero al darlo, descubro lo bonito de este enfoque. Al llegar transpersonal y el desarrollo espiritual
que de ello se desprendió, es un camino muy interesante, la parte de la meditación y la
construcción de mis creencias espirituales, vinieron a ser un poco sacudidas, fue en este
momento, al trabajar con la máscara y la sombra, cuando entré en crisis, una crisis que me duró
alrededor de 2 semanas, no sabía que estaba haciendo ahí, no sabía si realmente quería seguir
parado en este punto de mi vida, fue como darme de golpes, me sentía como hoja arrugada,
además de que no encontraba la respuesta que yo quería, la crisis llegó hasta mi relación de
pareja, en donde opté por aislarme de todo para tomar el proceso solo, al atravesar aspectos con
ayuda de Horacio y con apoyo del grupo de apoyo con Ixchel, fue un momento en donde lo que
comenzó en logoterapia, vino a manifestarse acá, me permití ahora de fondo, mirar hacia donde
quiero ir y si eso había sido congruente con mi actitud hasta ese momento, me permití
simplemente aceptarlo.
Bibliografía

-Hernández, H. (2014) Musicoterapia [Material en clase] FES Iztacala, Tlalnepantla Edo. De México.
-Almedro, M. (2006) “Capitulo 1 Historia del movimiento transpersonal”. En: Conciencia
transpersonal. Ed. Kairos. España. pp. 19-32.

-Connie, Z. & Abrams, J. (Comp.) (2004) “Introducción: El lado obscuro de la vida cotidiana”. En:
Encuentro con la sombra. Ed. Kairos: España. pp. 14-30.

-Hernandez, H. (2007) “Introducción a la musicoterapia. México: Material Inédito, pp 1-4.

-Hernandez, H. (2007) “Música: el camino sonoro de la salud.” Mexico: Material inédito, pp 1-5.

-Wilber, K. (2005) “Introducción: ¿Quién soy?”. En: La consciencia sin fronteras. Ed. Kairos: España.
pp. 13-31.

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