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Esta historia tiene origen en la roma del siglo 1 a.C. durante la República Romana
y trata sobre la vida de Marco Tulio Cicerón III; desde su nacimiento 3 de enero
del año 648 de la fundación de Roma (106 a. C) en la isla de Arpino, Helvia está
por dar a luz a su primer hijo, en la isla de Arpino junto con Marco Tulio Cicerón II
que es el padre, ellos viven en esta isla donde están tranquilos sin las molestias
de estar en una ciudad grande y sin la falta de tranquilidad y paz, Tulio, el padre
se encuentra enfermo y Cicerón III su padre y futuro abuelo de la criatura, entra
para hablar con él, sobre la situación de parto en la que se encuentra Helvia en
ese momento, y sobre cómo se sentía tener una esposa como ella, con las
cualidades ahorrativas de los Helvios, padre e hijo tienen una charla durante un
largo tiempo, al final el padre anima a Tulio para que vea lo que ha pasado con el
parto, Tulio llega al aposento de su mujer para estar con ella antes de que dé a
luz, mientras ella le reprocha que siempre está enfermo, a pesar de que Helvia no
es muy sentimental y mucho menos frágil los dos se encuentran juntos antes de
que ocurra el nacimiento, cuando después de un pequeño momento Helvia
comienza a sentir dolores de parto y Tulio sale para que el pequeño Marco pueda
al fin ver el mundo. Lira, la nana de Helvia que fue libre cuando ella se casó,
asegura que el bebé Marco será un héroe, cuando sea hombre, habrá magníficos
acontecimientos en Roma.
Después de un tiempo, comenzará una nueva etapa para toda la familia cuando
deciden mudarse a Roma, para Arquías, el maestro del pequeño Marco fue mucho
más difícil que para los demás, y le menciono a Marco Tulio padre todos los
defectos que habían en Roma, sin embargo la decisión estaba tomada, y acepto
con la condición de seguir viviendo con la familia, llego el otoño y con él la
mudanza a Roma, después de todos los asuntos sobre la casa y el aceptar el
nuevo cambio encontraron en su casa vecinos agradables donde radicarían, pero
Marco y su padre en el fondo extrañaban la paz de la isla.
Marco con su llegada a Roma empieza a conocer la maldad que acecha a todos
los niños de su edad en roma, los cuales lo calificaban como pazguato por su
manera tan respetuosa de dirigirse a los maestros, siempre tratando de seguir
mostrando lo que en casa le habían enseñado, Marco empieza a notar muchas
cosas alrededor que antes no había podido siquiera imaginarse, como la molestia
que sentía al ver a Lucio Catilina, un joven de buen apellido, que se encargaba de
humillar y rebajar a todos, sintiéndose superior y hasta el líder de la escuela, un
día de escuela surge una pelea entre Marco y Lucio Catilina por defender a un
amigo, en donde Marco fue acusado como culpable, y recibe una lección gracias a
las mentiras de todos los que le rodearon para apoyar a Lucio, aunque su madre
intenta levantar el ánimo de su hijo, Marco lamenta que anteriormente no le fuera
enseñada la forma de ser tan corrupta y vaga de los hombres, pues tenía un
concepto diferente de ellos, así pasaron muchos más acontecimientos y Marco
se convertía en todo un hombre Romano al enfrentar las situaciones de la
vida Romana, pasan los años en la escuela del pequeño Marco, y él se da cuenta
de la entrada de más amigos de Lucio Catilina, amigos que al igual que el eran
desagradables, para su fortuna de Marco él contaba con su mejor amigo Julio
Cesar, tiempo después llega a su escuela un niño llamado Noé quien empezó a
tener unos lazos de amistad muy fuertes con Marco, Noé era un niño rico quien
tomo interés en Marco por su cara y perfil quien le dijo que debería de ser actor
por sus rasgos físicos, tanto fue su interés que Noé le enseño a hablar Hebreo a
Marco.
Llega el verano, y con él la costumbre de ir a pasar el verano en esa isla que tanto
querían, al momento de estar en esa isla Marco sintió una gran alegría y a la
vez desesperación por no saber cómo expresar en una poesía todo lo que sentía
en esa isla, después de esto Arquias, su abuelo y Tulio, lo aconsejaron para
aligerar sus presiones y se pudiera concentrar, dándole sabios consejos que no
podía olvidar sobre el hombre que debía ser para Roma, y que nunca debía
olvidar a Dios, al día siguiente Marco despertó son una gran sonrisa y empezó a
escribir esa poesía que quería dejar plasmada.
Muchos años antes de que Marco Tulio Cicerón naciera, los pueblos de
Italia sometidos habían tratado de poner fin a las injusticias de que eran
víctimas bajo el dominio de Roma.
Flacus, su dirigente, trató de obtener privilegios para ellos, mas no lo consiguió.
Todos eran regidos según las leyes de Roma, pero se hallaban indefensos si
se declaraba la ley marcial. Los itálicos que servían en el ejército romano,
aunque fueran oficiales, podían ser ejecutados a capricho si así lo disponía cualquier
consejo de guerra. No tenían derecho al voto, aunque pagaban más impuestos que
cualquier ciu-dadano de Roma, y si cualquier recaudador de impuestos venal
consideraba que no lo habían sobornado bastante, podía incautarse de toda clase
de mercancías. Los pueblos dependientes de Roma estaban obligados a
proporcionar soldados al ejército romano en mayor proporción que las familias
de la metrópoli. Y aunque los itálicos llegaran a ser oficiales, aun del más alto rango,
siempre se les tenía en menor estima que a un simple soldado romano de infantería, a
cuya palabra se le daba más valor. Los magistrados con sede en Roma podían
apoderarse de lo que quisieran, aun a viva fuerza, y cometer toda clase de
atropellos, imponiendo las disposiciones más arbitrarias, insoportables e
injustas a los otros pueblos de Roma por el solo hecho de ser ciudadanos
romanos. Sólo obteniendo esa ciudadanía podía uno sentirse a salvo de los
abusos del ejército, los magistrados y los cónsules. Sin gozar de esa ciudadanía, los
hombres eran tratados como perros a merced de sus amos. Hubo un
tiempo en que la ciudadanía romana se concedía a todos los itálicos de mérito, sin
distinción; pero como en provincias surgió una poderosa clase media, los romanos
se sintieron alarmados, ya que se consideraban, por el mero hecho de residir
en la ciudad, nobles, patricios y gente de más categoría que no podía ser
comparada con los habitantes de otras regiones de la península. A aquella clase
media le fue fácil al principio, por su capacidad, talento y, finalmente, por su dinero,
el solicitar y obtener dicha ciudadanía, a la que aportaron sus virtudes y su amor por
la libertad, cosas más que apreciables en una ciudad que desde hacía tiempo se
había vuelto arrogante, corrompida y ahíta de conquistas y de oro. Y la urbe
estaba resentida con todos aquellos que creían que todo hombre honrado se
merece la libertad y el derecho a disponer de su propia vida sin interferencias del
gobierno.
Uno está dispuesto a creer que se puede morir de amor. Soy un poeta y, por lo
tanto, no me río del amor o por lo menos no lo menosprecio. Pero has de saber
que tiene otros aspectos agradables que calman los ardores y extinguen
temporalmente las llamas, que aturden el alma enfebrecida si ésta se halla
demasiado absorta en la contemplación de una sola imagen, no me atrevería a
recomendarte que vayas a un burdel en estos tiempos en que la plebe tiene oro
para gastar y la ciudad está llena de soldados venidos de todas partes y con
ganas de retozar -respondió Arquías. Y le dijo con toda tranquilidad-: Te estoy
recomendando a mi Eunice.En las artes del amor. La enseñé yo mismo cuando
aún podía. Es muy voluptuosa y por sus venas corre el ardor de la juventud. Me es
fiel y ahora me quiere como a un padre. Pero no se le puede negar lo que pide su
naturaleza. Llévatela a la cama. Preferiría eso a que se fuera a espaldas mías con
un gladiador o un esclavo, que le contagiara algo y pusiera en peligro la
tranquilidad de esta casa.
Marco se quedó pensativo. ¡Si pudiera yacer con Livia tan sólo una vez! Quizá
entonces la olvidaría, sólo con pensar en que le daba un abrazo a Livia sus partes
parecieron arder con un fuego violento por primera vez. Estaba muy sonrojado.
Arquías hizo una mueca y arrugó su larga nariz. Marco giró sobre los talones y se
alejó.
Pero cuando Eunice ayudó aquella noche a Helvia a servir la mesa, el joven no
pudo apartar sus ojos de ella. Era un poco mayor que él y ya estaba muy bien
formada, de cabello rubio y labios carnosos. Sus miradas se cruzaron una vez y
ella le sonrió cariñosamente. Volvieron a mirarse y esta vez la sonrisa no tuvo
nada de fraterno. A la tercera mirada, su sonrisa fue provocativa. Marco prestó
luego atención a la cena, despreciándose a sí mismo. Pero no pudo menos que
pensar en los redondeados senos de Eunice, en sus labios y en sus brazos bien
torneados. Sus mejillas tenían el color de las peras maduras y cuando servía el
vino se inclinaba hacia Marco, despidiendo una fragancia a trébol fresco. Era su
primera auténtica apetencia sexual y sintió vértigo, al acostarse aquella noche,
todo su cuerpo le empezó a palpitar, aunque trató de dominarse con todas sus
fuerzas. Un romano debía saber controlar sus impulsos. Sin embargo, todo el que
podía tenía esclavas jóvenes y hermosas. Él ni siquiera estaba casado, ni
probablemente lo estaría jamás por causa de Livia. ¿Es que iba a negarse a sí
mismo? ¿Iba a violentar las apetencias de su naturaleza? Luchó con estos
pensamientos, inquieto y sin poder dormirse. Luego, en la oscuridad, oyó correrse
su cortina y una suave risita. Un instante después tenía contra su cuerpo la calidez
y plenitud de Eunice, que le rodeaba con sus brazos y lo besaba en los labios. En
la pródiga entrega de sí misma había cierta inocencia y nada que insinuara
bajeza. Y él olvidó que era esclavo de otra mujer. Eunice era un verdadero don y,
aceptándolo torpemente, ya no pensó en Livia. Unos días después Arquías llevó a
Eunice ante el pretor y la declaró libre. También le cedió un tercio de su pequeña
fortuna. La joven fue a decírselo a Helvia, quien la felicitó por su buena suerte.
Sabía que Eunice no haría ningún mal a Marco. Sin embargo, esperaba que
tampoco él se lo causara a ella. Eso sería imperdonable. Marco dejó de estar tan
pálido y parecía menos distraído. Creció en estatura, su voz se hizo más profunda
y las cejas parecieron más marcadas sobre sus ojos. Rezumaba una autoridad y
una tranquilidad que complacieron a su madre.
Las familias de riqueza se iban de Roma por la situación que estaban viviendo y
preferían lugares tranquilos.
Marco fue a visitar a su amigo Julio y le contó todo lo sucedido y como el amuleto
que le había regalado su madre le salvo la vida .mientras Marco era llevado a su
casa Julio escribía una carta. “por lo tanto, no debe hablar, pero debe de ser
recordado que a partir de ahora esta bajo mi protección.
La ciudad de Roma se estremecía con los rumores de que las tropas de lila
venían por tierra y mar, sin embargo Marco no les tomaba importancia a estos
comentarios, Marco se presentaba al templo para orar por su hermano, la
tormenta le desagradaba a Marco pero gracias a esta se reencontró en un rincón
lleno de truenos y lluvia con Livia Catilina.
Las buenas noticias llegan para Marco no sin antes pasar por la tempestad, Marco
se vuelve rico gracias a casos que se les consideraban perdidos y los logro ganar
y así ganar mucho dinero, la decepción de Marco se hace evidente
cuando se entera del responsable de su atentado que era su amigo Julio
Cesar quien pertenecía a una secta que protegen sus intereses, eso se lo explico
en una plática su maestro Scaevola quien fue matado esa misma noche por el
líder de tal secta.
La imposición religiosa de las tropas de Lila estaba en total desacuerdo con los
principios religiosos de Marco Tulio Cicerón, las tropas de Lila comienzan la
construcción de un templo para Júpiter dios de todos los dioses, abolían
la constitución Romana a su comodidad y antojo.
Marco se reúne en una cena con Sila y todo su grupo de servidores, en donde el
exclama a Sila el propósito por reedificar la antigua Roma lo cual
causo molestia en Sila y cuestiono fuertemente a Marco lo cual lo hizo sentir
avergonzado por si mismo porque en vez de defender su Roma, se la paso
encerrado el libros y no logro actuar a tiempo.
Marco prepara la defensa para Servio, investiga con sus parientes cercanos de él
y va solidificando una buena defensa para dejar libre de sus cargos a serbio, sin
embargo Serbio se niega a la estrategia de Marco ya que si quedaba libre de su
culpa seria humillado toda su vida por lo cual decía que preferiría perder a ser
humillado el resto de su vida, afortunadamente Marco lo hizo cambiar de opinión y
logro concretar su defensa.
sus palabras y pruebas que presentaba Cicerón fue ganándose la razón de varios
militares e integrantes del senado hasta que convence al rey de sus pruebas de
inocencia y lo deja libre y le devuelve todas sus pertenencias a Servio.
Marco recibe una carta de su amigo Julio Cesar lo cual lo hace recordar a su
amada Livia, tal recuerdo de su amada hizo que Marco enfermara y callera en
cama muchos fueron a preguntar por su salud incluso su amigo Julio Cesar, Marco
le dijo a Julio Cesar que sería traicionado por un hijo suyo, después de esto cayó
en un sueño profundo y soñó con su amada Livia quien le dijo que solo en otra
vida podrían amarse libremente.
Marco permanece enfermo en su casa, Julio Cesar y Lucio Catilina critican la
situación del gobierno de Roma y las supuestas incoherencias que decía Marco en
su lecho de enfermedad, en donde mencionaba que Julio Cesar seria traicionado
por su propia sangre, a lo cual Julio Cesar exclamo que no tenía hijos sin embargo
recordó a su hijo adoptivo Brutus, lo cual lleno a Julio Cesar de ansiedad. Con el
paso del tiempo Marco mejoro poco a poco por lo cual tuvo que mudarse a Grecia.
La actuación de Marco en Grecia es similar a la de un evangelizador este llega a
una nueva ciudad y llega hablando de dios y esclareciendo que dios no es solo
para los judíos sino para todo aquel que recurra a él, después de esto Marco
partió con sirio y quinto hacia Atenas.
Ocurre el segundo atentado hacia Marco por parte de unos Romanos, pero
gracias a que este estaba acompañado de su hermano Quinto pudo salvarlo de la
tragedia de haber muerto, lamentablemente su amigo Sirio no corrió con la misma
suerte ya que a él si lo mataron, Quinto discutía con Marco que quien había
planeado el atentado quiso que pareciera cono un accidente igual que la ocasión
en la isla. El procónsul romano llega a visitar a Marco y a su hermano
Quinto tratándoos de convencer a él a Quinto que los que habían
atentado hacia ellos eran griegos y no romanos, pero como Quinto lucho
cuerpo a cuerpo con ellos mantuvo firme su palabra que los que los habían
atacado eran Romanos y no Griegos. Marco en su estancia por Atenas recibió la
visita de su antigua amigo Roscio quien se enteró que Marco estaba en Atenas
por una carta que le escribió su amigo Noé platicaron un buen rato acerca de
sus vidas y como les había ido, días después Marco recibe la visita de uno de
sus salvadores de origen egipcio.
Marco y Quinto regresan a Roma después de un largo viaje en Grecia, Marco llega
con la mentalidad decidida de hacerse de una familia y que esta seria con la mujer
que su madre había escogido para él, Terencia, sin embargo Julio Cesar trato de
convencerlo de que no se casara con Terencia pero no lo logro al momento de
casarse con Terencia, Marco recordó a Livia y estuvo al borde del llanto. La
relación amorosa de Marco y su futura esposa Terencia, se describe como
una relación un tanto arreglada por la madre de Marco, para que el mismo, tenga
una esposa buena y responsable, la cual fuese acreedora de atributos similares a
los de su madre, que era una excelente contadora en cuestión de necesidades del
hogar, a pesar de que su padre, abuelo y su hermano Quinto lo compadecían por
tener que soportar a una mujer con esas características físicas y humorísticas. En
este capítulo nos dicen del nacimiento de la hija de Marco pero más que nada se
da una plática entre Julio Cesar César y Lucio Catilina acerca de sus aspiraciones
políticas. Terencia le reprocha a Marco el no aprovechar las influencias que tiene
para seguir avanzando en la política por lo cual Marco acepta que Terencia invite
a quien quiera menos a Lucio Catilina.
Craso es presentado a Marco por medio de su amigo Julio Cesar quien lo invita a
cenar de una manera lujosa y extravagante, Marco decide mejor
retirarse pero Craso lo intercepta donde mantienen una larga platica de la
desigualdad entre géneros de riqueza y donde Marco sostiene que las cosas
deben de ser parejas para todos.
Marco empieza a sentirse viejo y escaso de ilusiones, Julio Cesar llega a visitarlo
para platicar de sus familias y de su vida, Julio Cesar Cuestiona y Critica a Marco
sobre sus participación en la política porque antes de eso Marco era
enemigo de la política Romana, sin embargo Marco le contesto que se metió
ala política Romana para rescatar un poco de las leyes que habían en la antigua
Roma. Craso le asigna una audiencia a Marco para escuchar todas sus
inconformidades ante la situación Romana, lo primero que ataca Marco es la
asignación como pretor de Lucio Catilina, afirmando que si la sociedad le dio ese
puesto a Julio Cesar fue bajo amenaza o alguna negociación.
Marco sin nada de interés le dice que ya es muy tarde que tiene que ir a cenar,
Tulio le reprocha que siempre es tarde para él, pero que tiene que hablar con el
antes de que sea demasiado tarde, pareciera que Tulio quería hablar sobre lo que
ahora era su hijo, y en lo que se había convertido, pero Cicerón simplemente no
quería escucharlo, así que Tulio dijo haber olvidado lo que quería decirle y Cicerón
se fue sin darle la mayor importancia, después de esto llega a su casa después de
estar con Clodia y se encuentra a Terencia llorando, ella le reprocha que mientras
el estaba con su Clodia, su madre había fallecido,
Llega a la vida el segundo hijo de Marco que en esta ocasión nació varón, y Tulia
tras esta noticia se siente decepcionada pues amaba mucho a su padre y sentía
que al momento de que su mama estuviera esperando otro hijo era una traición
para ella. al mismo tiempo este recibe noticias por parte de su hermano quinto
quien le mencionaba que su padre estaba enfermo, aunque Terencia quiere que
Cicerón visite a su padre, éste hizo caso omiso a las cartas, argumentando que
su padre siempre estaba enfermo, tiempo después recibió de nuevo noticias de su
padre, Marco decide ir a visitarlo y cuando llega Quinto lo recibe en la entrada, y
se pone a llorar, entonces Marco entiende que su padre a sus 60 años ha muerto,
en todos esos anteriores tiempos Marco no tenía ganas de verle y tenía un
sentimiento de culpabilidad y vergüenza cuando pensaba en el asi que preferia no
hacerlo, su padre se encontraba tendido en el lecho donde alguna vez Marco
tamnbien estuvo, aunque Marco se esfuerza y hace una oración por el espíritu de
su padre se da cuenta de que no la necesita ya que Tulio siempre había tenido
una vida alejada del pecado, Quinto se da cuenta de que su hermano esta tan
tranquilo y le reprocha. – Nunca lo quisiste por eso no sientes pena.
Y cicerón solo se limitó a decir, -Cada quien tiene una manera de expresar el
dolor. Le escribe a su amigo Noé que lo habían nombrado cónsul de Roma, Marco
en esos momentos le temía más a Lucio Catilina ahora que no era nada a cuando
era pretor de Roma, empiezan también los desacuerdos en la forma de gobernar
con Antonio. Antonio y Lucio Catilina se reúnen en tal reunión Lucio Catilina trata
de lavarle el cerebro a Antonio de que Cicerón no quiere al pueblo Romana y que
deben de matarlo, Antonio prefirió mejor ir a platicar con Julio Cesar y Clodio
para desmentir esta situación y llegan a la conclusión que el que debe de morir es
Lucio Catilina y el único que debe darle muerte es Marco.
Marco se reúne en la biblioteca con Julio Cesar y sus compañeros para asignarle
un castigo y sus cargos a Lucio Catilina lo encuentran pero estos no tienen las
suficientes pruebas para encerrarlo o matarlo por lo cual deciden solo expulsarlo
de Roma.
Lucio Catilina aun siendo expulsado de Roma llega a visitar a Julio Cesar
pidiéndole a este que sea su abogado y lo defienda ante el acuso de traición hacia
Roma, este le niega el favor y junto con Cicerón firman la ejecución de Lucio
Catilina. El ejército de Catilina se detuvo bruscamente y sus componentes alzaron
las miradas para ver la oleada reluciente que se precipitaba hacia ellos y sus filas
se agitaron, aunque no se rompieron. Eran millares de hombres valientes, que
habían conocido muchas veces antes el combate y que se sabían mandados por
valientes. Hasta la vil gentuza de Roma que formaba una parte de aquel ejército y
era la peor equipada, sentía la tremenda excitación que se siente al ver
aproximarse el combate y la muerte. Apretaron sus filas y corrieron para salir al
encuentro del ejército romano, yendo al frente de ellos Catilina montado en su
caballo negro, al que había espoleado furiosamente. Quinto lleno de ego por el
triunfo ante Lucio Catilina se encuentra muy cansado por la batalla, este ve morir a
Lucio Catilina y vive junto a él su agonía en su lecho de muerte.
Julio Cesar recurre a Marco para comentarle que él quería ser cónsul de la Roma
por bienes personales y que tenía todo planeado para mejorar la situación de
Roma, sin embargo Cicerón era un hombre muy inteligente y que conocía de
tiempo atrás a Julio Cesar y le negó su apoyo lo cual desato un gran pleito entre
ellos dos. Marco es Exiliado de Roma y mandado 400 millas lejos de roma por
Israel, Quinto enfrenta a Julio Cesar verbalmente para recordarle que había sido
Marco el que lo protegió en su infancia y no alguien más, Cicerón en sus rumbos
perdidos se encontró con su antiguo amigo Noé.
El mes de Jano transcurrió. Las nieves fueron más intensas. Cicerón había
perdido toda noción del tiempo y del destino de su país, mientras proseguía sus
dolorosas vigilias junto al lecho de su hija. Las visitas venían y se iban y él ni las
recordaba. Sus libros y su pluma recogieron una capa de polvo y tenía un montón
de cartas sin contestar. El tiempo parecía en suspenso.
Una noche, estando sentado al lado de la cama de Tulia, se quedó dormido en su
silla, de puro agotamiento. Las lámparas titilaban mortecinas. De repente, Cicerón
oyó a su hija gritar, se despertó sobresaltado y las lámparas parecieron dar una
más viva luz. Tulia estaba de pie a su lado, sonriente y su rostro relucía de gozo.
Parecía disfrutar de nuevo del frescor de la vida. Incrédulo, alargó una mano ávida
hacia ella; pero ella lo evadió con un alegre movimiento de cabeza.. Después, sin
hacer el menor ruido, mirando por encima del hombro y sonriendo a su progenitor,
corrió hacia la puerta, la abrió y la cerró tras ella. Y él oyó su llamada, su voz era
como un cántico.
La oscuridad cayó sobre sus ojos. Sintió que lo sacudían por el hombro y vio sobre
él los rostros llorosos de las jóvenes esclavas. Sintiendo un violento sobresalto,
miró al lecho; Tulia yacía en él, inmóvil y muy pálida, una mera leve silueta bajo
las mantas. Se dirigió hacia ella andando torpemente y se quedó mirando su rostro
muerto, con su calmosa expresión de paz. Su cabellera iluminaba los
almohadones, sus manos estaban desplomadas. En su muerte volvía a aparecer
una niña. Cayó de rodillas y apoyó su mejilla contra la de ella.
Este capítulo nos habla de cómo Marco recupera sus pertenencias después del
exilio el hablo con los pontífices para que le regresaran el terreno donde Clodio
había mandado a hacer el templo de la libertad y si los pontífices le regresaron el
terreno pero Clodio logro difamar a cicerón diciendo que este despreciaba a la
religión y que iba apoderarse del terreno de su casa por la fuerza.
Después Marco recupero su fama como abogado y vuelve a tener sus cofres
llenos, a Él no le gustaba relacionarse con los políticos ya que su astucia y maldad
le provocaba unas nauseas. Después Marco fue nombrado para ocupar un cargo
en el consejo de Augures de Roma, manda una carta a Cesar por
pensaba que él tenía que ver con este nombramiento, a lo que el Cesar le
respondió que su nombramiento había sido por los dioses para pagarle la
devoción que el tenia hacia ellos.
Marco anhelaba un poco de paz, él pensaba que Craso había sido mandado a
ser asesinado, Cesar mando a construir un puente, Pompeyo decía que dominaba
los mares y a lo que Cesar se reía. Tito Millón le comentaba a Marco que cesar
usaba a Clodio y a su gente para fines propios, un día Millón fue atacado por
Clodio y este resulto muerto. Mientras el hombre envejece el tiempo vuela,
también dice que nunca llegó a saber por qué razón lo habían nombrado
gobernador de la provincia de Cilicia, en la costa meridional del Asia Menor, y que
incluía la isla de Chipre, aunque sus amigos le aseguraron que era para halagarle.