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INTRODUCCION

Aproximar un estudio al problema hegemónico entre Roma y Cartago

durante el siglo III a.C., nos conlleva a analizar la situación política existente

entre ambos estados, como también sus intereses dentro del escenario

político internacional. La confrontación que nace entre ambos estados se

basa en el conflicto del dominio de un espacio determinado, es decir, el

Mediterráneo Occidental. El mar, sus costas y el territorio que implica, dan

cuenta de un lugar que resulta beneficioso para quien lo posea; por una

parte, se puede concebir como un espacio estratégico de poderío económico

y redes comerciales, mientras que por otro lado, puede reflejar un lugar de

Influencia cultural en torno a los pueblos que se hallan a su alrededor. Ambos

estados buscan el dominio del Mediterráneo Occidental, intentando reafirmar

su poder por sobre el otro. Si bien existen ganancias o botines propios de la

guerra, éstos no son el fin último de las campañas militares realizadas por

Roma y Cartago; por un lado, Roma se expande en busca de honor y gloria,

e intenta conservar el statu quo de su poderío, combatiendo por la defensa y

seguridad de su territorio, mientras que Cartago, por su parte, combate en

torno al orgullo y honor de la clase dominante, buscando derrotar a Roma

para recuperar la seguridad y prosperidad de su imperio.


DESARROLLO

La Magna Grecia, o Sicilia, se halla situada en un punto clave dentro del mar

Mediterráneo. Tal como podemos vislumbrar en el mapa, notaremos que se

torna un puente entre Europa y África, permitiendo un centro de presencia y

difusión política y comercial considerable. Ahora bien, el problema está dado

en los actores que existen dentro del escenario de la isla y sus intereses en

relación a la misma. La victoria de Roma había reducido definitivamente a

Cartago a una potencia menor, recluida en el norte de África. Luego de ganar

la Tercera Guerra Púnica, Roma arrasó Cartago y dispersó a su población.

Roma obligaba a Cartago a mantener un ejército puramente nominal. Tras

casi cincuenta años bajo esta situación humillantes, Cartago pagó todas las

indemnizaciones de guerra que le debía a Roma, En este sentido, Roma

exigió la entrega de 300 descendientes de la aristocracia cartaginesa como

rehenes, Como en Cartago estaba prohibido hacer la guerra contra cualquier

pueblo, sin el consentimiento del Senado romano, la saquearon y

procedieron a quemarla por completo hasta sus cimientos. Los

supervivientes cartagineses fueron vendidos como esclavos y Cartago dejó

de existir.
CONCLUSIONES

La civilización cartaginesa desapareció después de las Guerras Púnicas, que

en total fueron tres, pero la Tercera Guerra Púnica daría fin a la cultura

cartaginesa, En lo que se refiere a Roma, su dominio se amplió: Sicilia,

Córcega, la Península Ibérica y el norte de África fueron asimilados a la

Republica Romana, después de la derrota a los cartagineses. Además de las

victorias sobre los aliados de Cartago: la Galia y Macedonia. Esto lo llevo a

dominar el comercio del Mar Mediterráneo.

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