Para poder evaluar y comparar centrales térmicas de vapor, se utiliza el ciclo de
Clausius-Rankine. Este ciclo termodinámico describe la transformación de energía térmica en energía mecánica y viceversa. Como en todos los ciclos termodinámicos, no puede superar el rendimiento del ciclo Carnot correspondiente. En las centrales térmicas de vapor se transforma primero la energía térmica de un fluido de trabajo (generalmente agua, pero también, p. ej., amoníaco) en energía mecánica. Para ello, el fluido de trabajo se condensa a presión baja y se evapora a presión alta alternadamente. La presión es generada por la bomba de alimentación mediante consumo de energía y luego suprimida en la turbina mediante emisión de energía. El fluido de trabajo es conducido dentro de un circuito cerrado. Su funcionamiento está basado en el ciclo termodinámico Rankine de potencia para agua-vapor. El ciclo Rankine refleja el comportamiento de un sistema formado por cuatro unidades donde se aplican cuatro procesos al fluido de trabajo, acorde con la Figura 1-I.
Proceso adiabático reversible (isoentrópico) en la turbina de 1 a 2. El fluido
pierde presión y se obtiene trabajo. Proceso isobárico de enfriamiento con cambio de fase en el condensador. Desde 2 a 3. Proceso adiabático reversible (isoentrópico) en la bomba del estado 3 al estado 4 en la región líquido. Se realiza un trabajo sobre el sistema. Proceso isobárico de calentamiento con cambio de fase de líquido a vapor en la caldera. De 4 a 1.