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INSTITUCION EDUCATIVA TECNICA NUESTRA SEÑORA DE LA

PRESENTACION
NIVELACION DE LENGUA CASTELLANA 10 GRADO A B
DOCENTE YESSENIA LEAL ACEVEDO

FECHA DE ENTREGA 7 DE SEPTIEMBRE


FECHA DE RECEPCION 18 DE SEPTIEMBRE HORA 2:00P.M
PARA REALIZAR EL PLAN DE NIVELACION TRAZADO POR LA DOCENTE ES
NECESARIO TENER LA CONCEPTUALIZACION DE LAS GUIAS SUBIDAS EN
PLATAFORMA, LO ANTERIOR LE PERMITIRA DESARROLLAR EL PLAN DE
TRABAJO PROPUESTO.

LEA CON ATENCION LA INFORMACION SUMINISTRADA EN LA GUIAS Y


DESARROLLA EN EL CUADERNO DE LENGUA CASTELLANA CON BUENA
LETRA, ORDEN Y ORTOGRAFIA:
1. Organiza un mapa conceptual bien estructurado donde se refleje toda la
información conceptual de la literatura del siglo de oro.NO COPIE DE INTERNET
2. Lee el siguiente poema luego responde en tu cuaderno de lengua castellana:

COMENTARIO DE TEXTOS
“CANTICO ESPIRITUAL ENTRE EL ALMA Y CRISTO SU ESPOSO”
(ESPOSA)
¿Adónde te escondiste,
amado y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
Habiéndome herido;
Salí tras de ti clamando, y ya eras ido.
Pastores, los que fuerdes
Allá por las majadas al Otero,
Si por ventura vierdes
Aquel que yo más quiero
Decidle, que adolezco, peno y muero.
San Juan de la Cruz
Análisis
¿Qué aspectos de la mística se reflejan en el poema?
¿Cuál ha sido la fuente de inspiración de este poema?
¿Qué relación hay entre la muestra poética y Cantares capítulo 6?
3. Organiza un mapa mental creativo en donde muestre los principales escritores
del siglo de oro.
4. A continuación encontraras una breve sinopsis acerca de las principales obras
literarias del siglo de oro.

El Siglo de Oro es una época de gran creación literaria en la que surgen algunas
de las obras más destacadas de la literatura española y de la literatura universal,
como, por ejemplo:

 La Celestina o Tragicomedia de Calisto y Melibea (1514). Esta obra de


Fernando de Rojas, aunque muchas teorías apunten a que no es su autor,
es una novela dialogada con un fuerte componente de crítica social, que
narra la lucha ideológica y moral de una sociedad en transición entre la
Edad Media y el Renacimiento. Cosechó un enorme éxito a lo largo del
siglo XVI.
 Lazarillo de Tormes (1554). De autoría desconocida, se considera la
primera novela picaresca, caracterizada por la crítica moral, social y de las
costumbres de la época.
 Don Quijote de la Mancha (1605 y 1615).Es la obra maestra de
Cervantes y la más célebre de la literatura española, compuesta por dos
partes, supone una crítica social que se encuentra a medio caballo entre el
idealismo y la realidad.
 Fuenteovejuna (1619). En esta obra de teatro de Lope de Vega destacan
la corrupción y el desencanto, característicos del Barroco.
 La vida es sueño (1635).Esta obra teatral de Calderón de la Barca es una
de las más representativas de la literatura barroca, cuyo tema central no es
otro que la libertad del hombre para disponer su vida frente a lo que dicte el
destino.

Sigue los pasos para escribir una reseña dados en aula de clase presencial y
construye sin copiar de internet la reseña de : Lazarillo de Tormes y de don
Quijote de la mancha.

5. EMPLEA LA SIGUIENTE ESTRUCTURA PARA REALIZAR EL ANALISIS A


LOS SIGUIENTES TEXTOS, SIGA CADA PASO EN FORMA COMPLETA EN SU
CUADERNO CON BUEN ORDEN , LETRA CLARA Y REDACCION ADECUDA.

1. Síntesis conceptual
1.1. La tesis -idea principal- del texto. Principal definición.
1.2 La estructura argumentativa del texto es (identifique mínimo dos argumentos,
planteamientos o ideas secundarias que sustentan la tesis)
2. Criticidad
Señale un vacío teórico (un concepto o idea que en el texto no se hayan
enunciado o desarrollado, y cuya ausencia hace ver al texto como incompleto), o
un interrogante (una pregunta que a usted le haya surgido durante la lectura del
texto, a la cual éste no dé respuesta), o un planteamiento del texto que suscite
controversia (un planteamiento respecto del cual puedan argumentarse a la vez
dos o más posiciones contrarias entre sí).
3. Intertextualidad
Reflexión de acuerdo a otros temas vistos en la clase. Diga si tal relación se da
por complementación o por oposición. Y explique por qué.
4. Esquematización.
Elabore un esquema del texto leído (bien hecho y color)
5. Producción textual
Con argumentos y en una extensión aproximada de una página, exprese y
sustente cuál es su posición -de acuerdo, de desacuerdo, o de acuerdo con
algunos planteamientos y de desacuerdo en otros- frente al planteamiento general
del texto leído.
6. ¿Cuál es el tiempo histórico y cronológico del texto?
7. Relacione un hecho del texto con una situación cotidiana (este puede ser
histórico o de actualidad).
8. Saque una lista de 5 conectores lógicos y clasifíquelos según su naturaleza.
9. Qué relación guarda el titulo con el contenido del texto. Argumente con citas.
ESTOS PASOS DEBEN SEGUIRSE CON EL TEXTO DEL NUMERAL 5.1 Y 5.2
5.1
Cómo afectan al cerebro las redes sociales

Facebook y Twitter pueden sacar lo mejor y lo peor de las personas. Los


científicos han investigado los efectos que produce en la mente usar esas
herramientas con excesiva frecuencia.
En los últimos años, las redes sociales han cambiado la forma en que las
personas se comunican y han crecido a pasos agigantados. Actualmente, hay más
de 2.000 millones de usuarios en el planeta y en Colombia se calcula que en
promedio 12 millones de colombianos, un cuarto de la población, se conectan
diariamente a Facebook.
Cerca del 72 por ciento de los internautas usa esta plataforma para revisar
noticias, conversar, chismosear o mantenerse al tanto de lo que publican sus
celebridades favoritas. Pero pasar tantas horas en las redes sociales,según los
científicos, puede generar dependencia y afectar el estado de ánimo y la salud
mental.
Si bien las redes sociales han permitido acercar a la gente, se estima que del 5 al
10 por ciento de los usuarios
son incapaces de controlar la cantidad de tiempo que pasan en línea. La baronesa
Susan Greenfield, autora de libro Your Brain On Social Media, afirma que la red
provoca una conducta adictiva, al punto que en imágenes del cerebro se observa
un claro deterioro en las mismas zonas que afectan a los drogadictos. Según
Greenfield, disminuye la cantidad de materia blanca en las regiones donde se
controlan las emociones, la toma de decisiones y la capacidad de concentración y
atención. Incluso, el cerebro puede perder su capacidad de memorizar.
Una investigación reciente, publicada en la revista Psychological Reports:
Disability and Trauma, reveló que internet también puede activar las regiones del
cerebro relacionadas con conductas compulsivas. Esto se explica porque con el
celular se permite tener una conexión permanente con las redes sociales, lo cual
ofrece, sin mucho esfuerzo, una recompensa inmediata. Esto hace que las
conexiones neuronales se reestructuren y que haya un deseo de recibir de nuevo
estos estímulos que generan placer. Los expertos de la Universidad de Bergen, en
Noruega, declararon que estos mismos patrones cerebrales aparecieron en
pacientes adictos a la cocaína.“Cerca del 70 por ciento de los usuarios de
Facebook visita el sitio a diario y cuando deja de hacerlo siente ansiedad”, señala
el estudio.
Esos síntomas generan otras emociones como la ira, la depresión y la envidia,
pues, según varias investigaciones, en las redes sociales disminuye el autocontrol
de las personas y estas se comportan de una forma muy distinta a como lo harían
en una conversación cara a cara. John Suler, autor del libro The Psychology of
Cyberspace, bautizó este fenómeno como el efecto de la desinhibición. Por una
parte, la gente puede mostrarse muy generosa con causas con las que se
identifica, pero, al mismo tiempo, ser agresivos y criticar fuertemente a quienes no
les simpatizan. Esto es pan de cada día, especialmente en Twitter donde el 46 por
ciento de los usuarios admiten lanzar trinos para ventilar su ira. Aún más, el 37 por
ciento espera que la persona a la que está dirigido lea el comentario para sentirse
importante. Este tipo de conducta se conoce en el ciberespacio como mobbing,
una costumbre adoptada por aquellos que quieren ejercer poder contra quienes no
pueden defenderse.
Los expertos han identificado que en el usuario surgen sentimientos de envidia y
rencor hacia sus contactos no muy cercanos. Una investigación publicada en la
revista Computers in Human Behavior reveló que la mayoría siente verdadera
empatía por sus amigos de la vida real o sus familiares. Pero en el caso de los
colegas o apenas conocidos se da lo contrario, envidia o depresión por la vida de
disfrute que presentan en sus cuentas.
Los estudios han demostrado que los adultos y jóvenes se comparan con los
demás mucho más en redes sociales que en persona. Para Gloria DeGaetano,
autora del libro Parenting Well in A Media Age, esto sucede a pesar de que “allí
solo se ve lo que el otro desea mostrar. Lo más preocupante es que los niños y
adolescentes asumen este tipo de impresiones muy en serio y, por eso, resultan
más afectados”, explicó la autora.
Según Greenfield, en las redes sociales las personas hablan, aproximadamente, el
80 por ciento de las veces sobre sí mismos, y este egocentrismo genera una
sensación placentera. Se ha visto que ante dicho estímulo se activa la misma
parte del cerebro relacionada con la motivación, el amor, e, inclusive, los
orgasmos. De hecho, los estudios muestran que estos focos de recompensa en el
cerebro están mucho más activos cuando las personas expresan sus puntos de
vista que cuando no tienen tanto protagonismo. Por eso, hay tantas peleas y
comentarios venenosos en las redes. “Como en el pasado la gente no
interactuaba en un mismo espacio con personalidades de la vida pública, ahora
que sí pueden hacerlo no miden sus palabras. Hace falta una pedagogía de la
participación en las redes”, dijo a SEMANA Sergio Llano Aristizábal, experto en
comunicación y medios digitales de la Universidad de La Sabana.
Sin embargo, los expertos coinciden en que no se debe satanizar a las redes
sociales y en que es importante valorar también sus aspectos positivos. De hecho,
han permitido que la gente cree vínculos sociales y lazos afectivos con personas
de otras latitudes “sin necesidad de intermediarios. Esta ruptura de las fronteras
ha contribuido a la globalización y a que todos puedan opinar y participar en
diferentes causas. Es una forma de expandir la capacidad de socializar”, dice
Llano. Además, cada vez hay más evidencia de que la brecha generacional ha
disminuido con los años y muchos adultos mayores usan sus celulares y tabletas
para comunicarse con sus hijos y nietos.
Las redes sociales son herramientas poderosas si se usan adecuadamente. Los
usuarios deben saber establecer límites, y para lograrlo deben aprender a utilizar
los filtros de bloqueo que ofrecen. “Muchos no son precavidos y abren un perfil sin
leer las reglas de manejo de una cuenta y no se toman el tiempo para proteger su
información”,dijo a SEMANA Mónica Parada, fundadora
deParadaTecnológica.com, portal dedicado a noticias sobre tecnología. Además,
es importante no priorizar el contacto virtual por encima de la interacción física. Al
final decuentas, cada persona es esclava de lo que publica y, como dice Parada,
“la tecnología no es el problema ‘perse’. Todo depende del uso que se le dé”.
Tomado de la revista semana

5.2

El mester de juglaría colombiano por Juan Gossaín y Daniel Samper

Tres afinidades entre nosotros dos, académicos en agraz, explican la singular ceremonia
a que ahora asistimos. En primer término, el hecho de haber sido elegidos de manera
simultánea para esta distinción que nos enorgullece y que sólo se puede entender gracias
a la generosidad de aquellos que a partir de hoy empezaremos a llamar "colegas", con
cierta timidez virginal. En segundo lugar, nuestra común condición de contemporáneos,
congéneres y periodistas, vale decir, pares en los años, el sexo y el oficio. Pero, además,
y por encima de todas esas consideraciones preliminares, la amorosa coincidencia de
nuestra pasión por la música costeña de acordeón, parte de la cual se conoce hoy
llanamente como vallenato.

Los trovadores y juglares que compusieron o interpretaron los merengues, paseos, puyas
y sones a lo largo del Caribe colombiano, de pueblo en pueblo, y a lomo de mula,
constituyen nuestro propio mester de juglaría, del mismo modo como sus primeros
antepasados castellanos nos legaron el venerable acopio del que nacen la poesía y el
romance en nuestra lengua. De ellos dijo bellamente Meira del Mar que eran "rapsodas,
aedas, trovadores, andariegos de la tierra, portadores en sus alforjas del mensaje del
espíritu".

Lo que nos proponemos demostrar en este acto es que, en el fondo de las tradiciones
vallenatas, tan entrañables para el pueblo colombiano, existe una herencia de noble
estirpe que viene desde los orígenes de nuestra más auténtica poesía. Siete siglos
después de don Gonzalo de Berceo, quien se proclamó "trovador de la Virgen", irrumpen
en el norte de Colombia las mismas circunstancias, similar inspiración, el amor invencible
por la palabra y hasta idénticas expresiones del pueblo que buscaba su manera de
manifestarse. La palabra, otra vez, había roto las barreras de la geografía, de la distancia,
del tiempo y del espacio, pero no el cordón umbilical que la une con el idioma.

Son casi tan incontables como admirables los grandes autores españoles que han
reconocido la deuda que tiene contraída nuestra literatura con aquellos juglares
medievales: Manuel Milá y Fontanals, Marcelino Menéndez y Pelayo, Ramón Menéndez
Pidal, Emilio García Gómez, Manuel Alvar y Francisco Rico, entre otros. A su turno,
algunos escritores colombianos --García Márquez, el primero de todos-- han intentado
hacerle un abono, que después de "Cien años de soledad" ya no se puede llamar
precario, a la acreencia que la cultura de este país mantiene con los trovadores populares
de nuestro suelo y de nuestro tiempo. No hay duda de que esta reunión que hoy nos
congrega es el homenaje que la Academia de la Lengua, con su hospitalidad generosa,
rinde a nuestros poetas descalzos.

En rigor histórico habría que decir, a diferencia del texto bíblico, que en el principio de la
creación juglaresca no fue el verbo, sino la música. No en vano García Lorca, ese gran
músico y poeta, recordó en su ensayo magistral sobre don Luis de Góngora que en
aquellas canciones populares los trovadores recogían "desde las serranas de Ávila hasta
la voz de los rufianes en las tabernas y las quejas de las plebeyas burladas por sus
amantes".

Poesía juglaresca y música nacieron, pues, unidas. Las dificultades existente entonces
para fijar la música por escrito o en grabación han hecho que muchos historiadores
olviden la noción de que esos poemas llevaban un acompañamiento musical. Se trataba
más que todo de una monodia interpretada con laúd, cítara, lira o rabel. Quienes no
conocen bien el vallenato dicen, precisamente, lo mismo de su música, y llegan al
extremo de llamarla monocorde. Está claro que nunca oyeron un paseo de Julio Erazo.

En cambio, el sencillo registro de las letras en cancioneros -como los provenzales y


catalanes del siglo 13 y el castellano de Juan Alfonso de Baena en el 15- permitió que los
textos se perpetuaran sin dificultad en nuestra tradición literaria. Lo cual, insistimos, no
debe hacernos olvidar que esa tradición, tanto en el medioevo español como en los siglos
recientes de Colombia, es eminentemente oral y se expresa en las coplas campesinas
santandereanas, los joropos casanareños, los cantos de vaquería de Bolívar, los gritos de
monte sinuanos, las décimas de tronco y rama que hoy siguen cantando rústicos juglares
como María de los Santos Solipá, Cristóbal José Petro o Juan Doria Durango en los
caminos del Sinú.

Ante la miopía de la crítica literaria que desconoce el valor de la música, observa el


estudioso francés Henri-Irenée Marrou: "Admiro la tranquilidad de conciencia de esos
graves eruditos que han consagrado largos años y gruesos volúmenes a la poesía lírica
de los trovadores sin otorgar atención a su música". Así lo afirma también Menéndez Pidal
en su excelente historia de la poesía juglaresca, cuando dice: "el canto público fue la
única literatura que existió en los idiomas románicos, antes de que la masa cerrada de los
escritores latinizantes llegase a percibir que la lengua de los cantores profanos o
religiosos podía ser un instrumento digno de asuntos literarios más doctos".

El mester de juglaría, entonces, nace cantando; y orando nace el de clerecía. Solo a


mediados del siglo 14, según nos advierten Carlos Alvar, José Carlos Mainer y Rosa
Navarro, empiezan a apartarse en el castellano la música y la letra, y surgen "las primeras
composiciones poéticas destinadas a la lectura y no al canto". A fin de no incurrir en el
mismo pecado, hemos procurado que esta noche versos y notas permanezcan vinculados
íntimamente. Ello explica la extraña presencia en este paraninfo de acordeones,
guacharacas y cajas vallenatas.

Queremos agradecer de todo corazón la amable comparecencia de los Reyes del


Acordeón Gonzalo El Cocha Molina y Alvaro Meza, y de los cantantes Ivo Díaz y Penchi
Castro. A Molina lo acompañan en la caja el legendario Pablito López y en la guacharaca
Alberto Castilla. A Meza, respectivamente, José Miguel Herrero y Edgar Romero. Si nos
permiten la licencia, y dicho con el mayor respeto, ellos son los equivalentes, en su
exigente mester, a don Miguel Antonio Caro y don Rufino José Cuervo.

Para que este solemne recinto los conozca, les hemos solicitado que interpreten uno de
los más antiguos cantos vallenatos. Se trata de "El amor amor", obra popular y más que
centenaria, de autor anónimo y múltiple. Estamos seguros de que el querido maestro José
Antonio Rey León habría podido explicar el vetusto origen español de algunas de estas
coplas.

AQUÍ LAS COPLAS DEL AMOR AMOR INTERPRETADAS POR LOS DOS CONJUNTOS

Muy distinta a la vallenata era la música medieval, por supuesto. De las lenguas de
España, la más rica en esta tradición, la que produjo una constelación de trovadores y
juglares célebres -entre ellos los famosos Giraut de Bornel y Alfonso el Trovador-- fue la
catalana, como lo acreditan un corpus importante de 2.500 poemas y varias decenas de
partituras primitivas,. Decía don Ramón Vinyes, aquel famoso sabio que contagió de
literatura al Grupo de Barraquilla y pasó a la leyenda como personaje de Cien años de
soledad: "Cuando los ingleses comían carne cruda, nosotros, en Cataluña, teníamos más
de trescientos trovadores".

Las afirmaciones que hacemos nos imponen la carga de la prueba. Por ello, y apenas
como un ejemplo de la melodía que acompañaba a los poemas juglarescos catalanes,
hemos traído esta noche una grabación que corresponde a "Can vei la lauzeta mover",
compuesta a fines del siglo 12. Es una canción del lemosín Bernart de Ventadorn, que fue
maestro de trovadores en España y amante de doña Leonor de Aquitania hasta que se la
quitó el rey Enrique II de Inglaterra: eran los tiempos del amor cortés, pero lo cortés no
quitaba a nadie lo valiente. Esta canción de Ventadorn inspiró a Dante Aligheri la primera
estrofa del Canto Segundo de El Paraíso. Será una audición brevísima para alimentar la
curiosidad de la platea. Oigamos, pues, un mínimo fragmento de "Cuando veo la alondra
mover las alas de la alegría."

AQUÍ BREVE AUDICION DE "Can veta la lauzeta mover" (Menos de 1 minuto)

Los cantores catalanes fueron la vía a través de la cual llegó a España el más articulado y
reconocido mester de juglaría medieval, el provenzal, procedente del sur de Francia .
Juglares y juglaresas, trovadores y trovadoras, ministrales y segreres florecieron en
Yugoslavia, Alemania (los célebres Minnesängen), Italia ---donde Francisco de Asís se
proclamaba "juglar de Dios"-- y aun antes, en el mundo árabe, al cual debe tanto la
primera aurora de nuestra poesía. En sus hombros viajaron la crónica de acontecimientos,
los mensajes de amor, las historias tiernas y los relatos graciosos.

A propósito de trovadoras, debemos reconocer que en materia de sexo era más abierto a
la participación y la competencia de las mujeres la juglaría medieval que sus herederos
vallenatos. En aquellos tiempos Leonor de Aquitania, tan célebre y tan bella, no solo era
la musa de Bernardt Ventadorn, como queda dicho, sino también compositora, y la
condesa de Día, a pesar de estar unida en matrimonio al trovador Guilhem de Peitieu,
dedicaba encendidos cantos de amor al juglar Raimbaut d'Aurenga.

La historia reconoce que los provenzales condujeron la juglaría a sus más elevadas
cumbres, y desde esas alturas proyectaron su influencia sobre la vecina y a veces
inseparable Cataluña, al occidente ibérico -la región galaico portuguesa-y, por último, al
centro de la península. Buena parte de la temática de la poesía popular --verbigracia, el
amor de Corte y el cantar de gesta--, así como las características de sus expositores,
aparecen ya definidas a comienzos del siglo 12.

Mencionemos algunas. El trovador componía, y el juglar interpretaba, y, por su aporte


creativo, el primero se hallaba varios peldaños por encima del segundo, no solo en la
rígida escala social de la época, sino en la consideración de su arte. Giraldo Riquier de
Narbona es uno de los que insisten ante el rey Alfonso X el Sabio, el de las cántigas o
cantigas, para que se prohibiese en la corte denominar juglares a los trovadores. Una
característica adicional: algunos trovadores escribían para que sus cantos fuesen
interpretados solo por determinados juglares.

Con el transcurso del tiempo y el suceso de sus composiciones, los trovadores, no


esquivos a la gloria, optaron por incorporar ocasionalmente su nombre a los versos de la
obra. Igual han hecho los vallenatos, cuando nos cuentan que "yo soy José Antonio
Serna", que "Adolfo Pacheco Anillo aquí viene a saludarte", que "Gustavo Gutiérrez canta"
o que "este paseo es de Leandro Díaz, pero parece de Emilianito". Con ello buscaban
antiguamente sobreaguar en el mar anónimo que consumió a muchos de estos cantos, y
en los tiempos actuales la inclusión del autor persigue, además, evitar la burla a sus
derechos intelectuales.

Una característica más es que los juglares solían meter mano en los poemas del trovador,
hasta el punto de que, al cabo, algunos cantos se hacían casi irreconocibles y
corresponde hablar de una autoría final colectiva. Por añadidura, el trovador podía
permanecer en su castillo o en su corte, pero era esencial a la naturaleza del juglar el
movimiento, la traslación de aldea en aldea, donde cantaba y aprendía. Todo lo anterior
se repite en la juglaría vallenata.

Hemos mencionado el verbo aprender, y resulta interesante decir algo más respecto a la
manera como poco a poco empiezan a sugir cánones formales en lo que era una manera
libérrima y espontánea de cantar. No hay arte que no demande unas leyes, que no
desarrolle unas pautas para hacer las cosas más bellas o más difíciles, y al cabo del
tiempo también la materia prima de la juglaría desarrolló sus propias normas. Ramón
Vidal de Besaduc publicó sus Reglas del trovar, por lo que el Marqués de Santillana tuvo
a bien calificarlo de "omne assaz entendido en las artes liberales e grande trobador".
Luego las completó el monje negro Jofré de Moxá y en 1423 el castellano Enrique de
Villena publicó El arte de trovar, mientras que don Juan de la Enzina nos explicó
doctamente "la diferencia que hay entre poeta y trovador".

También el mester de juglaría vallenata tiene sus normas, y nadie las ha expuesto mejor
que Leandro Díaz en su merengue "El bozal", donde explica cómo este ritmo y su métrica
rigurosa constituyen el cedazo de los malos trovadores. Ivo Díaz, hijo del gran compositor,
nos cuenta las reglas del "bel trovar" según su padre.

6.Sigue los pasos para elaborar un ensayo dados en la guía clases de textos ,
elige un tema de los siguientes y elabora un ensayo, recuerda tener la
conceptualización dada en la guía sobre tipos de argumentos , conectores lógicos
para hacer la estructura del escrito ,debe enviar captura de las reescritura las que
fuesen necesarias y el texto final.
6.1) Diferentes hábitos deportivos entre adolescentes según sexo (o no, según la
tesis a defender).
6.2) Los adolescentes que dedican más tiempo a la lectura son los que mejores
notas obtienen (o no, según la tesis a defender).
6.3) La clonación y su evolución de cara al futuro.
6.4) Los perros peligrosos, ¿nacen o se hacen?
6.5) ¿Cumplen los zoológicos un papel social o son algo que debería de
eliminarse?
El ensayo se hará en el cuaderno de proyecto lector con la reescritura luego se
digitara es necesario enviar capturas de todo el proceso.
Extensión 1.000 a 1.500 palabras.
Formato .tamaño Carta
Tipo de letra Times Roman 12 puntos
Espacio entre líneas: 1.5
Margenes: 3cm
Impresión nítida que se pueda leer sin dificultad.
Trabajar por párrafos la voz en tercera persona.
Debe tener: título, introducción, argumentación, conclusiones y referencias.
7. Lee el siguiente texto:

El gato negro Edgar Allan Poe


Ni espero ni quiero que se dé crédito a la historia más extraordinaria, y, sin
embargo, más familiar, que voy a referir. Tratándose de un caso en el que mis
sentidos se niegan a aceptar su propio testimonio, yo habría de estar realmente
loco si así lo creyera. No obstante, no estoy loco, y, con toda seguridad, no sueño.
Pero mañana puedo morir y quisiera aliviar hoy mi espíritu. Mi inmediato deseo es
mostrar al mundo, clara, concretamente y sin comentarios, una serie de simples
acontecimientos domésticos que, por sus consecuencias, me han aterrorizado,
torturado y anonadado. A pesar de todo, no trataré de esclarecerlos. A mí casi no
me han producido otro sentimiento que el de horror; pero a muchas personas les
parecerán menos terribles que barrocos. Tal vez más tarde haya una inteligencia
que reduzca mi fantasma al estado de lugar común. Alguna inteligencia más
serena, más lógica y mucho menos excitable que la mía, encontrará tan sólo en
las circunstancias que relato con terror una serie normal de causas y de efectos
naturalísimos.
La docilidad y humanidad de mi carácter sorprendieron desde mi infancia. Tan
notable era la ternura de mi corazón, que había hecho de mí el juguete de mis
amigos. Sentía una auténtica pasión por los animales, y mis padres me
permitieron poseer una gran variedad de favoritos. Casi todo el tiempo lo pasaba
con ellos, y nunca me consideraba tan feliz como cuando les daba de comer o los
acariciaba. Con los años aumentó esta particularidad de mi carácter, y cuando fui
un hombre hice de ella una de mis principales fuentes de gozo.
Aquellos que han profesado afecto a un perro fiel y sagaz no requieren la
explicación de la naturaleza o intensidad de los gozos que eso puede producir. En
el amor desinteresado de un animal, en el sacrificio de sí mismo, hay algo que
llega directamente al corazón del que con frecuencia ha tenido ocasión de
comprobar la amistad mezquina y la frágil fidelidad del Hombre natural.
Me casé joven. Tuve la suerte de descubrir en mi mujer una disposición semejante
a la mía .Habiéndose dado cuenta de mi gusto por estos favoritos domésticos, no
perdió ocasión alguna de proporcionármelos de la especie más agradable.
Tuvimos pájaros, un pez de color de oro, un magnífico perro, conejos, un mono
pequeño y un gato.
Era este último animal muy fuerte y bello, completamente negro y de una
sagacidad maravillosa. Mi mujer, que era, en el fondo, algo supersticiosa,
hablando de su inteligencia, aludía frecuentemente a la antigua creencia popular
que consideraba a todos los gatos negros como brujas disimuladas. No quiere
esto decir que hablara siempre en serio sobre este particular, y lo consigno
sencillamente porque lo recuerdo.

Plutón—llamábase así el gato—era mi amigo predilecto. Sólo yo le daba de


comer, y adondequiera que fuese me seguía por la casa. Incluso me costaba
trabajo impedirle que me siguiera por la calle.
Nuestra amistad subsistió así algunos años, durante los cuales mi carácter y mi
temperamento—me sonroja confesarlo—, por causa del demonio de la
intemperancia, sufrió una alteración radicalmente funesta. De día en día me hice
más taciturno, más irritable, más indiferente a los sentimientos ajenos. Empleé con
mi mujer un lenguaje brutal, y con el tiempo la afligí incluso con violencias
personales. Naturalmente, mi pobre favorito debió de notar el cambio de mi
carácter. No solamente no les hacía caso alguno, sino que lo maltrataba. Sin
embargo, por lo que se refiere a Plutón, aún despertaba en mí la consideración
suficiente para no pegarle. En cambio, no sentía ningún escrúpulo en maltratara
los conejos, al mono e incluso al perro, cuando, por casualidad o afecto, se
cruzaban en mi camino. Pero iba secuestrándome mi mal, porque, ¿qué mal
admite una comparación con el alcohol? Andando el tiempo, el mismo Plutón, que
envejecía y, naturalmente se hacía un poco huraño, comenzó a conocer los
efectos de mi perverso carácter.
Una noche, al regresar a casa completamente ebrio, de vuelta de uno de mis
frecuentes escondrijos del barrio, me pareció que el gato evitaba mi presencia. Lo
cogí, pero él, horrorizado por mi violenta actitud, me hizo en la mano, con los
dientes, una leve herida. De mí se apoderó repentinamente un furor demoníaco.
En aquel instante dejé de conocerme.
Pareció como si, de pronto, mi alma original hubiese abandonado mi cuerpo, y una
ruindad superdemoníaca, saturada de ginebra, se filtró en cada una de las fibras
de mi ser. Del bolsillo de mi chaleco saqué un cortaplumas, lo abrí, cogí al pobre
animal por la garganta y,deliberadamente, le vacié un ojo... Me cubre el rubor, me
abrasa, me estremezco al escribir esta abominable atrocidad.
Cuando, al amanecer, hube recuperado la razón, cuando se hubieron disipado los
vapores de mi crápula nocturna, experimenté un sentimiento mitad horror, mitad
remordimiento, por el crimen que había cometido. Pero, todo lo más, era un débil y
equívoco sentimiento, y el alma no sufrió sus acometidas. Volví a sumirme en los
excesos, y no tardé en ahogar en el vino todo recuerdo de mi acción.
Curó entre tanto el gato lentamente. La órbita del ojo perdido presentaba, es
cierto, un aspecto espantoso. Pero después, con el tiempo, no pareció que se
daba cuenta de ello.
Según su costumbre, iba y venía por la casa; pero, como debí suponerlo, en
cuanto veía que me aproximaba a él, huía aterrorizado. Me quedaba aún lo
bastante de mi antiguo corazón para que me afligiera aquella manifiesta antipatía
en una criatura que tanto me había amado anteriormente. Pero este sentimiento
no tardó en ser desalojado por la irritación. Como para mi caída final e irrevocable,
brotó entonces el espíritu de perversidad, espíritu del que la filosofía no se cuida ni
poco ni mucho. No obstante, tan seguro como que existe mi alma, creo que la
perversidad es uno de los primitivos impulsos del corazón humano, una de esas
indivisibles primeras facultades o sentimientos que dirigen el carácter del
hombre... ¿Quién no se ha sorprendido numerosas veces cometiendo una acción
necia o vil, por la única razón de que sabía que no debía cometerla? ¿No tenemos
una constante inclinación, pese a lo excelente de nuestro juicio, a violar lo que es
la ley, simplemente porque comprendemos que es la Ley?

Digo que este espíritu de perversidad hubo de producir mi ruina completa. El vivo
e insondable deseo del alma de atormentarse a sí misma, de violentar su propia
naturaleza, de hacer el mal por amor al mal, me impulsaba a continuar y
últimamente a llevar a efecto el suplicio que había infligido al inofensivo animal.
Una mañana, a sangre fría, ceñí un nudo corredizo en torno a su cuello y lo
ahorqué de la rama de un árbol. Lo ahorqué con mis ojos llenos de lágrimas, con
el corazón desbordante del más amargo remordimiento. Lo ahorqué porque sabía
que él me había amado, y porque reconocía que no me había dado motivo alguno
para encolerizarme con él. Lo ahorqué porque sabía que al hacerlo cometía un
pecado, un pecado mortal que comprometía a mi alma inmortal, hasta el punto de
colocarla ,si esto fuera posible, lejos incluso de la misericordia infinita del muy
terrible y misericordiosoDios.
En la noche siguiente al día en que fue cometida una acción tan cruel, me
despertó del sueño el grito de: "¡Fuego!" Ardían las cortinas de mi
lecho. La casa era una gran hoguera.
No sin grandes dificultades, mi mujer, un criado y yo logramos escapar del
incendio. La destrucción fue total. Quedé arruinado, y me entregué desde
entonces a la desesperación.
No intento establecer relación alguna entre causa y efecto con respecto a la
atrocidad y el desastre. Estoy por encima de tal debilidad. Pero me limito a dar
cuenta de una cadena de hechos y no quiero omitir el menor eslabón. Visité las
ruinas el día siguiente al del incendio.
Excepto una, todas las paredes se habían derrumbado. Esta sola excepción la
constituía un delgado tabique interior, situado casi en la mitad de la casa, contra el
que se apoyaba la cabecera de mi lecho. Allí la fábrica había resistido en gran
parte a la acción del fuego, hecho que atribuí a haber sido renovada
recientemente. En torno a aquella pared se congregaba la multitud, y numerosas
personas examinaban una parte del muro con atención viva yminuciosa. Excitaron
mi curiosidad las palabras: "extraño", "singular", y otras
expresiones parecidas. Me acerqué y vi, a modo de un bajorrelieve esculpido
sobre la blanca superficie, la figura de un gigantesco gato. La imagen estaba
copiada con una exactitud realmente maravillosa. Rodeaba el cuello del animal
una cuerda.
Apenas hube visto esta aparición—porque yo no podía considerar aquello más
que como una aparición—, mi asombro y mi terror fueron extraordinarios. Por fin
vino en mi amparo la reflexión. Recordaba que el gato había sido ahorcado en un
jardín contiguo a la casa. A los gritos de alarma, el jardín fue invadido
inmediatamente por la muchedumbre, y el animal debió de ser descolgado por
alguien del árbol y arrojado a mi cuarto por una ventana abierta.
Indudablemente se hizo esto con el fin de despertarme. El derrumbamiento de las
restantes paredes había comprimido a la víctima de mi crueldad en el yeso
recientemente extendido.
La cal del muro, en combinación con las llamas y el amoníaco del cadáver,
produjo la imagen tal como yo la veía.
Aunque prontamente satisfice así a mi razón, ya que no por completo mi
conciencia, no dejó,sin embargo, de grabar en mi imaginación una huella profunda
el sorprendente caso que acabo de dar cuenta. Durante algunos meses no pude
liberarme del fantasma del gato, y el todo este tiempo nació en mi alma una
especie de sentimiento que se parecía, aunque no lo era, al remordimiento. Llegué
incluso a lamentar la pérdida del animal y a buscar en torno mío, en los miserables
tugurios que a la sazón frecuentaba, otro favorito de la misma especiey de
facciones parecidas que pudiera sustituirle.

Hallábame sentado una noche, medio aturdido, en un bodegón infame, cuando


atrajo repentinamente mi atención un objeto negro que yacía en lo alto de uno de
los inmensos barriles de ginebra o ron que componían el mobiliario más
importante de la sala. Hacía ya algunos momentos que miraba a lo alto del tonel, y
me sorprendió no haber advertido el objeto colocado encima. Me acerqué a él y lo
toqué. Era un gato negro, enorme, tan corpulento como Plutón, al que se parecía
en todo menos en un pormenor: Plutón no tenía un solo pelo blanco en todo el
cuerpo, pero éste tenía una señal ancha y blanca aunque de forma indefinida, que
le cubría casi toda la región del pecho.
Apenas puse en él mi mano, se levantó repentinamente, ronroneando con fuerza,
se restregó contra mi mano y pareció contento de mi atención. Era pues, el animal
que yo buscaba. Me apresuré a proponer al dueño su adquisición, pero éste no
tuvo interés alguno por el animal.
Ni le conocía ni le había visto hasta entonces.
Continué acariciándole, y cuando me disponía a regresar a mi casa, el animal se
mostró dispuesto a seguirme. Se lo permití, e inclinándome de cuando en cuando,
caminamos hacia mi casa acariciándole. Cuando llegó a ella se encontró como si
fuera la suya, y se convirtió rápidamente en el mejor amigo de mi mujer.
Por mi parte, no tardó en formarse en mí una antipatía hacia él. Era, pues,
precisamente, lo contrario de lo que yo había esperado. No sé cómo ni por qué
sucedió esto, pero su evidente ternura me enojaba y casi me fatigaba.
Paulatinamente, estos sentimientos de disgusto y fastidio acrecentaron hasta
convertirse en la amargura del odio. Yo evitaba su presencia.
Una especie de vergüenza, y el recuerdo de mi primera crueldad, me impidieron
que lo maltratara. Durante algunas semanas me abstuve de pegarle o de tratarle
con violencia; pero gradual, insensiblemente, llegué a sentir por él un horror
indecible, y a eludir en silencio,como si huyera de la peste, su odiosa presencia.
Sin duda, lo que aumentó mi odio por el animal fue el descubrimiento que hice a la
mañana del siguiente día de haberlo llevado a casa. Como Plutón, también él
había sido privado de uno de sus ojos. Sin embargo, esta circunstancia contribuyó
a hacerle más grato a mi mujer,que, como he dicho ya, poseía grandemente la
ternura de sentimientos que fue en otro tiempo mi rasgo característico y el
frecuente manantial de mis placeres más sencillos y puros.
Sin embargo, el cariño que el gato me demostraba parecía crecer en razón directa
de mi odio hacia él. Con una tenacidad imposible de hacer comprender al lector,
seguía constantemente mis pasos. En cuanto me sentaba, acurrucábase bajo mi
silla, o saltaba sobre mis rodillas, cubriéndome con sus caricias espantosas. Si me
levantaba para andar, metíase entre mis piernas y casi me derribaba, o bien,
clavando sus largas y agudas garras en mi ropa, trepaba por ellas hasta mi pecho.
En esos instantes, aun cuando hubiera querido matarle de ungolpe, me lo impedía
en parte el recuerdo de mi primer crimen; pero, sobre todo, me apresuro a
confesarlo, el verdadero terror del animal.
Este terror no era positivamente el de un mal físico, y, no obstante, me sería muy
difícil definirlo de otro modo. Casi me avergüenza confesarlo. Aun en esta celda de
malhechor, casi me avergüenza confesar que el horror y el pánico que me
inspiraba el animal habíanse acrecentado a causa de una de las fantasías más
perfectas que es posible imaginar. Mi mujer, no pocas veces, había llamado mi
atención con respecto al carácter de la mancha blanca de que he hablado y que
constituía la única diferencia perceptible entre el animal extraño y aquel que había
matado yo. Recordará, sin duda, el lector que esta señal, aunque grande, tuvo
primitivamente una forma indefinida. Pero lenta, gradualmente, por fases
imperceptibles y que mi razón se esforzó durante largo tiempo en considerar como
imaginaria, había concluido adquiriendo una nitidez rigurosa de contornos.
En ese momento era la imagen de un objeto que me hace temblar nombrarlo. Era,
sobre todo, lo que me hacía mirarle como a un monstruo de horror y repugnancia,
y lo que, si me hubiera atrevido, me hubiese impulsado a librarme de él. Era
ahora, digo, la imagen de una cosa abominable y siniestra: la imagen ¡de la horca!
¡Oh lúgubre y terrible máquina, máquina de espanto y crimen, de muerte y agonía!
Yo era entonces, en verdad, un miserable, más allá de la miseria posible de la
Humanidad.
Una bestia bruta, cuyo hermano fue aniquilado por mí con desprecio, una bestia
bruta engendraba en mí en mí, hombre formado a imagen del Altísimo, tan grande
e intolerable infortunio. ¡Ay! Ni de día ni de noche conocía yo la paz del descanso.
Ni un solo instante, durante el día, dejábame el animal. Y de noche, a cada
momento, cuando salía de mis sueños lleno de indefinible angustia, era tan sólo
para sentir el aliento tibio de la cosa sobre mi rostro y su enorme peso,
encarnación de una pesadilla que yo no podía separar de mí y que parecía
eternamente posada en mi corazón.
Bajo tales tormentos sucumbió lo poco que había de bueno en mí. Infames
pensamientos convirtiéronse en mis íntimos; los más sombríos, los más infames
de todos los pensamientos. La tristeza de mi humor de costumbre se acrecentó
hasta hacerme aborrecera todas las cosas y a la Humanidad entera. Mi mujer, sin
embargo, no se quejaba nunca ¡Ay!
Era mi paño de lágrimas de siempre. La mas paciente víctima de las repentinas,
frecuentes e indomables expansiones de una furia a la que ciertamente me
abandoné desde entonces.
Para un quehacer doméstico, me acompañó un día al sótano de un viejo edificio
en el que nos obligara a vivir nuestra pobreza. Por los agudos peldaños de la
escalera me seguía el gato, y, habiéndome hecho tropezar la cabeza, me
exasperó hasta la locura. Apoderándome de un hacha y olvidando en mi furor el
espanto pueril que había detenido hasta entonces mi mano, dirigí un golpe al
animal, que hubiera sido mortal si le hubiera alcanzado como quería.
Pero la mano de mi mujer detuvo el golpe. Una rabia más que diabólica me
produjo esta intervención. Liberé mi brazo del obstáculo que lo detenía y le hundí
a ella el hacha en el cráneo. Mi mujer cayó muerta instantáneamente, sin exhalar
siquiera un gemido.
Realizado el horrible asesinato, inmediata y resueltamente procuré esconder el
cuerpo. Me di cuenta de que no podía hacerlo desaparecer de la casa, ni de día ni
de noche, sin correr el riesgo de que se enteraran los vecinos. Asaltaron mi mente
varios proyectos. Pensé por un instante en fragmentar el cadáver y arrojar al suelo
los pedazos. Resolví después cavar una fosa en el piso de la cueva. Luego pensé
arrojarlo al pozo del jardín. Cambien la idea y decidí embalarlo en un cajón, como
una mercancía, en la forma de costumbre, y encargar a un mandadero que se lo
llevase de casa. Pero, por último, me detuve ante un proyecto que consideré el
mas factible. Me decidí a emparedarlo en el sótano, como se dice que hacían en la
Edad Media los monjes con sus víctimas.

La cueva parecía estar construida a propósito para semejante proyecto. Los muros
no estaban levantados con el cuidado de costumbre y no hacía mucho tiempo
había sido cubierto en toda su extensión por una capa de yeso que no dejó
endurecer la humedad.
Por otra parte, había un saliente en uno de los muros, producido por una
chimenea artificial o especie de hogar que quedó luego tapado y dispuesto de la
misma forma que el resto del sótano. No dudé que me sería fácil quitar los ladrillos
de aquel sitio, colocar el cadáver y emparedarlo del mismo modo, de forma que
ninguna mirada pudiese descubrir nada sospechoso.
No me engañó mi cálculo. Ayudado por una palanca, separé sin dificultad los
ladrillos, y, habiendo luego aplicado cuidadosamente el cuerpo contra la pared
interior, lo sostuve en esta postura hasta poder establecer sin gran esfuerzo toda
la fábrica a su estado primitivo.
Con todas las precauciones imaginables, me procuré una argamasa de cal y
arena, preparé una capa que no podía distinguirse de la primitiva y cubrí
escrupulosamente con ella el nuevotabique.
Cuando terminé, vi que todo había resultado perfecto. La pared no presentaba la
más leve señal de arreglo. Con el mayor cuidado barrí el suelo y recogí los
escombros, miré triunfalmente en torno mío y me dije: "Por lo menos, aquí,
mi trabajo no ha sido infructuoso".
Mi primera idea, entonces, fue buscar al animal que fue causante de tan tremenda
desgracia,porque, al fin, había resuelto matarlo. Si en aquel momento hubiera
podido encontrarle, nada hubiese evitado su destino. Pero parecía que el
artificioso animal, ante la violencia de mi cólera, habíase alarmado y procuraba no
presentarse ante mí, desafiando mi mal humor.
Imposible describir o imaginar la intensa, la apacible sensación de alivio que trajo
a mi corazón la ausencia de la detestable criatura. En toda la noche se presentó, y
ésta fue la primera que gocé desde su entrada en la casa, durmiendo tranquila y
profundamente. Sí; dormí con el peso de aquel asesinato en mi alma.
Transcurrieron el segundo y el tercer día. Mi verdugo no vino, sin embargo. Como
un hombre libre, respiré una vez más. En su terror, el monstruo había abandonado
para siempre aquellos lugares. Ya no volvería a verle nunca: Mi dicha era infinita.
Me inquietaba muy poco la criminalidad de mi tenebrosa acción. Inicióse una
especie de sumario que apuró poco las averiguaciones. También se dispuso un
reconocimiento, pero, naturalmente, nada podía descubrirse. Yo daba por
asegurada mi felicidad futura.
Al cuarto día después de haberse cometido el asesinato, se presentó
inopinadamente en mi casa un grupo de agentes de Policía y procedió de nuevo a
una rigurosa investigación del local. Sin embargo, confiado en lo impenetrable del
escondite, no experimenté ninguna turbación.
Los agentes quisieron que les acompañase en sus pesquisas. Fue explorado
hasta el último rincón. Por tercera o cuarta vez bajaron por último a la cueva. No
me alteré lo más mínimo.
Como el de un hombre que reposa en la inocencia, mi corazón latía pacíficamente.
Recorrí el sótano de punta a punta, crucé los brazos sobre mi pecho y me paseé
indiferente de un ladoa otro. Plenamente satisfecha, la Policía se disponía a
abandonar la casa. Era demasiado intenso el júbilo de mi corazón para que
pudiera reprimirlo. Sentía la viva necesidad de decir una palabra, una palabra tan
sólo a modo de triunfo, y hacer doblemente evidente su convicción con respecto a
mi inocencia.
—Señores—dije, por último, cuando los agentes subían la escalera—, es para mí
una gran satisfacción haber desvanecido sus sospechas. Deseo a todos ustedes
una buena salud y un poco más de cortesía. Dicho sea de paso, señores, tienen
ustedes aquí una casa construida—apenas sabía lo que hablaba, en mi furioso
deseo de decir algo con aire deliberado—. Puedo asegurar que ésta es una casa
excelentemente construida. Estos muros...¿Se van ustedes, señores? Estos
muros están construidos con una gran solidez.
Entonces, por una fanfarronada frenética, golpeé con fuerza, con un bastón que
tenía en la mano en ese momento, precisamente sobre la pared del tabique tras el
cual yacía la esposade mi corazón.
¡Ah! Que por lo menos Dios me proteja y me libre de las garras del archidemonio.
Apenas húbose hundido en el silencio el eco de mis golpes, me respondió una voz
desde el fondo de la tumba. Era primero una queja, velada y encontrada como el
sollozo de un niño. Después, en seguida, se hinchó en un prolongado, sonoro y
continuo, completamente anormal e inhumano, un alarido, un aullido, mitad horror,
mitad triunfo, como solamente puede brotar del infierno, horrible armonía que
surgiera al unísono de las gargantas de los condenados en sus torturas y de los
demonios que gozaban en la condenación.
Sería una locura expresaros mis sentimientos. Me sentí desfallecer y,
tambaleándome, caí contra la pared opuesta. Durante un instante detuviéronse en
los escalones los agentes. El terror los había dejado atónitos. Un momento
después, doce brazos robustos atacaron la pared, que cayó a tierra de un golpe.
El cadáver, muy desfigurado ya y cubierto de sangre coagulada, apareció, rígido, a
los ojos de los circundantes.
Sobre su cabeza, con las rojas fauces dilatadas y llameando el único ojo, se
posaba el odioso animal cuya astucia me llevó al asesinato y cuya reveladora voz
me entregaba al verdugo. Yo había emparedado al monstruo en la tumba.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE

- Describa psicológicamente a todos los personajes, al finalizar la historia.


EMPLEE LA ESTRUCTURA DEL TEXTO DESCRIPTIVO DADA EN LA GUIA
CLASES DE TEXTOS.
-¿Qué tipo de narrador está relatando? 
- ¿Cuál es la terrible enfermedad que lo atormenta?
-. ¿Qué le hizo al gato negro?
- ¿Qué significa la palabra infligir?
-. ¿Cómo es el personaje central de la historia? Descríbelo en cuanto a su
conducta, sus sentimientos y sus inquietudes
-. Copia el argumento de la historia (en el cuaderno) mínimo 20 líneas.
-¿El protagonista se sintió muy trastornado por sus horribles actos?
- ¿Por qué antes no había atacado al gato negro?  ¿Qué imaginó antes de atacar
al gato negro?
-. ¿Cómo describe el narrador a su esposa?
-. ¿Qué intención tiene la palabra “barrocos” dentro del relato.
-. Se podría decir que Pluto era un animal: si- no por que
-. ¿En qué tiempo ocurrió la acción? ¿Presente? ¿Pasado? Explica.
- Explique mediante tres ejemplos, por qué “El gato negro” es un cuento
-.Relaciona los hechos del cuento con situaciones reales y cotidianas.
-Explique qué es una metamorfosis. Ilustren, por etapas, la transformación que
sufre el protagonista.
. ¿Qué tipos de maltratos reciben las mujeres en la actualidad? ¿Existen leyes que
las protejan? ¿Cuáles?
8. Haga un texto argumentativo, , donde exponga sus planteamientos frente al
tema del maltrato animal (una página y media). En el cuaderno. (TENGA
PRESENTE LA GUIA CLASES DE TEXTOS).

9. En el siguiente texto extrae los conectores y clasifícalos según corresponda:


Los primeros años de vida y las primeras experiencia , son probablemente los más
cruciales en el desarrollo de un bebé, sin embargo, no son cruciales ni únicas, ya
que en este período el niño comienza a establecer pautas de aprendizaje,
actitudes y cierto sentido de sí mismo como ser, todo lo cual da color a su vida.
Ahora bien, el arte puede contribuir a este desarrollo, pues el aprendizaje tiene
lugar en la interacción del niño y el ambiente. Aunque por lo general, algunos
consideran que el arte comienza para el niño cuando hace la primera raya en un
papel, pero la realidad es que empieza mucho antes, cuando los sentidos tienen
su primer contacto con el medio, por lo tanto el niño reacciona ante esas
experiencias sensoriales.
Aunque el niño se exprese vocalmente muy temprano, antes que su primer
registro permanente por lo general toma la forma de un garabato alrededor de los
dieciocho meses de edad, luego, el primer trazo es un paso muy importante en su
desarrollo, pues es el comienzo de la expresión que no solamente lo va a conducir
al dibujo y a la pintura, sino también a la palabra escrita.

10. Crea un texto escrito en donde estén presentes todos los conectores que
aparecen en la guía. Subraya cada uno de los conectores utilizados. (Guía tipos
de textos)Subraya con colores según su clasificación, luego organiza un esquema
grafico donde muestre los tipos de conectores se creativo (a).
11. Organice un mapa mental para cada técnica grupal, sea creativo, emplee la
información dada en la guía.
12. Plantee minuciosamente un plan operativo para realizar un panel siguiendo los
pasos dados en la guía de aprendizaje .Tema: LA CONTAMINACIÓN AUDITIVA.
13. LEE EL SIGUIENTE EL TEXTO:
COLOMBIA, UN PAÍS CONSUMIDOR

―Colombia ocupa el primer puesto en América Latina en consumo temprano de


alcohol y cigarrillo (OEA)‖. ―Una de cada ocho personas consume alcohol de
manera perjudicial para su salud‖. ―Una de cada diez personas ha consumido
drogas ilícitas‖. ―Quienes consumen alcohol antes de los 15 años son más
propensos al uso de drogas‖.
Las frases aparecieron en un auditorio de la Cámara de Comercio de Bogotá,
donde el estadounidense Eric Brown —doctor en investigación escolar y
especializado en evaluación, y prevención— anunció que el gobierno de su país
está estudiando una propuesta, para apoyar la implementación en Colombia de un
sistema científico de prevención comunitario y escolar. Un sistema que permitiría
hacer un diagnostico ―preciso‖ de lo que sucede en un colegio, una comunidad o
una ciudad con el consumo de alcohol y drogas en jóvenes, con los embarazos no
deseados, con los conflictos intrafamiliares, con las armas, con la violencia, con la
intimidación escolar.
Su aliado en Colombia es Augusto Pérez Gómez, director de la corporación
Nuevos Rumbos. ―Lo que le estamos pidiendo al gobierno de Estados Unidos
(específicamente al NIDA —NationalInstituteonDrug Abuse—) es un apoyo
económico para implementar en Colombia un programa que fue creado por la
Universidad de Washington y luego comprado por el gobierno de ese país, que es
llamado Comunidades
̳ que se cuidan‘. La idea es poder capacitar en Estados
Unidos a los profesionales que van a llevar el proceso aquí ‖. En octubre se
conocerá la decisión de EE.UU. De ser un ―sí‖ en marzo próximo empezaría a
implementarse.
―Colombia está pasando de ser principalmente un país productor de drogas a un
país consumidor. Ahora es el tiempo de la prevención. Vemos a Colombia como
veíamos a Estados Unidos hace 20 años: grandes aumentos en el uso de drogas
y alcohol, y como consecuencia de eso un oleada de violencia ‖, dice Eric Brown,
quien haestudiado a detalle, con juicio, nuestra realidad.
Dice, además, que la experiencia que le ha dado su país —donde, en sus
palabras, se implementaron programas preventivos inservibles durante décadas—,
lo ha llevado a definir que el primer paso para hablar de prevención es hacer una
evaluación de los programas que se van a utilizar, probarlos con estudios
rigurosos. ―Deben ser estrategias basadas en la evidencia, en la ciencia ‖. Lo
segundo: medir los problemas de comportamiento usan demedidas validadas
también, fidedignas. ―El tener un perfil de los factores de riesgo permite medir las
estrategias preventivas‖.
¿Y en manos de quién está el desarrollo de esos programas preventivos? ―En
estados Unidos lo hacemos por medio de lo que nosotros llamamos una coalición
̳
preventiva‘, que está formada por varios líderes de diferentes sectores de una
comunidad: empresas, salud, religión. Ellos reciben un entrenamiento para
identificar factores de riesgo, y elegir los programas más apropiados para su
comunidad‖, dice Brown.
Radiografía de Colombia
Estos son los datos de la corporación Nuevos Rumbos. Consumo de licor: el 87%
de los menores de 17 años ha tomado alcohol alguna vez en la vida, el 67% lo ha
hecho en el último año, el 27% en el último mes y el 13% en la última semana (es
decir, ya tienen un problema grave). ―Son datos muy graves teniendo en cuenta
que quienes comienzan a consumir alcohol antes de los 14 años, tienes diez
veces más probabilidades de involucrarse en consumo de sustancias ilegales que
alguien que no consume licor‖, dice Augusto Pérez Gómez y aclara que las cifras
se desprenden de un estudio de 2009, realizado en nueve ciudades de Colombia,
a diez mil jóvenes. ―Son las cifras más recientes que hay ‖, dice. Más resultados
de ese estudio: el 15% de los adolescentes admitió haber consumido alcohol
dentro de su colegio, el 10% dijo haber llegado al colegio habiendo consumido
licor, y el 8% admitió haber tomado varios días seguidos. El 4% toma solo.
Consumo de drogas: 4,5% de los jóvenes colombianos ha consumido cocaína
alguna vez, y más del 2,5% lo hace con alguna frecuencia. El 9% fuma marihuana
habitualmente. ―Es un escenario bastante problemático —enfatiza Pérez Gómez
— en el que queda claro que los adultos no estamos cumpliendo con nuestras
responsabilidades‖.
Cómo afecta el alcohol a los adolescentes
El consumo de alcohol durante la adolescencia tiene muchos riesgos. Algunos de
ellos son directos porque la ingesta de bebidas alcohólicas es peligrosa para la
salud. Otros de los riesgos en el caso de los adolescentes son indirectos y están
ligados a los comportamientos derivados del consumo de alcohol.
Además no hay que olvidar que el consumo de alcohol también es ilegal durante la
adolescencia en la mayoría de los países. En Estados Unidos solo se pueden
beber bebidas alcohólicas a partir de los 21 años. En otros países esa edad varía
pero en general está entre los 18 y los 21 años.
Riesgos directos
Dependencia. El alcohol es una sustancia adictiva que crea una dependencia
similar a la de las drogas.
En el caso de los adolescentes, además ese riesgo es mucho mayor. Un estudio
realizado en Estado Unidos y publicado en la revista médica Archives of
Pediatrics&Adolescent Medicine demostró que un 47% de las personas que
comienzan a consumir alcohol antes de los 14 años desarrollan una dependencia
en algún momento a lo largo de su vida. Cuando se espera a los 21 años para
empezar a beber alcohol, el riesgo de dependencia se reduce hasta el 9%.
Provoca enfermedades. Hay trastornos muy graves como cirrosis, alta presión y
algunos tipos de cáncer cuya probabilidad de sufrirlos aumenta con el consumo de
alcohol.
Engorda. El consumo de alcohol engorda.
Envejece la piel. La piel es uno de los órganos más afectados por el consumo de
alcohol.
Problemas sexuales. El consumo de alcohol puede provocar impotencia en los
varones y alteraciones menstruales en las mujeres.
Pérdida de memoria. El consumo frecuente de alcohol tiene efectos en el cerebro,
sobre todo en el caso de los adolescentes. No sólo provoca pérdida de memoria,
también influye en la capacidad de concentración y, en general, en todo el proceso
cognitivo.
Riesgos indirectos

Accidentes de tráfico. Una gran parte de los accidentes de tráfico entre


adolescentes están relacionados con el consumo de alcohol y drogas.
Embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. La falta de
control sobre uno mismo que provoca el alcohol puede llevar a tener relaciones
sexuales sin la protección adecuada.
Violencia. La euforia y falta de control que provoca el consumo excesivo de
alcohol pueden llevar hasta conductas violentas. Jóvenes que se ven en medio de
peleas o de comportamientos agresivos.
Por qué beben
Entender las razones por las que beben los adolescentes pueden ayudarnos a
combatirlo.
Superación de la timidez. El alcohol es un potente deshinbidor y muchos
adolescentes combaten con él sus problemas de timidez o relación.
Presión social. En muchas ocasiones la sociedad en la que viven los jóvenes
alienta, directa e indirectamente, el consumo de alcohol mostrándolo como una
prueba del éxito social. Los jóvenes imitarían esa conducta en busca también de
su éxito social.
Imitación de los adultos. Los adolescentes están viviendo la transición entre la
pubertad y la edad adulta. Muchos de ellos imitan comportamientos adultos en la
creencia de que eso les hace maduros y el consumo de alcohol se sitúa muchas
veces en ese contexto.
Integración en el grupo. Los adolescentes que ser relacionan con otros
adolescentes que beben alcohol también lo consumen para sentirse parte del
grupo.
Cómo evitar que beban
Para evitar que beban y que adopten otras conductas de riesgo es imprescindible
que los padres comiencen educar a sus hijos desde niños.
Responsabilidad. Hay que educar a los chicos para que sean responsables. Que
entiendan y asuman los riesgos de determinadas conductas.
Autoestima. Cuando los chicos tienen suficiente autoestima, es decir, están
seguros de sí mismos es mucho más improbable que necesiten estímulos
externos para sentirse bien o relacionarse socialmente.
Normas. En algunos de nuestros países de origen, la permisividad hacia el
consumo de alcohol, incluso entre los jóvenes, es muy alta. Pero si queremos que
nuestros hijos no corran riesgos en este sentido deberemos imponerles normas
claras sobre la prohibición de su consumo.
Salidas. En la mayoría de los casos, el consumo de alcohol entre los adolescentes
se produce en los fines de semana y durante los festivos y por las noches. Se
pueden evitar algunas de esas situaciones estableciendo una hora de vuelta a
casa temprana.
Si a pesar de todo, unos padres descubren que su hijo adolescente es consumidor
habitual de bebidas alcohólicas deben buscar ayuda para él. Existen en la mayoría
de las ciudades asociaciones de alcohólicos que pueden proporcionarles la
información necesaria para saber dónde acudir.
ANALIZA.

.Tipo de texto leído. Argumenta tu respuesta .Identifica cada una de sus partes.
. ¿Qué opinas sobre la tesis planteada en el artículo, y el alarmante riesgo que
tienen los jóvenes colombianos de caer en el alcoholismo? Argumenta. 5
renglones.
-¿Cuáles son los aspectos que consideras que los jóvenes deben tener en cuenta
para evitar el consumo de alcohol? Argumenta. 5 renglones.
-Opinión personal del tema. (15 renglones)
-Elabore un mapa conceptual de la lectura anterior.
-Realice una campaña publicitaria donde el fin sea informar y prevenir sobre el
exceso de alcohol, es perjudicial para la salud (incluya slogan, logo y texto
informativo).

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