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VENTAJAS Y DESVENTAJAS

VENTAJAS ECONÓMICAS

Una de las principales ventajas la encontramos en el aspecto económico, el


cual beneficia tanto a propietarios de buques, fletadores, así como a los países
de registro. Evidentemente, existen importantes diferencias en la forma en que
los registros enfocan este objetivo, pero grosso modo las más comunes son:
los costes reducidos a la hora de registrarse, así como en impuestos u otras
obligaciones fiscales; la facilidad que proporcionan en el financiamiento
marítimo (por ejemplo, países como Panamá dan una categoría privilegiada o
un rango superior a los créditos bancarios); o los costes más asequibles en la
contratación de tripulantes

Por regla general, el armador tiene una notable libertad en sus actividades
empresariales. Cuando se registra un buque en un registro cerrado, como por
ejemplo el del Reino Unido o Noruega, conlleva someter la operación comercial
del buque al régimen fiscal del país. Por consiguiente, en estos casos se
obtiene cierto ahorro al no estar obligado el explotador del buque a soportar un
gravamen sobre los fletes o beneficios obtenidos. Es decir, no se cobran
impuestos sobre los beneficios de la actividad comercial del buque, quedando
sujeto tan sólo al pago de derechos de registro y de tasas anuales en función
del tonelaje del buque.

En cambio, un registro abierto no exime al beneficiario de pagar impuestos en


su propio país, pero en muchos casos la estructura de los registros abiertos
hace imposible localizar a los beneficiarios verdaderos de la explotación
comercial o de la venta del buque inscrito. Lo más habitual es que un armador
tenga tantas empresas como buques en propiedad, así si hay problemas
económicos solo se embargará el buque afectado y no los demás.

En consecuencia, ocultando la verdadera gestión y propiedad de la compañía


puede permitir al beneficiario verdadero que evite tasas e impuestos en su país
de establecimiento y escaparse de la responsabilidad de no cumplir las normas
de seguridad, contaminación y condiciones laborales.
Siendo más específicos, dentro de lo que son los costes fiscales hay que incluir
tanto el impuesto de sociedades, como los que gravan la renta de los
tripulantes y las cotizaciones a la seguridad social. Por consiguiente, la norma
general en los registros abiertos es la siguiente:

 No existe un impuesto de sociedades que grave los beneficios


empresariales. En su lugar, la empresa naviera abona una tasa fija, que
depende únicamente del tonelaje de arqueo de los buques que opera.
Este régimen especial de tributación, conocido como tonnage tax, ha
comenzado a ser establecido en algunos países desarrollados sólo a
partir de 1997.
 No existe fiscalidad sobre la renta de los tripulantes extranjeros no
residentes y no es obligatoria la inscripción de los trabajadores en el
sistema de seguridad social del país de bandera, aceptándose la
cobertura médica y de accidentes mediante un seguro privado.
 Así, todas las normas que establecen la vinculación a un régimen
determinado de seguridad social, lo hacen a través del recurso a la ley
del pabellón, y es visible que esta ficción legal permite eludir normas de
previsión social que en otro caso serían de aplicación

Por lo que respecta al financiamiento de un buque, esta puede ser una


dificultad muy grande para el propietario del mismo. La inscripción en un
registro abierto tiene el efecto de distanciar el armador de la situación
policía y económica de su país, y también permite a la entidad financiera
tener más seguridad en el momento de ejercer sus derechos contra el
naviero. Igualmente, existen entidades financieras especialistas en dar
crédito a empresas navieras, a las cuales les interesa estar al corriente de
la legislación del país donde se va a registrar el buque que han financiado.
En consecuencia, suelen conocer los sistemas legales de los registros
abiertos, ya que ahí es donde más buques hay.

En relación a los países de registro, estos también resultan beneficiados,


dado que se crean más fuentes de trabajo, tanto para los oficiales como la
tripulación. Es más, en la mayoría de los casos, el salario de oficiales y
tripulantes es gastado en dichos países. También, obtienen ingresos
generados a través del pago del registro de embarcaciones, de la
certificación de las embarcaciones y de los oficiales y tripulantes; así como
pueden establecerse agencias de representación de armadores en el país
del registro. En relación a los fletadores, se benefician debido a que existe
una mayor competencia que provoca fletes más bajos y en algunos casos,
mejor calidad.

VENTAJAS OPERACIONALES

Una característica de los registros abiertos es que no imponen restricciones


en cuanto a la nacionalidad de la tripulación. Por ello, los armadores tienen
libertad para poder contratar tripulaciones de nacionalidad distinta a la suya,
permitiendo así disminuir los costes operativos. Una práctica bastante
habitual, en estos casos, es pagar bajos sueldos a tripulaciones de países
con mano de obra barata, especialmente de la India y Filipinas.

VENTAJAS NORMATIVA TÉCNICA

En algunos registros de conveniencia las restricciones normativas son


mucho más flexibles, con ello los armadores pueden elegir abanderar en
estos países donde las inspecciones son cada más tiempo y exigen menos
certificados. Las normas de seguridad, sanidad, y de protección
medioambiental presentan costes elevados, siendo precisamente la libertad
para poder dejarlas a un lado una de las principales ventajas de muchos
registros.

No obstante, a pesar de que cada país tiene libertad para elaborar su propia
normativa marítima, hay muchos asuntos en los que supone una gran
ventaja que todos los países tengan la misma. Es por ello que mediante los
convenios internacionales73 se ha desarrollado un amplísimo marco
normalizado de reglamentación internacional, que evita este problema.

DESVENTAJAS

LA SEGURIDAD MARITIMA

La mayoría de registros abiertos no tienen un interés directo en la seguridad


de los buques que abanderan y de sus tripulaciones, ya que ni sus bienes,
ni sus ciudadanos, ni sus costas están en riesgo. Además, en muchos de
ellos tampoco existe una infraestructura técnico-administrativa suficiente
para inspeccionar que los buques cumplen con los estándares establecidos.
Así las cosas, podríamos asegurar que únicamente está en riesgo su
imagen, lo cual puede ser elemental en la medida que un registro con mala
fama puede atraer menos clientes que uno con buena.

El escaso control sobre las normas de seguridad favorece el funcionamiento


de buques que no se encuentran en condiciones satisfactorias de
navegabilidad, los denominados “buques sub-estándar”, tanto así que una
parte considerable de los accidentes y desastres ecológicos están
protagonizados por buques que navegan bajo bandera de conveniencia.

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