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XI El despertar de la piedad personal

En el siglo XVI hubo reacciones que se opusieron a una ortodoxia estéril de ese
entonces, una de ellas fue el racionalismo y después apareció el pietismo. El fundador
del pietismo fue el alemán Philip Jacob Spener, quien desarrollo un importante libro
titulado “El Pia Desideria”, con el que marco el principio del movimiento pietista.

La oposición de la ortodoxia luterana al pietismo se formó a través de Leipzig,


Wittenberg, y otras universidades. J. Deutschmann, acuso a Leipzig de sostener
doctrinas heréticas y estas acusaciones fueron respaldadas por la mayoría de los
teólogos ortodoxos. Por tales acusaciones los simpatizantes de esta doctrina fundaron su
propia universidad en Halle.

La base del pietismo como se adelantó anteriormente fue “Pia Desideria” que consistía
en seis deseos pios, que trataban características como el énfasis en la piedad personal, la
práctica de formar pequeños grupos para fomentar la piedad, el énfasis en la lectura
personal de las escrituras, la convicción de que la doctrina cristiana es sencilla y que
eran los teólogos los que la complicaban.

Durante el siglo XVII, aparece Zinzendorf, quien fue una persona de profunda
convicción religiosa que estudio en Halle. Este siguió la dirección de los moravos y
acepto la Confesión de Augsburgo como declaración de su propia fe. A pesar de esto
siguió insistiendo en la prioridad de la vida devocional y moral por encima de las
teológicas.

El surgimiento del metodismo se dio a través de Wesley, tal como sucedió con los
pietistas en Alemania, estos grupos metodistas se involucraron en obras de misericordia
mediante las que trataban de aliviar los sufrimientos producidos por los males sociales
de la época, como la pobreza, el encarcelamiento y otros.

Wesley creía que había grados de fe, antes de tener la completa seguridad de la fe. Los
tres puntos que discutía Wesley era la predestinación, la gracia irresistible y la
perseverancia de los santos. Sin embargo, en lo que se refiere a la salvación eterna, dijo
que siempre era condicional, y dependía de la fe personal. También se negaba aceptar la
elección incondicional y negaba también la seguridad de salvación indicando que esta se
podía perder.

En contraposición a Wesley, Jorge Whitefield se inclinó por el calvinismo a pesar de ser


metodista. Con todo el surgimiento de estos movimientos fueron tomando forma buena
parte de la vida en las iglesias.

XII El nuevo marco filosófico

El interés en la mente y el mundo, produjo varias corrientes que se mezclarían y


separarían repetidamente. Los actores de estas corrientes fueron Galileo y Bacon en
primer lugar y posteriormente Descartes.
Galileo propuso un método estrictamente empírico y matemático para la observación
del universo. En cambio, Bacon pensaba que la ciencia no era únicamente un modo de
entender el universo, sino también dominar la naturaleza.

Descartes por su parte, propuso en primer lugar: no aceptar como cierta cosa alguna que
no haya sido claramente comprobada; segundo: analizar y dividir cada dificultad, para
poder resolverla en sus diversas partes; tercero: ordenar los pensamientos yendo de los
más simple a lo más complejo; cuarto: asegurarse de que todo se enumerase de tal modo
que nada quedase afuera. Para él no había conocimiento más cierto que el de las
matemáticas. Y debido a esto su filosofía se llamó cartesianismo. En su idea de Dios
quiso descubrir el origen de esta idea, sin embargo, al no poder hacerlo concluyo que la
única manera en que tal idea en su mente fuese colocada solamente fue hecha por Dios.

El cartesianismo de Descartes tomo importancia en el campo de la teología a través del


Francés Nicolás de Malebranche, que además opto por una tendencia mística de
inspiración agustiniana. El misticismo de Malebranche le llevo a centrar toda su
filosofía en Dios. Entonces su doctrina trato en primer lugar en afirmar que todas las
ideas se conocen en Dios, y segundo en que Dios es la única causa eficiente de todas las
cosas.

Hubo filósofos contemporáneos a Descartes uno de ellos fue Hobbes, quien desarrollo
un sistema completamente distinto a Descartes, según el cual, Dios se encuentra fuera
de todo verdadero conocimiento humano. Otro de los actores de esa época fue Baruch
Spinoza, quien llevo la metodología de Descartes mucho más lejos afirmando que Dios
es la substancia de toda realidad, la única naturaleza de todas las cosas.

Otro de los exponentes fue Kant quien marco el fin del racionalismo fácil y superficial,
al afirmar que la mente no puede penetrar más allá de los fenómenos. El consideraba
que los seres humanos son por naturaleza morales, y esa moralidad es un argumento a
favor de la existencia de Dios.

XIII La teología protestante en el siglo XX

El aporte de Schleiermacher se fundamentó en la doctrina de la fe; que trataba de tres


temas principales: el yo, el mundo y Dios. Schleiermacher discute primero las doctrinas
de la creación y preservación; en segundo lugar, los atributos de Dios que se relacionan
con la creación y preservación; y en tercer lugar la perfección original del mundo y de la
humanidad.

Filosofía de Hegel, consistió en su famosa triada de tesis, antítesis y síntesis. Para él, la
historia no revelaba una verdad escondida detrás o más allá de ella, por el contrario, la
historia misma era verdad dinámica y dialéctica. Por lo tanto, el estudio de la historia
vino a ser el estudio de la realidad ultima y puramente lógica.

La teología de Kierkegaard consistió precisamente en un amplio intento de llamar a sus


lectores a dar saltos sucesivos que los llevase a la verdadera vida cristiana. Asevero que
la fe no es cuestión de fórmulas doctrinales, sino que es más bien una relación con Dios.

La teología de Ritschl consistió en el misticismo que era una de las peores perversiones
del cristianismo, puesto que hacía que el individuo se aleje del mundo y de la
responsabilidad moral, y destruía además el sentido de comunidad entre los creyentes.

El evangelio Social surgió a fines del siglo XIX e inicios del XX. Y el principal
exponente fue Rauschenbusch mediante sus libros: “El cristiano y la crisis social” y
“Una teología para el evangelio social”. Rauschenbusch llego a la conclusión de que los
problemas sociales no podían resolverse por la conversión de una persona o filantropía,
afirmaba que era necesario un orden en la sociedad, en sus leyes e instituciones a fin de
proveer un ambiente justo para la sociedad. Por tanto, el consideraba al pecado el
desorden en la sociedad.

XIV La teología católica romana hasta la primera guerra mundial

El concilio de Trento fue sumamente cuestionado por los franceses, cuando se


preparaba, este concilio, y hasta cuando estaba teniendo lugar. La razón era que Trento
consistía según ellos en un concilio italiano. La oposición francesa al concilio de Trento
vino de varias fuentes. Hubo entonces varios debates entre galicanos y ultramontano, en
diversas oportunidades. Finalmente, el concilio que estuvo presente en el año 1870,
enseño y definió como dogma revelado, que lo que el Pontífice Romano dijese, debía
asumirse como si hablase un apóstol. Esto dio lugar a que los rusos y griegos, así como
muchos protestantes, vieran la infalibilidad papal como una prueba de carácter herético.

XV La teología oriental tras la caída de Constantinopla

En este apartado el personaje que marca principal trascendencia es Cirilo Lucaris que
vino a ser patriarca de Alejandría, y en el año 1620 fue ascendido a la sede de
Constantinopla, su política consistió en tratar de fortalecer la influencia protestante
dentro de la iglesia. Cirilo fue depuesto y vuelto del cargo en muchas ocasiones.

Teología Rusa; El personaje importante de este apartado fue el zar Alexis quien llego a
soñar en conquistar a Constantinopla para la cristiandad. Eran tiempos de Apostasía,
puesto que hasta la tercera Roma había sucumbido a la herejía, en tales tiempos muchos
consideraban mejor morir, que someterse al Anticristo, en este sentido millares se
suicidaron.

XVI Teología del siglo XX

Schleiermacher, Hegel, Ritschl y Troeltsch, todos ellos concordaban en que el


cristianismo era la forma más elevada de la religión. El único que no estuvo de acuerdo
con esto fue Kierkegaard. Dando lugar a distintos puntos de vista y a partir de ello se
comenzó a insistir en realizar teología a partir de sus propias perspectivas. A razón de
aquello surgió una teología verdaderamente ecuménica, que se caracterizaba por un
dialogo mundial en el que, si bien no todos estaban de acuerdo, si se enriquecían
mutuamente.

Otro de los exponentes de este siglo fue Karl Bart, quien pasaba la mayor parte de su
tiempo estudiando legislación industrial, el cómo organizar sindicatos laborales y otros
parecidos. Fue ampliamente respetado y leído por los teólogos católicos
contemporáneos.
Rudolf Bultmann propuso la desmitologizacion, es decir el afirmaba que el nuevo
testamento se había escrito dentro de un marco mitológico y por eso decía que había que
distinguirse entre lo mítico y el kerigma cristiano.

Bonhoeffer, expreso en su doctrina una frase conocida la “gracia barata” que hacía
referencia al perdón de pecados a través de entender una verdad general y el amor Dios
cuando se afirma esa idea.

Jurgen Moltman trajo a la luz la teología de la esperanza. Que presenta a los ojos del
creyente la auto redención o la autoproducción mediante el trabajo.

La teología protestante en los Estados unidos

Reinhold Niebuhr, su aporte fue el libro: El individuo moral y la sociedad inmoral.


Según este hombre un Dios sin ira, llevaría a gentes sin pecado y aun reino sin juicio
mediante la obra de un Cristo sin cruz.

Teologías del tercer mundo.

En este apartado destaca Martin Luther King Jr., su teología tuvo raíces profundas en la
tradición de la iglesia negra con un énfasis sobre el éxodo y su esperanza escatológica
radical.

En américa latina el tema más urgente fue la justicia social y económica. Varios
teólogos se ocuparon de entender el carácter de la opresión existente a base de métodos
de análisis desarrollados por Marx y sus seguidores.

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