Informe del libro

La imaginación profética de Walter Brueggemann

Los conservadores, Hay una mala comprensión del profeta, se le ve como un

adivinador, un presagiador de acontecimientos futuros y haciendo referencias a JESÚS.
Mientras que los liberales consideran al profeta como alguien indignado con las
condiciones sociales, como críticos de la realidad. Brueggemann dice que el ministerio
profético consistía en propiciar, alimentar y evocar una conciencia y una percepción de
la realidad alternativas a las del entorno circundante. Esa conciencia alternativa sirve
para criticar la conciencia dominante, pero también sirve para dinamizar a pesonas y
comunidades hacia la novedad de Dios.
Moisés representa esta perspectiva, donde la realidad social con causa teológica.
Moisés genera una ruptura con la religión del triunfalismo estático; por otro lado con
la política de opresión y explotación hacia la justicia y compasión. Una nueva
comunidad social que correspondiera a la visión de la libertad de Dios.
Por tanto, el ministerio profético sirve para capacitar, crear cociencia y movilizar para
que el pueblo se comprometa con la historia y así pueda tranformarla.
Precisamente por eso, la profecía no puede separarse de la doxología, celebrando lo
que Dios hará.
La conciencia alternativa tenía consecuencias para la religión como para el orden social
y político.
Por el contrario, Salomón contrarestó la cultura alternativa que Moisés había
generado: a. contrarrestó la economía de igualdad por la economía de la abundancia.
Política de justicia por la política de opresión y contrarrestó la religión de la libertad de
Dios con la religión de la accesibilidad de Dios.
Respecto a la críticia profetica, laimaginación debe preceder a la realización.
Es vocación del profeta mantener vivo el ministerio de la imaginación. Dicha
imaginación busca abrir camino entre la insensibiñidad y el autoengaño hacia el
reconocimiento de Dios.
Para eso, se debe ofrecer símbolos que remuevan la conciencia pero también
Símbolos que refieran la esperanza y determinar cómo las palabras configuran la
conciencia y definen la realidad. El leguaje o las palabras deben expresar la Alianza
entre Dios personal y una comunidad. Hablar públicamente de la Esperanza de Dios.
El profeta tambie´n hablar de manera metafórica acerca de la esepranza y
concretamente acerca de la verdadera novedad que adviene a nosotros y redefine
nuestra situación. El lengjuaje esperanzado de la profecía que se abre paso en medio
de la deseperación y e desencanto monárquico, es el lenguaje del asombro.

El lenguje del asombro se opone a la dseperación, del mismo modo que el lenguaje de
la aflicción se opone a la insensbilidad. No hay expresión más subersiva ni profética
que la práctica d el adoxología que nos coloca ante la realidad de Dios, de un Dios
presente en el centro mismo s de una escena de la que suponíamos que había
desaparecido. El lenguaje del asombre es el fundamental elemento dinamizador de
Israel, y los profetas de Dios son llamados a emplear dicho lenguaje, tan lleno de
posibilidades dinamizadoras.
Las palabras crean la esperanza. La esperanza surge del discernimiento radical de la
situación mundana de Israel.