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1 ENSEÑANZAS PARA CÉLULAS

¿QUÉ DA SOLIDEZ A LA VIDA?


Lucas 6.46-49

INTRODUCCIÓN

Hombres y mujeres luchan todos los días por tener una familia sólida, una
economía holgada, un trabajo excelente, otros luchan por obtener reconocimientos. Pero
en realidad ¿qué es lo que le da solidez a la vida de las personas?
La respuesta es… Dios. Pero no es suficiente con creer en Dios únicamente.
Debemos vivir conscientes de la realidad de Dios en todo momento y toda circunstancia
en nuestras vidas. Jesús mismo dijo que no era suficiente con llamarlo “señor”, era
necesario obedecerlo. Y es esto lo que muchas veces no se hace: obedecer a Dios y vivir
de acuerdo a lo que Él quiere.
Si queremos tener una vida sólida necesitamos vivir como Dios quiere. Jesús hace
una comparación entre aquellos que creen en Él y le obedecen, y aquellos que creen en Él
pero no le obedecen.

I. CONSTRUIR SOBRE LA ROCA (v.48)

Jesús dijo que las personas que creen en Él y le obedecen son como aquel hombre
que cavó la tierra profundamente hasta llegar a las rocas, y puso el fundamento sobre la
roca. Y aun cuando vino una tempestad nada destruyó la casa, pues su cimiento era
sólido.
Los trabajadores de la construcción saben que para que una casa se mantenga
firme aun con los años, temblores o tormentas, necesita tener un cimiento sólido y
resistente. Muchos ocupan grandes piedras para lograr este tipo de cimentación.
También nosotros necesitamos tener un cimiento sólido para nuestra vida. Un
cimiento que, a pesar de los problemas, de las dificultades, del dolor de la vida, nos
mantenga sólidos en nuestras convicciones, firmes en nuestras decisiones, erguidos en
nuestro ánimo. Y este cimiento únicamente se logra con Jesucristo.
Creer en Dios es aceptar a Jesús como nuestro Señor y Salvador, confiarle nuestra
vida y nuestro futuro, confiarle nuestra familia y nuestros bienes. Después de todo es de
Él. Creer en Dios no es sólo confesar con nuestros labios que Jesús es Dios, sino caminar
según los mandamientos que Él nos dejó.
Lo único que nos mantendrá firmes en las situaciones que se nos presenten en la
vida será Jesús. Juan 16.33 – Jesucristo no dijo que no tendríamos problemas en esta
vida, eso sería una mentira, pues mientras estemos en este mundo estaremos expuestos a
todas las condiciones imperantes de nuestra naturaleza humana. Lo que Jesús dijo es que
a pesar de los problemas y necesidades Él estaría con nosotros para darnos fuerza, para
darnos paz, para darnos consuelo y firmeza de carácter.
Si ponemos nuestra fe y nuestra vida completa en Jesucristo nada podrá ser más
fuerte que su presencia, que su amor y que su fuerza. Él siempre estará a tu lado para
ayudarte.
2 ENSEÑANZAS PARA CÉLULAS

II. CONSTRUIR SOBRE LA ARENA (v.49)

En contraste, Jesús dijo que aquellos que creen en Él, pero no le obedecen son
semejantes al hombre que construyó su casa sobre la tierra (sobre la arena – Mt. 7.26). Es
decir, de manera superficial, sin buscar la profundidad de la tierra.
Sin embargo, la ruina de este hombre fue grande cuando vino la tempestad y la
casa se cayó por no tener una buena cimentación al estar construido sobre la superficie.
El Salmo 127.1 dice que, si Dios no está en nuestros asuntos, es decir, en nuestra
vida completa, lo demás no sirve de nada. ¿De qué sirve creer en Dios si no le
permitimos que gobierne nuestras vidas? Entonces en realidad sólo creemos en Dios
como un ser sobrenatural, pero no como en nuestro Padre y Señor.
Cuando hacemos eso, sólo estamos construyendo nuestra vida de manera
superficial, y no en la roca, que es Cristo. De tal manera que cuando vienen los
problemas nos desesperamos, las presiones nos agobian, las necesidades nos atormentan,
las enfermedades nos consumen.
Pero Dios no desea que construyamos nuestra vida sobre la arena, donde seremos
vulnerables a todas las circunstancias, sino en la roca, donde tendremos fuerza, paz,
ánimo, valor y confianza de parte de Dios.

CONCLUSIÓN

Muchas personas han acabado sus vidas en los vicios, en la completa perdición,
incluso en el suicidio, porque decidieron construir su vida en la arena y no en La roca.
Muchas de esas personas escucharon hablar de Dios, incluso creían en Dios, pero no le
obedecían para vivir como Él quiere; y, al igual que el hombre insensato que construyó su
casa sobre la arena, su ruina fue grande.
Dios te ama y desea que puedas confiar tu vida en Él, que puedas vivir como Él
quiere. Él desea lo mejor para ti. ¿Quisieras invitar a Jesús a ser el Señor de tu vida?

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