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En su sentido amplio, equivale a tratar algo, probar o acometer algo o esforzarse en algo. En el
sentido literario es un escrito en prosa, de estilo libre que permite al estudiante exponer -con
base en un trabajo de creación, interpretación y reflexión - los puntos de vista personales
sobre un tema específico, de manera discursiva y lógica.
El ensayo puede ir desde lo descriptivo hasta la interpretación del tema, puede partir de una
reflexión del autor o de otros. Los argumentos que se presentan deben ser de peso y
debidamente soportados. En el ensayo las ideas se entrelazan de manera organizada y lógica
haciéndolo conciso, simple y agradable.
La extensión es variable, depende del autor, del propósito y del tema que se aborde. Sin
embargo en el Instituto no debe exceder de cinco páginas, escritas con letra Arial, tamaño No.
12, a espacio sencillo.
A manera de ejemplo, entre los aspectos que se pueden orientar en los ensayos se
encuentran.
Fase preparatoria.
Se trata primero de dar a conocer la temática sobre la cual se elaborará y las fuentes que
consultará; aunque se haya dado como pauta una pregunta explícita, se puede también sugerir
un problema o una pregunta alternativa que enriquezcan el contenido del ensayo. Luego
seleccionar la bibliografía, para esto tener en cuenta el propósito del ensayo de tal manera que
las temáticas consultadas guarden vínculo con dicho propósito u objetivo.
Fase de elaboración.
En el ensayo juega un papel fundamental la creatividad desde el punto de vista de su
construcción y redacción, sin embargo es importante señalar que a pesar de que su
presentación se realiza en forma consecutiva, debe tener unos elementos mínimos que lo
integran y le dan cuerpo, así se planteen temas y subtemas.
Desde el punto de vista de su organización, incluye el título, el nombre del autor y se subdivide
en introducción, desarrollo y conclusión.
* El Título del ensayo es un enunciado breve, preciso y claro del tema que se trata. Debe
guardar congruencia con la totalidad del contenido desarrollado a lo largo del trabajo.
* El nombre y apellidos del estudiante o autor del ensayo, se justifican en la margen derecha,
enseguida del título.
* El ensayo inicia con un párrafo introductorio en el que se describe -con completa claridad- el
propósito del trabajo; esto es, el problema o interrogante que se tratará de plantear,
desarrollar y resolver. Este párrafo debe contener además, una descripción de los pasos
seguidos para proponer una respuesta tentativa; se constituye entonces en una ubicación para
el lector frente a lo que va a encontrar y a la vez sirve para atraer su atención.
Dependiendo del tema, en la introducción se mencionan los antecedentes o circunstancias que
lo llevaron a ocuparse del tema.
* El desarrollo o cuerpo del ensayo es la exposición del contenido central del tema, así como
los argumentos que explican, profundizan y complementan la posición frente al tema tratado,
por lo tanto, da satisfacción a lo prometido.
Es importante distinguir muy bien cuál es la propia postura frente a la de los autores a los
cuales se ha acudido. El lector debe saber con claridad cuándo el autor del ensayo está
hablando a título propio y cuándo está hablando en nombre del autor de un texto referenciado
o interpretando sus palabras.
Ahora bien, no se trata de hacer una serie de afirmaciones sueltas, se requiere argumentar, es
decir, ?dar razón?, justificar, de tal manera que cada oración, cada párrafo debe formar parte
integral del todo, sin perder a dónde se quiere llegar. Por lo tanto, es importante escribir de tal
manera que exista coherencia entre los párrafos; el uso de los conectores permiten mantener
el hilo conductor, a la vez le proporciona solidez a los argumentos.
* El ensayo debe incluir también unas conclusiones. En estas se habla del significado y el
alcance de lo expuesto, se expresa explícitamente y con claridad los resultados a los que se ha
llegado en la búsqueda, muestran si se probó o no lo que se pretendía y a qué deducciones se
llegó.
Igualmente pueden plantear los interrogantes que han quedado abiertos y que pueden servir
como invitación al desarrollo de nuevos trabajos. Las conclusiones no necesariamente tienen
que ser positivas.
La bibliografía o fuentes de información consultadas durante la elaboración del ensayo pueden
o no estar citadas dentro del mismo.