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La sesión está compuesta por actividades que buscan estructurar los objetivos del proceso de aprendizaje-
enseñanza. Estas actividades no son un fin en si mismas sino un medio para mejorar a los jugadores y su
juego.
• Al objetivo perseguido y
• Al nivel del jugador
Una actividad en si misma no es buena o mala, es adecuada o no en función del momento en que se emplea y
a que grupo va dirigida y siempre deben estar al servicio de la solución de un problema real suscitado a los
jugadores durante el juego, de esta forma estaremos proponiendo un aprendizaje significativo para los
jugadores.
Estos parámetros constituyen la estructura de la actividad y son los primeros que hay que determinar y
explicar a los jugadores, para posteriormente entrar en la actividad propiamente dicha.
-> Sobre los comportamientos de los jugadores es donde se centra la labor pedagógica del
educador proponiendo una serie de consignas táctico-técnicas y reforzando o corrigiendo las
acciones de los jugadores.
Debemos prestar mucha atención al planteamiento de las actividades pues cada uno de sus elementos va a
determinar diferentes realidades del juego y por tanto inducen a comportamientos concretos de los
jugadores. Por ejemplo, no es igual un espacio de juego estrecho y profundo que otro ancho, en cada uno de
estos casos vamos a provocar una respuesta condicionada hacia el juego en penetración en el primer caso o
hacia el juego desplegado en la segunda propuesta.
Las actividades pueden incidir más en los aspectos informativos, en los técnicos, en los energéticos o bien
integrar todos o algunos de estos aspectos.
Durante el partido, el jugador recibe estímulos que debe reconocer, seleccionar, codificar y utilizar para
elaborar una respuesta primero mental y luego motriz. Los mecanismos de percepción y decisión se encargan
de la recepción y elaboración de la información y deben desarrollarse en el entrenamiento por medio de
actividades abiertas donde se le planteen al jugador una serie de problemas y podamos trabajar sobre sus
respuestas. Estas actividades se denominan situaciones problema o situaciones pedagógicas.
-> La oposición:
El Rugby es un deporte de colaboración – oposición y solo desde esta realidad se puede dar
un significado concreto a las acciones de los jugadores y que entiendan el porqué de ellas. Al
trabajar con oposición situamos la actividad en un contexto similar al de una acción de juego obligando al
jugador a reconocer todos los aspectos determinantes y dejando en la memoria una información tanto sobre
los procedimientos como sobre los resultados que serán utilizados durante los partidos.
También pueden orientarse en función de la relación de fuerzas, variando el número de atacantes con
respecto a los defensores o bien en cuanto a su punto de partida en la actividad provocando situaciones de:
• Superioridad numérica
• Igualdad numérica
• Inferioridad numérica
• Placar o agarrar
• No poder intervenir sobre el balón, solo sobre los jugadores....
Al modificar la oposición podemos incidir y polarizar en la atención y ejecución de los jugadores hacia
aspectos concretos del juego.
Las situaciones problema deben plantear la posibilidad de elegir al jugador entre varias soluciones, por lo
tanto son situaciones donde el desarrollo y el final no esta establecido de antemano y depende de las
decisiones que durante el juego tomen los jugadores.
Este tipo de situaciones abiertas deben trabajarse antes que las situaciones cerradas o ejercic ios analíticos
(principio y fin predeterminados) para que el jugador sepa que hace, por qué hace las cosas y como se hacen.
El trabajo con oposición en situaciones abiertas posibilita una alternancia en el juego entre el ataque y la
defensa que se encuentra implícito en la propia realidad del Rugby.
Combinado las variables del juego: Espacio, el tiempo de intervención, la relación espacial y numérica
entre atacantes y jugadores y el movimiento previo de jugadores y del balón.
Si en lugar de proponer una situación abierta, planteamos una actividad con un principio determinado, un
desarrollo preestablecido y un final fijo estamos ante un ejercicio analítico donde el objetivo principal es la
mejora de un gesto técnico o su automatización. Aunque los ejercicios analíticos son útiles deben realizarse
siempre después de una actividad abierta donde dicho gesto técnico este al servicio de una situación de juego,
de esta manera, el principiante, entenderá el porqué:
-> Recuerda:
La correcta mezcla de situaciones abiertas con ejercicios analíticos en función de los objetivos perseguidos,
niveles de juego y edad de los jugadores garantiza un proceso de aprendizaje – enseñanza que integre todas
las capacidades perceptivas, de decisión y de ejecución del jugador.
Descripción de la actividad:
Atacantes
Placaje
2º
Percusión y pase
2º
1º Defensor
2º Defensor
Se puede y es muy eficaz combinar un ejercicio analítico seguido de una situación abierta
o pedagógica. En estas actividad se comienza con el primer ejercicio descrito y se enlaza
directamente con la situación pedagógica, cambiando de sentido de juego los atacantes y
los defensores. El defensor con escudo, lo suelta para defender en el segundo
Al combinar las diferentes actividades que componen una sesión se establece un ritmo que debe estar
compensado mezclando situaciones con unas exigencias físicas alta con otras de menos esfuerzo físico al
igual que actividades con mayor nivel de complejidad informativa con otras de más fácil resolución, dando
una vida o ritmo a la sesión.
El Educador
• Propone Observa
• Determina los objetivos
Juego global
Rugby adaptado al nivel del grupo
4 1 El Educador
• Diseña
• Organiza
• Observa
• Refuerza
• Corrige
Situaciones problema
Situaciones abiertas que desarrollen de forma integral
Percepción – Decisión - Ejecución
El Educador:
3 • Diseña
• Organiza
2 • Observa
• Refuerza
• Corrige
Ejercicios analíticos
Ejercicios de asimilación y de reforzamiento