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Cuando se hace alusión a la democracia se hace referencia, en términos

generales, a una sociedad libre en la que existe una estrecha relación entre los
gobernantes y el pueblo. Ahora bien, la democracia es un producto histórico, de
los cambios sociales, de las tendencias de pensamiento colectivo y los cambios
económicos, del mismo modo de la inclusión, el respeto por la desigualdad y la
defensa de los derechos individuales. Por otro lado, esta relación se puede
explicar en el control que ejerce el pueblo al elegir a sus gobernantes, y la
legitimidad que la sociedad le otorga al ejercicio del poder de aquellos que han
sido electos para administrar los recursos al servicio de la ciudadanía; De la
misma manera, la democracia como forma de gobierno, exige unos mecanismos
de partición ciudadana que garanticen la toma de decisiones de forma colectiva
que habiliten el uso del poder de los representantes. Se puede decir, que la
democracia la podemos definir como un tipo de gobierno que se instala a partir del
resultado de unas relaciones convencionalizadas entre el pueblo y el gobierno
elegido democráticamente (Herrera, et al. 2014. p. 107)

Esta forma de gobierno nace en Grecia en el siglo VI, conocida como la


democracia ateniense, donde se le otorgo a una parte de la sociedad la
participación directa en la toma de decisiones, no obstante, algunos filósofos de la
época se mostraron inconformes, porque no le permitía la participación a la
mayoría del pueblo, lo que quiere decir que el significado etimológico de la palabra
democracia no era un hecho que se cumplía, puesto que “el poder del pueblo” no
era ejercido de forma sincera y equitativa (Avial. 2019). Durante la misma época
Roma adopta esta forma de gobierno y convierte a la nación en una república,
varios de los elementos que acogieron los romanos de la democracia griega fue la
creación de leyes por parte del senado y las otras funciones del gobierno estaban
a cargo de los pretores, cónsules y cuestores los cuales eran elegidos por
asamblea populares por los ciudadanos que en un principio eran los patricios y
posteriormente fueron incluidos los plebeyos. (Rodríguez, 2010.p. 9). El final de la
republica llega con la corrupción en los órganos que componían el gobierno y
surge entonces el gran imperio romano.

Con la llegada del renacimiento, y el nacimiento de los Estados modernos,


la monarquía empieza a perder su poder bajo la idea de que “un poder legítimo no
puede fundarse ni operar sin incorporar la voluntad popular; y la idea de que el
poder legítimo en ningún caso es absoluto: tiene como límite los derechos de los
ciudadanos” (Rodríguez, 2010.p. 12). Sin embargo, la monarquía se mantiene
fuerte en la mayoría del territorio europeo, solo la monarquía inglesa era quien se
veía “obligada a contar con los nobles y los caballeros convocados en Consejo”
(Rodríguez, 2010.p. 13) y hacia 1295 fueron convocados por Eduardo I, los
caballeros y burgueses hasta este momento el gobierno era aristocrático y, con
esta solicitud del monarca, se constituye una forma primitiva de democracia.
Fueron muchos los hechos que caracterizan la evolución de las formas
democráticas de gobernar de la sociedad inglesa y comparándola con la
democracia de Atenas y Roma, es igual de excluyente y se limita a dar el poder de
sufragar a un sector de la sociedad.

No obstante, la idea de otorgar el poder legítimo al pueblo se verá


materializada con el surgimiento de la ilustración, el liberalismo y los grandes
cambios económicos nuevamente brota el termino democracia, esta vez con
limitaciones del poder del Estado y la carta de los derechos del hombre, se busca
proteger las libertades individuales del ciudadano. Durante el siglo XVIII, el hecho
mas representativo para la democracia es la independencia de los Estados Unidos
en 1776, ya que con él se termina subyugación la colonial y se gana la libertad,
por primera vez el poder político es sometido al consentimiento ciudadano y se
plasman las libertades individuales en una constitución (Herrera, et al. 2014. p.
107).

La historia de la democracia en Colombia es un poco más estable, puesto


que, desde la independencia, y a pesar de la violencia y las diversas situaciones
contextuales del territorio, desde 1820 en nuestro país se ejerce el derecho elegir
gobernantes de forma periódica (García. 2010.p. 44). En Colombia, las relaciones
están determinadas por la legislación y es el pueblo en el uso de sus derechos
políticos el que reconfigura y articula el gobierno. Una de las formas de
participación es la democracia participativa, en la que el voto ciudadano cobra una
gran importancia, ya que es una forma de manifestación de la libertad individual y
el poder de elegir y poder ser elegido. De la misma forma, existe hechos que
contrarían este concepto ya que, según varios teóricos, en la democracia
participativa como forma de gobierno deben existir tres tipos de participación “de
control social sobre el Estado, de cogobierno y de instrumentalización por parte
del Estado” en la que, según Herrera, et al. (2014):

“la participación popular presupone una identidad social que


proporciona una nueva relación con el Estado, que reclama unas
necesidades particulares que se presentan en la sociedad, generando una
redistribución del poder para que se dé un equilibrio entre la sociedad y el
Estado.” (p. 114).

Con la constitución de 1991, se le otorga a la democracia un valor


fundamental en sus aspectos procedimentales y aspectos sustanciales (García.
2010.p. 71). En la democracia procedimental, por ejemplo, se incluyen los
mecanismos de participación ciudadana, en esta el estado debe garantizarles a
los ciudadanos el ejercicio de sus derechos, para esto tiene la “obligación de
suministrarle a todos los ciudadanos las condiciones materiales para que éstos
puedan ejercer sus derechos como tales” (García. 2010.p. 72), esto
indudablemente incluye el derecho de los hombres y mujeres a participar de
manera activa en la conformación de la banca de representantes en cada una de
las divisiones del poder público. Ahora bien, los mecanismos de participación
ciudadana, según la constitución de 1991, de acuerdo con el artículo 103 “son
mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el
plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa
legislativa y la revocatoria del mandato” además señala que

“El Estado contribuirá a la organización, promoción y capacitación de


las asociaciones profesionales, cívicas, sindicales, comunitarias, juveniles,
benéficas o de utilidad común no gubernamentales, sin detrimento de su
autonomía con el objeto de que constituyan mecanismos democráticos de
representación en las diferentes instancias de participación, concertación,
control y vigilancia de la gestión pública que se establezcan”. (art. 103.
Constitución política de Colombia).

De igual forma, La Ley 134 de 1994 además señala que “la regulación de
estos mecanismos no impedirá el desarrollo de otras formas de participación
ciudadana en la vida política, económica, social, cultural, universitaria, sindical o
gremial del país ni el ejercicio de otros derechos políticos no mencionados en esta
ley.”

Los mecanismos de participación ciudadana son herramientas que


promueven y aseguran la movilización del pueblo al ejercicio de sus derechos
políticos, lo cual trae como beneficio una respuesta efectiva entre la ciudadanía y
el gobierno y, el establecimiento de una relación directa entre pueblo y gobierno. A
pesar de esto, con las nuevas formas emergentes de comunicación y la aparición
del internet en el siglo XXI el ideal esta inclinado hacia una democracia más
directa, esto como consecuencia de la tensión que se genera entre el capitalismo
y las formas de participación de la ciudadanía, en cuanto a la contraposición de
una idea de igualdad y participación igualitaria en el marco de un sistema
económico que es estrictamente desigual. Podría decirse que, el pueblo se ha
quedado con un solo instrumento para ejercer su poder y ese es el voto. Sobre
esto, Bernal (2007), hace referencia a la perspectiva de los economistas sobre la
democracia como forma de gobierno,

“Para los economistas, por su parte, aún tiene validez la interrogante


de si la democracia es compatible con la pobreza, incluso extrema, de
amplios sectores de la población de los países latinoamericanos, con bajos
niveles de educación, con una inequitativa distribución de la tierra y de la
riqueza, y con una posición desventajosa para competir en los mercados
internacionales globalizados.” (p.33)
A manera de conclusión, se podría afirmar, en términos generales, que el
concepto de democracia está determinado por el tipo de relación que exista entre
el pueblo y la legislación, en cuanto a las leyes que la regulan. De la misma
manera, es posible que el ejercicio de los derechos no se haga de manera
equitativa e igualitaria por parte de todos los ciudadanos, lo cual conlleva a un
malestar social materializado en los conflictos y protestas masivas, esto en primer
lugar, esta determinado por las relaciones entre las clases sociales, las
posibilidades de acceso al poder por medio de recursos económicos y, finalmente,
por la promesa de un mejor futuro con la contribución del voto.

Referencias

Bernal Pulido, C. (2007). La democracia como principio constitucional en América


Latina. Cuestiones constitucionales, (17), 31-51.

García, E. M. (2010). Democracia y constitucionalismo: Una distensión


conceptual. Saber, ciencia y libertad, 5(2), 75-88.

Herrera, D. M., Hernández, J. D. M., & Pérez, O. A. C. (2014). Definición de


democracia y su aplicación en América Latina. Revista de Estudiantes de
Ciencia Política, (5).

Rodríguez, B. (2010). Filosofía Política II. Apuntes de clase (B. Rodríguez y P.


Francés) Tema 1. La democracia.

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