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UESTIONES PREVIAS
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lo que nos demuestra que una propiedad que llegare a extinguirse a la muerte de
su titular, dejaría de ser propiedad y degeneraría en un simple usufructo.
El gran jurista aixois Jean Etienne Marie PORTALIS nos sirve perfectamente para
exponer los fundamentos de la libertad de disposición: "El derecho de propiedad es
en sí mismo una institución derivada directamente de la naturaleza, y ningún
miembro de una familia puede reclamarlo con un título riguroso. Sólo existen
motivos de conveniencia y de equidad para que los bienes se conserven en la
familia del propietario."
Otro gran padre del Derecho francés Jean DOMAT , autor de la magnífica obra
sobre "Las leyes civiles en su orden natural" n os sirve para exponer el otro punto
de vista, pues sin perjuicio de reconocer la conformidad de la ley civil que rige la
disposición de bienes que hace una persona por su testamento, lo limitaba a una
medida de razonabilidad pues exponía que la ley natural no puede aceptar
disposiciones irracionales, como aquellas en las que se prive del derecho natural
que tienen los herederos de sangre de ser los primeros en recibir todos los bienes
de la sucesión, cuando no hay causa justa para privarlos de ella. Lo razonable, unido
a la equidad natural y sobre todo al uso prudente de la libertad de testar, constituían
para él la trilogía necesaria para comprender la facultad de disposición del causante
y el derecho natural de los hijos y descendientes a sucederle, como una recta
aplicación de la ley civil en el orden natural. Profundamente cristiano, expresaba
para justificar limitaciones a esta libertad de disposición que "Dios nos ha unido a la
familia, en la cual nacemos, y estos lazos de familia engendran derechos y
obligaciones. El derecho sucesorio no es otra cosa sino un derecho fundado en un
deber".
Don Andrés BELLO en el mensaje del Código reflejó con su usual claridad esta
tensión entre derecho de propiedad y protección de la familia cuando señalaba que
" ( ... ) S e ha creído conciliar así el derecho de la propiedad con la obligación de
pro ve er al bie nestar de aquellos a quienes se ha dado el ser, o de quienes se ha
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recibido. Se ha n omitido aquellas otras restricciones que tuvieron por objeto
asegurar las legítimas y precaver en la distribución de los bienes la desigualdad a
que podían ser inducidos los padres por predilecciones caprichosas; a u n cuando
en ello no defraudasen verdaderamente a ninguno de los legitimarios.
La expresión liberalidades la hemos preferido emplear por dos razones: Por una
parte, por el hecho de haber sido introducida el año 2001 al Art. 721 del Código civil
francés, aunque ya la había integrado Louis Etienne JOSSERAND mucho tiempo
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atrás, en 1930, por cuya virtud se dispone que "es la ley la que llama a suceder
cuando el difunto no ha dispuesto de sus bienes por medio de liberalidades",
consignando, además, que "la sucesión puede regirse por estas liberalidades en la
medida que sean compatibles con las legítimas."
Art. 721. "Les successions sont dévolues selon la loi lorsque le défunt n'a pas
disposé de ses biens par des libéralités. Elles peuvent être dévolues par les
libéralités du défunt dans la mesure compatible avec la réserve héréditaire."
Art. 1467. "No puede haber obligación sin una causa real y lícita; pero no es
necesario expresarla. La pura liberalidad o beneficencia es causa suficiente."
Art. 1653. "La remisión que procede de mera liberalidad , está en todo sujeta a las
reglas de la donación entre vivos; y necesita de insinuación en los casos en que
la donación entre vivos la necesita."
Sin embargo, podemos señalar que A. BELLO no habló de liberalidades, tal como
tampoco lo hizo el Code de Napoléon , en su versión original. En el caso del
testamento optó por estudiarlo no como un acto jurídico de mera liberalidad, sin
dependencia del Derecho sucesorio, prefirió situarlo principalmente como acto de
base (título) de un tipo de sucesión por causa de muerte que es la sucesión
testamentaria o testada. Tratándose de las donaciones entre vivos, se refirió a ellas
como un acto de mera liberalidad, independiente, pero íntimamente ligado al
Derecho sucesorio, en un título separado pero formando parte del mismo Libro
Tercero. A. BELLO siguió con ello al Derecho romano como veremos luego,
apartándose del Derecho francés.
En su momento veremos que el poder que ejerce la voluntad del causante (por
testamento o por donación) está limitado al igual que en la sucesión intestada por
ciertos mecanismos de protección de los intereses de la familia, que son las
llamadas legítimas. El restablecimiento del equilibrio que se rompe, por ejemplo en
el caso de un causante que fallece dejando sólo dos hijos (sin cónyuge), cuando
uno de ellos ha sido beneficiado en vida de donaciones por parte del causante y el
otro no, se logra a través de la recomposición del patrimonio del causante sumando
imaginariamente esas donaciones, para que ese total puede ser dividido en dos a
fin de respetar el principio de igualdad. El profesor JUBAULT consigna en una frase
muy actual esta relación estrecha ent re sucesión y liberalidad o donación al señalar
"las liberalidades son un avatar del Derecho de sucesiones" con lo cual nos expresa
que aunque el Derecho de las donaciones o liberalidades tenga un objetivo propio,
es el Derecho de las sucesiones el que le fija sus límites o el marco necesario de
su extensión y efectos
En fin, para que haya sucesión por causa de muerte o transmisión patrimonial,
tiene que existir, para partir, una relación jurídica transmisible; luego, que ésta
continúe existiendo pero con un sujeto o sujetos distintos como titulares; y,
finalmente, que la transmisión se produzca como consecuencia de un lazo que una,
jurídicamente, al transmitente con su sucesor.
El mismo autor nos explica, en fin, que "en virtud de la sucesión el heredero
adquiere la herencia como universalidad o todo, y es como efecto reflejo que se
torna en dueño de las cosas singulares contenidas en aquella, y en titular de los
derechos reales, créditos y deudas transmisibles." Conjuntamente con
esta successio del Derecho civil, el Pretor introdujo la noción de posesión de los
bienes hereditarios ( bonorum possessio ), que en nuestros tiempos equivaldría,
sólo para los efectos de comprenderla en nuestro sistema, al reconocimiento judicial
o administrativo que se entrega a través de la posesión efectiva de la herencia a
quien se presenta como poseedor de los bienes hereditarios.
Por la bonorum possessio , nos dice el profesor GUZMÁN BRITO , "el pretor ofrece
la sucesión de u n difunto a determinadas personas, de las cuales algunas so n las
mismas que invita el derecho civil (heredes) y otras que éste no considera en su
sistema."
En definitiva, según este destacado profesor, "el pretor, pues, se limita a conferirle
la posesión de los bienes del difunto, y a protegerlo en la situación alcanzada, de
donde la denominación de bonorum possessio dada a esta figura, y de bonorum
possessor al sucesor. Cuando éste es heredero, entonces goza de una doble
protección: la civil y la pretoria; si el sucesor carece de título civil, dispone
únicamente de la última."
Se extrae tanto de l profesor GUZMÁN BRITO como del profesor SAMPER que la
confluencia de estos dos sistemas sucesorios mortis causa , hizo que el régimen de
la hereditas , en cuanto universitas , le fuere enteramente aplicable a la bonorum
possessio , sólo que no por derecho civil sino en virtud del régimen edictal,
complementado por la interpretación de la jurisprudencia. De hecho, el bonorum
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possessor es considerado loco heredis , es decir, "en el lugar de un heredero", por
mecanismos que crea el pretor para extender el mismo régimen que tiene
el heres al possessor. Finalmente, tanto la hereditas como la bonorum
possessio podían ser testadas o intestadas, como lo señala el profesor SAMPER ,
"según la distribución del activo o pasivo se regule por una lex privata especial
llamada testamentum o por los antiguos mores maoirum , recogidos en las XII
Tablas."
Este Libro como su nombre lo sugiere "De la sucesión por causa de muerte y de
las donaciones entre vivos" regula dos situaciones diferentes, pero unidas por un
común denominador. La primera, la sucesión por causa de muerte , es un modo de
adquirir el dominio de las cosas, más precisamente de la cosa universal que se
denomina herencia y que es la representación del patrimonio que transmite el
causante. La donación entre vivos , en cambio, es un contrato, un título traslaticio
que por su naturaleza sirve para transferir el dominio de las cosas. Lo que tienen en
común, es que ambas operan a título gratuito.
Art. 1097. "Los asignatarios a título universal, con cualesquiera palabras que se
les llame, y aunque en el testamento se les califique de legatarios, son herederos:
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representan la persona del testador para sucederle en todos sus derechos y
obligaciones transmisibles."
Art. 1104. "Los asignatarios a título singular, con cualesquiera palabras que se les
llame, y aunque en el testamento se les califique de herederos, son legatarios: no
representan al testador; no tienen más derechos ni cargas que los que
expresamente se les confieran o impongan."
Art. 951. "Se sucede a una persona difunta a título universal o a título singular.
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Por otro lado, el causante puede haber dispuesto de sus bienes, efectuando
asignaciones a personas naturales o jurídicas. El cumplimiento y pago de estas
asignaciones o legados que se contienen en un testamento se le puede entregar a
los propios herederos o designar a una persona para que las ejecute o cumpla. A
estas personas se les denomina ejecutores testamentarios o albaceas. El
causante, ya lo habíamos estudiado en el quinto volumen de estas Explicaciones ,
puede haber designado un guardador para proteger los intereses de sus herederos
menores o incapaces, éste puede intervenir entonces provocando la división de la
comunidad y representando los intereses de éstos en el proceso de partición.
11. Los INTERESES QUE CONVERGEN EN UNA SUCESIÓN . La lógica nos indica que si
pueden llegar a concurrir varias personas en la sucesión de una persona que fallece,
cada una de ellas puede perfectamente instar por su propio interés, lo que hace que
converjan todos estos en una misma sucesión.
12. EL INTERÉS DEL DIFUNTO . En Chile don A. BELLO, que conocía ampliamente el
sistema inglés de libertad absoluta de testar, no era partidario del sistema español
que limitaba esta libertad y tendía a la protección de la familia. Claramente partidario
de la libertad absoluta de testar , rápidamente se convenció que era difícil aplicarla
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en nuestro país, encontrando la oposición de la Comisión revisora y del Consejo de
Estado.
Como lo mencionaba el profesor Luis CLARO SOLAR , A. BELLO debió transigir con
las ideas dominantes, a las que denominaba preocupaciones. El pensamiento
de BELLO se puede resumir claramente en la siguiente frase que le pertenece "en el
corazón de los padres tiene el interés de los descendientes una garantía mucho
más eficaz que la protección de la ley", con ello lo que quería significar era la
adscripción a la libertad absoluta de testar, pasando incluso "no sólo contra el tercio
de mejoras sino contra la mitad legitimaria".
Art. 1167. "Asignaciones forzosas son las que el testador es obligado a hacer, y
que se suplen cuando no las ha hecho, aun con perjuicio de sus disposiciones
testamentarias expresas."
2. Los ascendientes, y
3. El cónyuge sobreviviente.
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inciso final del artículo 203. Tampoco lo será el cónyuge que por culpa suya haya
dado ocasión a la separación judicial."
Art. 1184. "La mitad de los bienes, previas las deducciones indicadas en el artículo
959, y las agregaciones que en seguida se expresan, se dividirá por cabezas o
estirpes entre los respectivos legitimarios, según las reglas de la sucesión
intestada; lo que cupiere a cada uno en esa división será su legítima rigorosa.
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Otra de las asignaciones de este tipo son las mejoras que, como su nombre lo
indica, existen para mejorar o beneficiar a miembros de la familia aunque no sean
legitimarios. En los órdenes de la sucesión intestada, son los familiares (en sentido
lato o extenso) los que son llamados a suceder al causante. Los parientes más
cercanos van excluyendo a los más lejanos en los diferentes órdenes que luego
estudiaremos.
Art. 995. "A falta de todos los herederos abintestato designados en los artículos
precedentes, sucederá el Fisco."
16. EL INTERÉS DE TERCEROS . Fuera del interés general o colectivo, hemos visto
que diversos terceros pueden concurrir al abrirse la sucesión de una persona.
Desde los terceros que intervienen por mandato del causante (guardador
testamentario o el albacea o ejecutor testamentario) cuyo interés radica en la
protección del interés de los herederos incapaces o en el cumplimiento de los
encargos efectuados por el testador, pasando a los terceros que intervienen en el
proceso de distribución y liquidación de la comunidad hereditaria, cuyo interés es el
de cumplir un mandato y ser remunerados por la partición de los bienes, el de los
denunciantes de una herencia vacante (sin herederos) a fin que el Fisco de Chile
reclame la posesión de esos bienes entregándoles un premio o recompensa por la
denuncia, hasta el interés de los acreedores, como terceros, que instan por el cobro
legítimo de sus acreencias.
En relación a estos últimos, la ley vela por el interés de los acreedores del
causante permitiéndole s el ejercicio, entre otros, de un derecho que se
denomina beneficio de separación por cuya virtud les es permitido pagarse
preferentemente de los créditos que tenían contra el causante con el patrimonio
transmitido, evitando así la confusión patrimonial que se produce a la muerte del
causante con el patrimonio propio de los herederos.
La sucesión en los bienes de una persona difunta puede ser parte testamentaria,
y parte intestada."
Art. 999. "El testamento es un acto más o menos solemne, en que una persona
dispone del todo o de una parte de sus bienes para que tenga pleno efecto
después de sus días, conservando la facultad de revocar las disposiciones
contenidas en él, mientras viva."
Art. 1463. "El derecho de suceder por causa de muerte a una persona viva no
puede ser objeto de una donación o contrato, aun cuando intervenga el
consentimiento de la misma persona.
Las convenciones entre la persona que debe una legítima y el legitimario, relativas
a la misma legítima o a mejoras, están sujetas a las reglas especiales contenidas
en el título De las asignaciones forzosas."
Art. 1545. Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y
no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales."
En fin, el Art. 1226 en relación con el Art. 955, nos dan un tercer argumento para
desestimar este tipo de sucesión. Señalan estos artículos que no puede aceptarse
herencia alguna antes que se defiera, con la sola excepción de los pactos de no
mejorar, únicos pactos sobre sucesión futura válidos en Chile.
Art. 955. "La sucesión en los bienes de una persona se abre al momento de su
muerte en su último domicilio; salvos los casos expresamente exceptuados. La
sucesión se regla por la ley del domicilio en que se abre; salvas las excepciones
legales.
2. Principio de la unidad del patrimonio , que puede ser visto como de continuidad
patrimonial así como de unidad de estatuto jurídico que rigen los bienes del
causante.
Art. 1097. "Los asignatarios a título universal, con cualesquiera palabras que se
les llame, y aunque en el testamento se les califique de legatarios, son herederos:
representan la persona del testador para sucederle en todos sus derechos y
obligaciones transmisibles."
Art. 1104. "Los asignatarios a título singular, con cualesquiera palabras que se les
llame, y aunque en el testamento se les califique de herederos, son legatarios: no
representan al testador; no tienen más derechos ni cargas que los que
expresamente se les confieran o impongan."
Art. 1364. "El legatario obligado a pagar un legado, lo será sólo hasta concurrencia
del provecho que reporte de la sucesión; pero deberá hacer constar la cantidad
en que el gravamen exceda al provecho."
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En claro, el heredero no sólo representa al causante sino que ocupa el lugar de
éste en el conjunto de sus relaciones jurídicas transmisibles. Así lo ha establecido
además nuestra Excma. Corte Suprema en fallo de 27 de mayo de 2011, cuya
consideración 7 a y 8 a ofrecemos al lector:
Esta es la doctrina que acepta nuestro Código, como se encarga de decirlo el Art.
1097, inc. lº: los herederos representan la persona del testador para sucederle en
todos sus derechos y obligaciones transmisibles.
Veamos ahora el origen y alcance de esta ficción y luego, lato sensu , el contenido
de las relaciones jurídicas que se transmiten.
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Constituía una fictio iuris evidentemente, pues a nadie escapaba que el heredero
era una persona en sí, que obraba en su propio nombre y a su propia cuenta; sin
representar, en el sentido técnico al causante ya que podía incluso tener intereses
contradictorios con éste, pues podía ejercer derechos contra la herencia. La ficción
jurídica permitía explicar el hecho de la sucesión mortis causa , es decir, la
sustitución de una persona por otra, desplazando aquel a éste un conjunto de
relaciones jurídicas sin que éstas se afectaran por el hecho de la muerte, haciendo
que pareciere que en ese patrimonio no había sucedido mutación alguna. Esta
ficción hacía que entre heredero y el causante se dijera que había unidad de
persona.
Estas relaciones jurídicas transmisibles de las que el de cuius era titular, pasaban
al heres en las mismas condiciones existentes al momento de la apertura de la
sucesión, ni más gravosas ni más favorables, pues nemoplus iuris ad alium
transfere potest quam quod ipse habet , es decir, "nadie puede transmitir a otro más
derechos que aquellos de los que es titular."
De ese modo, tal como sucedía en Roma, al expresarse que los herederos pasan
a ocupar la misma situación jurídica del causante en lo que se refiere a sus
relaciones jurídicas transmisibles, puede perfectamente producirse que las deudas
del causante transmitidas al heredero superen los bienes que de aquel recibe éste
( damnosa hereditas). Dado que de esas deudas responden los herederos, tal como
se desprende del Art. 1354, a prorrata de sus cuotas, se dice, entonces, que los
herederos suceden ultra vires hereditatis , es decir, más allá de la fuerza de la
sucesión o herencia.
Art. 1354. "Las deudas hereditarias se dividen entre los herederos a prorrata de
sus cuotas. Así el heredero del tercio no es obligado a pagar sino el tercio de las
deudas hereditarias. Pero el heredero beneficiario no es obligado al pago de
ninguna cuota de las deudas hereditarias sino hasta concurrencia de lo que valga
lo que hereda. Lo dicho se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos
1356 y 1526."
En este escenario el heredero responde con sus propios bienes de las deudas
hereditarias, consecuencia evidente, por lo demás, de la confusión patrimonial que
se produce como lógico efecto de esta ficción de representación y continuidad de la
persona del causante en los herederos.
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Art. 1247. "El beneficio de inventario consiste en no hacer a los herederos que
aceptan responsables de las obligaciones hereditarias y testamentarias, sino
hasta concurrencia del valor total de los bienes que han heredado."
La regla general, nos enseña este eximio romanista, "es que todas las relaciones
jurídicas del causante fallecido hacen parte de su herencia en que sucede el
heredero: dominio de cosas y titularidad de derechos reales, créditos y deudas,
acciones, potestad de amo y sobre personas in mancipio ; pero hay relaciones que
si bien son transmisibles, no se incluyen en la herencia ni siguen sus reglas;
los sacra familiaria , el ius sepulcri y el ius patronatos , lo que con la muerte del
titular pasan a los agnados (en primer lugar los hijos), independientemente de que
sean o no herederos." Esta situación que nos plantea en Roma el profesor citado,
se reproduce en nuestro Derecho al momento de reflexionar sobre la determinación
del contenido de las relaciones jurídicas transmisibles, pues ello nos permite
igualmente definir que existen varios campos de relaciones personalísimas que no
son transmisibles, precisamente porque se extinguen los derechos y obligaciones
que de ellas nacen como consecuencia de la muerte de su titular (actos intuito
persona).
Art. 955. "La sucesión en los bienes de una persona se abre al momento de su
muerte en su último domicilio; salvos los casos expresamente exceptuados.
La sucesión se regla por la ley del domicilio en que se abre; salvas las
excepciones legales."
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Art. 998. "En la sucesión abintestato de un extranjero que fallezca dentro o fuera
del territorio de la República, tendrán los chilenos a título de herencia o de
alimentos, los mismos derechos que según las leyes chilenas les corresponderían
sobre la sucesión intestada de un chileno.
Los chilenos interesados podrán pedir que se les adjudique en los bienes del
extranjero existentes en Chile todo lo que les corresponda en la sucesión del
extranjero.
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igualdad de los hijos en materia de filiación, terminando con la odiosa distinción
entre hijos legítimos e ilegítimos. Dicha reforma tuvo como objetivo secundario
mejorar la situación del cónyuge sobreviviente, operando las siguientes
modificaciones:
1º. Se puso término a la distinción entre los órdenes sucesorios regular e irregular
en la sucesión intestada del causante, los que se determinaban conforme a esta
categoría de hijos.
La representación es una ficción legal en que se supone que una persona tiene el
lugar y por consiguiente el grado de parentesco y los derechos hereditarios que
tendría su padre o madre, si éste o ésta no quisiese o no pudiese suceder.
29. CONSECUENCIAS
DE LAS REFORMAS EN RELACIÓN A LOS DERECHOS SUCESORIOS
DEL CÓNYUGE SOBREVIVIENTE Y DE LOS ASCENDIENTES. Las reformas modificaron
sustancialmente los derechos del cónyuge sobreviviente y los ascendientes en los
términos que pasan a referirse.
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1º. La modificación más importante respecto del cónyuge sobreviviente se tradujo
en eliminación de la porción conyugal, pasando a considerarse al cónyuge
sobreviviente o supérstite, en todos los casos, como legitimario.
1º. En materia de indignidades para suceder. El Art. 970 inciso 7º, incluyó al sordo
o sordomudo que no puede darse a entender claramente que siendo llamado a
sucederle abintestato al causante, no pidió que se le nombrara tutor o curador, y
permaneció en esta omisión por un año entero, salvo que prueb e haberle sido
imposible hacerlo por sí o por procurador.
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2º . En materias de inhabilidades para otorgar testamento. Se reemplazó el Nº 5
del Art. 1005 quedando en la actualidad como inhábiles para testar "todo el que no
pudiere expresar su voluntad claramente".
3º . En materia de limitaciones para otorgar testamento. El texto del Art. 1019 fue
sustituido por el siguiente: "El ciego, el sordo o el sordomudo que puedan darse a
entender claramente, aunque no por escrito, sólo podrán testar nuncupativamente
y ante escribano o funcionario que haga las veces de tal.
En el caso del ciego, el testamento deberá leerse en voz alta dos veces, la primera
por el escribano o funcionario, y la segunda por uno de los testigos elegidos al efecto
por el testador. Tratándose del sordo o sordomudo, la primera y la segunda lectura
deberán efectuarse, además, ante un perito en lengua de señas, quien deberá en
forma simultánea, dar a conocer al otorgante el contenido de la misma.
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DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE COMO MODO DE ADQUIRIR
Todo el patrimonio o una cuota de él, es lo que se denomina herencia y sobre ella
el heredero tiene, erga omnes , un Derecho real. Las cosas determinadas que se
transmiten, como un cuerpo cierto o especies de un género determinado, son los
denominados legados y sobre ellos el legatario puede tener, erga omnes , un
Derecho real (en el primer caso) o simplemente un crédito o Derecho personal
oponible sólo a los herederos del causante (en el segundo caso).
El profesor GUZMÁN BRITO , lo señalábamos hace poco, nos explica que "en virtud
de la sucesión el heredero adquiere la herencia como universalidad o todo, y es
como efecto reflejo que se torna en dueño de las cosas singulares contenidas en
aquella, y en titular de los derechos reales, créditos y deudas transmisibles. Ahora
bien puesto que la herencia es una universalidad independiente de los elementos
componentes, y que hay incluso cuando no existen todos los elementos que pueden
estar máximamente contenidos en ella, en particular, aunque no haya tenido bienes
el causante, la sucesión hereditaria no es propiamente un modo de adquirir el
dominio, en cuanto su objeto directo y su finalidad objetiva y constante no es la
adquisición de bienes, sino de la herencia en sí."
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nuevamente, pues ya se adquirió una vez, entonces no se explica el rol de modo de
adquirir el dominio de las cosas que se atribuye a la sucesión por causa de muerte.
Con ello quedaría en evidencia que la sucesión por causa de muerte actúa
también como un modo de adquirir no precario , en donde el hecho de la muerte
tendría la aptitud de hacer nacer pura y simplemente el derecho de aceptar la
herencia o derecho de opción para adquirirla. En consecuencia, sólo una vez que
se haga efectiva la opción, esto es cuando el sucesor acepte expresa o tácitamente
la asignación se "cumpliría la condición" y podría operar con efecto retroactivo
(propio de la condición) la adquisición dominical del patrimonio del causante por el
sucesor, el que se retrotraería al momento de la apertura de la sucesión, esto es, a
la muerte del causante (Art. 1239). Si, por el contrario, el asignatario repudia la
asignación no habría operado la sucesión por causa de muerte como modo de
adquirir el dominio de ese todo o parte del patrimonio transmisible, aunque se haya
producido el hecho de la muerte del causante. La repudiación no sería sino la simple
renuncia del derecho a aceptar.
Esto plantearía, con síntesis, que sería la aceptación de la herencia (acto jurídico
unilateral del asignatario) la que permitiría a la sucesión por causa de muerte operar
(retroactivamente) como modo de adquirir y no el s o lo hecho de la muerte del
causante.
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quiere, no sería sólo un hecho, sería también un acto jurídico. En breve, tendría
una naturaleza mixta , parte hecho y parte acto jurídico.
Para uno de los primeros comentaristas de nuestro Código don Robustiano VERA ,
cuando el heredero aceptaba lo que se perfeccionaba era el título traslaticio de
dominio y no el modo de adquirir. En efecto expresaba este gran autor que "por la
aceptación, acto privativo del heredero, se perfecciona el título de la sucesión,
porque antes sólo consta la voluntad del testador i por la aceptación se manifiesta
la otra voluntad, o sea la del heredero i de la concurrencia de ambas voluntades
resulta la perfección del título traslaticio de dominio".
Lo que no puede dejar de reconocerse es que ese simple hecho de la muerte del
causante en que se funda el modo de adquirir sucesión por causa de muerte,
operaría como modo de adquirir originario en un caso y en los demás de manera
derivativa.
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En los demás casos en que se requiere la aceptación de la herencia o patrimonio
transmisible, la exigencia de la concurrencia de la voluntad del asignatario deja en
evidencia que el s o lo hecho de la muerte del causante no es suficiente para
adquirir el dominio del patrimonio transmisible aunque tampoco alcanzaría para
negarle a la sucesión su naturaleza de "hecho jurídico" y su virtud de servir de
antecedente inmediato de la adquisición de derechos para los asignatarios, pues
inevitablemente los efectos se retrotraerán al momento de la muerte del causante,
tal como lo prescribe el Art. 1239 al señalar que "los efectos de la aceptación o
repudiación de una herencia se retrotraen al momento en que ésta haya sido
deferida", haciéndolo extensivo también a los legados de especies.
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En fin, la sucesión por causa de muerte como modo de adquirir el dominio de las
cosas presenta varias particularidades en cuanto a su naturaleza jurídica. Sería un
modo de adquirir directo, autónomo o no condicionado, por excepción, desde que
permite transferir derechos por el s o lo hecho de la muerte del causante, como el
derecho de aceptar o el derecho de opción para adquirir. En la generalidad de los
casos, sin embargo, sería indirecto, dependiente o condicional, pues no basta para
transferir el dominio del patrimonio transmitido, si no va acompañado de la voluntad
del asignatario de hacerse dueño de él.
Este carácter derivativo ha permitido a alguna doctrina sostener que los derechos
del asignatario o sucesor no nacen "espontáneamente" para él por haber operado
la sucesión por causa de muerte sino que se transmiten del causante. Esta doctrina,
como acabamos de explicarlo, agrega que por ello es dable sostener que este modo
de adquirir sería de naturaleza mixta desde que requiere de un hecho jurídico (la
muerte del causante) seguido de un acto jurídico unilateral (la aceptación del
asignatario) para perfeccionarse.
Hay en esta posición la creación de un estatuto de modos mixtos que hace que
las dos marchas sobre las que construye la adquisición dominical se transforme en
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realidad en tres marchas. Lo anterior pondría en duda la naturaleza jurídica, en
cuanto modo de adquirir, que se le asignó a la sucesión por causa de muerte por
nuestro codificador o si se quiere decir de otro modo, atacaría la vocación o eficacia
autosuficiente de la sucesión mortis causa como forma de adquisición dominical.
Esta duda pone de manifiesto, en fin, la dificultad que ya expresamos recién de darle
una naturaleza jurídica definida a la sucesión por causa de muerte como modo de
adquirir.
En otras palabras, la adquisición del dominio del todo o parte del patrimonio
transmitido se p roduce sin que el asignatario de algo como contravalor de lo que él
recibe o al menos sin que realice alguna prestación equivalente a las que recibe.
Que la transmisión del patrimonio de una persona por causa de muerte sea a título
gratuito no significa que en ciertas ocasiones el adquirente pueda no realizar ningún
beneficio o peor que sufra pérdidas patrimoniales propias. En efecto, la posibilidad
que el adquirente, heredero o sucesor obtenga un enriquecimiento, dependerá de
si en el patrimonio del causante el activo era superior al pasivo transmitido.
La sucesión por causa de muerte es un modo de adquirir que puede operar a título
universal o singular, dependiendo de la entidad o naturaleza de los derechos
transmisibles. Será a título universal si se adquiere todo el patrimonio o una cuota
de él; en cambio, será a título singular si se trata de uno más bienes determinados,
sea de cosas genéricas o específicas.
42. EL TÍTULO EN LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE . Como todo modo de adquirir
el dominio o los demás Derechos reales sobre las cosas, la sucesión por causa de
muerte también requiere un título o iusta causa traditionis , esto es un antecedente
remoto o lejano de la adquisición del derecho que complementa al modo que es,
por lo tanto, la causa próxima o cercana de la adquisición dominical.
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En la sucesión por causa de muerte, dado su carácter derivativo, el título consistirá
en el hecho o acto que sirva de causa al modo, ambos previos a la adquisición del
Derecho real de herencia. Dicho de otro modo, si el asignatario adquiere el dominio
del patrimonio transmisible del causante por sucesión por causa de muerte, ello lo
hace invocando un título habilitante, un antecedente que le permita concurrir a la
adquisición legítimamente.
44. CONCEPTO . Asumiendo la forma como define el Código a los Derechos reales
en el Art. 577, podemos definir al Derecho de herencia como aquel Derecho real
que tenemos, sin respecto a determinada persona, en la totalidad del patrimonio
transmisible del causante o sobre una parte alícuota de él.
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Lo cierto es que el concepto dado resulta muy deficiente, lo que se entiende por
la anacrónica definición que se da de los Derechos reales en el Código, la que ha
sido superada hace mucho a partir de la crítica de Marcel PLANIOL y principalmente
de Shalev GINOSSAR (V. Explicaciones de Derecho civil , Tomo III, Bienes).
En efecto, los demás derechos reales del artículo 577 de nuestro Código, recaen,
sin excepción, sobre una cosa determinada en especie o cuerpo cierto, sobre un
bien fácilmente identificable cuyas condiciones, cualidades y atributos pueden ser
conocidos a simple vista: el derecho real de dominio sobre tal automóvil, el
usufructo o la hipoteca sobre un predio determinado, la prenda de una especie
cierta o sobre un valor mobiliario también determinado, son derechos reales que
inciden sobre cosas perfectamente identificables.
De allí que, para fijar el concepto del derecho real de herencia, creemos condición
previa precisar la noción de patrimonio.
37
El profesor BARROS ERRÁZURIZ nos enseñaba que "la herencia es un
derecho real que tiene por objeto la universalidad de los bienes del difunto o una
cuota de ellos, como la mitad, el tercio o el quinto."
47. ADQUISICIÓN DEL DERECHO REAL DE HERENCIA POR SUCESIÓN POR CAUSA DE
MUERTE . La sucesión por causa de muerte es el modo propio de adquirir el Derecho
real de herencia. Cuando ésta opera la adquisición se produce ipso iure , desde el
momento del fallecimiento del causante, que coincide con la delación de la
asignación, salvo que se trate de asignaciones condicionales o a plazo, en cuyo
caso se adquiere desde el cumplimiento de la condición.
En todo caso hay que advertir que no basta el hecho de la muerte del causante
para que se adquiera el Derecho real de herencia vía sucesión por causa de muerte,
ya que como hemos visto puede el asignatario repudiar la herencia, en cuyo caso
se entiende no haberla adquirido jamás; y si en cam bio se acepta ésta, se entiende
asignatario retroactivamente desde que se ha deferido la asignación, que
generalmente coincide con el hecho de la muerte del causante, a menos que sea
condicional, pues entonces se adquiere desde el cumplimiento de la condición. En
teoría, como en todo modo de adquirir el dominio o los demás derechos reales sobre
las cosas, la sucesión por causa de muerte debiera tener vocación suficiente para
que el heredero adquiera el dominio del patrimonio transmisible del causante. Es
decir, debiera bastar el hecho de haber operado el modo para que el asignatario
pudiere con propiedad decir que es dueño del todo o parte del patrimonio disponible.
Sin embargo, como consecuencia de su carácter derivativo, la sucesión por causa
de muerte presenta los mismos límites que presenta la tradición. En efecto, si
el tradens no es dueño no puede transferir el dominio de la cosa al accipiens , a lo
más el modo operará como título posesorio para el adquirente que servirá de base
para que transcurrido un determinado tiempo pueda adquirirse el dominio de la cosa
por prescripción adquisitiva. Lo mismo puede decirse del dominio resoluble que
tenga el tradens sobre la cosa que transfiere. La incertidumbre de la resolución del
derecho no podrá superarse sino cuando el accipiens la haya poseído durante un
tiempo suficiente para alegar la prescripción del derecho.
39
De allí que si asociamos estrictamente la sucesión por causa de muerte al hecho
de la muerte del causante, en realidad ésta sólo permitiría al heredero tener la
posesión legal de la herencia. En efecto, la posesión legal de la herencia es aquella
que se adquiere por el verdadero heredero desde el momento en que la asignación
es deferida aunque lo ignore el asignatario (Art. 722). Ello quiere decir que se es
poseedor legal de herencia, generalmente, desde la muerte del causante aunque
se ignore ese acontecimiento. En ella, el legislador presume la concurrencia
de corpus y animas, por lo que constituye una mera ficción.
Art. 717. "Sea que se suceda a título universal o singular, la posesión del sucesor,
principia en él; a menos que quiera añadir la de su antecesor a la suya; pero en
tal caso se la apropia con sus calidades y vicios.
Más tarde se estimó que el acto de enajenación sería válido, lo que estaría viciado
de nulidad sería la tradición de la cosa. Finalmente la Excma. Corte Suprema
uniformó sus criterios en orden a determinar que la sanción aplicable sería
simplemente la que se deduce del Art. 696, esto es, que el adquirente del heredero
no adquiere el dominio del inmueble sino que mantiene la cosa como tenedor
precario, a fin que los herederos puedan reivindicar la cosa. Sin embargo, esta
solución ha sido criticada por la doctrina que ha estimado que lo más adecuado
sería estimar que el adquirente quedaría como poseedor, a fin de poder adquirir é l
mismo la cosa por la prescripción adquisitiva.
49. ADQUISICIÓN DEL DERECHO REAL DE HERENCIA POR TRADICIÓN . Antes de abordar
este tema debemos de aclarar que al hablar de la adquisición del derecho real de
herencia por tradición, estamos refiriéndonos a la posibilidad que tiene el heredero
de transferir por acto entre vivos la herencia que ha adquirido previamente por
sucesión por causa de muerte u otro modo y consecuentemente a la posibilidad que
se tiene de adquirir el derecho real sobre esa universalidad de manos del titular del
mismo, el heredero.
De esta manera nos situamos en una hipótesis distinta a aquella que se refiere a
la transferencia de algunos efectos o bienes hereditarios, individualmente
considerados. En este último caso, lo que se transfiere, gratuita u onerosamente,
son derechos sobre uno o más bienes determinados que componen la herencia,
como la venta o donación de una cosa corporal mueble o inmueble o de una cosa
incorpor al que forma parte de ella.
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Latente entonces la forma c o mo se traditaban los derechos hereditarios la
doctrina se mostraba dividida al respecto, presentándose dos posiciones
principales:
Primera posición. La sustentaba don José Ramón GUTIÉRREZ quien sostenía que
la forma de efectuar la tradición dependía de los bienes que comprendía la herencia.
De esta manera, si la herencia comprendía bienes muebles, la tradición se debía
efectuar según las reglas de éstos. Si comprendía bienes raíces, seguiría la forma
aplicable a tales bienes. Si la herencia comprendía muebles e inmuebles, debía
realizarse conforme al Art. 686, por la importancia que tenían los inmuebles.
El Título XXV del Libro Cuarto referido a la "Cesión de los Derechos" contiene
un Párrafo Segundo aplicable especialmente a la cesión del derecho de herencia,
que contiene dos artículos : los Art s . 1909 y 1910.
Advirtamos que en este párrafo no se nos señala sino los efectos que produce la
cesión del derecho de herencia y en parte alguna se disciplina la forma como se
efectúa la tradición del dicho derecho.
Art. 1909. "El que cede a título oneroso un derecho de herencia o legado sin
especificar los efectos de que se compone, no se hace responsable sino de su
calidad de heredero o de legatario."
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la sucesión por causa de muerte o si la ocupa el cesionario, la habrá adquirido por
la tradición respectiva.
Art. 704 inciso final. "Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial
o resolución administrativa se haya otorgado la posesión efectiva, servirá de justo
título el decreto o resolución; como al legatario putativo el correspondiente acto
testamentario que haya sido legalmente ejecutado."
Art. 1269. "El derecho de petición de herencia expira en diez años. Pero el
heredero putativo, en el caso del inciso final del artículo 704, podrá oponer a esta
acción la prescripción de cinco años."
Los diez años se cuentan desde la ocupación de la herencia (desde que comienza
la posesión real); los cinco años, en cambio, se cuentan desde la dictación (según
algunos) o desde la inscripción (según otros) del decreto o resolución administrativa
que concede la posesión efectiva.
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DE LAS ASIGNACIONES
52. GENERALIDADES . La muerte del causante abre su sucesión y con ello nace
también la universalidad jurídica que representa su patrimonio trasmisible y que
denominamos herencia. La muerte del causante, además, crea entre los herederos
llamados a suceder una comunidad, la comunidad hereditaria. Esta comunidad
tiene su origen en la aceptación de la herencia o si se quiere en el hecho de la
muerte del causante.
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sustituye la voluntad del testador y las realiza ella misma aplicando las
distribuciones que ha considerado justas sobre la base de una categorización de los
afectos en el seno de la familia. Estas últimas constituyen el género de las
denominadas asignaciones legales, donde reconocemos una especie de ellas, las
asignaciones forzosas.
Art. 953. "Se llaman asignaciones por causa de muerte las que hace la ley, o el
testamento de una persona difunta, para suceder en sus bienes.
54. CLASES DE ASIGNACIONES . Diversas pueden ser las clases de asignaciones por
causa de muerte o dicho de otro modo la forma de tipificar las asignaciones mortis
causa. Dependiendo de la fuente u origen de las mismas pueden clasificarse en
asignaciones legales o ab intestato y voluntarias o testamentarias. A estas se
refieren el Título II y IV, respectivamente, del Libro Tercero.
Las asignaciones legales son aquellas que hace la ley y tienen su origen en ella,
por lo que es ésta la que hace el llamamiento para recibirlas, sea porque el causante
no las ha hecho, otorgando el testamento respectivo, o habiendo testado éste, las
asignaciones allí contenidas no han podido producir los efectos queridos por su
autor. Las asignaciones legales reconocen, a su vez, una clasificación
en asignaciones legales propiamente tales o subsidiarias, por cuanto suplen la
voluntad del causante sea porque éste no testó o bien porque el testamento
otorgado no produjo efectos; y asignaciones legales forzosas, que deben su nombre
por cuanto se imponen a la voluntad del testador cuyo testamento producirá efectos
en todo, salvo en esta parte que lesione estas asignaciones.
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Las asignaciones específicas o a título singular, que reciben el nombre
de legados, se caracterizan porque en ellas el asignatario (que pasa a
llamarse legatario ) es designado para suceder en cosas específicas o cuerpos
ciertos o en cosas genéricas determinadas. De ello se extrae que se clasifican
en legados de especie o cuerpo cierto y legados de cosas genéricas.
Art. 951. "Se sucede a una persona difunta a título universal o a título singular.
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DE LOS ASIGNATARIOS
57. CLASES DE ASIGNATARIOS . De la misma forma que las asignaciones por causa
de muerte admitían clasificaciones, los asignatarios o llamados a esas asignaciones
también admiten ciertas tipologías.
Art. 1097. "Los asignatarios a título universal, con cualesquiera palabras que se
les llame, y aunque en el testamento se les califique de legatarios, son herederos:
representan la persona del testador para sucederle en todos sus derechos y
obligaciones transmisibles."
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El heredero universal sucede en el patrimonio del causante sin designación de
cuota, esto es, es llamado a la totalidad de la herencia (designo heredero a Juan, o
dejo mis bienes a Pedro), mientras que el heredero de cuota no, pues a él se le
indica en el testamento la porción o cuota a la que es llamado a suceder (designo
heredero de un tercio de mis bienes a Juan o dejo la cuarta parte de mi herencia a
Pedro).
Pueden coexistir los herederos de una u otra clase, incluso pueden existir varios
herederos universales que incluso lleven en su conjunto una cuota inferior a la de
un heredero de cuota. Como veremos luego lo relevante de esta distinción es que
entre los derechos universales hay derecho de acrecer mientras que este derecho
no se les reconoce a los he rederos de cuota.
Art. 1104. "Los asignatarios a título singular, con cualesquiera palabras que se les
llame, y aunque en el testamento se les califique de herederos, son legatarios: no
representan al testador; no tienen más derechos ni cargas que los que
expresamente se les confieran o impongan."
Los legatarios de especie o cuerpo cierto son aquellos que suceden, como su
nombre lo indica, en una o más especies o cuerpos ciertos que componen la
herencia, mientras que los legatarios de género , no suceden en cosas específicas
o cuerpos ciertos, sino en cosas genéricas o más precisamente en una o más
especies indeterminadas de un género determinado.
Art. 1338. "Los frutos percibidos después de la muerte del testador, durante la
indivisión, se dividirán del modo siguiente:
Como se puede apreciar, el primer ejemplo ("Dejo todos mis bienes muebles a
Juan" o "Dejo todos mis inmuebles a Rosita") no corresponde a nuestro concepto
de heredero de cuota como pensaba el profesor BARROS ERRÁZURIZ , éste
corresponde sólo al segundo ejemplo ("Dejo un tercio de mis bienes a Pedro").
Dependiendo del contexto en que se inserte una disposición como la señalada en
el primer ejemplo, podríamos estar frente a un heredero del remanente, el cual se
presenta tanto en las asignaciones a título singular donde convive con los legatarios,
como en las asignaciones a título universal donde convive con los herederos de
cuota.
63. GENERALIDADES . Para que una persona pueda suceder a otra por causa de
muerte es necesario que esa persona reúna una serie de condiciones o requisitos
que en su momento analizaremos pero que en resumen se refieren a la necesidad
de existir al tiempo de abrirse la sucesión y ser digno y capaz de suceder al
causante.
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Ya que sabemos que una persona no podrá suceder mortis causa a otra mientras
esta última viva, estas condiciones objetivas, por lo tanto, dirán estricta relación con
un estadio necesario en que debe encontrarse el patrimonio transmisible del
causante o herencia, lo que nos conducirá al estudio de los distintos momentos que
se distinguen en la sucesión por causa de muerte. Señalábamos recién que el rol
que desempeña el tiempo en la sucesión hereditaria e s relevante, entre otras
cosas, porque en ella se pueden apreciar distintos momentos significativos. Así al
morir una persona se abre su sucesión (la apertura), y ese hecho confiere, aunque
se ignore, la posesión legal de la herencia al heredero (la adquisición). Al mismo
tiempo se produce el llamado que hace la ley o el testador a los sucesores para que
concurran a aceptar o repudiar la asignación (la d elación), y a ese llamado sólo
pueden concurr ir quienes tienen aptitud o capacidad para suceder (la
vocación). Puede que esa herencia tarde en ser aceptada produciéndose un estado
en que la misma ha de ser administrada por un tercero, un curador (la yacencia)
o bien se defina que no tiene herederos (la vacancia). Formándose la comunidad
hereditaria entre los herederos llamados a suceder el tiempo de indivisión podrá
concluirse mediante los actos de distribución y asignación de bienes específicos de
la herencia a los coasignatarios (la liquidación y la partición de la herencia).
Art. 955. "La sucesión en los bienes de una persona se abre al momento de su
muerte en su último domicilio; salvos los casos expresamente exceptuados.
La sucesión se regla por la ley del domicilio en que se abre; salvas las
excepciones legales."
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67. REGLAS GENERALES . Que la sucesión se abra en el último domicilio que en vida
tuvo el causante y que ello permita definir la ley que le será aplicable, constituyen
reglas generales, como se puede advertir del propio texto de la ley.
Art. 148 COT. "Será juez competente para conocer del juicio de petición de
herencia, del de desheredamiento y del de validez o nulidad de disposiciones
testamentarias, el del lugar donde se hubiere abierto la sucesión del difunto con
arreglo a lo dispuesto por el artículo 955 del Código Civil. El mismo juez será
también competente para conocer de todas las diligencias judiciales relativas a la
apertura de la sucesión, formación de inventarios, tasación y partición de los
bienes que el difunto hubiere dejado."
La regla del inciso segundo de este artículo debe complementarse, por un lado,
con el Art. 149 del COT y con la Ley Nº 19.903 publicada el 10 de octubre de 2003
"Sobre procedimiento para el otorgamiento de la posesión efectiva de la herencia y
adecuaciones de la normativa procesal, civil y tributaria sobre la materia", que
permitió en su artículo primero la intervención de un órgano de la administración del
Estado, el Servicio de Registro Civil e Identificación, en los actos posteriores a la
apertura de la sucesión, en especial en materia de otorgamiento de posesiones
efectivas, formación de inventarios y tasaciones cuando se trata de sucesiones
intestadas de chilenos que fallecen en el territorio nacional.
Art. 149 COT. "Cuando una sucesión se abra en el extranjero y comprenda bienes
situados dentro del territorio chileno, la posesión efectiva de la herencia deberá
pedirse en el lugar en que tuvo el causante su último domicilio en Chile, o en el
domicilio del que la pida si aquél no lo hubiere tenido."
57
Por otro lado, también debe complementarse el inciso segundo del Art. 148 del
COT con el Art. 227 Nº 2 del mismo Código en materia de arbitraje forzoso
relacionado con el acto de la partición. Sin perjuicio de los casos de excepción que
veremos en su momento, se saca de la esfera de competencia del juez ordinario al
juicio particional, el que debe ser conocido por un Árbitro especial, el Partidor.
68. EXCEPCIONES . Como toda regla general que se precie de tal, estas reglas
también reconocen excepciones, y las estudiaremos en relación al lugar en que se
abre la sucesión, a la ley aplicable y a ciertas materias sucesorias en relación a la
autoridad interviniente para conocer de los actos posteriores a la apertura.
Sin embargo, son varios los casos en los cuales se impondrá la aplicación de la
ley chilena y la intervención de un órgano jurisdiccional chileno a u n cuando el
causante haya fallecido en el extranjero:
69. EN CUANTO A LA LEY APLICABLE A LA SUCESIÓN . La regla general que reza que la
sucesión se abre en el último domicilio que en vida tuvo el causante y ello conlleva
la determinación de la ley aplicable reconoce importantes excepciones.
Art. 998. "En la sucesión abintestato de un extranjero que fallezca dentro o fuera
del territorio de la República, tendrán los chilenos a título de herencia o de
alimentos, los mismos derechos que según las leyes chilenas les corresponderían
sobre la sucesión intestada de un chileno.
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Los chilenos interesados podrán pedir que se les adjudique en los bienes del
extranjero existentes en Chile todo lo que les corresponda en la sucesión del
extranjero.
73. EXCEPCIONES . Dependiendo del tipo de sucesión de que se trate y del lugar
en que se haya producido el fallecimiento si la sucesión es intestada.
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domicilio del solicitante. Lo anterior se complementa con lo dispuesto en el Art. 27
de la ley citada.
Art. 81. Nº l. "La presunción de muerte debe declararse por el juez del último
domicilio que el desaparecido haya tenido en Chile, justificándose previamente
que se ignora el paradero del desaparecido, que se han hecho las posibles
diligencias para averiguarlo, y que desde la fecha de las últimas noticias que se
tuvieron de su existencia, han transcurrido a lo menos cinco años."
Art. 151 COT. "En los casos de presunción de muerte por desaparecimiento, el
juez del lugar en que el desaparecido hubiere tenido su último domicilio será
competente para declarar la presunción de muerte y para conferir la posesión
provisoria o definitiva de los bienes del desaparecido a las personas que
justifiquen tener derecho a ellos."
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patrimonio, se detiene con la muerte. Se trata c omo si a la muerte de una persona
se tomar a una foto de su patrimonio el que quedará inamovible en el tiempo.
4º. Por la apertura se definen las inhabilidades para suceder, esto es, quedan
definitivamente determinados qui é nes son capaces y dignos de suceder al
causante.
Art. 956 inciso 1º. "La delación de una asignación es el actual llamamiento de la
ley a aceptarla o repudiarla."
Don Robustiano VERA nos enseñaba que "la delación es el acto de deferir. Esta
palabra según su origen quiere decir poner una cosa delante de otro; pero aquí se
toma en el significado de pasar una cosa a otro dueño, si la acepta."
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La delación es, en efecto, fuente de derechos para el asignatario, pues de ella
nace el derecho de aceptar o repudiar la asignación. Incluso, como veremos luego,
el fallecimiento del asignatario antes de haber aceptado o repudiado permite que
los herederos de éste acepten o repudien dicha asignación y este efecto no se
explica sino como consecuencia de haber ingresado ya al patrimonio del asignatario
el derecho de aceptar o repudiar.
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2º . Confiere la posesión legal de la herencia. Decíamos que para mantener la
continuidad patrimonial entre causante y sucesor, la ley crea ficciones como aquella
que determina que los herederos son los continuadores de la persona del causante;
la que postula que éstos lo representan en todos sus derechos y obligaciones
transmisibles; o la que determina la fusión o confusión de patrimonios.
A la base de estas soluciones de continuidad la ley crea otra ficción como efecto
de la delación de las asignaciones al disponer que el heredero entra en posesión de
la herencia que se le d e fiere por el solo ministerio de la ley , aún cuando ignore
que se ha abierto la sucesión producto de la muerte de su causante.
2º. En cuanto al momento en que produce este hecho. La apertura tiene lugar en
el momento preciso de la muerte del causante. La delación, en cambio, coincide con
este momento sólo cuando la asignación no es condicional, pues estando sujeta a
condición suspensiva la delación se verifica al momento de cumplirse la condición,
con la excepción ya estudiada.
83. GENERALIDADES . Señalábamos recién que para que una persona pueda
suceder a otra por causa de muerte es necesario que esa persona sea hábil , esto
es que reúna una serie de condiciones o requisitos que, en resumen, se podían
concentrar en dos: Ser capaz de suceder, lo que se traduce en la necesidad de
existir al tiempo de abrirse la sucesión y; ser digno de ello, es decir, merecerlo.
Analicemos estos dos aspectos que dicen relación con la persona del asignatario.
LA CAPACIDAD DE SUCEDER
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84. UN POCO DE HISTORIA . En Roma era regla general que tratándose de sui
heredes , esto es de los herederos sui y de los necessarii , la adquisición de la
herencia se hiciere en forma automática o ipso iure (sin necesidad de aceptar ni
tampoco permitiéndosela repudiar). Los voluntarius o extraneus , en cambio, debían
aceptar para adquirirla. No se concebía, en un principio, regla alguna que impidiera
la adquisición de la asignación por razón de inhabilidad. Las leyes Iulia y Papia
Poppaea , y luego la lex Iunia , como nos lo enseña el profesor GUZMÁN BRITO ,
introdujeron la figura de la capacitas , por cuya virtud "determinadas personas,
aunque tengan la testamenti factio y se hagan herederas, no adquieren sin embargo
la herencia en el todo o parte ( capere ). De estas personas decimos estar afectadas
por una 'incapacidad'; la herencia que ellas no pueden adquirir se llama caducum ,
La incapacidad, por lo tanto, impide la delación."
Las causas de incapacidad en Roma fueron variadas, por ejemplo, las personas
solteras en edad de contraer matrimonio y hasta mientras no lo contrajesen; las
personas casadas que carecían de hijos naturales (sin incapaces en una mitad); las
meretrices que sólo podían adquirir hasta un cuarto de la herencia deferida; los latini
iuniani totalmente, a menos que adquiriesen la ciudadanía romana dentro de los
100 días de deferida la asignación; y otras reglas especiales cuando se trataba de
la sucesión testamentaria de un cónyuge a favor de otro.
Art. 961. "Será capaz y digna de suceder toda persona a quien la ley no haya
declarado incapaz o indigna."
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Concentremos e l estudio, a partir de ahora, en la capacidad, que se disciplina
también a partir de máximas generales y excepciones.
86. REGLA GENERAL. PARA SER CAPAZ DE SUCEDER, EL ASIGNATARIO DEBE EXISTIR AL
MOMENTO DE ABRIRSE LA SUCESIÓN . En materia de capacidad, es condición
indispensable para que un asignatario esté habilitado para suceder por causa de
muerte, que dicho asignatario exista al momento de abrirse la sucesión del
causante. Ello lleva a sostener que en cada asignación o herencia se encuentre
"envuelta" la condición de existir el asignatario al momento de abrirse la sucesión,
una situación parecida a la condición que se presume en el fideicomiso de existir el
fideicomisario al momento de producirse la restitución.
Art. 962. "Para ser capaz de suceder es necesario existir al tiempo de abrirse la
sucesión; salvo que se suceda por derecho de transmisión, según el artículo 957,
pues entonces bastará existir al abrirse la sucesión de la persona por quien se
transmite la herencia o legado.
Valdrán con la misma limitación las asignaciones ofrecidas en premio a los que
presten un servicio importante, aunque el que lo presta no haya existido al
momento de la muerte del testador."
Art. 1056. "Todo asignatario testamentario deberá ser una persona cierta y
determinada, natural o jurídica, ya sea que se determine por su nombre o por
indicaciones claras del testamento. De otra manera la asignación se tendrá por
no escrita.
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Lo que se deje al alma del testador, sin especificar de otro modo su inversión, se
entenderá dejado a un establecimiento de beneficencia, y se sujetará a la
disposición del inciso anterior.
Lo que queda por dilucidar es qué ha entendido la ley por existir al momento de
la apertura de la sucesión.
Un poco de historia . Sigamos en esta parte las enseñanzas del profesor BARROS
ERRÁZURIZ. En Roma la exigencia de existir para ser capaz de suceder se imponía
en tres momentos. 1º. Tratándose de sucesiones testadas, se exigía existir al
momento de otorgarse el testamento y, además, si la asignación era condicional, al
momento de cumplirse la condición; 2º. En casos de sucesiones testadas e
intestadas, el asignatario debía existir, además, al momento de abrirse la suces ión,
es decir, al momento de la muerte del caus ante; y 3º. Finalmente, la existencia del
asignatario debía verificarse, en todo tipo de sucesiones, también al momento de
aceptar la asignación.
Art. 74. "La existencia legal de toda persona principia al nacer, esto es, al
separarse completamente de su madre.
89. PRIMERA EXCEPCIÓN: LA SITUACIÓN DEL QUE ESTÁ POR NACER O NASCITURUS .
Siendo la regla general la de existir legalmente el asignatario al momento de la
apertura de la sucesión, la primera excepción que se presenta es la que admite que
sea llamado a suceder el concebido que aún no nace, es decir la criatura que goza
sólo de existencia natural.
Sin embargo, los derechos que se defieren al concebido no nacido, son derechos
sujetos a la condición suspensiva positiva de que nazca vivo. La circunstancia que
se cumpla la condición hace que, por el efecto retroactivo de la condición
suspensiva cumplida, estos derechos se entiendan conferidos desde el tiempo en
que se defirieron, pero la entrada en el goce de dichos derechos se produce sólo
cuando la criatura nace y nace viva. Así se desprende del Art. 77.
Art. 77. "Los derechos que se deferirían a la criatura que está en el vientre
materno, si hubiese nacido y viviese, estarán suspensos hasta que el nacimiento
se efectúe. Y si el nacimiento constituye un principio de existencia, entrará el
68
recién nacido en el goce de dichos derechos, como si hubiese existido al tiempo
en que se defirieron. En el caso del artículo 74, inciso 2º , pasarán estos derechos
a otras personas, como si la criatura no hubiese jamás existido."
En efecto, la norma dispone que, en ese caso, bastará existir al abrirse la sucesión
de la persona por quien se transmite la herencia o legado.
Así por ejemplo, imaginemos que al momento de fallecer Pedro le sucede su única
hija Juanita quien se encuentra embarazada. Poco tiempo después de nacida la
criatura que Juanita llevaba en su vientre, ésta fallece. Juan el hijo de Juanita y nieto
del causante podrá suceder a Pedro al haberle transmitido su madre sus derechos
en la sucesión. Para ello, es necesario que Juan (su representante) acepte la
herencia de Juanita y que ésta haya fallecido antes de haber aceptado o repudiado
la herencia de Pedro. En este caso se muestra cómo Juan sucederá a Pedro sin
que existiera al momento de la apertura de su sucesión.
70
quoties commodis ejus agitur, regla no escrita pero subyacente como principio
general que nos viene de la tradición romana, la que decidirá la cuestión?
Si postulamos que el que está por nacer adquiere sólo el aspecto activo de la
herencia que se le transmite (los bienes) y no el pasivo que la grava (las deudas),
dos institutos importantes se resent irían gravemente. Por un lado, la situación de
los acreedores del causante se vería menoscabada pues no podrían cobrar sus
créditos, lo que los obligaría en todos los casos en que concurra un nasciturus en la
sucesión a obtener el beneficio de separación y, por otro lado, la concepción misma
de la noción indivisible de la herencia, patrimonio-universalidad, se destruiría.
72
cuya tipología pertenece el derecho real de herencia, cuya composición reconoce
tanto activos como pasivos, tanto bienes como obligaciones.
Por otra parte, el Código expresa con una claridad que no deja lugar a dudas que
estos derechos estarán suspensos hasta que el nacimiento se efectúe , por lo que
nunca la adquisición será inmediata, sujeta a la condición resolutoria de no nacer.
En claro, tanto el pasivo como el activo que componen la universalidad que se le
transmite, el derecho real de herencia o patrimonio transmisible, se encuentran
sujetos a la condición suspensiva positiva de que el concebido nazca vivo, lo que
implica que no hay adquisición de derecho alguno, sólo la mera expectativa de
adquirir.
9 7 . LA
EXIGENCIA DE EXISTIR EN LAS PERSONAS JURÍDICAS RECONOCE COMO REGLA
GENERAL QUE ÉSTA GOCE DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA . La misma regla que
encontramos en el Art. 962 para las personas naturales, podemos observarla en el
Art. 963, para las personas jurídicas.
Art. 963. "Son incapaces de toda herencia o legado las cofradías, gremios, o
establecimientos cualesquiera que no sean personas jurídicas.
La regla general, entonces, nos dice que para ser capaz de recibir una asignación,
la persona ficta debe haber obtenido la personalidad jurídica al momento de la
apertura de la sucesión.
Como nos lo advierte el profesor Juan Andrés ORREGO , "la asignación viene a ser
un verdadero derecho eventual, sujeto a un hecho futuro e incierto, que consiste en
la aprobación legal de la fundación, es decir, la obtención de personalidad jurídica."
73
99 . LA NECESIDAD DE DISTINGUIR LA NACIONALIDAD Y LOS TIPOS DE PERSONAS
JURÍDICAS PARA APLICAR CORRECTAMENTE LA REGLA . El profesor ORREGO nos expone
la controversia doctrinaria, propia del Derecho Internacional Privado, que se ha
suscitado acerca de la capacidad para suceder de las personas jurídicas
extranjeras.
Sostiene este autor que la doctrina " ( ... ) ha distinguido entre personas jurídicas
de Derecho Público y de Derecho Privado. En cuanto a las primeras, se ha dicho
que ser ía evidente que tienen tal capacidad, porque existen de iure , sin necesidad
de reconocimiento de la autoridad, a diferencia de las de Derecho Privado. Un
Estado o una municipalidad extranjeros, por ejemplo, existen sin necesidad de
reconocimiento de ninguna autoridad. Así lo aceptan unánimemente la doctrina y la
jurisprudencia nacional y extranjera.
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En fin, como derecho que es, perfectamente transmisible, el asignatario que
fallece sin haber aceptado o repudiado, ha integrado a su patrimonio el derecho de
aceptar o repudiar, derecho que como los demás transmisibles, se transfiere por
causa de muerte a sus sucesores.
Art. 781. "Lorsque celui à qui une succession est échue est décédé sans l'avoir
répudiée ou sans l'avoir acceptée expressément ou tacitement, ses héritiers
peuvent l'accepter ou la répudier de son chef."
Art. 775. "Les dispositions visées à l'article 774 s'appliquent également aux
héritiers de celui qui décède sans avoir opté. Le délai de quatre mois court à
compter de l'ouverture de la succession de ce dernier.
Les héritiers de celui qui décède sans avoir opté exercent l'option séparément,
chacun pour sa part."
Como sea, nuestro codificador se aparta del Derecho de las Partidas para seguir
la disposición de varios Códigos modernos de la época, que extendían la
transmisión del derecho de sucesión a todos los casos.
Art. 957. "Si el heredero o legatario cuyos derechos a la sucesión no han prescrito,
fallece antes de haber aceptado o repudiado la herencia o legado que se le ha
deferido, transmite a sus herederos el derecho de aceptar o repudiar dicha
herencia o legado, aun cuando fallezca sin saber que se le ha deferido.
Don Robustiano VERA nos señalaba que "el derecho de transmisión es aquel en
cuya virtud el heredero puede o no hacerse dueño de los derechos hereditarios que
tuvo el difunto, sin ejercitarlos. Este derecho, como cualquier otro, es un bien, i en
fuerza de este car á cter es transmisible."
77
Conforme a lo que ha fallado nuestra Excma. Corte Suprema, en sentencia de 27
de noviembre de 2010, "el derecho de transmisión es aquél que incumbe a quienes
suceden por causa de muerte al heredero o legatario que fallece sin pronunciarse
sobre la herencia o legado que se le ha deferido; esto, pues n o es más que lisa y
llanamente una aplicación del principio general de que el heredero adquiere por
sucesión por causa de muerte el haz hereditario, esto es, el conjunto de derechos y
obligaciones que pertenecían al causante. Si el heredero o legatario fallece sin
pronunciarse sobre una asignación determinada, en la universalidad de la herencia
va comprendida la facultad que tuvo en vida de aceptar o repudiar la asignación, y
esta facultad, conforme a las reglas generales, la adquieren por sucesión por causa
de muerte los herederos."
Don Robustiano VERA exponía, como conclusión, que eran cuatro las condiciones
para poder suceder por medio de este derecho: 1º . Ser heredero del transmisor;
2º . Aceptar la herencia de la persona que lo transmite; 3º. Que no hayan prescrito
sus derecho s ; i 4º. Que haya tenido lugar la delación."
Esta regla al emplear el adverbio "también" nos está expresando la idea que
"además" de existir el asignatario al momento de abrirse la sucesión del causante,
debe existir al momento de cumplirse la condición si se le ha deferido
condicionalmente la asignación. Ya hemos expresado anteriormente que esta
exigencia de existir en dos momentos nos viene de Roma.
79
el ausente por desaparición forzada (Ley Nº 20.317), son capaces de suceder, hasta
mientras no se le s declare presuntamente muertos.
Sabemos que la sentencia que confiere la posesión provisoria de los bienes del
desaparecido (Art. 84) o, en su caso la que confiere la posesión definitiva (Art. 90
inciso 3º) produce el efecto de abrir la sucesión del desaparecido en el caso de
presunción de muerte por desaparecimiento.
Art. 84. "En virtud del decreto de posesión provisoria, quedará disuelta la sociedad
conyugal o terminará la participación en los gananciales, según cual hubiera
habido con el desaparecido; se procederá a la apertura y publicación del
testamento, si el desaparecido hubiere dejado alguno, y se dará posesión
provisoria a los herederos presuntivos.
Art. 90 inciso 3º. "Si no hubiere precedido posesión provisoria, por el decreto de
posesión definitiva se abrirá la sucesión del desaparecido según las reglas
generales."
Art. 7º Ley Nº 20.317. "De acuerdo a las reglas de esta ley, la declaración de
ausencia por desaparición forzada es la sentencia judicial que, reconociendo la
desaparición de una persona en los términos del artículo 1º, transfiere los bienes
del desaparecido, y en su caso, disuelve el matrimonio. Dicha sentencia será
impugnable de acuerdo a las reglas generales."
80
LAS INCAPACIDADES PARA SUCEDER
81
de aplicación en cuanto a la persona muy amplio pues la ley no distingue la
nacionalidad del asignatario y en particular en las sucesiones intestadas donde el
Art. 997 señala expresamente que los extranjeros concurren de la misma manera y
según las mismas reglas que los chilenos. En fin, la característica principal dice
relación con su naturaleza de orden público y ello trae como consecuencia otra serie
de características propias de esa natura leza, como pasamos a ver.
1º. Son de orden público, lo que significa que miran al interés general de la
sociedad y no sólo al del testador o asignatario.
4º. El incapaz nada adquiere por sucesión por causa de muerte. Consecuencia
de lo anterior es que el asignatario incapaz no toma posesión legal de la herencia.
2º. Si se sucede por derecho de transmisión, sólo hace falta existir al momento de
morir el transmitente (Art. 962 inciso 1º en relación al Art. 957);
4º Si la asignación a esa persona que no existe pero se espera que exista, basta
con que el asignatario llegue a existir dentro de 10 años desde la apertura de la
sucesión (Art. 962 inciso 3º);
6º. En relación a las personas jurídicas, son incapaces de suceder las entidades
colectivas carentes de personalidad jurídica, salvo que la asignación tuviere por
objeto la creación de una persona jurídica (Art. 963).
83
11 7 . LA INCAPACIDAD DEL AUTOR DEL CRIMEN DE DAÑADO AYUNTAMIENTO . Esta causa
de incapacidad para suceder está tratada en el Art. 964 y se refiere al que ha sido
condenado judicialmente, antes de deferírsele la asignación, como autor del crimen
de dañado ayuntamiento con su causante. Esta inhabilidad se hace extensiva al
acusado de dicho crimen cuando le siguiere a la acusación la condena judicial
respectiva.
Art. 964. "Es incapaz de suceder a otra persona como heredero o legatario, el que
antes de deferírsele la herencia o legado hubiere sido condenado judicialmente
por el crimen de dañado ayuntamiento con dicha persona y no hubiere contraído
con ella un matrimonio que produzca efectos civiles. Lo mismo se extiende a la
persona que antes de deferírsele la herencia o legado hubiere sido acusada de
dicho crimen, si se siguiere condenación judicial."
La figura del nefando , palabra que expresa "lo que nunca debe ser dicho o
expresado públicamente", por su carácter horroroso o malo, no ha podido ser
concretizada en ninguna de las figuras anteriores, por lo que pareciera que las reúne
a todas, si consideramos para ello su significación y el hecho que de su raíz
latina nefandus derivarían locuciones como infame, nefasto, inefable, fatídico o
fatal.
84
incesto, sin embargo, la excusa liberatoria que contiene la ley, en orden a no aplicar
la incapacidad si el asignatario alcanzó a contraer matrimonio civil con el causante,
no es aplicable al dicho delito, pues constituye impedimento dirimente para contraer
matrimonio (Art. 6º LMC).
En el caso del divorcio, al poner fin al matrimonio hace desaparecer el título que
habilita a los cónyuges a sucederse recíprocamente, pudiendo éstos contraer
nuevas nupcias. Si después de muerto el cónyuge inocente, el culpable fallece sin
contraer matrimonio con aquel o aquella con quien cometió adulterio, ésta no podría
sucederle.
Si luego de la muerte del inocente el culpable fallece sin contraer matrimonio con
aquel o aquella con quien cometió el adulterio que causó la separación judicial, ésta
o éste no podrán suceder al cónyuge culpable.
A nuestro entender no, pues el tenor del Art. 964 se refiere a crímenes, lo que no
sólo tiene connotación penal sino representa el grado mayor o la figura más grave
de las infracciones penales, que no cabe extender por analogía a figuras civiles que,
a mayor abundamiento, han sido derogadas como figuras típicas penales.
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En conclusión, el adulterio, sea que cause el procedimiento de divorcio o la
separación judicial, penaría a ser homologable a la condena judicial por el crimen
de dañado ayuntamiento al que se refiere la regla.
Art. 965. "Por testamento otorgado durante la última enfermedad, no puede recibir
herencia o legado alguno, ni aun como albacea fiduciario, el eclesiástico que
hubiere confesado al difunto durante la misma enfermedad, o habitualmente en
los dos últimos años anteriores al testamento; ni la orden, convento, o cofradía de
que sea miembro el eclesiástico; ni sus deudos por consanguinidad o afinidad
hasta el tercer grado inclusive.
Lo decía don Robustiano VERA con claridad "su objeto es impedir que los
confesores abusen del ascendiente natural que pueden ejercer sobre el moribundo."
Art. 1061. "No vale disposición alguna testamentaria en favor del escribano que
autorizare el testamento, o del funcionario que haga las veces de tal, o del
cónyuge de dicho escribano o funcionario, o de cualquiera de los ascendientes,
descendientes, hermanos, cuñados, empleados o asalariados del mismo.
86
No vale tampoco disposición alguna testamentaria en favor de cualquiera de los
testigos, o de su cónyuge, ascendientes, descendientes, hermanos o cuñados."
Del mismo modo inhabilita a los testigos del acto testamentario lo que extiende al
cónyuge, y a sus parientes consanguíneos (ascendientes, descendientes y
hermanos) y afines (cuñados).
87
que conductas inmorales o socialmente reprochables para con el causante que
obligan a aplicárseles a quienes incurren en ellas. El gran comentarista del Código
civil francés Charles DEMOLOMBE , sostenía que la teoría de las indignidades
del Code reposaba más bien en la segunda causa que era un motivo más elevado
y ejemplar que la intención presunta del de cuius.
Las indignidades son un instituto propio del derecho sucesorio, pues en materia
de liberalidades o donaciones entre vivos el Derecho desarrolla la teoría de
las ingratitudes.
1º. Son de orden privado, están establecidas en exclusivo provecho del difunto y
por ende éste puede en vida perdonar las (Art. 973).
Esta es, sin embargo, la regla general, pues como decía el propio
Andrés BELLO en el comentario de este artículo, "El Código, al establecer las
indignidades, ha tratado de suplir la voluntad del testador, castigando a quienes le
han ofendido. Por consiguiente, nada tiene de extraño este artículo; el favorecido
que es el difunto, renuncia el favor que se le quiere hacer y perdona al indigno, su
ofensor. Pero esta disposición no tiene lugar en las indignidades de los artículos
968 número 1º, 969, 970 y 972."
89
Con lo anterior, como tendremos oportunidad de estudiarlo más adelante, hay
causas de indignidad que más bien parecen incapacidades, pues no sólo no pueden
ser remitidas o perdonadas sino que operarían automáticamente.
2º. Las indignidades deben ser "siempre" judicialmente declaradas (Art. 974 inciso
1º) en juicio ordinario a instancias de cualquier interesado en la exclusión del
asignatario indigno. Mientras ello no acaezca el asignatario es digno de suceder.
Art. 974 inciso 1º. "La indignidad no produce efecto alguno, si no es declarada
en juicio, a instancia de cualquiera de los interesados en la exclusión del heredero
o legatario indigno."
El indigno no puede menos que saber que lo es. No puede ignorarlo. Tal como lo
señala Alejandro FUENZALIDA " ( ... ) como todos los vicios de indignidad son tales
que el indigno debe conocerlos i en los rarísimos casos en que puede suceder lo
contrario, el indigno es culpable siempre, se le considera como poseedor de mala
fe para la restitución de la herencia o legado y para las prestaciones que de ella
nacen."
4º. La indignidad se sanea por el transcurso del tiempo de cinco años de posesión
de la herencia o legado (Art. 975).
90
El saneamiento de la indignidad es, en el fondo, una sanción a los asignatarios
que no accionan provocando el juicio respectivo a fin que ésta sea declarada. Exige
como presupuesto que el asignatario haya entrado en posesión de la herencia o
legado que se le difiere. Dicho de otro modo si ha sido declarada la indignidad antes
de entrar en posesión de la asignación, no puede el asignatario indigno entrar en
dicha posesión al ser excluido de la herencia. Si, en cambio, ya estaba poseyendo
los efectos hereditarios y sobreviene la declaración de indignidad deberá restituir
dichos efectos y sus frutos conforme lo prescribe el Art. 974 inciso final. Don
A. BELLO señalaba al comentar este artículo que "esta disposición encierra, como
ya lo hemos visto, una de las diferencias que distinguen la indignidad de la
incapacidad. En diez años [hoy 5 años] concluye la indignidad del heredero o
legatario si ha estado poseyendo la asignación. En diez años prescribe el derecho
de los interesados para solicitar a la justicia la exclusión del asignatario. Si en ese
tiempo nada dice, la lei deduce que renuncian a la dicha acción y perdona al indigno,
porque de otra manera sería dejar inestable la propiedad i sin base segura a sus
poseedores. Carecerían del aliciente necesario para el trabajo y mejoramiento de
sus bienes."
Art. 976. "La acción de indignidad no pasa contra terceros de buena fe."
Art. 977. "A los herederos se transmite la herencia o legado de que su autor se
hizo indigno, pero con el mismo vicio de indignidad de su autor, por todo el tiempo
que falte para completar los cinco años."
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Nuestro codificador nos aclaraba que "El Código no considera como terceros á
los herederos; y en efecto no lo son, sino más bien continuadores de la persona del
difunto. Pero son terceros los legatarios; y, por consiguiente, estando éstos de
buena fe, no pasa á ellos la indignidad."
Regla justa y lógica que nos dice que si un asignatario pretende el cobro de una
acreencia, el deudor no podrá oponerle como excepción para no cumplir la
incapacidad o indignidad del dicho asignatario ni la suya propia.
Supongamos que Luis acreedor de Pedro (le ha prestado cinco millones de pesos)
fallece dejando como única heredera a Juanita.
Una segunda interpretaci ón nos diría que frente a la demanda de Juanita, Pedro
no podría excepcionarse aduciendo que es incapaz o indigno.
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12 6 . CAUSAS DE INDIGNIDAD . Las principales causales de indignidad son las
establecidas en los Arts. 968 al 971, y en los Arts. 1300 y 1329. Hay también otras
conductas que se asimilan a indignidades (Arts. 114, 124 en relación al
Art. 127, Art. 203 y 994). Intentaremos primero reunir l as en categorías y luego las
analizaremos una a una con más profundidad.
1 29 . INDIGNIDADES
TEXTUALES O PROPIAMENTE TALES E INDIGNIDADES VIRTUALES O
CONDUCTAS ASIMILABLES A INDIGNIDADES. Esta propuesta de categorización obedece
a una summa divissio entre causales de indignidad propiamente tales y conductas
asimilables. A las primera las hemos denominados indignidades textuales ; mientras
que a las segundas, indignidades virtuales. Podemos definir las indignidades
propiamente tales o textuales como las conductas de demérito que verificadas por
su autor hacen que la ley le atribuya textualmente la calificación de indigno de
suceder a quien las realiza. Están desarrollas en los Arts. 968 al 971, y en los Arts.
1300 y 1329.
93
esquema, en dos categorías. La primera que denominaremos de indignidades
aplicables a los asignatarios en general, incluirá tres subcategorías:
2º Las referidas a actos cometidos con fuerza o dolo contra la voluntad del
causante; y finalmente.
94
La lógica del texto exige la condena del asignatario, pero en parte alguna la ley lo
hace expresamente como sí lo exige para la causal segunda. Lo anterior implica
que ha debido incoarse juicio penal en contra del asignatario y que en él haya sido
éste condenado por sentencia ejecutoriada.
Siguiendo con la regla en análisis, el texto dispone que se hace también indigno
de suceder el que dejó perecer a la persona del causante pudiendo salvarla.
La fuente de la cual A. BELLO habría tomado inspiración sería el Art. 540 del
Código Austríaco. Sostenía Alejandro FUENZALIDA , otro de los clásicos
comentaristas de nuestro Código, que dicho cuerpo de leyes europeo declaraba
indigno "al que ha cometido un atentado contra el honor, vida y fortuna del difunto,
de sus hijos, padres o esposos, por el que puede ser castigado criminalmente."
Como se advierte nuestro codificador fue más allá al extender la víctima no sólo al
causante sino a cualquiera de sus ascendientes o descendientes y al exigir la
prueba del atentado por sentencia ejecutoriada.
Al analizar esta causal con la anterior claramente ésta difiere en varios aspectos:
96
En el caso de los bienes no resulta muy claro a qué tipo de atentados se refiere,
pareciera que para determinar la gravedad debe asociarse el hecho a la imposición
de la pena más alta asignada a este tipo de delitos. Sin embargo, si recordamos el
texto original propuesto por don A. BELLO en el Proyecto de 1841 s í se precisaba la
gravedad del atentado pues se expresaba que éste debía alcanzar "la mayor parte
de los bienes".
Don Alejandro FUENZALIDA nos explicaba que esta parte "es la más vaga i la que
deja más lugar a la arbitrariedad judicial. Sin embargo nos parece que los tribunales
tomarán por regla jeneral que no hai atentado grave en contra de los bienes sino
cuando el asignatario ha sido condenado a cualquiera de las penas designadas en
el art. 267 del Código civil, por cuanto son estas mismas penas las que el número
5º del 1208 considera necesarias para la desheredación, que tanta analojía tiene
con la indignidad."
Esta última condición hace surgir una pregunta. Al exigir la ley que el atentado se
pruebe por sentencia ejecutoriada lo que al menos expresamente no exige en la
causal primera ¿está exigiendo la prueba en el respectivo juicio de indignidad o se
refiere al juicio criminal en que conste la condena?
1º. Desde larga data nuestros tribunales superiores de justicia han entendido que
la omisión que hace el Nº 1 del Art. 968 en cuanto a no precisar la necesidad de la
sentencia ejecutoriada del crimen de homicidio en la persona del difunto no puede
entenderse como que no se exige ésta para configurar la indignidad del asignatario.
Sólo se ha sostenido que es condición indispensable para probar la causal en el
respectivo juicio civil. Dicho de otro modo, no puede probarse en el juicio civil el
crimen de homicidio de otra forma que no sea por la sentencia judicial ejecutoriada
en sede penal. Es así como lo vemos expuesto en el año 1938 por la Iltma. Corte
de Santiago que fallaba que la exigencia de la sentencia ejecutoriada en lo penal se
encontraba allí implícita pues "No puede argumentarse que no exige la ley sentencia
ejecutoriada, tratándose del delito de homicidio que también es motivo de
indignidad, porque se comprende que la extraordinaria gravedad de esta causal
hacía innecesaria la exigencia."
3º. En parte alguna el Art. 974 exige que la declaración de indignidad sea
pronunciada exclusivamente en un juicio civil. El referido artículo sólo exige que sea
declarada en juicio, y tal declaración puede ser obtenida del juicio penal en donde
se condena al asignatario por algunos de estos graves hechos contra el causante.
Es cierto que antiguos fallos imponen la necesidad de iniciar dos juicios diferentes
cuando se ha señalado que "la circunstancia de que el tribunal en lo penal deba
pronunciarse respecto del atentado grave en que se funda la indignidad, no autoriza
para sostener que es incompetente el juez civil para conocer del juicio en que se
invoca dicha indignidad, que es de carácter netamente civil". Sin embargo fallos más
recientes como uno de la Corte de Concepción de 1993 han sentado la doctrina sin
distinguir la jurisdicción llamada a conocer de ese juicio. Ha señalado dicha
magistratura que "La indignidad no produce sus efectos de pleno derecho, sino que
ha de ser previamente declarada en juicio y a instancias de cualquiera de los
interesados en la exclusión del indigno. Mientras esa declaración no se haya hecho,
no hay indignidad y el sucesor a quien ella afectaría, ha de entrar en la posesión de
la respectiva asignación, puesto que ha de tenérsele como no afecto al desmérito
sucesoral." En parte alguna señala la Corte penquista que esa declaración judicial
deba obtenerse sólo en sede civil.
4º. La regla del Art. 973 que prescribe que las causas de indignidad mencionadas
no podrán alegarse contra disposiciones testamentarias posteriores a los hechos
que la producen, comprueba que esto es aplicable para todos aquellos casos en
que el hecho del asignatario no traiga consigo la muerte del causante. ¿En qué
momento posterior podría haber perdonado la indignidad el causante cuando ésta
se causa en su homicidio o en un atentado grave contra su vida que cause luego su
muerte?
1º. Como veíamos hace poco, la causal de indignidad del Nº 2º del Art. 968, a
diferencia de las demás causales, está condicionada por la necesidad de probar el
hecho en que se funda, esto es, el atentado grave contra la vida, el honor y los
bienes del causante o los parientes a que el precepto se refiere. Ello ha sido
interpretado como una condición necesaria (único medio de prueba admisible) a fin
de acreditar en el juicio civil de indignidad la causal misma.
2º. En el caso de la causal primera del Art. 968, la única forma lógica y eficiente
de interpretar la omisión de esta exigencia es considerar que, condenado que sea
el asignatario, su indignidad produce efectos amplios, y no hace necesaria la
apertura de un juicio civil para acreditarla. Ergo, el Art. 974 no debiera incluir
esta hipótesis, salvo que sea el asignatario condenado el que q uiera iniciar el juicio
para probar que es digno de la asignación a pesar de la condena.
3º. Tratándose de las demás causales del Art. 968 y las de los Arts. 969 a 972,
que no sean constitutivas de delito, ninguna duda cabe que deban probarse en el
juicio en que se pida la declaración de indignidad, puesto que la ley no exige una
prueba preestablecida y es evidente también que la sentencia que en dicho juicio
recaiga debe quedar ejecutoriada para que produzca efectos legales.
El Art. 726 señala que "son indignos de suceder y como tales están excluidos de
la sucesión: 1º . E l que ha sido condenado, como autor o cómplice, a una pena de
crimen por haber dado o intentado dar voluntariamente muerte al difunto; 2º El que
la sido condenado, como autor o cómplice, a una pena de crimen por haber
voluntariamente herido o cometido violencia o vías de hecho que hubieren causado
la muerte del difunto aunque no hubiere tenido la intención de causarla."
Article 726. "Sont indignes de succéder et, comme tels, exclus de la succession:
1º Celui qui est condamné, comme auteur ou complice, á une peine criminelle
pour avoir volontairement donné ou tenté de donner la mort au défunt;
2º Celui qui est condamné, comme auteur ou complice, á une peine criminelle
pour avoir volontairement porté des coups ou commis des violences ou voies de
fait ayant entrainé la mort du défunt sans intention de la donner."
El Art. 727 nos señala las mismas figuras pero a las cuales se le aplica una pena
de simple delito, en cuyo caso, ya señalábamos, son conocidas por un tribunal
correccional. La expresión que emplea el inciso 1º es elocuente: "Podrán ser
declarados indignos", lo que demuestra que su operatoria no es automática.
1º Celui qui est condamné, comme auteur ou complice, á une peine correctionnelle
pour avoir volontairement donné ou tenté de donner la mort au défunt;
2º Celui qui est condamné, comme auteur ou complice, á une peine correctionnelle
pour avoir volontairement commis des violences ayant entrainé la mort du défunt
sans intention de la donner;"
101
el derecho de mantener o conservar la asignación. La indignité automatique pasa a
ser un efecto civil de la sanción penal o, si se quiere, una sanción civil legal
accesoria a la pena penal. En Bélgica el legislador ha ido aún más lejos en materia
de causales de indignidad. Mediante una ley que entró en vigencia el 21 de enero
de 2013 se int rodujo una modificación que establece que es indigno de suceder el
que ha sido reconocido culpable, sea como autor, coautor o cómplice, de la comisión
o tentativa de comisión sobre la persona del causante de algunas de las infracciones
penales siguientes: violación o atentados contra el pudor, golpes y lesiones,
envenenamiento o mutilación genital o de una abstención culpable. En todos estos
casos la indignidad se agrega automáticamente a la condena penal y así es
declarado por el juez en su fallo.
102
Art. 968. "Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios:
4º El que por fuerza o dolo obtuvo alguna disposición testamentaria del difunto, o
le impidió testar"
El bien jurídico superior que quiere proteger el legislador en este cuarto numeral
y que se repite luego en el siguiente es, sin dudas, la libertad de testar. En efecto,
si se analiza más detenidamente esta cuarta regla se advierte que ella es una
sola: impedir testar al causante, pues cuando se actúa violenta o fraudulentamente
sobre el causante para obtener alguna disposición a favor del asignatario, se le está
impidiendo testar en la forma que él hubiese querido. De lo anterior se colige que la
interpretación de la regla debe hacerse, a nuestro juicio, en forma extensiva, tal
como lo comprendían algunas hipótesis fácticas en Roma, considerando siempre
como fin del proceso interpretativo el bien jurídico que se quiere proteger. En efecto,
debería comprender el empleo tanto de la fuerza física como de la fuerza moral, sea
que se emplee por el propio asignatario o por un tercero en beneficio de aquel;
debería incluir tanto las maniobras dolosivas o halagos engañosos, como había
resuelto el emperador ADRIANO , sea que se verifiquen sobre el causante mismo o
sea que se empleen sobre la persona que debe escribir el testamento, tanto por el
asignatario o un tercero a su favor; en fin debería contemplar el empleo de la fuerza
o dolo, en los mismos términos anteriores, sobre la persona misma del causante
para impedirle testar o sobre la persona de los testigos del acto que faltando impiden
igualmente el otorgamiento del testamento o sobre el escribano que lo recibe.
Nos llama la atención que esta causal haya sido considerada una causa de
indignidad en circunstancias que, a todas luces, se trata de un acto prohibido que
ya había sido regulado, en sus efectos, por el propio Código en el Art. 966, por lo
que más bien se trataría de una causa de incapacidad.
Don Alfredo BARROS ERRÁZURIZ sostenía que esta causa de indignidad era de
orden público lo que impedía ser perdonada por el testador. En efecto señalaba este
autor que este carácter se le asigna "pues tiene por objeto evitar que se burlen las
104
disposiciones legales", por lo que proponía situarla con más propiedad entre las
incapacidades. Así lo sostenía también don Alejandro FUENZALIDA , al señalar que
esta causal "es de orden público i en contra del mismo testador, pues tiene por
objeto evitar que él burle las prohibiciones legales d e dejar sus bienes a personas
incapaces, causa por la cual el testador no puede perdonarlas, como no puede
evitar que sea capaz un incapaz ¿de qué habría servido establecer esa indignida d
si el testador pudiera remitirla?
Por eso llama la atención que esta causa se erija a pesar del texto del Art. 966
que declara nulas las asignaciones a favor de un incapaz hechas por interpósita
persona.
Art. 966. "Será nula la disposición a favor de un incapaz, aunque se disfrace bajo
la forma de un contrato oneroso o por interposición de persona."
Como sea, esta causal debemos relacionarla con la prohibición que le asiste al
albacea fiduciario (el que cumple un encargo secreto del testador) regulado en el
inciso 1 º del Art. 1314, que prescribe que este ejecutor testamentario para ejercer
esta función debe jurar ante el juez que el encargo no tiene por objeto hacer pasar
parte alguna de los bienes del causante a un incapaz o invertirla en un objeto ilícito.
Si el albacea es, además, asignatario e incumple con esta obligación, se hace
indigno de suceder al causante.
No son pocas las historias que aparecen en los noticiarios de televisión en donde
se descubre que una anciana o anciano abandonado por sus parientes y que muere
en la más absoluta indigencia sólo asistido por la piadosa buena voluntad de vecinos
y amigos, resultaba finalmente ser una persona acaudalada que mantenía grandes
sumas de dinero depositadas en los Bancos o era propietaria de fortunas inmuebles.
Descubierto el hecho, la repugnancia que provoca ver aparecer a los parientes
reclamando los bienes a pesar de haber abandonado al causante en vida y cuando
más lo necesitaba, nos explica perfectamente las razones que el legislador tuvo al
establecer esta causal en estudio.
Don Luis CLARO SOLAR señalaba que la expresión "destitución" que emplea el
legislador era sinónima de pobreza o indigencia. Don Alfredo BARROS ERRÁZURIZ por
su parte las hacía símiles de abandono o pobreza. Con ambos autores reducimos
la posibilidad de configurar la causal sólo a casos de privación de medios materiales
y a nuestro entender el legislador la emplea, como sinónima de privación de medios
materiales e inmateriales de subsistencia.
Don Andrés BELLO utiliza la misma palabra, lo que es lógico, en otra ocasión
(Art. 1208) al referirse a las causales de desheredamiento.
Por otro lado, el hecho que el legislador limite la causal a los consanguíneos hasta
el sexto grado inclusive, sería una consecuencia lógica de otra norma que extiende
el llamamiento a suceder a los parientes hasta ese mismo grado de parentesco
cuando el causante fallece intestado y no ha dejado cónyuge, hijos, ascendientes o
hermanos que le sucedan (Art. 992). Sin embargo, llama la atención que se descarte
de la regla a los cónyuges, probablemente por el hecho de no ser parientes, pero
los casos de abandono o destitución entre ellos son frecuentes y al no encontrarse
entre los parientes a los que se extiende la norma no caen bajo el manto de la
indignidad, salvo que ese abandono haya causado la separación judicial.
Por otro lado, la Ley Nº 14.908, sobre abandono de familia y pago de pensiones
alimenticias no establece que la contumacia en el incumplimiento del pago de la
obligación alimenticia acarree la indignidad del alimentante.
En fin, a pesar que el derecho a recibir alimentos se extiende hasta los hermanos,
es decir, que la obligación alimenticia sólo pesa hasta los colaterales en segundo
grado de consanguinidad, la circunstancia de extenderse la causal de indignidad
hasta los consanguíneos del sexto grado, grafica que el codificador quiso darle un
contexto de repudio social o moral más que jurídico al asignatario que abandona a
su causante en estado de necesidad.
107
silencio que hace sospechosa la conducta del heredero". Esta causa de indignidad
aparece tratada en el Art. 969 que pasamos a transcribir.
Art. 969. 6º "Es indigno de suceder el que siendo mayor de edad, no hubiere
acusado a la justicia el homicidio cometido en la persona del difunto, tan presto
como le hubiere sido posible.
Pero esta causa de indignidad no podrá alegarse, sino cuando constare que el
heredero o legatario no es cónyuge de la persona por cuya obra o consejo se
ejecutó el homicidio, ni es del número de sus ascendientes y descendientes, ni
hay entre ellos deudo de consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado
inclusive."
Hoy la causal de indignidad sólo excluye a los menores de edad, la que cesa, de
toda evidencia, desde que éstos dejan de serlo, cualquiera sea el sexo de los
menores.
108
La acusación , de conformidad con el Art. 248 del dicho Código, es el acto
procesal de la Fiscalía que se inserta dentro de una serie de prerrogativas que le
asisten al ente persecutor una vez cerrada la investigación, es decir, practicadas
todas las diligencias necesarias para la averiguación del hecho punible y sus
autores, cómplices o encubridores. La acusación sólo se formulará cuando el Fiscal
a cargo del caso o, en su caso, el Fiscal regional, estimare que la investigación
proporciona fundamento serio para el enjuiciamiento del imputado contra quien se
hubiere formalizado la misma.
En fin, al no haber fijado plazo el propio Código para "acusar a la justicia" el crimen
del causante, limitándose a expresar que el heredero o legatario lo hagan tan presto
como le fuere posible , la determinación de la oportunidad queda entregada
enteramente al juez de la causa, pues se trata de una cuestión de hecho que será
determinable en cada caso en concreto, sin que pueda proponerse un tiempo o
plazo medio para actuar.
Art. 970. 7º "Es indigno de suceder al impúber, demente, sordo o sordomudo que
no pueda darse a entender claramente, el ascendiente o descendiente que,
siendo llamado a sucederle abintestato, no pidió que se le nombrara un tutor o
curador, y permaneció en esta omisión un año entero: a menos que aparezca
haberle sido imposible hacerlo por sí o por procurador.
110
Si fueren muchos los llamados a la sucesión, la diligencia de uno de ellos
aprovechará a los demás. Transcurrido el año recaerá la obligación antedicha en
los llamados en segundo grado a la sucesión intestada.
Sostenía el profesor CLARO SOLAR que lo que sanciona la ley con esta causal de
indignidad es la inobservancia del asignatario de su "deber (...) de cuidar de la
persona y de los bienes [de sus parientes] absolutamente incapaces y necesitados
de su auxilio y protección". Varias preguntas hay que responder a fin de poder
configurar acertadamente la causal de indignidad en estudio.
Primera pregunta: ¿Cuáles son los parientes a los cu a les corresponde prestar la
protección y el auxilio que supone provocar el nombramiento de un guardador que
los proteja? La respuesta a esta primera interrogante nos definirá qué causante es
el que precisa la ley para configurar la causal.
Segunda pregunta: ¿Cuáles son los parientes a las que la ley impone observar el
cumplimiento de la causal? La respuesta a esta segunda interrogante nos definirá
qué asignatario es el que precisa la ley para configurar la causal.
En efecto, la obligación pesa sobre los llamados en primer grado por el tiempo de
un año, si dejan pasar el año sin provocar el nombramiento del guardador, quedan
excluidos por indignos y la obligación pasa a los sucesores en segundo grado.
Tercera pregunta. ¿Esta obligación pesa sobre los parientes llamados en tercer y
cuarto orden si los dos primeros dejan pasar el tiempo sin provocar el nombramiento
del guardador? Si la respuesta es negativa ello quiere decir que el Código clausura
en el segundo orden la extensión de la causal de indignidad. Si la respuesta es
positiva, quiere decir que la hace extensiva sucesivamente a los demás parientes
en los órdenes que siguen.
A nuestro entender, a pesar de ser la indignidad una sanción civil lo que hace que
debiera interpretarse restrictivamente y con ello clausurar la causal en el segundo
grado u orden de la sucesión intestada, es el fin de la regla la que debe guiar la
interpretación. Si este fin es sancionar la falta absoluta de preocupación del
asignatario hacia la persona que lo va a beneficiar, entonces la aplicación de la
causal debiera extenderse sucesivamente hasta los colaterales en el sexto grado
inclusive.
Con un ejemplo nos puede quedar más claro: Pensemos que fallece el padre en
estado de demencia sin que se le haya nombrado guardador. Debemos decidir a
quién se inhabilitará para suceder por causa de indignidad. Deberíamos concluir
que se inhabilita primeramente a los hijos, siempre que fueren mayores de edad y
capaces, y, si estuviere casado, además, a su cónyuge, siempre que todos éstos
hubieren dejado pasar un año sin haber provocado el nombramiento. Los siguientes
llamados a asumir la obligación y por el año siguiente, son los ascendientes de
grado de más próximo. Si el causante pasó en estado de demencia un tercer año,
se aplicaría la causal a sus hermanos y al cuarto a los demás colaterales hasta el
sexto grado inclusive.
Así lo que sostuvo en su tiempo don Luis CLARO SOLAR cuando expresaba que
"transcurrido el año recae la obligación, también por un año, en las personas
llamadas en segundo lugar a la sucesión intestada, y así sucesivamente mientras
se mantiene la causa que hace necesario el nombramiento de tutor o curador."
En otro orden de cosas, nos corresponde analizar las excusas que permiten no
caer en la causal de indignidad. Estas se contienen en la propia ley, como es
natural, y nos revelan la imposibilidad del asignatario llamado a hacerlo de poder
provocar el nombramiento. En efecto, la parte final del inciso 1º del Art. 970 exime
de la causal al asignatario, cuando aparece "que le ha sido imposible hacerlo por sí
o por procurador". Sabemos que es un principio general de Derecho que a lo
imposible nadie está obligado. La imposibilidad en la ejecución de un hecho, que
actúa en el campo contractual como eximente de responsabilidad, en derecho
sucesorio sirve como excusa para escapar de la indignidad. Esta excusa contempla
dos situaciones o hipótesis de aplicación.
La segunda nos revela que aquellos que siendo capaces se hallaban, sin
embargo, impedidos de hacerse cargo del cuidado del incapaz, como cuando el
asignatario no se encontraban en el país o se hallaban físicamente inhabilitado para
dar dicha protección.
En fin, la regla contiene dos situaciones más en relación, esta vez, con una suerte
de saneamiento o purga que se produce de la causal, a pesar de encontrarse el
asignatario en los presupuestos que la ley requiere para configurar la indignidad.
Art. 971. 8º "Son indignos de suceder el tutor o curador que nombrados por el
testador se excusaren sin causa legítima.
Las causas legítimas para excusarse de servir el cargo de tutor o curador pueden
ser revisadas por el lector en el Tomo V de estas Explicaciones.
Por otro lado, esta norma también contempla excepciones que permiten no caer
en la causal de indignidad. En efecto, por un lado, el inciso 3º del Art. 971, a pesar
de la causal de indignidad protege al asignatario forzoso pero sólo por
el quantum de su legítima o asignación. En lo demás que se le haya asignado es
excluido de la herencia por indigno. Y por otro lado, el hecho de entrar a servir la
guarda, a pesar de haber sido desechada por el juez la excusa, permite al
asignatario escapar de la indignidad.
Art. 971 inciso 2º "El albacea que nombrado por el testador se excusare sin probar
inconveniente grave, se hace igualmente indigno de sucederle."
Art. 1277. "El albacea nombrado puede rechazar libremente este cargo.
115
Art. 971 cae en la indignidad el albacea que se excusa sin la misma prueba
requerida.
En el primer caso, exige la ley una conducta negativa precisa, el rechazo del
cargo , que significa no querer asumirlo. En el segundo caso la excusa no revela
necesariamente la no querencia de asumir el cargo sino el impedimento de hacerlo.
116
En fin y en otro orden de cosas, el tratamiento que el Código dio al albacea que
dimite con causa legítima es un poco diferente al que dispuso para el guardador que
se excusa de la misma forma. En efecto, al albacea que entra a servir el cargo pero
luego renuncia a él por causa legítima, la ley lo priva de una parte proporcional de
la asignación que se le hizo en recompensa del servicio. Si el albacea al mismo
tiempo era asignatario se concluye que, sea que rechace o se excuse legítimamente
a servir el cargo o dimita legítimamente después, lleva íntegra su asignación. Lo
anterior podemos concluirlo del Art. 1278.
La dimisión del cargo con causa legítima le priva sólo de una parte proporcionada
de la asignación que se le haya hecho en recompensa del servicio."
Art. 1300. "Será removido [el albacea] por culpa grave o dolo, a petición de los
herederos o del curador de la herencia yacente, y en caso de dolo se hará indigno
de tener en la sucesión parte alguna, y además de indemnizar de cualquier
perjuicio a los interesados, restituirá todo lo que haya recibido a título de
retribución."
Es así que el artículo 1301 del Código Civil dispone que: "Se prohíbe al albacea
llevar a efecto ninguna disposición del testador que fuere contraria a las leyes, so
pena de nulidad, y de considerársele culpable de dolo."
El artículo 412 del código de marras dispone que: "Por regla general, ningún acto
o contrato en que directa o indirectamente tenga interés el tutor o curador, o su
cónyuge, o cualquiera de sus ascendientes o descendientes, o de sus hermanos,
o de sus consanguíneos o afines hasta el cuarto grado inclusive, o alguno de sus
socios de comercio, podrá ejecutarse o celebrarse sino con autorización de los
otros tutores o curadores generales, que no estén implicados de la misma manera,
o por el juez en subsidio."
Art. 1327. "El partidor no es obligado a aceptar este encargo contra su voluntad;
pero si, nombrado en testamento, no acepta el encargo, se observará lo prevenido
respecto del albacea en igual caso."
Art. 1329. "La responsabilidad del partidor se extiende hasta la culpa leve; y en el
caso de prevaricación, declarada por el juez competente, además de estar sujeto
a la indemnización de perjuicio, y a las penas legales que correspondan al delito,
se constituirá indigno conforme a lo dispuesto para los ejecutores de últimas
voluntades en el artículo 1300."
En efecto, el Libro Segundo del Código penal, titulado "Crímenes y simples delitos
y sus penas", lo consigna en el Título V "De los crímenes y simples delitos
cometidos por empleados públicos en el desempeño de sus cargos",
específicamente en el Párrafo 4º "Prevaricación", pero sin definirlo.
Lo primero que puede llamar la atención del lector es que se le aplique el tipo
penal al Partidor que no es un empleado público, es un juez privado. Sin embargo,
al ser el Código civil un a ley que hace aplicable el tipo al Partidor y además por
cumplir el juez privado una función pública, cu a l es la de administrar justicia y en
tal carácter someterse a la superintendencia correctiva, disciplinaria y económica
de la Excma. Corte Suprema, la calidad de sujeto activo del delito se confirma
plenamente.
Del juicio penal de prevaricación que se entable contra el Partidor debe obtenerse
la sentencia de condena, la que le impondrá las penas penales aplicables al delito,
las indemnizatorias civiles (si fueran allí deducidas) y, creemos plausible también la
accesoria de indignidad, con lo cual podría operar automáticamente, sin necesidad
de una reforma al respecto.
Lo que nos resta por dilucidar es si la expresión "se constituirá indigno conforme
a lo dispuesto para los ejecutores de últimas voluntades en el artículo 1300", tiene
el alcance de obligar al Partidor a restituir los honorarios que le hayan sido pagados
por su encargo, tal como le impone al albacea a quien obliga a restituir todo lo que
haya recibido a título de retribución.
Creemos que sí, pues el reenvío que hace el Art. 1329 al Art. 1300 es general y
lo bastante amplia como para hacer perder lo recibido a título de honorarios por la
120
Partición. De sostener lo contrario, la causa de la retención de ese honorario se
tornaría ilícita.
15 8 . SITUACIÓN DEL MENOR QUE SE CASA SIN EL ASENSO o LICENCIA DEL LLAMADO A
OTORGARLA. Regulada en el Art. 114, ya tuvimos la oportunidad estudiarla en otro
volumen de estas Explicaciones. En efecto, antes de cumplir la mayoría de
edad (18 años) se tiene capacidad para contraer matrimonio a partir de los 16 años
pero autorizado por las personas que la ley señala. Así lo prescribe el Art. 105.
Art. 105. "No podrá procederse a la celebración del matrimonio sin el asenso o
licencia de la persona o personas cuyo consentimiento sea necesario según las
reglas que van a expresarse, o sin que conste que el respectivo contrayente no
ha menester para casarse el consentimiento de otra persona, o que ha obtenido
el de la justicia en subsidio."
Art. 114. "El que no habiendo cumplido dieciocho años se casare sin el
consentimiento de un ascendiente, estando obligado a obtenerlo, podrá ser
desheredado, no sólo por aquel o aquellos cuyo consentimiento le fue necesario,
sino por todos los otros ascendientes.
Otra cosa es que, a nuestro juicio, esta conducta del menor trae consigo una
sanción extremadamente grave y desproporcionada, no sólo por el hecho que se
hace extensiva a todos los ascendientes y no exclusivamente a aquel que es
llamado a asentir el matrimonio del menor, sino porque el tratamiento es más
gravoso a pesar que la falta no es más censurable que para otros casos. Pensemos
en la recién estudiada indignidad que se produce cuando el pariente no protegió al
impúber, demente o sordo o sordomudo pidiéndole que se le nombrara guardador,
la indignidad cesa cuando el primero llega a la pubertad o los otros se rehabilitan,
asumiendo la administración de sus bienes. ¿Por qué no hacer cesar la indignidad
del menor cuando llega a la mayoría de edad manteniendo el estado de casado?
Creemos simplemente que se trata de una reminiscencia de la familia patriarcal
extremadamente negadora y discriminadora de la situación de los que se
encontraban bajo la jerarquía del pater. Otro asunto más a repensar en miras de
una necesaria modernización de nuestro derecho sucesorio.
15 9 . SITUACIÓN DEL VIUDO (A ) o ANULADO QUE SE CASA SIN INVENTARIAR LOS BIENES
DE LOS MENORES QUE TIENE BAJO su PATRIA POTESTAD . Lo que esta causa de
indignidad pretende es sancionar el perjuicio que pudiere causarse al menor
producto de la confusión patrimonial que trae consigo el no inventariar sus bienes
antes de contraer su padre o madre nuevas nupcias. Esta obligación, se estudió
también en otro volumen de estas Explicaciones , con ocasión del análisis de los
impedimentos impedientes para contraer matrimonio, por lo que remitimos al lector
a ese estudio.
Art. 127. "El viudo o divorciado o quien hubiere anulado su matrimonio por cuya
negligencia hubiere dejado de hacerse en tiempo oportuno el inventario prevenido
122
en el artículo 124, perderá el derecho de suceder como legitimario o como
heredero abintestato al hijo cuyos bienes ha administrado."
Art. 994 inciso 1º. "El cónyuge separado judicialmente, que hubiere dado motivo
a la separación por su culpa, no tendrá parte alguna en la herencia abintestato de
su mujer o marido."
123
16 2 . SITUACIÓN DEL PADRE o MADRE CUYA PATERNIDAD o MATERNIDAD FUE
ESTABLECIDA CONTRA SU VOLUNTAD . Señalábamos recién que resultaría bastante
inexplicable sino inmoral permitir que aquellos progenitores que hicieron todo lo
posible por desconocer la paternidad del hijo puedan finalmente ser premiados con
el derecho a sucederle. La exclusión de los padres de la sucesión del hijo que sólo
pudo ser reconocido después de vencer en juicio a sus progenitores, se erige como
sanción a un actuar repudiable. Esta conducta asimilable se encuentra regulada en
el Art. 994 inciso 2º en relación con el Art. 203.
Art. 994 inciso 2º. "Tampoco sucederán abintestato los padres del causante si la
paternidad o maternidad ha sido determinada judicialmente contra su oposición,
salvo que mediare el restablecimiento a que se refiere el artículo 203."
Sin embargo, se restituirán al padre o madre todos los derechos de los que está
privado, si el hijo, alcanzada su plena capacidad, manifiesta por escritura pública
o por testamento su voluntad de restablecerle en ellos. El restablecimiento por
escritura pública producirá efectos desde su subinscripción al margen de la
inscripción de nacimiento del hijo y será irrevocable. El restablecimiento por acto
testamentario producirá efectos desde la muerte del causante."
El inciso 2º del Art. 994, fue introducido por la Ley 19.947 del año 2004, por lo que
no tiene antecedentes históricos a los que recurrir, y lo mismo puede decirse del Art.
203 introducido por la Ley Nº 19.585 de 1998. Lo que hay que resaltar es la
automaticidad que imprimen estas leyes a la declaración de indignidad que evitan
la apertura de un juicio de indignidad y la extensión, aguas abajo, que se da a la
misma, ya que hace extensiva la indignidad a la sucesión de los descendientes del
hijo reconocido forzadamente.
En efecto, por un lado, la ley exige que dentro del juicio de filiación se pronuncie
el juez expresamente en la sentencia sobre la privación de derechos de los padres,
imponiendo la publicidad de la decisión al obligar a dejar constancia en la
subinscripción correspondiente. Y, por otro lado, automatiza la sanción consistente
en la privación de todos los derechos, como un efecto que opera de pleno
derecho, ipso iure o por el s o lo ministerio de la ley, respecto de la persona y bienes
del hijo o de sus descendientes.
124
Para finalizar, hacemos notar al lector que estas nuevas leyes privaron, además,
al padre o madre no rehabilitados de su calidad de legitimarios, tal como lo establece
el inciso final del Art. 1182, e inexplicablemente también la extendieron a los
ascendientes de los padres recalcitrantes.
Art. 1182 inciso final. "No serán legitimarios los ascendientes del causante si la
paternidad o la maternidad que constituye o de la que deriva su parentesco, ha
sido determinada judicialmente contra la oposición del respectivo padre o madre,
salvo el caso del inciso final del artículo 203. Tampoco lo será el cónyuge que por
culpa suya haya dado ocasión a la separación judicial."
Dado que las sanciones que trae aparejada la condena por el establecimiento
forzado de la filiación son graves en materia sucesoria ¿no será aconsejable, a fin
de escapar de la indignidad, y convencidos que inevitablemente será establecida la
filiación, reconocer voluntariamente al hijo demandante antes de la dictación de la
sentencia definitiva?, dicho de otro modo ¿ c uál es la extensión que debe dársele
al hecho de determinarse judicialmente la filiación (paternidad o maternidad) contra
la oposición del respectivo padre o madre?, ¿Habrá que entenderse que se refiere
al simple hecho de incoarse la acción de reclamación respectiva o al hecho de
haberse terminado el juicio con la sentencia que establece la filiación? Un
interesante fallo de 2001 de la Corte de Apelaciones de Concepción tuvo la
oportunidad de pronunciarse sobre estas interrogantes.
4. Que resulta contradictoria la sentencia que, por una parte, acoge la demanda
de acción de reclamación de filiación no matrimonial, que es un reconocimiento
forzado y, por la otra, declara que el demandado es padre del demandante por
reconocimiento voluntario y que, por tener ese carácter, no ordena la
subinscripción de la sentencia al margen de la inscripción de nacimiento del hijo,
ni priva al padre de la patria potestad ni de todos los derechos que por el ministerio
de la ley se le confieren respecto de la persona y bienes del hijo o de sus
descendientes.
5. Que existen decisiones contradictorias cuando las que contiene el fallo son
incompatibles entre sí, de manera que no puedan cumplirse simultáneamente,
pues interfieren unas con otras (Corte Suprema, 11 de abril de 1990, RDJ, t. 87,
sec. 5 a , pág. 9).
6. Que pueden los tribunales invalidar de oficio las sentencias cuando los
antecedentes del recurso manifiesten que ellas adolecen de vicios que dan lugar
a la casación en la forma, en el caso de autos, en contener la sentencia decisiones
contradictorias.
Redacción del Ministro señor Fidel Henríquez S. (Ministros. Fidel Henríquez S.,
Mario Romero G., Sergio Tapia E.)"
Art. 219. "A ninguno de los que hayan tenido parte en el fraude de falso parto o
de suplantación, aprovechará en manera alguna el descubrimiento del fraude, ni
aun para ejercer sobre el hijo los derechos de patria potestad, o para exigirle
alimentos, o para suceder en sus bienes por causa de muerte.
127
Conviene precisar antes de seguir avanzando quiénes son legitimados activos en
el juicio de indignidad , esto es, quiénes pueden encontrarse interesados en la
exclusión del heredero o legatario indigno.
Art. 1238. "Los acreedores del que repudia en perjuicio de los derechos de ellos,
podrán hacerse autorizar por el juez para aceptar por el deudor. En este caso la
repudiación no se rescinde sino en favor de los acreedores y hasta concurrencia
de sus créditos; y en el sobrante subsiste."
Expresaba, con acierto, don Alejandro FUENZALIDA que "la indignidad, a diferencia
de la incapacidad, sólo produce una acción de rescisión para escluir al indigno de
la herencia o legado adquiridos: indignus potest copere, non retiñere. Por esta
causa es que no produce efecto alguno, si no es declarada en juicio, a instancias
de cualquiera de los interesados. Antes de esta declaración el indigno es poseedor,
i en virtud de esta posesión purga el vicio de la indignidad en diez años [hoy en 5
años], (. .. ) " .
128
Ahora bien, como sería muy rara la situación en que el indigno convenza que
desconocía que le afectaba la indignidad, generalmente será considerado ab
initio como poseedor de mala fe, esto es desde que entra en posesión de la
asignación, pues lo hace a sabiendas de la indignidad.
Otro efecto no expresado en el artículo pero que es evidente , se produce con las
obligaciones en las que el indigno hubiese sido deudor del causante. Declarada la
indignidad no opera la confusión, lo que hace que "revivan" todas estas deudas.
Hay diferencias evidentes entr e unas y otras, sin embargo estas diferencias no
son absolutas pues admiten en varios casos ya revisados excepciones.
Resumamos:
4º. Consecuencia de esta última es que la incapacidad no puede ser remitida por
el testador, la indignidad sí, salvo los casos de excepción.
129
3º. Los deudores hereditarios o testamentarios no podrán oponer al que les exija
el cobro de un crédito la excepción de incapacidad o indignidad, tal como lo vimos
al comienzo del estudio de las indignidades.
130
libanés Ibrahim NAJJAR , autor de una estupenda tesis doctoral en Francia "Le droit
d'option, contribution à l 'étude du droit potestatif et de l'acte unilatéral que nos
enseña que el derecho de opción "permite por un acto unilateral de voluntad,
modificar una situación jurídica incierta, a través de una alternativa precisa y
previsible."
Si releemos el Art. 1437 que nos expone las fuentes de GAIUS para las
obligaciones recordaremos que "las obligaciones nacen, (...) ya de un hecho
voluntario de la persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o
legado y en todos los cuasicontratos (...)", lo que en su época valió que se asimilara
la aceptación o repudiación a un cuasicontrato, sin embargo ya tuvimos la
oportunidad de ver que esta frase consigna solamente el hecho voluntario como
fuente de las obligaciones. Lo relevante es la confirmación de que es la voluntad del
deudor la que hace nacer las obligaciones que la calidad de heredero o legatario
impone.
131
voluntad de tomar la calidad de heredero o de legatario y contraer las obligaciones
que estos títulos llevan consigo."
Art. 1241. "La aceptación de una herencia puede ser expresa o tácita. Es expresa
cuando se toma el título de heredero; y es tácita cuando el heredero ejecuta un
acto que supone necesariamente su intención de aceptar, y que no hubiera tenido
derecho de ejecutar, sino en su calidad de heredero".
Art. 1242. "Se entiende que alguien toma el título de heredero, cuando lo hace en
escritura pública o privada, obligándose como tal heredero, o en un acto de
tramitación judicial."
Como sea, la regla del Art. 1242 recién transcrita nos permite deducir que los
siguientes son actos en donde se tomaría el título de heredero:
133
2º. Cuando el asignatario solicita la dación de la posesión efectiva para él y/o para
los demás asignatarios.
Aunque de la lectura del Art. 1227 el lector podrá sentirse contrariado, sostenemos
y trataremos de convencerlo más adelante que la aceptación bajo benefici o de
inventario constituye una aceptación condicional de la asignación, cuyo fin es
proteger el patrimonio del asignatario cuando se está en presencia de una damnosa
hereditas.
134
Nuestro legislador, probablemente con s ciente de este problema, nos entregó
ejemplos de situaciones que permiten deducir la intención de aceptar, como
aquellas que consigna el Art. 1230 o el Art. 1244. Luego veremos que la
incertidumbre persiste a pesar del esfue rzo del codificador .
Art. 1230. "Si un asignatario vende, dona, o transfiere de cualquier modo a otra
persona el objeto que se le ha deferido, o el derecho de suceder en él, se entiende
que por el mismo hecho acepta."
Art. 1244. "La enajenación de cualquier efecto hereditario, aun para objetos de
administración urgente, es acto de heredero, si no ha sido autorizada por el juez
a petición del heredero, protestando éste que no es su ánimo obligarse en calidad
de tal."
Don Alfredo BARROS ERRÁZURIZ sostenía que la regla del Art. 1230 era sólo
aplicable a los legatarios (ya que habla "del objeto que se le ha deferido", lo que
demuestra que se dirige a un asignatario a título singular), mientras la del
Art. 1244 lo era para los herederos. Sobre esta última expresaba que al emplear la
palabra "enajenación" ello implicaba tener la facultad de transferir el dominio de la
cosa y esto no podía hacerlo sino el asignatario que aceptaba, pues a partir de ese
momento se hacía dueño de ella. De lo anterior colegía que también constituían
actos de heredero y por lo mismo aceptación tácita de la asignación "el hipotecar
los bienes hereditarios o constituir sobre ellos servidumbres, usufructo o uso, pues
es preciso ser dueño para poder hacer tales actos; el demandar la nulidad de un
contrato hecho por el difunto o transigir con los legatarios o acreedores o contestar
una demanda entablada contra el difunto o contra él mismo como heredero o usar
contra un extraño o contra sus coherederos, de las acciones de petición de herencia
o de partición, porque todos estos actos suponen que se mira la herencia como
propia; el mudar la forma de las propiedades o edificios o cortar los árboles o pagar
los legados o hacer donación o venta de todos o parte de los derechos hereditarios,
porque en todos esos casos se ha obrado como propietario, ya que nadie tiene
facultad para disponer sino de las cosas que le pertenecen."
La sola lectura de los actos que considera este ilustre profesor como propios del
heredero que ha aceptado la herencia abre un mar de dudas.
135
En efecto, usando un par de ejemplos del profesor BARROS ERRÁZURIZ , podemos
graficar lo difícil de esta delimitación. ¿Cómo calificaríamos el corte de l os árboles
que hace el asignatario cuando éstos amenazan de ruina no sólo d el propio
inmueble de la sucesión sino también los inmuebles vecinos?, ¿Cómo calificar la
venta de todas las especies muebles perecibles que se encontraban en poder del
causante a su muerte y que de no haber sido vendidas se hubiesen deteriorado o
perdido? Y si se trata de contestar demandas ¿cómo calificaríamos la demanda de
cobro que se contesta oponiendo la excepción de prescripción, o la contrademanda
o demanda reconvencional que se deduce para alegar la prescripción adquisitiva o
aquella que se interpone para interrumpir una prescripción que corre en contra de
la sucesión? En fin, el asignatario que enajena algunos efectos hereditarios para
pagar los funerales del causante ¿se entiende que acepta tácitamente la herencia?
La solución que nos da el Código para no dejar dudas que el acto de enajenación
no representa la voluntad de aceptar es inaplicable e inapropiada precisamente
cuando se trata de actos urgentes de administración o medidas conservativas. El
Código nos dice, en concreto, que no se salva la responsabilidad del asignatario por
la enajenación "si no ha sido autorizada por el juez a petición del heredero,
protestando éste que no es su ánimo obligarse en calidad de tal." Imaginemos lo
ineficiente que resultaría considerando lo que tardaría naturalmente un juez sólo en
entrar a conocer de una solicitud de autorización para vender objetos perecibles
próximos a deteriorarse o destruirse. La solución la tomaba A. BELLO del Código civil
francés original. A nuestro entender, el fin de la norma es que el asignatario no deje
dudas que no es su intención tomar el título de heredero cuando realiza los actos
de mera conservación o de administración, y si ello es así, no habría razón para
admitir una declaración de ese tipo, por ejemplo, en el mismo acto o contrato en que
conste la enajenación o ante un Ministro de fe pública, como un Notario. De un fallo
de la Iltma. Corte de Valparaíso de 2011 se puede llegar a sostener que ni siquiera
es necesario un acto jurídico del asignatario para configurar la aceptaci ón tácita,
basta un hecho de él, como lo es la simple o cupación de un inmueble de la sucesión
pues ello importa aceptación tácita para dicho tribunal. En efecto sostiene la Corte
porteña que "se deduce inequívocamente, que la demandada de autos (...), en su
calidad de hija del causante don (...) aceptó tácitamente la herencia de su padre, en
los términos señalados en el Art. 1241 del Código civil, al ejecutar actos, como
ocupar la aludida propiedad que suponen necesariamente su intención de aceptar
y que no hubiere tenido derecho a ejecutar, sino en su calidad de heredera."
Puede que las circunstancias del caso concreto ameritaran una declaración de
ese tipo, sin embargo a nuestro entender no es recomendable extender este criterio
con un alcance general, pues del fallo puede aparecer plausible suponer "intención
de aceptar" en aquel o aquella que actúa con "conocimiento de su calidad de
136
sucesora del causante", pues quien actúa con ese conocimiento puede realizar
actos que no hubiera podido ejecutar sin ese conocimiento, pero que no permiten
deducir su intención inequívoca de aceptar la herencia. Pongamos un ejemplo
concreto para comprender mejor.
Imaginemos que Juanita, hija de Pedro, que no ignora ese vínculo de filiación ni
la muerte de su padre ni la propiedad de un inmueble que le pertenecía, toma la
medida conservativa urgente de ocupar el inmueble abandonado pues está
expuesto a ser ocupado por antisociales que acostumbran a prender fogatas en su
interior. La intención de Juanita al ocupar el inmueble es evitar la ocupación de éste
por terceros y su consiguiente destrucción. Lo hace como una medida urgente e
imperiosa. ¿Puede entenderse que ese simple hecho de ocupar el inmueble
hereditario haga suponer aceptación de la herencia? Creemos que no, pero a fin de
evitarnos problemas podríamos aconsejar a Juanita, en un primer momento,
concurrir a una Notaría y levantar una declaración jurada donde exprese que con
ese actuar no es su ánimo obligarse como heredera. En un segundo momento,
nuestro consejo será acudir al juez para que sea autorizada para ello.
En Francia, como decíamos, el Code dispuso a partir de la reforma del 2006 dos
artículos que definen estos límites. El primero es el Art. 783, que reproducimos a
137
continuación, se refiere a toda cesión de derechos hereditarios a cualquier título que
se haga (gratuito u oneroso), comprendiendo incluso la renuncia que se hace a favor
de alguno o de todos los herederos que serían llamados después de él. Estos actos
son actos de heredero y constituyen aceptación tácita y corresponden, más o
menos, a nuestro Art. 1230.
Article 783. "Toute cession, á titre gratuit ou onéreux, faite par un héritier de tout
ou partie de ses droits dans la succession emporte acceptation pure et simple. II
en est de même :
El segundo , el Art. 784 que reemplaza el antiguo Art. 779 que era idéntico a
nuestro Art. 1243, se refiere a los actos meramente conservativos, de inspección o
de administración provisoria, que no implican aceptación tácita de la asignación.
Tout autre acte que requiert l'intérêt de la succession et que le successible veut
accomplir sans prendre le titre ou la qualité d'héritier doit être autorisé par le juge.
Sont réputés purement conservatoires:
1º Le paiement des frais funéraires et de dernière maladie, des impôts dus par le
défunt, des loyers et autres dettes successorales dont le règlement est urgent;
Sont réputés être des actes d'administration provisoire les opérations courantes
nécessaires á la continuation á court terme de l'activité de l'entreprise dépendant
de la succession. Sont également réputés pouvoir être accomplis sans emporter
acceptation tacite de la succession le renouvellement, en tant que bailleur ou
preneur á bail, des baux qui, á défaut, donneraient lieu au paiement d'une
indemnité, ainsi que la mise en œuvre de décisions d'administration ou de
disposition engagées par le défunt et nécessaires au bon fonctionnement de
l'entreprise."
138
Como se aprecia, este artículo contiene un listado de actos que se presumen
meramente conservativos o de administración provisoria, y que realiza el
asignatario saisi o en posesión de la herencia, a u n cuando en ellos toma (y debe
hacerlo) el título o la calidad de heredero.
2. La percepción de los frutos o rentas que producen los efectos hereditarios o los
que se obtienen de la venta de bienes perecibles, siempre que se pruebe que los
fondos han sido destinados a extinguir la deudas señaladas anteriormente o han
sido depositados en poder de un Notario o consignados.
Nuestro Código, por el tenor del Art. 1244, ni siquiera entrega a la apreciación
soberana del juez la posibilidad de excluir algunos actos de enajenación de efectos
hereditarios para objetos de administración urgente, pues los considera actos de
heredero. En Chile sólo podemos evitar que nuestros actos de mera conservación
o de administración provisoria urgente sean considerados aceptación tácita,
haciéndonos autorizar por el juez, protestando que no es nuestro ánimo obligarnos
como herederos.
139
Sabemos, sin embargo, que si la asignación estaba sujeta a una condición
suspensiva, ésta no se entiende deferida sino cuando la condición se cumple, de
modo tal que la aceptación sólo podrá tener lugar desde ese momento, a menos
que se d é cauci ón de restitución por el asignatario para el caso que no se cumpla
la condición de no hacer que dependa de la sola voluntad del asignatario, en cuyo
caso podrá aceptarse desde el fallecimiento del causante. Así lo confirma el Art.
1226 inciso 1º en relación con el Art. 956 ya estudiado.
Art. 1226 inciso 1º. "No se puede aceptar asignación alguna, sino después que se
ha deferido."
Art. 1229. "Se puede aceptar una asignación y repudiar otra; pero no se podrá
repudiar la asignación gravada, y aceptar las otras, a menos que se defiera
separadamente por derecho de acrecimiento o de transmisión, o de substitución
vulgar o fideicomisaria; o a menos que se haya concedido al asignatario la facultad
de repudiarla separadamente."
140
habría problemas entonces que Juanita, por ejemplo, repudie el legado y acepte la
herencia.
141
expresa, de su real y libre voluntad de no querer la asignación deferida; sin
embargo, en ciertos casos esta renuncia no se manifiesta en forma alguna sino que
se presume a partir del silencio que guarda del asignatario. Ese valor del silencio es
excepcional pues no vale aceptación sino precisamente lo contrario, vale
repudiación. Como sea que sea vista, la repudiación es un acto preferentemente
formal y esto es relevante pues las consecuencias de la renuncia son tan
importantes como la aceptación misma, sobre todo para los acreedores tanto
hereditarios como testamentarios, como veremos más adelante. Al igual que la
aceptación (aunque ésta reconoce como excepción el beneficio de inventario), la
repudiación es un acto puro y simple que no puede estar sujeto a condición o plazo,
pues estas modalidades afectarían el derecho de los acreedores que no podrían
hacer exigibles sus derechos sino cumplida la condición o vencido el plazo. Además,
es expresa, aunque excepcionalmente puede ser presunta. Nunca, en todo caso,
será tácita. Esto nos lleva al estudio de las clases de repudiación.
142
Art. 1233. "El asignatario constituido en mora de declarar si acepta o repudia, se
entenderá que repudia."
Este plazo de 40 días, según se extrae de las clases de don Leopoldo URRUTIA ,
don Clemente FABRES y don Tomás RAMÍREZ , apuntadas por C .R.B. y L .I .S.A.,
"corresponde al plazo que, para deliberar, tenían los romanos." Agregaban estos
apuntadores que "se concibe que es muy justo conceder ese plazo con las
facultades anexas que establecen los incisos 2º y 3º, pues de otro modo el heredero
aceptaría ó repudiaría á ciegas, sin saber que su aceptación ó repudiación le fuese
conveniente ó perjudicial."
Art. 1226. "No se puede aceptar asignación alguna, sino después que se ha
deferido.
144
embargo exigírselas al curador de herencia yacente, al albacea, o a aquellos
herederos que ya hayan aceptado la herencia.
Art. 722 inciso 2º. "El que válidamente repudia una herencia se entiende no
haberla poseído jamás."
145
18 4 . PARA EJERCER EL DERECHO DE OPCIÓN o LA LIBERTAD DE ACEPTAR o REPUDIAR
ES NECESARIO SER CAPAZ . La capacidad es la regla general en materia patrimonial y
el derecho sucesorio forma parte de él, y particularmente en materia de aceptación
o repudiación de asignaciones pues los efectos que ellas producen son
trascendentales, no sólo porque comprometen patrimonialmente el interés del
propio asignatario que ejerce su derecho de opción sino también el de terceros. La
sola aceptación de la asignación hace responsable al heredero del pago de las
deudas tanto hereditarias como testamentarias, la repudiación de la misma impide
al asignatario que goce de las ventajas de la asignación, pero lo exonera de sus
cargas.
De ahí que la regla general sea que para poder aceptar o repudiar se requiera ser
plenamente capaz de contratar. Ergo , los asignatarios incapaces absolutos o
relativos no pueden aceptar o repudiar por sí solos sino representados, en el primer
caso o representados y/o autorizados por su representante legal en el segundo. Sin
autorización o representación, un incapaz no puede aceptar ni a u n cuando lo haga
con beneficio de inventario. Así lo prescriben los incisos 2º a 4º del Art 1225.
Sin embargo, tanto los representantes legales de los incapaces como el marido
jefe de la sociedad conyugal, tampoco son enteramente libres de aceptar o repudiar
por sus representados, pues la ley les impone ciertas medidas de protección o
vigilancia de los intereses de sus protegidos, como pasamos a revisar.
146
1º. El marido jefe de la sociedad conyugal no puede aceptar o repudiar la
asignación hecha a su mujer sino con autorización previa de ésta, dada u otorgada
en la forma que se expresa en los dos últimos incisos del Art. 1749.
Esto significa que el marido debe cuidar que la autorización de su mujer sea
específica y otorgada por escrito, o por escritura pública si el acto exigiere esta
solemnidad, o interviniendo expresa y directamente de cualquier modo en el mismo.
Se permite, sin embargo, que la mujer otorgue mandato especial para la
autorización, pero debe constar por escrito o por escritura pública según el caso.
Sólo cuando la mujer negare sin justo motivo su autorización, el marido podrá
recurrir a la justicia para hacerse autorizar y el juez que la conceda deberá otorgarla
con conocimiento de causa y previa audiencia a la que será citada la mujer.
Finalmente, podrá intervenir el juez para suplir la autorización de la mujer cuando le
afecte a ésta algún impedimento, como el de menor edad, demencia, ausencia real
o aparente u otro, y siempre que de la demora se siguiere perjuicio.
3º. Tratándose del padre o madre que ejerzan la patria potestad del hijo menor de
edad, les está prohibido aceptar o repudiar las asignaciones que se hagan a éste,
sin cumplir con las mismas exigencias hechas a los guardadores.
Art. 1231 inciso 1º. "El heredero que ha substraído efectos pertenecientes a una
sucesión, pierde la facultad de repudiar la herencia, y no obstante su repudiación
permanecerá heredero; pero no tendrá parte alguna en los objetos substraídos."
Art. 1231 inciso 2º. "El legatario que ha substraído objetos pertenecientes a una
sucesión, pierde los derechos que como legatario pudiera tener sobre dichos
objetos, y no teniendo el dominio de ellos será obligado a restituir el duplo."
148
Este inciso es complejo pues incluye una serie de hipótesis que conviene definir.
En una primera lectura pareciera que la ley sólo se refiere al caso en que el legatario
sustrajere efectos de la sucesión dentro de los cuales se encuentran los asignados.
En este escenario, la ley condena al asignatario de especie, en lo que se refiere a
la especie legada, a restituirla y le impone, además, la pérdida de los derechos
sobre ella; en cuanto a las cosas sustraídas no legadas (sobre las que no tiene el
dominio) la condena consiste en restituirlas dobladas. Para el asignatario de género,
en cambio, la condena es una sola pues aunque haya sustraído sólo cosas del
género legado no es dueño de ellas, en consecuencia, la sanción se reduce a la
restitución del duplo de lo sustraído, pero sin perder aparentemente su derecho a la
asignación.
Piénsese en una de ellas, la del legatario que sabe que el causante le ha legado
el automóvil que éste poseía en vida. Toma sólo la cosa en cuestión sin solicitar
autorización de los herederos o no la restituye a requerimiento de éstos. Los
herederos pueden o no ignorar que se le ha hecho la asignación al legatario, pero
igualmente denuncian la sustracción. ¿Será razonable que el legatario devuelva
aquello que es de su propiedad y pierda todos sus derechos sobre él? Sabemos
que el legatario de especie se hace dueño de la cosa legada por sucesión por causa
de muerte, mientras el de género una vez que los herederos o el ejecutor
testamentario se las tradite. ¿Por qué y a qué título habría de devolver el legatario
de especie la cosa que ya es suya? Si el fin de la ley es sancionar la substracción
de la cosa, en el caso del legatario de especie esa sanción carecería de causa pues
no se sustrae lo que es propio. S i , en cambio, el legatario de especie sólo sustrae
cosas que no se le han legado ¿es razonable que la sanción sólo consista en
restituir el duplo de lo sustraído y no sancionarlo con la pérdida de la cosa legada?
El Código al menos pareciera considerarlo razonable.
1 90 . ¿EXIGE
EL CÓDIGO QUE LA SUBSTRACCIÓN DE EFECTOS HEREDITARIOS TANTO
POR EL HEREDERO COMO POR EL LEGATARIO SEA DOLOSA o AL MENOS CULPOSA ? El
Código no exige, al menos en este artículo, que el heredero o legatario hayan tenido
la intención positiva de dañar a la sucesión o a los demás asignatarios o terceros,
al substraer efectos heredi tarios, como sí lo ha exigido en otros casos. En efecto,
si analizamos el Art. 1768 veremos que la exigencia de actuar dolosamente s í se
hace presente en una situación similar.
Art. 1768. "Aquel de los cónyuges o sus herederos que dolosamente hubiere
ocultado o distraído alguna cosa de la sociedad, perderá su porción en la misma
cosa y se verá obligado a restituirla doblada."
Art. 1228. "No se puede aceptar una parte o cuota de la asignación y repudiar el
resto.
Art. 1229. "Se puede aceptar una asignación y repudiar otra; pero no se podrá
repudiar la asignación gravada, y aceptar las otras, a menos que se defiera
separadamente por derecho de acrecimiento o de transmisión, o de substitución
vulgar o fideicomisaria; o a menos que se haya concedido al asignatario la facultad
de repudiarla separadamente."
150
19 4 . DEBE SER EJERCIDO PURA Y SIMPLEMENTE . En principio el ejercicio del
derecho de opción y particularmente del derecho de aceptar la asignación no admite
como excepción sino la aceptación bajo beneficio de inventario. La razón se puede
encontrar fundamentalmente en que los intereses que compromete n el ejercicio del
derecho de opción trascienden el s o lo interés del asignatario y comprometen el
interés de los acreedores hereditarios y testamentarios y por supuesto el de los
demás asignatarios. De ahí que rechace la ley que se deje el derecho de opción
sumido a la incertidumbre del cumplimiento de una condición o al vencimiento de
un plazo determinado que irán, ciertamente, en perjuicio de los acreedores que no
podrán hacer exigibles sus derechos sino cumplida la condición o vencido el plazo.
Art. 1234. "La aceptación, una vez hecha con los requisitos legales, no podrá
rescindirse, sino en el caso de haber sido obtenida por fuerza o dolo, y en el de
lesión grave a virtud de disposiciones testamentarias de que no se tenía noticia al
tiempo de aceptarla.
Esta regla se extiende aun a los asignatarios que no tienen la libre administración
de sus bienes. Se entiende por lesión grave la que disminuyere el valor total de la
asignación en más de la mitad."
Art. 1237. "Ninguna persona tendrá derecho para que se rescinda su repudiación,
a menos que la misma persona o su legítimo representante hayan sido inducidos
por fuerza o dolo a repudiar."
151
repudiación puede "rescindirse" cuando se ha hecho en perjuicio de los acreedores.
La misma regla como veremos en su oportunidad la contempla el legislador para el
caso de donaciones irrevoca bles (Art. 1394).
Art. 1238. "Los acreedores del que repudia en perjuicio de los derechos de ellos,
podrán hacerse autorizar por el juez para aceptar por el deudor. En este caso la
repudiación no se rescinde sino en favor de los acreedores y hasta concurrencia
de sus créditos; y en el sobrante subsiste."
Nosotros pensamos, siguiendo con esto lo que sostenía Robert POTHIER que, en
estricto sentido, no se trata de una acción de nulidad sino más bien de una especie
de acción pauliana , esto es, una acción de inoponibilidad por fraude. Así lo
desprendemos del carácter relativo de la ineficacia pues no se rescinde sino en
favor de los acreedores personales del asignatario y hasta que éstos alcancen a
pagarse de sus créditos, por ello en el sobrante subsiste la repudiación. Esto
significa que ni los acreedores hereditarios (los del difunto) ni los demás herederos
aprovecharán de la revocación (o rescisión) de la repudiación. Además, a diferencia
de la acción oblicua que favorece a todos los acreedores cuando uno de ellos la
intenta, esta acción sólo favorece a los acreedores del asignatario que la han
ejercido y sólo a ellos.
Don Robustiano VERA , sin embargo, parecía no ver en esta rescisión a favor de
los acreedores del asignatario una acción revocatoria o pauliana , al descartar el
elemento intencional de dicha acción, el fraude pauliano , pues expresaba,
comentando el Art. 1238, que "los acreedores en este caso pueden ejercitar los
derechos i acciones de su deudor, aunque la renuncia no sea fraudulenta, siempre
152
que el crédito sea de fecha anterior a la renuncia i cuando los bienes del deudor
s ean insuficientes para satisfacer sus deudas."
Article 788. "Les créanciers de celui qui renonce au préjudice de leurs droits,
peuvent se faire autoriser en justice â accepter la succession du chef de leur
débiteur, en son lieu et place. Dans ce cas, la renonciation n'est annulée qu'en
faveur des créanciers, et jusqu'à concurrence seulement de leurs créances: elle
ne l'est pas au profit de l'héritier qui a renoncé."
153
19 8 . LA ACEPTACIÓN Y LA REPUDIACIÓN OPERAN CON EFECTO RETROACTIVO . El que
el ejercicio del derecho de opción sucesoral opere con efecto retroactivo significa
que el asignatario, si acepta la asignación, se entiende que lo es desde que ésta se
le defirió. Mientras que si la repudia, se entiende que nunca fue llamado a ella y que
nunca la poseyó. Así se deduce de los Arts. 1239 y 722 inciso 2º.
Art. 722 inciso 2º. "El que válidamente repudia una herencia se entiende no
haberla poseído jamás."
154
El beneficio de inventario es, como su nombre lo indica una prerrogativa o
beneficio que se le otorga al heredero (y sólo a él no al legatario) que quiere aceptar
la herencia que se le defiere limitando su responsabilidad en la deudas de la
herencia sólo al monto de lo que recibe. Se trata por lo tanto de una medida de
precaución que toma el heredero frente a la duda si el pasivo hereditario pueda
sobrepasar el activo en que consiste la asignación y su ejercicio constituye
un privilegio que se le reconoce al heredero para que no responda con sus bienes
propios a las obligaciones adquiridas por su causante. Como puede ya advertirse
persigue en el fondo una separación de patrimonios que evite la confusión (entre el
suyo y el que se le transmite por causa de muerte) que se produciría al aceptar pura
y simplemente la herencia del de cujus. La lógica impone que en caso de duda
acerca del quantum del pasivo hereditario, lo primero que hay que determinar es la
cantidad de bienes que componen el patrimonio transmitido y las deudas que él
contiene. Eso no se puede lograr sino mediante un asiento, listado u ordenación de
ambos que se haga con las solemnidades que establece la ley, que dé a todos la
certeza de que esa colación o agregación de bienes y deudas son las que
corresponden real o plenamente a todos los componentes del patrimonio del
causante. Esta operación se llama confeccionar un inventario de los bienes y
obligaciones quedados al fallecimiento del causante. Y cuando este inventario se
realiza con las formalidades que la ley prescribe, estamos en presencia de un
inventario solemne. Por algo el Rey ALFONSO X EL SABIO decía en
la Ley 5ª, Título VI de la Partida 6 ª que el inventario es escritura que es fecha de
los bienes del finado.
Art. 1245. "El que hace acto de heredero sin previo inventario solemne, sucede
en todas las obligaciones transmisibles del difunto a prorrata de su cuota
hereditaria, aunque le impongan un gravamen que exceda al valor de los bienes
que hereda. Habiendo precedido inventario solemne, gozará del beneficio de
inventario."
Las reglas de forma que prescribe la ley para proceder a fraccionar los bienes
quedados al fallecimiento del causante están reguladas por el propio Código en las
disposiciones aplicables a los guardadores y en el Código de procedimiento civil.
Así lo prescribe el Art. 1253.
155
Art. 1253. "En la confección del inventario se observará lo prevenido para el de
los tutores y curadores en los artículos 382 y siguientes, y lo que en el Código de
Enjuiciamiento se prescribe para los inventarios solemnes."
Sin perjuicio de ello, en virtud del Art. 1253, recién transcrito, la regla general es
que el inventario solemne se rija por los Art s . 382 y siguientes relativos a los
inventarios que están obligados a hacer los guardadores y las reglas de forma que
se contienen en el Código de procedimiento civil.
Art. 1247. "El beneficio de inventario consiste en no hacer a los herederos que
aceptan responsables de las obligaciones hereditarias y testamentarias, sino
hasta concurrencia del valor total de los bienes que han heredado."
En consecuencia, y concordando esta regla con la del Art. 1245, el heredero que
acepta habiéndose realizado inventario solemne, goza del beneficio de inventario,
y sucede en todas las obligaciones transmisibles del difunto a prorrata de su cuota
hereditaria, aunque le impongan un gravamen que exceda el valor de los bienes
que hereda.
Art. 858 CPC. "Es inventario solemne el que se hace, previo decreto judicial, por
el funcionario competente y con los requisitos que en el artículo siguiente se
expresan."
En resumen, los Arts. 382 a 384 nos dicen cuáles son los bienes que deben figurar
en este inventario, la forma y contenido del inventario, las personas que pueden
concurrir a su confección. Idea que repite el Art. 1255.
158
Ministro de fe. Hecho ello se procede a su protocolización en una Notaría Pública,
la que extiende copia del acta del inventario resultante.
Art. 1256. "El heredero que en la confección del inventario omitiere de mala fe
hacer mención de cualquiera parte de los bienes, por pequeña que sea, o
supusiere deudas que no existen, no gozará del beneficio de inventario.
20 3 . LIBERTAD
PARA ACEPTAR LA HERENCIA BAJO BENEFICIO DE INVENTARIO. REGLA
GENERAL Y EXCEPCIONES. La regla general en materia de aceptación es que todo
heredero es libre de aceptar invocando la prerrogativa que concede el beneficio de
inventario. El reconocimiento de esta libertad es tal que el Código previ ó en el
Art. 1249 que el testador no podía prohibir al heredero aceptar con beneficio de
inventario. De lo que se colige de si de hecho el testador impusiera esa condición
debería tenerse por no escrita o como sostiene alguna doctrina, declarársela nula.
Esta regla general se contiene en el Art. 1252 y ella nos revela, además, el momento
hasta cuando puede aceptarse la asignación invocando el dicho beneficio.
159
Art. 1250 inciso 1 º. "Las herencias del Fisco y de todas las corporaciones y
establecimientos públicos se aceptarán precisamente con beneficio de
inventario."
Art. 1250 inciso 3º. "No cumpliéndose con lo dispuesto en este artículo, las
personas naturales o jurídicas representadas, no serán obligadas por las deudas
y cargas de la sucesión sino hasta concurrencia de lo que existiere de la herencia
al tiempo de la demanda o se probare haberse empleado efectivamente en
beneficio de ellas."
Art. 1250 inciso 2º. "Se aceptarán de la misma manera las herencias que recaigan
en personas que no pueden aceptar o repudiar sino por el ministerio o con la
autorización de otras."
Art. 1251. "Los herederos fiduciarios son obligados a aceptar con beneficio de
inventario."
160
En efecto, la exigencia de aceptar bajo esta modalidad y por consiguiente de
inventariar solemnemente los bienes que recibe, se entiende por el hecho que luego
debe restituirlos al fideicomisario, porque si no aceptara con este privilegio podría
suceder que las deudas consumieran el propio patrimonio del fiduciario, en cuyo
caso no podría transferir sino obligaciones al fideicomisario, resultando perjuicio
para ambos.
Art. 1248. "Si de muchos coherederos los unos quieren aceptar con beneficio de
inventario y los otros no, todos ellos serán obligados a aceptar con beneficio de
inventario."
Don Robustiano VERA nos decía que la razón de esta regla "es porque en la
diverjencia de opiniones no es posible que se cause daño al que exija el goce de
este beneficio i porque la herencia es una e indivisible i si así no fuera resultarían
grandes dificultades en la práctica."
161
también al pago de las acreencias hereditarias y testamentarias. Así lo prescribe el
Art. 1257.
Art. 1257. "El que acepta con beneficio de inventario se hace responsable no sólo
del valor de los bienes que entonces efectivamente reciba, sino de aquellos que
posteriormente sobrevengan a la herencia sobre que recaiga el inventario.
Art. 1262. "Consumidos los bienes de la sucesión, o la parte que de ellos hubiere
cabido al heredero beneficiario, en el pago de las deudas y cargas, deberá el juez,
a petición del heredero beneficiario, citar a los acreedores hereditarios y
testamentarios que no hayan sido cubiertos, por medio de tres avisos en un diario
de la comuna o de la capital de provincia o de la capital de la región, si en aquélla
no lo hubiere, para que reciban de dicho heredero la cuenta exacta y en lo posible
documentada de todas las inversiones que haya hecho; y aprobada la cuenta por
ellos, o en caso de discordia por el juez, el heredero beneficiario será declarado
libre de toda responsabilidad ulterior."
Esta cuenta servirá, entonces, para fundar una eventual excepción que oponga el
heredero frente a la pretensión de cobro que le dirijan los acreedores, según lo
señala el Art. 1263.
Art. 1263. "El heredero beneficiario que opusiere a una demanda la excepción de
estar ya consumidos en el pago de deudas y cargas los bienes hereditarios o la
porción de ellos que le hubiere cabido, deberá probarlo presentando a los
demandantes una cuenta exacta y en lo posible documentada de todas las
inversiones que haya hecho."
Art. 1259. "Las deudas y créditos del heredero beneficiario no se confunden con
las deudas y créditos de la sucesión."
162
patrimonios es en el beneficio de separación que estudiaremos más adelante (Art.
1378) y que la ley lo consagra en beneficio de los acreedores. En cierta forma se
trata de una forma de afectar un patrimonio al pago de créditos o deudas
determinadas.
3º. Mantiene el heredero que acepta de esta forma el derecho de reclamar sus
propios créditos que tenía contra el causante. Del mismo modo se obliga a cobrar
los créditos a favor de la sucesión y que le haya correspondido en la herencia. Así
lo expresa el Art. 1258.
Art. 1258. "Se hará asimismo responsable de todos los créditos como si los
hubiese efectivamente cobrado; sin perjuicio de que para su descargo en el
tiempo debido justifique lo que sin culpa suya haya dejado de cobrar, poniendo a
disposición de los interesados las acciones y títulos insolutos."
Lo que nos señala el Código en este artículo es que si dentro de los bienes que
recibe se encuentran créditos por cobrar, a favor de la sucesión, se hace
responsable el heredero de su cobro. Si no ha habido culpa de su parte en la
incobrabilidad de los mismos el Código nos dice que tiene derecho el heredero a
que se le rebajen de las deudas estos créditos no cobrados. Piénsese que el
heredero recibe créditos a favor de la sucesión que al intentar cobrar resulta
imposible por la insolvencia del deudor o porque ya se encontraban prescritos o por
cualquier otra causa. Responderá de culpa leve entonces si la incobrabilidad se ha
producido o agravado por su culpa, por su inacción o desidia.
Art. 1260. "El heredero beneficiario será responsable hasta por culpa leve de la
conservación de las especies o cuerpos ciertos que se deban.
163
Art. 1261. "El heredero beneficiario podrá en todo tiempo exonerarse de sus
obligaciones abandonando a los acreedores los bienes de la sucesión que deba
entregar en especie, y el saldo que reste de los otros, y obteniendo de ellos o del
juez la aprobación de la cuenta que de su administración deberá presentarles."
Hemos puesto entre comillas la expresión "temporalmente sin titular" pues como
bien lo expresa Biagio BRUGI "en estricto Derecho, en un Código como el italiano [ y
también el nuestro ], en el cual el Estado está comprendido entre los herederos, la
164
herencia no debería estar yacente nunca, ni siquiera vacante, pues aquel es un
heredero conocido que no puede renunciar. No obstante el Estado, es en el Derecho
italiano [ y en el chileno también ] un heredero muy diferente de l os demás; en este
punto hay que armonizar el interés público y el privado y admitir un período de
yacencia y otro de vacancia de la herencia."
Art. 481. "Se dará curador a la herencia yacente, esto es, a los bienes de un
difunto, cuya herencia no ha sido aceptada."
Concordando este artículo con el Art. 1240, que es una norma de procedimiento,
la herencia yacente corresponde al patrimonio del difunto cuya herencia no ha sido
aceptada por el o los herederos del causante dentro del término de 15 días de la
apertura, sin que haya sido designado albacea con tenencia de bienes o el
designado no haya aceptado el cargo.
Art. 1240. "Si dentro de quince días de abrirse la sucesión no se hubiere aceptado
la herencia o una cuota de ella, ni hubiere albacea a quien el testador haya
conferido la tenencia de los bienes y que haya aceptado su encargo, el juez, a
instancia del cónyuge sobreviviente, o de cualquiera de los parientes o
dependientes del difunto, o de otra persona interesada en ello, o de oficio,
declarará yacente la herencia; se insertará esta declaración en un diario de la
comuna, o de la capital de la provincia o de la capital de la región, si en aquélla
no lo hubiere; y se procederá al nombramiento de curador de la herencia yacente.
165
Si hubiere dos o más herederos y aceptare uno de ellos, tendrá la administración
de todos los bienes hereditarios proindiviso, previo inventario solemne; y
aceptando sucesivamente sus coherederos, y subscribiendo el inventario,
tomarán parte en la administración.
Mientras no hayan aceptado todos, las facultades del heredero o herederos que
administren serán las mismas de los curadores de la herencia yacente, pero no
serán obligados a prestar caución, salvo que haya motivo de temer que bajo su
administración peligren los bienes."
Por su parte el profesor Pablo RODRÍGUEZ GREZ , nos dice que la herencia yacente
"es un patrimonio sucesorial de titularidad incierta, al cual la ley da un curador
especial en espera de que se fije su destino definitivo."
El factor tiempo es, entonces, re lev ante por un lado para el inicio de la
declaración, pues es necesario que hayan transcurrido 15 días contados desde que
se abre la sucesión para poder solicitarla y, por otro lado, para el fin del estado
temporal ya que desp ués de 4 años contados desde la apertura de la sucesión el
curador, autorizado judicialmente, puede enajenar los efectos hereditarios, con lo
que se le pone fin a la herencia yacente. Así lo señala el Art. 484.
166
Lo anterior no significa que el heredero se encuentre obligado a aceptar antes de
los 15 días de la apertura o dentro de los 4 años contados desde este mismo
momento, pues recordemos que el Código no le fija plazo al asignatario para aceptar
o repudiar su asignación. Los 15 días los exige la ley como presupuesto de
admisibilidad de una solicitud de declaración de herencia yacente y, lo concede más
bien a los interesados en la sucesión (por ejemplo los acreedores) para evitar los
perjuicios que pudiere traerle a esa herencia permanecer sin titular o persona que
la administre. El tiempo de 4 años lo entiende la ley como un tiempo prudente de
administración provisoria para el curador.
La diferencia entre uno y otro estado es sólo un período de tiempo, pero las
condiciones son las mismas. En efecto, desde la gran modificación que operó en el
derecho sucesorio francés el año 2006 (en vigor desde el 1º de enero de 2007)
después de haber transcurrido 6 meses desde la apertura sin que se ejerza el
derecho de opción, la herencia puede ser declarada como sucession vacante. Antes
de ese tiempo procede la declaración de succession non reclamée. En todo caso,
en ambas situaciones ese estado temporal termina si aparece una persona con
derechos a la sucesión reclamándola.
167
Decíamos en esa ocasión que nuestro Código, probablemente siguiendo los
orígenes de ésta en Roma y su pasaje al Derecho español, prácticamente
personifica la herencia yacente, lo que expresaba, por ejemplo en la regla del
Art. 2509, relativa a la suspensión de la prescripción ordinaria que no es sino una
medida de protección a favor de personas incapaces que por ello requieren la
designación de un curador que proteja sus intereses. Agreguemos que esta
perspectiva personificadora del Código se confirma en la regla del Art. 2500 que
permite la continuidad de la posesión al disponer que "la posesión principiada por
una persona difunta continúa en la herencia yacente, que se entiende poseer a
nombre del heredero"; o en la regla del Art. 2346 que sanciona la posibilidad de
garantizar obligaciones que contraiga la herencia yacente, al señalar que "se puede
afianzar a una persona jurídica y a la herencia yacente." Don
Robustiano VERA aseveraba incluso que nuestra Corte Suprema había respondido
la interrogante de si la herencia yacente era persona jurídica o no, exponiendo que
"ha declarado que sí, así como también declaró que el curador de una herencia
yacente puede impugnar la legitimidad del que se presente como heredero. El
Art. 2509 de nuestro Código civil, considera a la herencia yacente como persona
jurídica."
169
1º. Juez competente para conocer de la declaración de herencia yacente. El juez
competente para conocer de la declaración de herencia yacente es el juez civil del
último domicilio del causante. El procedimiento aplicable es un procedimiento
judicial no contencioso regulado en el Libro Cuarto del Código de procedimiento civil
llamado "De los actos judiciales no contenciosos", Título VIII "De los procedimientos
a que da lugar la sucesión por causa de muerte", Párrafo 4º "De la declaración de
herencia yacente y de los procedimientos subsiguientes a esta declaración " , Arts.
885 y ss.
Art. 491 inciso 2º. "La curaduría de la herencia yacente cesa por la aceptación de
la herencia, o en el caso del artículo 484, por el depósito del producto de la venta
en las arcas del Estado."
Con mucha razón decía el profesor BRUGI que stricto sensu "la herencia no
debería estar yacente nunca, ni siquiera vacante", pues no existen en materia de
herencia estados temporales de éstas sin titular. Lo que sucede es que el significado
vulgar de la palabra "vacante" nos puede llevar a pensar que se trata de algo que
está libre, que no está siendo ocupado, algo que no tiene quien lo reclame; en fin,
que no tiene titular.
171
Proponemos como definición la siguiente: Herencia vacante es aquella que ha
sido aceptada por el Fisco en cuanto último sucesor del causante llamado a
aceptarla.
Ya señalamos que no siempre será condición previa para que una herencia quede
vacante el que haya sido declarada yacente. En efecto, puede haber herencias
declaradas yacentes que nunca lleguen a alcanzar el estatuto de herencia vacante,
como cuando la acepta un heredero preferente; como también hay herencias
vacantes que nunca requerirán la declaración previa de herencia yacente, como
cuando las acepta el Fisco antes de la declaración de yacencia.
" Párrafo IV
De las herencias. Denuncias de éstas y otros bienes
Artículo 42. Los derechos sucesorios del Fisco se regularán por las normas de la
legislación común y por las especiales de este párrafo.
El denunciante que cumpliere los requisitos que más adelante se señalan, tendrá
derecho a un galardón equivalente al 30% del valor líquido de los bienes
respectivos.
Artículo 44. Toda resolución judicial que declare yacente una herencia deberá ser
comunicada de oficio por el Tribunal respectivo a la Dirección, la que realizará
todas las diligencias e investigaciones necesarias para establecer si conviene o
no a los intereses del Fisco solicitar la posesión efectiva de dicha herencia.
173
La propia resolución que declare yacente una herencia contendrá la frase
"OFICIESE A LA DIRECCION DE TIERRAS Y BIENES NACIONALES
TRANSCRIBIENDOSE INTEGRAMENTE ESTA RESOLUCION.".
Artículo 45. Los créditos hereditarios o testamentarios que digan relación con las
herencias deferidas al Fisco, podrán hacerse valer administrativamente mediante
presentaciones que irán acompañadas de todos los documentos que los
justifiquen. Lo anterior es sin perjuicio de las acciones judiciales que estime
procedente el interesado.
Si entre los bienes hereditarios hubiere especies que por su naturaleza fueren
corruptibles, o que pudieren sufrir deterioro o menoscabo, la Dirección podrá
enajenarlos en la forma más conveniente, sin más trámite, aun antes de haberse
concedido la posesión efectiva.
La Dirección deberá liquidar los bienes inmuebles hereditarios, sin que pueda
reservar parte alguna de ellos, a más tardar en el plazo de dos años a contar de
la fecha en que se conceda al Fisco la posesión efectiva de la herencia.
174
Si el denunciante no pudiere en ese momento acompañar los mencionados datos,
dejará expresa constancia de ello y de las razones que lo justifican y se
comprometerá además a adjuntarlos dentro del plazo que le fije la Dirección.
Transcurrido dicho término sin que se hubieren acompañado los antecedentes
solicitados, se tramitará la denuncia de oficio, y el denunciante perderá el derecho
de recompensa establecido en el artículo 42. No obstante, los datos y
antecedentes conformes presentados dentro del plazo fijado, se tendrán como
acompañados simultáneamente con la denuncia.
Artículo 50. Si la misma denuncia es formulada por más de una persona, se podrá
otorgar al o los denunciantes un galardón proporcional al monto de los bienes
denunciados por éstas, siempre que dichos bienes no hubieren sido manifestados
en las denuncias anteriores.
Artículo 51. La recompensa será decretada una vez que los bienes hayan sido
ingresados legal y materialmente, en forma definitiva, al patrimonio fiscal, y se
otorgará previa calificación hecha por la Dirección acerca de la diligencia y eficacia
atinente a la cooperación prestada por el denunciante. No obstante, será
condición indispensable para tener derecho a recompensa que los bienes
manifestados en la denuncia, sean desconocidos para el Fisco y que a no mediar
ésta, no se hubieren recuperado esos bienes.
176
DE LA SUCESIÓN INTESTADA
177
ligadas por ellos al causante como destinatarias de sus disposiciones, tal como si
las hubiere expresado.
El profesor Hernán TRONCOSO LARRONDE nos entrega una definición muy simple,
al señalarnos que la sucesión intestada "es aquella que regla el legislador."
Para don Ramón MEZA BARROS la sucesión intestada era "la transmisión que hace
la ley de los bienes, derechos y obligaciones transmisibles de una persona difunta."
Los profesores ABELIUK, ROJAS y TASSO nos señalan que "la sucesión intestada,
pues, está constituida por un conjunto de normas dadas por el legislador pa ra
distribuir el todo o parte de los bienes del causante cuando éste no ha hecho un
reparto de ellos en un testamento válido y eficaz."
En fin, don Pablo RODRÍGUEZ GREZ la define como "una institución llamada a suplir
la ausencia o ineficacia de la voluntad del causante, cuando éste no ha podido o no
ha querido testar, o cuando habiéndolo hecho sólo dispuso de parte de sus bienes
o sus disposiciones no han surtido efecto por imperativo legal."
Nuestro Código regula esta forma de suceder en el Título II del Libro Tercero a
partir del Art. 980.
Art. 980. "Las leyes reglan la sucesión en los bienes de que el difunto no ha
dispuesto, o si dispuso, no lo hizo conforme a derecho, o no han tenido efecto sus
disposiciones."
178
El primer fundamento hay que encontrarlo en el carácter subsidiario que
históricamente tiene esta forma de suceder. De ello se colige que las reglas legales
son de aplicación subsidiaria y operan sólo en los casos en que no se ha podido o
querido testar.
La primogenitura era el acto por el cual pasaban los bienes de una persona
fallecida al hijo mayor, a los que se llamaba primogénito , mientras que a los
restantes hijos se les denominaba secundones.
179
Por otro lado, el principio de unidad patrimonial , se revela en la sucesión
intestada sobre la idea que poco importa, por ejemplo, el título de la adquisición de
los bienes (oneroso o gratuito) o el antecedente inmediato de la misma (si se
adquirió originaria, derivativa o declarativamente), lo único que importa es que una
vez ingresado al patrimonio del causante él se transmite a los sucesores intestados
sin diferenciar si se beneficia a la familia paterna o materna del causante. El
patrimonio es uno s o lo y a él es llamado el sucesor más próximo del causante sea
cual sea la línea a la que pertenezca. Así lo dispone el Art. 981.
Art. 981. "La ley no atiende al origen de los bienes para reglar la sucesión
intestada o gravarla con restituciones o reservas."
180
3º. Principio de la extensión de los vínculos de parentesco. En la sucesión
intestada observaremos que la extensión de los vínculos de parentesco
es ilimitado en algunos casos, como en el orden de los descendientes y
ascendientes; y limitado en otros, como en el orden de los colaterales.
4º. Principio de clausura de los órdenes sucesorios a favor del Fisco. Este
principio que tendremos la ocasión de estudiar en su momento con más
profundidad, nos señala que los bienes sucesorios jamás quedarán sin sucesor,
pues en último término el Fisco sucede en dichos bienes. La cuestión de determinar
a qué título nos sucede el Fisco es la que suscita las controversias.
Primer caso. Cuando el difunto no dispuso de sus bienes. Este primer caso
contiene en realidad dos sit uaciones. 1 a situación : El difunto no testó o murió si n
haber alcanzado a otorgar testamento válido; 2 a situación . El difunto otorgó
testamento pero en él no dispuso de sus bienes.
181
Una segunda hipótesis también se hace extensiva a la situación en estudio y se
verifica cuando el testador haya otorgado testamento pero en él haya hecho sólo
asignaciones a título singular. Si el testador dispuso de sus bienes pero sólo a título
de legados, esto es, sin instituir herederos, en ese caso los bienes no legados
deberán distribuirse también según las reglas de sucesión intestada.
Segundo caso. Cuando el difunto dispuso de sus bienes, pero no lo hizo conforme
a derecho. Es el caso de haberse declarado nulo, por sentencia judicial, el
testamento otorgado por faltar algún requisito de forma o de fondo.
Don Robustiano VERA nos explicaba que "según este artículo se considera nulo
el testamento cuando se contraviene en él a las disposiciones legales; lo que
únicamente se verificará en el caso de las asignaciones forzosas de que habla entre
otros, el art. 1188. As í v.gr., si Pedro por su testamento perjudica sin motivo legal
las lejítimas de los lejitimarios, sería esta una causal para anular o reformar el
testamento i dar lugar a la sucesión intestada."
Imaginemos que Pedro, padre de dos hijos, deja todos sus bienes a Juanito su
sobrino regalón, pretiriendo o pasando a llevar a sus hijos que son legitimarios y
cuyos derechos se respetan aun contra testamento expreso, salvo el caso de
indignidad o desheredamiento. En fin, anulado que sea el testamento por sentencia
ejecutoriada, se considera como si nunca produjo efectos y por ende también deben
aplicarse las reglas de la sucesión intestada. Veremos luego que las causales para
anular un testamento son más amplias que las que nos señalaba e l profesor VERA.
182
CLASE Nº 12 DEL DERECHO DE REPRESENTACIÓN Y DE LAS DEMÁS FORMAS INDIRECTAS
DE SUCEDER POR CAUSA DE MUERTE: EL ACRECIMIENTO Y LA SUSTITUCIÓN
183
EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN
184
Como sea, y desde siempre, el nombre ha reflejado mal la institución, pues al
hablar de representación nos hace creer que un descendiente retoma el derecho de
su padre o madre y los ejerce en lugar y a nombre de éste o ésta, in iure
prœdefuncti , en circunstancias que se trata de un derecho propio, es decir, es la
ley la que lo llama a suceder.
En el antiguo Derecho español, aparece por primera vez en las Leyes de Toro y
en ella se sigue la misma idea justinianea pues se consigna que los sobrinos con
los tíos sucedan in stirpem y por cabezas en la herencia intestada de sus tíos. Luego
se llegará a que los nietos hereden al abuelo, representando a su padre fallecido,
ya que el que representa sucede en lugar y grado del representado.
Art. 984. "Se sucede abintestato, ya por derecho personal, ya por derecho de
representación. La representación es una ficción legal en que se supone que una
persona tiene el lugar y por consiguiente el grado de parentesco y los derechos
hereditarios que tendría su padre o madre, si éste o ésta no quisiese o no pudiese
suceder.
El Art. 984 es muy rico en cuanto a las situaciones que contempla. Analicémoslo
con más detención.
185
Imaginemos ahora, en una segunda situación, que antes de fallecer el causante
ha fallecido su hijo Juan, padre de dos hijas Juanita y Antonia. Estas al fallecimiento
del causante (su abuelo) ocuparán en su sucesión el mismo lugar que habría
ocupado Juan, su padre, si hubiese estado vivo y en condiciones de suceder.
Don Alfredo BARROS ERRÁZURIZ nos decía que con ello "Pensó nuestro Código
que no era justo que las falta s de los padres recayesen sobre los hijos o que éstos
pudiesen perjudicarse por repudiaciones caprichosas de sus padres o
ascendientes."
186
1 º. Primera consecuencia. La herencia del representado inhábil no se transmite
con dicho vicio. Esta es una gran diferencia con el derecho de transmisión, pues en
él se transmite la herencia o legado y el derecho a aceptarla o repudiarla con los
vicios de incapacidad o indignidad del transmitente. En la representación, en
cambio, va la herencia purgada de todo vicio. La razón de esta depuración de vicios,
se encuentra en el hecho que los que suceden por representación obtienen su
derecho de la ley, que los llama a ocupar el lugar de su representado y ésta no ha
querido precisamente castigar en los hijos las culpas de sus padres; mientras que
los que suceden por transmisión obtienen su derecho de su calidad de herederos
del transmitente.
23 3 . 1º . REGLA
GENERAL: EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN OPERA SÓLO EN LA
SUCESIÓN INTESTADA . El derecho de representación, a diferencia del derecho de
transmisión que opera en la sucesión testada e intestada, opera sólo en la
intestada . Tres son las razones de ello: La primera es de ubicación de la norma,
pu es las reglas que lo tratan se encuentran dentro del Título II que se refiere a las
reglas relativas a la sucesión intestada; la segunda es de texto, pues el
Art. 1162 expresamente la excluye en la sucesión testamentaria al dispon er que "si
el asignatario fuere descendiente del testador, los descendientes del asignatario no
por eso se entenderán sustituidos a éste; salvo que el testador haya expresado
voluntad contraria"; y la tercera es de lógica, pues en la sucesión testamentaria
prevalece la voluntad expresa del testador, mientras que las reglas de la sucesión
abintestato revelan una suposición de la probable voluntad del causante, y es en
este contexto que la representación se hace necesaria, pues representa un útil, una
herramienta, que la ley crea para lograr acercarse más y mejor a lo que habría
querido el causante si hubiese testado. Esta regla reconocería dos excepciones
aunque bien veremos que ellas son discutibles como tales.
187
23 4 . PRIMERA EXCEPCIÓN. TAMBIÉN OPERA EN LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS
QUE SE DEJAN INDETERMINADAMENTE A LOS PARIENTES . La primera excepción se refiere
a la asignación testamentaria que se deja indeterminadamente a una generalidad
de personas llamadas "parientes" que la ley entiende referida a los consanguíneos
más próximos. Ella se contiene en el Art. 1064 y como veremos se aprecia
claramente que la remisión que hace la ley es a las reglas de la sucesión intestada,
por lo que aplicadas estas reglas necesariamente tiene cabida el derecho de
representación, de lo que se desprende que no constituye ninguna excepción. El
recurso a las reglas de la sucesión intestada lo hace la ley como un elemento de
interpretación de la voluntad del testador.
23 7 . 3º. LA
REPRESENTACIÓN SÓLO OPERA EN LOS ÓRDENES DE SUCESIÓN
ESTABLECIDOS EN EL ART . 986. Antes de la Reforma de la Ley Nº 19.585 había lugar
a la representación en los siguientes casos:
188
2. En la descendencia legítima del hijo natural, el hijo natural puede haber dejado
descendencia legítima o natural. Sólo en la medida en que hubiera descendencia
legítima había representación. En la descendencia natural no había representación,
por eso se señalaba en la antigua legislación que los hijos naturales no tenían
abuelos.
189
2 40 . EFECTOS DE LA REPRESENTACIÓN . Cuatro son las consecuencias jurídicas
que se producen de operar el derecho de representación.
Art. 985. "Los que suceden por representación heredan en todos casos por
estirpes, es decir, que cualquiera que sea el número de los hijos que representan
al padre o madre, toman entre todos y por iguales partes la porción que hubiera
cabido al padre o madre representado.
Los que no suceden por representación suceden por cabezas, esto es, toman
entre todos y por iguales partes la porción a que la ley los llama; a menos que la
misma ley establezca otra división diferente."
Por estirpes, por raíz o troncos, en consecuencia, expresa la idea que cada
descendencia recibe lo que le corresponda a la persona que representa para dividir
entre ellos lo heredado. Por ejemplo, pensemos en que la sucesión está compuesta
por seis primos hermanos, dos mujeres de una línea y los otros cuatro varones de
otra línea. Las dos primeras llevará la parte que le correspondía a su representado
por partes iguales (del 50% de la herencia, cada cual llevará la mitad) y los cuatro
de la otra línea, se dividirán entre ellos la parte que le correspondía al suyo también
por partes iguales (es decir, de la otra mitad de la herencia, cada cual llevará un
cuarto), tal como se muestra en la imagen siguiente.
190
El esquema nos permite explicar cómo se sucede por estirpes, pero también cómo
se sucede por cabezas. Las dos primas suceden por cabezas por su mitad y cada
primo varón sucede por cabezas por su cuarto.
En concreto, por cabezas o in capita significa que cada uno recibe una parte igual,
es decir, cuando siendo varios los herederos entra cada una en la sucesión en su
propio nombre y derecho y no en representación de otro, dividiéndose en tantas
partes iguales c o mo tantos sean los que hayan de heredar. Lo anterior es sin
perjuicio, como lo dice el propio Art. 985 que la misma ley establezca otra división
diferente.
191
2 º . El derecho de transmisión se aplica a la sucesión testada e intestada; en
cambio la representación sólo en la intestada.
11º. Por transmisión puede adquirir cualquier persona que invoque la calidad de
heredero del transmisor; en cambio sólo pueden adquirir por representación las
personas enumeradas en el Art. 986.
192
de los Arts. 1147 y siguientes. Veremos que en el fondo se trata de un modo de
adquirir el dominio de una asignación o parte de ella, y podríamos perfectamente
llamarla adquisición por acrecimiento.
Partiremos, sin embargo, evocando a don Robustiano VERA quien nos enseñaba
que "el pueblo romano, esclavo de las formas, estableció este derecho por su gran
empeño en mantener hasta las últimas consecuencias el principio de la unidad de
la sucesión, principio que había sido quebrantado en las sucesiones universales
testadas, si la porción hereditaria vacante de un heredero, en lugar de acrecer a los
demás coherederos, fuese a parar a un heredero abintestato. Esto se había hecho
ver concurriendo herederos testamentarios con herederos lejítimos i esta
concurrencia era lo que las leyes de Roma no permitían jamás."
Don Luis CLARO SOLAR , nos enseñaba que en los orígenes del acrecimiento se
encuentra la idea de propiedad común e indivisa que se producía cuando se
disponía de una misma cosa a favor de muchas personas que se designaban
conjuntamente. Es decir, si el testador llamaba a un legado a varias personas todas
ellas tenían la propiedad común y la parte indivisa que el testador les había atribuido
o si no había hecho atribución alguna, una parte viril o igual a la de los otros. Esta
idea que imperaba desde antiguo, por influencia del derecho de las obligaciones,
habría sufrido modificaciones con las leyes Julia y Papia Poppœa , h asta
que JUSTINIANO habría hecho desaparecer los diferentes tipos de legados,
asimilándolos a los fideicomisos, con lo cual estableció nuevas reglas o más bien
restableció las anteriores. Según estas, entonces, cuando el testador había
señalado partes, cada uno de los asignatarios era instituido solamente en la parte
que el testador le había atribuido y esa parte permanecía siempre la misma. Al
contrario cuando no había señalamiento de partes, la parte de cada asignatario era
absolutamente incierta pues dependía del número de ellos que concurrieran a la
asignación y eso se sabría, en definitiva, sólo en el momento de la partición. Así
resultaba que la no concurrencia de algún asignatario significaba el aumento de la
parte de los otros, aunque en realidad lo que significa era que su propia parte o
derecho no decreciera, de allí que se decía con exactitud que se trataba más de
un ius non decrecendi que de un ius acrescendi.
Don Andrés BELLO nos da una definición funcional al comentar sus propias
disposiciones: "El derecho de acrecer consiste en que si por muerte, incapacidad o
indignidad, falta uno de los conjuntos al tiempo de deferirse la asignación, o deferida
la repudia, pasa su porción a los otros conjuntos."
El profesor RODRÍGUEZ GREZ , por su parte, nos dice que "el acrecimiento es una
forma de sustitución del asignatario que falta cuando el causante ha llamado a un
mismo objeto a dos o más asignatarios sin expresión de cuota, y uno o más de ellos
no puede o no quiere suceder, de modo que la porción del asignatario o asignatarios
que faltan accede a la otra u otras asignaciones."
Don Luis CLARO SOLAR , en esa línea definía "el derecho de acrecer diciendo que
es la facultad que tiene uno o más asignatarios conjuntos para retener o hacer suya
la parte que en el mismo objeto asignado a todos ellos habría correspondido al
consignatario que no quiere o no puede recibir la asignación."
194
24 9 . REQUISITOS PARA QUE OPERE EL DERECHO DE ACRECER . El derecho de acrecer
o acrecimiento requiere la concurrencia de varios presupuestos para poder operar.
Estos están desarrollados desde el Art. 1147 al Art. 1155, con el cual se clausura
el Párrafo 8º .
Por otro lado, es condición esencial que los coasignatarios se encuentren unidos
entre sí por la manera como son llamados a la asignación de herencia o legado. Ello
supone que los coasignatarios puedan ser llamados conjunctim o disjunctim.
Art. 1149. "Habrá derecho de acrecer sea que se llame a los coasignatarios en
una misma cláusula o en cláusulas separadas de un mismo instrumento
testamentario.
Los asignatarios conjuntos se entienden formar una sola persona, de manera tal
que falta esa persona colectiva sólo cuando faltan todos los que la forman. Así lo
dispone, por lo demás, el Art. 1150.
Art. 1150. "Los coasignatarios conjuntos se reputarán por una sola persona para
concurrir con otros coasignatarios; y la persona colectiva formada por los
primeros, no se entenderá faltar, sino cuando todos éstos faltaren.
"Supongamos una asignación a 'B, C i los hijos de A'. Los hijos de A unidos
colectivamente, forman como una sola persona respecto de B i C; i además B, C
i los hijos de A forman como tres personas, que, en virtud de la expresión
copulativa, deben a su vez considerarse como una sola persona respecto de toda
la asignación, la cual no caduca sino con el fallecimiento de B i C i de todos los
hijos de A; i si, al tiempo de deferirse, faltan algunos de estos asignatarios, se
debe, sin embargo, toda entera a los que existan. Faltando C, acrece la mitad de
su porción a B i la otra mitad a los hijos de A; i de la misma manera, faltando todos
los hijos de A, deberá acrecer su porción a B i C por mitades. Pero si sólo faltase
196
un hijo de A, su porción se dividirá entre sus hermanos sobrevivientes i no tocaría
ninguna parte de ella a B ni a C, porque los hijos de A, según hemos dicho,
constituyen como una sola persona respecto de B i C; i esta persona no
desaparece respecto de B i C, sino con el fallecimiento del último de los hijos de
A. Pero el acrecimiento no tendrá lugar si el testador hubiese señalado las
porciones o cuotas en que haya de dividirse la cosa asignada. Si la asignación
dice así 'Dejo tal cosa a B, C i D por tercios, o para que B tome la mitad de ella, i
C i D la otra mitad'; en el primer caso, cada tercio se considera como una
asignación distinta que caduca por falta de uno de los asignatarios, porque éstos,
según el lenguaje de los civilistas, sólo son conjuntos verbis , no re; i en el
segundo, la mitad de B es también una asignación distinta que caduca faltando B;
pero la mitad de C i D no caduca sino por falta de ámbos, porque son asignatarios
conjuntos re et verbis respecto de su mitad.
Habrá también derecho de acrecer entre los coasignatarios disyuntas, esto es, los
asignatarios de un mismo objeto, designados en un mismo instrumento
testamentario, aunque en cláusulas separadas, sin expresión de partes o cuotas.
Por ejemplo, si la cláusula del testamento reza: "Instituyo herederos de todos mis
bienes a Pedro en la mitad, a Juan en un cuarto, a Juanita en un octavo y a Rosita
en el octavo restante", aunque la sumatoria de las cuotas complete el entero, se
entiende que no tiene lugar el acrecimiento porque amén de asignar cuotas, la
197
voluntad del testador no ha sido sino que cada uno lleve la parte que se le asigna,
nada más.
En cambio si la cláusula reza: "Instituyo herederos de todos mis bienes, por partes
iguales , a Pedro, Juan, Diego y Rosita", aunque matemáticamente a cada cual
corresponde un cuarto de la herencia, la voluntad del testador ha sido que cada cual
reciba una parte igual a la del otro. La expresión partes iguales es bastante
dicotómica pues revela certidumbre, pues cada cual recibirá lo mismo que el otro,
ni más ni menos; pero al mismo tiempo revela incertidumbre o variabilidad pues
ninguno sabe, en definitiva, a cuánto ascenderá lo que se le ha asignado, por
depender ello del número de asignatarios que finalmente concurra.
En caso que sean llamados dos o más asignatarios por partes iguales, como
acabamos de ver, opera el acrecimiento. Así lo dispone expresamente el inciso 2º
del Art. 1148.
Art. 1148. "Este acrecimiento no tendrá lugar entre los asignatarios de distintas
partes o cuotas en que el testador haya dividido el objeto asignado: cada parte o
cuota se considerará en tal caso como un objeto separado; y no habrá derecho
de acrecer sino entre los coasignatarios de una misma parte o cuota.
Si se asigna un objeto a dos o más personas por iguales partes, habrá derecho
de acrecer."
¿Qué decir entonces de la cláusula que señale "Instituyo herederos a Pedro, Juan
y Diego por terceras partes"? Don Robustiano VERA , era de la opinión que en esa
asignación había derecho de acrecer. Señalaba este comentarista ante la pregunta
de si habrá o no derecho de acrecer: "Pareciera que sí, i la solución afirmativa que
damos está resuelta por el presente artículo [en referencia al Art. 1148], desde que
el testador no ha designado partes determinadas a cada legatario i este caso entrará
en la frase que se emplea en este artículo " por partes iguales " i por eso
sostenemos que en el caso propuesto existe el derecho de acrecer."
Lo cierto es que en cada caso será el juez quien escudriñando la voluntad real del
testador decida si opera o no el derecho de acrecer.
199
Art. 1163. "El derecho de transmisión excluye al de sustitución, y el de sustitución
al de acrecimiento."
1º. Acrecimiento en los derechos reales. Conforme al Art. 1154 de faltar uno de
los coasignatarios de usufructo, de uso, de habitación o de una pensión periódica
conservan el derecho a acrecer mientras gozan de dicho usufructo, uso, habitación
o pensión y ninguno de estos derechos se extingue hasta que falte el último
coasignatario .
Art. 780. "Siendo dos o más los usufructuarios, habrá entre ellos derecho de
acrecer, y durará la totalidad del usufructo hasta la expiración del derecho del
último de los usufructuarios. Lo cual se entiende, si el constituyente no hubiere
dispuesto que terminado un usufructo parcial se consolide con la propiedad."
Art. 1190. "Si un legitimario no lleva el todo o parte de su legítima por incapacidad,
indignidad o exheredación, o porque la ha repudiado, y no tiene descendencia con
derecho de representarle, dicho todo o parte se agregará a la mitad legitimaria y
contribuirá a formar las legítimas rigorosas de los otros."
200
dicho aparece, entonces, que prevalece el derecho de representación por sobre el
de acrecimiento.
Art. 1151. "El coasignatario podrá conservar su propia porción y repudiar la que
se le defiere por acrecimiento; pero no podrá repudiar la primera y aceptar la
segunda."
Art. 1152. "La porción que acrece lleva todos sus gravámenes consigo, excepto
los que suponen una calidad o aptitud personal del coasignatario que falta."
Puede preguntarse el lector cuál sería la razón para repudiar una asignación que
es de la misma naturaleza que la suya, o dicho de otro modo porqué habría de
renunciar al acrecimiento si sólo va en su beneficio. Las razones son variadas.
Aunque sean de la misma naturaleza las asignaciones, puede que la que acrece a
la suya venga gravada con cargas que debía satisfacer el asignatario faltante. En
ese caso la asignación que recibiría por acrecimiento no lo beneficia. Por otra parte,
aunque la asignación esté libre de todo gravamen, sabemos que nadie está obligado
a adquirir derechos contra su voluntad, de allí que puede suceder que al asignatario
le satisfaga lo que se le ha dejado como asignación y no quiera incrementarla.
3º. El acrecimiento es comerciable. A pesar que no hay norma alguna que señale
que el acrecimiento es comerciable, el acrecimiento es un derecho que está en el
comercio jurídico. Por ello es transferible, renunciable y prescriptible.
201
4º. Es un derecho indivisible. En fin, el acrecimiento es un derecho indivisible,
pues al acrecer la parte del asignatario faltante se forma una sola asignación con la
que le correspondía al que la recibe. Por lo mismo, no se puede aceptar parte de lo
que recibe y repudiar la otra.
Por otro lado, los efectos del acrecimiento dependerán de los supuestos a los que
se aplica y éstos se pueden resumir en dos:
Art. 1153. "El derecho de transmisión establecido por el artículo 957, excluye el
derecho de acrecer."
Don Andrés BELLO nos explica el sentido de este Art. 1153, señalándonos lo
siguiente "Supongamos que dejándose una cosa a B i C, falleciere B después de
deferida la asignación, sin haberla aceptado ni repudiado. Los herederos
de B concurrirán con C." En otras palabras, nos explica que no opera el
acrecimiento a favor de C.
202
Imaginemos que en mi testamento dejo a Pedro y a Juan mi automóvil marca X,
modelo Y, placa patente XY. Si P edro existía al tiempo de abrirse la sucesión pero
fallece sin haber alcanzado a aceptar o repudiar la asignación, entonces los hijos
de Pedro le sucederán pues éstos le suceden en todos los derechos transmisibles
dentro de los cuales se encontraba el derecho de opción. Los hijos de Pedro
excluyen por tanto a Juan.
LA SUSTITUCIÓN
Nos decía el profesor CLARO SOLAR , dándonos una idea general de la institución,
que "los romanos entendían por substituciones, en materia de sucesión por causa
de muerte, las disposiciones testamentarias por medio de las cuales el testador
instituía, en orden o grado subsidiario, como heredero para el caso en que otra
persona instituida en primero o superior grado no llegara a ser heredero."
203
El profesor SAMPER , en la misma línea, nos enseña que la substitución en Roma
se refería a "la condición negativa de ser heredero otro instituido, como si el
testamento dispusiera: "sea Ticio mi heredero; si Ticio no pudiese o no quisiese
serlo, sea Cayo mi heredero". En este caso hay dos instituidos: uno en forma pura
y simple y el otro en forma condicional. A este particular tipo de heredis institutio se
lo conoce bajo el nombre de substitución y se designa por substitutus al instituido
condic ional."
Para evitar la vergüenza que significaba no tener un heredero, don Luis CLARO
SOLAR nos explicaba que los testadores "hacían uso del derecho que la ley les
concedía de instituir como heredero, dándole la libertad, a un esclavo suyo que era
heredero necesario obligado a aceptar la herencia por gravada que estuviera, la
lista de instituciones se cerraba ordinariamente con el nombre de un siervo".
Don Alejandro GUZMÁN BRITO nos dice que la substitutio vulgaris, como la del
ejemplo, era "un especial tipo de institución de heredero suspensivamente
condicionada", que consistía en nombrar un heredero para el evento de que otro
designado no llegare a serlo. Como se ve esta es directa, en contraposición a
la fideicomisaria que era indirecta, o en palabras del profesor CLARO SOLAR "era la
que se hacía con palabras oblicuas, indirectamente rogando el testador al heredero
instituido o al legatario, o donatario, que restituyera la herencia o parte de ella a la
persona indicada."
Don Robustiano VERA nos lo decía de manera mucho más simple: "Se ha
llamado sustitución a la institución de un segundo heredero en lugar del
principalmente instituido." Don Luis CLARO SOLAR las estudiaba dentro de un
capítulo de su obra destinado a las asignaciones de más de un grado, pues con ello
las entendía como "el nombramiento o institución de un asignatario de segundo,
tercer o más grados para que a falta del asignatario instituido en primer lugar perciba
la asignación."
No se entiende faltar el asignatario que una vez aceptó, salvo que se invalide la
aceptación."
Art. 1158. "La sustitución puede ser de varios grados, como cuando se nombra un
sustituto al asignatario directo, y otro al primer sustituto."
205
El propio Código la define como se puede observar en el inciso 2º del Art. 1156
señalando que es aquella en que se nombra un asignatario para que ocupe el lugar
de otro que no acepte, o que, antes de deferírsele la asignación, llegue a faltar por
fallecimiento, o por otra causa que extinga su derecho eventual.
De esa manera si instituyo a Pedro como mi heredero, y para el caso que llegue
a faltar instituyo a Juan, si se cumple la condición negativa (que falte Pedro) ocupará
su lugar Juan, quien es el sustituto y que lo reemplazará, llevando en definitiva toda
la asignación.
1º. Debe tratarse de una sucesión testada. No sólo por su ubicación geográfica
en el Código, ello se desprende de la propia ley que habla
de asignatario y asignación con lo cual considera, implícitamente, toda clase de
asignaciones testamentarias, sean éstas a t í tulo universal o singular, legados o
herencias.
2º. La designación del sustituto debe ser expresa. Así se desprende del Art. 1162
con un ejemplo a contrario sensu referido a los descendientes del testador.
Art. 1162. "Si el asignatario fuere descendiente del testador, los descendientes
del asignatario no por eso se entenderán sustituidos a éste; salvo que el testador
haya expresado voluntad contraria."
Por ejemplo, dispongo por testamento que: Dejo todos mis bienes a mi hijo Pedro
y a falta de éste a su amigo Juan. Si fallece Pedro antes que el testador, no le
sucederán sus propios herederos. Será llamado Juan en su reemplazo.
3º. Debe "faltar" el asignatario directo que va a ser sustituido. Así se desprende
del concepto mismo que nos entrega el Art. 1156, que expresa que las razones por
las cuales puede faltar el asignatario son variadas. Puede faltar porque repudia, o
porque antes de deferirse la asignación fallece, o porque en virtud de cualquier otra
causa su derecho eventual se extingue, nos dice la norma.
Como ya vimos con ocasión del acrecimiento en el Art. 1190, en caso que se haya
designado sustituto a un asignatario forzoso y éste falta por incapacidad, indignidad
o exheredación, o porque la ha repudiado, ocupa su lugar su representante, y si no
tiene descendencia con derecho de representarle pasa su porción a acrecer al resto
de la mitad legitimaria. En ningún caso operará la sustitución.
206
reglas que el propio Código nos proporciona para facilitar su adecuada inteligencia
y aplicación.
Art. 1160. "Si se sustituyen recíprocamente tres o más asignatarios, y falta uno de
ellos, la porción de éste se dividirá entre los otros a prorrata de los valores de sus
respectivas asignaciones."
Don Robustiano VERA nos ofrecía un ejemplo, en sus comentarios. Decía: "Lego
mi fundo a Pedro i Juan i a Diego i Antonio: aquí habrá el derecho de acrecer,
aunque el testador le agregara ' i los sustituyo recíprocamente ' . Pero si di jera: dejo
a uno la mitad i una cuarta parte a cada uno de los otros, resultaría que en este caso
se dividirían a prorrata la parte del que faltara, porque están sustituidos en partes
determinadas i diferentes."
Para que nos qued e aún más claro, imaginemos que instituyo legatarios de un
inmueble a Pedro, Juan y Rosita, dejando a Pedro la mitad de la casa, la tercera
parte a Juan y la sexta parte a Rosita, a quienes además instituyo como legatarios
substitutos y recíprocos. Si faltase Rosita, su porción se dividirá entre Pedro y Juan
en la proporción de la mitad y del tercio respectivamente de la asignación de Rosita
para uno y otro. Ello implica que, finalmente toda la casa se dividirá entre Pedro y
Juan en cinco partes, tocando las tres quintas partes de ella a Pedro y dos quintos
restantes a Juan. Si faltase Juan, la casa se dividirá entre Pedro y Rosita en la
proporción de tres cuartas partes de la casa para Pedro y el cuarto restante para
Rosita. Y, finalmente, si fuera Pedro quien faltase, la asignación se dividirá entre
Juan y Rosita en la proporción de dos tercios de la casa para él y el tercio restante
para ella.
Art. 1161. "El sustituto de un sustituto que llega a faltar, se entiende llamado en
los mismos casos y con las mismas cargas que éste, sin perjuicio de lo que el
testador haya ordenado a este respecto."
Un ejemplo nos clarificará la regla: Lego Pedro, y a falta de éste a Juan y a falta
de éste a Rosita, el sitio que poseo en la comuna de Santiago con el objeto de que
construya un colegio para personas de escasos recursos. Pensemos que si por
cualquier causa falta Pedro, recibirá Juan el legado obligándose también a construir
la escuela. Si falta Juan y entra Rosita, asumirá la misma obligación.
Creemos oportuno transcribir una nota de don Andrés BELLO a este artículo que
es rica en clarificaciones al contener dos ejemplos muy didácticos. Dice nuestro
codificador: "B muere; le sucede C, que repudia la herencia. D, sustituido a C,
falleció antes de la repudiación de C. La repudiación se retrotrae a la muerte i
produce el mismo efecto que si C no hubiere existido jamás. Por consiguiente, la lei
defiere la herencia a D en el momento de fallecer el testador. Es verdad que D ha
muerto sin saberlo, pero la ignorancia del heredero no impide la transmisión, según
el artículo 957. En realidad no puede decirse que falta un asignatario, cuando la lei
transmite sus derechos ipso jure a las personas que lo representan.
La segunda parte de este artículo es también evidente por sí misma. Los civilistas
la han consignado en aquel principio de derecho: jus substitutionis potentius est juri
acrescendi. Supongamos, pues, que se dejase una cosa a Tici o i Sempronio, i
Mevio fuese sustituido a Tici o . Faltando Ticio no acrecería su porción a Sempronio,
i la lei la deferiría a Mevio. Si faltasen Ticio y Sempronio, correspondería toda la
asignación a Mevio, cualquiera que hubiese sido el orden de los fallecimientos,
porque Mevio, como sustituto de Ticio, tiene derecho a que le acrezca la porción de
Sempronio si éste falta."
208
testamentario. En efecto, el modo más frecuente de constituir fideicomisos es a
través de asignaciones testamentarias.
2º. La sustitución fideicomisaria sólo puede ser de un grado, esto es no puede ser
sucesiva. En efecto, del mismo modo como se prohíbe la constitución de
fideicomisarios sucesivos en el Art. 745, el Art. 1165 lo hace respecto de las
sustituciones.
Art. 1166. "La sustitución no debe presumirse fideicomisaria, sino cuando el tenor
de la disposición excluye manifiestamente la vulgar."
Razón tenía el gran Robert POTHIER cuando señalaba que "la sustitución
fideicomisaria es la disposición que yo hago de una cosa en provecho de alguno,
por el canal de una persona interpuesta a quien yo he encargado que la restituya."
Resumamos estas diferencias ordenadamente.
209
1º. En la sustitución vulgar el asignatario directo goza de la cosa sin limitación
alguna y sin encontrarse sujeto a condición. En la sustitución fideicomisaria, el
propietario fiduciario es titular de un derecho de propiedad sujeto a resolverse en el
caso de cumplirse la condición impuesta por el testador.
El profesor TRONCOSO LARRONDE los define como "aquel grupo de parientes que
excluye a otro conjunto de parientes de la sucesión, pero que a su vez, puede ser
excluido por otro conjunto de parientes."
Los parientes que llama la ley para recibir la herencia de la persona que falleció
intestada, están determinados en el Art. 983 que establece qui é nes son los
herederos abintestato.
210
Art. 983. "Son llamados a la sucesión intestada los descendientes del difunto, sus
ascendientes, el cónyuge sobreviviente, sus colaterales, el adoptado, en su caso,
y el Fisco. Los derechos hereditarios del adoptado se rigen por la ley respectiva."
El círculo más cercano del causante, es decir, sus hijos, cónyuge y ascendientes,
y que luego veremos se concentra en los dos primeros órdenes sucesorios, forman
los llamados legitimarios, que son asignatarios forzosos.
211
El Código, entonces, estructura la sucesión abintestato sobre la base de órdenes
sucesorios que se componen de categorías de parientes , algunos de los
cu a les fi jan el orden (herederos determinantes) y otros que simplemente
concurren con éstos (herederos concurrentes). De faltar los herederos
determinantes o que fijan el orden se pasa necesariamente al orden siguiente.
Dentro de determinadas categorías será determinante los grados de parentesco,
que son los que finalmente van a servir para definir quiénes son llamados en una
misma categoría y cuáles serán excluidos. La única excepción, por cuanto no está
integrada por parientes, la constituye el último orden sucesorio, en el cual la ley
llama a suceder al Fisco como heredero. En fin, en otros órdenes, complementan al
grado, y será por lo tanto determinante la línea de parentesco , pues ésta definirá
el quantum de la asignación. Veremos que los parientes de una línea, sea sólo
materna o sólo paterna, llamados de simple conjunción , recibirá n la mitad de lo
que le s corresponda a los parientes consanguíneos, uterinos o de doble
conjunción. En concreto, los órdenes sucesorios son cinco. Los cuatro primeros
lo s fijan las siguientes categorías de parientes: El primer orden lo s fijan los hijos ,
personalmente o representados; el segundo orden lo fijan los ascendientes ; el
tercer orden lo fijan los hermanos ; y el cuarto orden lo fijan los demás
colaterales. El quinto y último orden, es el único que no lo conforma una categoría
de parientes, como dijimos, pues en él se llama a suceder al Fisco de Chile. En el
segundo y cuarto orden el grado y la línea serán determinantes para saber cuál de
los parientes de la misma categoría excluirá a los otros y cuáles llevarán una mayor
porción de la herencia que los otros.
Podemos llamar a este orden también como el orden de los descendientes , tal
como lo hace el Derecho francés o lo denomina el profesor ELORRIAGA DE BONIS ,
pues puede que falten los hijos del causante pero si hay nietos con derecho a
suceder, éstos podrán representar al padre en la sucesión del causante, y lo
mismo, indefinidamente, puede pasar con los bisnietos y demás descendientes. Lo
que no podemos hacer es denominarlo simplemente como orden de los hijos sin
más, pues éstos pueden faltar y no por eso pasaremos al orden siguiente, el de los
ascendientes.
Nosotros preferimos denominar a este orden con su nombre largo, el de los hijos
personalmente o representados, pues es en la persona de los hijos, en donde la ley
presume que se concentra la mayor afección del de cuius.
212
Es tan relevante la presencia de hijos personalmente o representados en la
sucesión del causante que éstos excluyen a todos los demás parientes y herederos.
La ley excepciona solamente al cónyuge sobreviviente de esta exclusión.
Art. 988. "Los hijos excluyen a todos los otros herederos, a menos que hubiere
también cónyuge sobreviviente, caso en el cual éste concurrirá con aquéllos.
El cónyuge sobreviviente recibirá una porción que, por regla general, será
equivalente al doble de lo que por legítima rigorosa o efectiva corresponda a cada
hijo.
Si hubiere sólo un hijo, la cuota del cónyuge será igual a la legítima rigorosa o
efectiva de ese hijo. Pero en ningún caso la porción que corresponda al cónyuge
bajará de la cuarta parte de la herencia, o de la cuarta parte de la mitad legitimaria
en su caso.
213
2º. Segunda situación: Concurren hijos o su descendencia y cónyuge
sobreviviente. Cuando los hijos o su descendencia son llamados a recibir la
herencia del causante concurre con ellos el cónyuge sobreviviente, a menos que
hubiere dado causa a la separación judicial. Para determinar la parte que le
corresponde a cada cual, es necesario saber el número de hijos que son llamados.
Para los efectos de la explicación supondremos que concurren los hijos
personalmente. Así, si hay un solo hijo, éste y el cónyuge sobreviviente llevarán la
mitad cada cual de la herencia (fig. 1), si concurren dos o más hijos pero no más
allá de seis, el cónyuge sobreviviente llevará una porción de la herencia equivalente
al doble de lo que corresponde a cada hijo, sea a título de legítima rigorosa o
efectiva.
Por ejemplo, si concurren dos hijos, la mitad de la herencia será del cónyuge
sobreviviente y cada hijo recibirá un cuarto de ella. Si concurren tres hijos, el
cónyuge sobreviviente llevará dos quintos de la herencia y cada hijo un quinto (fig.
2). En fin, si concurren seis hijos, el cónyuge llevará una cuarta parte de la herencia
y los hijos se repartirán por partes iguales los tres cuatros restantes, esto es cada
hijo llevará un octavo de la herencia (fig. 3) .
Compruébese con una simple operación aritmética. Seis hijos que concurran con
el cónyuge, hará que éste reciba dos octavos de la misma que es el doble del octavo
que recibirá cada hijo.
214
4º. Cuarta situación. No concurren hijos ni personalmente ni representados, sólo
cónyuge. En este caso el cónyuge sobreviviente no lleva toda la herencia, sino que
debe concurrir con otra categoría de parientes que fijan el segundo orden, los
ascendientes.
En este caso, la herencia se dividirá en tres partes, dos para el cónyuge y una
para los ascendientes. A falta de éstos, llevará todos los bienes el cónyuge, y, a
falta de cónyuge, los ascendientes. Habiendo un solo ascendiente en el grado
más próximo, sucederá éste en todos los bienes, o en toda la porción hereditaria
de los ascendientes."
Recordemos que la Ley Nº 19.585 agregó la sanción del Art. 994, de una muy
deficiente redacción por lo demás, por cuya virtud en su inciso 2º se dispuso que
"tampoco sucederán abintestato los padres del causante si la paternidad o
maternidad ha sido determinada judicialmente contra su oposición, salvo que
mediare el restablecimiento a que se refiere el Art. 203". De lo que se colige que si
el hijo, alcanzada la plena capacidad, manifiesta por escritura pública o testamento
su voluntad de restablecer al padre o madre en sus derechos, en ese caso y sólo
en él podrá considerarse a los ascendientes con derecho a suceder.
215
27 7 . FUNCIONAMIENTO DEL SEGUNDO ORDEN SUCESORIO. D OS situaciones se
pueden presentar a fin de determinar c ó mo concurren y son excluidos los parientes
que componen este segundo orden. La tercera situación que se expone nos llevará
a pasar de orden.
2º. Segunda situación. Sólo concurre el cónyuge sobreviviente o sólo lo hacen los
ascendientes. En ambos casos la herencia entera le corresponderá al concurrente,
es decir, si no hay cónyuge, toda la herencia corresponde a los ascendientes; y si
no hay ascendientes, todo corresponde al cónyuge.
Entre los hermanos de que habla este artículo se comprenderán aun los que
solamente lo sean por parte de padre o de madre; pero la porción del hermano
paterno o materno será la mitad de la porción del hermano carnal."
216
27 9 . FUNCIONAMIENTO DEL TERCER ORDEN SUCESORIO. D OS situaciones se pueden
presentar a fin de determinar c ó mo concurren los hermanos que componen este
segundo orden. La tercera situación que se expone nos llevará a pasar de orden.
Si no hay hermanos de doble conjunción (el causante era hijo único) sólo
hermanos de simple conjunción, sea que concurran uno, dos o más de ellos,
llevarán toda la herencia.
3º. Tercera situación. Faltan los hermanos de doble o simple conjunción. En este
caso pasaremos a la última categoría de parientes que fijan el cuarto orden, los
demás colaterales o colaterales no privilegiados.
217
es decir, en este orden concurren los colaterales del tercer, cuarto, quinto y sexto
grado, inclusive. Así lo dispuso el Art. 992.
Además, hay que retener dos reglas de base : 1 a La primera regla es que la
pertenencia a la línea determina el quantum de la asignación y en ella es el grado
el que determina qui é nes concurren, pues los de grado más próximo excluyen a
los más remotos; 2 a L a segunda regla es que sólo son llamados los colaterales
hasta el sexto grado inclusive.
218
28 2 . QUINTO ORDEN DE SUCESIÓN INTESTADA: EL FISCO . El Art. 995 llama al Fisco
como nuestro último heredero , el que llevará toda la herencia. La herencia que lleva
el Fis co se denomina herencia vacante , que es la que le corresponde al Fisco por
no existir herederos de mejor derecho y que ya tuvimos la oportunidad de estudiar.
Art. 995. "A falta de todos los herederos abintestato designados en los artículos
precedentes, sucederá el Fisco."
28 3 . FUNDAMENTOS QUE HACEN QUE EL FISCO NOS SUCEDA COMO HEREDERO, SIN SER
PARIENTE. L O primero que debemos considerar es que con este último orden,
desaparecen todos los principios y presunciones sobre los cuales se justifica la
intervención de la ley en la sucesión intestada. ¿Habrá siquiera algo de afección a
presumir en el causante para querer dejar todos sus bienes al Fisco? Lo cierto es
que la razón por la cual la ley llama como último heredero al Fisco es por la ausencia
de todo pariente con derecho de heredar al causante.
El fundamento para hacer dueño al Fisco, ahora, de los bienes muebles que
componen la herencia, es más complicado de encontrarlo fuera del Art. 995.
No existe en nuestro país una disposición como la del Art. 713 del Code de
Napoléon que, en su redacción original, hacía dueño al Estado de todo tipo de
bienes, sin distinciones, que no tuvieran dueño (Les biens qui n'ont pas de maitre,
appartiennent à la nation). Hoy esa disposición entrega la propiedad de dichos
bienes a la comuna respectiva y sólo si ésta los rechaza, vuelven al dominio del
219
Estado ipso iure. El Art. 713 actual dispone: " Les biens qui n'ont pas de maitre
appartiennent à la commune sur le territoire de laquelle ils sont situés. Toutefois, la
propriété est transférée de plein droit à l'Etat si la commune renonce à exercer ses
droits."
En Chile, por el contrario, los bienes muebles que no tienen dueño pueden ser
adquiridos por ocupación. En consecuencia, la única forma en que el Estado pueda
hacerse dueño de los bienes muebles que componen esta herencia vacante, es por
sucesión por causa de muerte y una vez que acepte la herencia que se le ha
deferido, aceptación que ya vimos hace poco necesariamente debe ser bajo
beneficio de inventario.
De manera tal que si repudia la herencia, esos bienes quedarán sin dueño y podrá
adquirirlos quien sea su primer ocupante.
En fin, cierta doctrina ha sostenido que la cuestión de determinar a qué título nos
sucede el Fisco , se resuelve adhiriendo a la teoría del Fisco soberano o a la teoría
del Fisco heredero. A la segunda de ella se acogería nuestro Cód igo y esto
explicaría las razones por las cuales el Fisco debe solicitar la dación de la posesión
efectiva y pagar las deudas hereditarias, aceptándola bajo beneficio de inventario.
Nosotros creemos que no hay teoría a la que recurrir pues el Código es claro en
cuanto a que el Fisco es heredero último. Las razones por las cuales la ley así lo
estimó son puramente históricas. Lo relevante es cuestionarse, como lo hemos
hecho, la suerte que corren los efectos hereditarios cuando el Fisco ejerce su
derecho de opción. A mayor abundamiento, el Fisco sólo está obligado a solicitar la
dación de la posesión efectiva de la herencia si su interés es aceptarla. Si la repudia,
pierde la calidad de heredero y no podrá solicitarla y, en ese caso, menos estará
obligado a pagar las deudas hereditarias.
221
y familiares, pues no deja al contratante que sobrevive a su pareja los mismos
derechos que actualmente tiene un cónyuge en la sucesión intestada del otro.
Además, y por sobre el problema de redacción que presenta el artículo, pues una
lectura literal permitiría sostener que cualquier contratante de AVP (en la hipótesis
que el causante haya celebrado más de uno) cuya duración haya sido superior al
año podría participar en la sucesión del contratante fallecido, el Proyecto discrimin a
al contratante sobreviviente al no considerarlo legitimario (no hay mención alguna a
una modificación al Art. 1182) y al no reservarle, como lo hace con el cónyuge
sobreviviente, la cuarta parte de la herencia o de la mitad legitimaria en su caso, si
concurrieren más de seis hijos.
Este artículo impondría la modificación del Art. 1195 de nuestro Código civil por
cuanto considera al contratante sobreviviente como beneficiario de la cuarta de
mejoras. Sin embargo, sigue discriminando en forma odiosa subordinando todos los
derechos hereditarios, ya sea en una sucesión testada o intestada, al transcurso de
un año de vigencia del AVP, lo que constituye, como dijimos, no sólo una condición
inexistente o a lo menos anómala en el derecho sucesorio chileno, además contraría
todos los principios y fines con que se acompaña el proyecto y que están contenidos
en la exposición de motivos del mismo. Estos principios y fines pretenden situar al
AVP como un instrumento de reconocimiento de familias no matrimoniales, que en
cumplimiento del mandato constitucional deben recibir igual protección del Estado
que aquellas.
Art. 997. "Los extranjeros son llamados a las sucesiones abintestato abiertas en
Chile de la misma manera y según las mismas reglas que los chilenos."
Ahora bien, no obstante que las sucesiones se rigen por la Ley del lugar donde se
abren (Art. 955), si el causante deja herederos chilenos, éstos tendrán los derechos
222
hereditarios que le reconozca la ley chilena (Art. 15), sea que el causante haya sido
un extranjero o un chileno. Así lo dispone el Art. 998.
Art. 998. "En la sucesión abintestato de un extranjero que fallezca dentro o fuera
del territorio de la República, tendrán los chilenos a título de herencia o de
alimentos, los mismos derechos que según las leyes chilenas les corresponderían
sobre la sucesión intestada de un chileno.
Los chilenos interesados podrán pedir que se les adjudique en los bienes del
extranjero existentes en Chile todo lo que les corresponda en la sucesión del
extranjero.
223
La regla del nemo pro parte testatus pro parte intestatus decedere
potest, continúa el profesor GUZMÁN BRITO , tenía tres excepciones:
Esta regla romana que disponía que "nadie podía morir en parte testado y en parte
intestado", habría pasado a las leyes de las Partidas, pero como nos dice el
profesor BARROS ERRÁZURIZ "mucho antes del Código civil, una ley española la
Novísima Recopilación había mandado que la sucesión en los bienes de una
persona difunta, podía ser parte testamentaria y parte intestada".
Pero los que suceden a la vez por testamento y abintestato, imputarán a la porción
que les corresponda abintestato lo que recibieren por testamento, sin perjuicio de
retener toda la porción testamentaria, si excediere a la otra.
Prevalecerá sobre todo ello la voluntad expresa del testador, en lo que de derecho
corresponda. En todo caso la regla del inciso primero se aplicará una vez
enteradas totalmente, a quienes tienen derecho a ellas, las legítimas y mejoras
de la herencia."
Ahora bien, si entre los herederos concurren legitimarios con quienes no lo sean,
y el causante no dispone total o parcialmente de la cuarta de mejoras o de la cuarta
224
de libre disposición, no se produce el acrecimiento del Art. 1191, toda vez que sobre
él prevalecen las reglas de sucesión intestada, como ya lo estudiamos en el inciso
final del Art. 1191.
1º. Cuando el causante haya dispuesto sólo de una parte de su patrimonio por
testamento. A aquella parte se le aplicarán las reglas de la sucesión testada y en la
parte de que no dispuso la sucesión intestada.
3º. Cuando el testamento ha sido declarado nulo [parcialmente], razón por la cual
una porción de los bienes del causante queda sin asignatario, siendo aplicable a
ella la sucesión intestada.
4º. Cuando el testador haya instituido sólo herederos de cuota y todas ellas juntas
no alcancen la unidad. Por aplicación del Art. 1100, la parte que falta para completar
el entero se rige por las normas de la sucesión intestada y los herederos se
entienden llamados como herederos del remanente.
225
Imaginemos que fallece José dejando una herencia consistente sólo en dinero
que asciende a 100. Asigna por testamento a su hijo Pedro 30, a su otro hijo Juan
nada deja por testamento.
Precaviendo que el testador introduzca la frase "sin perjuicio de lo que reciba por
asignación testamentaria" cuando designe herederos del remanente. O cuando
instituya la asignación testamentaria inserte la frase "sin que pueda imputarse esta
asignación a lo que le corresponde recibir como heredero abintestato". Felizmente,
el Código agregó en el inciso final del Art. 996 que "prevalecerá sobre todo ello la
voluntad expresa d el testador, en lo que de derecho corresponda". Esto significa
que debe respetarse la voluntad del testador si éste declara que le deja al
asignatario la asignación testamentaria sin perjuicio de sus derechos como
heredero abintestato.
226
intestados señalados en la ley. De ese modo el favorecido lo sería realmente, al
percibir, la asignación testamentaria y una asignación intestada."
Instamos entonces al juez a aplicar el Derecho y buscar la solución más justa que
se desprenda de la norma.
En fin, la Ley Nº 19.585 agregó el último inciso del Art. 996, que establece que la
regla del inciso 1º se aplicará una vez enteradas totalmente, a quienes tienen
derecho a ellas, las legítimas y mejoras de la herencia".
227
CLASE Nº 14 DE LA SUCESIÓN TESTAMENTARIA EN GENERAL Y DEL TESTAMENTO EN
PARTICULAR
Debemos aclarar que el hecho que la regla general sea la sucesión testada no
significa que mayoritariamente s e suceda por testamento en Chile. Se estima,
según cifras que habrían sido entregadas por el Archivo Judicial, que un número
cercano a los 18.000 testamentos se registran en nuestro país cada año. De ello se
deduce que la gran mayoría de los chilenos fallece sin otorgar testamento.
228
En fin, en la sucesión testamentaria se cumple la voluntad del testador, siempre
que el testamento haya sido válidamente otorgado o lo sea conforme a Derecho. La
razón por cual este acto de última voluntad prevalece o se impone por sobre las
asignaciones de bienes que hace la ley, es porque e sta misma reconoce la libertad
de testar.
Como nos enseña e l profesor GUZMÁN BRITO , la libertad de testar "significa que
el testador nunca se encuentra en el caso de tener que atribuir alguna parte o cuota
de su caudal que será sucesorio a determinadas personas, pudiendo, en
consecuencia, asignarlo a quien desee o distribuirlo entre quienes quiera, y en las
prop orciones que estime convenientes."
Esta libertad de testar en Roma mostró pronto las consecuencias del abuso que
se hizo de ella, particularmente cuando sin motivo alguno justificado se postergaba
a los hijos pasando la herencia a extraños. Ello haría nacer, para contener esos
abusos, remedios como "la querella de testamento inoficioso", por medio de la cual
se anulaba el testamento del que sin motivo plausible desheredaba a sus hijos o
parientes. Esta querella, que permitía impugnar el testamento, se presentaba ante
los centuvirus y se fundaba en la contrariedad al deber de piedad para con la familia.
Remedios como éste hicieron nacer instituciones como las legítimas que limitaban
la libre facultad de disponer de sus bienes por testamento, obligando al testador a
hacer una reserva en favor de los descendientes y ascendientes.
Nuestro Derecho reconoce la libertad de testar, pero como nos lo enseñaba don
Alfredo BARROS ERRÁZURIZ, "no ha reconocido nuestro Código la libertad absoluta
de testar, establecida por algunas legislaciones como la inglesa."
Pasemos a partir de ahora al estudio del título de esta forma de suceder y cuya
importancia es central al punto que da su nombre. El testamento.
En fin, don Andrés BELLO que había vivido largo tiempo en Inglaterra, en donde
había formado familia al casarse dos veces, era partidario de la libertad de testar.
Sin embargo, como nos lo explicaba don Robustiano VERA en un artículo del
año 1900 cuya lectura recomendamos al lector, titulado "Conviene establecer en
Chile la libertad de testar i en caso contrario qué limitaciones ha de tener", nuestro
codificador habría sido "vencido" por las opiniones de la Comisión Revisora, pues
"tuvo que dar entrada a las lejítimas aplastado más bien por la corriente de las ideas
de los hombres de esa época que estaban empapados en las doctrinas de la
legislación española en favor de las lejítimas, creyendo, con esto favorecer a las
familias, olvidando sin duda que se podían hacer contratos simulados,
enajenaciones falsas i toda esa serie de hechos que los hombres ejecutan cuando
se ven privados de un derecho que estiman perfecto i quieren burlar la lei."
DEL TESTAMENTO
Sin embargo es en Roma, como nos decía don Luis CLARO SOLAR , en donde el
testamento "llegó a perfeccionarse hasta servir de modelo a las legislaciones
posteriores."
230
La palabra testamento viene del latín testari que significa atestiguar, verbo que
derivaría de la palabra testis que significa testigo. De ello colige el profesor GUZMÁN
BRITO que testamentum significaría atestiguación o atestiguamiento.
Don Andrés BELLO utiliza como fuente para definir el testamento en el Art. 999,
según nota que le pertenece, el Art. 552 del Código civil austríaco. El
Art. 552 mencionado encabezaba el Capítulo IX llamado "De los actos de última
voluntad en general y de los testamentos en particular". Dicho precepto expresaba:
"Se llama acto de última voluntad la disposición por la cual una persona transfiere a
una o muchas personas, de manera irrevocable y para cuando ya no exista más,
todo o parte de sus bienes." En el artículo siguiente, el Art. 553, el Código austríaco
define el testamento como el acto de última voluntad por el cual se instituye un
heredero. Nos dice el profesor BARRIENTOS GRANDON que el mencionado texto
austríaco (el Art. 552) no habría influido en la redacción que dio nuestro codificador
al testamento, pero s í habría servido para destacar dos aspectos esenciales: la
revocabilidad y la disposición del todo o parte de los bienes.
Este gran amigo y excelente jurista chileno nos explica que la fuente de la que se
habría inspirado A. BELLO estaría en el Cours de Code civil de Claude
Etienne DELVINCOURT que lo define como "un acto revocable y solemne, por el cual
una persona dispone del todo o parte de sus bienes, para cuando muera ", aunque
el profesor BARRIENTOS traduce la última frase (en cursivas, que en francés se
lee pour le temps où elle n'existera plus ) como "para el tiempo en que no existirá
más". A nuestro juicio esta es una traducción demasiado literal del francés, ella debe
traducirse para expresar una sola idea, sea para cuando ya no viva o la que
creemos se ajusta más para cuando muera. En efecto, el
propio DELVINCOURT explicando la frase en cuestión señala "que el testamento no
produce efecto sino desde la muerte del testador", lo que nos revela que l os efectos
se producen desde que muere.
En todo caso, pareciera que la redacción del Art. 999, como veremos en su
momento, más se acerca a la del Art. 895 del Code de Napoléon que a la reseña da
por el comentarista mencionado.
Dos inconvenientes graves presentaba este testamento libral pues, por un lado,
ya que el heredero adquiría el dominio definitivo de la herencia por la mancipatio ,
el testador no podía re voc ar lo después; y, por otro lado, al no s er sus
disposiciones secretas, existía temor que el heredero pudiera atentar contra la vida
del testador a fin de acelerar su pronta entrada en el goce de los bienes.
La herencia de una persona, entonces, además de la Ley de las XII Tablas, pasa
a ser regulada por una especial lex privata promulgada en vida por el propio
causante; esta lex privata , cuya especial característica consistía en incluir la
designación de un heredero, recibió el nombre de testamentum , como nos lo
enseña el profesor SAMPER POLO.
232
Sabemos que en Roma se amalgamaba la personalidad y el patrimonio del
ciudadano, confundiéndose en una común unidad y transmitiéndose ambas a la
muerte de la persona, de tal manera que se refundía la personalidad y el patrimonio
del testador con la del heredero, por lo que toda herencia debía pasar íntegra a e ste
último designado en el testamento. Ello explica que el fundamento de todo
testamento fuera la institución de heredero.
Como lo escribía don Robustiano VERA "la ciudadanía continuaba sin solución de
continuidad en el sucesor, por eso era que se veía en el testador i en el heredero
una misma personalidad ejercida no obstante por personas distintas. Bajo esta
lejislación nadie, por lo tanto, podía morir parte testado i parte intestado, ya que
pasando íntegra la personalidad del testador al heredero, íntegro también debía
transmitirse todo su patrimonio."
En principio, sólo podía ser heres un ciudadano romano y sólo bajo el reinado
de CARACALLA la testamentificación dejó de ser un privilegio de la nobleza y se
convirtió en un derecho común para todos. La legislación de Las Partidas , abrió el
campo pa ra que cada hombre pudiera ser heredero de otro si empre que no le
estuviere prohibido por causa de excepciones personales que establecía esa misma
legislación.
Poco a poco el testamento fue perdiendo su objeto principal que era instituir
un heres. En efecto, el testamento pasó a reconocerse como una manifestación de
voluntad de lo que quería una persona que se hiciera de sus bienes una vez
fallecida.
Una ley del Ordenamiento de Alcalá establecería el principio que era válida la
disposición de todo testador, aunque no hubiere instituido heredero y aunque éste
no aceptare la herencia. Esto equivalía a proclamar el principio de que toda persona
podía disponer de sus bienes a título de herencia o de legados.
Art. 999. El testamento es un acto más o menos solemne, en que una persona
dispone del todo o de una parte de sus bienes para que tenga pleno efecto
después de sus días, conservando la facultad de revocar las disposiciones
contenidas en él, mientras viva.
Luego señala que este acto es más o menos solemne , con lo cual nos advierte
que hay testamentos que requieren para su validez ab initio del cumplimiento de
todas las solemnidades, mientras otros, que son igualmente testamentos, no las
requieren en ese instante, pero s í después. Como es habitual en don
234
Andrés BELLO la perfección de su técnica conceptual se expresa aquí también al
mostrarnos las clases de testamentos que reconoce.
Continúa expresando que este es un acto más o menos solemne en que una
persona , con lo cual subraya dos elementos esenciales; el primero se refiere a la
prohibición de otorgar testamentos comunes , esto es testamentos que se otorguen
por dos o más personas a un tiempo y en un mismo instrumento; el segundo, da
cuenta del carácter personalísimo del testamento, esto es que no admite la
posibilidad de delegar la facultad de testar.
Enseguida, el artículo emplea la voz dispone , para manifestar que se trata de una
facultad del dominio, en la que va comprendida la facultad de testar. Este verbo, al
agregársele además la expresión del todo o parte de sus bienes grafica que se trata
de una liberalidad que se consiente mortis causa, de una transferencia gratuita de
algo por causa de muerte. Al consignarse entonces que por el testamento el
causante dispone del todo o de una parte de sus bienes , A. BELLO contrar í a los
principios del derecho romano, permitiendo que una persona muera parte testada y
parte intestada.
Sigue la definición con la expresión para que tenga pleno efecto después de sus
días , con ella el Código afirma que se trata de un acto que no obliga a nadie sino
después de la muerte del otorgante. Asimismo, tampoco genera derechos para
nadie, pues los herederos o legatarios instituidos allí no adquieren derecho alguno
ni aún condicional, pues los bienes siguen perteneciendo al testador mientras viva.
Recalca el artículo que el pleno efecto se producirá sólo después de fallecido el
testador, pues hay otras liberalidades o disposiciones gratuitas de bienes que
producen plenos efectos en vida del testador, como las donaciones irrevocables.
Concluye el concepto con la frase conservando la facultad de revocar las
disposiciones contenidas en él, mientras viva , pues siendo el testamento la
expresión de la voluntad de una persona, ésta puede cambiar por cualquier
circunstancia, lo que es propio del ser humano, de allí que "la facultad de cambiar
de opinión", de revocar esa voluntad, es un elemento esencial del acto y esta
facultad s e mantiene o conserva mientras se es persona, es decir, mientra s un
individuo viva.
Art. 1060. "No vale disposición alguna testamentaria que el testador no haya dado
a conocer de otro modo que por sí o no, o por una señal de afirmación o negación,
contestando a una pregunta."
Art. 1000. "Toda donación o promesa que no se haga perfecta e irrevocable sino
por la muerte del donante o promisor, es un testamento, y debe sujetarse a las
mismas solemnidades que el testamento. Exceptúanse las donaciones o
promesas entre marido y mujer, las cuales, aunque revocables, podrán hacerse
bajo la forma de los contratos entre vivos."
Serán nulas todas las disposiciones contenidas en el testamento otorgado por dos
o más personas a un tiempo, ya sean en beneficio recíproco de los otorgantes, o
de una tercera persona."
Se entenderán por tales aquellas en que el testador asigna alguna parte de sus
bienes a condición que el asignatario le deje por testamento alguna parte de los
suyos."
237
Finalmente, esta exigencia excluye , también, toda posibilidad que el testamento
se otorgue por medio de mandatario o representante (el Comisario que permitía la
antigua legislación española), tal como lo prescribe el Art. 1004 en relación con el
Art. 1063.
Art. 1063. "La elección de un asignatario, sea absolutamente, sea de entre cierto
número de personas, no dependerá del puro arbitrio ajeno."
La regla del Art. 1063 resulta obvia desde que el testamento debe considerarse la
expresión de la voluntad de su autor, de allí que si la designación del heredero o
legatario se dejare a la voluntad de otro entonces ya no sería la voluntad del testador
la que se expresa. En concreto, lo anterior equivaldría a decir que se podría testar
por otro.
Una cláusula nula por infringir la norma prohibitiva del Art. 1063 sería, por ejemplo,
la siguiente: "Designo a Pedro como Albacea para que distribuya mis bienes entre
las personas que mejor le parezca."
La doctrina ha estimado que esta regla contraría la del Art. 1063, recién transcrito,
y en general el espíritu del Código.
238
asignación no dependía de la mera voluntad de la heredera, pues el testador habría
señalado el motivo por el cual debiera quedar ella sin efecto y le encargaba a la
prudencia y discreción de la heredera la conveniencia de cumplirlo. Sin embargo,
resultaba evidente que la heredera reportaba utilidad al negarse a cumplir la
disposición y que ello le imponía probar justo motivo para no hacerlo. Conforme a
ello condenaba, finalmente, a la heredera a pagar el legado.
Con el caso anterior, nos parece que la regla del Art. 1067 no contraría la del Art.
1063 sino más bien parece una extensión de ésta, pues se refiere a un principio
común de derecho, generalmente aceptado, que es el que nos dice que a nadie se
le puede obligar a servir un cargo si no le beneficia o impedirle rechazarlo, si el
rechazo le reporta beneficio. Pongamos ejemplos simples para mejor comprender.
Para la primera regla del Art. 1067: "Dejo a Pedro 100 con la condición que debe
dar 10 a Juan si quiere, o igual cantidad a otra persona a quien quiera favorecer."
El no cumplimiento del legado va en beneficio de Pedro, por lo que debe probar
justo motivo para negarse a cumplirlo. Si Pedro prueba que Juan es indigno o
incapaz y que no es su intención querer favorecer a otra persona, podrá retener
íntegramente los 100. Para la segunda regla del Art. 1067 que señala si de rehusar
la asignación no resultare utilidad al heredero o legatario, no será obligado a
justificar su resolución, cualquiera que sea: "Dejo a Pedro 100 con la condición que
de be dar 10 a Juan si quiere, y si no quiere deberá darlos forzosamente a Diego".
El tenor de esta cláusula permite nada justificar o probar si se desea no dar los 10
a Juan, pues igualmente debe de entregar esa suma a Diego.
Art. 1056. "To do asignatario testamentario deberá ser una persona cierta y
determinada, natural o jurídica, ya sea que se determine por su nombre o por
indicaciones claras del testamento. De otra manera la asignación se tendrá por
no escrita.
Lo que se deje al alma del testador, sin especificar de otro modo su inversión, se
entenderá dejado a un establecimiento de beneficencia, y se sujetará a la
disposición del inciso anterior. Lo que en general se dejare a los pobres, se
aplicará a los de la parroquia del testador."
239
El siguiente es un listado de situaciones en que la determinación del asignatario
puede dejarse al arbitrio de un tercero.
Art. 1056 inciso 2º y 3º. "Valdrán con todo las asignaciones destinadas a objetos
de beneficencia, aunque no sean para determinadas personas.
2º. Tratándose de las asignaciones que se dejan al alma del testador, sin
especificar de otro modo su inversión, se entenderá asignado a un establecimiento
de beneficencia, y se sujetará a la disposición de la regla anterior, según lo prescribe
el Art. 1056 inciso 4º.
Art. 1056 inciso 4º. "Lo que se deje al alma del testador, sin especificar de otro
modo su inversión, se entenderá dejado a un establecimiento de beneficencia, y
se sujetará a la disposición del inciso anterior."
Art. 1056 inciso final. "Lo que en general se dejare a los pobres, se aplicará a los
de la parroquia del testador."
Art. 1114. "Si de muchas especies que existan en el patrimonio del testador, se
legare una sin decir cuál, se deberá una especie de mediana calidad o valor entre
las comprendidas en el legado."
240
él se contiene el último deseo del causante en relación con su patrimonio, pues la
finalidad del acto, como expresión de la autonomía de la voluntad, es exactamente
que las pretensiones del disponente se cumplan a cabalidad luego de su muerte."
De ello desprendemos que todo acto de última voluntad que cumpla con las
solemnidades establecidas por la ley, a u n cuando no sea propiamente un acto de
disposición pero que repercuta en el patrimonio del causante debe considerarse
testamento.
Pero es necesario agregar algo: No hay intención de hacer una liberalidad sin un
beneficio efectivo en el cual ella viene a concretizarse" . En efecto, sea que el
heredero es "gravado" con la responsabilidad del pago de las deudas de la herencia,
incluso más allá de lo que recibe pues su responsabilidad —por regla general-
es ultra o extra vires hereditatis o successionis, o sea que la asignación misma
pueda constituir un gravamen para él, el acto jurídico continúa siendo gratuito.
Se sostiene por la doctrina chilena que si el testamento pudiera ser un acto jurídico
oneroso no podría ser considerado ni como conmutativo, ya que las prestaciones
en este caso no se miran como equivalentes, ni menos como aleatorio pues el
asignatario puede hacer todas las averiguaciones que estime pertinentes para
decidirse a aceptar o repudiar la asignación, sin perjuicio del beneficio que tiene de
aceptarla con beneficio de inventario. De esta forma el testamento es siempre
gratuito ya que el heredero, aun aceptando cargas y una asignación abultada de
deudas, puede transformar su responsabilidad de ultra vires hereditatis en cum
vires hereditatis , es decir, el testamento siempre es mirado por el asignatario como
mera liberalidad.
Es decir, pueden otorgar testamento todas aquellas personas a las cuales la ley
no se los haya expresamente prohibido. En claro, toda persona física o natural,
cualquiera sea su nacionalidad, origen, sexo, condición o creencia religiosa es
capaz de otorgar testamento a menos que la ley la declare incapaz de hacerlo. A la
capacidad de testar se le denomina testamenti factio activa.
Sin embargo, en esta materia la ley exige un estado especial en el testador, pues
para ser capaz de testar es necesario que el autor del acto esté en su sano juicio,
en pleno uso de razón o sain d'esprit , como lo dice el Art. 901 del Código civil
francés.
Article 901. "Pour faire une libéralité, il faut être sain d'esprit. La libéralité est nulle
lorsque le consentement a été vicié par l'erreur, le dol ou la violence."
Este estado de sanidad mental la ley lo presume en toda persona capaz de testar,
de allí que, como veremos oportunamente, una parte considerable de las
incapacidades de testar se funden en casos de insanidad mental, los que deben ser
probados, a menos que la persona se encuentra judicialmente declarada en
entredicho de administrar sus bienes por esta causa.
El menor adulto , esto es según el Art. 26, el varón mayor de catorce y mujer
mayor de doce años, pero en ambos casos, menor de 18 años, tampoco tiene
limitación alguna para testar. El legislador adelanta la capacidad para estos efectos
a los púberes y así lo dispone el Art. 262 expresamente.
Art. 262. "El menor adulto no necesita de la autorización de sus padres para
disponer de sus bienes por acto testamentario que haya de tener efecto después
de su muerte, ni para reconocer hijos."
1. Derogado;
2. El impúber;
245
4. El que actualmente no estuviere en su sano juicio por ebriedad u otra causa;
El profesor Robustiano VERA se manifestaba desde los albores del Código muy
crítico de subordinar la facultad de testar a la pubertad. Señalaba que "ésta es una
aptitud de orden físico i el testamento es un acto de juicio i de voluntad. Se concibe
que se busque la pubertad para el matrimonio, pero no para testar. Nace esto de
que las leyes romanas subordinaron la capacidad del testador a la edad de la
pubertad, porque allí desde su más antiguo derecho, se había declarado mayores
de edad a los púberes."
En este caso, la incapacidad para testar que le afecta al impúber coincide con su
incapacidad absoluta de obligarse.
Ha querido el Código que el impúber que no puede celebrar acto jurídico civil
alguno tampoco pueda otorgar testamento que es, qué duda cabe, uno de los más
importantes actos jurídicos que se celebran.
Señala el estudio que "el síndrome confusional (SC) es una afección frecuente
entre las personas mayores que puede llegar a afectar la toma de decisiones, tanto
al alterar la capacidad de discernimiento y la autonomía del individuo anciano, como
también al hacerlo susceptible de influencias ajenas. Esto es fundamental cuando
se trata sobre el legado de los bienes económicos, la distribución de la herencia y
la confección o modificación del testamento." Para este estudio el concepto de
capacidad para realizar un testamento válido implica que el testador debe
comprender la naturaleza de un testamento y poder describir sus deseos de legado,
comprender la magnitud de sus bienes, reconocer los pedidos de aquellos que
esperan beneficiarse del testamento, comprender el impacto de la distribución de
los bienes que se disponga en el documento y no presentar ninguna alteración
mental ni ideas delirantes que puedan influir en sus decisiones.
1º. Caso del demente interdicto. El incapaz del numeral tercero ha sido declarado
judicialmente en interdicción por causa de demencia, por ello se encuentra en un
estado permanente de insanidad de juicio a causa de una enfermedad mental o
anomalía psíquica médicamente diagnosticada que lo ha hecho perder la razón o el
juicio. Todo lo que hemos dicho en otros volúmenes de estas Explicaciones sobre
la demencia y la persona del demente l o traemos a colación.
2º. Caso del ebrio, drogadicto o insano de juicio temporal. El incapaz del numeral
cuarto, el que actualmente no estuviere en su sano juicio por ebriedad u otra causa,
alude al que no se encuentra en estado permanente de insanidad de juicio. En
efecto, cuando la ley se refiere al que actualmente , o sea, al momento de testar, no
estuviere en su sano juicio por ebriedad o por otra causa, pone de manifiesto una
248
regla importantísima, y es que el testador esté en pleno uso de razón al momento
de testar. Este estado de sanidad mental (sain d'esprit) por cierto, el legislador lo
presume en toda persona capaz de testar; de ahí que, a diferencia de la causal
tercera, para incapacitar a una persona por no encontrarse en su sano juicio por
cualquier causa, deberá probarse esta circunstancia.
En efecto, el Art. 1016 relativo a las formalidades del testamento solemne abierto,
exige la constatación y declaración de "la circunstancia de hallarse en su sano juicio"
el otorgante; el Art. 1023 referido al testamento solemne cerrado impone que "El
escribano expresará en el sobrescrito o cubierta, bajo el epígrafe testamento, la
circunstancia de hallarse el testador en su sano juicio"; en fin el Art. 1038 referido al
testamento verbal, impone a los testigos del acto declarar "si el testador aparecía
estar en su sano juicio".
De lo anterior podemos colegir que esta regla cuarta se aplica a todas aquellas
privaciones pasajeras de razón, como la que afecta al ebrio, al drogadicto, al
sonámbulo o al hipnotizado; como también al del demente no declarado en
interdicción de administrar sus bienes y requiere la prueba de dicho estado de
insanidad menta l.
Sin embargo, la situación del ebrio (y por añadidura creemos que debiera
extenderse al drogadicto ) es necesario precisarla pues aquí el Código emplea el
térmi no ebriedad como estado privativo temporal de razón que impide a una
persona testar.
Con lo anterior podemos sostener que el tratamiento que recibe el ebrio (y por
extensión al drogadicto) en nuestro Código civil no es uniforme. Ya tuvimos la
ocasión de estudiar en otro volumen de estas Explicaciones su situación ( Vol. IV.
Contra tos y responsabilidad extracontractual). En particul ar nos referimos a la
responsabilidad del ebrio en el campo extracontractual, pues allí la ley no lo
considera privado de razón al momento de cometer el hecho, a pesar que pueda no
tener conciencia de lo que hace. Como consecuencia de ello nuestro Código
considera que el ebrio es capaz de cometer delito o cuasidelito civil y además
siempre responsable de la comisión del mismo, sea que lo haya embriagado un
tercero o se haya embriagado él mismo (Art. 2318).
1º. Caso del que no puede expresar su voluntad claramente. Partamos señalando
que fue la Ley 19.904 del año 2003 la que modificó el Art. 1005 inciso 1º Nº 5
dándole su actual redacción a esta regla. Antes de la modificación se establecía que
no eran hábiles para testar "todo el que de palabra o por escrito no pudiere expresar
su voluntad claramente". Con ello, la mayoría entendía que en la regulación antigua
la capacidad para testar se limitaba más que en la actualidad. Lo anterior es
relativamente cierto, pues el legislador de la Ley 19.904 permitió que la capacidad
de testar se abriera a todo el que pudiere expresar su voluntad claramente,
permitiendo por ejemplo otras formas de expresión como el lenguaje de señas; sin
embargo, y al mismo tiempo, impuso una obligación que antes no existía y que pone
en entredicho el carácter personalísimo del acto testamentario.
En efecto, quien puede expresarse hoy claramente pero con lenguaje de señas
requiere de la presencia de un intérprete para testar, lo que hace que éste
intervenga manifestando verbalmente o por escrito la voluntad del que se expresa
por lenguaje de señas. Por otro lado, una persona severamente tartamuda, que no
maneja el lenguaje de señas por no ser sordo o sordomudo y que no sabe escribir,
no podría testar en el Código actual, ya que no puede manifestar su voluntad
verbalmente ni por escrito.
En conclusión, lo que exige la ley cuando señala que para testar se debe poder
expresar la volu ntad claramente y, como veremos luego, se aplica al testamento
abierto que se prohíbe a aquellos que no pudieren entender o ser entendidos de
viva voz, es que el testador pueda hablar con claridad, no basta con entender lo que
se le pregunta pues, según lo confirma el Art. 1006, no vale el testamento en el cual
el testador, que entiende lo que se dice o se habla, se haya limitado a asentir o
negar preguntas que se hayan formulado.
Art. 1060. "No vale disposición alguna testamentaria que el testador no haya dado
a conocer de otro modo que por sí o no, o por una señal de afirmación o negación,
contestando a una pregunta."
251
En fin, estas situaciones particulares nos muestran que la regla general del Art.
1005 debe necesariamente concordarse con otra serie de reglas sobre incapacidad
aplicables a ciertos tipos de testamentos.
Art. 1022. "El que no sepa leer y escribir no podrá otorgar testamento cerrado."
En el Derecho español el Art. 706 del Código civil permite que el testamento
cerrado sea escrito por otro a ruego del testador. De ello se colige que puede testar
quien no sepa escribir o firmar. Esta posibilidad de escribir o firmar a ruego del
testador tendría sus orígenes en el Código de las Siete Partidas que prescribía que
podía hacer testamento secreto, el que no podía o no sabía escribir, ordenando el
testador que otro lo hiciera por él. Las Leyes de Toro ha brían exigido que en este
caso el testador supiera firmar.
3º. Caso del sordomudo y del extranjero que no pueden otorgar testamento
abierto. No pueden otorgar testamento abierto en Chile las personas a las que se
refiere el inciso 1º del Art. 1024, esto es, aquellos que no pudieren entender o ser
entendidos de viva voz. En nuestra opinión, esta prohibición de otorgar testamento
abierto debiera extenderse al sordomudo que sólo puede darse a entender por
escrito y al extranjero que no conoce el idioma del Notario y de los testigos. Ello por
cuanto el sordo puede perfectamente hablar y leer los labios de su interlocutor.
En fin, la reforma introducida por la Ley Nº 19.904 del año 2003 pareciera dejar
fuera de toda discusión que la voluntad para testar pueda, en cualquiera de estos
casos de excepción, exteriorizarse mediante lenguaje de señas. Lo mismo podemos
señalar acerca de la facultad de hacerse asistir por un intérprete y traductor el
extranjero que no comprenda el español.
252
3 20 . CONSECUENCIAS QUE SE PRODUCEN DE OTORGAR TESTAMENTO AFECTADO POR
UNA INCAPACIDAD LEGAL. El Art. 1006 condena al testamento otorgado bajo alguna de
las incapacidades señaladas a la sanción civil de la nulidad absoluta y esto se
desprende del hecho que no se convalida el acto si después desaparece la causa
de inhabilidad. Por lo mismo, si al momento de otorgarse el testamento no había
incapacidad alguna, no se invalida el acto por el hecho de sobrevenir luego la
incapacidad de testar.
Nuestro Código ha dado disposiciones precisas sólo para la fuerza. El dolo como
vicio de la voluntad en el testamento se extrae del análisis de algunas de las causas
de indignidades para suceder que ya estudiamos. En fin, del error que vicia la
voluntad del testador y con ello el testamento mismo, no se ha hecho cargo el
Código , sólo se ha limitado a sancionar el error que recaiga sobre la asignación o
sobre el asignatario.
Sin embargo quien más aclara su posición contraria a tratar el error como vicio
capaz de invalidar el testamento es don Pablo RODRÍGUEZ GREZ , quien sostiene que
"este vicio de la voluntad no tiene aplicación tratándose del testamento. Carece de
sentido sostener que una persona testa por error. Puede inducirse al causante a
testar dolosamente o a no testar; puede, también, hacérsele testar por medio de la
fuerza o impedírsele que haga testamento; pero carece de todo sentido testar por
error. De ahí que el Código no se refiera a este vicio al regular la manifestación de
voluntad en el testamento ( ... ) ". Prosigue el Decano RODRÍGUEZ en sus
argumentos sosteniendo que "es difícil concebir la hipótesis de que todo el
testamento pudiera ser anulado por error, si se tiene en consideración que, por su
intermedio, se instituyen asignatarios a título universal y singular, se formulan
declaraciones o designaciones, etc. La situación aludida por lo mismo es
inimaginable y tiene un carácter meramente teórico.
Piénsese, además, que dado que Pedro y Juan no son herederos abintestato del
testador, éste otorga el testamento porque sabe que es la única manera de
beneficiarlos mortis causa y, para completar el ejemplo, imaginemos que el
testamento sólo contiene estas dos disposiciones de bienes, y no se han formulado
declaraciones ni se ha instituido herederos o asignado otros legados: ¿Por qué no
habría de invalidarse todo el testamento por encontrarse viciada la voluntad del
testador por error? En ese caso, aparece claramente que los erro res incurridos
viciarían no sólo las cláusulas sino el testamento en su integridad.
254
Con ello, concordamos con don Luis CLARO SOLAR cuando señalaba que " ( ... ) la
disposición del artículo 1451, aunque consignada en el Libro IV del Código que se
refiere particularmente a las obligaciones contractuales, es de carácter general por
su propia naturaleza y aplicable a toda manifestación de voluntad sea unilateral, sea
bilateral."
Art. 1057. "El error en el nombre o calidad del asignatario no vicia la disposición,
si no hubiere duda acerca de la persona."
Art. 1058. "La asignación que pareciere motivada por un error de hecho, de
manera que sea claro que sin este error no hubiera tenido lugar, se tendrá por no
escrita."
Art. 1132. "Si el testador manda pagar lo que cree deber y no debe, la disposición
se tendrá por no escrita.
255
asignatario hará que ese error en el nombre vicie la disposición. Por otra parte, si
se yerra en la calidad del asignatario, como cuando se deja una asignación a Juan,
en su calidad de hijo de su hermana Rosita, en circunstancias que Rosita no tiene
hijos, también se viciará la disposición.
En ambos casos, creemos que la nulidad que golpea a la cláusula es una nulidad
relativa, pues no está en juego el interés social, sólo el interés individual del testador
y sus herederos.
El error en los motivos que inducen a celebrar un acto jurídico oneroso, sólo viciará
la voluntad cuando el motivo haya sido determinante y conocido de la otra parte al
contratar. En caso contrario no tiene importancia ya que el Derecho presume la
existencia de e stos motivos que son los mismos para las partes en cada contrato
típico que él regula. Empero, en materia de actos jurídicos gratuitos resultaría
determinante el querer interno del individuo, lo que debería llevar a sostener que el
error en la causa en estos actos vicia la voluntad. Sin embargo, nuestro Código
presumió que la mera liberalidad o el mero deseo de gratificar a otro constituían
causa suficiente del acto gratuito. Por consiguiente, el error en los motivos en
materia de asignaciones testamentarias se traduciría en un problema de ausencia
de causa , es decir, en una investigación tendiente a determinar si ha querido el
testador gratificar con la asignación al asignatario o no. En el ejemplo dado, si
descubrimos que el testador al instituir asignatario a Pedro ha querido gratificarlo
por sus leales servicios como chofer, poco importará que la asignación dejada no
consista en monedas de plata como creía sino en monedas de oro.
Art. 1007. "El testamento en que de cualquier modo haya intervenido la fuerza, es
nulo en todas sus partes."
257
Como se advierte, el Código al emplear la expresión señalada no tuvo la intención
de llamarnos la atención sobre el hecho que podía la fuerza provenir del asignatario
beneficiario o de un tercero, pues en ese caso habría sido más claro emplear los
términos del Art. 1457, recurriendo a expresiones como "cualquiera sea la persona
que la haya emp leado".
3º "Que la d emanda pide se anule el testamento aludido, por existir fuerza recaída
en la testadora al dictar su testamento y, además, en subsidio, por faltar capacidad
de la testadora para la ordenación del mismo.
5º Que la parte demandada, esto es, Carmen XX y Miguel XX, sobre la fuerza
alegada oponen la excepción de prescripción, fundada en la norma del artículo
1691 del Código Civil. Al respecto recuerdan que el testamento tiene fecha 3 de
agosto de 2000 y que ellos fueron notificados transcurridos los cuatro años
señalados por la ley. No obstante, debe recordarse que, si se trata de fuerza, el
término de prescripción del vicio empieza a correr desde que la fuerza ha cesado.
Y en tal caso ha de considerarse como cese de la fuerza alegada, cu a ndo lo más
tarde, el 5 de diciembre de 2003, fecha en la que abandon ó la casa en que
existiría la violencia, tal como resulta del certificado —no objetado— que los
258
propios actores acompañaron a su de manda. En tal virtud debe concluirse que
no cabe declarar prescrita la acción destinada a dejar sin efecto la acción
emanada del vicio de fuerza alegada por los demandantes.
En fin, el profesor Pablo RODRÍGUEZ GREZ cree que la correcta extensión que hay
que darle a la expresión en comento, es la de incluir al temor reverencial como
sinónimo de fuerza. En fin, la totalidad de la doctrina se manifiesta conteste en
sancionar la fuerza con la nulidad del testamento en todas sus partes, pues es tal la
repugnancia que produce el empleo de la fuerza en el testamento que es lógico que
se anule la totalidad de éste a pesar de que se haya ejercido ésta para obtener una
disposición determinada. Existe igualmente unanimidad en considerar que la
nulidad que ataca el acto es la nulidad relativa.
Don Pablo RODRÍGUEZ GREZ se pregunta, en fin, cuál sería la sanción para el que
dolosamente le impidió testar al difunto. Su conclusión es que en este caso, como
no podría haber nulidad del testamento (de hecho no se otorgó, pues se le impidió
testar al causante), "la maquinación engañosa carece de toda posible sanción si la
omisión no le favorece por no ser sucesor en la herencia." Estamos completamente
de acuerdo con este autor.
Los segundos, los testamentos menos solemnes, admiten una triple clasificación
en verbal, marítimo y militar.
260
En los testamentos abiertos o públicos puede o no intervenir un Notario (ministro
de fe), aunque siempre requieren la presencia de testigos. El testamento ológrafo ,
esto es el testamento enteramente escrito de la mano y firmado por el testador sin
sujeción a formalidad alguna, en cambio, no tendría reconocimiento en Chile, pues
recordemos que desde su propia definición el testamento es un acto más o menos
solemne, pero sujeto siempre a la observancia de ciertas solemnidades para que
pueda nacer válidamente como acto jurídico a la vida del Derecho.
Podría el legislador chileno haberlo dotado de una mínima forma para darle valor,
como por ejemplo, haber exigido su depósito informal, por parte de su autor, en
cualquier tiempo ante notario público u otro ministro de fe, como lo permite, por
ejemplo, el Código civil francés. En efecto, el Art. 970 del Code dispone que el
testamento ológrafo no será válido si no ha sido enteramente escrito, fechado y
firmado de puño y letra del testador, sin que se encuentre sujeto a ninguna otra
formalidad.
Article 970. "Le testament olographe ne sera point valable s'il n'est écrit en entier,
daté et signé de la main du testateur: il n'est assujetti à aucune autre forme."
262
Esta regla que conocemos de sobra por haberla integrado A. BELLO en materia de
interpretación de la ley y de los contratos, comienza a consolidarse en materia de
testamentos en Roma a partir de las situaciones de error de hecho en que incurría
el testador. Por ejemplo, nos explica el profesor SAMPER , " ( ... ) la heredis
institutio concebida bajo condición ilícita, inmoral o imposible es objeto de una
interpretación favorable al considerarse no puesta la condición por cuanto habría
consistido en un error del testador. La misma idea del error servirá también en otros
casos, sea que efectivamente el causante haya sufrido una equivocación que impida
manifestar adecuadamente lo que quería significar (error obstativo), o que sin ella
habría testado en forma diferente (error 'vicio de voluntad'), sea que la equivocación
no haya existido realmente, pero que la jurisprudencia interpreta como existente a
fin de salvar la validez del testamento." Comienza entonces a desarrollarse una
aplicación del principio favor testamenti que va a extenderse a diversas materias.
Así, por ejemplo, una distribución defectuosa del as hereditario podía considerársele
debida a un error de cálculo del testador, distinguiendo la jurisprudencia, para
validar el testamento, si a los herederos se les había o no designado alguna cuota.
En efecto, sostiene SAMPER , si el testador instituye herederos sin designación de
cuotas, la jurisprudencia comienza a entender que cada uno recibe una porción
igual, salvo que estuviesen instituidos en cláusulas diferentes, pues en ese supuesto
sería el conjunto de los que figuraban en esa cláusula l os que llevarían una cuota
equivalente.
Citemos sólo un ejemplo que nos ofrece este destacado romanista chileno: "si la
institución dice: 'sean mis herederos Ticio, Cayo y Marco', ha de entenderse que a
cada uno de ellos corresponde un tercio; pero si se le concibe así: 'sea Ticio mi
heredero; sean Cayo y Marco mis herederos', Ticio llevará la mitad y Cayo y Marco
en conjunto otra mitad, vale decir, una cuarta parte cada uno."
Como veremos, las soluciones que el derecho romano logra definir a través del
proceso de interpretación del testamento se plasmarán en nuestro Código y en los
demás seguidores del Derecho romano, bajo la forma de reglas que se convierten
en el extenso articulado que principalmente tendremos la ocasión de estudiar al
analizar las asignaciones testamentarias.
263
NOVENO: "Que, como se ha sostenido por este tribunal, la interpretación de un
testamento constituye una operación intelectual en que se ha de inquirir y
desentrañar la voluntad del testador. El resultado de este proceso valorativo, a
través de los diversos elementos de juicio, lo constituirán las diversas
conclusiones de hecho que deduzcan los jueces de la instancia, las que
generalmente escapan a la censura del tribunal de casación. En consecuencia, la
interpretación de las cláusulas testamentarias y la determinación de la voluntad
del testador son cuestiones de hecho que quedan entregadas a la apreciación de
los jueces del mérito, de suerte tal que no pueden ser desvirtuadas tal
interpretación y determinación a través del recurso de casación en el fondo."
Art. 1069. "Sobre las reglas dadas en este título acerca de la inteligencia y efecto
de las disposiciones testamentarias, prevalecerá la voluntad del testador
claramente manifestada, con tal que no se oponga a los requisitos o prohibiciones
legales.
Esta regla de base debe, necesariamente, relacionarse con otras que sirven para
completar el proceso interpretativo del testamento. Recordemos que no basta una
voluntad expresada lacónicamente por el testador con un sí o un no, frente a una
pregunta formulada, como lo estudiamos en el Art. 1060.
De lo dicho se colige que en ningún caso no son importantes las palabras del
testador. Diríamos que, en materia de testamentos, éstas son extremadamente
importantes, pues para determinar su sentido no sirven las reglas que el Código nos
da, por ejemplo, cuando interpretamos la ley o el contrato.
Don Robustiano VERA nos enseñaba, al comentar el Art. 1069, que esta regla (la
del inciso 2º del Art. 1069) se presentaba en abierta contradicción con la del
Art. 19 y advertía que se reproducía la regla de interpretación de los contratos del
Art. 1560. Expresaba al respecto que "la razón de esta contradicción consiste en
que la lei se ha promulgado después de un detenido estudio i un debate entre
hombres de saber, cosa que no se presume de derecho en la redacción de un
testamento, que se hace a la lijera la mayor parte de las veces i por personas poco
conocedoras del derecho o difíciles para dar a conocer sus ideas."
265
En la misma línea, tal como lo sostenían los comentadores de don
Leopoldo URRUTIA , don Clemente FABRES y don Tomás RAMÍREZ , "Si no se
cumpliese lo prescrito en este inciso, el testador sería con frecuencia burlado en sus
propósitos por sus mismas palabras, pues no todos los testadores son personas
ilustradas y capaces de hacer un testamento redactado con claridad." Como se
aprecia, si la intención del testador es la ley que se debe obedecer en el proceso
interpretativo, hay que necesariamente primero recurrir a sus palabras, cuando
éstas manifiestan claramente esa voluntad; y en el caso que haya dudas ,
desentrañar el uso que el testador daba a esas palabras. Si nada se obtiene con
ello, sólo ahí recurrir a la substancia de las disposiciones testamentarias, a fin de
que la asignación pueda producir efectos.
La demandada se alza en casación, entre otras cosas, por contener dicho fallo
decisiones contradictorias y por infracción al Art. 1069 por cuanto no se habría
interpretado correctamente la voluntad del causante. El razonamiento de la
demandada y recurrente de casación era que si la Corte confirmaba la validez
del codicilo no podía luego acoger la demanda, pues en este documento se
encontraba la real voluntad del testador que era imponer la constitución de la
Fundación (la beneficiaría) a los presbíteros (los asignatarios), y no a cualquiera
persona. Por haber renunciado éstos el encargo, la asignación debía pasar a los
herederos del remanente. La Excma. Corte Suprema rechaza el recurso de
casación confirmando la sentencia. En lo que nos interesa, el fallo de casación
dispone:
"7 º Que los juece s del fondo han dado por establecidos los siguientes hechos
relevantes para la resolución de este recurso:
266
a) que la última voluntad del causante fue la de establecer una Fundación de
carácter religioso, como se desprende esencialmente del testamento y también
del codicilio;
c) que la voluntad del causante fue instituir a OSACA como asignataria a título
singular, sin que tenga importancia que en el codicilo se les denomine a los
sacerdotes Karadima y Fuenzalida con la expresión asignatarios modales;
d) que la renuncia por parte de estos prelados que recibieron el encargo de formar
la Fundación, ha sido del todo irrelevante, y
11º Que atendido lo expuesto, la forma en que se ha aplicado el artículo 1.069 del
Código citado, no importa una infracción de las d isposiciones que éste contiene."
Art. 1068 inciso 2º. "La asignación que por demasiado gravada hubieren
repudiado todas las personas sucesivamente llamadas a ella por el testamento o
la ley, se deferirá en último lugar a las personas a cuyo favor se hubieren
constituido los gravámenes."
268
33 3 . CAUSALES DE INEFICACIA DEL TESTAMENTO . Más adelante dedicaremos clases
enteras al estudio de la nulidad, a la revocación y a la acción de reforma del
testamento, y otras tantas a las formas especiales en que dejan de producir efectos
los testamentos privilegiados. Por ahora limitémonos a señalar en qué casos se
produce esta ineficacia:
269
Los testamentos, en general, son todos solemnes, lo que sucede es que las
formalidades que se observan en los solemnes propiamente tales son mayores que
las observadas en los privilegiados al momento de otorgarse.
Art. 1008 inciso 2º. "Testamento solemne es aquel en que se han observado todas
las solemnidades que la ley ordinariamente requiere."
Art. 18 LER. "Las solemnidades esternas de los testamentos se rejirán por la lei
coetánea a su otorgamiento; pero las disposiciones contenidas en ellos estarán
subordinadas a la lei vijente a la época en que fallezca el testador.
Art. 19 LER. "Si el testamento contuviere disposiciones que según la lei bajo la
cual se otorgó no debian llevarse a efecto lo tendrán sin embargo, siempre que
ellos no se hallen en oposicion con la le i vijente al tiempo de morir el testador."
270
testamento solemne se prueba a sí mismo; y, por otro lado, a asegurar la
determinación de la persona del testador , de manera que no haya discrepancia
entre quien otorga el testamento y aquel que expresa su última voluntad. Así lo han
fallado nuestros tribunales superiores de justicia, sirviendo de ejemplo de ello, el
considerando séptimo de una sentencia dictada por la Primera Sala de la Excma.
Corte Suprema el 25 de noviembre de 2004 en los autos Rol Nº 3971-03, que se
transcribe a continuación.
"S É PTIMO: Que, como lo ha sostenido esta Corte, las solemnidades con que se
reviste el acto testamentario están destinadas, principalmente, a asegurar su
autenticidad y la identidad del testador; en general, la institución testamentaria
tiende a resguardar el cumplimiento de la voluntad del testador y no a
obstaculizarla. En consecuencia, es deber primordial propender a que los
testamentos surtan sus efectos y por ello las omisiones o circunstancias que
acarrean su nulidad o los dejan sin valor son, por su naturaleza, de derecho
estricto, siendo lícito dar tal sanción, exclusivamente, a las que el legislador no
haya expresamente excluido"
Esta exigencia data de muy antiguo. En Roma, como nos lo enseña el profesor
Alejandro GUZMÁN BRITO "el testamento escrito es generalmente redactado en
tablillas de madera encerada (tabulis cerisque ); suelen emplearse varias, y al
conjunto se le denomina codex. Pero no es requisito jurídico el empleo de tales
tablillas, y se acepta que el testamento pueda venir redactado sobre diversos
materiales de escritura, como papiro ( charta ), pergamino (membrana) o
cuero (corius) y cualquier otro."
En los primeros tiempos, por lo tanto, dado que eran escasas las personas que
sabían escribir, otorgar testamento debió constituir un pesado gravamen. El
profesor GUZMÁN BRITO nos recuerda, sin embargo, que en Roma era indiferente
que el testador redactare de su puño y letra el texto o que lo recurriera a un tercero,
un scriba. Hoy la exigencia de la escritura no nos asombra pues una gran mayoría
de las personas sabe escribir y leer.
271
Si el testamento solemne es siempre escrito, concluir entonces que quien no sepa
escribir no podrá testar solemnemente, pareciera una obviedad. Sin embargo, en
nuestro país al que no sabe escribir sólo le está impedido otorgar testamento
solemne cerrado. Veremos más adelante que el que no sabe escribir puede,
cum pliendo determinadas formas, otorgar testamento solemne abierto; sin perjuicio
de otorgar testamento verbal, pero éste es un testamento menos solemne o
privilegiado.
33 8 . DE LAS EXIGENCIAS QUE LA LEY IMPONE A LAS PERSONAS PARA SER TESTIGOS DE
UN TESTAMENTO . El legislador exige a las personas que quieran concurrir como
272
testigos del otorgamiento de un testamento solemne en Chile una serie de
exigencias que dicen relación sea con su edad, sea con aptitud física y/o moral para
dar fe del acto; sea con el lugar en donde tienen su domicilio, sea con el cargo u
oficio que sirven.
Art . 1012. "No podrán ser testigos en un testamento solemne, otorgado en Chile:
1. Derogado;
5. Los ciegos;
6. Los sordos;
7. Los mudos;
11. Las personas que no entiendan el idioma del testador; sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 1024.
273
Cuesta en realidad justificar esta exigencia etárea. Pareciera que la edad fuera un
impedimento que relaciona la ley con la falta de discernimiento de aquel que no ha
cumplido aún los 18 años. Sin embargo, cuesta comprender este argumento pues
basta sólo recordar que el propio Código considera con suficiente discernimiento al
púber para testar; así como al que ha cumplido 16 años, para contraer matrimonio;
y al que llega a esa misma edad para hacerlo responsable de su delito o cuasidelito.
La inaptitud por defectos físicos que ataquen los sentidos de la persona merece
una pequeña explicación.
Al ciego se le inhabilita porque es necesario que los testigos vean al testador a fin
de impedir una eventual suplantación de su persona; Al sordo, en cambio, lo
inhabilita porque no oyendo malamente podrían dar fe de lo que está disponiendo o
declarando el testador; En fin, al mudo lo inhabilita porque más tarde no podrán
declarar sobre los actos en que intervinieron. Igual explicación merece la última
categoría, la de los analfabetos, pues esta capacidad de saber leer y escribir no es
274
exigible a todos los testigos del acto sino a uno de ellos al menos cuando se requiera
tres testigos o a dos de ellos cuando la ley exija cinco.
Como se aprecia, lo que nos dice la regla transcrita es que puede servir como
hábil un testigo inhábil en la medida en que haya una habilidad putativa, es decir,
una apariencia de habilidad que, para ser admitida, sólo puede afectar a uno s o lo
275
de los testigos, hallándose de buena fe el testador, los demás testigos y el notario,
y cumplir tres exigencias copulativas:
Art. 1014. "En Chile, el testamento solemne y abierto debe otorgarse ante
competente escribano y tres testigos, o ante cinco testigos.
276
Podrá hacer las veces de escribano el juez de letras del territorio jurisdiccional del
lugar del otorgamiento: todo lo dicho en este título acerca del escribano, se
entenderá respecto del juez de letras, en su caso."
Art. 1019. "El ciego, el sordo o el sordomudo que puedan darse a entender
claramente, aunque no por escrito, sólo podrán testar nuncupativamente y ante
escribano o funcionario que haga las veces de tal. En el caso del ciego, el
testamento deberá leerse en voz alta dos veces: la primera por el escribano o
funcionario, y la segunda por uno de los testigos elegido al efecto por el testador.
Tratándose del sordo o del sordomudo, la primera y la segunda lectura deberán
efectuarse, además, ante un perito o especialista en lengua de señas, quien
deberá, en forma simultánea, dar a conocer al otorgante el contenido de la misma.
Art. 1022. "El que no sepa leer y escribir no podrá otorgar testamento cerrado."
Art. 1024. "Cuando el testador no pudiere entender o ser entendido de viva voz,
sólo podrá otorgar testamento cerrado.
277
34 9 . DEL TESTAMENTO ABIERTO OTORGADO ANTE MINISTRO DE FE COMPETENTE Y TRES
TESTIGOS . La primera forma de otorgar testamento solemne abierto y la fo rma más
recurrente de hacerlo es ante un ministro de fe competente y tres testigos.
6º Puesto por escrito el testamento debe ser firmado por el testador, los testigos
y el ministro de fe.
278
Esta regla debe ser entendida no como opcional sino subsidiaria, es decir, el juez
de letras podrá intervenir en reemplazo del notario público. En efecto, si por
cualquier causa el notario público no puede otorgar el acto, entonces podrá hacerlo,
en lugar del notario, el juez de letras (en lo civil) del lugar del otorgamiento.
Además, el Título XII de dicho Decreto contiene un Párrafo 2º intitulado "De los
testamentos" que reproduce las disposiciones del Código civil pero adaptándolas al
oficial del Registro civil. Así, por ejemplo, el Art. 258 señala en relación al testamento
solemne que estamos estudiando: "En Chile el testamento solemne abierto podrá
otorgarse ante el Oficial del Registro Civil competente y tres testigos hábiles."
Tanto los notarios públicos, como los oficiales de Registro civil, en su calidad de
registradores, disponen de entre sus libros de un protocolo en donde guardar los
testamentos que se otorgan ante ellos. La inserción del testamento en el protocolo
les confiere a éste la calidad y el valor de un instrumento público. De ello, se
desprende que pueden otorgar copia del mismo a su otorgante, pues el original se
encuentra protocolizado en dicho registro.
Art. 866 CPC. "El testamento abierto, otorgado ante funcionario competente y que
no se haya protocolizado en vida del testador, será presentado después de su
fallecimiento y en el menor tiempo posible al tribunal, para que ordene su
protocolización. Sin este requisito no podrá procederse a su ejecución."
Art. 1015 inciso 2º. "El testamento será presenciado en todas sus partes por el
testador, por un mismo escribano, si lo hubiere, y por unos mismos testigos."
Art. 1023 inciso final. "Durante el otorgamiento estarán presentes, además del
testador, un mismo escribano y unos mismos testigos, y no habrá interrupción
alguna sino en los breves intervalos que algún accidente lo exigiere."
35 3 . 3º. LA
MANIFESTACIÓN VERBAL POR EL TESTADOR DE SUS DISPOSICIONES AL
MINISTRO DE FE Y A LOS TESTIGOS. Generalmente asociamos, de la lectura de las
reglas que establece el Código, que esta solemnidad consiste en la concurrencia
del testador que dicta sus disposiciones al notario público u otro ministro de fe
interviniente, quien lo pone por escrito, para proceder luego a su lectura y demás
etapas.
Art. 1015 inciso 1º. "Lo que constituye esencialmente el testamento abierto, es el
acto en que el testador hace sabedores de sus disposiciones al escribano, si lo
hubiere, y a los testigos."
Art. 405. Las escrituras públicas deberán otorgarse ante notario y podrán ser
extendidas manuscritas, mecanografiadas o en otra forma que leyes
especiales autoricen. Deberán indicar el lugar y fecha de su otorgamiento, la
individualización del notario autorizante y el nombre de los comparecientes, con
expresión de su nacionalidad, estado civil, profesión, domicilio y cédula de
identidad, salvo en el caso de extranjeros y chilenos radicados en el extranjero,
quienes podrán acreditar su identidad con el pasaporte o con el documento de
identificación con que se les permitió su ingreso al país. Además, el notario al
autorizar la escritura indicará el número de anotación que tenga en el repertorio,
la que se hará el día en que sea firmada por el primero de los otorgantes.
Utilicemos un ejemplo para apreciar lo que viene de ser dicho en cuanto a las
enunciaciones legales que se hacen necesarias al momento de otorgar un
testamento solemne abierto:
"En Santiago de Chile a dos días del mes de marzo del año dos mil trece, ante
m í , Pedro Pérez Pereira, abogado, Notario Público Titular de la centésima
Notaría de Santiago, con oficio en calle Los Edificios trescientos tres, comuna de
Santiago, Región Metropolitana, comparece en mi oficina, siendo las diez horas
treinta minutos, don Juan Soto Rojas, chileno, casado, comerciante, cédula
nacional de identidad número dos millones seiscientos doce mil tres guión ocho,
domiciliado en calle Los Alelíes número treinta y cuatro de la comuna de Santiago,
Región Metropolitana, setenta y cinco años de edad a esta fecha, quien
encontrándose en su entero y sano juicio y cuya identidad he podido comprobar
con la exhibición de la cédula respectiva, me expresa que desea realizar las
siguientes declaraciones y disposiciones de bienes para que produzcan efecto
después de sus días:
PRIMERO: Declaro que nací en la ciudad de Curicó, con fecha diez de mayo de
mil novecientos cuarenta y que mi nacimiento se encuentra inscrito bajo en
número cuarenta y cuatro del Libro correspondiente del Registro Civil de la
comuna de Curicó del año mil novecientos cuarenta. Declaro que soy hijo de don
Pedro Soto González y de doña María Rojas Gómez, ambos fallecidos.
282
SEGUNDO: Declaro que me encuentro actualmente casado, en únicas nupcias,
bajo el régimen de sociedad conyugal con doña Juana Guerra Mardones, chilena,
comerciante, c édula nacional de identidad número tres millones treinta mil
dieciocho guión uno, de mi mismo domicilio. Declaro que con mi cónyuge somos
padres de cuatro hijos de filiación matrimonial, todos mayores de edad y de
apellidos Soto Guerra: Pedro Pablo, Juan Ignacio, Rosa María y Raúl, todos los
cuales, a la sola excepción de Raúl, se encuentran casados y han podido abrazar
una profesión.
1 ...
2 ...
Leído que fue e n alta voz por el Notario Público que autoriza y en presencia de
los testigos del acto don José Fuenzalida Sánchez, cédula de identidad número
doce millones cuatro mil seis guión nueve, con domicilio en calle Los Abetos
treinta y siete de la comuna de Santiago; doña Rosita Peña Fiel, cédula de
identidad número ocho millones ciento cuarenta y siete mil dos guión uno, con
domicilio en calle Los Eucaliptus mil doscientos cuatro de la comuna de Santiago
y doña Aurora Garrido Pérez, cédula de identidad número siete millones dos mil
tres guión K, con domicilio en calle Los Abedules ciento ocho de la comuna de
Santiago, todos los cuales estuvimos presentes en todas sus partes en forma
ininterrumpida, se pone término al acto de otorgamiento del testamento, siendo
las doce horas treinta minutos, firmando el presente instrumento el testador, los
testigos del acto y el Notario que autoriza. Queda anotado en el Repertorio del día
de hoy bajo el Nº 558. Se da copia. Doy fe. "
283
Pero sea que el testador lo tenga escrito, o que se escriba en uno o más actos,
será todo él leído en alta voz por el escribano, si lo hubiere, o a falta de escribano
por uno de los testigos, designado por el testador a este efecto.
En consecuencia, la lectura del testamento se efectúa una vez que éste adquiere
su forma o redacción definitiva, Por ello ha de ser leído por el mismo ministro de fe
que intervino en el acto, los mismos testigos y en presencia del testador, todo en un
mismo acto no interrumpido. La formalidad de la lectura exige que los testigos vean
al testador a fin de saber si asiente de la lectura que se hace de sus disposiciones.
Ello explica que la ley señale que "mientras el testamento se lee, estará el testador
a la vista ( ... ) ", lo que ha de entenderse a la vista de los testigos del acto para
comprobar su conformidad con la lectura.
La lectura del testamento por parte del notario u otro ministro de fe interviniente
no puede omitirse, so pena de nulidad, incluso a petición del propio testador o los
testigos. Por ello no tiene aplicación en este caso la regla que contiene el Art. 407
del Código orgánico de tribunales.
Art. 407 COT. "Cualquiera de las partes podrá exigir al notario que antes de
firmarla, lea la escritura en alta voz, pero si todos los otorgantes están de acuerdo
en omitir esta formalidad, leyéndola ellos mismos, podrá procederse así."
Sólo en los testamentos solemnes abiertos otorgados ante cinco testigos, sin
presencia de escribano, puede el testador señalar a uno de los testigos que lea el
testamento. Sin embargo, tampoco creemos que en este caso tenga aplicación la
regla del Art. 407 del Código orgánico de tribunales recién transcrita.
Art. 1018. Termina el acto por las firmas del testador y testigos, y por la del
escribano, si lo hubiere. Si el testador no supiere o no pudiere firmar, se
mencionará en el testamento esta circunstancia expresando la causa.
Si se hallare alguno de los testigos en el mismo caso, otro de ellos firmará por él
y a ruego suyo, expresándolo así."
284
Nuestro Código siguiendo una larga tradición que así lo permitía, excusa a la
persona del testador o a los testigos que no puedan o no sepan firmar. Al testigo
afectado, le permite requerir de otro de los testigos que firme por él "a su ruego";
mientras que para el testador el Código se contenta con que el escribano deje
constancia del hecho que no puede o no sabe firmar, al final del testamento, cuando
se cierra el acto. En claro, no contempla para el testador nuestro Código la
institución de la "firma a ruego", pero sí para los testigos. En ambos casos el
escribano debe dejar constancia de este hecho al final del testamento.
Esta regla que nos muestra el Art. 1018, debe necesariamente complementarse
con las disposiciones que contiene el Código Orgánico de Tribunales en materia de
escrituras públicas. Estas reglas del Código orgánico son las de l os Art s . 408 y
409 que se refieren a la impresión digita l que se deja en la escritura.
Art. 408 COT. "Si alguno de los comparecientes o todos ellos no supieren firmar,
lo hará a su ruego uno de los otorgantes que no tenga interés contrario, según el
texto de la escritura, o una tercera persona, debiendo los que no firmen poner
junto a la del que la hubiere firmado a su ruego, la impresión del pulgar de la mano
derecha o, en su defecto, el de la izquierda. El notario dejará constancia de este
hecho o de la imposibilidad absoluta de efectuarlo.
Se considera que una persona firma una escritura o documento no sólo cuando
lo hace por sí misma, sino también en los casos en que supla esta falta en la forma
establecida en el inciso anterior."
Art. 409 COT. "Siempre que alguno de los otorgantes o el notario lo exijan, los
firmantes dejarán su impresión digital en la forma indicada en el artículo anterior."
En fin, si el testamento constar e de más de una foja, tal como lo expresa el inciso
1º del Art. 406 del Código Orgánico de Tribunales, el notario deberá firmar y sellar
cada una de las fojas.
Art. 406 inciso 1º COT. "Las escrituras serán rubricadas y selladas en todas sus
fojas por el notario."
285
35 7 . DE LA PROTOCOLIZACIÓN DEL TESTAMENTO . El notario público y en su caso el
oficial del Registro civil, en su calidad de registradores públicos, deben llevar una
serie de libros donde registran las actuaciones que les encomienda la ley. Entre
estos se encuentra el Repertorio y el Protocolo. El Repertorio de escrituras públicas
y documentos protocolizados es un libro que lleva el notario en el cual se le da un
número a cada una de las escrituras y documentos que se agreguen en el protocolo.
Cada Repertorio no puede exceder de las 500 páginas y se empasta al menos cada
dos meses. El Protocolo del notario, en cambio, es un libro que se abre y cierra
diariamente y se forma insertando las escrituras públicas en el orden numérico que
se les haya dado en el Repertorio. Al final de estas escrituras se agregan los
documentos protocolizados también en el mismo orden que se les haya dado en el
Repertorio.
Para que la protocolización surta efecto legal deberá dejarse constancia de ella
en el libro repertorio el día en que se presente el documento, en la forma
establecida en el artículo 430."
Pues bien, sólo una vez que el testamento solemne abierto ha sido protocolizado
vale como instrumento público. Puede que el testamento solemne abierto otorgado
ante notario, por cualquiera razón (poco probable por cierto) no haya sido
protocolizado por el mismo notario oportunamente. En ese caso, y producida la
muerte del testador, deberá procederse en gestión judicial no contenciosa a requerir
del juez civil competente que ordene su protocolización, única manera que puedan
ser ejecutable el testamento y se pueda proceder a dar cumplimientos a la última
voluntad del causante. Así lo prescribe el Art. 866 del Código de procedimiento civil.
Art. 866 CPC. "El testamento abierto, otorgado ante funcionario competente y que
no se haya protocolizado en vida del testador, será presentado después de su
fallecimiento y en el menor tiempo posible al tribunal, para que ordene su
protocolización. Sin este requisito no podrá procederse a su ejecución."
Art. 420 COT. "Una vez protocolizados, valdrán como instrumentos públicos: Nº 2.
Los testamentos solemnes abiertos que se otorguen en hojas sueltas, siempre
que su protocolización se haya efectuado a más tardar, dentro del primer día
siguiente hábil al de su otorgamiento."
Art. 1019. "El ciego, el sordo o el sordomudo que puedan darse a entender
claramente, aunque no por escrito, sólo podrán testar nuncupativamente y ante
escribano o funcionario que haga las veces de tal. En el caso del ciego, el
testamento deberá leerse en voz alta dos veces: la primera por el escribano o
funcionario, y la segunda por uno de los testigos elegido al efecto por el testador.
Tratándose del sordo o del sordomudo, la primera y la segunda lectura deberán
efectuarse, además, ante un perito o especialista en lengua de señas, quien
deberá, en forma simultánea, dar a conocer al otorgante el contenido de la misma.
Cuando el que otorga testamento es un sordo o sordomudo, las dos lecturas que
se exigen, deben traducirse en forma simultánea por un perito o especialista
en lenguaje de señas (no lengua de señas, como increíblemente peca de señalar el
legislador que introdujo la modificación de esta norma en el Código).
287
En fin, en ambos casos es requisito cuya omisión se pena con la nulidad, dejar
constancia por el escribano de todas estas circunstancias.
Art. 1020. "Si el testamento no ha sido otorgado ante escribano, o ante un juez de
letras, sino ante cinco testigos, será necesario que se proceda a su publicación
en la forma siguiente:
El juez competente hará comparecer los testigos para que reconozcan sus firmas
y la del testador.
288
Dado que el trámite de la protocolización viene de ser estudiado, nos remitiremos
a estudiar el trámite de la publicación de este tipo de testamento solemne abierto.
Art. 867 CPC. "La publicación y protocolización de los testamentos otorgados sólo
ante testigos, se hará en la forma prevenida por el artículo 1020 del Código Civil."
Está legitimad a activamente para iniciar esta gestión cualquiera persona capaz
de comparecer en juicio, según lo prescribe el Art. 869 del CPC. El Juez competente
para conocer de esta gestión es el juez del último domicilio que tuvo el testador, por
aplicación del Art. 1009, lo que deberá acreditar el peticionario ante el juez
competente.
Hecha la solicitud, el Juez cita a su presencia a los testigos del testamento para
que reconozcan sus firmas y las del testador. Puede suceder que tanto el testador
como uno o más de los testigos no concurran a la citación. En ese caso la ley
permite que los testigos que asisten abonen o reconozcan las firmas de los
ausentes sin perjuicio de la propia. Sin perjuicio de lo anterior, puede el juez solicitar
que otras personas fidedignas, dignas de crédito u honorables puedan abonar las
firmas del testador y testigos ausentes.
Una vez reconocidas por éstos las firmas, se levanta un acta con todo lo obrado,
procediendo el juez a firmar cada una de las hojas del testamento en su principio y
fin, ordenando que el testamento mismo, con copia de todo lo obrado en la gestión
se protocolicen en una notaría de la comuna en donde ejerza jurisdicción el tribunal.
289
La regla general será que la sanción al no cumplimiento de las solemnidades
propias del testamento es la nulidad total del testamento, no sólo de algunas de sus
cláusulas, sino todo el instrumento. Así lo dispone el Art. 1026 inciso 1º.
Art. 1008, inciso 5º. "Testamento abierto, nuncupativo o público es aquel en que
el testador hace sabedores de sus disposiciones a los testigos; y testamento
290
cerrado o secreto, es aquel en que no es necesario que los testigos tengan
conocimiento de ellas."
En efecto, este testamento cerrado debe otorgarse ante Notario y tres testigos,
pudiendo hacer sus veces el juez de letras pero no puede intervenir el oficial del
Registro civil, como en el caso del testamento solemne abierto. Esto se desprende
del Art. 1021 y del hecho que de la lectura del Reglamento orgánico del Servicio de
Registro C ivil, no se faculta a este funcionario registrador para recibir este tipo de
testamento.
Art. 1021. "El testamento solemne cerrado debe otorgarse ante un escribano y
tres testigos. Podrá hacer las veces de escribano el respectivo juez letrado."
291
En consecuencia, no puede hacer testamento cerrado el ciego y el que no sabe
leer ni escribir (el analfabeto). Lo mismo se aplica al sordo o sordomudo que puede
darse a entender por cualquier medio, pero no por escrito.
Están obligados a testar de esta forma , por lo tanto, a menos que concurran con
intérprete en lenguaje de señas, el que no pudiere entender o ser entendido de viva
voz, según lo impone el Art. 1024, con lo cual la regla se entiende la exigencia
referida al sordo (que no entiende de viva voz), al mudo (que no puede ser entendido
de palabra) y al sordomudo (que no entiende ni puede ser entendido de viva voz)
siempre que supieren escribir. Igualmente se hace aplicable esta exigencia al
extranjero que no entiende el idioma del notario y testigos del acto.
Art. 1024. "Cuando el testador no pudiere entender o ser entendido de viva voz,
sólo podrá otorgar testamento cerrado."
36 6 . FORMALIDADES
QUE DEBEN OBSERVARSE EN EL OTORGAMIENTO DE UN
TESTAMENTO SOLEMNE CERRADO. Al igual que lo estudiamos en el testamento
solemne abierto, el testamento secreto o místico debe observar una serie de
formalidades que pueden estructurarse en distintas etapas de su otorgamiento.
1º. Debe otorgarse ante escribano (notario o juez de letras) y tres testigos, los que
deben presenciar todo el acto en forma ininterrumpida, junto al testador (Art. 1023
inciso final).
3º. Debe manifestarse por el testador de viva voz de manera que lo oigan,
entiendan y escuchen los testigos y el notario que el pliego bajo cubierta, sobrescrito
o sobre que presente contiene su testamento.
292
6º. Debe haber unidad del acto.
8º. El sobre o cubierta debe ser firmado por el testador y los testigos y firmado y
sellado por el notario.
En Chile el profesor RODRÍGUEZ GREZ sigue esta línea proponiendo dos etapas:
La carátula y la memoria testamentaria.
293
Art. 1023 inciso 2º . "El testamento deberá estar escrito o a lo menos firmado por
el testador."
Pensaba este excelente jurista que "si el testador escribe el testamento debe
también firmarlo, porque la firma es la demostración de conformidad con lo escrito;
294
es la terminación del acto escrito a que pone fin; y la expresión a lo menos , ' a lo
menos firmado ' , indica que la firma se contiene en el primer término de la frase que
exige la escritura por el testador de sus disposiciones testamentarias ( ... ) " .
Siguiendo el pensamiento del profesor CLARO SOLAR , del cual también se hace
parte don Manuel SOMARRIVA , el testamento que no contenga esa exigencia mínima
(la firma del testador), sería nulo.
Art. 1023 inciso 1º. "Lo que constituye esencialmente el testamento cerrado es el
acto en que el testador presenta al escribano y testigos una escritura cerrada,
declarando de viva voz y de manera que el escribano y testigos le vean, oigan y
entiendan (salvo el caso del artículo siguiente), que en aquella escritura se
contiene su testamento. Los mudos podrán hacer esta declaración escribiéndola
a presencia del escribano y testigos."
Art. 1023 inciso 3º. "El sobrescrito o cubierta del testamento estará cerrada o se
cerrará exteriormente, de manera que no pueda extraerse el testamento sin
romper la cubierta."
Art. 1023 inciso 4º. "Queda al arbitrio del testador estampar un sello o marca, o
emplear cualquier otro medio para la seguridad de la cubierta."
295
Esta segunda formalidad es determinante pues si el sello aparece violado, el
testamento es nulo.
Hace excepción a esta exclusividad del notario, el testamento del que no pudiere
entender o ser entendido de viva voz, es decir, al sordo, al mudo y al sordomudo
siempre que supieren escribir; y por extensión al extranjero que no entiende el
idioma del not ario y testigos. Pues en se caso, hay que agregar una fase a cargo
del propio testador , por cuya virtud éste escribirá en la carátula de su puño y letra
las menciones que detalla el Art. 1024 inciso 2º.
Art. 1024. "Cuando el testador no pudiere entender o ser entendido de viva voz,
sólo podrá otorgar testamento cerrado.
Art. 1023 inciso 5º. "El escribano expresará en el sobrescrito o cubierta, bajo el
epígrafe testamento, la circunstancia de hallarse el testador en su sano juicio; el
nombre, apellido y domicilio del testador y de cada uno de los testigos; y el lugar,
día, mes y año del otorgamiento."
296
A estas menciones debe agregarse, como ya estudiamos, la exigencia del Art.
446 del Código orgánico de tribunales, en orden a indicarse la hora del otorgamiento
del testamento. Como se puede observar "bajo el epígrafe testamento" implica que
el notario debe escribir esta palabra a forma de título. Advertimos que el Código no
ha exigido que el escribano deje constancia que el testador ha manifestado de viva
voz, de manera que lo oigan, entiendan y escuchen los testigos y el notario, que el
pliego que presenta contiene su testamento; sin embargo, en la práctica notarial
también es común ver esta certificación en la carátula.
Segunda fase. Las firmas de la carátula. Esta segunda fase pone fin al acto
testamento. Las firmas que se estampan en la cubierta, sobre o carátula son las del
testador y los testigos del acto, y al final la firma y sello del escribano. Esta
formalidad s í es esencial, de manera que si faltan estas firmas trae consigo la
declaración de nulidad del testamento. A ésta se refiere el inciso 6 º del Art. 1023.
Art. 1023 inciso 6º. "Termina el otorgamiento por las firmas del testador y de los
testigos, y por la firma y signo del escribano, sobre la cubierta."
Aunque nada dice el Código, se entiende que puede faltar la firma de uno o más
de los testigos porque no saben o no pueden firmar, lo que se soluciona firmando a
su ruego otro de los testigos u otra persona por ellos, aplicando por analogía la
solución del Art. 1018 ya estudiada para los testamentos abiertos. Sin embargo, no
creemos que esta misma solución analógica pueda aplicarse al testador.
Art. 1025. "El testamento cerrado, antes de recibir su ejecución, será presentado
al juez.
298
cerrado. Según ya vimos el Art. 1009 prescribe que es competente el juez del último
domicilio del testador, sin embargo si el testador ha otorgado el testamento ante un
notario que no corresponda al de su último domicilio, el testamento podrá ser abierto
ante el juez que corresponda al territorio jurisdiccional de dicho notario, según lo
permite el Art. 868 del Código de procedimiento civil, por la vía de una carta rogatoria
o exhorto que enviará el tribunal competente al tribunal exhortado.
Art. 868 CPC. "La apertura del testamento cerrado se hará en la forma establecida
por el artículo 1025 del Código Civil. Si el testamento se ha otorgado ante notario
que no sea del último domicilio del testador, podrá ser abierto ante el juez del
territorio jurisdiccional a que pertenezca dicho notario, por delegación del juez del
domicilio que se expresa. En tal caso, el original se remitirá con las diligencias de
apertura a este juez, y se dejará archivada además una copia autorizada en el
protocolo del notario que autoriza el testamento."
En cuanto a los legitimados activos , el Art. 869 del mismo Código, igualmente
aplicable a la publicación del testamento solemne abierto, dispone que puede pedir
la apertura, protocolización y publicación de un testamento cualquiera persona
capaz de parecer por sí mismas en juicio.
2º. La citación del notario y testigos. Señalábamos que el juez que conoce de la
gestión citará al notario y testigos que concurrieron a su otorgamiento, los cuales
según el Art. 1025 inciso 2º, serán invitados a reconocer su firma y la del testador;
y a reconocer si el testamento se encuentra en el mismo estado en el cual fue
otorgado, es decir, testificarán sobre si el testamento está cerrado, sellado o
marcado como lo estaba en el acto de la entrega.
299
En caso de faltar, por cualquier motivo, alguno de los testigos instrumentales, los
otros presentes abonarán la firma de los ausentes. Si falta el notario intervendrá
generalmente el notario que lo reemplaza o suceda en el cargo y abonará la firma
del autorizante, aunque el juez puede disponer que sea cualquier otro notario quien
concurra a abonar la firma del interviniente. En caso que el juez lo estime
conveniente podrán ordenar que sean abonadas las firmas del notario y testigos por
declaración jurada de otras personas fidedignas, como ya lo vimos al estudiar los
Art s . 1025 inciso 5º y 1020 inciso 4º.
3 º.La apertura del sobre o carátula que contiene el pliego testamentario. El juez
que conoce de la gestión procede una vez que han concurrido el notario y los
testigos al reconocimiento de firmas, finalmente a abrir el sobre o carátula que
contiene el pliego testamentario, y acto seguido deberá firmar o rubricar el
testamento al principio y al final de cada hoja, de todo lo cual se levanta acta de lo
obrado qu e firma el tribunal y los compar ecientes al acto de apertura. En dicha
acto procesal resolverá el juez dictando una resolución cuyo tenor puede variar
evidentemente, pero que en lo medular declarará: "Téngase como testamento de
don NN la memoria contenida dentro del pliego que se ha acompañado.
Protocolícese en una notaría de esta jurisdicción y hecho, archívense los
antecedentes oportunamente."
Sin embargo, el inciso 2º del Art. 1026 contiene las excepciones a la regla general,
y estas excepciones consisten en que se permite omitir una o más de las
formalidades que el propio texto señala, siempre que no haya duda sobre la
identidad personal del testador, escribano y testigos. Estas formalidades que
pueden omitirse son las prescritas en el Art. 1023 inciso 5º y 1024 inciso 2º, las que
300
de faltar no acarreará necesariamente la nulidad del testamento. Para efectos
didácticos consignemos entonces que por la omisión de cualquier formalidad
acarrea la nulidad absoluta, excepto las siguientes:
2. Por no haberse otorgado ante el número de testigos hábiles exigido por la ley,
sin perjuicio que concurra en uno de los testigos instrumentales una hipótesis de
habilidad putativa.
5. Por haberse otorgado un testamento solemne abierto sin haber sido leído por
el escribano o por uno de los testigos según sea otorgado ante escribano y tres
testigos en el primer caso y ante cinco testigos en el segundo. Esta causal
comprende el caso que otorgado ante escribano y tres testigos haya sido leído por
uno de los testigos, pero no por el escribano.
6. Por no haberse dejando constancia en los testamentos abiertos del hecho que
el testador no supo o no pudo firmar.
8. Por tratarse del testamento de un ciego y no haber sido leído dos veces en la
forma exigida por la ley.
301
9. Por haber sido otorgado por persona a quien le estaba vedado otorgar
testamento abierto o cerrado.
37 5 . CUESTIÓN
PRÁCTICA: ¿CÓMO SABER SI UNA PERSONA FALLECIÓ HABIENDO
OTORGADO TESTAMENTO? Esta pregunta tan simple como elemental es muy
recurrente. Piense el lector que fallece Juan, y dado que no había comentado a
ninguno de sus parientes, salvo a los testigos y al notario en su caso, que había
otorgado testamento; sus herederos proceden a efectuar los trámites de posesión
efectiva de los bienes quedados a su fallecimiento como si hubiese muerto
intestado. ¿Cómo saber, dónde preguntar?, ¿Acaso será necesario recurrir a todas
las Notarías, juzgados de letras en lo civil y oficinas de Registro civil del país para
averiguarlo? Ciertamente que no. Dos son las etapas que debemos distinguir para
saber dónde y a quién recurrir para conocer si nuestro causante otorgó o no
testamento antes de fallecer.
Art. 439 COT. "Los testamentos abiertos o cerrados que se otorguen ante notario
u otros funcionarios públicos que hagan sus veces, deberán figurar, sin perjuicio
de su inserción en los índices a que se refiere el artículo 431, en un registro índice
general de disposiciones de última voluntad, que estará a cargo y bajo la
responsabilidad del Archivero Judicial de Santiago. Este registro tendrá dos
índices, uno para los testamentos abiertos y otro para los testamentos cerrados,
los que se regirán por lo dispuesto en el inciso final del artículo 431 y deberán
indicar, además, el funcionario ante quien se haya otorgado.
Estos registros serán reservados sin que ellos puedan ser exhibidos o se informe
respecto de ellos, salvo por orden judicial o ante una petición de un particular que
acompañe el certificado de defunción que corresponda al otorgante del
testamento.
Los notarios de las tres primeras categorías del Escalafón deberán remitir al
Archivero Judicial de Santiago, dentro de los diez primeros días de cada mes, por
carta certificada, las nóminas de los testamentos abiertos y de los testamentos
cerrados que se hubieren otorgado en sus oficios durante el mes anterior, con los
datos indicados en el inciso tercero del artículo 431. Los notarios de la cuarta
categoría del Escalafón y los funcionarios públicos que hagan las veces de
notario, deberán hacer igual remisión por períodos bimestrales, dentro de los diez
primeros días siguientes al vencimiento del respectivo bimestre."
302
Este registro, como se advierte, constaba de dos índices, uno para los
testamentos abiertos y otro para los cerrados. Sin perjuicio de su carácter reservado
podían exhibirse y proporcionarse informes a su respecto no sólo a los tribunales
que así lo requirieran sino a cualquier particular que acompañare certificado de
defunción del testador.
Art. 439 COT. "El hecho de haberse otorgado un testamento abierto o cerrado
ante notario u otros funcionarios públicos que hagan sus veces, deberá figurar,
sin perjuicio de su inserción en los índices a que se refiere el artículo 431, en un
Registro Nacional de Testamentos, que estará a cargo y bajo la responsabilidad
del Servicio de Registro Civil e Identificación. Igualmente, deberán figurar en este
Registro todos los testamentos protocolizados ante notario.
Art. 17. "La forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en
que hayan sido otorgados. Su autenticidad se probará según las reglas
establecidas en el Código de Enjuiciamiento."
Dicho de otro modo, el testamento otorgado en país extranjero, para que tenga
validez en Chile, debe cumplir con tres requisitos: 1º. Debe haberse otorgado por
escrito; 2º. Debe acreditarse que se han cumplido las solemnidades exigidas por la
ley extranjera; y 3º. Debe acreditarse la autenticidad del instrumento respectivo en
forma ordinaria.
El Art. 345 del Código de procedimiento civil, se refiere a la forma en que debe
constar la autenticidad de las firmas y el carácter de los funcionarios que otorgan el
testamento.
Art. 345 CPC. "Los instrumentos públicos otorgados fuera de Chile deberán
presentarse debidamente legalizados, y se entenderá que lo están cuando en
ellos conste el carácter público y la verdad de las firmas de las personas que los
han autorizado, atestiguadas ambas circunstancias por los funcionarios que,
según las leyes o la práctica de cada país, deban acreditarlas.
304
en donde se otorgó el instrumento, certificándose su firma por el Ministerio de
Relaciones Exteriores de la República."
La extensión del principio lex locus regit actum aparece, sin embargo, limitad a de
la lectura que se hace del Art. 1027, pues como se ve, dicho artículo impone
exigencias de forma al testamento otorgado en el extranjero para que tenga validez
en Chile. En efecto, exige nuestro Código que el testamento conste por escrito, de
ello ha de concluirse que no se le reconoce validez al testamento verbal,
independientemente que sí lo reconozca la ley extranjera conforme a la cual fue
otorgado; tampoco valdría en Chile el testamento ológrafo otorgado en el extranjero,
por cuanto no está sujeto a forma o solemnidad alguna, que no sea la exigencia de
encontrarse escrito de puño y letra por el propio testador y firmado por éste.
Señalemos finalmente que los requisitos del Art. 1028 son condiciones esenciales
para la validez del testamento otorgado en el extranjero conforme a las leyes
chilenas. Los del Art. 1029, en cambio, son accidentales, por lo que su omisión no
impide el otorgamiento válido del testamento. El profesor CLARO SOLAR expresaba
en relación a estos requisitos accidentales que " ( ... ) su objeto es solamente dar
garantías de la autenticidad del testamento otorgado y evitar su adulteración.
Requisitos de esta clase requieren de una ley expresa que los sancione con la
nulidad si son omitidos, como quiera que se trata de leyes imperativas, cuya sanción
no es la nulidad, según la doctrina universalmente aceptada por los tratadistas, sino
cuando por afectar a la substancia misma del acto o contrato, por lo cual se
llaman substanciales, son necesarios a su existencia jurídica."
306
Unidos y la Federación de Rusia. Ignoramos desgraciadamente si Chile ratificó esta
convención.
4º El testador debe declarar ante dos testigos y una persona habilitada para
autorizar este tipo de testamento; y
Esta ley modelo tiene el gran mérito de generar una forma testamentaria que
nunca podría ser cuestionada por legislación alguna, lo que daría al testador la
seguridad del cumplimiento de su última voluntad, en lo referente a la forma
adoptada.
307
Capítulo IV De los testamentos
Art. 146. "La capacidad para disponer por testamento se regula por la ley personal
del testador.
Art. 147. Se aplicará la ley territorial a las reglas establecidas por cada Estado
para comprobar que el testador demente está en un intervalo lúcido.
Art. 148. Son de orden público internacional las disposiciones que no admiten el
testamento mancomunado, el ológrafo y el verbal, y las que lo declaran acto
personalísimo.
Art. 149. También son de orden público internacional las reglas sobre forma de
papeles privados relativos al testamento y sobre nulidad del otorgado con
violencia, dolo o fraude.
Art. 150. Los preceptos sobre forma de los testamentos son de orden público
internacional, con excepción de los relativos al testamento otorgado en el
extranjero, y al militar y marítimo en los casos en que se otorgue fuera del país.
308
testamento de los militares (testamentum militis) que se reconoce definitivamente
por el emperador TRAJANO , aunque ya tenía precedentes regulatorios en los
emperadores JULIO C É SAR, TITO, DOMICIANO y NERVA.
309
En los mismos términos se refiere a ellos el inciso 3 º del Art. 1008 cuando nos
expresa que los testamentos menos solemnes o privilegiados son aquellos en que
pueden omitirse ciertas formalidades legales por consideración a circunstancias
especiales determinadas por el legisl ador.
Art. 1008 inciso 3º. "El menos solemne o privilegiado es aquel en que pueden
omitirse algunas de estas solemnidades, por consideración a circunstancias
particulares, determinadas expresamente por la ley."
1. El testamento verbal;
2. El testamento militar;
3. El testamento marítimo."
El profesor ELORRIAGA DE BONIS nos enseña que "los proyectos de Código Civil
de 1841 y de 1846 recogían una cuarta clase de testamento privilegiado, y que era
el otorgado en tiempo de peste, en un lugar del país afligido por una epidemia
considerada contagiosa. Sin embargo, tal tipo de testamento se suprimió en el
proyecto de 1853. Se estimó que no se justificaba mantenerlo pues por las
condiciones en que se otorgaba, no daba suficientes garantías de la verdadera
voluntad del testador."
310
los tres tipos de testamentos privilegiados es de al menos tres, aunque para el
testamento militar el Código no lo haya señalado.
Art. 1031. "En los testamentos privilegiados podrá servir de testigo toda persona
de sano juicio, hombre o mujer, mayor de dieciocho años, que vea, oiga y entienda
al testador, y que no tenga la inhabilidad designada en el número 8 del artículo
1012. Se requerirá además para los testamentos privilegiados escritos que los
testigos sepan leer y escribir.
No serán necesarias otras solemnidades que éstas, y las que en los artículos
siguientes se expresan."
311
preferido reservarle este nombre sólo a los testamentos solemnes abiertos. En
términos generales, como nos lo señala el profesor CLARO SOLAR , el testamento
verbal es aquel "en que el testador expresa a los testigos sus disposiciones de
palabra y sin necesidad de escritura alguna. La ley admite esta clase de testamentos
como supletoria cuando por el peligro de vida del testador no haya modo o tiempo
de que otorgue testamento solemne ordinario y corra riesgo de morir intestado."
Nuestro Código le asigna los Arts. 1033 a 1040 para consignar su regulación.
Por nuestra parte, podemos decir que el testamento verbal es aquel que se otorga
frente a un caso de peligro inminente para la vida del testador, de modo que parezca
no haber modo o tiempo de otorgar testamento solemne, y que sólo requiere como
solemnidad el otorgarse ante tres testigos a lo menos y haciendo de viva voz el
testador sus declaraciones y disposiciones testamentarias. Como se advierte lo
esencial de este tipo de testamentos es que, por un lado, sus disposiciones son
entregadas verbalmente por el testador y recibidas de la misma manera por los
testigos y, por el otro, la circunstancia de enfrentarse el testador a un peligro
inminente que le puede hacer perder la vida. Así se desprende de la lectura de l os
Arts. 1033, 1034 y 1035.
Art. 1033. "El testamento verbal será presenciado por tres testigos a lo menos."
Art. 1034. "En el testamento verbal el testador hace de viva voz sus declaraciones
y disposiciones, de manera que todos le vean, le oigan y entiendan."
Art. 1035. El testamento verbal no tendrá lugar sino en los casos de peligro tan
inminente de la vida del testador, que parezca no haber modo o tiempo de otorgar
testamento solemne."
312
la misma manera por los testigos el testamento verbal ya se ha otorgado, sin
embargo, su validez es temporal pues debe ponerse por escrito dentro de 30 días
siguientes a su otorgamiento.
Como se lee de esta disposición, el Código anuncia que dentro del proceso de
escrituración del testamento deben de observarse ciertas formalidades que
reuniremos en dos etapas: Las relativas al examen de los testigos y las relativas a
la resolución judicial que las consigna y la protocolización de lo obrado.
Art. 1037. "Para poner el testamento verbal por escrito, el juez de letras del
territorio jurisdiccional en que se hubiere otorgado, a instancia de cualquiera
persona que pueda tener interés en la sucesión, y con citación de los demás
313
interesados residentes en la misma jurisdicción, tomará declaraciones juradas a
los individuos que lo presenciaron como testigos instrumentales y a todas las otras
personas cuyo testimonio le pareciere conducente a esclarecer los puntos
siguientes:
Art. 1038. "Los testigos instrumentales depondrán sobre los puntos siguientes:
1º Sobre ellos mismos , es decir, requerirá los datos necesarios para la propia
individualización de los testigos deponentes;
3 º Sobre el testamento , es decir indagará el juez sobre el lugar, día, mes y año
de su otorgamiento y principalmente de cuáles fueron las declaraciones y
disposiciones testamentarias que hizo el testador.
Art. 1039. La información de que hablan los artículos precedentes, será remitida
al juez de letras del último domicilio, si no lo fuere el que ha recibido la información;
y el juez, si encontrare que se han observado las solemnidades prescritas, y que
en la información aparece claramente la última voluntad del testador, fallará que
según dicha información, el testador ha hecho las declaraciones y disposiciones
siguientes (expresándolas); y mandará que valgan dichas declaraciones y
314
disposiciones como testamento del difunto, y que se protocolice como tal su
decreto.
Art. 1039. "La información de que hablan los artículos precedentes, será remitida
al juez de letras del último domicilio, si no lo fuere el que ha recibido la información;
y el juez, si encontrare que se han observado las solemnidades prescritas, y que
en la información aparece claramente la última voluntad del testador, fallará que
según dicha información, el testador ha hecho las declaraciones y disposiciones
siguientes (expresándolas); y mandará que valgan dichas declaraciones y
disposiciones como testamento del difunto, y que se protocolice como tal su
decreto.
315
hacerse valer en contra del testamento una vez protocolizado, como lo señala el Art.
1040.
Art. 1041. "En tiempo de guerra, el testamento de los militares y de los demás
individuos empleados en un cuerpo de tropas de la República, y asimismo el de
los voluntarios, rehenes y prisioneros que pertenecieren a dicho cuerpo, y el de
las personas que van acompañando y sirviendo a cualquiera de los antedichos,
podrá ser recibido por un capitán o por un oficial de grado superior al de capitán
o por un intendente de ejército, comisario o auditor de guerra.
317
Si el que desea testar estuviere enfermo o herido, podrá ser recibido su
testamento por el capellán, médico o cirujano que le asista; y si se hallare en un
destacamento, por el oficial que lo mande, aunque sea de grado inferior al de
capitán."
Art. 1043. "Para testar militarmente será preciso hallarse en una expedición de
guerra, que esté actualmente en marcha o campaña contra el enemigo, o en la
guarnición de una plaza actualmente sitiada."
Fuera de estas circunstancias, el propio Andrés BELLO nos informa en una nota al
Art. 1043 que "no gozan los militares de privilejio alguno para otorgar sus
testamentos. La razón es evidente. Si las solemnidades prescritas por derecho
común no son necesarias para la autenticidad del testamento, no deben exijirse
para el de ninguna persona; i, si por el contrario, (que es lo cierto) hai peligro de que
se suplanten sin ellas al últimas voluntades, no se hace ningún favor a los militares
en darles la facultad de testar de diferente modo, que los demás ciudadanos."
Art. 1042. "El testamento será firmado por el testador, si supiere y pudiere escribir,
por el funcionario que lo ha recibido y por los testigos.
318
Si el testador no supiere o no pudiere firmar, se expresará así en el testamento."
En otro orden de cosas, conforme al Art. 1045, quien recibe el testamento está
obligado a seguir dos pasos vitales para que este testamento no se vicie: 1º Obtener
el visto bueno y la rúbrica completa de éste por el Jefe superior de la expedición o
comandante de la plaza, a menos que haya sido precisamente otorgado ante uno
de éstos; y 2º Remitirlo al Ministro de Guerra (hoy Ministerio de Defensa) a fin que
éste cumpla con los mismos trámites ya estudiados para el caso de los agentes
diplomáticos chilenos en el extranjero cuando se otorgaba un testamento conforme
a las leyes chilenas fuera de Chile.
Art. 1045. "El testamento llevará al pie el Visto Bueno del jefe superior de la
expedición o del comandante de la plaza, si no hubiere sido otorgado ante el
mismo jefe o comandante, y será siempre rubricado al principio y fin de cada
página por dicho jefe o comandante; el cual en seguida lo remitirá con la posible
brevedad y seguridad, al Ministro de Guerra, quien procederá como el de
Relaciones Exteriores en el caso del artículo 1029."
319
39 8 . 2º EL TESTAMENTO MILITAR CERRADO . Sobre el testamento cerrado no hay
más disposiciones que el Art. 1047 que pasa a transcribirse.
Art. 1047. "Si el que puede testar militarmente prefiere hacer testamento cerrado,
deberán observarse las solemnidades prescritas en el artículo 1023, actuando
como ministro de fe cualquiera de las personas designadas al fin del inciso 1º del
artículo 1041. La carátula será visada como el testamento en el caso del artículo
1045; y para su remisión se procederá según el mismo artículo."
La cuestión que persiste por definir es cuál será el número de testigos que se
exigen para poder testar militarmente en forma cerrada. En esta parte don
Luis CLARO SOLAR seguía la tesis de don José Clemente FABRES en la parte que
consideraba que no habiendo pronunciamiento del Código había que buscar la
interpretación que mejor cuadrara con el espíritu general de la legislación y la
equidad natural. En esa búsqueda concluía que el número de testigos exigido debía
ser un mínimo de tres, pues al ser minimizadas las solemnidades comunes (a la
época cinco testigos para el solemne cerrado; hoy y después de la Ley 10.271 de
1952 tan son sólo tres) y al concluirse que bastaban dos para el militar nuncupativo,
la regla parecía justa, bastando tres testigos.
El Código civil trata de este tipo de testamentos militares en el Art. 1046, el que
hace reenvíos a los Arts. 1037 y 1038 ya estudiados.
320
Art. 1046. "Cuando una persona que puede testar militarmente se hallare en
inminente peligro, podrá otorgar testamento verbal en la forma arriba prescrita;
pero este testamento caducará por el hecho de sobrevivir el testador al peligro.
La información de que hablan los artículos 1037 y 1038 será evacuada lo más
pronto posible ante el auditor de guerra o la persona que haga veces de tal.
Art. 1044. "Si el testador falleciere antes de expirar los noventa días subsiguientes
a aquel en que hubieren cesado con respecto a él las circunstancias que habilitan
para testar militarmente, valdrá su testamento como si hubiese sido otorgado en
la forma ordinaria. Si el testador sobreviviere a este plazo, caducará el
testamento."
Dicho de otro modo, desde el día que han cesado las circunstancias que lo
habilitaban para testar militarmente, ha de considerarse un término de 90 días
corridos subsiguientes: Si dentro de él fallece el testador, el testamento vale; si
fallece pasado ese plazo, el testamento militar es ineficaz por haber caducado.
Don Andrés BELLO en relación a este tipo de testamentos, al exponer sus notas
en el Art. 1048, nos revela lo innecesario que era, por el momento histórico de la
navegación chilena al momento de dictarse el Código, regular este tipo de
testamentos. Sin embargo, cree que las reglas que ofrece no estarán de más, pues
tiene la esperanza que se llegue pronto a los niveles de la navegación que
justificaron su regulación en el Code de Napoléon de donde toma estas reglas.
Señalaba el codificador que "en el estado actual de nuestra navegación, no se siente
321
todavía la necesidad del testamento marítimo, que se ha tomado del Código francés,
con las modificaciones que nuestras circunstancias exigen. Pero es de creer que
nuestra navegación se estenderá en breve con la rapidez que otros ramos de
industria, i no vemos inconveniente en anticipar una providencia que seguramente
no tardaría en echarse de ménos." Nuestro Código civil regula el testamento
marítimo en los Arts. 1048 a 1055.
402 . CONCEPTO. Testamento marítimo es aquel que se otorga en alta mar, sea en
un buque de guerra chileno o en un buque mercante que navega bajo bandera
chilena, por cualquiera persona que se halle a bordo de dichos buques. El concepto
anterior se desprende de la lectura conjunta d e los Arts. 1048. 1051 y 1055.
Art. 1048. "Se podrá otorgar testamento marítimo a bordo de un buque chileno de
guerra en alta mar.
Se extenderá un duplicado del testamento con las mismas firmas que el original."
Art. 1051. "Podrán testar en la forma prescrita por el artículo 1048, no sólo los
individuos de la oficialidad y tripulación, sino cualesquiera otros que se hallaren a
bordo del buque chileno de guerra en alta mar."
Art. 1055. "En los buques mercantes bajo bandera chilena, podrá sólo testarse en
la forma prescrita por el artículo 1048, recibiéndose el testamento por el capitán o
su segundo o el piloto, y observándose además lo prevenido en el artículo 1050."
Del Art. 1048 extraemos que en un buque de guerra quienes pueden recibir
válidamente testamentos, en presencia de tres testigos, son el comandante de la
nave y su segundo a bordo.
Mientras que en los buques mercantes están facultados para ello su capit án o su
segundo a bordo, o su piloto.
322
40 4 . CLASES DE TESTAMENTOS MARÍTIMOS Y SOLEMNIDADES A QUE LOS SUJETA LA
LEY . El testamento marítimo puede otorgarse, al igual que el testamento militar, sea
como testamento abierto, como testamento cerrado o como testamento verbal y en
cada caso está sujeto a distintas formalidades.
Art. 1049. "El testamento se guardará entre los papeles más importantes de la
nave, y se dará noticia de su otorgamiento en el diario."
Art. 1050. "Si el buque antes de volver a Chile arribare a un puerto extranjero, en
que haya un agente diplomático o consular chileno, el comandante entregará a
este agente un ejemplar del testamento exigiendo recibo, y poniendo nota de ello
en el diario, y el referido agente lo remitirá al Ministerio de Marina para los efectos
expresados en el artículo 1029.
Si el buque llegare antes a Chile, se entregará dicho ejemplar con las mismas
formalidades al respectivo gobernador marítimo, el cual lo transmitirá para iguales
efectos al Ministerio de Marina."
Como se advierte sea que el buque arribe a puerto extranjero o a puerto chileno,
el comandante de la nave debe de remitir un ejemplar del testamento a la autoridad
competente, es decir, al agente diplomático o consular en el primer caso para que
éste lo remita al Ministerio de Defensa; o directamente a esta secretar í a de estado
323
en el segundo caso. En cada situación el comandante deberá exigir recibido de la
recepción del testamento y dejará testimonio de ello en la bitácora de la nave.
Art. 1054. "Si el que puede otorgar testamento marítimo, prefiere hacerlo cerrado,
se observarán las solemnidades prescritas en el artículo 1023, actuando como
ministro de fe el comandante de la nave o su segundo.
Art. 1053. "En caso de peligro inminente podrá otorgarse testamento verbal a
bordo de un buque de guerra en alta mar, observándose lo prevenido en el artículo
1046; y el testamento caducará si el testador sobrevive al peligro.
Art. 1052. "El testamento marítimo no valdrá, sino cuando el testador hubiere
fallecido antes de desembarcar, o antes de expirar los noventa días subsiguientes
al desembarque. No se entenderá por desembarque el pasar a tierra por corto
tiempo para reembarcarse en el mismo buque."
324
En concreto, desde el día que se ha producido el desembarco efectivo del buque,
ha de considerarse un término de 90 días corridos subsiguientes: Si el testador
fallece antes del desembarco o antes de cumplirse los 90 días después del
desembargo, el testamento vale; si fallece pasado ese plazo, el testamento militar
es ineficaz por haber caducado.
325
de las asignaciones testamentarias . El Título IV del Libro Tercero del Código lleva
precisamente ese nombre.
326
4 12 . REQUISITOS SUBJETIVOS . Desde la perspectiva de la persona del asignatario
testamentario, es preciso que éste sea:
Art. 1056. "Todo asignatario testamentario deberá ser una persona cierta y
determinada, natural o jurídica, ya sea que se determine por su nombre o por
indicaciones claras del testamento. De otra manera la asignación se tendrá por
no escrita.
Lo que se deje al alma del testador, sin especificar de otro modo su inversión, se
entenderá dejado a un establecimiento de beneficencia, y se sujetará a la
disposición del inciso anterior.
327
Art. 1065. "Si la asignación estuviere concebida o escrita en tales términos, que
no se sepa a cuál de dos o más personas ha querido designar el testador, ninguna
de dichas personas tendrá derecho a ella."
En 1929 la Ley Nº 4.699 derogó el D.L. Nº 740 y dispuso que fuera la Junta Central
de Beneficencia la que recibiera todas estas asignaciones, fueren a título singular o
universal. Con posterioridad en el año 1952 pasaron al Servicio Nacional de Salud;
y hoy, desde 1979 es al Fondo Nacional de Salud (FONASA) a quien le corresponde
percibir e invertir las asignaciones de este tipo.
2º. Asignaciones dejadas a los pobres. El Art. 1056 inciso final nos indica que las
asignaciones dejadas a los pobres en forma indeterminada se aplicarán a los de la
parroquia del testador. Esta norma pareciera hoy no tener explicación coherente,
pues presume la ley que el testador es persona que sigue activamente una religión
determinada y que sólo las instituciones religiosas hacen obras de caridad para con
los pobres. Ciertamente tiene un fundamento histórico que se encuentra quizás en
el hecho que a la época de la dictación del Código se encontraba vigente la
Constitución Política de 1833 que establecía que la religión de Chile era la Católica
Apostólica Romana, excluyendo el ejercicio público de cualquier otra. Hoy n uestra
Constitución Política asegura a todas las personas la libertad de credo y de culto,
sin adherir a una religión de Estado oficial.
330
voluntad del testador y ello es posible dado que en el fondo aquí es el asignatario
el objeto de la asignación.
Omitiremos dar un tratamiento exhaustivo, por haberlo hecho antes, a dos clases
de asignaciones: Por un lado, la clasificación de las asignaciones testamentarias
en directas o de primer grado y asignaciones indirectas , de más de un grado o
sustituciones ; y por el otro lado, la clasificación entre asignaciones a un solo
asignatario o a varios de ellos con o sin derecho de acrecer . Como se ve, ellas
fueron abordadas con ocasión del estudio del acrecimiento y de las sustituciones.
331
suspen d a o modifique sus efectos o afecte a los derechos que por ella se confieren
a los asignatarios."
Por ejemplo, si instituyo heredero a Pedro o lego mi Código civil primera edición
glosado por A. BELLO a Juan, tanto a Pedro como a Juan le será deferida
inmediatamente la asignación al momento de la apertura de la sucesión, operando
respecto de ellos la transmisión de la propiedad por la sucesión por causa de
muerte.
Por ejemplo, si dejo a Pedro diez millones de pesos para que compre un automóvil
con el cual pueda desplazarse a la universidad, estoy imponiéndole un gravame n
a la liberalidad con que lo beneficio; lo mismo hago si dejo a Juan mi departamento,
con la obligación que pague a Juanita $300.000 pesos mensuales, durante 5 años.
Asimismo, si dejo mi colección de libros a Rosita siempre que egrese en el primer
lugar del ranking de su promoción o siempre que no repita ningún curso, también
estaré alterando los efectos normales de la asignación. La misma idea se repite
cuando dejo mi auto a Pedro para cuando alcance los 18 años de edad, expresando
que en el ínterin gozará fiduciariamente del automóvil Juan, su padre.
332
41 9 . CONCEPTO . Asignación condicional es, en el testamento, aquella que
depende de una condición, esto es, de un suceso futuro e incierto, de manera que
según la intención del testador no valga la asignación si el suceso positivo no
acaece o si acaece el negativo. Así lo dicta textualmente el Art. 1070, en su inciso
2º.
1º. La futuridad del hecho en que consiste . La condición debe edificarse a partir
de un hecho futuro, en relación al momento de otorgar el testamento, salvo que se
disponga otra cosa.
333
Podría concluirse que el Código emplea el sustantivo existencia , en relación al
hecho, aparentemente para definir la futuridad del mismo, sirviéndole de
herramienta para determinar la validez de la disposición testamentaria. No creemos
que A. BELLO , en realidad, esté diciéndonos que lo que está en duda es si el hecho
se verificará o no, creemos que el codificador tenía claro que el hecho pasado o
presente no era condición; lo que pensamos que nos está diciendo A. BELLO es que
en el hecho pasado o presente lo que está en juego es el conocimiento o no de la
ocurrencia del hecho que haya tenido el testador, tal como lo comprobaremos al
estudiar el Art. 1072. Así lo concluía, por lo demás, el profesor CLARO SOLAR cuando
nos señalaba que "la situación de la asignación no depende así de un evento del
porvenir, de un evento futuro, sino que se reduce a la verificación que hay que hacer
de si el hecho existe o no; y la incertidumbre del testador no tiene los efectos de una
condición pendiente."
Por ello se explica mejor que si el testador nos ha dejado una asignación bajo la
condición que viva Juan, debemos limitarnos a constatar un hecho presente, al
momento de abrirse la sucesión, esto es verificar que Juan vive; si el resultado es
positivo aparece lógico que la asignación sea considerada pura y simple, pues en
el fondo no se trata de un hecho futuro sino presente y éstos no se espera que
lleguen. Si, en cambio, al fallecer el testador aparece que Juan había muerto antes
de otorgarse el testamento, la asignación carece de valor, no existe. Aquí, se
constata la existencia de un hecho pasado. Podríamos decir que ni siquiera alcanzó
a fallar la condición, pues stricto sensu es la condición de que pende la asignación
la que no existe.
334
Article 1181. "L'obligation contractée sous une condition suspensive est celle qui
dépend ou d'un événement futur et incertain, ou d'un événement actuellement
arrivé, mais encore inconnu des parties.
Dans le second cas, l'obligation a son effet du jour où elle a été contractée. "
Como se advierte, nos dice la regla transcrita que la obligación contratada bajo
una condición suspensiva es aquella que depende de un acontecimiento futuro e
incierto o de un acontecimiento pasado, pero desconocido aún por las partes . En
el primer caso, no puede cumplirse la obligación sino después de verificado el
acontecimiento; en el segundo caso, producirá sus efectos desde el día en que haya
sido contraída.
Art. 1072. "Si la condición que se impone como para tiempo futuro, consiste en un
hecho que se ha realizado en vida del testador, y el testador al tiempo de testar lo
supo, y el hecho es de los que pueden repetirse, se presumirá que el testador
exige su repetición; si el testador al tiempo de testar lo supo, y el hecho es de
aquellos cuya repetición es imposible, se mirará la condición como cumplida; y si
el testador no lo supo, se mirará la condición como cumplida, cualquiera que sea
la naturaleza del hecho."
Pensemos para aclarar las ideas en que el testador lega a Pedro su casa si éste
contrae matrimonio. Puede ocurrir que el testador supiere que Pedro estaba casado,
pero como a la época del testamento su matrimonio estaba en crisis, hemos de
presumir que estaba exigiendo para la validez de la asignación que Pedro se casase
de nuevo. Si Pedro lo hizo después del otorgamiento del testamento y antes de la
muerte del causante, debe entenderse por cumplida la condición. Si Pedro no lo ha
hecho al momento de abrirse la sucesión, para tener derecho a la asignación y
cumplir la condición, debe volver a casarse.
Pensemos ahora que el testador no sabía que Pedro estaba casado; en ese caso,
el Código nos dice que si a la época del testamento Pedro estaba cas ado, la
condición se tendrá por cumplida.
Por último, pensemos ahora que el testador deja la casa a Pedro bajo la condición
que vuelva a correr la maratón de Santiago, sabiendo el testador que Pedro había
335
sufrido un accidente que lo había dejado parapléjico, lo que implica que no podrá
volver a practicar ese deporte; entonces, la condición se tendrá como cumplida.
En concreto, en este artículo se nos aclara que don Andrés BELLO no abandona
la exigencia de futuridad del hecho de que pende la condición cuando sujeta la
asignación a un hecho pasado o presente, lo que sucede es que transforma la
posibilidad de volver a repetirse el hecho en incertidumbre.
Una asignación, entonces, que se deja a una persona para que la goce hasta el
día de su muerte, no constituye una asignación condicional sino una asignación
hasta día cierto e indeterminado, pues es un hecho cierto que las personas mueren,
lo que pasa es que no se sabe cuándo esto sucederá. Por el contrario, si se deja
una asignación a una persona a partir del día en que otra muera, esta asignación sí
es condicional pues la incertidumbre recae aquí en el hecho que el asignatario
sobreviva al tercero.
3º. La exigencia que el hecho futuro e incierto sea física y moralmente posible de
producirse . El hecho futuro e incierto requiere además que sea posible de
verificarse ya sea porque no contraría a las leyes de la naturaleza física o porque
no resulta contrario a las leyes positivas, el orden público o las buenas costumbres
(Arts. 1475 y 1476). En ambos casos la condición puede ser positiva o negativa.
Así, si dejo una asignación a Pedro siempre que logre bajar una estrella del
firmamento o alcance a tocar el cielo con la mano, o siempre que dé muerte a Juan
o camine desnudo por un edificio público, serán con diciones positivas física y
moralmente imposibles , respectivament e. La ley sanciona estas condiciones con
la nulidad de la asignación, pues resultaría imposible cumplir con la última voluntad
del testador.
En fin, el inciso final del Art. 1070 al expresar que las asignaciones testamentarias
condicionales se sujetan a las reglas dadas en el título "De las obligaciones
condicionales", esto es, a las contenidas en el Título IV del Libro IV "De las
336
obligaciones condicionales y modales", Arts. 1473 y siguientes, nos centraremos
sólo en algunas asignaciones condicionales especiales que el Código reglamente
en su alcance y validez.
Art. 1077. "La condición de casarse o no casarse con una persona determinada,
y la de abrazar un estado o profesión cualquiera, permitida por las leyes, aunque
sea incompatible con el estado de matrimonio, valdrán."
Por último, hay que agregar que lo dicho no se opone a que se pueda
legítimamente disponer la subsistencia de una mujer mientras permanezca soltera
o viuda, dejándole por ese tiempo un derecho de usufructo, de uso o habitación o
una pensión periódica, como lo permite el Art. 1076.
Como puede fácilmente deducirse las razones que ha tenido el legislador para
tachar de ineficaces las condiciones negativas señaladas concebidas en términos
absolutos se debe a que el matrimonio constituye la base fundamental de la familia,
y ésta el núcleo fundamental de la sociedad. De ahí que sea una función social y
338
útil al estado el matrimonio, y la facultad de celebrarlo un derecho esencial de la
persona, tal como lo prescribe el Art. 2º de la Ley de Matrimonio Civil.
Art. 1078 inciso 1º. "Las asignaciones testamentarias bajo condición suspensiva,
no confieren al asignatario derecho alguno, mientras pende la condición, sino el
de implorar las providencias conservativas necesarias."
339
Todo lo que se hubiere pagado antes de efectuarse la condición suspensiva,
podrá repetirse mientras no se hubiere cumplido."
Art. 1319. "Si alguno de los coasignatarios lo fuere bajo condición suspensiva, no
tendrá derecho para pedir la partición mientras penda la condición. Pero los otros
coasignatarios podrán proceder a ella, asegurando competentemente al
coasignatario condicional lo que cumplida la condición le corresponda.
Art. 1078 inciso 2º. "Si el asignatario muere antes de cumplirse la condición, no
transmite derecho alguno."
Art. 1492. "El derecho del acreedor que fallece en el intervalo entre el contrato
condicional y el cumplimiento de la condición, se transmite a sus herederos; y lo
mismo sucede con la obligación del deudor.
340
La condición cumplida es el estado de la condición cuando se ha verificado el
hecho de que pende. Consecuencia de que se haya cumplido la condición es que
opera con efecto retroactivo, esto significa que el asignatario se entiende tal desde
la apertura de la sucesión y su posesión continúa la del causante. Sin embargo, este
efecto retroactivo de la condición cumplida no permite al asignatario exigir los frutos
percibidos en el tiempo intermedio, salvo que se los haya expresamente dejado el
testador (Art 1078 inciso final en relación con el Art. 1338 Nº 1).
Art. 1078 inciso final. "Cumplida la condición, no tendrá derecho a los frutos
percibidos en el tiempo intermedio, si el testador no se los hubiere expresamente
concedido."
Art. 1338. "Los frutos percibidos después de la muerte del testador, durante la
indivisión, se dividirán del modo siguiente:
Por otro lado, para que operen los efectos de la condición cumplida en las
asignaciones testamentarias es necesario que la condición se cumpla totalmente y
en forma literal , que es el modo más racional que el testador ha exigido que se
cumpla (Arts. 1483 y 1484).
Esta última regla se suele aplicar como un principio general del derecho a otras
materias y está inspirado en la idea de evitar el aprovechamiento del propio dolo, y
se conoce como cumplimiento ficto de la condición. De todo ello habla el Art. 1481.
341
Art. 1481. "La regla del artículo precedente inciso 1º se aplica aun a las
disposiciones testamentarias. Así, cuando la condición es un hecho que depende
de la voluntad del asignatario, y de la voluntad de otra persona, y deja de
cumplirse por algún accidente que la hace imposible, o porque la otra persona de
cuya voluntad depende no puede o no quiere cumplirla, se tendrá por fallida, sin
embargo de que el asignatario haya estado por su parte dispuesto a cumplirla.
Con todo, si la persona que debe prestar la asignación se vale de medios ilícitos
para que la condición no pueda cumplirse, o para que la otra persona de cuya
voluntad depende en parte su cumplimiento, no coopere a él, se tendrá por
cumplida."
Art. 1480 inciso 3º. "Y las condiciones inductivas a hechos ilegales o inmorales."
Art. 1482. "Se reputa haber fallado la condición positiva o haberse cumplido la
negativa, cuando ha llegado a ser cierto que no sucederá el acontecimiento
contemplado en ella, o cuando ha expirado el tiempo dentro del cual el
acontecimiento ha debido verificarse, y no se ha verificado."
342
El efecto principal de la condición fallida es que caducan las providencias
conservativas decretadas y desaparece para siempre la mera expectativa de
adquirir la asignación.
En fin, se entiende fallar la condición resolutoria cuando llega a ser cierto que el
hecho de que pende no se verificará o se extingue el tiempo que disponía la ley
para que se cumpliese, lo que tranquiliza al asignatario pues la asignación se
consolida como pura y simple y las amenazas de perderla desaparecen.
343
CLASE Nº 19 DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS A PLAZO O A DÍAS Y DE LAS
ASIGNACIONES MODALES
El profesor GUZMÁN BRITO nos enseña, sin embargo, que "en materia de legados,
el término ( dies ) admite la misma tipología ya examinada a propósito de las
estipulaciones. De este modo, pues, él puede ser inicial ( ex die ) o final ( ad dem ).
También puede ser certus e incertus , según haya de llegar necesariamente o no;
y determinado e indeterminado , según se sepa de antemano o no, cuándo ha de
llegar, en caso de hacerlo; de donde la división que hacen los intérpretes en 'dies
certus an certus quando', 'incertus an certus quando' e 'incertus an incertus
quando' ."
344
Lo determinante, como veremos, en que cualquiera sea el plazo fijado por el
testador la asignación testamentaria existe desde el momento que se abre la
sucesión, lo que sucede es que el asignatario no puede entrar en el goce de ella
sino desde la llegada del plazo ( ex die ) o goza inmediatamente de la misma desde
que se le defiere pero por un tiempo limitado ( ad diem ) vencido el cual cesa su
goce. El primero es el ya conocido plazo suspensivo , donde lo que se suspende es
la exigibilidad o goce de la asignación, y el segundo es el plazo extintivo que llegado
hace perder el derecho sobre ella.
Sin embargo, a la hora de titular el Párrafo 3º del Título IV del Libro Tercero , lo
hace nombrándolo "De las asignaciones testamentarias a día": ¿Habrá diferencias
entonces entre la noción de asignación a plazo y de asignación a o desde día?
Pareciera que no pues el propio legislador al expresarse sobre ellas en el Art. 1080
las separa con una conjunción disyuntiva "o" lo que nos revela su sinonimia; sin
embargo, descubriremos que entre asignación a plazo y asignación a o desde día
hay diferencias de fondo.
Es incierto, pero determinado, si puede llegar o no, pero suponiendo que haya de
llegar, se sabe cuándo, como el día en que una persona cumpla veinticinco años.
En claro, si el llamamiento a la asignación es " a " o " hasta día " (extintivas) se
tratará de asignaciones a plazo ya que, por regla general, la incertidumbre se
encuentra no en el nacimiento de la asignación sino en su término o extinción. En
cambio, las asignaciones "desde día " son mayoritariamente condicionales pues
llevan envuelta la incertidumbre de si realmente el día en que se pueda reclamar la
asignación, llegará.
346
incertidumbre- pueden constituir una condición; y las "desde día ", de forma
excepcional, pueden ser un plazo.
Art. 1084. "La asignación desde día cierto y determinado da al asignatario, desde
el momento de la muerte del testador, la propiedad de la cosa asignada y el
derecho de enajenarla y transmitirla; pero no el de reclamarla antes que llegue el
día.
2º. Asignaciones desde día cierto pero indeterminado. En este caso la asignación
es condicional. Conforme al Art. 1081 inciso 2º el día es cierto pero indeterminado,
si necesariamente ha de llegar el día en cuestión pero no se sabe cuándo esto
sucederá, como el día de la muerte de una persona.
Que el Código nos señale que la asignación es condicional, no quiere decir que
se trate en el fondo de una condición, pues sigue siendo un plazo el día cierto pero
indeterminado. El legislador considera la asignación condicional pues exige que el
347
asi gnatario exista al momento de la llegada del plazo (condición tácita) y esa
exigencia introduce una nota de incertidumbre, tal como se lee del Art. 1085 inciso
1º.
Art. 1085. "La asignación desde día cierto pero indeterminado, es condicional y
envuelve la condición de existir el asignatario en ese día.
Sin embargo, de la lectura del inciso 2º, el propio Código nos dice que cuando
desaparece la incertidumbre o indeterminación del plazo, como cuando la
asignación es a favor de un establecimiento permanente, la asignación tiene el
carácter de asignación a plazo.
Art. 1086. "La asignación desde día incierto, sea determinado o no, es siempre
condicional."
Art. 1083. "El día incierto e indeterminado es siempre una verdadera condición, y
se sujeta a las reglas de las condiciones."
El día, como nos dice el inciso final del Art. 1081 es incierto e indeterminado, si
no se sabe si ha de llegar, ni cuándo, como el día en que una persona se case.
348
asignaciones constituyen usufructos para el asignatario, es decir, verdaderos
derechos de goce limitados en el tiempo, de lo que se confirma que se trata de
asignaciones a plazo. Dado este carácter que implica por cierto la obligación de
restituir la cosa al término del goce (si es específica), el asignatario deberá rendir
fianza para entrar a su goce, tal como se le obliga a ello al asignatario.
Estas asignaciones "hasta día" permiten un estudio mucho más simple pues
habremos de clasificarlas en asignaciones hasta día cierto y asignaciones hasta día
incierto, siendo determinante sólo en el segundo caso que se trate de días
determinados o no.
1º. Asignaciones hasta día cierto, sea éste determinado o indeterminado . Estas
asignaciones son a plazo resolutorio y conforme al Art. 1087 inciso 1º, constituyen
un usufructo a favor del asignatario.
Art. 1087. "La asignación hasta día cierto, sea determinado o no, constituye un
usufructo a favor del asignatario.
Como es evidente, estas asignaciones son temporales, de allí que el derecho que
se tiene sobre esta asignación se encuentra expuesto a perderse por la llegada del
día cierto, sea éste determinado o no. Así cuando dejo a Pedro una asignación para
que la goce por 10 años o hasta el día en que Pedro muera; Pedro sabrá que
perderá su dominio sobre la misma llegado el día cierto fijado, aunque en el primer
caso éste sea determinado y en el segundo no.
2º. Asignaciones hasta día incierto pero determinado. A este tipo de asignaciones
se refiere el Art. 1088, el que nos señala que constituyen también un usufructo. Así
cuando dejo a Pedro mi departamento hasta que cumpla 25 años, si va unido a la
existencia de Pedro, entonces hasta ese día constituye para él un usufructo; si en
cambio está unido a la existencia de otra persona, el usufructo se extiende hasta
que llegue el día señalado siempre que siga viviendo la otra persona, pues si muere
ésta antes de cumplir Pedro los 25 se extiende el usufructo para él sólo hasta el día
de dicha muerte.
349
Art. 1088. "La asignación hasta día incierto pero determinado, unido a la existencia
del asignatario, constituye usufructo; salvo que consista en prestaciones
periódicas.
3º. Asignaciones hasta día incierto pero indeterminado . Las asignaciones sujetas
a este tipo de días constituyen siempre una asignación condicional. Así lo señalaba
el Art. 1083 ya transcrito, por lo que no ahondaremos en este punto.
Art. 741. "Las disposiciones a día, que no equivalgan a condición según las reglas
del título De las asignaciones testamentarias, § 3., no constituyen fideicomiso."
Aplicando la solución del Código debemos entender que, salvo la última que es
una asignación condicional resolutoria (hasta día incierto e indeterminado), se
350
tratarían todas las demás de asignaciones a plazo en las que Pedro es instituido
usufructuario de mi departamento. En claro, Pedro no ha sido instituido propietario
del mismo y por ello es que se obliga a restituirlo una vez terminado el goce.
Sin embargo ello no es tan simple. Tomemos el caso de una asignación hasta día
incierto pero determinado: "Dejo mi departamento a Juan hasta que muera, y a su
muerte pasará éste a Pedro". El Código nos dice que Juan es usufructuario y Pedro
nudo propietario (Art. 1087); pero también nos dice que Juan puede ser
usufructuario (Art. 1087) y Pedro fideicomisario (Art. 1085) quedando como
fiduciario la sucesión del testador; aunque también nos permite decir que Juan es
propietario fiduciario (Art. 739 y 741) y Pedro fideicomisario.
Las consecuencias de adoptar una u otra son muy variadas. Para el primer caso,
a la muerte de Juan se consolida el dominio pleno en Pedro; pero si muere Pedro
antes que Juan, la nu da propiedad pasará a los herederos de Pedro. Para
el segundo caso, si Juan muere pasa a Pedro la propiedad plena; pero si muere
Pedro antes, no transmite su expectativa, por lo que a la muerte de Juan pasará la
propiedad a los fiduciarios, esto es, a los herederos del testador . Para el tercer
caso, a la muerte de Juan la propiedad plena queda en manos de Pedro; pero si
muere Pedro antes la propiedad plena queda en manos de Juan.
El profesor CLARO SOLAR nos enseñaba, por ejemplo, que al dejar el testador su
fundo La Aurora a su amigo Pedro por 10 años o hasta un día futuro determinado
del calendario, la debida interpretación que debía hacerse de la asignación era que
el testador no había legado el dominio del dicho fundo a Pedro pues "la propiedad
no es un derecho limitado en el tiempo; la propiedad es un derecho permanente,
perpetuo; el propietario no es dueño de la cosa por un año, por cinco, por diez, por
cincuenta; es propietario lisa y llanamente, o no lo es." Pedro, entonces, debe
entenderse usufructuario del inmueble; y, nudos propietarios, aunque no lo diga el
testador, sus herederos. Estamos de acuerdo con este gran profesor, salvo que hay
dominio temporal o no perpetuo, como es el caso precisamente de la propiedad
fiduciaria.
Para mayor claridad este eximio maestro del derecho civil chileno acudía a un
ejemplo del propio Andrés BELLO conjugando al mismo tiempo usufructo y
fideicomiso: "Instituyo por heredero universal a Francisco, el cual dará mi hacienda
tal a Pedro para que goce de ella hasta su muerte; y después de los días de Pedro
351
pasará dicha hacienda a Juan". Explicaba el propio codificador que Francisco es
nudo propietario respecto de Pedro y propietario fiduciario respecto d e Juan; si no
existe Juan al tiempo de la muerte d e Pedro vuelve la hacienda al heredero, el cual
como nudo propietario tiene derecho a pedir a Pedro la competente seguridad de
conservación y restitución.
Luego señalaba don Luis CLARO SOLAR que distinto sería que "si el testador
hubiera dicho: 'Dejo mi hacienda tal a Pedro con cargo de dejarla después de sus
días a Juan'; Juan es fideicomisario y si muere antes que Pedro, caduca el
gravamen impuesto a éste, y Pedro retiene la hacienda sin cargo de restitución. La
asignación es un verdadero fideicomiso."
El profesor René ABELIUK en la puesta al día del libro de don Manuel SOMARRIVA ,
precisamente nos entrega algunos fallos de nuestros tribunales superiores de
justicia acerca de la cuestión que comentamos, en donde la labor interpretativa
de los jueces se circunscribe a buscar la intención del testador a partir del empleo
de las palabras de que se ha valido, tal como nos lo ejemplificaba el propio
legislador.
352
la palabra " pasará " significa que las hermanas (fideicomisarias) serán propietarias
plenas a la muerte de asignatario.
Nos expone este autor que, en definitiva, la cuestión de saber cuándo nos
encontraremos frente a un modo o a una condición "se resuelve por vía de
interpretación de la voluntad del testador, dirigida a determinar si quiso imponer una
353
verdadera condición, esto es la suspensión [del beneficio], o sólo un modo." Lo
anterior nos revela el efecto más importante del modo en relación a la condición,
pues aquel no suspende el beneficio de la asignación mientras que ésta sí.
Publio Mucio ESCÉVOLA, el gran jurisconsulto romano del que se dice es uno de
los tres creadores del corpus iuris civilis , ofrecía un criterio formal de distinción,
según nos cuenta e l mismo autor. Así "cuando el testador lega: 'si hubiera hecho
un monumento' ( si monumentum fecerit ), hay condición y por ende suspensión
hasta que se construya el monumento; si, en cambio, lega 'para que haga un
monumento' ( ut monumentum faciat ) sólo impone un gasto al legatario, en cuyo
cumplimiento él puede demorarse ( mora cum sumptu ) sin que se impida la
adquisición."
Esta definición la obtenía este ilustre profesor de lo expresado en el Art. 1089 que
pasamos a transcribir.
Art. 1089. "Si se asigna algo a una persona para que lo tenga por suyo con la
obligación de aplicarlo a un fin especial, como el de hacer ciertas obras o sujetarse
a ciertas cargas, esta aplicación es un modo y no una condición suspensiva. El
modo, por consiguiente, no suspende la adquisición de la cosa asignada."
354
1º. La característica principal del modo es que no suspende la adquisición ni el
goce de la asignación. Una asignación modal en todo caso puede, además, estar
sujeta a una condición suspensiva, en cuyo caso la adquisición de lo asignado
quedará supeditada al cumplimiento de la condición. Lo mismo sucede cuando va
acompañada de un plazo, con la diferencia que aquí el goce quedará supeditado al
cumplimiento del plazo.
Art. 1095. "Si el modo consiste en un hecho tal, que para el fin que el testador se
haya propuesto sea indiferente la persona que lo ejecute, es transmisible a los
herederos del asignatario."
6º. Los requisitos para suceder deberán concurrir en el asignatario modal sin
importar si concurren o no en el beneficiado con el modo, solución que ha decidido
nuestra Excma. Corte Suprema, correcta de acuerdo a derecho aunque peligrosa,
355
como sostiene el profesor SOMARRIVA , desde que una asignación con carga modal
puede esconder una asignación hecha por interpósita persona a una incapaz de
suceder.
Este autor nos daba un ejemplo claro de esta situación, nos dice: "El testador
puede dejarse como asignatario a Pedro con la carga de entregar una pens ión
periódica al sacerdote que hubiera confesado al causante durante su última
enfermedad. En tal evento, es evidente la interposición de personas, con el fin de
burlar la ley. Frente a esta situación, habrá que determinar en cada caso en
particular, para la validez de la asignación modal, si hubo ánimo fraudulento del
testador al instituir un modo en favor de un incapaz, o no hubo intención dolosa de
su parte".
Art. 1090. "En las asignaciones modales se llama cláusula resolutoria la que
impone la obligación de restituir la cosa y los frutos, si no se cumple el modo.
356
3º. Los titulares de la acción son todos aquellos que tienen interés en la
declaración de la resolución. De ahí que sean legitimados activos los herederos,
pues resultado del incumplimiento acrecerá a la herencia la asignación; los
asignatarios conjuntos a quienes no se les haya gravado con el modo, pues en este
caso acrecerá sólo a ellos la asignación incumplida; y el propio beneficiario del
modo, pues una suma proporcionada del objeto en que consiste el beneficio le será
finalmente asignada. Así se deduce de la lectura del Art. 1096.
De la regla recién transcrita se puede concluir que en cualquier caso y sea quien
sea el titular de la acción resolutoria, el asignatario modal incumplidor no gozará de
la asignación ni de suma alguna proporcionada al objeto.
Esta regulación se extrae de la lectura del Art. 1093 que pasamos a reproducir.
Art. 1093. "Si el modo es por su naturaleza imposible, o inductivo a hecho ilegal o
inmoral, o concebido en términos ininteligibles, no valdrá la disposición.
357
Si el modo, sin hecho o culpa del asignatario, es solamente imposible en la forma
especial prescrita por el testador, podrá cumplirse en otra análoga que no altere
la substancia de la disposición, y que en este concepto sea aprobada por el juez
con citación de los interesados.
358
2º. Si se ha introducido cláusula resolutoria . Si el testador ha introducido cláusula
resolutoria en el modo, el incumplimiento de éste permitirá al beneficiario demandar
la ejecución forzada del modo, esto es, obligar al asignatario modal a que cumpla
con la ejecución del gravamen; o pedir la resolución de la asignación por
incumplimiento, caso en el cual se aplicarán las reglas ya estudiadas en el § 423.
359
43 9 . CONCEPTO. Ya habíamos señalado que las asignaciones a título universal,
también llamadas herencias , son definidas por el Código como aquellas que hace
la ley o el testamento de una persona difunta para sucederle en la totalidad de sus
bienes, derechos u obligaciones transmisibles o en una cuota de ellos.
1º. Los asignatarios a título universal, aunque se les califique de legatarios, son
herederos, y por ende son continuadores legales del causante.
3º. También sabemos que si son varios los herederos, mientras no haya partición,
existirá una comunidad hereditaria. Siendo varios los legatarios en común de una
cosa legada también hay comunidad, pero a título singular.
4º. Los herederos gozan de ciertas acciones propias, como la acción de petición
de herencia, con la que pretende que se le reconozca la calidad de heredero y se
ordene al falso heredero que está ocupando los bienes hereditarios, para que los
devuelva.
5º. Señalábamos que los herederos son continuadores de la persona del difunto,
por lo que tienen con el difunto identidad legal. Así, entre el difunto y los herederos
hay identidad legal de persona para efectos de la excepción de cosa juzgada.
360
A la segunda clasificación, de herederos universales, de cuota y del remanente,
se refiere el Art. 1098.
Art. 1098. "El asignatario que ha sido llamado a la sucesión en términos generales
que no designan cuotas, como "Sea Fulano mi heredero", o "Dejo mis bienes a
Fulano", es heredero universal.
El Código nos explica que pueden concurrir varios herederos universales, como
cuando el testador dice: "Dejo todos mis bienes a Pedro, Juan y Diego"; en ese caso
la herencia o la parte de ella que les toca, se la dividen por partes iguales o viriles,
según se desprende del Art. 1098 inciso final. Así, entonces, si son llamados dos
herederos universales, llevarán la mitad de la herencia cada cual; si son tres los
llamados, un tercio de ella cada uno y así sucesivamente. La división anterior no
quiere decir que sean llamados a esa cuota, es sólo la parte de la herencia que en
partes iguales les toca de la división.
361
mitad o el 50% restante. Como se advierte el heredero de cuota lle va una porción
mayor que los otros.
Partamos con un ejemplo del segundo caso que tiene solución en el articulado del
Código.
"Dejo la mitad de mis bienes a Pedro, un tercio de ellos a Juan, otro cuarto a
Rosita e instituyo heredero a Juanita". Como se ve, la sumatoria de cuota excede al
entero y además se ha instituido heredero sin designación de cuota. El Art. 1101 y
el 1102 resuelven esta situac ión con claridad .
Ahora bien, en el primer ejemplo, esto es, cuando sólo hay asignatarios de cuota
que excedan el entero, como cuando el testador dispone: Dejo la mitad de mis
bienes a Pedro, un tercio de ellos a Juan y otro cuarto a Rosita, bien que no tenga
en realidad un artículo que lo resuelva, creemos que debe aplicarse la misma regla
de los Arts. 1101 y 1102.
Art. 1100. "Si no hubiere herederos universales, sino de cuota, y las designadas
en el testamento, no componen todas juntas unidad entera, los herederos
abintestato se entienden llamados como herederos del remanente.
Estos ejemplos enseñan, como nos dice el profesor ELORRIAGA DE BONIS , que
todo heredero universal es asignatario universal, pero que no todo asignatario
universal es heredero universal. En efecto, "el heredero de cuota es un asignatario
universal por cuanto sucede al causante en una parte de su patrimonio, pero no es
heredero universal en la medida que se le ha indicado una cuota en la que sucede,
y no sucede al causante en todo su patrimonio. Su derecho no es a la totalidad de
la herencia, sino que a una parte alícuota debidamente establecida por el testador".
Finalmente, herederos del remanente son aquellos que son llamados por la ley o
por el testador a llevar lo que reste después de efectuadas las disposiciones
testamentarias. Estos perfectamente pueden ser testamentarios o abintestato.
363
remanente de sus bienes. Por ejemplo, cuando lego mi auto a Pedro, mi casa a
Juan y el resto de mis bienes, a Diego.
Art. 1099. "Si hechas otras asignaciones se dispone del remanente de los bienes
y todas las asignaciones, excepto la del remanente, son a título singular, el
asignatario del remanente es heredero universal; si algunas de las otras
asignaciones son de cuotas, el asignatario del remanente es heredero de la cuota
que reste para completar la unidad."
Art. 1100. "Si no hubiere herederos universales, sino de cuota, y las designadas
en el testamento, no componen todas juntas unidad entera, los herederos
abintestato se entienden llamados como herederos del remanente.
364
Como bien lo expresa el profesor GUZMÁN BRITO, en su obra "Estudio sobre los
legados según el derecho civil chileno (2012) la palabra legado , sin embargo,
es ambigua , por lo que este autor le asocia cuatro significaciones distintas: 1º. "En
ocasiones designa un acto jurídico que la ley denomina asimismo 'asignación a título
singular' (artículo 954 CC.)", como cuando se dice en el Art. 1105, "no vale el legado
de cosa incapaz de ser apropiada ( ... ) " que bien podría leerse como "no vale la
asignación a título singular que se haga de una cosa incapaz de ser apropiada". 2º.
Otras veces, "denota el objeto del acto, vale decir, el objeto legado como en el
artículo 967 CC.: 'el incapaz no adquiere la herencia o legado, mientras no
prescriban las acciones que contra él puedan intentarse por los que tengan interés
en ella'." Este empleo del término equivaldría a decir "que el incapaz no adquiere la
cosa, objeto del acto , mientras no ( ... ) ". 3º. "La palabra también puede mentar un
efecto, precisamente aquel producido por el acto sobre su objeto; así en el artículo
1290 CC: 'Pagará [sc. el albacea] los legados que no se hayan impuesto a
determinado heredero o legatario', porque lo impuesto no es ni el acto ni el objeto
de éste, sino la obligación de cumplir emanada del acto, vale decir, su efecto (...).
4º. "No faltan los casos en que la palabra aparece dinámicamente usada en más de
un sentido, como en el artículo 1293 CC.: 'Con anuencia de los herederos presentes
[sc. el albacea] procederá a la venta de los muebles, y subsidiariamente de los
inmuebles, si no hubiere dinero suficiente para el pago de las deudas o de los
legados', porque l a expresión 'los legados' tanto significa los objetos legados,
cuanto la obligación impuesta por las asignaciones."
365
En todo caso estas categorías de legados fueron desapareciendo con el tiempo
hasta eliminarse completamente en tiempos de Justiniano.
Art. 951 inciso 3º. "El título es singular cuando se sucede en una o más especies
o cuerpos ciertos, como tal caballo, tal casa; o en una o más especies
indeterminadas de cierto género, como un caballo, tres vacas, seiscientos pesos
fuertes, cuarenta fanegas de trigo."
Robert J. POTHIER definía el legado como disposition directe que le testateur fait
au profit de quelque personne, soit de l'universalité ou d'une quotité de ses biens,
soit de quelque chose particulière ; es decir, como una disposición directa del
testador en beneficio de una persona, ya sea de la universalidad o de una cuota de
sus bienes, ya sea de alguna cosa en particular.
Fue esta posición del Derecho francés, de considerar legados a título singular y a
título universal, la que Andrés BELLO quiso simplificar, logrando —según
Robustiano VERA— "una solución equitativa" al superar los problemas que
presentaba también el Derecho romano y la legislación de las partidas.
Art. 1104. "Los asignatarios a título singular, con cualesquiera palabras que se les
llame, y aunque en el testamento se les califique de herederos, son legatarios: no
representan al testador; no tienen más derechos ni cargas que los que
expresamente se les confieran o impongan.
366
El profesor GUZMÁN BRITO nos ofrece su definición de legado, bajo la cual
entendemos "la gratuita, liberal y lucrativa atribución o extinción por causa de muerte
de un derecho real o personal, manifestada a título singular en un testamento por
su autor o prescrita de la misma manera por la ley, a favor de una persona llamada
legatario."
2º. Los legatarios no son continuadores de la persona del causante ni tienen más
derechos que los que expresamente se les confieran ni más cargas que las que
expresamente se les impongan. Los legatarios no representan al causante porque
su asignación es singular (Art. 1104).
3º. Tratándose de legados no tiene lugar la posesión legal que el Art. 688 y el 722
reservan para los herederos. Tampoco es exigible obtener la posesión efectiva del
legado.
367
sino sólo titular de un crédito, acreedor, sea contra la sucesión, o contra quien haya
recibido la carga de pagar el legado.
4º. En relación a la forma como se adquiere el legado, sabemos que en caso que
se haya legado una cosa específica, como un inmueble, dada su calidad de cuerpo
cierto, el legatario adquiere el dominio de ella desde la apertura de la sucesión o
desde el cumplimiento de la condición, en su caso, por el modo de adquirir sucesión
por causa de muerte, que opera ipso iure .
7º. No pueden legarse las cosas incomerciables. Así lo expresa claramente el Art.
1105.
Art. 1105. "No vale el legado de cosa incapaz de ser apropiada, según el artículo
585, ni los de cosas que al tiempo del testamento sean de propiedad nacional o
municipal y de uso público, o formen parte de un edificio, de manera que no
368
puedan separarse sin deteriorarlo; a menos que la causa cese antes de deferirse
el legado.
Lo mismo se aplica a los legados de cosas pertenecientes al culto divino; pero los
particulares podrán legar a otras personas los derechos que tengan en ellas, y
que no sean según el derecho canónico intransmisibles.
De lo anterior se colige que sólo pueden legarse las cosas y derechos que están
en el comercio humano. Según la regla romana: et quidem, corpora legari omnia et
jura et servi tutes possunt .
8º. En cuanto a la naturaleza de las cosas que pueden legarse, los legados
pueden recaer en cosas corporales o incorporales, derechos o acciones, tanto
reales o personales siempre que sean c omerciables (Art. 1127).
Art. 1127. "Pueden legarse no sólo las cosas corporales, sino los derechos y
acciones.
Igualmente, puede legarse una cuota de algo o una cosa ajena. En fin, puede
legarse también una cosa futura, con tal que llegue a existir. Así lo expresa el Art.
1113, el que se encuentra en directa relación con el Art. 1461, regla conocida al
estudiar el objeto del acto jurídico.
Art. 1113. "El legado de una cosa futura vale, con tal que llegue a existir."
1ª. El heredero adquiere siempre por el modo de adquirir sucesión por causa de
muerte. El legatario puede adquirir el dominio de su legado sea por sucesión por
causa de muerte, como en el legado de especie o cuerpo cierto; sea por tradición,
como en los legados de género y de especie o cuerpo cierto en que se encomienda
a un tercero transferirlo al legatario.
369
cierto en que se encomienda a un tercero transferir al legatario, sólo lo adquieren
desde la tradición de la cosa legada.
3ª. Sólo los herederos pueden solicitar la posesión efectiva, los legatarios no están
legitimados para ello.
5ª. El heredero tiene un poder sobre una universalidad jurídica, o sea sobre el
todo o parte del patrimonio del causante; en cambio el legatario sólo tiene en el
legado de especie o cuerpo cierto un bien determinado o en el legado de género un
derecho personal contra los herederos (con relación a un bien determinado o
determinable).
44 8 . C OSAS QUE PUEDEN SER LEGADAS . En relación a las cosas que pueden ser
objeto del legado proponemos un estudio, en esta parte, de los principios que rigen
la materia, su regla general y excepciones, para luego cuando entremos al estudio
de las clases de legados en particular y de las reglas de interpretación de los
legados, revisar detalladamente las cosas que pueden legarse.
Art. 1127. "Pueden legarse no sólo las cosas corporales, sino los derechos y
acciones.
370
El legado de un crédito comprende el de los intereses devengados; pero no
subsiste sino en la parte del crédito o de los intereses que no hubiere recibido el
testador."
De las segundas, las cosas incomerciables por su destino , recordaremos que son
las cosas públicas , es decir, las destinadas al uso o servicio público, y las cosas de
derecho divino ( res divini iuris ), dentro de las cuales están las cosas
sagradas o consagradas al culto divino , a las cuales se refiere el Art. 586, cuando
señala que "Las cosas que han sido consagradas para el culto divino, se regirán por
el derecho canónico" o el Art.1105, inciso segundo, que se refiere a los legados de
cosas pertenecientes al cu lto divino.
Art. 1105. "No vale el legado de cosa incapaz de ser apropiada, según el artículo
585, ni los de cosas que al tiempo del testamento sean de propiedad nacional o
municipal y de uso público, o formen parte de un edificio, de manera que no
puedan separarse sin deteriorarlo; a menos que la causa cese antes de deferirse
el legado.
371
Lo mismo se aplica a los legados de cosas pertenecientes al culto divino; pero los
particulares podrán legar a otras personas los derechos que tengan en ellas, y
que no sean según el derecho canónico intransmisibles."
Artículo 2º bis Ley 19.451. "Las personas cuyo estado de salud lo requiera tendrán
derecho a ser receptoras de órganos.
Toda persona mayor de dieciocho años será considerada, por el solo ministerio
de la ley, como donante de sus órganos una vez fallecida, a menos que hasta
antes del momento en que se decida la extracción del órgano, se presente una
documentación fidedigna, otorgada ante notario público, en la que conste que el
donante en vida manifestó su voluntad de no serlo. El notario deberá remitir dicha
información al Servicio de Registro Civil e Identificación para efectos del Registro
Nacional de No Donantes, según lo establezca el reglamento respectivo."
372
Continuemos con el estudio de las cosas que se pueden legar por la vía de
estudiar un conjunto de reglas de interpretación de los legados y luego sus clases.
1º. Si se asigna una especie indicando el lugar en que se encuentra , habrá que
distinguir si la cosa estaba allí al momento de abrirse la sucesión o se encontraba
en otra parte o no se encontraba en parte alguna. A ello se refiere el Art. 1111.
Art. 1111. "Si al legar una especie se designa el lugar en que está guardada y no
se encuentra allí, pero se encuentra en otra parte, se deberá la especie: si no se
encuentra en parte alguna, se deberá una especie de mediana calidad del mismo
género, pero sólo a las personas designadas en el artículo 1107."
Art. 1112. "El legado de cosa fungible, cuya cantidad no se determine de algún
modo, no vale.
373
1ª Valdrá siempre el legado de la cosa fungible cuya cantidad se determine por el
testador, a favor de las personas designadas en el artículo 1107.
Así el legado de "treinta fanegas de trigo, que se hallan en tal parte", vale, aunque
no se encuentre allí trigo alguno; pero el legado de "las treinta fanegas de trigo
que se hallarán en tal parte", no vale sino respecto del trigo que allí se encontrare,
y que no pase de treinta fanegas."
La regla que niega valor al legado de cosa fungible cuya cantidad sea
indeterminada es justa desde que la cosa fungible es género y éste requiere que
esté determinado o sea determinable para que el acto no carezca de objeto. La
circunstancia que el legado valga, aun en caso de indeterminación, respecto de los
ascendientes, descendientes y cónyuge, tiene su justificación por la cercanía
afectiva que supone la ley en el testador lo que explicaría que quiera siempre
beneficiarlos.
En efecto, A. BELLO en el caso del ejemplo del inciso final del Art. 1112 emplea,
luego de la coma, el modo indicativo en tiempo presente ( v. gr. Lego a Pedro los
libros, que se encuentran (hallan) en mi casa de calle ...), señalando que en ese
caso la asignación vale. Claramente la forma verbal seguida de la puntuación
evidencia una separación clara: "lo principal" son los libros y lo "accesorio" es
determinar el lugar en que se encuentran. El Código lo denomina "cláusula
divisible". Aquí la conjunción "que" luego de la coma deja de estar subordinada al
sustantivo (libros), por lo que la coma no juega el rol de nexo adversativo
(reemplazable por "pero"). La sintaxis de la oración permite concluir que todos los
libros se deben a Pedro sea cual sea el lugar en que se encuentren.
Art. 1114. "Si de muchas especies que existan en el patrimonio del testador, se
legare una sin decir cuál, se deberá una especie de mediana calidad o valor entre
las comprendidas en el legado."
4º. Si se asigna un género determinado por cantidad , el Art. 1115 contiene una
regla similar a la anterior.
5º. Si se asigna algo que el testador creía tener en varias cantidades y tenía sólo
una o ninguna , en este caso el Art. 1116 señala las claves para saber cuándo valdrá
el legado, cuándo se pagará con una cosa equivalente y cuándo no producirá
efectos la asignación.
Art. 1116. "Si se legó una cosa entre varias que el testador creyó tener, y no ha
dejado más que una, se deberá la que haya dejado.
375
Pero si se lega una cosa de aquellas cuyo valor no tiene límites, como una casa,
una hacienda de campo, y no existe ninguna del mismo género entre los bienes
del testador, nada se deberá ni aun a las personas designadas en el artículo
1107."
Art. 1117. "Si la elección de una cosa entre muchas se diere expresamente a la
persona obligada o al legatario, podrá respectivamente aquélla o éste ofrecer o
elegir a su arbitrio.
Hecha una vez la elección, no habrá lugar a hacerla de nuevo, sino por causa de
engaño o dolo."
1º. Si lo que se lega es un predio o una parte de un predio , el Código nos ofrece
una disposición, el Art. 1119 que analizaremos enseguida. Empero, la regla que se
conoce desde el Derecho romano que señala que los legatarios se hacen dueños
de las cosas legadas con todos sus accesorios y en el estado en que éstas se
encuentren a época de la apertura de la sucesión, también recibe aplicación en los
Arts. 1118 y 1120.
Art. 1118. "La especie legada se debe en el estado en que existiere al tiempo de
la muerte del testador, comprendiendo los utensilios necesarios para su uso y que
existan con ella."
Art. 1120. "Si se deja parte de un predio, se entenderán legadas las servidumbres
que para su goce o cultivo le sean necesarias."
376
En materia de inmuebles o tierras hay una regla general y dos especiales que se
contienen en el Art. 1119.
Art. 1119. "Si la cosa legada es un predio, los terrenos y los nuevos edificios que
el testador le haya agregado después del testamento, no se comprenderán en el
legado; y si lo nuevamente agregado formare con lo demás, al tiempo de abrirse
la sucesión, un todo que no pueda dividirse sin grave pérdida, y las agregaciones
valieren más que el predio en su estado anterior, sólo se deberá este segundo
valor al legatario: si valieren menos, se deberá todo ello al legatario con el cargo
de pagar el valor de las agregaciones.
Pero el legado de una medida de tierra, como mil metros cuadrados, no crecerá
en ningún caso por la adquisición de tierras contiguas, y si aquélla no pudiere
separarse de éstas, sólo se deberá lo que valga.
Si se lega un solar y después el testador edifica en él, sólo se deberá el valor del
solar."
Como se aprecia, la regla general reza que si se lega un predio no se debe lo que
el testador haya construido, agregado o accesado después.
2º. Si lo que se lega es una casa o hacienda con todo lo comprendido en ella , el
Art. 1121 en relación con el Art. 574 nos dan la solución. En el fondo nos señala el
primero de los artículos ciertas cosas que se excluyen de lo que se el Código
denomina "ajuar" y estos son las cosas que el inciso 2º del Art. 574 señala, entre
las cuales están el dinero, los documentos y papeles, las colecciones científicas o
artísticas, los libros o sus estantes, las medallas, las armas, los instrumentos de
artes y oficios, las joyas, la ropa de vestir y de cama, los carruajes o caballerías o
sus arreos, los granos, caldos, mercancías, ni en general otras cosas que las
que forman el ajuar de una casa.
Art. 1121. "Si se lega una casa con sus muebles o con todo lo que se encuentre
en ella, no se entenderán comprendidas en el legado las cosas enumeradas en el
377
inciso 2º del artículo 574, sino sólo las que forman el ajuar de la casa y se
encuentran en ella; y si se lega de la misma manera una hacienda de campo, no
se entenderá que el legado comprende otras cosas, que las que sirven para el
cultivo y beneficio de la hacienda y se encuentran en ella.
Art. 1122. "Si se lega un carruaje de cualquiera clase, se entenderán legados los
arneses y las bestias de que el testador solía servirse para usarlo, y que al tiempo
de su muerte existan con él."
4º. Si lo que se lega es un rebaño , el Art. 1123 limita la cantidad de animales que
lo componen sólo a los que existían al tiempo de la muerte del testador.
Art. 1123. "Si se lega un rebaño, se deberán los animales de que se componga al
tiempo de la muerte del testador, y no más."
5º. Si se lega a varias personas distintas cuotas de una misma cosa , el Código
llama a aplicar las reglas del Art. 1101, tal como se desprende de la expresión "las
reglas del párrafo precedente" del Art. 1124.
Art. 1124. "Si se legan a varias personas distintas cuotas de una misma cosa, se
seguirán para la división de ésta las reglas del párrafo precedente."
6º. Si el testador lega una cosa en la que no tenía más que una parte, cuota o
derecho , el Código se vale de una presunción por cuya virtud deduce que no ha
querido legarse más que esa parte, cuota o derecho, según se desprende del Art.
1110.
Art. 1110. "Si el testador no ha tenido en la cosa legada más que una parte, cuota
o derecho, se presumirá que no ha querido legar más que esa parte, cuota o
derecho.
378
Lo mismo se aplica a la cosa que un asignatario es obligado a dar y en que sólo
tiene una parte, cuota o derecho."
Esta regla es muy lógica pues si el testador hubiere querido dejar otra cosa
debiese haberlo dicho expresamente.
7º. Si lo que se lega es una cosa perteneciente al haber social de uno de los
cónyuges casado en sociedad conyugal , el Código nos señala, en el fondo, que se
lega la cosa sujeta a la condición de que resulten adjudicatarios de ella sus
herederos. En efecto, hay que esperar el resultado de la partición, pues si en ella
se adjudica la cosa legada a los herederos del testador, se deberá la cosa al
legatario; si, por el contrario, no resultan ellos adjudicatarios, se deberá el legado
por equivalencia, esto es, sólo su precio. Así lo dispone el Art. 1743.
Art. 1743. "Si el marido o la mujer dispone, por causa de muerte, de una especie
que pertenece a la sociedad, el asignatario de dicha especie podrá perseguirla
sobre la sucesión del testador siempre que la especie, en la división de los
gananciales, se haya adjudicado a los herederos del testador; pero en caso
contrario sólo tendrá derecho para perseguir su precio sobre la sucesión del
testador."
8º. Si se lega una especie gravada con prenda o hipoteca , el legatario podrá ser
perseguido en la especie por el acreedor prendario o hipotecario y verse
eventualmente obligado a pagar la deuda o abandonar la especie prendada o
hipotecada. Pero para analizar si deberá soportar o no en definitiva la deuda, hay
que distinguir:
Art. 1135 inciso 3º. "La prenda, hipoteca o censo constituido sobre la cosa legada,
no extingue el legado, pero la grava con dicha prenda, hipoteca o censo."
379
no escrita la cláusula en que se lega una cosa con calidad de no enajenarla cuando
no hay comprometido el interés de un tercero.
Art. 1126. "Si se lega una cosa con calidad de no enajenarla, y la enajenación no
comprometiere ningún derecho de tercero, la cláusula de no enajenar se tendrá
por no escrita."
1º. Legados de cosa ajena . El legado de cosa ajena es el legado que recae sobre
cosa que no pertenece al testador ni a la persona a quien se ha impuesto la
obligación de pagarlo .
Estas conclusiones se extraen de los Arts. 1106 y 1107 en relación con los Arts.
1108 y 1109.
Art. 1106. "Podrá ordenar el testador que se adquiera una especie ajena para
darla a alguna persona o para emplearla en algún objeto de beneficencia; y si el
asignatario a quien se impone esta obligación no pudiere cumplirla porque el
dueño de la especie rehúsa enajenarla o pide por ella un precio excesivo, el dicho
asignatario será sólo obligado a dar en dinero el justo precio de la especie.
Y si la especie ajena legada hubiere sido antes adquirida por el legatario o para
el objeto de beneficencia, no se deberá su precio, sino en cuanto la adquisición
hubiere sido a título oneroso y a precio equitativo."
380
Art. 1107. "El legado de especie que no es del testador, o del asignatario a quien
se impone la obligación de darla, es nulo; a menos que en el testamento aparezca
que el testador sabía que la cosa no era suya o del dicho asignatario; o a menos
de legarse la cosa ajena a un descendiente o ascendiente del testador o a su
cónyuge; pues en estos casos se procederá como en el del inciso 1º del artículo
precedente."
Art. 1108. "Si la cosa ajena legada pasó, antes de la muerte del testador, al
dominio de éste o del asignatario a quien se había impuesto la obligación de darla,
se deberá el legado."
Art. 1109. "El asignatario obligado a prestar el legado de cosa ajena, que después
de la muerte del testador la adquiere, la deberá al legatario; el cual, sin embargo,
no podrá reclamarla, sino restituyendo lo que hubiere recibido por ella, según el
artículo 1106."
Art. 1127. "Pueden legarse no sólo las cosas corporales, sino los derechos y
acciones.
3º. Legados de condonación . Estos legados son remisiones que hace el testador
en su testamento. Están regulados en dos disposiciones, la primera de las cuales
se refiere a una regla de interpretación cuando no se determina el monto de lo
condonado. Aquí el legislador entiende que la condonación comprende sólo las
deudas existentes a la fecha del testamento (Art. 1130). La segunda, que
estudiaremos más adelante, contiene una regla de extinción aplicable a estos
381
legados. En efecto, el legado de condonación se entiende revocado tácitamente si
el testador, con posterioridad al otorgamiento del testamento, demanda al deudor el
pago de la deuda o acepta el pago que el deudor le ofrece (Art. 1129).
Art. 1130. "Si se condona a una persona lo que debe, sin determinar suma, no se
comprenderán en la condonación sino las deudas existentes a la fecha del
testamento."
4º. Legado de confesión de deuda . Por este tipo de legados, por el cual el
testador confiesa ser deudor de un tercero, el legislador ha exigido la existencia de
un principio de prueba por escrito, es decir, de un antecedente que ha g a verosímil
la existencia de la deuda, para poder otorgarle validez. Consecuencia de lo anterior
es que si reúne este antecedente se estará frente a una deuda hereditaria
confesada, la que constituye una baja general de la herencia, exenta de pago de
impuesto. Si no hay principio de prueba por escrito estaremos frente a un legado
propiamente tal, imputable a la parte de libre disposición del causante y gravada
con impuesto a la herencia y a las asignaciones. Lo anterior se colige del Art. 1133
en relación con el Art. 1062.
Art. 1133. "Las deudas confesadas en el testamento y de que por otra parte, no
hubiere un principio de prueba por escrito, se tendrán por legados gratuitos, y
estarán sujetos a las mismas responsabilidades y deducciones que los otros
legados de esta clase."
Art. 1062. "El acreedor cuyo crédito no conste sino por el testamento, será
considerado como legatario para las disposiciones del artículo precedente."
5º. Legado hecho a un acreedor . Los legados con que el testador quiere
beneficiar a un acreedor no se entienden hechos a cuenta de lo que a éste le debía,
salvo que se exprese así o a menos que aparezca claramente la intención del
testador de pagar la obligación con el legado. Así se expresa el Art. 1131.
382
6º. Legado de pensiones alimenticias . Tratándose de legados de alimentos, se
entiende que éstos son de alimentos voluntarios, pues los forzosos son una
asignación del mismo nombre y constituyen baja general de la herencia.
Art. 1134. "Si se legaren alimentos voluntarios sin determinar su forma y cuantía,
se deberán en la forma y cuantía en que el testador acostumbraba suministrarlos
a la misma persona; y a falta de esta determinación, se regularán tomando en
consideración la necesidad del legatario, sus relaciones con el testador, y las
fuerzas del patrimonio en la parte de que el testador ha podido disponer
libremente.
Art. 1134 inciso final. "Si se legare una pensión anual para la educación del
legatario, durará hasta que cumpla dieciocho años, y cesará si muere antes de
cumplir esa edad."
45 4 . DE
LAS CAUSALES QUE SON CONSECUENCIA DE LA PÉRDIDA DE EFICACIA DEL
TESTAMENTO EN QUE SE CONTIENEN . Cuando el testamento en que se contiene la
asignación pierde eficacia sea porque fue revocado o fue declarado nulo, el legado
al que se refiere la asignación sigue la misma suerte.
Art. 1135 inciso 2º. "La enajenación de las especies legadas, en todo o parte, por
acto entre vivos, envuelve la revocación del legado, en todo o parte; y no subsistirá
384
o revivirá el legado, aunque la enajenación haya sido nula, y aunque las especies
legadas vuelvan a poder del testador."
Art. 1135 inciso 4º. "Si el testador altera substancialmente la cosa legada mueble,
como si de la madera hace construir un carro, o de la lana telas, se entenderá que
revoca el legado."
45 7 . PAGO DE LOS LEGADOS. Los legados se pagan siempre con cargo a la parte
de libre disposición del causante que, según los casos, será la totalidad del acervo
partible, o una mitad de él o la cuarta de libre disposición. La parte de libre
disposición podrá ser mayor o menor dependiendo si existen asignatarios forzosos
y de cuarta de mejoras.
385
señalaba el profesor BARROS ERRÁZURIZ , "se desprende de una parte de sus bienes
a favor de otra persona."
Creemos que don Andrés BELLO quiso facilitar la regulación de las donaciones
revocables en nuestro Código civil pues a la época, y como lo veremos
sobrevolando un poco la historia, no eran pocas las dificultades para diferenciarlas
de algunas figuras afines. Este afán facilitador lo logró, a pesar que una primera
lectura podría darnos directrices contradictorias a la hora de definir su régimen
jurídico, lo que a nuestro entender se produciría por una homologación automática
que hace entre donación revocable y mortis causa , en el inciso 2º del Art. 1136.
Aclararemos antes que todo que no toda donación revocable se hace por causa
de muerte. En efecto, por un lado, en una donación mortis causa el elemento
esencial de las donaciones "la liberalidad o gratuidad" (causa final) parece ceder
protagonismo frente al motivo próximo del donante que reside en el hecho de su
muerte y en la supervivencia del donatario (que exista al momento de abrirse la
sucesión). Ambos motivos justifican que una donación mortis causa pueda
revocarse siempre mientras viva el donante. A contrario , se puede donar algo,
reservándose la facultad potestativa de revocarla, sin que el motivo próximo sea la
muerte del donante y el deseo de querer beneficiar anticipadamente a alguien.
Por otro lado, una donación mortis causa , a pesar que el Código diga que es un
testamento (Art. 1000) y lo sujete a sus exigencias, bien puede parecer un negotium
mixtum pues puede perfeccionarse también bajo la forma de un contrato de
donación. Sin embargo, lo anterior no significa que pase a ser una donación
irrevocable (a pesar de observar sus formalidades), pues la ley exige, para que no
tenga esta naturaleza, que se introduzca una cláusula de reserva de la facultad de
revocarla y, para no dejar dudas acerca de su naturaleza testamentaria, establece
que no se torna irrevocable sino a la muerte del donante y siempre que éste la
confirme expresamente por un acto testamentario.
386
Para comprender las dificultades históricas existentes en materia de donaciones
por causa de muerte, es necesario revisar un poco la historia de esta institución.
En otras palabras, estas donaciones por causa de muerte eran realizadas por el
donante previendo su fallecimiento y sólo tenían pleno efecto a su muerte, siempre
que el donatario le sobreviviese o que el donante no las hubiere antes revocado.
En el Derecho antiguo francés, este modo de disponer a título gratuito con origen
en Roma fue absolutamente rechazado dado que presentaba una incompatibilidad
insuperable con el principio fundamental del derecho consuetudinario en materia de
liberalidades: " donner et retenir ne vaut ", que significaba que no era posible admitir
que el donante se reservase el derecho a volver a tomar lo que había dado.
Lo anterior provoca que el legislador de 1889, dispusiera en Art. 620 del Código
civil español que "las donaciones que hayan de producir sus efectos por muerte del
388
donante participan de la naturaleza de las disposiciones de última voluntad, y se
regirán por las reglas establecidas para la sucesión testamentaria."
La definición que se nos entrega parece aproximarnos a una primera idea acerca
de su naturaleza jurídica: la donación revocable es una asignación por causa de
muerte y, como sabemos, es tas siempre pueden revocarse al arbitrio del testador.
Dado que don A. BELLO homologa la donación revocable con las asignaciones por
causa de muerte, y recurriendo al profesor GUZMÁN BRITO diremos que "la 'donación
por causa de muerte' ( donatio mortis causa ) es una atribución patrimonial gratuita,
lucrativa y no debida, es decir, una liberalidad, para cuya celebración el donante
tiene un motivo especial y tipificado: la consideración de su propia muerte anterior
(o al menos coetánea) a la del donatario, de modo que la atribución adquiera su
perfección definitiva al sobrevenir efectivamente dicha muerte, y que no se
perfeccione si sobreviviere el donatario, lo cual no significa que se pueda revocar
arbitrariamente mientras pende la muerte del donante."
Como lo señalaba el profesor VERA , "la donación mortis causa es una especie de
legado sujeta a una condición implícita de carácter resolutorio", con ello entendemos
que la condición resolutoria que va implícita es que ésta no haya sido revocada, sea
por voluntad del donante, sea por la muerte del donatario antes que la del donante.
389
4 61 . ESTATUTO JURÍDICO APLICABLE A LAS DONACIONES REVOCABLES . Como
señalábamos en un comienzo la regulación de las donaciones revocables
históricamente no ha sido fácil, sin embargo nuestro Código optó por una solución
sencilla. También señalábamos que una lectura rápida de las disposiciones que la
disciplinan po dría hacernos creer en disposiciones contradictorias a la hora de
definir su régimen jurídico, haciendo de estas donaciones un negoti um mixtum , sin
embargo, una segunda lectura, más detenida, permite aclarar todas las dudas.
En efecto, del inciso 2º del Art. 1136 se desprende el primer indicio que el
problema del régimen jurídico que se les aplica a las donaciones revocables no es
tal, pues establece que éstas se asimilan a las donaciones mortis causa . Lo anterior
se consolida con la regulación del Art. 1000 por reenvío del Art. 1139 al disponer
éste que en el otorgamiento de estas donaciones se aplican las reglas de aquel.
Art. 1000. "Toda donación o promesa que no se haga perfecta e irrevocable sino
por la muerte del donante o promisor, es un testamento, y debe sujetarse a las
mismas solemnidades que el testamento. Exceptúanse las donaciones o
promesas entre marido y mujer, las cuales, aunque revocables, podrán hacerse
bajo la forma de los contratos entre vivos."
Una primera conclusión es que toda donación mortis causa es una donación
revocable y se rige por las reglas del otorgamiento de un testamento, excepción
hecha de las donaciones entre cónyuges pues, sea que se hagan o no por causa
de muerte y aunque se hagan bajo la forma de una donación irrevocable, son
siempre revocables.
Aunque el Código diga categóricamente que toda donación por causa de muerte
es un testamento, ello no quiere decir que entre una donación mortis causa y un
testamento no haya diferencias, pues si las hay: 1º El testamento es esencialmente
un acto unilateral, mientras que la donación revocable por causa de muerte puede
ser aceptada por el donatario en vida del donante, con lo cual deja de ser el acto de
una sola persona; 2º La donación revocable por causa de muerte puede otorgarse
bajo la forma de una donación entre vivos, mientras que la donación irrevocable no
puede hacerse bajo la forma de un testamento; 3º La donación revocable por causa
de muerte aceptada por el donatario y seguida de la tradición (entrega) de la cosa
donada confiere al donatario la calidad de usufructuario, aunque precario (más bien
un tenedor fiduciario) pues subsiste la facultad de revocarla al arbitrio del donante,
lo que se desprende del Art. 1140; por el testamento, en cambio, no se confiere
jamás la cosa legada sino a la muerte del testador.
390
Para concluir, expresemos las ideas con un caso concreto. Juan ha otorgado
testamento y en él ha instituido legatario de su automóvil a Pedro. Quiere Juan, sin
embargo, entregar en vida la cosa legada a Pedro, aunque reservándose la
posibilidad de recuperar el automóvil cuando quiera. Reflexiona que tiene dos
medios para lograr su fin: Primero, puede hacerlo, simplemente entregándole la
cosa y expresándole que se la ha legado en su testamento. En este caso a Pedro
se le conferirán las prerrogativas de un usufructuario precario pues Juan podrá
revocar "el legado anticipado" a su arbitrio. El segundo medio es observando las
exigencias legales para perfeccionar un contrato de donación entre vivos, pero
reservándose la facultad de revocar lo donado, con lo cual sólo tendrá la forma de
una donación irrevocable pues en el fondo es una donación irrevocable. A su
muerte, en el testamento que otorgue, se deberá confirmar expresamente la
donación, y sólo así se vuelve definitivamente irrevocable.
A esto se refiere el Art. 1137 y siguientes, que regulan los requisitos externos e
internos de las donaciones revocables y que pasamos a analizar.
Art. 1137. "No valdrá como donación revocable sino aquella que se hubiere
otorgado con las solemnidades que la ley prescribe para las de su clase, o aquella
a que la ley da expresamente este carácter.
1º. Cuando la donación se hace observando las exigencias del testamento , tal
como lo expresamos en el Art. 1000, ésta pasa a ser una disposición testamentaria
más, aunque con ciertas particularidades que ya adelantamos. En efecto, el testador
puede entregar en vida la cosa al futuro asignatario haciéndole sabedor que lo ha
beneficiado de ella en un testamento. Esa entrega, que el Código
denomina tradición sin embargo no le transfiere el dominio de la cosa, sino que lo
constituye en usufructuario precario, pues el testador puede revocar la donación a
su arbitrio, mientras viva. Así lo prescriben los artículos 1140 y 1141 que pasamos
a transcribir.
391
Art. 1140. "Por la donación revocable, seguida de la tradición de las cosas
donadas, adquiere el donatario los derechos y contrae las obligaciones de
usufructuario.
Art. 1141. "Las donaciones revocables a título singular son legados anticipados, y
se sujetan a las mismas reglas que los legados.
Las donaciones revocables, inclusos los legados en el caso del inciso precedente,
preferirán a los legados de que no se ha dado el goce a los legatarios en vida del
testador, cuando los bienes que éste deja a su muerte no alcanzan a cubrirlos
todos."
Sobre la base del Art. 1138, cuyo sentido y alcance no es pacífico entre los
autores, la doctrina mayoritaria se acuerda en sostener que tanto donante como
donatario deben tener una doble capacidad: El donante, para testar y para donar
entre vivos; El donatario, en cambio, para ser donatario y para ser asignatario
testamentario.
Art. 1138. "Son nulas las donaciones revocables de personas que no pueden
testar o donar entre vivos. Son nulas asimismo las entre personas que no pueden
recibir asignaciones testamentarias o donaciones entre vivos una de otra.
Sin embargo, las donaciones entre cónyuges valen como donaciones revocables."
De esa manera es posible "releer" el Art. 1138 estableciendo que para las partes
la exigencia de capacidad dependerá de la forma que elija para perfeccionarla, esto
es, si opta por la forma de una donación ente vivos o la de las asignaciones
testamentarias. En el primer caso se le exigirá al donante capacidad de donar entre
vivos y al donatario capacidad de ser donatario; En el segundo caso, si opta por la
393
forma testamentaria, se le exigirá al donante tener capacidad de testar y al donatario
capacidad de ser asignatario testamentario.
2º Por una razón de oportunidad , pues —esta vez en el caso del donatario — es
cuestionable que se le exija que sea hábil para suceder (capaz, digno y persona
determinada) al momento de aceptar la donación, si e sta exigencia debe ser
observada sólo al momento de abrirse la sucesión, que es cuando finalmente se
vuelve irrevocable la donación.
A las segundas ya nos hemos referido antes suficientemente. Tratemos ahora las
donaciones revocables de la primera clase. A ellas se refieren los Arts. 1141 y 1142.
Art. 1141. "Las donaciones revocables a título singular son legados anticipados, y
se sujetan a las mismas reglas que los legados.
Las donaciones revocables, inclusos los legados en el caso del inciso precedente,
preferirán a los legados de que no se ha dado el goce a los legatarios en vida del
testador, cuando los bienes que éste deja a su muerte no alcanzan a cubrirlos
todos."
394
Art. 1142. La donación revocable de todos los bienes o de una cuota de ellos se
mirará como una institución de heredero, que sólo tendrá efecto desde la muerte
del donante.
Sin embargo, podrá el donatario de todos los bienes o de una cuota de ellos
ejercer los derechos de usufructuario sobre las especies que se le hubieren
entregado."
¿Este silencio del Código cómo se explica?, ¿ e nvuelve algún efecto?, creemos
que puede explicarse como una simple omisión, pues de otro modo implicaría que
no está obligado, incluso aunque se lo impusiera el donante, a rendir caución de
restitución, o a hacer inventario de los bienes recibidos o a restituirlos tan pronto se
lo exija el donante.
395
46 5 . LA SITUACIÓN ESPECIAL DE LAS DONACIONES ENTRE CÓNYUGES. Las donaciones
entre cónyuges constituyen una excepción en materia de donaciones pues siempre
son revocables.
Don A. BELLO , se apartaba de ese modo del Código civil español que las
consideraba nulas, al consagrar la validez de las donaciones entre cónyuges pero
siempre con carácter revocable, salvo las de poca monta o que suelen hacerse en
razón de la celebración de aniversarios, cumpleaños u otros de esa naturaleza.
Art. 1143. "Las donaciones revocables caducan por el mero hecho de morir el
donatario antes que el donante."
Art. 1144. "Las donaciones revocables se confirman, y dan la propiedad del objeto
donado, por el mero hecho de morir el donante sin haberlas revocado, y sin que
haya sobrevenido en el donatario alguna causa de incapacidad o indignidad
bastante para invalidar una herencia o legado; salvo el caso del artículo 1137,
inciso 2º.
Art. 1145. "Su revocación puede ser expresa o tácita, de la misma manera que la
revocación de las herencias o legados."
Digamos simplemente para concluir que la razón por la cual la donación revocable
caduca por la muerte del donatario, antes que muera el donante, se encuentra en
el hecho que al producir la donación sus efectos traslaticios y dominicales a la
muerte del donante, la circunstancia de no existir el donatario por haber premuerto
lo hace incapaz para suceder y sabemos que es a la época de la apertura de la
sucesión que debe examinarse la concurrencia de esta condición de fondo que le
es aplicable al donatario de una donación revocable.
397
Sabemos que la proporción de los bienes de que puede disponer una persona
para beneficiar gratuitamente a otra no está absolutamente abandonada a su última
voluntad, pues una porción de ellos se le reserva (de ahí el nombre en Derecho
francés) a ciertos herederos, cuyo es el caso precisamente de las legítimas con que
se asegura a los legitimarios ( pars hereditatis ) que son parientes que conforman
su círculo más cercano o íntimo . Lo es también otra porción de bienes que se
destina a mejoras que, como su nombre lo indica, están dirigidas a favorecer o
mejorar a ciertos herederos incluidos también los legitimarios. Lo mismo pasa, en
una primera aproximación, si el testador tiene personas a quienes esté por la ley
obligado a darles alimentos, pues la ley no le permite desatenderse de esta
obligación, reservando estos alimentos a sus beneficiarios. Veremos, en todo caso,
que los alimentos debidos por ley no son verdaderamente una asignación
forzosa , sino más bien una deuda hereditaria sui generis que se considera como
una baja general de la herencia, esto es, que sirve para determinar el acervo sobre
el cual se pagarán estas asignaciones forzosas.
El impacto que tienen estas fronteras se extiende, incluso, a las liberalidades que
se hacen en vida pues éstas pueden verse afectadas a la muerte del donante si se
determina que han sobrepasado la proporción reservada a la legítima.
Art. 1167. "Asignaciones forzosas son las que el testador es obligado a hacer, y
que se suplen cuando no las ha hecho, aun con perjuicio de sus disposiciones
testamentarias expresas.
2. Las legítimas;
De la redacción del Art. 1167 se han suscitado dos cuestiones que han hecho
surgir reflexiones en los juristas. La primera de ellas es que puede parecer que estas
asignaciones sólo operan en la sucesión testada porque A. BELLO empleó sólo la
palabra "testador". Esta conclusión no es correcta pues, en realidad, las
asignaciones forzosas también se aplican, aunque por excepción y en ciertos casos,
en la sucesión intestada. La razón por la cual el legislador se refirió a ellas sólo en
la sucesión testada se debe a que las asignaciones forzosas sólo pueden verse
afectadas en dicha sucesión. La segunda de ellas es que al ser numeradas en
orden, pareciera que entre ellas habría una suerte de prelación o de grados de
importancia. Esta segunda reflexión, los profesores DOMÍNGUEZ no la comparten, al
expresar que "esta enumeración no significa establecer un orden de prelación entre
las asignaciones. No hay una que sea más importante o que tenga primacía sobre
las otras." Si alguna hubiera, continúan, habría que inclinarse por las legítimas por
su frecuencia, cuantía o historia. Lo cierto es que, fuera del caso de los alimentos,
que consideramos una deuda hereditaria sui generis, entre legítima y mejoras hay
una diferencia de grado o naturaleza. En efecto, la mejora es parte de la legítima y
no adquiere realidad específica sino cuando se dispone de aquella, pues si no se
hace "recobra" la naturaleza que siempre tuvo ya que acrece a la legítima.
En otro orden de cosas, la redacción del Art. 1167 también llama la atención por
el hecho que tratándose de una norma prohibitiva, de orden público, la sanción de
su inobservancia debiera ser la nulidad absoluta del testamento; sin embargo,
aplicado bien el Art. 10 del Código civil se trata de un caso en que la ley ha previsto
otro efecto que el de la nulidad para el caso de su contravención. Como nos advertía
el profesor CLARO SOLAR, "no dice la ley que sean nulas las disposiciones del
testador en que no se respeten las legítimas", lo que se expresa es que se suplen
éstas cuando el testador no las ha hecho o no las ha respetado, pasando por sobre
sus disposiciones testamentarias expresas. En efecto, no es la nulidad la sanción
de su infracción, veremos en seguida que el legislador exige una adecuación o
reducción de las disposiciones testamentarias expresas reformándolas a fin que
sean pagadas y enteradas las legítimas, lo que implica que, en lo demás, rige
plenamente la voluntad expresa del testador.
400
4 70 . EVOLUCIÓN DE LAS ASIGNACIONES FORZOSAS EN EL CÓDIGO CIVIL . Ha habido,
sin dudas, modificaciones considerables en nuestro Código civil en relación a la
determinación de qué asignaciones tienen la calidad de forzosas. En efecto, hasta
antes de la Ley Nº 19.585 de 1998, denominada Ley de Filiación, las asignaciones
forzosas eran cuatro: 1º Los alimentos forzosos o debidos por ley; 2º La porción
conyugal; 3º Las legítimas , y 4º La cuarta de mejoras cuando el causante dejaba
cónyuge, descendientes legítimos, hijos naturales o descendientes legítimos
de é stos.
En el texto original del Código sólo eran beneficiarios de la cuarta de mejoras los
descendientes legítimos del causante. No fue sino luego, en 1952 con la Ley
Nº 10.271, que se incluyó en su redacción al cónyuge sobreviviente y a la
descendencia legítima del causante, juntamente con los hijos naturales de éste y su
descendencia legítima.
402
y mientras no haya menguado sustancialmente su pat rimonio después de
perfeccionada la donación. A ella se refiere el Art. 1401.
Art. 1401. "La donación entre vivos que no se insinuare, sólo tendrá efecto hasta
el valor de dos centavos, y será nula en el exceso.
4. Los efectos de las donaciones entre cónyuges y las limitaciones impuestas por
ley a las donaciones que los esposos se hacen por causa del matrimonio . En
relación a los efectos de las donaciones entre cónyuges ya hemos estudiado que la
ley las considera siempre revocables, lo que permite que no se vulnere por vía de
donaciones los derechos que la ley le reserva a los demás legitimarios. En relación
a las donaciones por causa de matrimonio que se hacen los esposos, el Código ha
previsto limitaciones a su quantum . En efecto, é stas no pueden exceder a la cuarta
parte de lo que cada cual aporta al matrimonio, lo que en definitiva coincide con la
cuarta parte del patrimonio transmisible que el testador puede disponer libremente
(cuarta de libre disposición) cuando concurren legitimarios. El Art. 1788 se refiere a
esto.
Art. 1788. "Ninguno de los esposos podrá hacer donaciones al otro por causa de
matrimonio, sino hasta el valor de la cuarta parte de los bienes de su propiedad
que aportare."
Son una eficaz forma de proteger las asignaciones forzosas pues con ello se
reconstruye el patrimonio que, como consecuencia de donaciones irrevocables
hechas por el causante, hayan perjudicado la parte destinada a estas asignaciones.
Sobre lo demás que se haya dejado o se deje a los legitimarios, excepto bajo la
forma de donaciones entre vivos, puede imponer el testador los gravámenes que
quiera; sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1195."
Art. 1218. "El haber sido pasado en silencio un legitimario deberá entenderse
como una institución de heredero en su legítima. Conservará además las
donaciones revocables que el testador no hubiere revocado."
404
protección lo constituía precisamente la porción conyugal y las mejoras, hoy
podemos mencionar como medio más directo la acción de reforma del testamento ,
que regula el Art. 1216.
Art. 1216. "Los legitimarios a quienes el testador no haya dejado lo que por ley les
corresponde, tendrán derecho a que se reforme a su favor el testamento, y podrán
intentar la acción de reforma (ellos o las personas a quienes se hubieren
transmitido sus derechos), dentro de los cuatro años contados desde el día en
que tuvieron conocimiento del testamento y de su calidad de legitimarios.
Art. 324. "En el caso de injuria atroz cesará la obligación de prestar alimentos.
Pero si la conducta del alimentario fuere atenuada por circunstancias graves en
la conducta del alimentante, podrá el juez moderar el rigor de esta disposición.
Quedarán privados del derecho a pedir alimentos al hijo el padre o la madre que
le haya abandonado en su infancia, cuando la filiación haya debido ser establecida
por medio de sentencia judicial contra su oposición."
Art. 1182 inciso final. "Tampoco lo será el cónyuge que por culpa suya haya dado
ocasión a la separación judicial."
Art. 1182 inciso 2º. "No serán legitimarios los ascendientes del causante si la
paternidad o la maternidad que constituye o de la que deriva su parentesco, ha
sido determinada judicialmente contra la oposición del respectivo padre o madre,
salvo el caso del inciso final del artículo 203."
406
La obligación alimenticia es por esencia intuito persona y su contrapartida, el
derecho de alimentos, es un derecho personalísimo (Art. 334); ambos, en
consecuencia, intransferibles e intransmisibles.
Art. 334. "El derecho de pedir alimentos no puede transmitirse por causa de
muerte, ni venderse o cederse de modo alguno, ni renunciarse."
Sin embargo, pareciera —en una primera aproximación— que la ley integra dentro
de las obligaciones transmisibles a la obligación alimenticia que tenía el causante
para con ciertas personas a quienes por ley estaba obligado a prestar alimentos.
Esta primera percepción, empero, es errada, y obedece a la ficción sucesoria que
tiene a la masa hereditaria como representante del patrimonio del causante y a sus
herederos como continuadores de su personalidad. En efecto, lo que sucede es que
la obligación alimenticia no se transmite realmente a los herederos , sino que grava
la masa hereditaria, salvo que imponga el testador la carga de pagarlos a uno o más
de los asignatarios, en cuyo caso pasará a ser una verdadera carga testamentaria.
Con esto comprendemos, entonces, que ella envuelve un verdadero deber
asistencial, que la ley ha querido mantener más allá de la muerte del alimentante.
El Código dispuso dentro del Título V "De las asignaciones forzosas" que el primer
párrafo (§ 1.) fuere destinado a la regulación "De las asignaciones alimenticias que
se deben a ciertas personas", donde tres artículos han sido consagradas a ellas, los
Art s . 1168 al 1171 (el Art. 1169 fue derogado).
Art. 1134. "Si se legaren alimentos voluntarios sin determinar su forma y cuantía,
se deberán en la forma y cuantía en que el testador acostumbraba suministrarlos
a la misma persona; y a falta de esta determinación, se regularán tomando en
consideración la necesidad del legatario, sus relaciones con el testador, y las
fuerzas del patrimonio en la parte de que el testador ha podido disponer
libremente.
Art. 1171. "Las asignaciones alimenticias a favor de personas que por ley no
tengan derecho a alimentos, se imputarán a la porción de bienes de que el difunto
ha podido disponer a su arbitrio.
En claro, sólo los alimentos forzosos constituyen asignación forzosa y son, por
regla general, una baja general de la herencia, tal como aparece mencionado en el
numeral 4º del Art. 959.
Art. 959. "En toda sucesión por causa de muerte, para llevar a efecto las
disposiciones del difunto o de la ley, se deducirán del acervo o masa de bienes
que el difunto ha dejado, inclusos los créditos hereditarios:
Decimos que por regla general constituyen baja general de la herencia, pues
puede el testador imponer la obligación de pagar estos alimentos forzosos a uno o
más herederos o incluso a un legatario. En estos casos se tratará de una
verdadera carga testamentaria .
408
imponga el testador ni aun cuando fueren excesivos, como lo expresa el Art. 1170.
En caso de exceso o desproporción, podrán sólo ser rebajados.
2º. Sólo opera a favor de un alimentario respecto de los que se debe alimentos
conforme al Art. 321 . En efecto, estos alimentos se deben por ley, es decir, a las
personas a cuyo beneficio la ley los ha establecido. Sin embargo, no basta que
tengan este carácter, además es necesario que estén habilitados para cobrarlos.
Así, por ejemplo, ha de excluirse al titular de alimentos que haya incurrido en causal
de injuria atroz respecto del causante.
Tercera situación . El causante de forma voluntaria, sin estar conminado por una
sentencia judicial o un equivalente jurisdiccional, pagaba alimentos a una persona
que por ley tenía derecho a exigirlos. En esta parte la doctrina se encuentra dividida.
409
Los profesores CLARO SOLAR y SOMARRIVA , por ejemplo, señalaban que también
en este supuesto estamos en presencia de una asignación forzosa, ya que los
alimentos se deben por ley. La misma idea comparten y recogen los
profesores DOMÍNGUEZ . Los profesores RODRÍGUEZ GREZ y ELORRIAGA DE BONIS , en
cambio, discrepan de esta solución, pues consideran que no basta la sola titularidad
para exigir el derecho, éste debe estar reconocido y determinado por medios
legal es (sentencia o equivalente jurisdiccional) y además co ncurrir los
presupuestos fácticos que no pueden quedar entregados al arbitrio del alimentario
(por ejemplo, la necesidad actual del alimentario).
410
espera de la fijación judicial. Esta solución no implicaría, a nuestro juicio, en la
práctica suspender la Partición (Arts. 1330 y 1331).
¿Por qué no permitirle al alimentario probar en ese juicio no sólo la cuantía sino
el hecho que éste voluntariamente le daba alimentos? Creemos que no habría
problema alguno. La partición tampoco se suspendería y debería el partidor actuar
en la forma antedicha. Pensar lo contrario, sería sujetar a la potestatividad del
deudor (los herederos) la asignación forzosa que estudiamos, ya que le bastaría
negar simplemente que el causante le daba alimentos al solicitante.
4º. La sentencia que los concede puede ser modificada si varían las
circunstancias que le dieron origen . En efecto, sabemos que las sentencias
ejecutoriadas en materia de alimentos producen cosa juzgada formal o provisional,
no material. Rige, en consecuencia, en materia de alimentos, la cláusula rebus sic
stantibus.
Materialmente, el partidor forma una "hijuela", es decir, separa un capital para que
con los intereses pueda cubrirse la obligación alimenticia, por todo el tiempo que
ésta dure. Luego, al cesar la obligación, el capital se redistribuye entre los
herederos.
411
Hace excepción a la regla general señalada, que el testador haya impuesto esa
obligación a uno o más partícipes de la sucesión, pues en este caso grava sólo la
cuota o parte del heredero gravado.
Lo anterior, no significa que los alimentos forzosos pueden ser rebajados, cuando
su monto sea desproporcionado con relación al patrimonio del causante, conforme
ya vimos en el Art. 1170, pero ello sólo acontece respecto de los alimentos futuros,
pues los ya pagados, aunque sea en exceso o en ausencia de fondos para pagar
incluso las bajas anteriores, gozan del beneficio de que no deben ser restituidos,
412
atendido su carácter asistencial que presume que fueron consumidos en la
subsistencia del alimentante.
Art. 1363. "Los legatarios que deban contribuir al pago de las legítimas, de las
asignaciones con cargo a la cuarta de mejoras o de las deudas hereditarias, lo
harán a prorrata de los valores de sus respectivos legados, y la porción del
legatario insolvente no gravará a los otros.
Por otra parte, para que subsista la asignación forzosa de alimentos es necesario
que se mantengan las circunstancias de hecho en que se fundó la sentencia o
transacción entre las partes, lo que revela la profunda relación de causa a efecto
que tienen con las necesidades del alimentario (Art. 330). Manteniéndose estas
condiciones, la duración de la obligación alimenticia, salvo los casos que la ley
señala, es vitalicia (Art. 332).
Art. 330. "Los alimentos no se deben sino en la parte en que los medios de
subsistencia del alimentario no le alcancen para subsistir de un modo
correspondiente a su posición social."
Art. 332. "Los alimentos que se deben por ley se entienden concedidos para toda
la vida del alimentario, continuando las circunstancias que legitimaron la
demanda.
413
Por último , reiteremos que los alimentarios que incurren en una causal de injuria
atroz, es decir, de aquellas establecidas en el Art. 968, pierden el derecho de
alimentos.
Art. 324. "En el caso de injuria atroz cesará la obligación de prestar alimentos.
Pero si la conducta del alimentario fuere atenuada por circunstancias graves en
la conducta del alimentante, podrá el juez moderar el rigor de esta disposición.
Quedarán privados del derecho a pedir alimentos al hijo el padre o la madre que
le haya abandonado en su infancia, cuando la filiación haya debido ser establecida
por medio de sentencia judicial contra su oposición."
2º. El derecho de alimentos termina por sentencia judicial que declara que las
circunstancias de su otorgamiento han variado . Lo anterior, ya lo señalamos, es
aplicación del principio rebus sic standibus y del carácter asistencial y subsidiario
de los alimentos.
414
DE LAS LEGÍTIMAS
Su tratamiento está dado en el §3 del Título V del Libro Tercero del Código civil
que se intitula "De las legítimas y las mejoras", destinándole los Arts. 1181 a 1206.
Como se desprende de las enseñanzas del profesor CLARO SOLAR , las legítimas
nacieron como una reacción de los jurisconsultos frente a los abusos que se
producían producto de la amplia libertad de testar en Roma que comenzó a
reconocer remedios como "la querella de testamento inoficioso", por medio de la
cual se podía anular el testamento en el cual el testador sin motivo plausible
desheredaba a sus hijos o parientes. Esta querella se fundaba "en que no daba
muestras de estar en su sano juicio el que sin causa ni motivo atropellaba los
deberes que tenía por la naturaleza..." . Más tarde, por esta Lex F alcidia, se
comenzaría a reconocer la denominada cuarta falcidia , que nacía esta vez "como
remedio de las excesivas liberalidades de los testadores, que no dejaban provecho
efectivo a los herederos, lo que hacía que estos repudiaren la herencia" con el
inconveniente que ello traía consigo la caducidad del testamento. En efecto, con
esta acción el heredero obtenía la cuarta parte de los bienes, pagadas las deudas,
funerales, etc., a fin de que éste no repudiara la herencia. Esta cuarta parte, parecía
ya estar reconocida con ULPIANO quien decía que la querella de inoficioso
testamento no tenía lugar cuando el testador dejaba la cuarta parte de sus bienes a
415
sus herederos. En concreto , el primer fundamento en Roma de las legítimas se
encontraba en la contrariedad al deber de piedad en que incurría el testador para
con la familia.
De allí nacerían las legítimas que limitaban la libre facultad de una persona de
disponer de sus bienes por testamento, obligando al testador a hacer una reserva
en favor de los descendientes y ascendientes, cuota que llegó a alcanzar una cuarta
parte de la herencia y que fue aumentada por JUSTINIANO a favor de los
descendientes, señalando la mitad de los bienes si había más de cuatro herederos
y en una tercera parte cuando el número de herederos era menor. Nace también de
esta evolución que la sanción en la que incurre el testamento en que se deja menos
de lo que por tal legítima corresponde al heredero legítimo no es la rescisión del
testamento , sino su mantenimiento completando lo que a ese heredero le
corresponde.
Los textos visigóticos anteriores a las Partidas , como el Fuero Juzgo y el Fuero
Real, que recibieron la legislación romana eran, sin embargo, muchos más
generosos con los herederos legítimos, estableciendo que los hijos y descendientes
legítimos tenían derecho a los cuatro quintos en la herencia del padre.
Art. 1181. "Legítima es aquella cuota de los bienes de un difunto que la ley asigna
a ciertas personas llamadas legitimarios.
Las legítimas son, por lo tanto, una asignación forzosa, tal como lo vimos en el
Art. 1167, y constituye la asignación forzosa más frecuente.
416
época, en especial en la legislación española, se pueden extraer las siguientes
características:
1. Las legítimas son intangibles. Dado que no es una porción sino una cuota de la
masa hereditaria, se concluye que la legítima no representa bienes específicos del
causante, sino una parte alícuota, ideal o abstracta de la masa. En otras palabras,
los legitimarios tienen derechos en la masa, pero no sobre los bienes singulares que
la componen, lo que se traduce en que los legitimarios sólo tendrán derechos sobres
bienes específicos del causante una vez que se liquide la comunidad y se les
adjudiquen en la Partición los bienes que le corresponda.
2. Las legítimas son asignaciones forzosas. Las legítimas, conforme al Art. 1167
constituyen una asignación forzosa. Esto implica que el testador no puede sino
mediante el desheredamiento, o terceros mediante un juicio de indignidad, privar a
un legitimario de su legítima.
4. La legítima deriva del dominio del "de cuius". La legítima se analiza como
asignación, sin embargo, en concreto constituye un verdadero derecho real que
emana del causante, pero que no recae sobre bienes específicos, sino sobre la
universalidad jurídica de la herencia.
5. Las legítimas pueden constituirse por vía legal en la sucesión intestada o por
disposición testamentaria por legados o herencia o, entre vivos, por donación
irrevocable.
417
La legítima puede perfectamente enterarse mediante legados, donaciones, y
también puede acontecer que, en ambos casos, la asignación recaiga sobre bienes
ajenos al testador, como por ejemplo sucede con un legado de orden.
Ello se desprende del Art. 1181 inciso 2º que de lo contrario la referida norma no
tendría razón de ser. Por otra parte , es precisamente por esto que el legitima rio no
puede ser burlado en sus derechos. Por ello, el legitimario siempre es heredero en
la masa independientemente de la forma en que se entere su legítima.
2. Los ascendientes, y
3. El cónyuge sobreviviente.
418
judicialmente contra la oposición del respectivo padre o madre, salvo el caso del
inciso final del artículo 203.
Tampoco lo será el cónyuge que por culpa suya haya dado ocasión a la
separación judicial."
Art. 988. "Los hijos excluyen a todos los otros herederos, a menos que hubiere
también cónyuge sobreviviente, caso en el cual éste concurrirá con aquéllos.
El cónyuge sobreviviente recibirá una porción que, por regla general, será
equivalente al doble de lo que por legítima rigorosa o efectiva corresponda a cada
hijo. Si hubiere sólo un hijo, la cuota del cónyuge será igual a la legítima rigorosa
o efectiva de ese hijo. Pero en ningún caso la porción que corresponda al cónyuge
419
bajará de la cuarta parte de la herencia, o de la cuarta parte de la mitad legitimaria
en su caso.
En este caso, la herencia se dividirá en tres partes, dos para el cónyuge y una
para los ascendientes.
420
A falta de éstos, llevará todos los bienes el cónyuge, y, a falta de cónyuge, los
ascendientes. Habiendo un solo ascendiente en el grado más próximo, sucederá
éste en todos los bienes, o en toda la porción hereditaria de los ascendientes."
Art. 1191. "Acrece a las legítimas rigorosas toda aquella porción de los bienes de
que el testador ha podido disponer a título de mejoras, o con absoluta libertad, y
no ha dispuesto, o si lo ha hecho, ha quedado sin efecto la disposición.
Pero como leg í timas que son, se distribuyen conforme a las reglas de sucesión
intestada, lo que constituye una excepción derivada únicamente del hecho de que
en tal caso la sucesión habría sido parcialmente intestada. Ahora bien, en la porción
de que el testador no dispuso concurrirán también los demás herederos abintestato,
pues de acuerdo al inciso final del Art. 1191, sobre las reglas de este precepto
priman las de la sucesión intestada.
421
48 8 . PÉRDIDA DE LA CALIDAD DE LEGITIMARIO. Que la legítima sea una cuota de los
bienes de una persona difunta que la ley reserva a los legitimarios no significa que
su existencia sea absoluta o su respeto irrestricto. Hay ciertamente casos en que
puede perderse la calidad de legitimario y en esa situación la ley permite al testador
pasar por sobre la legítima. Veamos estas situaciones de excepción.
1º. La situación del cónyuge separado judicialmente que hubiere dado lugar a la
separación por su culpa. El cónyuge separado judicialmente que hubiere dado lugar
a la separación por culpa no tendrá parte alguna en la herencia abintestato de su
marido o mujer, es decir, pierde su calidad de heredero, tal como lo prescribe el Art.
994 inciso 1º y por lo mismo también la de legitimario, según lo confirma el Art. 1182
inciso 3.
Art. 994 inciso 1º. "El cónyuge separado judicialmente, que hubiere dado motivo
a la separación por su culpa, no tendrá parte alguna en la herencia abintestato de
su mujer o marido."
Art. 1182 inciso 3º. "Tampoco lo será [legitimario] el cónyuge que por culpa suya
haya dado ocasión a la separación judicial."
Según el tenor del Art. 994 la sanción civil se aplicaría sólo a los derechos del
cónyuge culpable en la sucesión abintestato del inocente, mientras que el inciso
final del Art. 1181 s e aplicaría a la pérdida de la calidad de legitimario y
consecuencialmente de su legítima. Ambos artículos se encuentran en perfecta
consonancia. Se trataría, por el primero, de una causa de indignidad que operaría
de pleno derecho, y por el segundo, de un desheredamiento legal, es decir, de una
pérdida de la calidad de legitimario y de la privación total de su legítima, que también
operan por el solo ministerio de la ley. En concreto, hay en esta sanción legal una
inhabilidad para suceder y una pérdida de la calidad de legitimario, esto es, de
asignatario forzoso, lo que permite y justifica su preterición legal, privándolo de su
derecho a suceder o del todo de la legítima.
La doctrina ha negado que pueda darse un restablecimiento tácito por esta vía, y
ha estimado que para ello se requiere una disposición expresa de restablecimiento
de los derechos del cónyuge culpable. El Art. 1211 así lo confirmaría.
422
Art. 1211. "El desheredamiento podrá revocarse, como las otras disposiciones
testamentarias, y la revocación podrá ser total o parcial; pero no se entenderá
revocado tácitamente, por haber intervenido reconciliación; ni el desheredado
será admitido a probar que hubo intención de revocarlo".
Art. 172. "El cónyuge inocente podrá revocar las donaciones que hubiere hecho
al culpable, siempre que éste haya dado causa al divorcio o a la separación judicial
por adulterio, sevicia atroz, atentado contra la vida del otro cónyuge u otro crimen
de igual gravedad."
Sin embargo, se restituirán al padre o madre todos los derechos de los que está
privado, si el hijo, alcanzada su plena capacidad, manifiesta por escritura pública
423
o por testamento su voluntad de restablecerle en ellos. El restablecimiento por
escritura pública producirá efectos desde su subinscripción al margen de la
inscripción de nacimiento del hijo y será irrevocable. El restablecimiento por acto
testamentario producirá efectos desde la muerte del causante."
Art. 994 inciso 2º. "Tampoco sucederán abintestato los padres del causante si la
paternidad o maternidad ha sido determinada judicialmente contra su oposición,
salvo que mediare el restablecimiento a que se refiere el artículo 203."
Art. 1182 inciso 2º. "No serán legitimarios los ascendientes del causante si la
paternidad o la maternidad que constituye o de la que deriva su parentesco, ha
sido determinada judicialmente contra la oposición del respectivo padre o madre,
salvo el caso del inciso final del artículo 203."
Fuera de la imprecisión que contiene la redacción del Art. 1182 a la cual ya hemos
aludido, la conclusión es la misma que sacábamos para el caso del cónyuge
culpable, es decir, la rehabilitación o restablecimiento de los derechos sucesorios
del padre o madre opositor en la sucesión intestada del causante y las calidades
perdidas de legitimarios de los ascendientes más próximos del testador es posible
el restablecimiento de éstos cuando el testador lo haya expresamente dispuesto en
una cláusula testamentaria.
Los profesores DOMÍNGUEZ agregan una categoría previa que sería la legítima
teórica, que no sería más que la aplicación de las reglas que determinan
el quantum, sin ninguna otra determinación, seguida de la determinación de la
legítima real que estaría formada por la legítima rigorosa o la efectiva según el caso.
424
La legítima del cónyuge sobreviviente será tratada de forma específica , por
cuanto dicho asignatario no siempre tuvo la calidad de tal.
1º. Si el causante dejó más de un hijo pero no más de seis, sean matrimoniales o
no, el cónyuge supérstite lleva el equivalente al doble de lo que le corresponde por
legítima rigorosa o efectiva a cada hijo, según ya vimos del Art. 988 inciso 2º,
primera parte. Para calcular su legítima al cónyuge le corresponde una suma que
tiene por numerador dos (el doble) y por denominador un número igual a la cantidad
de hijos más dos.
2º. Si hubiere sólo un hijo, la cuota del cónyuge sobreviviente será equivalente a
la legítima rigorosa o efectiva de ese hijo, conforme lo prescribe el Art. 988 inciso
2º, segunda parte.
3º. Si concurre el cónyuge sobreviviente con más de seis hijos del causante, se le
reserva al cónyuge como legítima la cuarta parte de la mitad legitimaria o de la
herencia en su caso.
425
Art. 996. "Cuando en un mismo patrimonio se ha de suceder por testamento y
abintestato, se cumplirán las disposiciones testamentarias, y el remanente se
adjudicará a los herederos abintestato según las reglas generales.
Pero los que suceden a la vez por testamento y abintestato, imputarán a la porción
que les corresponda abintestato lo que recibieren por testamento, sin perjuicio de
retener toda la porción testamentaria, si excediere a la otra.
Prevalecerá sobre todo ello la voluntad expresa del testador, en lo que de derecho
corresponda.
En todo caso la regla del inciso primero se aplicará una vez enteradas totalmente,
a quienes tienen derecho a ell as, las legítimas y mejoras de la herencia."
Art. 1337. " El partidor liquidará lo que a cada uno de los coasignatarios se deba,
y procederá a la distribución de los efectos hereditarios, teniendo presentes las
reglas que siguen:
10ª Con todo, el cónyuge sobreviviente tendrá derecho a que su cuota hereditaria
se entere con preferencia mediante la adjudicación en favor suyo de la propiedad
del inmueble en que resida y que sea o haya sido la vivienda principal de la familia,
así como del mobiliario que lo guarnece, siempre que ellos formen parte del
patrimonio del difunto.
Si el valor total de dichos bienes excede la cuota hereditaria del cónyuge, éste
podrá pedir que sobre las cosas que no le sean adjudicadas en propiedad, se
constituya en su favor derechos de habitación y de uso, según la naturaleza de
las cosas, con carácter de gratuitos y vitalicios.
426
El derecho de habitación no será oponible a terceros de buena fe mientras no se
inscriba la resolución que lo constituye en el Registro del Conservador de Bienes
Raíces. En todo lo no previsto, el uso y la habitación se regirán por lo dispuesto
en el Título X del Libro II.
Art. 1318. Si el difunto ha hecho la partición por acto entre vivos o por testamento,
se pasará por ella en cuanto no fuere contraria a derecho ajeno. En especial, la
partición se considerará contraria a derecho ajeno si no ha respetado el derecho
que el artículo 1337, regla 10ª, otorga al cónyuge sobreviviente.
LA LEGÍTIMA RIGOROSA
Nuestro Código civil, según se desprende de la parte final del inciso 1º del Art.
1184 , definió la legítima rigorosa como "lo que cupiere a cada uno [legitimario] en
la división de la mitad legitimaria."
En efecto, la legítima rigorosa es una cuota que se calcula sobre la mitad de los
bienes de la herencia que, una vez deducidas las bajas generales y colacionados
los acervos imaginarios, si correspondiere, ha de dividirse entre cada uno de los
legitimarios. Ese es, en estricto rigor , el minimum que la ley asegura a cada
legitimario que recibirá.
Art. 1184. "La mitad de los bienes, previas las deducciones indicadas en el artículo
959, y las agregaciones que en seguida se expresan, se dividirá por cabezas o
estirpes entre los respectivos legitimarios, según las reglas de la sucesión
intestada; lo que cupiere a cada uno en esa división será su legítima rigorosa.
1º. Son una asignación forzosa y por ende irrenunciable . Así se desprende del
Art. 1226 inciso final. La renuncia constituiría un pacto sobre sucesión futura, pactos
que según nuestra legislación son nulos por ilicitud del objeto.
Art. 1226. "No se puede aceptar asignación alguna, sino después que se ha
deferido.
428
2º. Son una asignación esencialmente pura y simple . Por lo mismo , no puede
sujetarse a modalidades ni a gravamen de ninguna especie, tal como nos lo
recuerda el Art. 1192.
Sobre lo demás que se haya dejado o se deje a los legitimarios, excepto bajo la
forma de donaciones entre vivos, puede imponer el testador los gravámenes que
quiera; sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1195."
3. El testador puede señalar las especies con que se va a pagar la legítima, pero
no puede delegar esta facultad ni puede tasarlas . Así lo prescribe el Art. 1197 que
pasamos a reproducir, en relación con el Art. 1004 ya estudiado que señala que "la
facultad de testar es indelegable."
Art. 1197. "El que deba una legítima podrá en todo caso señalar las especies en
que haya de hacerse su pago; pero no podrá delegar esta facultad a persona
alguna, ni tasar los valores de dichas especies."
En efecto, nada obsta a que el testador disponga en su testamento que tal bien le
sea dado a un legitimario en pago de su legítima, pero no puede entregar a un
tercero la determinación de qué bien se le dará con cargo a ella ni tampoco tasarlo.
Lo anterior es de toda lógica , pues al tasar los bienes imputables a legítima a su
arbitrio podría el testador lesionar las legítimas al fijar montos excesivos a unos y
reducidos a otros. Lo anterior no es óbice, sin embargo, para que el testador al hacer
la partición, como lo permite el Art. 1318, tase los bienes que adjudicará, pero esa
partición y tasación deberán encontrarse conformes a derecho, y no lo estarán si
con la inapropiada valoración de los bienes se burló los derechos de un legitimario.
A éste, en consecuencia, le cabría accionar de reforma de testamento.
429
Art. 1318. "Si el difunto ha hecho la partición por acto entre vivos o por testamento,
se pasará por ella en cuanto no fuere contraria a derecho ajeno.
4º. Las legítimas tienen preferencia absoluta para su pago . Esta característica de
las legítimas rigorosas se desprende de los Arts. 1189, 1193 y 1194.
Art. 1194. "Si las mejoras (comprendiendo el exceso o la diferencia de que habla
el artículo precedente, en su caso), no cupieren en la cuarta parte del acervo
imaginario, este exceso o diferencia se imputará a la cuarta parte restante, con
preferencia a cualquier objeto de libre disposición, a que el difunto la haya
destinado."
Los artículos recién transcritos nos demuestran, en efecto, que las legítimas
rigorosas se pagan con preferencia a cualquier otra asignación, lo que trae como
consecuencia que mientras no se paguen no nace la parte de libre disposición en el
patrimonio del causante, o dicho de otro modo, las asignaciones hechas con cargo
a esta parte de libre disposición están condicionadas a que se enteren y paguen
efectivamente las legítimas. Como bien lo señalan los profesores DOMÍNGUEZ "las
legítimas tienen preferencia para su pago, de manera que mientras no se hayan
satisfecho, no hay posibilidad alguna de que se hable de parte de libre disposición
de los bienes del causante."
5º. Su monto puede ser fijo o variable . Esta característica es la que lleva al
profesor RODRÍGUEZ GREZ a clasificar la legítima rigorosa como fija o variable ,
430
dependiendo del número de legitimarios que concurran al llamamiento. A nuestro
entender , si esta es la razón que causa la clasificación, entonces la legítima
rigorosa siempre será fija, es decir, su cuota estará preestablecida por la ley, lo que
ya analizamos como cuando concurren un hijo con la cónyuge, la cuota esta
preestablecida por la ley y será la mitad de la mitad legitimaria para cada cual; si
concurren hasta seis hijos con el cónyuge la legítima rigorosa del cónyuge será el
doble de la de cada hijo, etc.
Ahora bien, si la clasificación dice relación con el monto de lo que reciba cada
legitimario a partir de la cuota preestablecida, ahí coincidimos con la clasificación,
pues el efecto que confirma el Art. 1190, es el acrecimiento de la parte del legitimario
que no puede suceder.
Art. 1190. "Si un legitimario no lleva el todo o parte de su legítima por incapacidad,
indignidad o exheredación, o porque la ha repudiado, y no tiene descendencia con
derecho de representarle, dicho todo o parte se agregará a la mitad legitimaria y
contribuirá a formar las legítimas rigorosas de los otros."
LA LEGÍTIMA EFECTIVA
Art. 1191. "Acrece a las legítimas rigorosas toda aquella porción de los bienes de
que el testador ha podido disponer a título de mejoras, o con absoluta libertad, y
no ha dispuesto, o si lo ha hecho, ha quedado sin efecto la disposición.
431
Si concurren, como herederos, legitimarios con quienes no lo sean, sobre lo
preceptuado en este artículo prevalecerán las reglas contenidas en el Título II de
este Libro."
La redacción del inciso final del Art. 1191 se coloca en la hipótesis que concurran
herederos legitimarios con no legitimarios, prescribiendo que prevalecerían las
reglas de la sucesión intestada y , por ende , la parte no dispuesta o dispuesta no
conforme a derecho, se repartiría según las reglas de sucesión intestada. Esa regla
introducida por la L ey Nº 10.271 del año 1952, y no revisada en su momento por
la Ley Nº 19.585, carece hoy de sentido, pues en los dos primeros órdenes sólo
concurren legitimarios, mientras que a partir del tercero ya no concurren éstos, con
lo cual se hace imposible que se produzca una hipótesis en que concurran
legitimarios con quienes no lo sea n .
Art. 1184. "La mitad de los bienes, previas las deducciones indicadas en el artículo
959, y las agregaciones que en seguida se expresan, se dividirá por cabezas o
estirpes entre los respectivos legitimarios, según las reglas de la sucesión
intestada; lo que cupiere a cada uno en esa división será su legítima rigorosa.
Lo cierto es que el Art. 1184 inciso 2º, incurrió en un error y la razón de este error
se encuentra en que en el Proyecto de modificación no se consideraba a los
ascendientes como beneficiarios de la cuarta de mejoras. Entonces, se explicaba
que si no había descendientes ni cónyuge, debía respetarse la mitad legitimaria
para los ascendientes, que eran legitimarios. Posteriormente , en la tramitación del
proyecto se agregó a los ascendientes, como beneficiarios de mejoras con lo cual
se debió modificar el aludido inciso 2º, lo que no se hizo.
Distintos son los supuestos que ya hemos revisado anteriormente (con ocasión
del cálculo y distribución de la legítima del cónyuge sobreviviente) que pueden
presentarse para distribuir la mitad legitimaria entre los distintos legitimarios.
Presentaremos estos supuestos a continuación.
433
Primer supuesto . El cónyuge sobreviviente lleva una cuota dependiendo de la
existencia de hijos del causante, matrimoniales o no, sea que concurran
personalmente o representados, y del número de ellos. En este caso son aplicables
las reglas ya estudiadas que regulan primer orden de la sucesión intestada.
434
LOS ACERVOS
La formación del primer acervo debe efectuarse siempre que se presenten las
hipótesis que lo justifican y no solamente cuando las legítimas no pueden enterarse
o pagarse. Si así no se hiciese las donaciones hechas en vida a un legitimario
permitirían burlar la legítima de los demás. Por ello nos decía con acierto el
profesor BARROS ERRÁZURIZ que "para igualar las hijuelas de los hijos, en lo que por
derecho les corresponde, y a fin de que no quede ninguno perjudicado y se cumpla
estrictamente la ley que fija las legítimas y mejoras como asignaciones forzosas, se
establece la obligación de colacionar , esto es, traer a la partición el importe de las
donaciones revocables o irrevocables hechas en razón de legítimas o mejoras. De
otra forma quedarían burladas las disposiciones de la ley."
En esta clase retomaremos el punto del acervo sobre el que se calculan las
legítimas, haciendo una serie de precisiones a fin de no confundirnos. Para ello,
antes, revisaremos la denominada "teoría de los acer vos".
501 . LA TEORÍA DE LOS ACERVOS. La denominada "teoría de los acervos", según los
profesores DOMÍNGUEZ , comprende el conjunto de reglas que nuestro Código
ordena para su determinación y que comprenderían tres operaciones: 1º. Una resta,
puesto que a los bienes dejados por el difunto o haber relicto habrá que hacerle
algunas deducciones; 2º. Luego, la fijación de una cifra que comprenderá ciertas
acumulaciones , y 3º. Una suma, la de estas acumulaciones a la cifra que resultó
de la resta precedente.
Don Luis CLARO SOLAR definía los acervos como la masa de bienes dejados por
el difunto. Esta idea de una sola masa de bienes dejados por el difunto, nos dice,
en realidad, que esta masa de bienes puede encontrarse en distintos estados. Esto
nos lleva a estudiar las distintas clases de acervos.
Art. 1341. "Si el patrimonio del difunto estuviere confundido con bienes
pertenecientes a otras personas por razón de bienes propios o gananciales del
cónyuge, contratos de sociedad, sucesiones anteriores indivisas, u otro motivo
cualquiera, se procederá en primer lugar a la separación de patrimonios,
dividiendo las especies comunes según las reglas precedentes."
Una vez "limpio" el patrimonio del causante excluyéndose los bienes y derechos
de terceros, el acervo bruto pasa a ser acervo ilíquido. La operación de "limpieza"
de los bienes que no pertenecen al patrimonio del causante se hace, como veremos
luego, al comienzo de la partición con ocasión de la facción del inventario de los
bienes quedados al fallecimiento del causante. Luego, las cuestiones sobre
propiedad exclusiva de bienes que reclamen algunos comuneros deberán ser
decididas por la justicia ordinaria sin interrumpir, generalmente, la partición.
505 . EL ACERVO ILÍQUIDO . El acervo ilíquido es el que está formado por el conjunto
de bienes que perteneció exclusivamente al causante, antes que se proceda a
efectuar ciertas deducciones previas denominadas "bajas generales de la herencia".
En otras palabras , es al acervo ilíquido al que se le restan las bajas generales de
la herencia del Art. 959.
Art. 959. "En toda sucesión por causa de muerte, para llevar a efecto las
disposiciones del difunto o de la ley, se deducirán del acervo o masa de bienes
que el difunto ha dejado, inclusos los créditos hereditarios:
436
1º Las costas de la publicación del testamento, si lo hubiere, y las demás anexas
a la apertura de la sucesión;
Como se puede apreciar los alimentos debidos por ley son la única asignación
forzosa que se paga con cargo al acervo ilíquido, una vez que se hayan pagado las
tres primeras bajas. Por ello el profesor RODRÍGUEZ GREZ señala que el acervo
ilíquido se conforma sólo con la deducción de las tres primeras bajas; sobre el
resultante que denomina acervo semilíquido , se paga la cuarta baja, es decir, los
alientos que se deben por ley.
donde AI es el acervo ilíquido que es igual al acervo bruto (AB) menos las
exclusiones (Ex).
Sobre este acervo líquido o partible se pagan las legítimas cuando el causante en
vida no ha efectuado donaciones en razón de legítimas o mejoras a alguno de sus
legitimarios. Si el causante hizo donaciones en vida a sus legitimarios entonces
procederá la reconstrucción ideal del patrimonio del causante acumulando o
agregando imaginariamente estas donaciones a fin de poder pagar las legítimas. El
acto de proceder a estas agregaciones o acumulaciones imaginarias se
denomina colación. Colación , en términos del profesor BARROS ERRÁZURIZ , es "la
acumulación que se hace al acervo líquido de las donaciones revocables e
irrevocables hechas a los legitimarios, para ajustar entre ellos las legítimas a las
proporciones de la ley". En otras palabras , colación y primer acervo imaginario son
sinónimos.
437
La siguiente fórmula permite resumirlo:
A L = A I —BG
donde AL es el acervo líquido que es igual al acervo ilíquido (AI) menos las bajas
generales de la herencia (BG).
Art. 1185. "Para computar las cuartas de que habla el artículo precedente, se
acumularán imaginariamente al acervo líquido todas las donaciones revocables e
irrevocables, hechas en razón de legítimas o de mejoras, según el estado en que
se hayan encontrado las cosas donadas al tiempo de la entrega, pero cuidando
de actualizar prudencialmente su valor a la época de la apertura de la sucesión.
Las cuartas antedichas se refieren a este acervo imaginario."
Otra cosa diferente, pero que corresponde a una etapa posterior a la formación
del primer acervo imaginario, es la imputación de las donaciones. Generalmente las
donaciones se imputan a la legítima, es decir, se le descuentan al legitimario
beneficiado al momento de serle enterada y pagada su legítima; a menos que
aparezca claramente, sea en el testamento o en la escritura de donación o en algún
acto auténtico posterior, que el donante las hizo a título de mejora. Si las cosas
donadas revocable o irrevocablemente se han entregado en vida del donante,
entonces, la ley las considera como un anticipo. De este modo , si el haber del
deudor-legitimario es superior al valor acumulado, se le pagará el saldo. En caso
contrario, pagará el déficit.
438
Estas acumulaciones se hacen según el estado en que encontraban las cosas
donadas al tiempo de la entrega, pero cuidando de actualizar prudentemente su
valor a la época de la apertura de la sucesión. No se acumulan los frutos de las
cosas donadas y entregadas en vida a los legitimarios pues éstos los hace suyos el
donatario, sea como usufructuario (o tenedor precario) en las donaciones
revocables, sea como dueño si ha operado la tradición, en las donaciones
irrevocables. Si las cosas donadas no han sido entregadas en vida del causante,
los frutos los hace suyo el donatario sólo a la muerte del causante.
Cuando el testador dispone de sus bienes de tal forma que vulnera las legítimas,
los legitimarios disponen de la acción de reforma de testamento. Esta acción sólo
es eficiente para hacer cumplir las asignaciones forzosas violentadas en el
testamento. En cambio, no protege a las asignaciones forzosas de los arbitrios que
pudo valerse el testador en vida para beneficiar a un legitimario. Las legítimas son
protegidas de estas arbitrariedades, como ya expresamos, eficientemente a través
de la formación de los acervos imaginarios.
PAI= A L +DL
donde PAI es el primer acervo imaginario que es igual al acervo líquido (AL) más
aumentos referidos a las donaciones efectuadas en vida por el causante a
legitimarios (DL).
439
Art. 1186. "Si el que tenía a la sazón legitimarios hubiere hecho donaciones entre
vivos a extraños, y el valor de todas ellas juntas excediere a la cuarta parte de la
suma formada por este valor y el del acervo imaginario, tendrán derecho los
legitimarios para que este exceso se agregue también imaginariamente al acervo,
para la computación de las legítimas y mejoras."
En caso que las liberalidades sean, a tal punto, excesivas que absorban no sólo
la cuarta de libre disposición sino menoscaben las legítimas o las mejoras, entonces
por aplicación del Art. 1187, la ley permite a los legitimarios accionar de inoficiosa
donación contra los terceros extraños quienes deberán restituir a la masa los
excesos. Como se ve, la ley trata aquí de un caso de inoponibilidad por lesión a las
asignaciones forzosas cuando éstas han sido excesivas en los términos señalados.
Art. 1187. "Si fuere tal el exceso que no sólo absorba la parte de bienes de que el
difunto ha podido disponer a su arbitrio, sino que menoscabe las legítimas
rigorosas, o la cuarta de mejoras, tendrán derecho los legitimarios para la
restitución de lo excesivamente donado, procediendo contra los donatarios, en un
orden inverso al de las fechas de las donaciones, esto es, principiando por las
más recientes.
donde SAI es el segundo acervo imaginario que es igual al acervo líquido (AL) o
en su caso el primer acervo imaginario (PAI) más los aumentos correspondientes al
exceso de lo donado a terceros extraños (EDT).
Corresponde ahora estudiar los requisitos que la ley ha prescrito para que proceda
la formación de los acervos imaginarios. Partiremos por el primer acervo imaginario.
Hay una regla de lógica que dispone la ley según la cual la donación debe
imputarse a la legítima del donatario y no a otra. En efecto, el Art. 1202 como
441
veremos en seguida sólo consigna un caso de excepción que se encuentra en el
inciso 3º del Art. 1200.
Art. 1202. "No se imputarán a la legítima de una persona las donaciones o las
asignaciones testamentarias que el difunto haya hecho a otra, salvo el caso del
artículo 1200, inciso 3º."
Art. 1200. "Si se hiciere una donación, revocable o irrevocable, a título de legítima,
a una persona que no fuere entonces legitimaria del donante, y el donatario no
adquiriere después la calidad de legitimario, se resolverá la donación.
Como nos enseñaba el profesor VERA : "la razón es obvia: Cada cual responde
de lo que le es imputable i no puede otro sufrir las consecuencias de actos ajenos,
escepto en el caso de descendientes (...) del incapacitado en que estos soportan
las consecuencias de los actos de la persona que representan."
Otro punto crítico del tenor del Art. 1185 es aquel que pareciera señalarnos que
sólo las donaciones entregadas en vida por el causante al legitimario se agregarían.
Debemos insistir en que toda donación revocable no se acumula para los efectos
del cálculo de las cuartas, hayan sido o no entregadas, sólo se imputan a las
legítimas al momento de enterarlas y pagarlas. Aunque la donación revocable haya
sido entregada en vida del donante al legitimario, éstas han salido sólo
materialmente del patrimonio del causante, pues jurídicamente aún están en el
dominio del as hereditario. Lo mismo cabe decir de los legados, pues si éstos no se
han entregado están aún, jurídica y materialmente, en el patrimonio del causante o
más precisamente en la masa hereditaria; si, en cambio, han sido "adelantados" o
entregados en vida del causante, han salido materialmente de la masa, pero jurídica
y contablemente aún le pertenecen, por lo que tampoco procede acumularlos. La
regla es la misma como ya estudiamos en el Art. 1141, que los asimila a donaciones
revocables.
Art. 1188. "No se tendrá por donación sino lo que reste, deducido el gravamen
pecuniario a que la asignación estuviere afecta.
Art. 1198. "Todos los legados, todas las donaciones, sean revocables o
irrevocables, hechas a un legitimario, que tenía entonces la calidad de tal, se
imputarán a su legítima, a menos que en el testamento o en la respectiva escritura
o en acto posterior auténtico aparezca que el legado o la donación ha sido a título
de mejora.
443
con el inciso 3º del Art. 1203, estos desembolsos se imputarán a su legítima siempre
que el desembolso haya sido útil para el pago de la deuda. En caso contrario, no se
acumula.
Art. 1203. "Los desembolsos hechos para el pago de las deudas de un legitimario,
que sea descendiente, se imputarán a su legítima; pero sólo en cuanto hayan sido
útiles para el pago de dichas deudas.
AB : $ 210.000.000.
EX : $ 10.000.000.
AI : $ 200.000.000.
Determinado el acervo ilíquido corresponde deducir las bajas generales de la herencia (BG).
Deducciones :
444
Asignaciones alimenticias : $ 5.000.000.
Total BG : $ 26.000.000.
La operación que resulta de restar las BG al AI nos dará el acervo líquido o partible.
AL : $ 174.000.000.
Corresponde en seguida determinar las cuartas del Art. 1184, que corresponde a la
distribución del AL en dos cuartas que conformarán la mitad legitimaria (ML), una cuarta
correspondiente a mejoras (CM) y la otra de libre disposición (CLD).
Distribución AL
ML: $ 87.000.000.
CM: $ 43.500.000.
CLD: $ 43.500.000.
Dado que el causante había hecho una donación irrevocable al hijo A por $5.000.000 (DL),
corresponde la formación del primer acervo imaginario (PAI).
AL: $ 174.000.000.
DL : $ 5.000.000.
DL: $ 5.000.000.
Descuento: $ 1.250.000.
445
El DL beneficia a la CLD en $1.250.000 por lo que corresponde descontar de la CLD y
distribuir sólo entre la ML y la CM, correspondiéndole dos tercios de esa cantidad a la ML
y un tercio a la CM.
ML: $ 833.333
CM: $ 416.667
TOTAL: $ 174.000.000.
Ahora podemos calcular lo que a cada legitimario corresponde por legítima rigorosa o
efectiva en la herencia quedada al fallecimiento del causante:
CS: $ 43.916.666.
A: $ 21.958.333
B: $ 21.958.333
Entero:
Hijuela CS : $ 43.916.666.
Hijuela A : $ 16.958.333
446
Hijuela B : $ 21.958.333
Como se advierte , el partidor al enterar y pagar las hijuelas, paga materialmente una suma
menor a A pues integra lo que ya había recibido en vida del causante ($ 5.000.000).
Art. 1186. "Si el que tenía a la sazón legitimarios hubiere hecho donaciones entre
vivos a extraños, y el valor de todas ellas juntas excediere a la cuarta parte de la
suma formada por este valor y el del acervo imaginario, tendrán derecho los
legitimarios para que este exceso se agregue también imaginariamente al acervo,
para la computación de las legítimas y mejoras."
Art. 1187. "Si fuere tal el exceso que no sólo absorba la parte de bienes de que el
difunto ha podido disponer a su arbitrio, sino que menoscabe las legítimas
rigorosas, o la cuarta de mejoras, tendrán derecho los legitimarios para la
restitución de lo excesivamente donado, procediendo contra los donatarios, en un
orden inverso al de las fechas de las donaciones, esto es, principiando por las
más recientes.
Para que tenga lugar la formación de este segundo acervo imaginario la ley ha
exigido ciertos requisitos para su procedencia. Estos son:
1º. Es necesario que "a la sazón", esto es, al momento de la donación irrevocable
al tercero, el causante haya tenido legitimarios. No interesan los nacidos con
posterioridad a la donación.
2º. Es necesario, además, que al momento del fallecimiento del causante‚ éste
haya tenido y concurran legitimarios. Esto es lógico porque si al morir ya no tenía
legitimarios o éstos no concurren no será necesario formar las legítimas o mejoras
y por ello tampoco este acervo imaginario. No interesa para nada que sean los
mismos legitimarios los existentes al momento de hacerse la donación y los
existentes al momento de morir el causante.
447
se refiere sólo a donaciones entre vivos. Si, en cambio, se trata de donaciones
irrevocables hechas a un legitimario formaríamos el primer acervo imaginario.
4º. Es necesario que las donaciones hayan sido excesivas, lo que significa que
no toda donación por el hecho de ser tal es excesiva.
El Art. 1186 entiende que la donación fue excesiva cuando el valor de las
donaciones excedió la cuarta parte de la suma formada por las donaciones y el
acervo. Dicho de otro modo, se suma el acervo más las donaciones, y el resultado
se divide por cuatro. Si la cantidad correspondiente al cuarto resultante de esta
división es inferior al valor de las donaciones, quiere decir que é stas fueron
excesivas, lo que hace procedente formar el segundo acervo imaginario. Estas
donaciones, entonces, se suman al acervo líquido o al primer acervo imaginario,
según los casos.
Ahora bien , si las liberalidades fueron a tal punto excesivas que absorbieron no
sólo una de la cuartas (la de libre disposición) sino menoscabaron las legítimas o
las mejoras, entonces por aplicación del Art. 1187, la ley permite a los legitimarios
accionar de inoficiosa donación contra los terceros extraños quienes deberán
restituir a la masa los excesos.
448
donar, la que como se advierte fue sobrepasada pues el donante hizo donaciones
por $60. Hay, en consecuencia, un exceso de lo donado a terceros (EDT) de $20.
Operación .
AL o PAI : $100.
EDT : $ 20.
SAI : $120.
ML : $ 60.
CM : $ 30.
CLD : $ 30.
El problema es que, sin embargo, sólo hay $100 para pagar. Aquí, entonces, es
donde reside el interés de formar el segundo acervo imaginario.
Sabemos que las legítimas y mejoras, como asignaciones forzosas que son, se
pagan íntegramente. De modo que los $60 de la mitad legitimaria y los $30 de la
cuarta de mejoras deben ser íntegramente cancelados con los $100 que realmente
disponemos.
De este modo se cumple el primer objetivo básico del segundo acervo imaginario:
reducir la parte de libre disposición, que en este caso en particular queda reducida
a $10. Se observa que de $30 que era lo que le habría correspondido a la CLD ésta
queda reducida a $10 y esto se explica porque fueron precisamente esos $20 (EDT)
de diferencia los que el causante nunca debió haber donado. Dicho más claramente,
ha quedado limitada la facultad de disponer libremente del causante (CLD) por
haber hecho donaciones irrevocables a terceros en exceso.
449
Si el causante instituyó legados, los que se pagan con cargo a la parte de libre
disposición, se correrá el riesgo que estos legados excedan los $10 a que ha
quedado reducida la CLD. En tal caso, la ley dispone que se pagará n primero los
legados que gocen de preferencia y los que no gozan de ella, se pagan a prorrata
de lo que sobre.
Esta situación es la que con detalle contempla el Art. 1187. Se refiere a que el
exceso es de tal magnitud que no sólo absorbe la parte de la herencia de la cual el
difunto podía disponer libremente, sino que menoscaba las legítimas o las mejoras.
Imaginemos que el acervo (AL o PAI) del causante ascendía a $120.000.000 ; sin
embargo , los legitimarios advierte n que éste en vida había hecho donaciones
irrevocables a terceros extraños por $220.000.000. Corresponde formar el segundo
acervo imaginario (SAI) conforme a la siguiente operatoria.
DIT : $ 220.000.000
TOTAL : $ 340.000.000
ML : $ 170.000.000.
CM : $ 85.000.000.
CLD : $ 85.000.000.
$85.000.000 es la cantidad que el testador podía libremente donar, pero en los hechos donó
$220.000.000. Procede entonces calcular el exceso de los donado (EDT) para formar el
segundo acervo imaginario (SAI).
DIT : $ 220.000.000.
CLD : $ 85.000.000 .
EDT : $ 135.000.000.
450
El exceso de lo donado es de $135 millones, el que corresponde acumular al AL o PAI
según el caso.
EDT : $ 135.000.000.
AL o PAI : $ 120.000.000
SAI : $ 255.000.000
ML : $ 127.500.000.
CM : $ 63.750.000.
CLD : $ 63.750.000.
Revisados los acervos imaginarios sólo nos queda analizar cómo se pagan las
legítimas y hecho nos adentraremos en el estudio de la acción de inoficiosa
donación, para proseguir en la siguiente Clase con el estudio de otra de las
asignaciones forzosas: las mejoras.
5 14 . DEL PAGO DE LAS LEGÍTIMAS. Para abordar la materia referida al pago de las
legítimas, proponemos el estudio de diversas situaciones que podrán presentarse a
fin de visualizar in concreto cómo se procede a pagar estas asignaciones forzosas
frente a las i mputaciones que deben hacerse al ha ber do nado el test ador, en vida,
bienes a legitimarios o terceros o al haber dispuesto legados a favor de los
legitimarios.
451
Segunda situación . Suponemos que las imputaciones exceden las legítimas y
afecten sea a la cuarta de mejoras, sea a la cuarta de libre disposición.
Art. 1194. "Si las mejoras (comprendiendo el exceso o la diferencia de que habla
el artículo precedente, en su caso), no cupieren en la cuarta parte del acervo
imaginario, este exceso o diferencia se imputará a la cuarta parte restante, con
preferencia a cualquier objeto de libre disposición, a que el difunto la haya
destinado."
Cuarta situación . Si de todos modos, no hay c ómo pagar las legítimas y mejoras,
por la insolvencia del donatario, se rebajar án unas y otras a prorrata.
Evidentemente , que antes que rebajar las legítimas y mejoras a prorrata como lo
ordena el Art. 1196, hay que ver la posibilidad de que el donatario devuelva el
exceso de lo donado.
Art. 1196. "Si no hubiere cómo completar las legítimas y mejoras, calculadas en
conformidad a los artículos precedentes, se rebajarán unas y otras a prorrata."
Quinta situación . Por último, para terminar con el pago de las legítimas, hay que
analizar el Art. 1206 que se pone en dos casos.
453
Segundo caso . Dentro de la herencia le corresponde a un donatario una cantidad
inferior a lo que le dieron a título de donaciones. En este caso, el legitimario
donatario adeudará un saldo. Queda entonces al arbitrio del legitimario hacer este
pago en dinero o en especies (en este último caso habría una dación en pago legal
y forzada).
La situación, que parece ser una lógica consecuencia que se deriva de lo dicho,
es aquella a la que se refiere la acción de inoficiosa donación de la que nos
pasamos a ocupar. En efecto, cuando el exceso de lo donado supera los márgenes
que el legislador ha dispuesto, es decir, no sólo absorbe la parte de libre disposición
sino que menoscaba las legítimas y mejoras, entonces, nace para los legitimarios
la posibilidad de reconstruir esta vez materialmente sus asignaciones
forzosas , accionando primero en contra de los últimos donatarios y luego los más
lejanos a fin de rescindir las donaciones hasta por el monto necesario para
completar sus legítimas o mejoras.
454
pudiesen ser privados de sus legítimas. Como señalaban DE CASSO Y
ROMERO y CERVERA Y JIMÉNEZ-ALFARO , a través de esta acción el heres podía
dirigirse contra la persona del testador para reclamar la totalidad de la cuota
intestada, a menos que pudiera alcanzar el mismo propósito a través de bonorum
possesio contra tabulas invocando el derecho de legítima formal. De allí se derivan,
entonces, las querellas inofficiosae donationis e inofficiosae dotis , que aparecen
con el fin, esta vez, de evitar que los derechos de los legitimarios se burlasen
mediante donaciones o constituciones fraudulentas de dote.
Art. 1425. "Son rescindibles las donaciones en el caso del artículo 1187."
Sin embargo, creemos como lo hace también el profesor RODRÍGUEZ GREZ , que
no es una acción de nulidad sino una acción de inoponibilidad . En efecto, no
estamos en presencia de vicio alguno en la donación, ese acto cumple con todos
los requisitos de forma y fondo que la ley exige para su existencia y validez; lu ego,
el exceso de lo donado no es un vicio de la donación. La donación no es atacada
455
en su validez ni siquiera en el exceso, siempre es válida y como contrato sus efectos
absolutos o expansivos alcanzan a los terceros por la situación jurídica que él
genera (oponibilidad absoluta); lo que pasa que el exceso, y sólo el exceso, le es
inoponible a estos terceros, los legitimarios. No convence sostener que se trataría
de una nulidad parcial, pues no se ve, insistimos, en donde está la omisión del
requisito establecido por la ley para la validez del acto en atención a su naturaleza.
En fin, el carácter personal, transferible y transmisible que tiene, apoya esta
posición.
1º. Es una acción personal. Que sea una acción personal significa que sólo puede
intentarse en contra de las personas obligadas, en este caso, los donatarios; y sólo
por las personas a quienes la ley concede legitimidad activa, esto es, los legitimarios
o mejoreros.
2º. Es una acción patrimonial. Que sea una acción patrimonial de los legitimarios
o beneficiados con la cuarta de mejoras, implica que su fin es de contenido
pecuniario, lo que en cierta medida, como dijimos, la asemeja a una acción
reivindicatoria. En efecto, por la acción se solicita la condena al donatari o
demandado para que restituya el exceso de lo donado en menoscabo de sus
legítimas o mejoras. Lo anterior plantea una condición de oportunidad, esto es, que
no puede ponerse en ejercicio la acción sino cuando se haya formado el segundo
acervo imaginario y de él se desprenda inequívocamente que lo excesivo de las
donaciones impide pagar las legítimas o mejoras.
3º. Es una acción renunciable. Tiene este carácter , pues su renuncia miraría al
s o lo interés del renunciante y su renuncia no se encuentra prohibida por la ley. Sin
embargo, este carácter plantea un interesante problema , pues los mismos
herederos del legitimario renunciante pueden plantear un fraude a su legítima bajo
una donación indirecta o simulada; los acreedores del renunciante también podrían
456
verse perjudicados con la renuncia y en determinadas circunstancias podría
pensarse que indirectamente , vía acción oblicua, podrían intentar la acción por él.
Resulta muy interesante transcribir dos considerandos en que la Corte analiza los
fundamentos de la acción para acogerla, luego realizaremos nuestros comentarios.
457
"NOVENO: Que, la acción de inoficiosa donación, como se expresó en los
considerandos pertinentes, tiene por objeto reconstruir imaginariamente lo que el
causante podía haber dispuesto libremente de su patrimonio y hecha esta
operación, todo aquello que exceda de dicha cuota, deberá ser devuelto por los
donatarios favorecidos.
458
Aunque el resultado pueda parecer "equitativo" en tanto resguarda el principio de
igualdad de los legitimarios, creemos que no se ajusta a derecho, desde varios
puntos de vista. 1º. Aparece que la acción se ejerce con un carácter preventivo y
así lo confirma la Corte , pues acoge la acción "para que en el evento que con la
donación recibida por ellos, se excediera de la cuota de la herencia de que podría
disponer libremente el causante, se restituyera lo excesivamente donado". Esto
desnaturaliza la acción de inoficiosa donación, cuyo presupuesto, ya lo hemos
dicho, es que efectivamente se produzca un menoscabo de las legítimas o mejoras
por donaciones excesivas, lo que constituye un presupuesto de admisibilidad de la
acción. 2º. No se pronuncia la Corte acerca de la naturaleza jurídica de la acción , lo
que resulta importante para computar los distintos plazos de prescripción de la
misma ; al contrario , parece desestimar la existencia de las distintas posturas
doctrinarias al respecto y su incidencia en los plazos para el ejercicio de la acción
(Considerando quinto). 3º. Reconoce que atendido el tiempo transcurrido toda
acción tendiente a declarar la nulidad de la donación por falta de insinuación ha
prescrito, por lo que señala que no es un hecho discutido que los donatarios se
hicieron dueño s del inmueble por la tradición, pero no considera, sin embargo, que
ese mismo lapso tiempo u otro que extinguió la acción de nulidad haya tenido el
mérito de hacer prescribir adquisitivamente, a mayor abundamiento, el inmueble
para los demandados. En todo caso la acción de inoficiosa donación no pone en
entredicho la titularidad del dominio de la cosa donada por el donatario, no es una
acción real que persigue la restitución de la cosa, por lo que no prescribe por la
prescripción adquisitiva de contrario. 4º. Funda el acogimiento de la acción en la
vulneración del principio de igualdad de los legitimarios, y no —como se criticó — en
el menoscabo de las legítimas o mejoras, pues los legitimarios (hijos matrimoniales)
recibirán menos que los legitimarios demandados (hijos no matrimoniales) , lo que
no se consigue sólo con la restitución del exceso de lo donado, en el supuesto que
se menoscaben efectivamente las legítimas; lo que resulta tanto o más discutible si
se piensa es que la calidad de legitimarios (reconocimiento de la filiación
matrimonial) la adquirieron los demandados cuando ya habían ingresado a su
patrimonio lo donado en tanto terceros. Lo anterior podría llevar al absurdo de
entender que la Corte estima que todo asignatario "rico" no tendría derecho a su
legítima porque su patrimonio sería mayor que el de los demás legitimarios.
459
5 21 . GENERALIDADES . La palabra mejoras en Derecho sucesorio permite varias
acepciones. Una amplia , que significa toda ventaja o beneficio que recibe un
heredero en relación a los demás; una restringida , que significa la parte de la
herencia que el causante puede dejar sólo a las personas que la ley designa; una
más técnica , que significa aquella cuota o parte distraída de la legítima que el
causante asigna o distribuye a su cónyuge y/o a uno o más de sus descendientes o
ascendientes, sean o no legitimarios, para beneficiarlos o favorecerlos por sobre su
legítima.
Hemos dicho hace poco que las mejoras son una asignación forzosa, aunque no
absolutamente forzosa como la legítima. En efecto, por un lado, no está obligado a
disponer el testador de esa parte de la herencia; si no lo hace el efecto que se
produce es que crece la legítima, lo que revela en el fondo que aquella (la parte de
mejoras) es una cuota en que se restringe ésta; por otro lado, en el caso de disponer
de ella el testador, la ley le permite asignarla o distribuirla libremente a las personas
a quien la ley designa. Consecuencia de lo anterior, es que la parte de mejoras no
tiene existencia real sino cuando el testador la asigna o distribuye; en otras palabras,
si el testador no dispone de ellas, habiendo legitimarios, sólo habrá una cuarta de
libre disposición y tres cuartos de la herencia para las legítimas.
Nuestro Código en el Párrafo 3º relativo a las "Legítimas y Mejoras" del que nos
venimos ocupando, regula la cuarta de mejoras , es decir, la referida a la última de
las acepciones que nos revela, además, la verdadera naturaleza jurídica de esta
cuarta .
Las mejoras representan un lugar que se encuentra a medio camino entre los
límites a la libertad de testar que representan las legítimas y la misma libertad de
testar. Una institución genuina y típicamente española.
460
5 23 . CONCEPTO . La palabra mejora proviene del latín meliore . Conforme al ya
transcrito inciso 3º del Art. 1184, parte final, las mejoras son aquella cuarta parte de
la masa de bienes que constituye el haber líquido del patrimonio del causante con
que éste ha querido favorecer a su cónyuge o a uno o más de sus descendientes o
ascendientes, sean o no legitimarios.
1º. Es una asignación forzosa. Conforme se desprende del Art. 1167 que contiene
en su numeración, en tercer lugar, a las mejoras, éstas constituyen una asignación
forzosa sólo en la sucesión de los descendientes, de los ascendientes y del cónyuge
sobreviviente.
461
Art. 1167. "Asignaciones forzosas son las que el testador es obligado a hacer, y
que se suplen cuando no las ha hecho, aun con perjuicio de sus disposiciones
testamentarias expresas.
2. Las legítimas;
Art. 1198. "Todos los legados, todas las donaciones, sean revocables o
irrevocables, hechas a un legitimario, que tenía entonces la calidad de tal, se
imputarán a su legítima, a menos que en el testamento o en la respectiva escritura
o en acto posterior auténtico aparezca que el legado o la donación ha sido a título
de mejora.
462
Tampoco se tomarán en cuenta para dichas imputaciones los presentes hechos
a un descendiente con ocasión de su matrimonio, ni otros regalos de costumbre."
Art. 1203. "Los desembolsos hechos para el pago de las deudas de un legitimario,
que sea descendiente, se imputarán a su legítima; pero sólo en cuanto hayan sido
útiles para el pago de dichas deudas.
Sobre lo demás que se haya dejado o se deje a los legitimarios, excepto bajo la
forma de donaciones entre vivos, puede imponer el testador los gravámenes que
quiera; sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1195."
463
En efecto, conforme al inciso 2º del Art. 1195, pueden imponerse modalidades a
la cuarta de mejoras consistentes en gravámenes que pesan sobre los asignatarios
de esta cuarta, gravámenes que serán siempre a favor del cónyuge, de uno o más
de los ascendientes o de los descendientes, es decir, de los mismos beneficiarios
de mejoras.
Art. 1204. "Si el difunto hubiere prometido por escritura pública entre vivos a su
cónyuge o a alguno de sus descendientes o ascendientes, que a la sazón era
legitimario, no donar, ni asignar por testamento parte alguna de la cuarta de
mejoras, y después contraviniere a su promesa, el favorecido con ésta tendrá
derecho a que los asignatarios de esa cuarta le enteren lo que le habría valido el
cumplimiento de la promesa, a prorrata de lo que su infracción les aprovechare.
464
Nótese que este pacto sólo puede tener por objeto la promesa del futuro causante
de no mejorar a algún legitimario. De hecho, este pacto sólo pueden celebrarlo el
futuro causante y uno o todos sus legitimarios, queda por tanto excluida toda
posibilidad de celebrar este pacto a los demás beneficiarios de la cuarta de mejoras
que no sean legitimarios.
Por medio de esta "promesa" una de las partes —el futuro causante — se obliga
a no disponer de toda la cuarta de mejoras, lo que es sinónimo de no disponer de
"parte alguna" como lo señala el Código. Sin embargo, como dijimos , los efectos
de este pacto no son los propios del contrato de promesa del Art. 1554, pues no
hace nacer obligaciones, ni puede hacerlo, para el contratante incumplidor (el futuro
causante).
En cuanto a sus efectos, si bien hace nacer obligaciones para una sola de las
partes, una obligación negativa de no disponer de la cuarta de mejoras, el
incumplimiento sólo se podrá constatar muerto que sea el contratante obligado,
cuando al abrirse el testamento aparezca que sí dispuso de la cuarta de mejoras.
Esta contravención de lo pactado, sin embargo, no trae como consecuencia ni la
resolución parcial del testamento ni menos el derecho a exigir su cumplimiento
465
forzado. Las consecuencias del incumplimiento tampoco las asume el contratante
fallecido, no podría por lo demás hacerlo; estas consecuencias que se acercan a
una reparación in natura las asume el o los legitimarios que hayan sido beneficiados
de la cuarta.
52 9 . EFECTOS DEL PACTO DE NO MEJORAR. El Art. 1204 inciso 1º, segunda parte,
regula los efectos de esta estipulación, señalando que " ( ... ) el favorecido con ésta
tendrá derecho a que los asignatarios de esa cuarta le enteren lo que le habría
valido el cumplimiento de la promesa, a prorrata de lo que su infracción les
aprovechare".
466
reintegre los 20 que le correspondían. ¿Y los otros tres hijos no se benefician de la
cuarta? No, pues no pactaron con el futuro causante ni fueron beneficiados por éste.
467
de testar y con ello a exigir que el testador expresare los motivos para excluir de la
herencia a un sui heredes . Lo anterior se explicaba pues en Roma el testador que
no motivaba la exheredatio de un hijo era considerado carente de juicio para
testar. JUSTINIANO sería quien en sus Institutas (Libro II, Título XIII, Exheredatione
liberorum ) igualaría a los descendientes de ambos sexos, a los hijos póstumos,
al nasciturus y a los hijos emancipados o no, manteniendo algunas diferencias , eso
s í, respecto de los adoptados, ordenando a los testadores instituir o desheredar
nominada y motivadamente a todos éstos. Nos lega JUSTINIANO (§5) sentando est e
principio de igualdad, en especial entre hombres y mujeres, una sabia
frase : " Nostra vero constitutio inter masculos et fem inas in hoc jure nihil interesse
existimans, quia utraque persona in hominun procreatione similiter naturæ officio
fungitur ", es decir, piensa el Emperador que no debe hacerse ninguna distinción
entre hombres y mujeres ya que cada uno cumple igualmente, en la procreación de
los hombres, las funciones que le atribuye la naturaleza. El mismo gran jurista y
emperador nos dejaría la famosa Novela 115 , y catorce causales para desheredar
a los descendientes y ocho para los ascendientes.
468
5 31 . CONCEPTO. El desheredamiento es una disposición testamentaria en que se
ordena que un legitimario sea privado del todo o parte de su legítima. Así lo dispone
el Art. 1207.
2º. Para que opere el desheredamiento debe invocarse una causa legal. La
exigencia de invocar una causa legal hace del desheredamiento un acto fundado.
Las causas de desheredamiento del Código reconocen como claro antecedente
la Novela 115 y sus causales. Estas causales, como veremos luego, son en parte
recogidas por nuestro Art. 1208.
469
Art. 1208. "Un descendiente no puede ser desheredado sino por alguna de las
causas siguientes:
5ª Por haber cometido un delito que merezca pena aflictiva; o por haberse
abandonado a los vicios o ejercido granjerías infames; a menos que se pruebe
que el testador no cuidó de la educación del desheredado.
Por otro lado, en cambio, exige que los ascendientes y el cónyuge sólo puedan
ser desheredados por cualquiera de las tres primeras causales, que en general
corresponden a las causales de indignidad de los numerales 2º a 4º del Art. 968.
4º El que por fuerza o dolo obtuvo alguna disposición testamentaria del difunto, o
le impidió testar;"
A estas causales nos referiremos más latamente en seguida. Avancemos con otra
condición necesaria para que opere el desheredamiento.
470
Art. 1209. "No valdrá ninguna de las causas de desheredamiento mencionadas
en el artículo anterior, si no se expresa en el testamento específicamente, y si
además no se hubiere probado judicialmente en vida del testador, o las personas
a quienes interesare el desheredamiento no la probaren después de su muerte.
El desheredamiento, entonces, para producir sus efectos, por regla general, debe
ser probado judicialmente. Sin embargo, conforme al Art. 1209 inciso 2º, esta
prueba no es necesaria, cuando el desheredado no ha ejercido la acción de reforma
de testamento reclamando contra el desheredamiento dentro de los cuatro años
siguientes, que es el plazo para ejercer esta acción, conforme de desprende del Art.
1216.
Art. 1216. "Los legitimarios a quienes el testador no haya dejado lo que por ley les
corresponde, tendrán derecho a que se reforme a su favor el testamento, y podrán
intentar la acción de reforma (ellos o las personas a quienes se hubieren
transmitido sus derechos), dentro de los cuatro años contados desde el día en
que tuvieron conocimiento del testamento y de su calidad de legitimarios.
Don Luis CLARO SOLAR atribuía este carácter taxativo al peso de la historia, pues
tanto el derecho justinianeo como el de las Partidas exigían que se desheredara con
causa determinada en la ley. Creemos que es necesario cambiar ese criterio
histórico, "actualizarlo" en cierto modo, remitámonos , por ejemplo , a las dos
primeras causales del Art. 1208 y veremos que resultaría absurdo no aplicar por
analogía la primera causal al legitimario que dio muerte al conviviente y padre o
madre de los hijos del causante; o no aplicar la segunda causal al legitimario que
no socorrió afectiva y materialmente al causante durante la larga enfermedad
terminal que éste padeciera y que terminó provocándole la muerte.
Dado que ya hicimos un estudio pormenorizado de cada una de ellas con ocasión
del estudio de las indignidades , nos remitiremos a ese estudio.
472
5 35 . DE LAS CAUSALES COMUNES. P or causales comunes entenderemos aquellas
que son aplicables a todos los legitimarios. Ellas son , fundamentalmente , tres.
Primera causal. Por haber cometido injuria grave contra el testador en su persona,
honor, bienes o en la persona, honor o bienes de su cónyuge o de cualquiera de
sus ascendientes o descendientes. Esta causal contenida en el primer numeral del
Art. 1208 debe concordarse con los Arts. 172 y 968, Nº 2, ya estudiados.
Los hechos constitutivos de injuria son apreciados soberanamente por los jueces
de fondo, pero la calificación jurídica de la gravedad puede ser objeto de casación.
Según los profesores DOMÍNGUEZ , habría sinonimia entre las nociones de "injuria
grave" y de "atentado grave" que emplean los preceptos. Empero , entre la causal
de indignidad del Art. 968 Nº 2 y la de desheredamiento del Art. 1208 Nº 1, habrían
diferencias en cuanto al escenario en la que actúan y a la forma de demostrarla. En
efecto, por un lado, la causal de indignidad opera en la sucesión testada e intestada,
pero el desheredamiento sólo en la testada. En realidad el desheredamiento,
aunque sólo proceda en virtud de testamento, puede afectar a la legítima, por lo que
no cabe duda que puede operar en la sucesión intestada por lo que ambas pueden
operar en ambas sucesiones; y, por otro lado, si bien ambas requieren de prueba
establecido en juicio, excepcionalmente el desheredamiento no requerirá de esta
prueba para el caso el Art. 1209 inciso 2º.
Tercera causal. Por haberse valido de fuerza o dolo para impedirle testar. Esta
causal está en íntim a relación con la causal de indignidad del Art. 968, Nº 4. Sobre
ella invitamos al lector a releer lo ya analizado en su oportunidad en las causales de
indignidad.
473
5 36. DE LAS CAUSALES ESPECIALES . Entendemos por causales especiales las
aplicables exclusivamente a los descendientes. Es decir, ellas no pueden invocarse
respecto del cónyuge o los ascendientes.
Art. 107. "Los que no hubieren cumplido dieciocho años no podrán casarse sin el
consentimiento expreso de sus padres; si faltare uno de ellos, el del otro padre o
madre; o a falta de ambos, el del ascendiente o de los ascendientes de grado más
próximo.
Segunda causal. Por haber cometido un delito que merezca pena aflictiva o por
haberse abandonado a los vicios o ejercido granjerías infames, a menos que se
pruebe que el testador no cuidó de la educación del desheredado. Esta quinta y
última causal del Art. 1208 se coloca en dos situaciones y un caso de excepción
para que opere.
1º. Los efectos que se producirán son, en principio, los que determina la voluntad
del testador. Ante el silencio suyo, acerca de si priva en todo o parte de su legítima
al legitimario, se entiende que el desheredamiento es total. Así se desprende del
inciso 1º del Art. 1210.
Art. 1211. "El desheredamiento podrá revocarse, como las otras disposiciones
testamentarias, y la revocación podrá ser total o parcial; pero no se entenderá
revocado tácitamente, por haber intervenido reconciliación; ni el desheredado
será admitido a probar que hubo intención de revocarlo."
Del artículo citado pareciera desprende rse que el desheredamiento sólo puede
ser dejado sin efecto por la revocación expresa, total o parcial, del testamento que
lo contiene, lo que no puede hacerse sino mediante el otorgamiento de otro
475
testamento posterior. Lo anterior parece deducirse de la frase "pero no se entenderá
revocado tácitamente" ; sin embargo, esa imposibilidad de revocarlo tácitamente es
aplicable sólo a la reconciliación que haya podido producirse entre testador y
legitimario. Pero nada obsta a que se considere revocación tácita del
desheredamiento cuando en el nuevo testamento no se hace mención al
desheredamiento o cuando en el nuevo se lo instituye heredero en la legítima.
En efecto, el principio según el cual un testamento sólo puede ser revocado por
otro testamento, sin necesidad que se diga expresamente que lo revoca, no será
acogido en el Derecho francés. El Code de Napoléon dispondría en el Art. 1036 que
" les testaments postérieurs qui ne révoqueront pas d'une manière expresse les
précédents, n'annuleront, dans ceux-ci, que celles de dispositions y contenues qui
se trouveront incompatibles avec les nouvelles, ou qui seront contraires ." Es decir,
el Código civil francés declara que el testamento posterior no revoca al anterior, en
477
lo que no se contradigan, cuando expresamente no se establece la revocación en
el último o posterior.
Nuestro Código civil sigue expresamente, según nota del propio Andrés BELLO, al
Derecho francés como puede advertirse de la redacción que se le dio al Art. 1215.
Art. 1215. "Un testamento no se revoca tácitamente en todas sus partes por la
existencia de otro u otros posteriores.
Art. 1213. "El testamento solemne puede ser revocado expresamente en todo o
parte, por un testamento solemne o privilegiado.
Sin perjuicio del hecho que la redacción de este precepto es defectuosa pues da
a entender que un testamento sólo puede ser revocado por otro testamento solemne
o privilegiado, en circunstancias que existen más tipos de testamentos, la cuestión
que se ha planteado es de si un testamento sólo y únicamente puede ser revocado
por otro o, puede serlo también, por ejemplo, por una escritura pública.
478
Un ejemplo, nos lo da un fallo de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago de
22 de abril de 2002, que conoce del caso de un únic o heredero abintestato
(hermano de la causante) que demanda al poseedor de la herencia (quien había
sido instituido en todos los bienes por testamento) la restitución de la herencia
probando que la causante había otorgado escritura pública posterior revocando el
testamento. La defensa del asignatario testamentario era simple: la escritura pública
no tenía el mérito de provocar la revocación del testamento. La Corte de Santiago
considera que la cuestión de derecho que le corresponde dilucidar es si la
manifestación de voluntad que la testadora formuló en la escritura pública, en donde
expresaba su decisión de revocar y dejar sin efecto el testamento que había
otorgado, fue apta para producir tales efectos, o si para ello habría debido
necesariamente otorgar otro testamento. El Tribunal superior optó por dar valor de
revocación a la escritura pública. Conviene transcribir los interesantes
razonamientos que se contienen a partir del considerando quinto.
"Quinto: Que las normas contenidas en los artículos 1213 y siguientes del Código
Civil, en las cuales el demandado sustenta su defensa, si bien razonan siempre
sobre la base de una revocación hecha en virtud de otro testamento, no exigen
de manera expresa, como requisito de validez de la misma, que ella deba
necesariamente constar en otro testamento, aun cuando en el acto revocatorio el
testador se abstenga de efectuar una nueva disposición de sus bienes, como
sucede en este caso, en que doña XX se limitó a manifestar su voluntad de dejar
sin efecto su testamento, sin otorgar ningún otro.
Al respecto, cabe hacer notar que el artículo 1213 del Código Civil, en su inciso
primero dispone: "El testamento solemne puede ser revocado expresamente en
todo o parte, por un testamento solemne o privilegiado".
Sexto: Que, ante esta situación, esta Corte estima que la cuestión planteada debe
ser resuelta a la luz del principio de revocabilidad que nuestra ley consagra como
elemento de la esencia del testamento y que viene a constituir una verdadera
garantía para el testador de su libertad para disponer de los bienes que le
pertenecen.
479
Siendo así, cuando el testador se limita pura y simplemente a dejar sin efecto un
testamento, con lo que naturalmente su herencia pasará a regirse por las reglas
que la ley contempla para la sucesión intestada, no hay razón legal para exigirle
que otorgue un nuevo testamento, toda vez que éste no va a contener ninguna
nueva disposición de bienes, cual es el objeto fundamental del acto testamentario,
definido en el artículo 999 del Código Civil, bastando entonces que la voluntad del
testador se manifieste de un modo igualmente explícito e inequívoco, como en la
declaración de voluntad contenida en la escritura pública otorgada por doña XX
en el referido instrumento de fs. 25.
Por estos fundamentos y visto, además, lo dispuesto en los artículos 990 del
Código Civil, 186 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se revoca la
sentencia apelada, de fecha 16 de abril de 1999, escrita a fojas 60 y siguientes,
en cuanto rechaza la demanda intentada en lo principal de fs. 1 y, en su lugar , se
resuelve que dicha demanda queda acogida, debiendo el demandado restituir los
bienes hereditarios que se encontraren en su poder, con sus frutos percibidos a
contar de la notificación de la demanda, sin costas, por estimarse que tuvo motivo
plausible para litigar.
Cornelio Villarroel R., Víctor Montiglio R., Rosa María Maggi D ."
480
La doctrina ha concluido que lo que el legislador persigue es no caer en
"interpretar" la voluntad del testador, pues prefiere que la intención de "revivir" un
testamento sea expresada. En el fondo, como nos enseñaba don Robustiano VERA ,
se trata del mismo principio que se aplica en materia de derogación de las leyes: La
derogación de una ley derogatoria no hace revivir la ley inicialmente derogada.
Art. 1212. "El testamento que ha sido otorgado válidamente no puede invalidarse
sino por la revocación del testador.
No vemos ninguna razón para no pensar que también la revocación tácita puede
ser total o parcial. Eso sí, la revocación total de un testamento debe ser expresa
como lo señala el inciso 2º del Art. 1215.
Art. 1215. "Un testamento no se revoca tácitamente en todas sus partes por la
existencia de otro u otros posteriores.
481
Como se aprecia, en la revocación tácita, el testamento posterior sólo deroga las
disposiciones del anterior que son inconciliables con la del nuevo, pero deja
subsistente en el resto el testamento anterior.
Así se ha fallado por nuestros tribunales superiores de justicia, por ejemplo, que
"No hay incompatibilidad ni contradicción entre las cláusulas de dos testamentos de
diversas fechas si los bienes legados en el primero a cierta persona no han sido
expresamente asignados a otra en el segundo testamento, aun cuando el testador
los haya mencionado al indicar los bienes de que era dueño. Por lo demás, la
voluntad del testador no aparece manifestada en el sentido de exonerar al legatario
de los bienes que le legó en el primer testamento."
El propio Andrés BELLO en una nota dejada en el Proyecto de 1841 nos explica
todavía más esta situación. Dice el legislador : "Por ejemplo, en el testamento
anterior se instituyen herederos a Juan en el tercio y a Diego en los dos tercios del
patrimonio. En el testamento posterior se dejan todos los bienes a Martín. Aquí la
cuota es todo el patrimonio. Juan y Diego no tienen, pues, porción alguna
hereditaria. Pero, si en el segundo testamento se hubiese dejado la mitad de los
bienes a Martín, la otra mitad se dividiría entre Juan y Diego, dando a Juan el tercio
y a Diego los dos tercios de ella".
482
5 46 . GENERALIDADES . La reforma de testamento está regulada en el Párrafo
2º que lleva el mismo nombre del Título VI, del Libro Tercero, entre los Arts. 1216 a
1220 del Código civil.
El que el testador no respete las legítimas, a pesar de que la ley prohíbe pasar
sobre ellas, en principio debiera traer aparejada la nulidad del testamento; sin
embargo, la ley ha previsto otra sanción que la nulidad para el caso de infracción:
proceder a reformar el testamento.
La reforma del testamento no produce, entonces, la nulidad del mismo, sino que
entra a corregirlo para restablecer el mandato de la ley, reintegrando los derechos
que le corresponde al legitimario afectado en su asignación forzosa.
Art. 1216. "Los legitimarios a quienes el testador no haya dejado lo que por ley les
corresponde, tendrán derecho a que se reforme a su favor el testamento, y podrán
intentar la acción de reforma (ellos o las personas a quienes se hubieren
transmitido sus derechos), dentro de los cuatro años contados desde el día en
que tuvieron conocimiento del testamento y de su calidad de legitimarios.
483
54 8 . OBJETIVOS DE LA ACCIÓN DE REFORMA DE TESTAMENTO. Su objetivo final es
proteger las legítimas y mejoras en tanto asignaciones forzosas. Así se desprende
claramente del Art.1217.
Art. 1217. "En general, lo que por ley corresponde a los legitimarios y lo que tienen
derecho a reclamar por la acción de reforma, es su legítima rigorosa, o la efectiva
en su caso.
484
Esto explica que la ley no da acción a cualquiera que tenga interés en ello,
tampoco permite al juez actuar de oficio, esta acción la concede la ley sólo a los
legitimarios afectados o a qui enes se haya transmitido sus derechos. Sólo los
legitimarios afectados tienen legitimidad activa para entablar la acción de reforma
de testamento.
Imaginemos que un causante con dos hijos divide la cuarta de mejoras para un
nieto y para un tercero no asignatario de mejoras (un hermano). El nieto no tiene
interés para accionar , pues de reformarse el testamento lo asignado al hermano se
sumará a la legítima, ergo , no cambiará en nada su porción asignada. Cualquiera
de sus hijos, en cambio, s í tienen interés por el efecto del "acrecimiento".
Tampoco tiene n legitimidad activa para entablar esta acción los alimentarios de
alimentos forzosos. La razón es lógica pues esta asignación es baja general, por lo
que no puede ser burlada por el testador ya que se paga antes que las asignaciones
testamentarias.
1º. Es una acción personal. Ello se debe a que se dirige en contra de los
asignatarios instituidos por el testador en perjuicio de los legitimarios.
Esta acción difiere de la acción de petición de herencia que es real, ya que ésta
puede dirigir se en contra de cualquier persona que posea la herencia a título de
heredero. Sin embargo, no existe ningún inconveniente para entablar ambas
acciones en forma conjunta.
485
2º. Es una acción patrimonial. Es una acción patrimonial, porque persigue un fin
económico, siendo por tanto renunciable en forma expresa o tácita, aunque no
anticipadamente; transferible o cesible y transmisible.
Para computar este plazo la ley ha previsto dos condiciones copulativas que han
de reunirse para que el tiempo comience a correr: Primero, que los legitimarios
tomen conocimiento del testamento. Esto debe interpretarse no desde que tomen
conocimiento del hecho de haberse otorgado, sino desde que tomen conocimiento
del contenido de las disposiciones que violentan sus asignaciones. Segundo, pues
no basta con lo anterior al incorporar la ley la conjunción "y", se cuenta desde que
los legitimarios tengan conocimiento de su calidad de tales. Esta segunda condición
no trae problema alguno , pues se sabe de esta condición desde que se toma
conocimiento de la muerte del testador.
486
LA PRETERICIÓN DEL HEREDERO
Regulado en el mismo Párrafo 2º del Título VI, del Libro Tercero, en que se trata
la reforma de testamento, la preterición del heredero est á definida en el Art. 1218
del Código civil, como pasamos a revisar.
Art. 1218. "El haber sido pasado en silencio un legitimario deberá entenderse
como una institución de heredero en su legítima.
Preterir es palabra de origen latina praeterire que significa pasar por delante,
pasar en silencio. Cuando el testado r omite instituir o desheredar a un legitimario,
es decir, simplemente lo pasa en silencio; así como cuando lo nombra , pero no le
asigna lo que le corresponde ni lo instituye como heredero, entonces se lo está
pretiriendo.
487
5 53 . CASOS EN QUE SE CONFIGURARÍA LA PRETERICIÓN DE UN LEGITIMARIO . No
siempre se entenderá preterido un legitimario por el simple hecho de omitírsele o de
nombrarlo como hijo, cónyuge o ascendiente próximo sin nada asignarle de la
legítima. Tampoco se daría en el caso que no se le asigne todo lo que le
corresponde como legítima, hipótesis que corresponde a un caso de ejercicio de la
acción de reforma.
488
LA ACCIÓN DE PETICIÓN DE HERENCIA
La regulación que le dio don Andrés BELLO , como se deduce de una nota que
contenía el Proyecto de 1853 que remite al Digesto (L.19, De hered[itatis]
pet[itione]) que refiere según el profesor BARRIENTOS GRANDON a los pasajes
(5,3,19) del Digesto, encuentra su fuente, entonces, directamente del Derecho
romano.
489
principios generales del procedimiento civil unido a las eventuales precisiones que
aporte la jurisprudencia, las que deben ser consultadas."
El profesor Hugo ROSENDE nos daba un concepto más amplio, al señalarnos que
la acción de petición de herencia "es aquella que tiene el heredero y que se dirige
contra aquel que restituya la universalidad de los bienes comprendidos en la
herencia."
Art. 1264. "El que probare su derecho a una herencia, ocupada por otra persona
en calidad de heredero, tendrá acción para que se le adjudique la herencia, y se
le restituyan las cosas hereditarias, tanto corporales como incorporales; y aun
aquellas de que el difunto era mero tenedor, como depositario, comodatario,
prendario, arrendatario, etc., y que no hubieren vuelto legítimamente a sus
dueños."
1º. Es una acción real. En la regulación de esta acción nuestro Código zanjó la
discusión en torno a su naturaleza, dejando en claro que se trata de una acción
real , pues esta acción emana del derecho real de herencia, y en esa calidad es
dirigible erga omnes, esto es, respecto de cualquiera que pretenda ser heredero y
que posea los bienes hereditarios.
2º. Es una acción divisible. Es una acción divisible , pues le corresponde a cada
heredero por separado; siendo varios herederos , cada uno de ellos ejercerá por
separado la acción con el objeto de perseguir su cuota hereditaria.
4. Es una acción patrimonial. Que sea una acción patrimonial trae como
consecuencia que la acción de petición de herencia es renunciable, transmisible y
transferible.
491
Sin embargo, el Código ha excepcionado a la acción de petición de herencia de
esta regla al disponer en el Art. 2512 , regla 1ª, en relación con el Art. 1269, que el
derecho de herencia se adquiere por la prescripción adquisitiva extraordinaria de
diez años. Este plazo se reduce a cinco años en el caso del heredero putativo (Art.
794 Nº 4) que cuente con la resolución administrativa o la sentencia judicial que le
concede la posesión efectiva de los bienes quedados al fallecimiento del causant e.
Art. 1269. "El derecho de petición de herencia expira en diez años. Pero el
heredero putativo, en el caso del inciso final del artículo 704, podrá oponer a esta
acción la prescripción de cinco años."
Duodécimo: Que, sin embargo, hoy día tanto la doctrina como la jurisprudencia
están contestes en que no es así. La acción de petición de herencia no termina
por su solo no ejercicio. Emana del derecho real de herencia y mientras éste no
lo haya adquirido un tercero por la prescripción adquisitiva, la acción que lo
protege se mantiene. El profesor Somarriva argumenta que el artículo 1269 del
Código de Bello, no hace sino aplicar la regla general del artículo 2517 del mismo
Código, ya que la prescripción contemplada en el citado artículo 1269 es
adquisitiva y no extintiva (Derecho Sucesorio, ob. cit., pág. 521). Para que opere
la prescripción de la acción de petición de herencia no basta solamente el
transcurso del tiempo, sino que es necesario que el derecho de herencia sea
adquirido por un tercero por prescripción adquisitiva.
Por su parte, don Arturo Alessandri señala: ' En síntesis, cuando el prescribiente
demanda los derechos que le concede la prescripción adquisitiva deben ser
ejercidos por las acciones que competan. Y en tales casos podrá invocar la
prescripción adquisitiva como causa de pedir, por ejemplo, cuando se solicita la
restitución de la cosa de que no está en posesión mediante la acción
reivindicatoria. Cuando el prescribiente es el demandado, el prescribiente debe
oponer la prescripción en su reconvención y ha de hacerlo por la vía de acción.
En consecuencia, cualquiera que sea la posición procesal del prescribiente, nunca
puede entablar la prescripción adquisitiva como excepción perentoria ' (Derecho
Civil, Tomo II, Editorial Na s cimento, pág. 561).
Si como se dijo en las motivaciones novena y décima, sólo se puede llegar a ser
titular del derecho real de herencia por sucesión por causa de muerte, por
tradición y por prescripción, esto último en el caso del falso o pseudo heredero,
que por haber poseído la herencia por cierto tiempo llega a adquirirla, es
evidente que, al no haberla adquirido realmente por sucesión de causa de muerte,
necesariamente debe, si estima que lo adquirió en tal caso por prescripción,
interponer la acción del caso para que ello sea reconocido.
494
D e cimoquinto: Que sentados los parámetros legales y doctrinarios que
enmarcan el asunto postulado, y al hacer ap licación de los mismos al caso
sub lite, se debe rechazar el recurso de nulidad sustancial por no haberse
cumplido el plazo de prescripción adquisitiva alegada por el recurrente y por
encontrarse el demandante dentro del plazo legal para entablar la acción
de petición de herencia ."
D e cimo c uarto: Que no resulta lógico, como lo pretende la parte recurrente, que
el plazo de prescripción deb e contarse desde que se produjo la delación de la
herencia con la muerte de la causante, ya que mientras un tercero no tome la
posesión de la herencia no existe un sujeto pasivo en contra de quien hacer valer
la acción, condición indispensable para ponerla en movimiento.
Respecto del plazo para adquirirlo, estos pueden ser dos, según si al heredero
putativo se le ha otorgado o no la posesión efectiva de la herencia . La regla
general es que la herencia se adquiere por prescripción de diez años; así lo indica
el inciso 2º del artículo 2512 del Código sustantivo al establecer que ' el derecho
de herencia se adquiere por la prescripción de diez años '. Pero si al falso
heredero se le ha concedido la posesión efectiva, el plazo para adquirir
la herencia por prescripción, en conformidad a los artículos 1269 y 704 del
Código Civil, es solamente de cinco años.
496
En cambio, la Iltma. Corte de Santiago y la Excma. Corte Suprema, ambas en
fallos de 2004, han sostenido que la acción es mueble y corre desde q ue al
heredero putativo se le haya deferido la herencia merced a un decreto judicial (o
resolución administrativa) que le servirá de justo título. En nuestra opinión, la
primera de las doctrinas es la que parece más acorde, desde que uno de los
presupuestos necesarios de la acción es la prueba de la posesión de la herencia en
manos del demandado.
1º. La persona que tiene la calidad de heredero del causante , sea de la totalidad
de la herencia o de una cuota de ella. Es decir, un asignatario a título universal.
Poco importa la forma en que estos asignatarios hayan adquirido la herencia: por
derecho de representación, sustitución, transmisión, o acrecimiento. Pueden serlo
por haber sido instituidos como donatarios de una donación revocable a título
universal, según ya estudiamos en el Art. 1142 inciso 1º.
Art. 1142. "La donación revocable de todos los bienes o de una cuota de ellos se
mirará como una institución de heredero, que sólo tendrá efecto desde la muerte
del donante.
497
Sin embargo, podrá el donatario de todos los bienes o de una cuota de ellos
ejercer los derechos de usufructuario sobre las especies que se le hubieren
entregado."
2º. El cesionario del derecho real de herencia, sea que la cesión haya operado a
título gratuito u oneroso.
El Código dio la regla general amplia en el Art. 1264 señalando que sujeto pasivo
es aquel que ocupa una herencia en calidad de heredero.
Art. 1264. "El que probare su derecho a una herencia, ocupada por otra persona
en calidad de heredero, tendrá acción para que se le adjudique la herencia, y se
le restituyan las cosas hereditarias, tanto corporales como incorporales; y aun
aquellas de que el difunto era mero tenedor, como depositario, comodatario,
prendario, arrendatario, etc., y que no hubieren vuelto legítimamente a sus
dueños."
1º. En cuanto a la restitución de las cosas heredadas y sus aumentos. Al igual que
en la acción reivindicatoria, el demandado vencido debe restituir todos los bienes
que componen la herencia que se encuentren en su poder, sean éstos corporales o
incorporales y a cualquier título, es decir, sea como poseedor o mero tenedor, con
más los aumentos.
498
estas Explicaciones , por lo que nos limitaremos a transcribir estos artículos y
expone r un breve resumen de ellos.
Art. 907. "El poseedor de mala fe es obligado a restituir los frutos naturales y civiles
de la cosa, y no solamente los percibidos sino los que el dueño hubiera podido
percibir con mediana inteligencia y actividad, teniendo la cosa en su poder.
Si no existen los frutos, deberá el valor que tenían o hubieran tenido al tiempo de
la percepción: se considerarán como no existentes los que se hayan deteriorado
en su poder.
En toda restitución de frutos se abonarán al que la hace los gastos ordinarios que
ha invertido en producirlos."
Art. 913. "La buena o mala fe del poseedor se refiere, relativamente a los frutos,
al tiempo de la percepción, y relativamente a las expensas y mejoras, al tiempo
en que fueron hechas."
3º. En cuanto a las mejoras. Conforme al citado y transcrito Art. 1266 se aplican
también las reglas de las prestaciones mutuas; por lo que nos limitaremos a un
breve resumen que impone hacer las siguientes precisiones:
2. Las expensas útiles deben ser abonadas al poseedor de buena fe, a quien le
asiste el derecho de opción del inciso 3º del Art. 909. El demandado vencido de
mala fe, en cambio, tiene respecto de las expensas útiles los derechos que se le
otorgan poseedor vencido respecto de las expensas voluptuarias.
499
4º. En cuanto a los deterioros. Dispone el Art. 1267 una solución similar a la del
Art. 906 en materia de deterioros sobre la base de distinguir si el deterioro se produjo
estando el demandado de buena o mala fe. En el primer caso, estando de buena fe,
el demandado se hace responsable del deterioro sólo en cuanto le haya hecho más
rico . En el segundo caso, si está de mala fe, se hace responsable siempre de los
deterioros, incl uso si provino de caso fortuito.
Art. 1267. "El que de buena fe hubiere ocupado la herencia no será responsable
de las enajenaciones o deterioros de las cosas hereditarias, sino en cuanto le
hayan hecho más rico; pero habiéndola ocupado de mala fe, lo será de todo el
importe de las enajenaciones y deterioros."
Como se advierte hay una diferencia con el Art. 906, pues éste sólo hace
responsable al demandado de mala fe de los deterioros producidos por su hecho o
culpa.
Art. 906. "El poseedor de mala fe es responsable de los deterioros que por su
hecho o culpa ha sufrido la cosa.
Art. 1268. "El heredero podrá también hacer uso de la acción reivindicatoria sobre
cosas hereditarias reivindicables, que hayan pasado a terceros, y no hayan sido
prescritas por ellos.
Si prefiere usar de esta acción, conservará, sin embargo, su derecho para que el
que ocupó de mala fe la herencia le complete lo que por el recurso contra terceros
poseedores no hubiere podido obtener, y le deje enteramente indemne; y tendrá
igual derecho contra el que ocupó de buena fe la herencia en cuanto por el artículo
precedente se hallare obligado."
Como se aprecia del Art. 1267 el falso heredero se hace responsable de las
enajenaciones que hubiere efectuado estando de mala fe, es decir, en conocimiento
de que no tenía derechos sobre los efectos enajenados que componían la herencia
o cuota de ella. De lo anterior , y en particular de lo dispuesto en el inciso 2º del Art.
1268 , debemos concluir que para hacer efectiva esta responsabilidad, dispone el
500
heredero de una acción civil de indemnización de perjuicios en contra del
demandado de mala fe, que no resulta incompatible con la acción reivindicatoria
que entable contra terceros. Dicho de otro modo, en la medida que de ellos no
obtenga íntegramente la reparación, el heredero vencido deberá repararlo, vía
indemnización de perjui cios, hasta quedar indemne el vencedor. Contra el
demandado de buena fe sólo podrá dirigir la acción reparatoria en la medida que
por la enajenación se haya hecho más rico, es decir, siempre que ésta se haya
hecho a título oneroso.
Hay, en el fondo, una garantía que le otorga el Código al heredero que obtiene en
el juicio de petición de herencia, y esta se asemeja a una suerte de solidaridad
pasiva legal sui generis que impone siempre al demandado vencido de mala fe o al
de buena fe que enajena a título oneroso esta especial sanción civil por la cual lo
obliga solidariamente sólo en la parte que el actor no obtenga vía reivindicación.
Sin perjuicio de que la lógica nos indica que no procedería la acción reivindicatoria
contra terceros mientras el heredero haya obtenido el reconocimiento de su derecho
a la herencia y la condena del demandado que ha enajenado esos efectos al tercero,
hay fallos de nuestros Tribunales de justicia que han decidido no exigir como
condición previa del ejercicio de la acción reivindicatoria, que se declare en juicio
previo, la calidad de heredero del que la intenta. Es el caso de la Iltma. Corte de
Valparaíso, que en fallo de 2011, cuyos considerandos 7º a 12º transcribimos a
continuación, sostiene esta doctrina.
Décimo: Que con lo razonado hasta ahora resulta improcedente afirmar que, para
deducir por parte de un heredero la acción contenida en el artículo 1268 del
Código Civil primeramente ha de obtenerse se declare en juicio aparte su calidad
de tal, mediante una acción de petición de herencia, puesto que del propio tenor
literal de la norma en comento que se encuentra ubicada con posterioridad a las
normas relativas a la acción de petición de herencia, aparece que el legislador ha
utilizado la siguiente frase: "El heredero podrá también hacer uso de la acción
reivindicatoria", frase que en su sentido natural descarta la idea que
necesariamente haya de entablarse primero una acción en que se declare que es
heredero y que la persona contra quien se dirige es un falso heredero, para luego
en caso de obtener un resultado favorable, deba iniciar una acción reivindicatoria
contra el tercero, a quien aqu el le enajen ó un bien."
502
NOVENA LECCIÓN DE LOS EJECUTORES TESTAMENTARIOS Y DE LA PARTICIÓN DE BIENES
503
considerándose "un asunto de piedad el que las almas de los difuntos no padecieran
por falta de sufragios".
Don A. BELLO , en el Proyecto del año 1841 había definido a los albaceas con el
nombre de ejecutor , señalando : "Ejecutor es la persona a quien, por nombramiento
del difunto o por la lei, corresponde hacer ejecutar el testamento, si lo hai, o las
disposiciones de los artículos relativos a la sucesión intestada." Ya en
el Proyecto de 1847 sustituyó sólo el nombre llamándolo ejecutor de última
voluntad , apareciendo en el Proyecto de 1853 con su redacción definitiva. Es
precisamente en nota contenida en este último Proyecto en donde don
A. BELLO alude como fuente al Código civil francés (CF. 1025), aunque en opinión
del profesor BARRIENTOS GRANDON no es inspiración directa del Art. 1270, y al
Código de las Siete Partidas (l. 1, tit. 10. P. 6), que s í habría cumplido este fin.
"6º.- Que resulta adecuado recordar que el artículo 1270 del Código civil define a
los albaceas señalando que los ejecutores testamentarios o albaceas son
aquéllos a quienes el testador da el encargo de hacer ejecutar sus disposiciones.
Son personas a quienes el testador encarga hacer cumplir sus disposiciones
testamentarias.
En relación al albaceazgo:
506
1º. El albaceazgo es solemne y constituye una cláusula testamentaria . En
efecto , no hay albaceazgo sin que la designación se contenga en el testamento
mismo del causante.
3º. El albaceazgo termina por la muerte del mandatario , aunque con ésta
comienza el albaceazgo, pues se trata de un mandato para ejecutar disposiciones
testamentarias, de ahí que esté destinado a ejecutarse después de los días del
mandante.
Art. 1280. "El albaceazgo es indelegable, a menos que el testador haya concedido
expresamente la facultad de delegarlo.
El albacea, sin embargo, podrá constituir mandatarios que obren a sus órdenes;
pero será responsable de las operaciones de éstos."
Art. 1277. "El albacea nombrado puede rechazar libremente este cargo.
7º. La aceptación del albaceazgo puede ser expresa o tácita, pero siempre
manifestada pura y simplemente . Acepta expresamente el cargo, cuando en
términos formales y explícitos el ejecutor toma posesión del mismo y declara su
conformidad con el nombramiento. Hay aceptación tácita cuando ejecuta un acto
507
que supone necesariamente la intención de haber aceptado el cargo y que no
hubiere tenido derecho de ejecutar sino en su calidad de albacea.
La dimisión del cargo con causa legítima le priva sólo de una parte proporcionada
de la asignación que se le haya hecho en recompensa del servicio."
Aunque el Art. 1278 que regula la aceptación no ha exigido que ésta sea pura y
simple, esto ha sido así entendido por la doctrina, como la de los
profesores DOMÍNGUEZ, lo que compartimos, pues si la ley ha previsto que el albacea
pueda rechazar libremente el cargo dando razones graves para ello, no se
justificaría una aceptación sujeta a condición o que produzca efectos desde un día
determinado. La modalidad pasaría a constituir una negativa sin causa grave.
Aplicando por analogía la regla de la aceptación de las asignaciones del Art. 1227
llegaríamos a la misma conclusión.
Sin embargo, este razonamiento no parece ser el correcto desde que el rechazo
del cargo debe ser calificado para que produzca efectos, esto es, debe probarse por
el ejecutor la existencia de un inconveniente grave que la justifique. Lo anterior
parece indicarnos que la renuncia es una gestión que debe presentarse ante Juez
competente, pero la cuestión que se plantea ahora es de saber si debe accionar el
ejecutor para noticiar a los herederos o deben hacerlo éstos oponiéndose a la
renuncia o negativa de aqu é l por considerarla infundada. En el primer caso, nos
parece, se trataría de un acto no contencioso y salvo que se presente oposición por
508
legítimo contradictor (los herederos) se ventilará en un procedimiento sumario, por
la naturaleza del asunto que requiere una tramitación rápida para que sea eficaz.
En el segundo caso, nuestra opinión es que debe ser el procedimiento sumario
aquel en el cual incoen su oposición los herederos.
Los profesores DOMÍNGUEZ nos enseñan que una sentencia de antigua data de la
Iltma. Corte de apelaciones de Concepción negó valor a la renuncia del albacea,
efectuada mediante escritura pública, por cuanto "no fue aceptada ni calificada la
causa por el juez competente como lo prescribe el Art. 1278 del Código civil."
Concluyamos que el silencio del albacea, por muy largo que éste sea, no debiera
permitir accionar de perjuicios a los herederos contra el ejecutor, por cuanto la ley
ha previsto la solución del Art. 1276 para éstos a fin de evitar los daños que ese
silencio pueda causarles. Nemo auditur ... obliga.
En relación al albacea:
1º. El albacea debe ser absolutamente capaz y cumplir con otras exigencias
habilitantes. La ley ha sido extremadamente exigente para con la persona que
desempeñe el cargo de albacea. En efecto, no sólo le exige absoluta
capacidad , además le impone una serie de exigencias habilitantes que se deducen
del Art. 1272 que hace un reenvío a los Arts 497 y 498, ya estudiados, en relación
a las incapacidades para ser guardador.
509
Ni las personas designadas en los artículos 497 y 498."
En concreto, para ser albacea el nombrado no sólo debe ser mayor de edad,
además no puede ser ciego, mudo, demente (aunque no esté interdicto), fallido o
declarado en quiebra, interdicto por disipación, tener mala conducta notoria, ser
analfabeto, no tener domicilio en Chile, haber sido condenado a delito que merezca
pena aflictiva, haber sido privado de ejercer la patria potestad según el artículo 271,
haber sido removido de una guarda por torcida o descuidada administración o en el
juicio subsiguiente haber sido condenado por fraude o culpa grave, a indemnizar al
pupilo y , finalmente , no haber sido destinado a ejercer por largo tiempo, o por
tiempo indefinido, un cargo o comisión pública fuera del territorio chileno. También
son incapaces de albaceazgo las personas jurídicas.
¿Es hábil para ser albacea uno de los testigo s del testamento? El Código nada
dice acerca de la incompatibilidad que se presenta de asumir como albacea a quien
fue testigo del acto testamentario. En un principio, la aplicación del principio de
interpretación estricta de las inhabilidades nos debería llevar a rechazarlo , pues el
Código no contempla esa hipótesis como circunstancia que incapacita al ejecutor.
Hay un fallo de antigua data que ha sentado esa misma doctrina. En efecto, la
Excma. Corte Suprema , en sentencia de 5 de julio de 1919 , dispuso que "las
únicas personas inhabilitadas para ser albaceas son las enumeradas en el artículo
1272 del Código Civil y otras en casos especiales que se indican en los artículos
siguientes. Entre los inhabilitados no están los testigos del testamento, que pueden
ser albaceas."
Esta regla nos resuelve la situación del albacea designado que fue testigo del acto
testamentario y que es a su vez asignatario (a título de herencia o legado), pues lo
hace incapaz de suceder al testador, ¿pero lo inhabilita ello para asumir el cargo de
albacea? Pregunta que vale igualmente para el albacea que testificó en el
testamento , pero que no es heredero del testador.
2º. El albacea no tiene más atribuciones que las indicadas expresamente por la
ley . A diferencia de lo que señalábamos en el Código civil francés, el albacea en
nuestra legislación tiene sus facultades señaladas en la propia ley. En
consecuencia, no se le pueden ampliar ni restringir sus facultades ni por el testador
ni por los herederos.
Art. 1302. "La remuneración del albacea será la que le haya señalado el testador.
Art. 1282. "El juez podrá dividir las atribuciones, en ventaja de la administración,
y a pedimento de cualquiera de los albaceas, o de cualquiera de los interesados
en la sucesión."
Art. 1283. "Habiendo dos o más albaceas con atribuciones comunes, todos ellos
obrarán de consuno, de la misma manera que se previene para los tutores en el
artículo 413.
El testador podrá autorizarlos para obrar separadamente; pero por esta sola
autorización no se entenderá que los exonera de su responsabilidad solidaria."
En Chile, como hemos advertido, el albacea sólo puede designado por un acto
testamentario. Si el testador omite hacer el nombramiento en el testamento o llegare
a faltar, por cualquier causa, el albacea nombrado, la responsabilidad de ejecutar
512
las disposiciones testamentarias se la impone la ley a los herederos, conforme lo
señala el Art. 1271.
Albaceas sin tenencia de bienes o simplemente albaceas son aquellos a los que
el testador no entrega, para cumplir sus disposiciones testamentarias, parte o todos
los bienes que componen la herencia. Albaceas con tenencia de bienes, en cambio,
son aquellos a quienes el testador concede la tenencia del todo o parte de los bienes
que componen la herencia para que cumpla los encargos que éste le ha hecho.
Art. 1284. "Toca a el albacea velar sobre la seguridad de los bienes; hacer que se
guarde bajo llave y sello el dinero, muebles y papeles, mientras no haya inventario
solemne, y cuidar de que se proceda a este inventario, con citación de los
herederos y de los demás interesados en la sucesión; salvo que siendo todos los
herederos capaces de administrar sus bienes, determinen unánimemente que no
se haga inventario solemne."
Art. 1285. "Todo albacea será obligado a dar noticia de la apertura de la sucesión
por medio de tres avisos publicados en un diario de la comuna, o de la capital de
la provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo hubiere."
513
Esta comunicación se extiende al ministerio público en lo civil (defensor público),
al ordinario eclesiástico o a la municipalidad respectiva, cuando hubiere legados de
beneficencia pública, de obras pías o de utilidad pública , respectivamente, tal como
lo expresa el Art. 1291.
Art. 1291. "Si hubiere legados para objetos de beneficencia pública, dará
conocimiento de ellos, con inserción de las respectivas cláusulas testamentarias,
al ministerio público; a quien asimismo denunciará la negligencia de los herederos
o legatarios obligados a ellos, o del curador de la herencia yacente, en su caso.
Art. 1290. "Pagará los legados que no se hayan impuesto a determinado heredero
o legatario; para lo cual exigirá a los herederos o al curador de la herencia yacente
el dinero que sea menester y las especies muebles o inmuebles en que consistan
los legados, si el testador no le hubiere dejado la tenencia del dinero o de las
especies.
514
Los herederos, sin embargo, podrán hacer el pago de los dichos legados por sí
mismos, y satisfacer a el albacea con las respectivas cartas de pago; a menos
que el legado consista en una obra o hecho particularmente encomendado a el
albacea y sometido a su juicio."
Además, el albacea está facultado, siempre que cuente con la anuencia de los
herederos y en pública subasta, para enajenar bienes de la sucesión, en la forma
que lo prescriben los Arts. 1293 y 1294.
Art. 1293. "Con anuencia de los herederos presentes procederá a la venta de los
muebles, y subsidiariamente de los inmuebles, si no hubiere dinero suficiente para
el pago de las deudas o de los legados; y podrán los herederos oponerse a la
venta, entregando a el albacea el dinero que necesite al efecto."
Art. 1294. "Lo dispuesto en los artículos 394 y 412 se extenderá a los albaceas."
3º. En el orden de las facultades judiciales que le confiere la ley , conforme al Art.
1295, le restringe su comparecencia en juicio sólo para defender la validez del
testamento, o para llevar a efecto las disposiciones testamentarias que le incumban;
siempre con intervención de los herederos presentes o del curador de la herencia
yacente, en su caso.
Art. 1295. "El albacea no podrá parecer en juicio en calidad de tal, sino para
defender la validez del testamento, o cuando le fuere necesario para llevar a
efecto las disposiciones testamentarias que le incumban; y en todo caso lo hará
con intervención de los herederos presentes o del curador de la herencia yacente."
515
de bienes impide la declaración de yacencia de la herencia confiriéndole a este
albacea atribuciones más extendidas en orden judicial.
Art. 1296. "El testador podrá dar a el albacea la tenencia de cualquiera parte de
los bienes o de todos ellos.
Sin embargo, de esta tenencia habrá lugar a las disposiciones de los artículos
precedentes."
Albacea simple, es aquel ejecutor que cumple encargos públicos del testador,
esto es, encargos que son conocidos por los herederos, el juez y quienquiera con
516
interés que le solicite conocer su contenido. Albacea fiduciario , en cambio, es aquel
ejecutor a quien el testador encarga el cumplimiento o la ejecución de disposiciones
testamentarias secretas o confidenciales.
Art. 1315. "El albacea fiduciario podrá ser obligado, a instancia de un albacea
general, o de un heredero, o del curador de la herencia yacente, y con algún justo
motivo, a dejar en depósito, o afianzar la cuarta parte de lo que por razón del
encargo se le entregue, para responder con esta suma a la acción de reforma o a
las deudas hereditarias, en los casos prevenidos por ley.
517
2ª El albacea fiduciario tendrá las calidades necesarias para ser albacea y
legatario del testador; pero no obstará la calidad de eclesiástico secular, con tal
que no se halle en el caso del artículo 965.
1º. En cuan t o a la capacidad para ser albacea fiduciario . La ley ha exigido que
tenga la capacidad específica para ser albacea y, además, que se a capaz de ser
legatario del testador. Consecuencia de lo anterior es que las inhabilidades de los
albaceas se rigen por las reglas de los legatarios. ¿Significa esto que debe además
ser d ignos para suceder al testador? No, pues lo que exige la ley es que sea capaz
de sucederle como legatario. Además, la designación de albacea importaría un
perdón de una eventual indignidad que le afecte.
¿Es incapaz de ser albacea fiduciario quien haya sido testigo del
testamento? Esta pregunta ya la formulamos atrás , pero con ocasión del simple
albacea. En una primera aproximación debiéramos concluir que no habría
inhabilidad pues la ley no la contempla. Sin embargo, nuestros Tribunales de
Justicia, en fallo antiguo, han dado una solución diferente y han inhabilitado al
testigo que luego es llamado a servir este tipo de albaceazgo. En efecto, la Excma.
Corte Suprema , en fallo de 5 de julio de 1919, concluyó que : "El testigo de un
testamento puede ser albacea general, pero no legatario del testador (Arts. 1061 y
1312 Nº 2º). Por tanto, es nula su designación como albacea fiduciario y debe
entregar a los herederos los bienes dejados con este objeto, con sus frutos desde
la contestación a la demanda."
"No cumple con esta condición la disposición testamentaria que no expresa que
las obras de caridad en que deben emplearse los bienes destinados a este objeto
sean las que secretamente haya comunicado a sus albaceas el testador, y al
contrario, se dice ahí por éste que les recomienda expresamente a los huérfanos.
Tampoco cumple con esta condición la disposición testamentaria, por más que
use las expresiones albacea fiduciario, que encarga al albacea distribuir el
remanente de los bienes como crea más conveniente, sin que nadie pueda
tomarle cuenta. Resulta inconciliable con el albaceazgo fiduciario la facultad
amplia otorgada a el albacea para hacer la distribución de los bienes a su arbitrio."
Art. 1313. "No se podrá destinar a dichos encargos secretos, más que la mitad de
la porción de bienes de que el testador haya podido disponer a su arbitrio."
En la misma línea se encuentra la exigencia tercera del Art. 1312 que prescribe
que en el testamento deben expresarse las especies o la suma determinada de
dinero que dispondrá el albacea fiduciario para cumplir estos encargos.
Art. 1314. "El albacea fidu ciario deberá jurar ante el juez que el encargo no tiene
por objeto hacer pasar parte alguna de los bienes del testador a una persona
incapaz, o invertirla en un objeto ilícito.
519
La prestación del juramento deberá preceder a la entrega o abono de las especies
o dineros asignados al encargo.
En fin, conviene señalar, para concluir este tipo de albaceazgo , que el albacea
fiduciario puede ser conminado por el albacea general, un heredero o el curador de
la herencia yacente, a depositar la cuarta parte de los bienes que le han sido
entregados para cumplir el encargo, siempre que hubiere justo motivo, para hacer
frente a las eventuales acciones de reforma o al pago de las deudas hereditarias.
Así lo prescribe el Art. 1315.
Art. 1315. "El albacea fiduciario podrá ser obligado, a instancia de un albacea
general, o de un heredero, o del curador de la herencia yacente, y con algún justo
motivo, a dejar en depósito, o afianzar la cuarta parte de lo que por razón del
encargo se le entregue, para responder con esta suma a la acción de reforma o a
las deudas hereditarias, en los casos prevenidos por ley.
Art. 1281. "Siendo muchos los albaceas, todos son solidariamente responsables,
a menos que el testador los haya exonerado de la solidaridad, o que el mismo
testador o el juez hayan dividido sus atribuciones y cada uno se ciña a las que le
incumban."
Art. 1282. "El juez podrá dividir las atribuciones, en ventaja de la administración,
y a pedimento de cualquiera de los albaceas, o de cualquiera de los interesados
en la sucesión."
520
Art. 1283. "Habiendo dos o más albaceas con atribuciones comunes, todos ellos
obrarán de consuno, de la misma manera que se previene para los tutores en el
artículo 413.
El testador podrá autorizarlos para obrar separadamente; pero por esta sola
autorización no se entenderá que los exonera de su responsabilidad solidaria."
521
Art. 1301. "Se prohíbe a el albacea llevar a efecto ninguna disposición del testador
en lo que fuere contraria a las leyes, so pena de nulidad, y de considerársele
culpable de dolo."
Art. 1294. "Lo dispuesto en los artículos 394 y 412 se extenderá a los albaceas.
En efecto , a los tutores o curadores se les exige vender los bienes del pupilo en
pública subasta (Art. 394), prohibición que afecta al albacea con tenencia de bienes.
Art. 1293. "Con anuencia de los herederos presentes procederá a la venta de los
muebles, y subsidiariamente de los inmuebles, si no hubiere dinero suficiente para
el pago de las deudas o de los legados; y podrán los herederos oponerse a la
venta, entregando a el albacea el dinero que necesite al efecto."
Asimismo, para evitar todo conflicto de intereses con el pupilo, se les prohíbe por
la ley celebrar cualquier acto o contrato en que directa o indirectamente tenga
interés el propio guardador o personas relacionadas a él, sean parientes o socios
de comercio, sin contar con el acuerdo de los demás albaceas (no implicados
igualmente) o, en subsidio, con autorización judicial.
Art. 1298. "El testador no podrá ampliar las facultades del albacea, ni exonerarle
de sus obligaciones, según se hallan unas y otras definidas en este título."
522
En concordancia y como consecuencia de lo anterior es que el Art. 1287 impone
al albacea la obligación de reparar todos los perjuicios que ello haya traído a los
herederos.
Art. 1287. "La omisión de las diligencias prevenidas en los dos artículos anteriores,
hará responsable a el albacea de todo perjuicio que ella irrogue a los acreedores.
1º. Llevar a cabo el encargo . Obligación que corresponde , por lo demás , a todo
mandatario y que se estudió en el Art. 1278 con ocasión del carácter irrevocable del
albaceazgo.
La dimisión del cargo con causa legítima le priva sólo de una parte proporcionada
de la asignación que se le haya hecho en recompensa del servicio."
2º. Tomar las providencias conservativas a fin de velar por la seguridad de los
bienes que componen la sucesión . En efecto, además de la obligación del albacea
debe publicar los tres avisos anunciando la apertura de la sucesión (Art. 1285), lo
obliga la ley a inventariar solemnemente lo antes posible los bienes transmitidos,
tomando todas las medidas de conservación para proteger ese patrimonio. Así lo
prescribe el Art. 1284.
Art. 1284. "Toca a el albacea velar sobre la seguridad de los bienes; hacer que se
guarde bajo llave y sello el dinero, muebles y papeles, mientras no haya inventario
solemne, y cuidar de que se proceda a este inventario, con citación de los
herederos y de los demás interesados en la sucesión; salvo que siendo todos los
herederos capaces de administrar sus bienes, determinen unánimemente que no
se haga inventario solemne."
523
de las disposiciones que le ha encomendado el testador. Constituye una excepción
el albacea con tenencia que no está obligado a rendir caución , a menos que exista
fundado temor de la suerte de los bienes mientras éstos permanezcan bajo su
tenencia. Así lo prescribe el Art. 1297.
Art. 1309. "El albacea, luego que cese en el ejercicio de su cargo, dará cuenta de
su administración, justificándola.
Art. 1310. "El albacea, examinadas las cuentas por los respectivos interesados, y
deducidas las expensas legítimas, pagará o cobrará el saldo, que en su contra o
a su favor resultare, según lo prevenido para los tutores y curadores en iguales
casos."
5º. Declarar el impuesto anual a la renta . Entre las obligaciones del albacea es
especialmente destacable la de hacer la declaración anual de la renta
correspondiente a la sucesión del causante. Así se desprende de la parte final del
Art. 65 del D.L. Nº 824.
1º. Por la llegada del plazo . Causal común aplicable a los mandatarios, y que
revela sobre todo la temporalidad del albaceazgo, pues está sujeto a un término que
le fija el testador o la ley, ampliable por el juez, en ciertos casos como ya
estudiamos. A esta causal se refiere el Art. 1303.
524
Art. 1303. "El albaceazgo durará el tiempo cierto y determinado que se haya
prefijado por el testador."
Art. 1307. "Los herederos podrán pedir la terminación del albaceazgo, desde que
el albacea haya evacuado su cargo; aunque no haya expirado el plazo señalado
por el testador o la ley, o ampliado por el juez para su desempeño."
3º. Por remoción del albacea . Como veremos de la lectura del Art. 1300 en
relación con el Art. 680, Nº 4 CPC, el albacea puede ser removido de su cargo, por
culpa grave o dolo y a petición de los herederos o del curador de la herencia
yacente.
Art. 1300. "Será removido por culpa grave o dolo, a petición de los herederos o
del curador de la herencia yacente, y en caso de dolo se hará indigno de tener en
la sucesión parte alguna, y además de indemnizar de cualquier perjuicio a los
interesados, restituirá todo lo que haya recibido a título de retribución."
Art. 680 CPC (838). "El procedimiento de que trata este Título se aplicará en
defecto de otra regla especial a los casos en que la acción deducida requiera, por
su naturaleza, tramitación rápida para que sea eficaz.
4º. A los juicios sobre remoción de guardadores y a los que se susciten entre los
representantes legales y sus representados ."
4º. Por muerte o incapacidad sobreviviente del albacea . También constituye una
causal aplicable a la extinción del mandato. Así lo señalan los Arts. 1279 y 1275.
5º. Por renuncia del albacea . Otra causal que es común al mandato. En efecto,
el albacea puede renunciar en los casos en que al mandatario le es lícito hacerlo.
Para el profesor RODRÍGUEZ GREZ , será lícita la renuncia del albacea cuando ella se
realice conforme al Art. 2167 inciso 2º, privándole de parte de la asignación si la
renuncia fuere legítima. Lo anterior lo prescribe el inciso 2º del Art. 1278.
525
Art. 1278 inciso 2º. "La dimisión del cargo con causa legítima le priva sólo de una
parte proporcionada de la asignación que se le haya hecho en recompensa del
servicio."
6º. Por no haber aceptado el cargo dentro del plazo fijado por el juez a instancias
de cualquier interesado en la sucesión . Causal más propiamente de caducidad del
nombramiento está tratada en el Art. 1276 y a ella ya nos hemos referido.
INTRODUCCIÓN
526
Las reglas de la partición elaboradas y propuestas por don Andrés BELLO fueron,
en palabras de don Pedro LIRA URQUIETA , muy celebradas por cuanto "simplificó
notablemente el antiguo régimen particional español y mejoró el sistema escogido
por el Código francés." El principio básico, nos decía este autor, "está en el horror
con que la ley mira a la indivisión. Juzga útil la división y la favorece. Quiere el
legislador que las propiedades se dividan y en lo posible que cada comunero reciba
su hijuela. De ahí arranca, y de una manera natural, el fraccionamiento creciente de
la propiedad territorial en Chile."
Art. 1776. "La división de los bienes sociales se sujetará a las reglas dadas para
la partición de los bienes hereditarios."
Art. 2313. "La división de las cosas comunes y las obligaciones y derechos que
de ella resulten se sujetarán a las mismas reglas que en la partición de la
herencia."
Esa regulación pasa a las Partidas, donde continuaron desarrollándose las reglas.
El Rey ALFONSO X definiría la partición como "el departimiento que fazen los omes
entre sí de las cosas que han comunalmente por herencia o por otra razón."
527
Don Andrés BELLO emplea tres fuentes , principalmente , para redactar las reglas
de la partición, el Proyecto de GARCÍA GOYENA (Goy., núm. 2243), aunque el
profesor BARRIEN TOS GRANDON nos prueba que esa remisión está equivocada;
el Código civil francés (CF. 815), y los comentarios de Joseph André ROGRON , que
claramente son la influencia más clara de nuestro legislador. Por
cierto, ROGRON definía la partición como sigue: Le partage est l'opération au moyen
de laquelle on divise les biens de la succession entre les cohéritiers .
5 8 0. CONCEPTO. La palabra partición proviene del latín partitio, onis que significa
separar, dividir. Don A. BELLO no definió la partición, a pesar que, por ejemplo, en
la legislación de las Partidas, como ya notamos, se la había definido. Siguió , en
consecuencia , la línea del Code de Napoléon que le dedicaba el Capítulo VI Du
partage et des rapports del Libro III, sin definirla tampoco y refiriéndose a ella
simplemente como partage (división), mientras la doctrina prefiere
emplear opérations de partage .
Don Robustiano VERA entendía por partición "la división y distribución de los
bienes de la herencia entre los coherederos, para que cada uno reciba la parte que
le corresponda, según la voluntad del difunto i en su defecto con arreglo a lo
dispuesto por las leyes."
Este concepto luego será retomado por el profesor Marcos SILVA BASCUÑÁN quien
propondría que la partición "es el acto por el cual se pone fin a la indivisión,
liquidando y distribuyendo entre los copartícipes el caudal poseído pro indiviso en
proporción a los derechos cuotativos de cada cual."
528
Art. 1348. "Las particiones se anulan o se rescinden de la misma manera y según
las mismas reglas que los contratos.
529
En concreto , los pactos de indivisión constituyen una convención por cuya virtud
los comuneros renuncian, por un determinado tiempo, a pedir la división de la
comunidad, consintiendo en permanecer en estado de indivisión.
Art. 1317. "Ninguno de los coasignatarios de una cosa universal o singular será
obligado a permanecer en la indivisión; la partición del objeto asignado podrá
siempre pedirse con tal que los coasignatarios no hayan estipulado lo contrario.
No puede estipularse proindivisión por más de cinco años, pero cumplido este
término podrá renovarse el pacto.
De este artículo, tomado prácticamente textual del original Art. 815 del Código civil
francés, se desprenden muchos elementos que determinan la fisonomía de estos
pactos y que muestran la relación tortuosa de éstos con el derecho de partición.
Article 815. " Nul ne peut être contraint à demeurer dans l'indivision ; et le partage
peut être toujours provoqué, nonobstant prohibitions et conventions contraires.
En efecto, siguiendo al Code nuestro Código emplea en gran parte del inciso 1º
la redacción francesa, donde en una misma frase hay dos adverbios
( ninguno y siempre ), que en Derecho revelan situaciones que no admiten
excepciones, pues no permiten prueba en contrario (presunciones iure et de iure );
pero en seguida se integra una excepción en términos tales que no sólo desvirtúa
la regla , sino que puede llegar a desnaturalizarla. En concreto, se señala
530
que "ninguno de los coasignatarios será obligado a permanecer en la indivisión" y
luego que "la partición del objeto asignado podrá siempre pedirse" está afirmando
inequívocamente el principio de "libertad de la partición" para usar los términos del
profesor CLARO SOLAR . El Código civil francés continúa diciendo que esto rige "a
pesar de las prohibiciones y pactos en contrario", don A. BELLO, con s ciente tal vez
de las interpretaciones que había generado la palabra "prohibiciones", que se
referían a la validez de la imposición de estos pactos por el testador, introdujo mejor
" con tal que los coasignatarios no hayan estipulado lo contrario. Proseguía el inciso
2º del Code señalando que "sin embargo se podía suspender la partición por un
tiempo limitado", añadiendo que "esta convención no es obligatoria [inoponible] más
allá de 5 años" , para terminar expresando "pero puede renovarse". Nuestro Código,
en la misma línea, señala que "no puede estipularse proindivisión por más de cinco
años, pero cumplido este término podrá renovarse el pacto". Con esto, se está
afirmando con fuerza el principio de la "libertad individual" que lleva a la voluntad
autónoma, si así lo quiere, a permanecer indefinidamente en estado de indivisión.
Como se aprecia, hay una victoria de la libertad de partición como remedio contra
la "opresión" de la indivisión; pero al mismo tiempo victoria de la libertad individual
como consecuencia a la voluntad de querer mantenerse "oprimido".
¿Quiere decir entonces que la indivisión no es tan mal vista por el Código?
Nuestro Código no miró la indivisión, si se le compara con otras instituciones que
lisa y llanamente prohíbe, con más desconfianza, malos ojos como decía el
profesor SOMARRIVA o recelo como expresa el profesor RODRÍGUEZ GREZ . A nuestro
juicio , el Art. 1317 puede leerse igualmente como que cualquiera persona puede
permanecer en la indivisión, por todo el tiempo que desee, mientras consienta con
todos los demás comuneros en ello. Corolario : Nadie puede ser obligado a
permanecer en la indivisión, pero nadie tampoco puede impedírselo.
2º. El pacto produce efectos siempre que todos los indivisarios renuncien a su
derecho por el tiempo convenido . Dicho de otro modo, no produce el efecto de
531
suspender la partición si no lo acuerdan todos los comuneros. Basta que uno no
consienta en permanecer indiviso y debe procederse a la partición. El ejercicio del
derecho de partición es absoluto , esto es, no puede calificarse de abus ivo . Incluso
en hipótesis en donde la partición genere per juicio para la comunidad, el ejercicio
del derecho no puede restringirse por autoridad alguna (la ley, el juez, la
administración), a menos que consienta en ello el comunero.
3º. Los pactos se presentan con un carácter temporal , aunque se deja abierta la
posibilidad de mantener en el tiempo la indivisión . En efecto, señala el Código que
el pacto no puede durar más de cinco años, pero admite su renovación. Luego
veremos las dudas que se presentan en relación a la posibilidad de renovar
indefinidamente el pacto y los efectos que produce un pacto por más del tiempo
límite que señala la ley.
Llama la atención que siendo esta particularidad de los pactos no discutida por la
doctrina , ésta siga sosteniendo que el legislador pone trabas o límites a dichos
pactos. Que, en la letra de la ley se limite a cinco años estos pactos, no tiene mayor
impacto si luego se permite renovarlo tantas veces como se quiera. Nada impediría,
como lo acepta sin contraposiciones la doctrina, que se integre dentro de cada
532
pacto una cláusula de renovación automática que permita que, si al vencimiento de
cada período ninguno de los comuneros manifiesta su intención de no seguir en la
indivisión, se prorroga automáticamente el estado de indivisión por períodos iguales
y sucesivos de cinco años.
A nuestro juicio , la posición del profesor SILVA BASCUÑÁN no deja de tener una
explicación lógica, amén de poner en el tapete, como no lo hacen las otras, la razón
por la cual don A. BELLO incluyó la exigencia de renovarse el pacto una vez cumplido
el plazo de éste, en pleno conocimiento de que el Code de Napoléon no la había
in troducido. En efecto, probablemente con esta exigencia lo que se pretendía por
el legislador era dar a los comuneros un período de reflexión, después de vencido
el tiempo de indivisión pactado, para pactarla nuevamente. Dicho de otro modo,
pretendía, tal vez, que reflexionaran los indivisarios sobre las consecuencias de una
nueva renuncia a su derecho de pedir la partición. No daría lo mismo, en concreto,
siguiendo el ejemplo dado anteriormente, pactar la renovación a los ocho meses,
por cinco años más, que esperar el término de los dos años del pacto primitivo. Es
comprensible así que el legislador exigiera reflexionar a los comuneros acerca de
las pesadas consecuencias de renunciar nuevamente a su libertad de partición
mediante un pacto de renovación sólo después de extinguido el período pactado.
Tercera pregunta . ¿Qué sanción trae aparejado pactar indivisiones por más de
cinco años? A diferencia del Code de Napoléon de 1804 que expresamente
señalaba que la indivisión no obligaba más allá de cinco años ( cette convention ne
peut être obligatoire au-delà de cinq ans) , lo que claramente indicaba que la sanción
de ineficacia era la inoponibilidad del exceso; nuestro Código civil dispuso que no
podía estipularse proindivisión por más de cinco años, lo que dejó un tiempo abierta
la discusión acerca de cuál era la sanción de pactos de indivisión de duración
superior a cinco años y con mayor razón de pactos indeterminados en el tiempo.
533
El profesor CLARO SOLAR se mostraba de acuerdo con llegar a la misma solución
que el Código francés, de manera que si se pactaba por más tiempo que los cinco
años o con duración indefinida sólo valía por cinco años; luego , si pasados los cinco
años uno de los comuneros pedía la partición no podía oponérsele el pacto
acordado por más de ese tiempo o indefinidamente. El profesor
Fernando ALESSANDRI mantendría la opinión anterior y también opinaría que dicho
pacto sólo duraba el máximo legal, es decir, cinco años, con lo cual se configuraría
la doctrina mayoritaria en Chile. Para otros autores, como don Manuel SOMARRIVA y
don Ramón MEZA BARROS , el pacto era válido hasta cinco años y nulo en el exceso.
Hoy el Art. 815 del Code establece el principio según el cual nadie puede ser
obligado a permanecer en la indivisión, la partición puede siempre ser provocada, a
menos que se haya dispuesto lo contrario por sentencia judicial o convención de las
partes ( Nul ne peut être contraint à demeurer dans l'indivision et le partage peut
toujours être provoqué, à moins qu'il n'y ait été sursis par jugement ou convention ).
La indivisón recibe una doble regulación, por una parte, en los Arts. 815 a 815-18
( indivision légale ); y, por la otra, en los Arts. 1873-1 a 1873-18 ( indivision
conventionnelle ).
En efecto, en Francia hoy, por un lado, se puede pactar indivisión por una duración
limitada a cinco años renovable expresamente o mediante cláusula de renovación
automática sea por una duración determinada o indeterminada, suspendiéndose el
derecho de exigir la partición durante este tiempo, salvo que se invoquen justos
motivos para no permanecer en ese estado. Por otro lado, se puede concluir una
convención de indivisión por tiempo indeterminado (indefinido), en cuyo caso se
puede ejercer el derecho de partición en cualquier momento , siempre que no sea
ejercido de mala fe o inoportunamente.
534
profesional). El juez en su decisión podrá imponer el estado de indivisión por dos
años.
3º. Es una acción de ejercicio absoluto . A diferencia del Derecho francés, en Chile
el derecho de provocar la partición, jamás podría ser calificado de abusivo, por lo
que su ejercicio y oportunidad pueden ser decididos arbitrariamente por el
indivisario.
535
5 88 . TITULARES DEL DERECHO DE PROVOCAR LA PARTICIÓN. El derecho de provocar
la división de la comunidad hereditaria corresponde a cada indivisario. Nos interesa
ver quiénes son considerados indivisarios y , por ende , legitimados activamente
para provocar la partición.
1º. Los comuneros. Los comuneros son los miembros de la comunidad indivisa,
es decir, originalmente los herederos que han obtenido a su favor la posesión
efectiva de la herencia. No pueden, en consecuencia, provocar la partición los
legatarios, pues en palabras del profesor SOMARRIVA "el legislador en ninguna parte
se lo ha concedido."
Sin embargo, para que cada heredero pueda provocar la partición es necesario
que sus derechos sobre la herencia no estén sujetos a condición suspensiva, pues
en ese caso no dispone sino de una mera expectativa y sólo podrán provocar la
partición una vez cumplida la condición. Así lo prescribe el inciso 1º del Art. 1319.
Art. 1319. "Si alguno de los coasignatarios lo fuere bajo condición suspensiva, no
tendrá derecho para pedir la partición mientras penda la condición. Pero los otros
coasignatarios podrán proceder a ella, asegurando competentemente al
coasignatario condicional lo que cumplida la condición le corresponda.
536
2º. Los cesionarios de derechos hereditarios . En Chile es posible ceder la
totalidad de los derechos hereditarios que le correspondan o pudieren
corresponderle al cedente en la herencia del causante, como también es posible
ceder los derechos hereditarios en una cosa específica o un bien determinado de la
herencia. En el primer caso, el cesionario recibe o sucede al cedente en su calidad
de heredero, subrogándolo en todos sus derechos hereditarios, por lo que puede
provocar la partición tal como lo hubiese podido hacer el cedente, recibiendo del
partidor en adjudicación un lote o hijuela igual a la que el heredero tenía
derecho . En el segundo caso, en cambio, el cesionario no subroga al heredero en
sus derechos hereditarios y se somete al efecto declarativo de la partición, por lo si
no se le llega a adjudicar al cedente el bien objeto de la cesión, nada tendrá en él.
Así se deduce del Art. 1320.
Art. 1320. "Si un coasignatario vende o cede su cuota a un extraño, tendrá éste
igual derecho que el vendedor o cedente para pedir la partición e intervenir en
ella."
Art. 751. "La propiedad fiduciaria puede enajenarse entre vivos y transmitirse por
causa de muerte, pero en uno y otro caso con el cargo de mantenerla indivisa, y
sujeta al gravamen de restitución bajo las mismas condiciones que antes.
537
Ahora bien, si todos los comuneros son propietarios fiduciarios, ninguno podrá
pedir la partición, pues en este caso se trata de una hipótesis de indivisión forzada.
Así lo vimos ya en el inciso final del Art. 1317.
4 º El caso especial del usufructo. En caso que se deje una asignación universal
a un heredero como nudo propietario y a otro como usufructuario, la cuestión de
saber cuál de ellos se encuentra legitimado para provocar la partición no fue una
hipótesis expresamente tratada por el Código. Por ello, la doctrina ha señalado que
en esa hipótesis cualquiera de ellos, sea el nudo propietario o el usufructuario podrá
provocar la partición.
En efecto , la remisión que hacía este distinguido profesor era al inciso 1º del Art.
519 , pero en relación directa con el Art. 524 del mismo Código que pasamos a
transcribir.
Art. 524. "En el caso del inciso 1º del artículo 519, podrá el acreedor dirigir su
acción sobre la parte o cuota que en la comunidad corresponda al deudor para
que se enajene sin previa liquidación, o exigir que con intervención suya se liquide
la comunidad. En este segundo caso, podrán los demás comuneros oponerse a
la liquidación, si existe algún motivo legal que la impida, o si, de procederse a ella,
ha de resultar grave perjuicio."
538
Nuestra posición se ajusta más a la que sostuvo el profesor CLARO SOLAR , quien
estimaba que los acreedores podían provocar la partición en la hipótesis que
estuvieren legitimados para entablar la acción oblicua o subrogatoria.
6 º. Todos los que por disposición de la ley administran los bienes de los
asignatarios interesados en la sucesión . La ley ha facultado a estos
administradores (guardadores, marido de la mujer casada con éste en sociedad
conyugal) , sometiéndolo empero a ciertas exigencias que pasamos a estudiar a
continuación.
Primera regla. Para provocar la partición por sí mismo el heredero debe tener
plena capacidad de ejercicio y de disposición . La regla general para provocar la
partición, debe el heredero tener plena capacidad de disposición. En consecuencia
si no la tiene, se le priva de poder ejercerla por sí mismo, pero sí con el ministerio o
la autorización de su representante legal.
Art. 1322. "Los tutores y curadores, y en general los que administran bienes
ajenos por disposición de la ley, no podrán proceder a la partición de las herencias
o de los bienes raíces en que tengan parte sus pupilos, sin autorización judicial.
La misma idea sigue el inciso 2º del Art. 1322, en relación a la provocación judicial
de la partición.
539
Art. 1326. "Si alguno de los coasignatarios no tuviere la libre disposición de sus
bienes, el nombramiento de partidor, que no haya sido hecho por el juez, deberá
ser aprobado por éste.
Art. 27. "El síndico representa los intereses generales de los acreedores, en lo
concerniente a la quiebra, y representa también los derechos del fallido, en cuanto
puedan interesar a la masa, sin perjuicio de las facultades de aquéllos y de éste
determinadas por la ley.
540
Hoy, sustituido el régimen concursal chileno (a partir de septiembre de 2014) , las
reglas que bajo la vigencia de la Ley Nº 18.175 de Quiebras facultaban al Síndico
para provocar la partición en que tuviera interés el fallido, como consecuencia de
que éste caía en desasimiento y pasaba este funcionario a representarlo, deben
entenderse entregadas al Liquidador , por aplicación del Art. 36 de la Ley Nº 20.720.
Segunda regla. Por los incapaces de ejercicio podrán provocar la partición sólo
sus representantes legales con autorización judicial . En efecto, pueden provocar la
partición de la comunidad en que un incapaz absoluto o relativo sea copartícipe sólo
su representante, autorizado por la justicia. Así lo señala el Art. 1322, recién
transcrito, en relación con el Art. 396.
Art. 396. "Sin previo decreto judicial no podrá el tutor o curador proceder a la
división de bienes raíces o hereditarios que el pupilo posea con otros proindiviso.
2º. Cuando la partición haya sido hecha de común acuerdo. Así se desprende del
Art. 1325.
Art. 1325. "Los coasignatarios podrán hacer la partición por sí mismos si todos
concurren al acto, aunque entre ellos haya personas que no tengan la libre
541
disposición de sus bienes, siempre que no se presenten cuestiones que resolver
y todos estén de acuerdo sobre la manera de hacer la división.
Serán, sin embargo, necesarias en este caso la tasación de los bienes por peritos
y la aprobación de la partición por la justicia ordinaria del mismo modo que lo
serían si se procediere ante un partidor.
Los partidores nombrados por los interesados no pueden ser inhabilitados sino
por causas de implicancia o recusación que hayan sobrevenido a su
nombramiento.
542
La sanción para el caso de inobservancia de estas reglas relativas a la
autorización que deben obtener los representantes legales para provocar la
partición en que tengan interés sus representados no es la nulidad absoluta, sino la
rescisión o nulidad relativa pues se trata de la omisión de un requisito que la ley ha
establecido en atención al estado o calidad de las partes, es decir, de una formalidad
habilitante.
5 90 . FORMAS DE HACER LA PARTICIÓN. Tres son las formas que la ley permite para
que pueda llevarse a cabo la partición de la comunidad hereditaria: 1º. Que la haga
el propio causante, sean en vida o en su testamento; 2º. Que la hagan los
coasignatarios de común acuerdo; 3º. Que la haga un tercero imparcial, un juez
privado, llamado partidor.
Art. 1318. "Si el difunto ha hecho la partición por acto entre vivos o por testamento,
se pasará por ella en cuanto no fuere contraria a derecho ajeno.
Art. 1324. " Valdrá el nombramiento de partidor que haya hecho el difunto por
instrumento público entre vivos o por testamento, aunque la persona nombrada
sea albacea o coasignatario, o esté comprendida en alguna de las causales de
implicancia o recusación que establece el Código Orgánico de Tribunales,
siempre que cumpla con los demás requisitos legales; pero cualquiera de los
interesados podrá pedir al Juez en donde debe seguirse el juicio de partición que
declare inhabilitado al partidor por alguno de esos motivos.
Esta solicitud se tramitará de acuerdo con las reglas que, para las recusaciones,
establece el Código de Procedimiento Civil.
543
La lógica es la siguiente: Si se exige escritura pública para designar al partidor
con mayor razón se exigiría para efectuar la partición. Esta lógica en todo caso cede
a la evidencia del principio de especialidad de las solemnidades: Las solemnidades
son legales y de derecho estricto, no se aplican analogía s ni se interpretan
extensivamente.
2º. En los casos que tengan interés en la sucesión personas ausentes, que no
hayan nombrado apoderados, o personas bajo tutela o curaduría se requiere de
aprobación judicial, como ya vimos en el Art. 1342.
No ha exigido la ley algún tipo de testamento en particular, por lo que vale igual si
se contiene en un testamento privilegiado o en uno solemne. Evidentemente , que
si h a revocado el testamento o ha dispuesto en vida de sus bienes o de ellos por
testamento posterior, la partición queda sin efecto.
544
pongan de acuerdo en ella. En cuanto a la forma este caso sigue las mismas reglas
que para la partición efectuada en vida por el causante, esto es, no exige
solemnidad alguna, por lo mismo bastaría hacerla en forma consensual, aunque en
la práctica se hace por escritura pública , sobre todo si hay inmuebles que adjudicar
y por la s exigencias de prueba en los casos que señalamos recién. (Art. 1325) .
Art. 1325. "Los coasignatarios podrán hacer la partición por sí mismos si todos
concurren al acto, aunque entre ellos haya personas que no tengan la libre
disposición de sus bienes, siempre que no se presenten cuestiones que resolver
y todos estén de acuerdo sobre la manera de hacer la división.
Serán, sin embargo, necesarias en este caso la tasación de los bienes por peritos
y la aprobación de la partición por la justicia ordinaria del mismo modo que lo
serían si se procediere ante un partidor.
Los partidores nombrados por los interesados no pueden ser inhabilitados sino
por causas de implicancia o recusación que hayan sobrevenido a su
nombramiento.
Asimismo, el notario dejará constancia en las escrituras del nombre del abogado
redactor de la minuta. La omisión de esta exigencia no afectará la validez de la
escritura.
545
Las obligaciones establecidas en los incisos anteriores no regirán en los lugares
donde no hubiere abogados en un número superior a tres.
El notario autorizará las escrituras una vez que éstas estén completas y hayan
sido firmadas por todos los comparecientes."
El Art. 1325 nos entrega las c ondiciones para que esta partición efectuada de
consuno, existiendo incapaces dentro de los coasignatarios, produzca todos sus
efectos.
1º. No debe haber cuestiones previas que resolver. Estas cuestiones previas son
de fondo, no meramente formales. Así, por ejemplo, si se discuten derechos
exclusivos de alguno de los c oasignatarios sobre la totalidad o parte considerable
de los bienes a partir, habrá que esperarse a que la justicia ordinaria decida sobre
ello; lo mismo si es que se controvierte la calidad de heredero de alguno de los
coasignatarios o las cuotas que a cada cual le corresponde en la herencia.
3º. Que se proceda a efectuar tasación pericial de los bienes. Esto implica que las
partes, en principio, no pueden efectuar por ellas la partición sobre la base de
tasaciones de los bienes a partir de los valores de mercado para bienes similares,
o que acuerdan valorar ellos mismos. Decíamos que, en principio, se exige la
intervención de peritos tasadores que apoyen en la fase de valoración de los bienes
partibles, pues el propio Código civil diez artículos después , en el Art. 1335 permite
a los comuneros hacer la tasación por otros medios.
Art. 1335. "El valor de tasación por peritos será la base sobre que procederá el
partidor para la adjudicación de las especies; salvo que los coasignatarios hayan
legítima y unánimemente convenido en otra, o en que se liciten las especies, en
los casos previstos por la ley."
Art. 657. (814) CPC. "Para adjudicarse o licitar los bienes comunes, se apreciarán
por peritos nombrados en la forma ordinaria.
Podrá, sin embargo, omitirse la tasación, si el valor de los bienes se fija por
acuerdo unánime de las partes, o de sus representantes, aun cuando haya entre
aquéllas incapaces, con tal que existan en los autos antecedentes que justifiquen
546
la apreciación hecha por las partes, o que se trate de bienes muebles, o de fijar
un mínimum para licitar bienes raíces con admisión de postores extraños.
4º. La partición hecha así de común acuerdo por los copartícipes debe ser
aprobada judicialmente. Será necesaria la aprobación judicial en todos los casos en
que lo sería si la partición hubiese sido efectuada por un partidor, esto es, cuando
en la partición tengan interés personas sujetas a guarda o personas ausentes que
no han nombrado mandatario que las represente.
Para analizar esta tercera forma de llevar a cabo la partición, nos detendremos
previamente en las características que debe reunir este tercero imparcial
llamado partidor .
EL PARTIDOR
547
5 95 . CONCEPTO. El profesor SOMARRIVA nos entrega un concepto que recoge , a
su vez , de la memoria de prueba de don Ricardo GAETE BAHR (1940): " Partidor es
la persona nombrada para dividir una comunidad, cualquiera que sea su origen,
entre los copartícipes, haciendo la liquidación, distribución y adjudicación de los
bienes que la forman, proporcionalmente a los derechos cuotativos de los
coasignatarios, con jurisdicción, además, para fallar las controversias que surjan a
propósito de la división de estos bienes comunes, a menos que una ley especial
sustraiga estos asuntos de la órbita de su competencia."
Suele atribuirse al partidor el rol de juez privado, de Árbitro, lo que es cierto —en
principio— pues la partición de bienes es materia de arbitraje forzoso y debe
actuar, generalmente , el designado como árbitro de derecho; es decir, ejerciendo
jurisdicción al conocer y resolver las cuestiones sometidas a su decisión. Sin
embargo, veremos que el rol primordial del partidor es aprobar los acuerdos de las
partes cuando éstos se conforman a derecho, por lo que puede suceder que no sea
llamado a decidir controversia alguna. Cuando se suscitan cuestiones
controvertidas, sin dudas que actúa como juez y sus decisiones tienen el mismo
valor que las resoluciones dictadas por un juez ordinario. Así se puede leer del Art.
1334.
Art. 1334. "El partidor se conformará en la adjudicación de los bienes a las reglas
de este título; salvo que los coasignatarios acuerden legítima y unánimemente
otra cosa."
Art. 656. (813) CPC. "Los terceros acreedores que tengan derechos que hacer
valer sobre los bienes comprendidos en la partición, podrán ocurrir al partidor o a
la justicia ordinaria, a su elección."
548
les corresponda a cada coasignatario en proporción a su parte o cuota en la
comunidad que se divide. Así se desprende del Art. 649 CPC.
Art. 649 CPC. "Las materias sometidas al conocimiento del partidor se ventilarán
en audiencias verbales, consignándose en las respectivas actas sus resultados,
o por medio de solicitudes escritas, cuando la naturaleza e importancia de las
cuestiones debatidas así lo exijan. Las resoluciones que se dicten con tal objeto
serán inapelables."
Veamos someramente cuáles son las condiciones que exige la ley para
desempeñar el cargo de partidor.
Art. 227 COT. "Deben resolverse por árbitros los asuntos siguientes:
2º La partición de bienes."
Art. 222. "Se llaman árbitros los jueces nombrados por las partes, o por la
autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un asunto litigioso."
El profesor Fernando ALESSANDRI señalaba que el partidor era un árbitro con una
misión específica, "háblase de árbitro porque es elegido por la voluntad o arbitrio de
las partes, o bien porque la decisión del asunto se pone en el albedrío de ese sujeto.
También al árbitro se le denomina compromisario , porque es nombrado por
compromiso o convención."
Como sea, el partidor de una herencia debe desempeñarse como árbitro y en esa
calidad estar dispuesto a resolver aquellos conflictos que se presenten entre los
coasignatarios que la ley, expresamente, no haya entregado al conocimiento del
juez ordinario civil.
1º. Cuando las partes no hayan señalado en qué calidad lo nombraban. Así se
desprende del inciso 1º del Art. 235 CO T.
549
Art. 235 COT. "Si las partes no expresaren con qué calidad es nombrado el árbitro,
se entiende que lo es con la de árbitro de derecho."
Art. 224 COT. "Sólo las partes mayores de edad y libres administradoras de sus
bienes podrán dar a los árbitros el carácter de arbitradores.
Art. 628, inciso 3º CPC. "Por motivos de manifiesta conveniencia podrá los
tribunales autorizar la concesión al árbitro de derecho de las facultades de que
trata el inciso anterior, aun cuando uno o más de los interesados en el juicio sean
incapaces" .
Art. 225 COT. "Puede ser nombrado árbitro toda persona mayor de edad, con tal
que tenga la libre disposición de sus bienes y sepa leer y escribir. Los abogados
habilitados para ejercer la profesión pueden ser árbitros aunque sean menores de
edad.
1º. Dada su calidad de árbitro de derecho, el partidor debe ser abogado habilitado
para ejercer la profesión. Así se lee del inciso 2º del Art. 225 COT, en relación con
el Art. 1323.
550
Art. 1323. "Sólo pueden ser partidores los abogados habilitados para ejercer la
profesión y que tengan la libre disposición de sus bienes.
3º. Debe saber leer y escribir. No ha dicho la ley que lea y escriba bien, aunque
hubiese sido bastante aconsejabl e haberlo hecho, sólo pide que no sea analfabeto.
Esta exigencia aplicable a los árbitros en general, se entiende satisfecha para el
partidor por el hecho de ser abogado.
Art. 317 COT. "Prohíbese a los jueces letrados y a los ministros de los Tribunales
Superiores de Justicia, aceptar compromisos, excepto cuando el nombrado
tuviere con alguna de las partes originariamente interesadas en el litigio, algún
vínculo de parentesco que autorice su implicancia o recusación."
Art. 480 COT. "Los fiscales judiciales no podrán aceptar compromisos, excepto
cuando el nombrado tuviere con alguna de las partes originalmente interesadas
en el litigio, algún vínculo de parentesco que autorice su implicancia o recusación.
Como veremos más adelante, los notarios pueden formar parte del Tribunal de la
partición pero sólo como actuarios o ministros de fe.
551
Art. 226 COT. "No pueden ser nombrados árbitros para la resolución de un asunto
las personas que litigan como partes en él, salvo lo dispuesto en los artículos 1324
y 1325 del Código Civil.
En efecto, fuera de la hipótesis del Art. 1325 que se refiere al nombramiento hecho
de común acuerdo por los copartícipes, el Art. 1324 se refiere al nombramiento de
partidor que haga el propio testador en su testamento o en vida mediante un
instrumento público, generalmente una escritura pública y que recaiga en uno de
los coasignatarios o en el albacea. Designado por testamento el partidor, deberá
igualmente cumplir con las demás condiciones que ha impuesto la ley a cualquiera
que sirva el cargo.
Art. 1324. "Valdrá el nombramiento de partidor que haya hecho el difunto por
instrumento público entre vivos o por testamento, aunque la persona nombrada
sea albacea o coasignatario, o esté comprendida en alguna de las causales de
implicancia o recusación que establece el Código Orgánico de Tribunales,
siempre que cumpla con los demás requisitos legales; pero cualquiera de los
interesados podrá pedir al Juez en donde debe seguirse el juicio de partición que
declare inhabilitado al partidor por alguno de esos motivos.
Esta solicitud se tramitará de acuerdo con las reglas que, para las recusaciones,
establece el Código de Procedimiento Civil."
552
Concluyamos entonces que si el partidor no cumple con todas estas condiciones
antes enunciadas, su nombramiento será absolutamente nulo, por infracción de una
norma prohibitiva. Nombrado que sea, puede igualmente verse inhabilitado de
asumir el cargo si le afecta alguna de las causales de implicancia y recusación,
salvo que este nombramiento haya sido hecho por el testador.
2º. El partidor designado por el causante debe actuar como árbitro de derecho.
Como habíamos adelantado, sólo pueden conferirles las facultades de actuar como
árbitro mixto o arbitrador los coasignatarios capaces o el juez por razones de
manifiesta conveniencia.
3º. El partidor designado por el causante puede ser revocado, de mutuo acuerdo,
por los coasignatarios.
4º. El partidor designado por el causante tiene competencia sólo para partir la
herencia del testador, no aqu é llas en las que éste sea copartícipe. En efecto, el
partidor nombrado por el testador para partir su herencia, carece de competencia
para li quidar la sociedad conyugal, salvo que consiente en ello el cónyuge
sobreviviente. Así se desprende del Art. 232 COT que exige el consentimiento de
todas las partes en la designación del árbitro y se ha fallado en el mismo sentido
desde principios del siglo XX por nuestros tribunales superiores de justicia, quienes
553
han decidido que "El nombramiento del partidor hecho por el difunto por instrumento
público entre vivos o por testamento sólo puede referirse a la partición de sus bienes
propios y no a la partición de otros bienes de que sea dueño en común con otras
personas. En consecuencia, si uno de los cónyuges nombra en su testamento juez
partidor para liquidar la sociedad conyugal y partir sus bienes propios entre sus
herederos, dicho nombramiento sólo es válido en cuanto se refiere a la partición de
estos últimos bienes y no lo es en cuanto se refiere a la liquidación de la sociedad
conyugal."
"Primero. Que la finalidad del juicio de partición es, sobre la base previa de
encontrarse determinados los bienes que componen una comunidad y de las
personas y derechos que le corresponden, que se proceda a dividir, partir y
liquidar la comunidad existente, realizando la labor de distribución y
singularización de los bienes que la conforman entre los comuneros, entregando
a cada uno de ellos lo que les corresponda según sus derechos en la masa común
formando las hijuelas correspondientes. Es así como el artículo 1337 del Código
Civil expresa: ' El partidor liquidará lo que a cada uno de los consignatarios se
deba, y procederá a la distribución de los efectos hereditarios, . . . ' .
555
Los partidores nombrados por los interesados no pueden ser inhabilitados sino
por causas de implicancia o recusación que hayan sobrevenido a su
nombramiento."
Art. 234 COT. "El nombramiento de árbitro deberá hacerse por escrito. En el
instrumento en que se haga el nombramiento de árbitro deberán expresarse:
2º. El partidor nombrado por los coasignatarios debe cumplir con todos los
requisitos generales aplicables a los árbitros.
3º. El partidor nombrado por los coasignatarios puede ser arbitrador o mixto
siempre que todos los coasignatarios sean capaces. Excepcionalmente si entre los
comuneros hay incapaces, podrá ser mixto. Así lo estudiamos hace poco en los
Arts. 224 COT y 628 CPC. Añadamos que, si entre los comuneros hay incapaces,
el partidor no podrá ser comunero ni albacea; en fin, si entre los coasignatarios hay
incapaces el nombramiento de partidor deberá ser aprobado por la justicia, so pena
de rescisión, tal como lo vimos en el Art. 1326.
556
Art. 231 COT. "Pueden las partes, si obran de acuerdo, nombrar para la resolución
de un litigio dos o más árbitros."
En síntesis, y tal como ya lo vimos del inciso final del Art. 1325, la intervención del
juez ordinario civil es siempre subsidiaria.
Art. 646. CPC. "Cuando haya de nombrarse partidor, cualquiera de los comuneros
ocurrirá al tribunal que corresponda, pidiéndole que cite a todos los interesados a
fin de hacer la designación, y se procederá a ella en la forma establecida para el
nombramiento de peritos.
Si hay partidor nombrado por los interesados o por el difunto en el caso del artículo
1324 del Código Civil, y es necesaria la aprobación judicial del nombramiento en
conformidad a la ley, bastará el fallo que la conceda para que el partidor pueda
ejercer sus funciones, previa su aceptación y el juramento legal."
557
Art. 1327. "El partidor no es obligado a aceptar este encargo contra su voluntad;
pero si, nombrado en testamento, no acepta el encargo, se observará lo prevenido
respecto del albacea en igual caso."
Art. 1277. "El albacea nombrado puede rechazar libremente este cargo.
Art. 1328. "El partidor que acepta el encargo, deberá declararlo así, y jurará
desempeñarlo con la debida fidelidad, y en el menor tiempo posible."
Tiempo para realizar la partición . Desde la aceptación del cargo, el Art. 1332 le
asigna al partidor el término de dos años para desempeñar su cargo.
Art. 1332. "La ley señala al partidor, para efectuar la partición, el término de dos
años contados desde la aceptación de su cargo.
Los coasignatarios podrán ampliarlo o restringirlo, como mejor les parezca, aun
contra la voluntad del testador."
Como se advierte, el testador no puede ampliar el plazo de dos años pero sí fijar
uno menor. Las partes, en cambio, pueden ampliarlo o restringirlo a voluntad, aun
en perjuicio de lo dispuesto por el testador.
558
Art. 647. (804) CPC. "El término que la ley, el testador o las partes concedan al
partidor para el desempeño de su cargo se contará desde que éste sea aceptado,
deduciendo el tiempo durante el cual, por la interposición de recursos o por otra
causa, haya estado totalmente interrumpida la jurisdicción del partidor."
" Sexto. (...) 2. Aclarado lo anterior, cabe recordar que dicho plazo legal lo
establece el artículo 1332 del Código Civil y conforme a su tenor, la jurisdicción y
competencia del Juez Partidor solo dura dos años contados desde la aceptación
del cargo, lo cual indica que este deberá resolver el objeto de la partición sometido
a su conocimiento dentro de ese término legal.
Sin embargo, este puede ser prorrogado en forma expresa o tácita por unanimidad
de todos los interesados, sea por s í o a tra v é s de mandatario legal
expresamente facultado para ello.
Conforme a este texto, la continuidad es la unión natural que tiene n entre s í las
partes del continuo, y en consecuencia, para que aquella exista lo que dure debe
extenderse sin interrupción. Por ello, para que constituya en pr ó rroga
propiamente tal es básico y esencial que la ampliación del plazo primitivo sea
acordada o convenida antes de su expiración, pues, solo de esta forma se puede
dar la continuidad necesaria para la terminación de la gestión que corresponda.
Cabe recordar que los interesados, al actuar como lo hicieron, incluso con la venia
de la justicia ordinaria, pretendieron que el Partidor dictara finalmente el fallo, lo
que aquel no hizo dentro del plazo legal de dos años, pues, después de habérsele
requerido aquello con antelación y dentro de plazo, recién el día 10 de julio de
2008, tan solo a cuatro días de su término, dict ó la resolución ' autos para fallo ' ,
según consta de fs. 162, sin que haya cumplido con su dictación.
Si contra las decisiones del partidor no se deducen recursos dentro del plazo que
la ley procesal señala, su decisión quedará firme e inalterable. En esas condiciones
el fallo particional puede cumplirse como cualquiera otra sentencia emanada de un
tribunal ordinario de justicia, aunque para hacerlas cumplir requiera de la
intervención de uno de estos tribunales.
561
Art. 651 CPC. "Entenderá el partidor en todas las cuestiones relativas a la
formación e impugnación de inventarios y tasaciones, a las cuentas de los
albaceas, comuneros y administradores de los bienes comunes, y en todas las
demás que la ley especialmente le encomiende, o que, debiendo servir de base
para la repartición, no someta la ley de un modo expreso al conocimiento de la
justicia ordinaria.
Art. 655. (812) CPC. "Para poner término al goce gratuito de alguno o algunos de
los comuneros sobre la cosa común, bastará la reclamación de cualquiera de los
interesados; salvo que este goce se funde en algún título especial."
Al cesar el goce gratuito puede el partidor fijarle una renta de ocupación que se
puede deducir o no de la hijuela del ocupante o entregar las cosas en administración
a uno o más de los coasignatarios o a un tercero extraño. En efecto, los bienes
indivisos deben ser administrados por alguien durante la partición y ese alguien
como decíamos recién puede ser uno o más de los coasignatarios o un tercero
extraño. En ambos casos asumirán esta administración como administradores
proindiviso .
Art. 653. (810) CPC. "Mientras no se haya constituido el juicio divisorio o cuando
falte el árbitro que debe entender en él, corresponderá a la justicia ordinaria
decretar la forma en que han de administrarse pro-indiviso los bienes comunes y
nombrar a los administradores, si no se ponen de acuerdo en ello los interesados.
562
Hemos señalado que la mecánica de la partición coloca al partidor no siempre
como un juez que deba resolver conflictos entre las partes. La ley llama al partidor
a aprobar, si se encuentran ajustados a derecho, los acuerdos sobre aquellas
materias en que no haya controversia entre los coasignatarios. Si los coasignatarios
no se ponen de acuerdo en quién administrará los bienes comunes durante l a
partición, deberá entonces decidir por éstos. En el caso preciso de la designación
de un administrador proindiviso, así como en la designación de un tasador de los
bienes comunes, el partidor convocará a audiencias verbales que siguen la misma
forma de las audiencias para la designación de peritos, tal como lo prescribe el Art.
654 CPC.
No estando todos presentes, sólo podrán acordarse, por mayoría absoluta de los
concurrentes, que represente a lo menos la mitad de los derechos de la
comunidad, o por resolución del tribunal a falta de mayoría, todas o algunas de
las medidas siguientes:
3ª. Determinación del giro que deba darse a los bienes comunes durante la
administración pro-indiviso y del máximum de gastos que puedan en ella ha cerse;
y
4a . Fijación de las épocas en que deba darse cuenta a los interesados, sin
perjuicio de que ellos puedan exigirlas extraordinariamente, si hay motivo
justificado, y vigilar la administración sin embarazar los procedimientos de los
administradores."
2º. La determinación de cuáles son los bienes que integran la comunidad y que
deberán partirse. Relacionado con lo anterior la exclusión de uno o más bienes de
la comunidad producto de reclamaciones en que uno o más de los coasignatarios
aleguen tener derechos exclusivos sobre las cosas comunes. A esto se refiere el
Art. 1331.
Art. 1331. "Las cuestiones sobre la propiedad de objetos en que alguien alegue
un derecho exclusivo y que en consecuencia no deban entrar en la masa partible,
serán decididas por la justicia ordinaria; y no se retardará la partición por ellas.
Decididas a favor de la masa partible, se procederá como en el caso del artículo
1349.
Sin embargo, cuando recayeren sobre una parte considerable de la masa partible,
podrá la partición suspenderse hasta que se decidan; si el juez, a petición de los
asignatarios a quienes corresponda más de la mitad de la masa partible, lo
ordenare así."
"8º Por otra parte, supuesto que la incidencia se refiera, en realidad, a la solicitud
de no seguir sustanciando la Partición por caer ésta bajo alguna de las hipótesis
del Art.1331 del Código civil, lo que claramente no se señala, pero pareciera
deducirse, dado que la justicia civil (19º Juzgado de Santiago) ha entrado al
conocimiento de una cuestión relativa a la propiedad de los objetos de la partición,
en la que el incidentista alega derecho exclusivo, adquirido por medio de la
prescripción adquisitiva extraordinaria consumada; este Partidor procederá
igualmente a su rechazo por las siguientes razones.
Art. 1329. "La responsabilidad del partidor se extiende hasta la culpa leve; y en el
caso de prevaricación, declarada por el juez competente, además de estar sujeto
a la indemnización de perjuicio, y a las penas legales que correspondan al delito,
se constituirá indigno conforme a lo dispuesto para los ejecutores de últimas
voluntades en el artículo 1300."
566
El partidor cuando es nombrado por el juez civil fija generalmente sus honorarios
en el laudo o sentencia y esa fijación es reclamable vía apelación según lo prescribe
el Art. 665 CPC.
Art. 665. (822) CPC. "En el Laudo podrá hacer el partidor la fijación de su
honorario, y cualquiera que sea su cuantía, habrá derecho para reclamar de ella.
La reclamación se interpondrá en la misma forma y en el mismo plazo que la
apelación, y será resuelta por el tribunal de alzada en única instancia."
En la práctica el partidor discute con las partes o sus apoderados judiciales antes
de la dictación del Laudo el monto de los honorarios por su gestión. No existe en
nuestro derecho un arancel fijado por los tribunales superiores de justicia u otra
autoridad por lo que su quantum queda entregado al acuerdo de las partes o a la
determinación que haga el partidor. La cuantía de los honorarios es revisable por el
tribunal de apelación , la que puede mantenerlos en la forma propuesta por el
partidor o rebajarlos según lo pedido por el apelante.
567
conoce del inventario valorado que se presenta a la gestión, sin embargo,
igualmente el partidor debe proceder, pues cae dentro de su competencia, a la
facción de inventario en los términos que señala la ley, es decir, en los Arts. 1253 y
1255 en relación con el Art. 382 y siguientes y las disposiciones del Código de
Procedimiento Civil en lo relativo a los inventarios solemnes contenidas en los Arts.
858 a 865 CPC. La valoración de los bienes que lo conforman, como ya se
explicó , puede hacerse de común acuerdo por los coasignatarios capaces sobre la
base de antecedentes que obren en el cuaderno de la partición y que les permitan
justipreciar. En caso de desacuerdo valorarán peritos designados por el partidor.
Sobre este punto nos remitiremos a lo ya estudiado con ocasión del beneficio de
inventario y al volumen cinco de estas Explicaciones en materia de "Disolución y
liquidación de la sociedad conyugal."
6. Las gestiones tendientes a separar los patrimonios que se confunden con los
del causante . Sobre este punto hemos dicho que siendo la competencia específica
del partidor y limitada a los actos que señale la ley, las acciones de separación de
patrimonios (reclamaciones de inventario) pueden ser materia de su
conocimiento , pero ello no se extiende a aquellas que la ley expresamente ha
exceptuado. Sobre todo las particiones de los patrimonios confundidos o en los
cuales el causante sea a su vez coasignatario no se entienden dadas
automáticamente al partidor; para que el partidor entre a partir esas comunidades,
es necesario que los copartícipes de esa comunidad lo faculten para ello. Tal es el
caso de la sociedad conyugal disuelta a su fallecimiento pero no liquidada todavía,
de sucesiones anteriores indivisas en que el causante sea interesado, contratos de
sociedad que terminan y deben liquidarse a su fallecimiento, etc.
Vengan los interesados XX, YY, ZZ debidamente representados por sus apoderados
judiciales con facultades bastantes para obrar en el presente juicio, a primer comparendo
a realizarse el día X de X del año en curso, a las XX horas, a celebrarse en la oficina del
partidor, calle X Nº X, Oficina X, Santiago. Fono XX.
Notifíquese personalmente.
Proveyó don XX, abogado, Juez Partidor. Autoriza don XX, actuario.
569
2º. Es un procedimiento complejo desde dos puntos de vista: Primero, porque no
queda determinado a priori quiénes son los demandantes y quiénes son los
demandados. Como pueden ser innumerables las cuestiones que plantean los
coasignatarios , cada cual puede asumir en adoptar en ellas las calidades de
demandantes y demandados indistintamente. Segundo, porque pueden presentarse
multiplicidad de planteamientos de fondo como incidencias dentro de él.
Art. 235 inciso 2º COT. "Si faltare la expresión del lugar en que deba seguirse el
juicio, se entenderá que lo es aquel en que se ha celebrado el compromiso."
Art. 648 inciso 2º CPC. "Los actos de los partidores serán en todo caso
autorizados por un secretario de los Tribunales Superiores de Justicia, o por un
notario o secretario de un juzgado de letras."
7º. Se desarrolla la partición en audiencias verbales que son acordadas por las
partes o a falta de acuerdo impuestas por el partidor, sin perjuicio de que pueden
admitirse presentaciones escritas como ya vimos. De las audiencias verbales debe
de dejarse constancia escrita en el expediente de la partición. Las condiciones o
bases de la partición denominada "Bases de procedimiento" quedan escritas
regularmente en el acta de primer comparendo y reproduce los acuerdos de las
partes acerca de la forma en que ha de llevarse el juicio divisorio.
Un ejemplo de estas bases que contiene algunas materias para llevar a cabo la
partición puede observarse en el siguiente ejemplo.
SUCESIÓN
PÉREZ PÉREZ
570
ACTA DE PRIMER COMPARENDO
En Santiago de Chile a X días del mes de X de dos mil X, en la oficina del Juez Partidor,
ubicada en calle XX, siendo las X horas, tiene lugar la celebración del primer comparendo
con asistencia del Juez Partidor abogado don XX, del apoderado de los interesados XX,
YY y ZZ. Autoriza, como ministro de fe, las actuaciones de este comparendo el actuario
don XX, secretario titular del X Juzgado Civil de Santiago.
Doña ABCD tenía el estado civil de viuda a su fallecimiento, sin haber dejado
descendientes ni ascendientes llamados a sucederle. Los interesados en la partición
concurren en su calidad de sobrinos en representación de sus padres premuertos, hermanos
de la causante.
En consecuencia, son partes de este juicio, por una parte, don XX, chileno, de profesión
X, con domicilio en calle X que lo hace en representación del hermano premuerto del
causante don AA; y por la otra doña YY, chilena, de profesión X, con domicilio en calle
X y don ZZ, chileno, de profesión X, con domicilio en calle X, ambos en representación
de la hermana premuerta del causante BB. Todos mayores de edad y libres
administradores de sus bienes.
Los interesados heredan, entonces, de conformidad con los artículos 990, 984 inc. 2 y 985,
todos del Código civil, por estirpes, en sus calidades de sobrinos del causante, en
representación de los hermanos premuertos de ésta, por lo que deberá dividirse la herencia
en dos partes iguales, correspondiendo una para los representantes de la hermana
premuerta BB y otra para el representante del hermano premuerto AA.
Los bienes partibles, sin perjuicio de lo que determinen las partes en orden a practicar
nuevo inventario solemne si así lo decidieren, son para los efectos de este comparendo,
571
los que se relacionan con el inventario a que se refiere la resolución administrativa que
concedió la posesión efectiva de los bienes.
En él se distinguen:
Inmuebles:
Bienes muebles : Les afecta la presunción del 20% que asciende a $XX.
4º Agregación de documentos.
Todas las notificaciones que se deban efectuar en el presente juicio se harán por correo
electrónico y se entenderán practicadas al día siguiente hábil del envío de la
correspondiente resolución en formato pdf, a las siguientes direcciones electrónicas:
Los comparendos ordinarios se celebrarán el primer y tercer lunes de cada mes, o al día
siguiente hábil si este resultare festivo, a las X horas, en las oficinas del Partidor.
572
7º Acuerdo sobre conformación de bienes de inventario y solicitud de nueva tasación.
Los representantes de los interesados acuerdan en dar por aprobado el inventario de bienes
en cuanto a su conformación. Expresan que no tienen conocimiento de otros bienes
quedados al fallecimiento de la causante y que si aparecieren darán conocimiento de ellos
al partidor para proceder a la complementación de la posesión efectiva y de la
correspondiente partición.
En consecuencia, los bienes partibles de esta parte de la partición son los detallados en el
segundo punto de la presente acta de primer comparendo.
Los bienes que conforman el inventario se tienen por aprobados, quedando pendiente la
justipreciación por peritos del valor del inmueble.
Las partes solicitan poner término al goce gratuito que hace del inmueble común el
coasignatario XX. Asimismo, las partes solicitan proceder al nombramiento de un
administrador proindiviso a fin de que se haga cargo de la administración de los bienes de
la sucesión. A la petición de cese del goce gratuito del inmueble, el partidor resuelve:
Como se pide, desde esta fecha.
9º Acuerdo sobre deudas conocidas de la comunidad para los efectos de formar la hijuela
pagadora de deudas.
Se acuerda formar cuerpo de frutos, atendido la existencia de frutos líquidos, que son los
resultantes del arriendo del inmueble desde el fallecimiento del causante hasta hace sólo
un año atrás en que comenzó su ocupación el interesado XX. Las partes acuerdan, en
573
consecuencia, proceder a la formación del cuerpo de frutos para los efectos de incluir los
producidos a partir de esa fecha.
Los honorarios del partidor y del actuario serán determinados de manera definitiva en el
laudo. Sin perjuicio de lo anterior, los interesados podrán acordar provisoriamente fijar
éstos en futuras audiencias.
El partidor don XX, teniendo presente lo prescrito en los artículos 657 y 658 del Código
de Procedimiento civil, aprobó los acuerdos anteriores. Con lo que concluye el presente
comparendo y se levanta la presente acta de audiencia, siendo las XX horas.
Art. 650. (807) CPC. "Cuando se designen días determinados para las audiencias
ordinarias, se entenderá que en ellas pueden celebrarse válidamente acuerdos
sobre cualquiera de los asuntos comprendidos en el juicio, aun cuando no estén
presentes todos los interesados, a menos que se trate de revocar acuerdos ya
celebrados, o que sea necesario el consentimiento unánime en conformidad a la
ley, o a los acuerdos anteriores de las partes.
574
9º. El partidor puede fijar un plazo para que los comuneros formulen peticiones
sobre cuestiones que deban servir de base a la partición, así lo prescribe el Art. 652
CPC.
Art. 652. (809) CPC. "Podrá el partidor fijar plazo a las partes para que formulen
sus peticiones sobre las cuestiones que deban servir de base a la partición.
10º. Las costas de la partición son de cargo de los comuneros a prorrata de sus
cuotas en la comunidad y constituyen baja general de la herencia, así se desprende
del Art. 1333.
Art. 1333. "Las costas comunes de la partición serán d e cuenta de los interesados
en ella, a prorrata."
608 . LIQUIDACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES COMUNES. Nuestro Código fue muy
acucioso a la hora de fijar las reglas que gobiernan la división de las comunidades
para la liquidación, distribución y adjudicación de los bienes comunes. Estas reglas
contenidas principalmente en el Art. 1337 son, sin embargo, reglas supletorias ,
pues los coasignatarios pueden disponer que sea de otro modo que se lleve a cabo
la división, liquidación y distribución de los bienes, en la medida que no sea ello
contrario a derecho.
575
Así se ha fallado por la Excma. Corte Suprema en sentencia de 12 de diciembre
de 1941, la doctrina que distingue las operaciones de liquidación y distribución que
se le encomiendan al partidor.
Art. 1334. "El partidor se conformará en la adjudicación de los bienes a las reglas
de este título; salvo que los coasignatarios acuerden legítima y unánimemente
otra cosa."
Art. 1337. "El partidor liquidará lo que a cada uno de los coasignatarios se deba,
y procederá a la distribución de los efectos hereditarios, teniendo presentes las
reglas que siguen:
1ª Entre los coasignatarios de una especie que no admita división, o cuya división
la haga desmerecer, tendrá mejor derecho a la especie el que más ofrezca por
ella; cualquiera de los coasignatarios tendrá derecho a pedir la admisión de
licitadores extraños; y el precio se dividirá entre todos los coasignatarios a
prorrata.
576
4ª Se procurará la misma continuidad entre el fundo que se adjudique a un
asignatario y otro fundo de que el mismo asignatario sea dueño.
10ª Con todo, el cónyuge sobreviviente tendrá derecho a que su cuota hereditaria
se entere con preferencia mediante la adjudicación en favor suyo de la propiedad
del inmueble en que resida y que sea o haya sido la vivienda principal de la familia,
así como del mobiliario que lo guarnece, siempre que ellos formen parte del
patrimonio del difunto.
Si el valor total de dichos bienes excede la cuota hereditaria del cónyuge, éste
podrá pedir que sobre las cosas que no le sean adjudicadas en propiedad, se
constituya en su favor derechos de habitación y de uso, según la naturaleza de
las cosas, con carácter de gratuitos y vitalicios.
577
los números precedentes, aun cuando algunos o todos los coasignatarios sean
menores u otras personas que no tengan la libre administración de sus bienes."
Primera regla. Entre los coasignatarios de una especie que no admita división, o
cuya división la haga desmerecer, tendrá mejor derecho a la especie el que más
ofrezca por ella; cualquiera de los coasignatarios tendrá derecho a pedir la
admisión de licitadores extraños; y el precio se dividirá entre todos los
coasignatarios a prorrata.
Esta regla nos informa que en cada caso en que puedan ser divididos los bienes
comunes, deberá procederse a su división y distribuirse en natura. Si los bienes no
admiten cómoda división, se adjudicarán al coasignatario que se allana a pagar más
por ellos. Nuestra Corte Suprema ha señalado que "se entiende que una cosa no
admite división cuando no es susceptible de división material o no puede dividirse
en tantas partes cuanto sea el número de accionistas."
Nada impide que se liciten en pública subasta los bienes, basta con que uno de
los coasignatarios lo pida. En caso de procederse a la enajenación en pública
subasta se podrá admitir a ella a postores extraños.
Las formalidades para licitar en pública subasta los bienes son similares a las que
emplea el juez ordinario a la hora de rematar de esa forma los bienes embargados.
Es decir, se elaboran bases de la licitación, un extracto de éstas se publican
mediante avisos por el número de días y mediante entre cada publicación el tiempo
que las partes indiquen. Si entre los comuneros hay incapaces, el Art. 658 CPC
578
exige un número mínimo de avisos (cuatro) mediante entre cada uno quince días a
lo menos.
Art. 658. (815) CPC. "Para proceder a la licitación pública de los bienes comunes
bastará su anuncio por medio de avisos en un diario de la comuna o de la capital
de la provincia o de la capital de la región, si en aquélla no lo hubiere.
Si los bienes están en otra comuna, el remate se anunciará también en ella, por
el mismo tiempo y en la misma forma."
Art. 659. (816) CPC. "En las enajenaciones que se efectúen por conducto del
partidor se considerará a éste representante legal de los vendedores, y en tal
carácter suscribirá los instrumentos que, con motivo de dichas enajenaciones,
haya necesidad de otorgar. Podrá también autorizar al comprador o adjudicatario
o a un tercero para que por sí solo suscriba la inscripción de la transferencia en el
conservador respectivo.
Todo acuerdo de las partes o resolución del partidor que contenga adjudicación
de bienes raíces se reducirá a escritura pública, y sin esta solemnidad no podrá
efectuarse su inscripción en el conservador."
Nuestra Excma. Corte Suprema ha fallado (17 de abril de 1936) que "la licitación
de las cosas comunes con admisión de postores extraños no es más que una de
las formas o medios autorizados por la ley para establecer el valor de las cosas. Así
se desprende de los artículos 1317 y 1337, inciso 1º."
579
Esta regla es aplicable tanto a la oferta de adjudicación que ha ci a el partidor
privadamente a los coasignatarios o en pública subasta. El legitimario prefiere a otro
si es que su oferta iguala a la de su contrincante.
Tercera regla. Las porciones de uno o más fundos que se adjudiquen a un solo
individuo, serán, si posible fuere, continuas, a menos que el adjudicatario
consienta en recibir porciones separadas, o que de la continuidad resulte mayor
perjuicio a los demás interesados que de la separación al adjudicatario.
Esta regla que denominaremos "de continuidad de los predios" , nos informa que
si han de serles adjudicados dos o más predios a un solo asignatario se procurará
que ellos sean continuos, lo que generalmente redunda en un mayor valor de ellos.
Esta regla tiene dos excepciones: 1º Que el propio coasignatario consienta en recibir
predios discontinuos y 2º Que la continuidad perjudique más a los demás
coasignatarios que la separación.
Esta regla tiene una finalidad económica, pues persigue evitar hacer
adjudicaciones de predios que queden incomunicados de acceso a los caminos
públicos, para ello la adjudicación se hace con el gravamen o del derecho real de
servidumbre en su caso, dependiendo si el predio e s dominante o sirviente.
En el fondo la regla nos informa que el partidor, si así consienten los asignatarios,
podrá enterar las hijuelas de los asignatario que se adjudiquen en común una cosa,
desmembrando el dominio de la cosa entre ellos, sea constituyendo usufructos,
580
usos o derechos de habitación a favor de uno y dejando la nuda propiedad a favor
del otro.
Esta octava regla confirma y reúne los principios anteriores, es decir, principio de
igualdad en la hijuelación, división material cuando las cosas admiten cómoda
división y oír a las partes y tomar en cuenta su parecer a la hora de hijuelar.
Novena regla. Cada uno de los interesados podrá reclamar contra el modo de
composición de los lotes, antes de efectuarse el sorteo.
Esta regla nos informa otra aplicación del principio de igualdad , esta vez para dar
a cada coasignatario el derecho de oponerse al modo como se componen los lotes
que se van a adjudicar o sortear. Lo anterior no quiere decir que la oposición paralice
el desarrollo de la partición, pues finalmente el partidor ante la falta de consenso
deberá decidir aplicando las reglas que estamos estudiando.
581
6 16 . QUINTA CLASE. REGLA DE LA PREFERENCIA DEL CÓNYUGE SOBREVIVIENTE. A esta
quinta categoría entendemos que pertenece la regla 10ª del Art. 1337.
Décima regla. Con todo, el cónyuge sobreviviente tendrá derecho a que su cuota
hereditaria se entere con preferencia mediante la adjudicación en favor suyo de
la propiedad del inmueble en que resida y que sea o haya sido la vivienda principal
de la familia, así como del mobiliario que lo guarnece, siempre que ellos formen
parte del patrimonio del difunto.
Si el valor total de dichos bienes excede la cuota hereditaria del cónyuge, éste
podrá pedir que sobre las cosas que no le sean adjudicadas en propiedad, se
constituya en su favor derechos de habitación y de uso, según la naturaleza de
las cosas, con carácter de gratuitos y vitalicios.
En fin , la última regla del Art. 1337 nos informa un principio de economía, es decir,
pretende la ley evitar que una partición provocada por un representante legal de un
coasignatario incapaz y que por ese hecho obtuvo la aprobación judicial respectiva,
no será menester volver a requerirla para aprobar la división, liquidación,
distribución y adjudicaciones realizadas conforme a las reglas antedichas.
582
6 18 . OTRAS REGLAS QUE RIGEN LA PARTICIÓN NO CONTENIDAS EN EL ART. 1337. Fuera
de las reglas que recoge el Art. 1337 , el Código entrega tres reglas más que son
muy clarificadoras del modus operandi de la partición.
Art. 661. (818) CPC. "Los valores que reciban los comuneros durante la partición
a cuenta de sus derechos devengarán el interés que las partes fijen, o el legal
cuando tal fijación no se haya hecho, sin perjuicio de lo que en casos especiales
dispongan las leyes."
Art. 660 CPC. "Salvo acuerdo unánime de las partes, los comuneros que durante
el juicio divisorio reciban bienes en adjudicación, por un valor que exceda del
ochenta por ciento de lo que les corresponda percibir, pagarán de contado dicho
exceso. La fijación provisional de éste se hará prudencialmente por el partidor."
Art. 662 CPC. "En las adjudicaciones de propiedades raíces que se hagan a los
comuneros durante el juicio divisorio o en la sentencia final, se entenderá
constituida hipoteca sobre las propiedades adjudicadas, para asegurar el pago de
los alcances que resulten en contra de los adjudicatarios, siempre que no se
583
pague de contado el exceso a que se refiere el artículo 660. Al inscribir el
conservador el título de adjudicación, inscribirá a la vez la hipoteca por el valor de
los alcances.
Podrá reemplazarse esta hipoteca por otra caución suficiente calificada por el
partidor."
Imaginemos que conforme a la cuota del comunero Pedro, é ste deba recibir en
la herencia aproximadamente $4.000.000. Su deseo es adjudicarse el
departamento en la playa que tenía el causante cuya tasación asciende a
$35.000.000. Ese valor del inmueble excede en más de un 80% su cuota. De
hecho , su cuota representa poco más del 11% de ese valor. La ley le da dos
opciones: 1º Que se adjudique el inmueble pagando los $31.000.000 de diferencia
de contado. 2º Que se adjudique el inmueble pagando el saldo en un plazo que los
coasignatarios consientan , para lo cual el saldo de precio quedará asegurado con
la hipoteca legal que gravará el bien raíz adjudicado.
La regla de base en materia de división de frutos es que estos se dividen entre los
coasignatarios a prorrata de sus cuotas hereditarias. Así lo consigna el Nº 3 del Art.
1338.
584
Art. 1338. "Los frutos percibidos después de la muerte del testador, durante la
indivisión, se dividirán del modo siguiente:
Sin perjuicio de lo anterior, recordemos que esta regla sobre la división de los
frutos debe observar, además, el momento en que el asignatario se hace dueño de
ellos.
Para concluir, recordemos, por una parte, que las especies legadas, pertenecen
al legatario desde la muerte del causante y su pago recae sobre toda la masa
hereditaria. Así lo conforman los numerales 1 y 3 del Art. 1338.
Art. 1338. "Los frutos percibidos después de la muerte del testador, durante la
indivisión, se dividirán del modo siguiente:
Por la otra, no debemos olvidar que los frutos de los géneros legados, pertenecen
al legatario desde que le pagan el legado o desde que el obligado a pagarlo se
constituye en mora de hacerlo. Así lo establece el Nº 2 del Art. 1338.
Art. 1338. "Los frutos percibidos después de la muerte del testador, durante la
indivisión, se dividirán del modo siguiente:
585
2. Los legatarios de cantidades o géneros no tendrán derecho a ningunos frutos,
sino desde el momento en que la persona obligada a prestar dichas cantidades o
géneros se hubiere constituido en mora; y este abono de frutos se hará a costa
del heredero o legatario moroso."
6 19 . CONCLUSIÓN DEL JUICIO DE PARTICIÓN. Como todo juicio , concluye con una
sentencia. En la partición, la sentencia del partidor es compuesta o si quiere consta
de dos partes: Una que es propiamente la sentencia o fallo que resuelve los puntos
de fondo de la partición, llamado Laudo ; y la otra, que son los razonamientos,
cálculos y demostraciones numéricas, llamada Ordenata . A ellas se refiere el Art.
663 CPC.
LAUDO Y ORDENATA
LIQUIDACIÓN DE BIENES
SUCESIÓN
PÉREZ PÉREZ
En Santiago de Chile a XX días del mes de XX del año dos mil XX.
VISTOS:
1º. Por resolución de fecha XX de XX de XX, a petición de don YY, la señora Juez del
XX Juzgado Civil de Santiago, en los autos Rol CC-YY, caratulados "Pérez con Pérez",
designó al abogado que suscribe juez partidor de los bienes quedados como consecuencia
del fallecimiento de doña ABCD, acaecido el X de X de XX, en la ciudad de Santiago.
Doña ABCD se encontraba casada en sociedad conyugal con don XX, matrimonio que
se celebró el X de X de XX. No existe constancia de que los contrayentes hayan liquidado
la sociedad conyugal.
586
La posesión efectiva de la herencia quedada al fallecimiento de la causante fue concedida,
con beneficio de inventario, a don YY y a doña WW en su calidad de ascendientes de la
causante y a don XX, en su calidad de cónyuge sobreviviente, por resolución
administrativa Nº X de X de X de XX, del Director Regional del Servicio de Registro
Civil e Identificación de la Región Metropolitana, la que fue debidamente publicada en
el Diario Oficial del X de X de XX y se encuentra debidamente inscrita a fojas XX Nº YY
del Registro de Propiedad del año X del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.
587
renunciaron a los gananciales eventualmente producidos durante la vigencia de la
sociedad conyugal habida entre la causante y el interesado XX.
9º Que, efectuados los cálculos pertinentes y de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 989 del Código Civil, corresponde dividir la herencia quedada al fallecimiento de
doña ABCD en tres partes, correspondiendo una para los ascendientes don YY y doña ZZ
y dos para el cónyuge sobreviviente, don XX.
10º Finalmente, se deja constancia que se escuchó a las partes en audiencias verbales y se
dio tramitación conforme a derecho a todas las cuestiones promovidas en dichas
audiencias o en sus presentaciones escritas, habiéndose tramitado el presente juicio
respetando los acuerdos o, en todo caso, las normas legales.
1.- Con el precio en que fue adjudicado el bien raíz situado en calle XX, comuna de X,
Región X.
2.- Con el precio en que fueron adjudicados los bienes muebles que integran el menaje
de la casa habitación individualizada precedentemente y que consisten en un computador,
un comedor con 4 sillas, un living, una aspiradora, una cocina campana, un microondas,
un juego de dormitorio completo, un clóset, una lavadora y un equipo de música sin
mayores especificaciones.
3.- Con el precio en que fueron adjudicados los valores consistentes en dineros
mantenidos en la AFP XX, dineros depositados en libreta de ahorro Banco XX certificado
Nº X y dineros depositados en libreta a plazo Banco XX, certificado Nº X.
588
RESOLUCIÓN TERCERA: Deducciones . Honorarios juez árbitro y actuario.
Inexistencia de bajas generales. Que habiéndose convenido por las partes la manera en
que concurrirán al pago de las costas que demanda el presente juicio divisorio, en el
comparendo de fecha X, de fojas X, las partes acordaron fijar los honorarios del juez
partidor y del actuario en la cantidad de $1.000.000. En consecuencia, y no habiendo
deudas hereditarias, ni otras bajas generales de acuerdo a lo prescrito en el artículo 959
del Código Civil, sólo procede deducir como tales la cantidad de $1.000.000 a título de
costas de la partición, consistentes en los honorarios del partidor y del actuario.
En consecuencia:
1º. Con los bienes muebles que aparecen en el mismo inventario, valorados de común
acuerdo por los coasignatarios en $1.000.000.
589
Como de los antecedentes no aparece pasivo pendiente, no habrá lugar a formar la hijuela
de que trata el artículo 1286 del Código Civil.
ORDENATA
Bajas generales
590
Formación del acervo partible y Distribución de la herencia
Este acervo líquido partible de quince millones de pesos, se divide en tres partes
iguales de cinco millones de pesos cada una, con lo cual el interesado XX obtiene
una cuota hereditaria de diez millones de pesos ($10.000.000) equivalentes a dos
tercios del haber, que es la cuota que le corresponde; mientras la parte de don YY
y de doña ZZ, obtiene una cuota hereditaria de cinco millones de pesos ($5.000.000)
equivalentes a un tercio del haber, que es la cuota que le corresponde.
Demostración
Distribución de frutos
No hay $0
Hijuela ción
Haber:
Se le entera:
591
Con diez millones de pesos, precio en que se le adjudicó el inmueble
inscrito a fojas X Nº X del año XX del Registro de Propiedad del
$10.000.000
Conservador de Bienes Raíces de X, ubicado en calle XX, comuna de X,
Región X, según acuerdo Nº X de fecha X, que rola a fojas X y ss.
Haber:
Se le entera:
592
La partición, una vez concluida, debe ser sometida a aprobación judicial cuando
en la partición haya intervenido algún ausente sin mandatario o algún incapaz, tal
como ya lo estudiamos con ocasión del Art. 1342.
Art. 664 CPC. "Se entenderá practicada la notificación del Laudo y Ordenata
desde que se notifique a las partes el hecho de su pronunciamiento, salvo el caso
previsto en el artículo 666. Los interesados podrán imponerse de sus resoluciones
en la oficina del actuario y deducir los recursos a que haya lugar dentro del plazo
de quince días."
Art. 666 CPC. "Cuando la partición deba ser aprobada por la justicia ordinaria, el
término para apelar será también de quince días, y se contará desde que se
notifique la resolución del juez que apruebe o modifique el fallo del partidor."
593
La rescisión por causa de lesión se concede al que ha sido perjudicado en más
de la mitad de su cuota."
Art. 1353. "El partícipe que no quisiere o no pudiere intentar la acción de nulidad
o rescisión, conservará los otros recursos legales que para ser indemnizado le
correspondan."
Art. 1350. "Podrán los otros partícipes atajar la acción rescisoria de uno de ellos,
ofreciéndole y asegurándole el suplemento de su porción en numerario."
594
En opinión que compartimos de los profesores CLARO SOLAR y SOMARRIVA, la
lesión ataca a la totalidad de la partición , no a adjudicaciones aisladas, lo que la
hace diferente a la acción de nulidad que puede atacar el todo o partes de la
partición. Lo anterior es lógico pues si uno de los coasignatarios es perjudicado en
más de la mitad de su cuota, es inconcuso que deberá volver a distribuirse el haz
hereditario y realizarse las operaciones para llevarla a bien. Ello explica que de la
propia naturaleza de la acción de rescisión por causa de lesión ella sea siempre
total en cuanto a la extensión de la nulidad.
¿Qué pasaría si dentro del plazo de cuatro años de que dispone el asignatario
para atacar por vía de lesión la partición se ha producido un hecho en el mercado
que ha desvalorizado el objeto adjudicado llevando al asignatario a recibir con él
menos de la mitad de su cuota? ¿Operaría la rescisión por causa de lesión?
Nuestro Código, a diferencia del Código civil francés que trata la lesión como
una action en complément de parts y que por lo demás reduce el perjuicio sólo a la
cuarta parte de la cuota y también reduce el plazo sólo a dos años (Art. 889), no ha
fijado una época precisa en la cual debe apreciarse el valor de lo adjudicado.
Article 889. " Lorsque l'un des copartageants établit avoir subi une lésion de plus
du quart, le complément de sa part lui est fourni, au choix du défendeur, soit en
numéraire, soit en nature. Pour apprécier s'il y a eu lésion, on estime les objets
suivant leur valeur à l'époque du partage.
Art. 1351. "No podrá intentar la acción de nulidad o rescisión el partícipe que haya
enajenado su porción en todo o parte, salvo que la partición haya adolecido de
error, fuerza o dolo, de que le resulte perjuicio."
595
La acción pauliana en la partición . Se ha concluido, a falta de texto expreso y por
aplicación de las reglas generales que gobiernan las acciones revocatorias civiles,
que una partición hecha por los comuneros en fraude de los derechos de los
acreedores podría igualmente atacarse por éstos, vía acción pauliana .
Article 882. "Les créanciers d'un copartageant, pour éviter que le partage ne soit
fait en fraude de leurs droits, peuvent s'opposer à ce qu'il y soit procédé hors de
leur présence : ils ont le droit d'y intervenir à leurs frais ; mais ils ne peuvent
attaquer un partage consommé, à moins toutefois qu'il n'y ait été procédé sans
eux et au préjudice d'une opposition qu'ils auraient formée."
Como sea , la doctrina que hemos señalado considera que "la procedencia de la
acción pauliana está supeditada a la mala fe tanto del comunero deudor como de
los demás comuneros."
597
traslaticia o atributiva de dominio; y la francesa que considera a la partición
meramente declarativa de derechos.
En efecto, sobre la base de una ficción jurídica que desconoce la existencia del
período de indivisión don Andrés BELLO consideró que cada comunero había
sucedido inmediata y exclusivamente al causante.
Art. 2417. "El comunero puede, antes de la división de la cosa común, hipotecar
su cuota; pero verificada la división, la hipoteca afectará solamente los bienes que
en razón de dicha cuota se adjudiquen, si fueren hipotecables. Si no lo fueren,
caducará la hipoteca.
Podrá, con todo, subsistir la hipoteca sobre los bienes adjudicados a los otros
partícipes, si éstos consintieren en ello, y así constare por escritura pública, de
que se tome razón al margen de la inscripción hipotecaria."
Art. 718. "Cada uno de los partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se
entenderá haber poseído exclusivamente la parte que por la división le cupiere,
durante todo el tiempo que duró la indivisión.
598
Podrá pues añadir este tiempo al de su posesión exclusiva, y las enajenaciones
que haya hecho por sí solo de la cosa común y los derechos reales con que la
haya gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere sido comprendida en la
enajenación o gravamen. Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no
subsistirá la enajenación o gravamen contra la voluntad de los respectivos
adjudicatarios."
4º. Las prohibiciones de enajenar de carácter judicial, tales como los embargos o
medidas precautorias del mismo nombre, no impiden las adjudicaciones de bienes,
pues éstas no constituyen actos de enajenación.
Esta garantía recíproca está establecida en el Art. 1345 que nos explica que los
copartícipes deben sanear la evicción que sufra un adjudicatario.
Art. 1345. "El partícipe que sea molestado en la posesión del objeto que le cupo
en la partición, o que haya sufrido evicción de él, lo denunciará a los otros
partícipes para que concurran a hacer cesar la molestia, y tendrá derecho para
que le saneen la evicción.
599
Art. 1347. "El pago del saneamiento se divide entre los partícipes a prorrata de
sus cuotas.
La porción del insolvente grava a todos a prorrata de sus cuotas; incluso el que
ha de ser indemnizado."
Art. 2311. "En las prestaciones a que son obligados entre sí los comuneros, la
cuota del insolvente gravará a los otros."
Art. 1345. "El partícipe que sea molestado en la posesión del objeto que le cupo
en la partición, o que haya sufrido evicción de él, lo denunciará a los otros
partícipes para que concurran a hacer cesar la molestia, y tendrá derecho para
que le saneen la evicción.
600
DE LAS DEUDAS HEREDITARIAS, DE SU DIVISIÓN Y PAGO
Como lo expresaba don Paulino ALFONSO las deudas hereditarias son "aquellas
que habrían podido hacerse valer contra el causante de la sucesión, i que, por el
hecho de su fallecimiento, pueden hacerse valer contra los herederos."
Igual idea, más sintética aún, nos expresa el profesor Luis CLARO SOLAR al
decirnos que "son deudas hereditarias todas las deudas del difunto, resultante de
obligaciones que tenía contraídas."
Sírvanos , por lo tanto , señalar que el pago de las deudas hereditarias se rigen
por una serie de reglas generales o "principios" que las inspiran. Creemos
conveniente mencionar los más importantes a fin de comprender luego de mejor
forma el principio general que las aglutina.
Partamos con la regla según la cual la responsabilidad por las deudas hereditarias
corresponde, en principio, únicamente a los herederos o asignatarios a título
universal, según se desprende de los Arts. 951 inciso 1º y Art. 1097 inciso 1º.
Art. 951 inciso primero. "Se sucede a una persona difunta a título universal o a
título singular.
Art. 1097. "Los asignatarios a título universal, con cualesquiera palabras que se
les llame, y aunque en el testamento se les califique de legatarios, son herederos:
representan la persona del testador para sucederle en todos sus derechos y
obligaciones transmisibles."
Esta regla se funda en que son los herederos los continuadores de la persona
jurídica del causante y quienes lo representan después de su muerte.
602
Otra regla general nos dice que los herederos responden de todas las deudas
transmisibles del causante, cualquiera haya sido su fuente, incluso provengan éstas
de un delito o cuasidelito, como lo señala el Art. 2316 inciso 1º.
Art. 2316. "Es obligado a la indemnización el que hizo el daño, y sus herederos."
Continuemos con la regla general que nos señala que los herederos responden,
en principio ultra vires hereditatis , es decir , con todas las fuerzas de su patrimonio,
el propio, más allá de la parte o cuota transmitida; a menos que limiten su
responsabilidad por las deudas hereditarias a su parte o cuota aceptando la
herencia con beneficio de inventario . En este caso diremos que responden cum
vires hereditatis .
Otra regla de carácter general nos señala que al formarse una comunidad
hereditaria los herederos concurren al pago de las deudas de manera simplemente
conjunta o mancomunada, es decir, respondiendo en proporción o a prorrata de la
parte o cuota que les corresponda en la herencia. Esta regla general, también
consecuencia de las ficciones anteriores, explica varias otras, de carácter procesal,
en el mismo sentido.
En efecto, salvo división hecha por el causante y aceptada por los herederos, o
pacto de indivisibilidad consensuado con el causante, los acreedores que quieran
cobrar íntegramente el crédito deberán dirigir sus acciones en contra de todos los
coasignatarios, por la parte o cuota que le corresponda, lo que exigirá emplazarlos
a todos en el respectivo juicio que se inicie. Si, en vida del causante, se hubiesen
iniciado los cobros judiciales, éstos se suspenden y proseguirán hasta la notificación
de todos los herederos que conforman la comunidad. Si el cobro se realiza en
procedimiento ejecutivo, pues puede procederse de esta forma contra los herederos
en los mismos casos en que habría podido procederse ejecutivamente contra el
causante, deberá previamente notificárseles a los herederos el respectivo título en
que conste el crédito, tal como lo dispone el Art. 1377, y luego de ocho días podrán
entablar o seguir adelante con la ejecución.
En fin, de estas reglas que rigen el pago y cobro de las deudas hereditarias, todas
erigidas sobre la base de las ficciones que informan nuestro sistema sucesorio, el
profesor CLARO SOLAR formulaba el principio general que rige esta materia: "Las
deudas afectan a los [la comunidad de] herederos, dividiéndose entre ellos a
prorrata de sus cuotas como sucesores, como sucesores que son del de cujus cuya
perso nalidad continúan sin limitación si han acep tado la herencia pura y
simplemente, o con limitación al valor efectivo de los bienes que heredan si la
aceptación de la herencia ha sido hecha por ellos con beneficio de inventario".
603
Partamos entonces con el estudio particular de las reglas que conforman este
principio general, comenzando con las aplicables a su división.
Art. 1354. "Las deudas hereditarias se dividen entre los herederos a prorrata de
sus cuotas.
Así el heredero del tercio no es obligado a pagar sino el tercio de las deudas
hereditarias.
Por ejemplo, en materia de insolvencia , el Art. 1355 dispone que "la insolvencia
de uno de los herederos no grava a los otros, salvo en los casos del Art. 1287 inciso
2º."
Art. 1287. "La omisión de las diligencias prevenidas en los dos artículos anteriores,
hará responsable a el albacea de todo perjuicio que ella irrogue a los acreedores.
604
respectivos tutores o curadores, y el marido de la mujer heredera, que no está
separada de bienes."
Art. 1357. "Si uno de los herederos fuere acreedor o deudor del difunto, sólo se
confundirá con su porción hereditaria la cuota que en este crédito o deuda le
quepa, y tendrá acción contra sus coherederos a prorrata por el resto de su
crédito, y les estará obligado a prorrata por el resto de su deuda."
Art. 1247. "El beneficio de inventario consiste en no hacer a los herederos que
aceptan responsables de las obligaciones hereditarias y testamentarias, sino
hasta concurrencia del valor total de los bienes que han heredado."
605
Por lo tanto, el heredero beneficiario no será obligado al pago de las deudas
hereditarias más allá del monto de lo que hereda. Sin embargo, en lo que se obliga,
lo hace a prorrata de la cuota que le cabe en la herencia, como lo señala el Art.
1669.
Art. 1669. "Los créditos y deudas del heredero que aceptó con beneficio de
inventario no se confunden con las deudas y créditos hereditarios."
4º Cuando por testamento o por convención entre los herederos, o por la partición
de la herencia, se ha impuesto a uno de los herederos la obligación de pagar el
total de una deuda, el acreedor podrá dirigirse o contra este heredero por el total
de la deuda, o contra cada uno de los herederos por la parte que le corresponda
a prorrata.
606
Art. 1356. "Los herederos usufructuarios o fiduciarios dividen las deudas con los
herederos propietarios o fideicomisarios, según lo prevenido en los artículos 1368
y 1372; y los acreedores hereditarios tienen el derecho de dirigir contra ellos sus
acciones en conformidad a los referidos artículos."
Art. 1368. "Si el testador deja el usufructo de una parte de sus bienes o de todos
ellos a una persona y la desnuda propiedad a otra, el propietario y el usufructuario
se considerarán como una sola persona para la distribución de las obligaciones
hereditarias y testamentarias que cupieren a la cosa fructuaria; y las obligaciones
que unidamente les quepan se dividirán entre ellos conforme a las reglas que
siguen:
1ª Será del cargo del propietario el pago de las deudas que recayere sobre la cosa
fructuaria, quedando obligado el usufructuario a satisfacerle los intereses
corrientes de la cantidad pagada, durante todo el tiempo que continuare el
usufructo.
607
El fiduciario sufrirá dichas cargas con calidad de que a su tiempo se las reintegre
el fideicomisario sin interés alguno.
Art. 1365. "Si varios inmuebles de la sucesión están sujetos a una hipoteca, el
acreedor hipotecario tendrá acción solidaria contra cada uno de dichos inmuebles,
sin perjuicio del recurso del heredero a quien pertenezca el inmueble contra sus
coherederos por la cuota que a ellos toque de la deuda.
Aun cuando el acreedor haya subrogado al dueño del inmueble en sus acciones
contra sus coherederos, no será cada uno de éstos responsable sino de la parte
que le quepa en la deuda.
Pero la porción del insolvente se repartirá entre todos los herederos a prorrata."
Esto hay que relacionarlo con el Art. 1526 Nº 1 y el Art. 2408 ya estudiados en
materia de obligaciones, donde la regla es la misma que se aplica al caso que el
acreedor demande por el total a uno de los codeudores solidarios según el Art. 1522.
Art. 1358. "Si el testador dividiere entre los herederos las deudas hereditarias de
diferente modo que el que en los artículos precedentes se prescribe, los
acreedores hereditarios podrán ejercer sus acciones o en conformidad con dichos
artículos o en conformidad con las disposiciones del testador, según mejor les
pareciere. Mas, en el primer caso, los herederos que sufrieren mayor gravamen
que el que por el testador se les ha impuesto, tendrán derecho a ser indemnizados
por sus coherederos."
Esta regla, como se advierte, en la última idea que recoge el artículo, se encuentra
íntimamente relacionada con el carácter obligatorio de la partición que se impone a
los herederos cuando la partición ha sido hecha, conforme a derecho, por el propio
causante.
608
En efecto, recordemos que, conforme al inciso primero del Art. 1318, si el difunto
había hecho la partición por acto entre vivos o por testamento, debía estarse a ella
en cuanto no fuere contraria a derecho ajeno. La parti ción así hecha resultaba
inoponible a los acreedores , pero s í obligaba a los herederos. Si en dicha partición
imponía el testador una carga desigual en las deudas, valía entre ellos, definiendo
al mismo tiempo el límite de su responsabilidad. A contrario , si el heredero
resultaba favorecido con una carga menor, al ser demandado por un acreedor en
proporción a su cuota, el heredero podía hacer valer la división del causante,
haciendo concurrir a sus coherederos reembolsándole lo pagado en exceso de la
división.
Art. 1340. "Si alguno de los herederos quisiese tomar a su cargo mayor cuota de
las deudas que la correspondiente a prorrata, bajo alguna condición que los otros
herederos acepten, será oído.
Art. 1359. "La regla del artículo anterior se aplica al caso en que, por la partición
o por convenio de los herederos, se distribuyan entre ellos las deudas de diferente
modo que como se expresa en los referidos artículos."
609
6 37 . REGLAS RELATIVAS A LA RESPONSABILIDAD EN EL PAGO DE LAS DEUDAS
HEREDITARIAS. Hemos señalado que en principio son los herederos los que
responden de las deudas hereditarias, ello como consecuencia de las ficciones
sobre las cuales se edifica el edificio sucesorio chileno y su corolario. En
efecto , sobre la base de la continuación, en los herederos de la personalidad
jurídica del causante y la representación que asumen de su persona, como si aún
viviese, el corolario no podía sino ser la confusión patrimonial que operaba por la
transmisión hereditaria. Advertimos también que esta regla, sin embargo, podía
colocar en injusta posición a los acreedores del causante sobre todo cuando el
patrimonio transmitido vía asignaciones a título singular no alcanzaba para pagar
dichas acreencias. Esto justificaba que excepcionalmente y en subsidio de los
herederos, respondieran de estas deudas los legatarios.
Art. 1097. "Los asignatarios a título universal, con cualesquiera palabras que se
les llame, y aunque en el testamento se les califique de legatarios, son herederos:
representan la persona del testador para sucederle en todos sus derechos y
obligaciones transmisibles.
Los herederos son también obligados a las cargas testamentarias, esto es, a las
que se constituyen por el testamento mismo, y que no se imponen a determinadas
personas."
Art. 1104. "Los asignatarios a título singular, con cualesquiera palabras que se les
llame, y aunque en el testamento se les califique de herederos, son legatarios: no
representan al testador; no tienen más derechos ni cargas que los que
expresamente se les confieran o impongan.
610
En caso de responder los legatarios del pago de las deudas hereditarias, como
veremos en seguida, concurrirán a ellas en forma simplemente conjunta o
mancomunada, es decir, sólo a prorrata de sus derechos, sin que la insolvencia de
uno de ellos pueda gravar a los demás. Así lo prescribe el inciso 1º del Art. 1363.
Art. 1363 inciso 1º. "Los legatarios que deban contribuir al pago de las legítimas,
de las asignaciones con cargo a la cuarta de mejoras o de las deudas hereditarias,
lo harán a prorrata de los valores de sus respectivos legados, y la porción del
legatario insolvente no gravará a los otros."
Pareciera advertirse del tenor de la regla citada que no todos los legatarios deben
concurrir al pago de las deudas hereditarias. Lo cierto es que debe leerse que no
todos los legados deben concurrir inmediatamente al pago de las deudas pues, en
efecto, los legados estrictamente alimenticios debidos por ley (que son baja general)
no están obligados a devolver los alimentos ya pagados (Art. 1170) , pero
s í pueden verse reducidos y con ello obligados a contribuir con los alimentos
futuros; así pasa también con los legados de obras pías o de beneficencia; y del
mismo modo con aquellos que haya expresamente "exonerado" el testador de
contribución. Para todo s éstos la oportunidad contribuir es después de todos los
otros, como lo confirma el propio Art. 1363.
Art. 1363. "Los legatarios que deban contribuir al pago de las legítimas, de las
asignaciones con cargo a la cuarta de mejoras o de las deudas hereditarias, lo
harán a prorrata de los valores de sus respectivos legados, y la porción del
legatario insolvente no gravará a los otros.
Art. 1364. "El legatario obligado a pagar un legado, lo será sólo hasta concurrencia
del provecho que reporte de la sucesión; pero deberá hacer constar la cantidad
en que el gravamen exceda al provecho."
611
Sin embargo, se ha concluido que, por analogía, esta limitación, que reviste la
forma de una especie de beneficio de inventario otorgado de pleno derecho al
legatario, es igualmente aplicable cuando se trata de hacerlo concurrir, en subsidio
de los herederos, al pago de las deudas hereditarias. En efecto, si los legatarios
contribuyen siempre en forma proporcional al valor de los legados pagados
efectivamente, esto no sólo significa que no puede contribuir más allá de lo asignado
sino que ha de entenderse que lo será en proporción de lo efectivamente recibido,
esto es, diferentemente dependiendo si se le ha pagado íntegramente o sólo en
parte. De lo anterior podemos concluir que la expresión "provecho" ha de referirse
a lo pagado efectivamente por los herederos o el albacea del legado asignado.
Interpretarlo de otro modo , nos llevaría al absurdo que si el legatario sólo ha
recibido una parte de su legado al responder en proporción a todo él comprendida
la parte insoluta, terminaría contribuyendo con una cantidad mayor al no recibir el
saldo impago.
Primer caso . Los legatarios pueden resultar responsables por el pago de las
deudas hereditarias . La ley señala que los legatarios pueden resultar responsables
por el pago de las deudas hereditarias cuando al momento de abrirse la sucesión
no haya habido en ella lo bastante para pagar las deudas hereditarias. Así lo dice el
Art. 1362.
Art. 1362. "Los legatarios no son obligados a contribuir al pago de las legítimas,
de las asignaciones que se hagan con cargo a la cuarta de mejoras o de las
deudas hereditarias, sino cuando el testador destine a legados alguna parte de la
porción de bienes que la ley reserva a los legitimarios o a los asignatarios forzosos
de la cuarta de mejoras, o cuando al tiempo de abrirse la sucesión no haya habido
en ella lo bastante para pagar las deudas hereditarias.
612
A contrario , si al abrirse la sucesión existían bienes suficientes para pagarse las
deudas hereditarias y con posterioridad ya no los hay, el legatario no adquiere
responsabilidad alguna. El acreedor que no hizo valer su crédito en tiempo oportuno
pierde la posibilidad de demandar a los legatarios.
Segundo caso . Los legatarios pueden resultar "responsables" del pago de las
legítimas y mejoras . En efecto, como avanzábamos este no es propiamente un
caso de contribución al pago , sino más bien de reducción de los legados al operar
el mecanismo del primer acervo imaginario como medida de protección de las
legítima s y mejoras. En consecuencia, los legatarios pueden ver reducidos sus
legados como contribución al entero y pago de las legítim as y mejoras de estos
asignatarios forzosos cuando el causante en el testamento haya destinado a
legados una suma superior a aquella de que podía disponer libremente.
Art. 1141 inciso 3º. "Las donaciones revocables, inclusos los legados en el caso
del inciso precedente, preferirán a los legados de que no se ha dado el goce a los
legatarios en vida del testador, cuando los bienes que éste deja a su muerte no
alcanzan a cubrirlos todos."
613
En este caso también se encuentran los legados con causa onerosa, pues el Art.
1367 prescribe que éstos contribuyan una vez deducido el gravamen siempre que
se haya entregado el objeto.
Art. 1367. "Los legados con causa onerosa que pueda estimarse en dinero, no
contribuyen sino con deducción del gravamen, y concurriendo las circunstancias
que van a expresarse:
Una y otra circunstancia deberán probarse por el legatario, y sólo se deducirá por
razón del gravamen la cantidad que con stare haberse invertido."
Art. 1363 inciso 2º. "No contribuirán, sin embargo, con los otros legatarios aquellos
a quienes el testador hubiere expresamente exonerado de hacerlo. Pero si
agotadas las contribuciones de los demás legatarios, quedare incompleta una
legítima o insoluta una deuda, serán obligados al pago aun los legatarios
exonerados por el testador."
614
DE LAS DEUDAS Y CARGAS TESTAMENTARIAS
Del concepto de este ilustre profesor se advierte una sinonimia entre deuda y
carga testamentaria. El Código tampoco hace la distinción. Sin embargo, hay una
diferencia no relevante entre unas y otras, teniendo ambas su fuente en el
testamento mismo. En efecto, una deuda testamentaria es técnicamente un legado
y una carga testamentaria es la carga modal con que puede gravarse al legado o
los gastos que la ejecución del mismo conlleva.
¿Cómo podría operar la misma regla general ante tan diferentes situaciones? La
respuesta es que esa regla general no es la misma para las deudas testamentarias.
En efecto, el Art. 1360 nos dice que la regla es que éstas sean impuestas a uno o
determinados herederos o a legatarios, pero no a la comunidad de herederos. Como
se puede ver de la redacción, sólo excepcionalmente se mirará como carga de los
herederos estas deudas hereditarias.
Art. 1360. "Las cargas testamentarias no se mirarán como carga de los herederos
en común, sino cuando el testador no hubiere gravado con ellas a alguno o
algunos de los herederos o legatarios en particular.
615
Las que tocaren a los herederos en común, se dividirán entre ellos como el
testador lo hubiere dispuesto, y si nada ha dicho sobre la división, a prorrata de
sus cuotas o en la forma prescrita por los referidos artículos."
Son las excepciones a la regla las que nos invitan a establecer distintos criterios
legales acerca de quiénes y cómo concurren al pago de las deudas testamentarias.
6 44 . PRIMER CASO. LAS REGLAS QUE ESTABLECE EL ART. 1360. Del tenor del Art.
1360 podemos deducir, como ya lo hemos adelantado, una regla general que opera
como principal y dos situaciones de excepción que operan como reglas subsidiarias.
Art. 1364. "El legatario obligado a pagar un legado, lo será sólo hasta concurrencia
del provecho que reporte de la sucesión; pero deberá hacer constar la cantidad
en que el gravamen exceda al provecho."
6 45 . SEGUNDO CASO. LA REGLA DEL ART. 1373 INCISO 2º (ACREEDORES). El Art. 1373
contiene en su inciso segundo una regla similar a la que ya estudiamos para las
deudas hereditarias en relación a los acreedores, cuando no se ha impuesto a un
heredero o legatario en particular el pago del legado, pero en la partición o por
convenio expreso entre los herederos, éstos acuerdan dividir el pago de las deudas
o cargas testamentarias en forma diferente a la establecida por el testador o por la
ley. La solución , como señalábamos , es la misma y es consecuencia del mismo
616
efecto, la inoponibilidad del acuerdo, es decir, los acreedores testamentarios
pueden aceptar el acuerdo de los herederos o bien ejercer sus acciones conforme
al Art. 1360, esto es, observando las reglas de división que prescribe el testador o
la ley.
Dado que los efectos son los mismos que ya estudiamos con ocasión de las
deudas hereditarias , nos remitiremos a ellos.
6 46 . TERCER CASO. LA REGLA DEL ART. 1369 (USUFRUCTO). El Art. 1369 se refiere
al caso en que el testador constituye por desprendimiento usufructo sobre parte de
su herencia o especies hereditarias. La regla aplica el principio del cumplimiento
irrestricto de la voluntad del testador. En efecto, si el testador divide entre el nudo
propietario y el usufructuario el pago de la carga testamentaria, quien resulte
obligado a ella no tendrá derecho a ningún reembolso del otro.
Art. 1370. "Cuando imponiéndose cargas testamentarias sobre una cosa que está
en usufructo, no determinare el testador si es el propietario o el usufructuario el
que debe sufrirlas, se procederá con arreglo a lo dispuesto en el artículo 1368.
6 47 . CUARTO CASO. REGLA DEL ART. 1372 (FIDEICOMISO) . Al analizar esta materia
con ocasión del pago de las deudas hereditarias pudimos observar que esta norma
aplicable también para las deudas testamentarias. En consecuencia, el propietario
fiduciario asume con las cargas testamentarias durante todo el tiempo del
617
fideicomiso, pero una vez verificada la restitución, debe el fideicomisario
reembolsarle el pago de ellas, sin interés alguno.
El fiduciario sufrirá dichas cargas con calidad de que a su tiempo se las reintegre
el fideicomisario sin interés alguno.
Art. 1374 inciso 1º. "No habiendo concurso de acreedores, ni tercera oposición,
se pagará a los acreedores hereditarios a medida que se presenten, y pagados
los acreedores hereditarios, se satisfarán los legados."
Excepciones . Hay dos casos en que las cargas testamentarias pueden pagarse
inmediatamente o incluso antes que las deudas hereditarias. Pasemos a revisarlos.
618
El heredero o legatario gravado con el pago de la carga debe asumir los gastos
necesarios que demande la entrega del legado y esto lo hace, conforme al Art. 1375,
deduciendo estos gastos de los mismos legados.
Art. 1375. "Los gastos necesarios para la entrega de las cosas legadas se mirarán
como una parte de los mismos legados."
Art. 1376. "No habiendo en la sucesión lo bastante para el pago de todos los
legados, se rebajarán a prorrata."
Art. 1361. "Los legados de pensiones periódicas se deben día por día desde aquel
en que se defieran, pero no podrán pedirse sino a la expiración de los respectivos
períodos, que se presumirán mensuales.
Sin embargo, si las pensiones fueren alimenticias, podrá exigirse cada pago
desde el principio del respectivo período, y no habrá obligación de restituir parte
alguna aunque el legatario fallezca antes de la expiración del período.
Como se advierte bajo esta regla admite como excepción a las pensiones
alimenticias , pues el alimentario podrá exigir el pago anticipado, es decir , al
principio del respectivo período. Como ya señalamos antes el marcado carácter
asistencial que tienen las pensiones periódicas alimenticias hace presumir que los
alimentos pagados en avance se han consumido , por lo que no debe el alimentario
restituir parte alguna, incluso , en el caso de haber fallecido antes de la expiración
del respectivo período.
619
CLASE Nº 30 DEL BENEFICIO DE SEPARACIÓN
Claramente esta confusión puede ser perjudicial para los acreedores hereditarios
y testamentarios; en general , cuando los herederos tenga n más deudas
personales que bienes con que satisfacerlas; y, en particular , si los acreedores del
causante no convinieron con el causante garantías reales al pago de sus créditos,
como una hipoteca o prenda u otra seguridad a la deuda, como una cláusula de
indivisibilidad. Mientras los acreedores hereditarios y testamentarios sufren, los
acreedores de los herederos celebran el acrecimiento patrimonial que fortalece su
derecho de prenda general sobre el patrimonio de sus deudores.
620
En Francia, esta figura no fue aceptada por las reglas del ancien droit , pues se
les reservó a los acreedores separatistas un derecho preferente sobre el patrimonio
de los herederos, confiriéndoles una situación privilegiada sin destruir la confusión
de patrimonios. El Code de Napoléon mantuvo la confusión (y unidad) del
patrimonio como principio, manteniendo sólo el nombre séparation de patrimoines ,
pero claramente regulando los efectos de un derecho preferente individual de los
acreedores de la sucesión que lo invocaren, para pagarse antes que los acreedores
del heredero contra quien se oponía. Ello explica que se haya regulado tanto en los
Arts. 878 a 881 (en materia de pago de deudas hereditarias y testamentarias) y
también en el Art. 2111, en el Título XVIII consagrado a los privilegios e hipotecas,
especialmente en la Sección III, Des privilèges qui s'étendent sur les meubles et les
immeubles .
Los profesores DOMÍNGUEZ lo sintetizan así: "el Código ha dejado, por tanto intacta
la calidad de jurídica del heredero, de forma que aún cuando los acreedores
hereditarios hagan uso del beneficio de separación, aquel continúa siendo sucesor
en la persona del de cujus continuador de la misma. Se trata solamente de una
diferencia d e prelación para cada orden de acreedores, los del causante y los del
heredero, sin que se produzca una separación efectiva de patrimonios."
Este ilustre civilista señalaba , además, que la sucesión por causa de muerte
operaba como modo de adquirir el patrimonio del difunto por los herederos no
obstante el beneficio de separación, es decir, que, a pesar del beneficio de
separación, los herederos se hacían dueños de los bienes hereditarios pues
argumentaba que "el único efecto que respecto de ellos produce este beneficio es
limitar la facultad del heredero para disponer de dichos bienes. Y es lógico que así
sea, porque, de lo contrario, los acreedores que obtuvieron el beneficio de
separación se verían burlados por los herederos."
Emplea, este autor, el inciso 3º del Art. 520 CPC, para demostrar lo anterior en
los siguientes términos: "Nótese que esta disposición se encuentra establecida en
provecho del heredero, en tanto el artículo 1378 del Código Civil está establecido
en provecho del acreedor del causante, todo lo cual demuestra que la separación
de patrimonios opera plena y eficazmente en relación a los involucrados en esta
relación jurídica".
3º. El del heredero que reclame del embargo de sus bienes propios efectuado por
acción de acreedores hereditarios o testamentarios que hayan hecho valer el
beneficio de separación de que trata el Título XII del Libro III del Código Civil, y no
traten de pagarse del saldo a que se refiere el artículo 1383 del mismo Código.
1º. E s un derecho individual o indivisible, que debe ejercerse por cada acreedor
que se quiera beneficiar de él. En efecto , cada acreedor hereditario o testamentario
que se quiera beneficiar de esta "separación patrimonial" puede solicitarlo. Una vez
concedido a uno de los acreedores del causante no significa por ello que el resto de
los acreedores se vea obligado a pagarse en ese patrimonio separado; al contrario,
nada impide que prefieran hacerlo del patrimonio confundido de los herederos, claro
está que tendrán que esperar el excedente que quede después de pagado el
acreedor beneficiario. En consecuencia, podemos decir que aprovecha
automáticamente a los demás acreedores sólo en la medida que también é stos lo
invoquen. Así se desprende del inciso 1º del Art. 1380 que prescribe: "El derecho de
cada acreedor a pedir el beneficio de separación subsiste mientras no haya
prescrito su crédito.", en relación con el inciso 1º del Art. 1382 que reza: "Obtenida
la separación de patrimonios por alguno de los acreedores de la sucesión,
aprovechará a los demás acreedores de la misma que la invoquen y cuyos créditos
no hayan prescrito, o que no se hallen en el caso del número 1º del artículo 1380. "
626
Art. 1379. "Para que pueda impetrarse el beneficio de separación no es necesario
que lo que se deba sea inmediatamente exigible; basta que se deba a día cierto
o bajo condición."
Este derecho, sin embargo, tiene límites a su ejercicio, pues en ciertos casos no
podrá oponerse, según se desprende del Art. 1380.
En efecto, de la lectura del artículo recién transcrito se desprende que son tres los
casos en que no podrá ponerse en ejercicio el beneficio de separación:
1. En caso que hayan prescrito los derechos del acreedor (Art. 1380 inciso 1º).
Art. 1381. "Los acreedores del heredero no tendrán derecho a pedir, a beneficio
de sus créditos, la separación de bienes de que hablan los artículos precedentes."
627
de un decreto judicial, aunque en cierta medida existe una especie de beneficio de
separación tácito a través del otorgamiento de la calidad de baja general de la
herencia que se le da a las deudas hereditarias.
Para la mayoría de la doctrina los demandados en este juicio debieran ser los
acreedores personales del heredero. Nuestra posición es contraria, sostenemos
que los legitimados pasivos son uno, varios o todos los herederos según el caso. Al
igual que los profesores DOMÍNGUEZ , aunque no sólo por la imposibilidad práctica
de ubicar a los acreedores del heredero, creemos que se debe demandar a los
herederos pues el beneficio opera sobre el patrimonio de éstos.
628
2º. El beneficio de separación no impide que los herederos adquieran el dominio
de los bienes del causante por sucesión por causa de muerte. El beneficio se
separación limita el derecho de los herederos a disponer de los bienes de la masa,
pues de lo contrario se vería burlado el efecto práctico que se pretende obtener con
el beneficio de separación, pero de ninguna manera impide que éstos adquier a n
el dominio de la herencia que los contiene una vez que la aceptan. Por ese motivo
es que cuando recae el beneficio sobre inmuebles se inscribe en el Registro de
interdicciones y prohibiciones de enajenar del Conservador de Bienes Raíces. Por
el mismo motivo, si se realiza la enajenación, podría solicitarse la rescisión de la
enajenación de conformidad al Art. 1384.
Art. 1384. "Las enajenaciones de bienes del difunto hechas por el heredero dentro
de los seis meses subsiguientes a la apertura de la sucesión, y que no hayan
tenido por objeto el pago de créditos hereditarios o testamentarios, podrán
rescindirse a instancia de cualquiera de los acreedores hereditarios o
testamentarios que gocen del beneficio de separación. Lo mismo se extiende a la
constitución de hipotecas o censos."
No hay duda que para demandar esta rescisión será indispensable estar
actualmente gozando del beneficio. Además, será necesario haber estado gozando
del beneficio al momento en que se realizó la enajenación.
3º. El beneficio de separación produce efectos no sólo respecto del acreedor que
lo pida, sino de todos los acreedores, siempre que lo invoquen. Hemos dicho que
es un derecho de cada acreedor hereditario el de demandar el beneficio. Los efectos
del beneficio son individuales , pero se extienden a los demás acreedores del
causante si es que quieren aprovecharlo, eso sí, tiene que invocarlo. En efecto,
ninguno de los acreedores que no haya solicitado puede ser obligado a pagarse de
ese patrimonio separado. Si los otros acreedores no lo invocan, no podrán
aprovecharse de él, ni tampoco resultarán obligados a concurrir en ese patrimonio
separado, por lo que tendrán que cobrar sus acreencias concurriendo con los
acreedores del heredero, una vez que el acreedor beneficiario cubra su acreencia
completamente. Así se desprende del Art. 1382.
No escapará al lector que la mayoría de las veces será más conveniente concurrir
a pagarse en el patrimonio separado, pues allí hay un número reducido de
acreedores (o los mismos que en vida del causante) que se disputan el pago de sus
acreencias; mientras que si concurren con los acreedores del heredero (para
629
beneficiarse del patrimonio propio de éste) corren el riesgo que éstos lo prefieran
(se paguen primero en razón de un privilegio o hipoteca) o que ese patrimonio esté
cargado de deudas.
Art. 1385. "Si hubiere bienes raíces en la sucesión, el decreto en que se concede
el beneficio de separación se inscribirá en el Registro o Registros que por la
situación de dichos bienes corresponda, con expresión de las fincas a que el
beneficio se extienda."
630
CLASE Nº 31 DE LAS DONACIONES IRREVOCABLES O ENTRE VIVOS
631
En lo demás que no se oponga a las disposiciones de este título, se seguirán las
reglas generales de los contratos."
Las donaciones entre vivos se rigen en nuestro derecho primeramente por las
disposiciones del Título XIII , Arts. 1386 a 1436 y en lo que no se opongan a ellas
por las reglas generales de los contratos.
En síntesis, en virtud del Art. 1416 se aplican las siguientes reglas de las
asignaciones testamentarias, a las donaciones irrevocables:
En la misma línea los profesores GUZMÁN BRITO y SAMPER nos enseñan que "la
donación no constituía u n negocio específico, sino simplemente la causa de
cualq uier acto de disposición que lucre el patrimonio del donatario, sin que haya
una correspondiente contraprestación a favor del donante." A la diferencia del
comodato que no tenía causa donationis porque no significaba lucro o aumento
patrimonial del comodatario, en la donación ella misma era la causa, por lo que no
tenía sentido preguntarse por ella; se trataría de un simple acto primario, casi un
acto reflejo que se justifica por el s o lo deseo de hacer el bien a otro, por el "ánimo
de liberalidad" , lo que se traduce en un simple motivo psicológico, ajeno al interés
jurídico.
En la legislación de las Partidas por donación se entendía bien fecho que nace de
nobleza, de bondad de corazón cuando es fecha sin ninguna premia.
632
En su Traité de donations, des testaments et de toutes autres dispositions
gratuites suivant les principes du Code Napoléon , M. GRENIER nos enseñaba que
las donaciones entre vivos fueron recepcionadas en Francia tanto en las regiones
del derecho escrito como en las regiones de las costumbres, según los mismos
principios observados por el derecho romano, al menos en cuanto a la naturaleza y
efectos de la disposición. Dado que la donación conllevaba una pérdida del dominio
de parte del donante, que prefería al donatario antes que a sí mismo, los juristas
veían en la donación una expresión del ejercicio del derecho de propiedad tal como
en la venta. Se exigió por los redactores de derecho costumbrista, para dar validez
a la donación, un dessaisissement absolu , es decir, un despojo o una pérdida
definitiva e irrevocable de la cosa donada. Esta exigencia que debía expresarse en
el derecho costumbrista formaría una máxima jurídica o aforismo que permanece
hasta hoy: Donner et retenir ne vaut , que puede traducirse como "no vale dar y
luego quitar". Esta exigencia tenía por fin medir las consecuencias que la donación
traía consigo al donante, esto es, que é ste reflexionara que lo donado no podía
luego recuperarlo.
Art. 1386. "La donación entre vivos es un acto por el cual una persona transfiere
gratuita e irrevocablemente una parte de sus bienes a otra persona, que la
acepta."
Article 894. "La donation entre vifs est un acte par lequel le donateur se dépouille
actuellement et irrévocablement de la chose donnée en faveur du donataire qui
l'accepte."
En efecto, LOCRÉ daría cuenta del cambio que se produjo en el procès verbal
(actas) du Conseil d'Etat , de la sesión del 7 pluviose del año XI, II, Nº 3 , producto
de la intervención del cónsul.
634
circunstancias que se adoptó, como dijimos, una definición distinta a la propuesta a
discusión."
Don Andrés BELLO conocía a la perfección las notas tomadas por LOCRÉ de las
actas de la comisión revisora del Code de Napoleón , por lo que atribuirle el defecto
de la copia o incluso la misma faiblesse de los comisionados o del propio LOCRÉ a
nuestro legislador es un poco osado.
Hay inspiración de nuestro legislador en el Art. 894 del Code , qu é duda cabe,
pero no hay copia exacta de su texto. Don A. BELLO al parecer, pues no hay notas
a este artículo, toma en consideración también la definición
que DELVINCOURT elaboraba al comentar este artículo. En efecto, este autor
señalaba que la donación " peut être définie, en général, un acte par lequel une
personne dispose, a titre gratuit, en faveur d'une autre personne, de toute ou partie
de ses biens ". Del texto propuesto por DELVINCOURT claramente toma nuestro
legislador la frase "de todo o parte de sus bienes", mientras que de la definición del
Código toma todo lo demás, sustituyendo, la voz "actualmente" por
"gratuitamente . "
En claro, la definición de nuestro Art. 1386 es una definición que elabora nuestro
legislador con dos fuentes y su propia y justa contribución.
Conviene sin dudas preguntarse la razón por la cual nuestro legislador quiso
mantener, a pesar de las mejoras que introdujo con el texto de DELVINCOURT y su
propia contribución, la palabra acto y no contrato . Creemos, sin haber profundizado
cabalmente en este punto, que simplemente porque don A. BELLO sabía que no
siempre hay donación mediante un acuerdo de voluntades de transferir irrevocable
y gratuitamente el dominio de una cosa. En efecto, como lo veremos más adelante,
hay donación también en la remisión gratuita que se hace de una deuda, en cuyo
caso estamos frente a un a convención y no un contrato; la hay también en el pago
de lo que no se debe a sabiendas, en cuyo caso no hay acuerdo de voluntades
alguno entre el que paga y el deudor que puede desconocer absolutamente el pago,
entre otras más.
635
explicar el tenor de ciertos artículos del Código, en los cuales BELLO distingue entre
la donación y los contratos, como si la primera no formare parte de los segundos.
Ahora bien, la crítica que apunta a que se habría errado al emplear la voz "acto"
y no "contrato" no merece mucha atención, pues los contratos son "actos" como
cualquier otro acto jurídico , pero de carácter bilateral.
"Sexto: Que, entrando al análisis de los aspectos medulares del proceso, en que
recayó la sentencia impugnada, cabe tener presente, en primer término, que la
donación entre vivos es un acto por el cual una persona transfiere gratuita e
irrevocablemente una parte de sus bienes a otra persona, que la acepta (art. 1386
del Código Civil).
Art. 1417. "El donante de donación gratuita goza del beneficio de competencia en
las acciones que contra él intente el donatario, sea para obligarle a cumplir una
promesa, o donación de futuro, sea demandando la entrega de las cosas que se
le han donado de presente."
Art. 675 inciso 1º. "Para que valga la tradición se requiere un título translaticio de
dominio, como el de venta, permuta, donación, etc."
Art. 703 inciso 2º. "Son translaticios de dominio los que por su naturaleza sirven
para transferirlo, como la venta, la permuta, la donación entre vivos."
Art. 1393. "La donación entre vivos no se presume, sino en los casos que
expresamente hayan previsto las leyes."
639
Art. 2299. "Del que da lo que no debe, no se presume que lo dona, a menos de
probarse que tuvo perfecto conocimiento de lo que hacía, tanto en el hecho como
en el derecho."
Cuarto: Que la norma antes citada importa que, probada la entrega de parte de
sus bienes de una persona a otra, no puede presumirse que esa entrega haya
tenido por título un contrato de donación, salvo que el legislador expresamente
así lo determine.
En ciertos casos, como lo prescribe el Art. 1393, la ley sin embargo presume la
donación. Tal es el caso de la remisión tácita, salvo cuando es enteramente
gratuita , pues está sujeta a las reglas de las donaciones, según los Arts. 1653 y
1654.
Art. 1653. "La remisión que procede de mera liberalidad, está en todo sujeta a las
reglas de la donación entre vivos; y necesita de insinuación en los casos en que
la donación entre vivos la necesita."
640
enseñaba e l profesor BARROS ERRÁZURIZ "no sucede jamás [el donatario] en el
patrimonio completo del donante, esto es, en la universalidad de su patrimonio."
Art. 1398. "No hay donación, si habiendo por una parte disminución de patrimonio,
no hay por otra aumento; como cuando se da para un objeto que consume el
importe de la cosa donada, y de que el donatario no reporta ninguna ventaja
apreciable en dinero."
Art. 1428. "La donación entre vivos puede revocarse por ingratitud.
Se tiene por acto de ingratitud cualquiera hecho ofensivo del donatario, que le
hiciera indigno de heredar al donante."
641
por faltar algunos de estos principios que la conforman. Proponemos estudiar este
punto mediante siete situaciones que el Código ha considerado necesario
considerar para poder distinguir si hay o no donación.
Primer caso . No hay donación en el s olo hecho de repudiar una herencia, legado
o donación o en dejar de cumplir la condición a que estaba subordinado un derecho
eventual. Esto se desprende del Art. 1394.
Art. 1394. "No dona el que repudia una herencia, legado o donación, o deja de
cumplir la condición a que está subordinado un derecho eventual, aunque así lo
haga con el objeto de beneficiar a un tercero.
Los acreedores, con todo, podrán ser autorizados por el juez para substituirse a
un deudor que así lo hace, hasta concurrencia de sus créditos; y del sobrante, si
lo hubiere, se aprovechará el tercero."
Pero lo hay en la remisión o cesión del derecho de percibir los réditos de un capital
colocado a interés o a censo."
642
el comodante el dominio de la cosa y puede recuperarla de manos del comodatario,
quien es el único obligado, el que se beneficia del préstamo.
Tercer caso . No hay donación en el mutuo sin interés. Así se desprende del inciso
2º del Art. 1395 ya transcrito. El mutuo sin intereses comparte tres características
con el contrato de donación, es unilateral, gratuito y es título traslaticio, no es, sin
embargo, real. En el mutuo el que recibe la cosa fungible (dinero u otra) en préstamo
de consumo gratuitamente, es el obligado a restituirlo ; en la donación no hay
obligación de devolver lo donado.
Cuarto caso . No hay donación en la remisión o cesión del derecho a percibir los
réditos de un capital colocado a interés o censo. Así se desprende del inciso 3º del
Art. 1395. Valgan las mismas consideraciones antes señaladas en relación a los
intereses en el mutuo.
Art. 1397. "No hace donación a un tercero el que a favor de éste se constituye
fiador, o constituye una prenda o hipoteca; ni el que exonera de sus obligaciones
al fiador, o remite una prenda o hipoteca, mientras está solvente el deudor; pero
hace donación el que remite una deuda, o el que paga a sabiendas lo que en
realidad no debe."
Sexto caso . No hay donación en dejar de interrumpir una prescripción. Así lo dice
textualmente el Art. 1399. Resultaría absurdo que la ley considerara que hay
donación en aquel que se muestra displicente en el ejercicio de su acción por dejar
pasar el tiempo sin reaccionar ante la posible pérdida de su derecho.
643
Por las mismas razones ya anotadas no hay donación en este caso, pues para
ello es necesaria la debida correlación entre la merma del patrimonio de uno (el
prestador del servicio) y el aumento del otro (el beneficiado).
Art. 1411. "Nadie puede aceptar sino por sí mismo, o por medio de una persona
que tuviere poder especial suyo al intento o poder general para la administración
de sus bienes, o por medio de su representante legal.
Pero bien podrá aceptar por el donatario, sin poder especial ni general, cualquier
ascendiente o descendiente suyo, con tal que sea capaz de contratar y de
obligarse.
Lo anterior se explica por el reenvío que hace el Art. 1411 a las reglas sobre
validez de las aceptaciones y repudiación tanto de herencias y legados, pero ello no
significa que en las donaciones no opera el derecho de transmisión. Es decir, si
fallece el donatario al que se hizo una oferta de donación, sin haber alcanzado a
aceptar o repudiar, la ley nos dice que el derecho de aceptarla no se transmite a
sus herederos, por lo que éstos no pueden aceptar en su nombre, como lo confirma
el Art. 1415.
Art. 1415. "El derecho de transmisión establecido para la sucesión por causa de
muerte en el artículo 957, no se extiende a las donaciones entre vivos."
Evidentemente que la cosa que se dona debe, además, ser lícita, pues la ilicitud
del objeto acarrea la nulidad absoluta de la donación.
645
6 70 . LA CAUSA EN LA DONACIÓN. El propio A. BELLO nos señalaba en el Art. 1467
que no era necesario expresar la causa en los contratos. Incluso la pura liberalidad
o beneficencia bastaba o era causa suficiente, en particular, en los contratos
gratuitos o de beneficencia. En concreto, seguía don Andrés BELLO la teoría clásica
de la causa en las obligaciones formulada sobre la base de los estudios de DOMAT y
de POTHIER . El motivo que induce al donante a enriquecer al donatario sin recibir
nada de éste a cambio puede justificarse en la mera liberalidad, esto es, en el s o lo
deseo de hacer el bien, de beneficiar al otro. Liberalidad tomada como sinónimo de
beneficencia como lo hace don Andrés BELLO , puede definirse como lo hace el
profesor GUZMÁN BRITO, como "aquella virtud moral que consiste en distribuir
alguien generosamente sus bienes sin esperar recompensa", o como la "disposición
de bienes a favor de alguien sin ninguna prestación suya".
Ahora bien, sabemos que la teoría de la causa es una de las materias más
complejas de entender. No por nada el profesor Denis MAZEAUD expresaba en uno
de sus artículos que quien decía haber comprendido la teoría de la causa era porque
se la habían explicado mal. Sobre todo , la causa en los contratos de beneficencia
o gratuitos traslaticios, como la donación, es particularmente complejo de entender.
646
CAPITANT nos invitaba a distinguir, por un lado, si la donación era puramente
gratuita , en donde el animus donandi o la simple intención de beneficiar al otro
permitía explicar suficientemente la existencia de la causa de la obligación del
donante sin necesidad de escudriñar en los motivos que la sustentaban; y por otro
lado, las donaciones hechas con un fin determinado , en donde la intención de
gratificar a otro no era el elemento decisivo o principal. Aquí la intención de
enriquecer gratuitamente se encuentra inseparablemente amalgamada con otro fin.
Es lo que pasa con las donaciones con carga modal, como cuando se dona dinero
a una persona para que constituya una fundación para ayudar a los indigentes. La
causa aquí no está en la intención de enriquecer al fundador o a la fundación misma,
sino de constituir la fundación para ir en ayuda de los indigentes.
6 71 . LAS SOLEMNIDADES. No podemos señalar que haya una sola regla general
cuando se trata de definir cómo se perfecciona el contrato de donación. La regla
general, atendido el gran número de excepciones, se ha transformado ella misma
en excepción. Ya adelantábamos que el profesor ORREGO prefiere directamente
calificar la donación como un contrato solemne, precisamente porque la regla
general, que sea consensual, ha quedado reducida a una excepción.
En efecto, nos dice este autor que solamente son consensuales las donaciones
puras y simples, totalmente gratuitas, que recaen sobre bienes muebles de un valor
no superior a dos centavos, según lo señala el Art. 1401. Esto equivale a sostener
que , en realidad, toda donación es solemne.
Art. 1401. "La donación entre vivos que no se insinuare, sólo tendrá efecto hasta
el valor de dos centavos, y será nula en el exceso.
Nuestro Código civil sólo exceptuó del trámite de la insinuación a las donaciones
por causa de matrimonio, esto es, a las que se hacen los esposos en las
capitulaciones matrimoniales, sin importar la clase y valor de las cosas donadas,
conforme lo prescribe el Art. 1406.
Art. 1406. "Las donaciones que con los requisitos debidos se hagan los esposos
uno a otro en las capitulaciones matrimoniales, no requieren insinuación, ni otra
escritura pública que las mismas capitulaciones, cualquiera que sea la clase o
valor de las cosas donadas."
¿Qué forma solemne entonces exige la ley para las donaciones irrevocables: la
escritura pública, la insinuación, la inscripción conservatoria?
Este punto que nos hace recordar que la solemnidad, aquella forma requerida ad
solemnitatem que hace que el acto deje de ser consensual y pase a ser solemne, y
que por su omisión se produce la nulidad absoluta del acto, no es sino la forma que
ha escogido el legislador para manifestar o exteriorizar el consentimiento en esos
actos jurídicos, sin cuya observancia éstos no se pueden perfeccionar.
648
Ya en otro volumen de estas Explicaciones hemos dicho que el legislador nunca
exige consentir dos veces, de manera que tampoco podría sostenerse que un
mismo acto jurídico requiera dos formas ad solemnitatem para perfeccionarse.
Cuando estudiamos, por ejemplo, la hipoteca, vimos que la escritura pública es la
única solemnidad y que la inscripción conservatoria juega el rol de tradición del
derecho real de hipoteca.
Partamos de la base que la situación actual, donde el monto a partir del cual se
exige la insinuación es irrisorio, no estaba presente en el espíritu del legislador. La
omisión de la autoridad de la época (1975) al no modificar el Art. 1401 con ocasión
del cambio de moneda, no puede llevar a desnaturalizar el sistema de las
donaciones entre vivos tal cual estaba ideado por don Andrés BELLO . Por esto
sostenemos que la regla general debe seguir siendo que las donaciones sean
consensuales, a la espera por cierto que nuestros legisladores acojan alguna
proposición como la que efectuara el profesor CORRAL para reinstalar la lógica en el
sistema. En ese escenario, la donación sólo requiere para perfeccionarse el
concurso de voluntades de donante y donatario, y particularmente la notificación de
la aceptación del donante como lo prescribe el Art. 1412.
Para saber qué rol juegan cada una de estas formas (escritura privad a o pública,
insinuación e inscripción conservatoria), proponemos partir por la insinuación
exponiendo brevemente en qué consiste.
La insinuación de las donaciones . Por insinuación el Código nos dice que debe
entenderse "la autorización de juez competente, solicitada por el donante o
donatario." Don Robustiano VERA comentaba el Art. 1401 señalando que "la
insinuación consiste en que la persona que quiera donar una cosa que valga más
de dos mil pesos [a la época del comentario] se presenta al juez pidiéndole su
aprobación. Para que el majistrado la otorgue se le debe probar que el donante tiene
bienes suficientes para vivir aun desprendiéndose de lo que dona i que si tiene
lejitimarios justifique que con el desprendimiento de lo que dona, no perjudica
tampoco las lejítimas."
En claro, con la insinuación el juez no indaga las razones que llevan al donante a
enriquecer a otro empobreciendo su propio patrimonio, lo que la norma manda que
haga el juez es autorizar las donaciones que no contravengan la ley; es decir, un
simple examen de conformidad a derecho, una suerte de homologación .
Si una forma es exigida ad solemnitatem , esto es, para que pueda nacer el acto
jurídico y perfeccionarse, ella es por esencia consustancial al acto, esto es,
constituye un elemento de él, como la voluntad, ¿cómo podría sostenerse el
contrasentido de expresar que la insinuación es lo que hace solemne al contrato de
donación y al mismo tiempo admitir que pueda ser obtenida previamente o con
posterioridad a la recepción de la aceptación que la hace irrevocable? Se trataría
del único caso, al menos en nuestro conocimiento, que la voluntad podría otorgarse
antes de que el acto se forme o después de que ya esté produciendo efectos. La
insinuación no es un elemento de existencia de la donación, no es una solemnidad
del acto. Se trataría, a lo sumo, de una formalidad ad validitatem , establecida para
el valor del acto jurídico en atención a la naturaleza propia de la donación.
La insinuación aparece, sin embargo, como una forma exigida por la ley en función
de tres fines: por vía de publicidad o control (contexto histórico) ; como forma
habilitante para proteger los derechos de los legitimarios; y finalmente, como
650
exigencia para su validez en atención a la naturaleza de la donación. El último
primaría sobre los otros.
Por otra parte, cómo es posible seguir sosteniendo seriamente que la mayoría
sino la totalidad de las donaciones que diariamente hacemos en nuestro país, de
cosas muebles, dinero o valores, incluso golosinas y contribuciones en colectas
públicas, son todas nulas de nulidad absoluta. ¿Es posible decir que es serio un
ordenamiento jurídico inundado de actos insanablemente nulos?
Art. 889. "El que pida autorización judicial para una donación que deba insinuarse,
expresará:
1º. El nombre del donante y del donatario, y si alguno de ellos se encuentra sujeto
a tutela o curaduría o bajo potestad de padre o marido;
4º. El monto líquido del haber del donante y sus cargas de familia."
Art. 890. (1067). "El tribunal, según la apreciación que haga de los particulares
comprendidos en el artículo precedente, concederá o denegará la autorización,
conforme a lo dispuesto en el artículo 1401 del Código Civil."
652
contrario, dando su aprobación en caso que ya se haya celebrado el contrato,
disponiendo seguramente su protocolización.
Art. 1400. "No valdrá la donación entre vivos de cualquiera especie de bienes
raíces, si no es otorgada por escritura pública e inscrita en el competente Registro.
Tampoco valdrá sin este requisito la remisión de una deuda de la misma especie
de bienes."
Cierta doctrina, cree que la ley ha exigido una doble solemnidad para donar bienes
raíces: la escritura pública y la inscripción conservatoria. Claramente la inscripción
no es la solemnidad del acto sino la forma de traditar el dominio del inmueble. Los
mismos argumentos ya superados por la doctrina , expuestos con ocasión de la
solemnidad del contrato de hipoteca se aplican en este caso.
653
Art. 1387. "Es hábil para donar entre vivos toda persona que la ley no haya
declarado inhábil."
Art. 1389. "Es capaz de recibir entre vivos toda persona que la ley no ha declarado
incapaz."
Art. 1388. "Son inhábiles para donar los que no tienen la libre administración de
sus bienes; salvo en los casos y con los requisitos que las leyes prescriben."
1º. Reglas especiales para los guardadores. A ello se refiere el Art. 402 que
establece que es prohibida la donación de bienes raíces del pupilo aun con previo
decreto de juez. La transgresión de la prohibición es sancionada con la nulidad
absoluta del acto.
Art. 402. "Es prohibida la donación de bienes raíces del pupilo, aun con previo
decreto de juez.
Sólo con previo decreto de juez podrán hacerse donaciones en dinero u otros
bienes muebles del pupilo; y no las autorizará el juez, sino por causa grave, como
la de socorrer a un consanguíneo necesitado, contribuir a un objeto de
beneficencia pública, u otro semejante, y con tal que sean proporcionadas a las
facultades del pupilo, y que por ellas no sufran un menoscabo notable los capitales
productivos.
Los gastos de poco valor para objetos de caridad, o de lícita recreación, no están
sujetos a la precedente prohibición."
654
Como se advierte, tratándose de donaciones de dinero o cosas corporales
muebles del pupilo, sólo podrán hacerse válidamente cumpliendo ciertas exigencias
y bajo determinadas circunstancias. En concreto, requieren autorización judicial
previa justificada en causa grave y con tal que sean proporcionadas a las facultades
del pupilo y que por ellas no sufran un menoscabo notable los capitales productivos.
Al tratarse de una formalidad habilitante su omisión acarrearía la nulidad relativa de
la donación.
2º. Reglas especiales para los padres . El Art. 255 somete al padre o madre que
ejerce la patria potestad a las mismas prohibiciones y exigencias que impone a los
guardadores.
Art. 255. "No se podrá hacer donación de ninguna parte de los bienes del hijo, ni
darlos en arriendo por largo tiempo, ni aceptar o repudiar una herencia deferida al
hijo, sino en la forma y con las limitaciones impuestas a los tutores y curadores."
655
principales y en seguida nos adentraremos en cada especie de ellas. Luego
retomaremos las donaciones con causa onerosa bajo el mismo esquema.
Art. 1417. "El donante de donación gratuita goza del beneficio de competencia en
las acciones que contra él intente el donatario, sea para obligarle a cumplir una
promesa, o donación de futuro, sea demandando la entrega de las cosas que se
le han donado de presente."
Art. 1422. "El donatario de donación gratuita no tiene acción de saneamiento aun
cuando la donación haya principiado por una promesa."
3º. Las donaciones de este tipo están sujetas a insinuación, salvo cuando ellas no
excedan los 20 centavos, lo que en su equivalencia a moneda de curso legal vigente
asciende aproximadamente a $20.000.
656
insinuación, salvo los casos de donaciones reguladas por leyes o estatutos
especiales.
El Código ha querido dar solución a la duda que pudiera presentarse con las
denominadas donaciones de pensiones periódicas, pues cuando lo que se dona es
el derecho de percibir periódicamente una cantidad de dinero cada una puede no
exceder del límite señalado en la ley, pero en su conjunto sí. En consecuencia, ha
exigido que si la suma de las cantidades que han de percibirse en un decenio
excediere de dos centavos, entonces deberán insinuarse. Así lo prescribe el Art.
1402.
Art. 1400. "No valdrá la donación entre vivos de cualquiera especie de bienes
raíces, si no es otorgada por escritura pública e inscrita en el competente Registro.
Tampoco valdrá sin este requisito la remisión de una deuda de la misma especie
de bienes."
Art. 1407. "Las donaciones a título universal, sean de la totalidad o de una cuota
de los bienes, exigen, además de la insinuación y del otorgamiento de escritura
pública, y de la inscripción en su caso, un inventario solemne de los bienes, so
pena de nulidad.
657
Si se omitiere alguna parte de los bienes en este inventario, se entenderá que el
donante se los reserva, y no tendrá el donatario ningún derecho a reclamarlos."
Aunque el Código emplea las expresiones "a título" universal o singular , ello no
significa que la donación entre vivos pueda dar origen indistintamente a una
adquisición a título universal o singular, pues en nuestro sistema no hay
propiamente donaciones a título universal. Como señalaba el profesor BARROS
ERRÁZURIZ , "el donatario es siempre adquirente a título particular; no tiene derecho
sino a los bienes expresamente comprendidos en la donación; y no sucede jamás
en el patrimonio completo del donante, esto es, en la universalidad de su
patrimonio."
La consecuencia de no inventariar todos los bienes que se donan son dos: 1º.
Que queda excluida la denominada "donación de cosas futuras", tal como lo expresa
el Art. 1409.
Art. 1409. "Las donaciones a título universal no se extenderán a los bienes futuros
del donante, aunque éste disponga lo contrario."
Art. 1408. "El que hace una donación de todos sus bienes deberá reservarse lo
necesario para su congrua subsistencia; y si omitiere hacerlo, podrá en todo
tiempo obligar al donatario a que, de los bienes donados o de los suyos propios,
le asigne a este efecto, a título de propiedad, o de un usufructo o censo vitalicio,
lo que se estimare competente, habida proporción a la cuantía de los bienes
donados."
658
Consecuencia de lo anterior, como se advierte de la lectura del artículo, es que si
el donante hace donación e incluye en el inventario todos sus bienes, ello no es
óbice para que pueda obligar en cualquier tiempo al donatario no sólo sobre los
bienes donados sino sobre los propios del donatario, en caso de necesidad, a
transferirle en dominio o en usufructo o censo vitalicios, lo necesario para su
subsistencia, en proporci ón a lo por él donado.
Art. 735. "Los fideicomisos no pueden constituirse sino por acto entre vivos
otorgado en instrumento público, o por acto testamentario.
659
donante. Dado que el tercero, el fideicomisario, sólo tiene una mera expectativa de
adquirir la cosa donada, no puede aceptar antes de la restitución, aunque la ley lo
faculta para repudiar antes que se verifique ésta, lo que no es extraño pues se
aplican a las donaciones las mismas reglas en materia de aceptación y repudiación
previstas para las asignaciones.
6 81 . LAS DONACIONES CON CAUSA ONEROSA. Las donaciones con causa onerosa
son aquellas que se sujetan a un modo o a una carga establecida en provecho del
mismo donatario, como cuando se dona algo para que una persona abrace una
determinada profesión o se hace a título de dote o por razón del matrimonio d el
donatario. Están tratadas en el Art. 1404.
Art. 1404. "Las donaciones con causa onerosa, como para que una persona
abrace una carrera o estado, o a título de dote o por razón de matrimonio, se
otorgarán por escritura pública, expresando la causa; y no siendo así, se
considerarán como donaciones gratuitas.
Tienen en común estas donaciones que son solemnes pues deben otorgarse por
escritura pública en la cual necesariamente debe expres ars e la causa de la
donación. Aquí la exigencia de expresar la causa es condición esencial para
considerarlas como tales. Dicho de otra forma, al no expresarse la presunción legal
de causa en la mera o simple liberalidad hace que se las considere como
enteramente gratuitas. Requieren de insinuación y de inscripción conservatoria, si
lo donado es un inmueble.
Art. 1423 inciso 2º. "Con todo, si se han impuesto al donatario gravámenes
pecuniarios o apreciables en dinero, tendrá siempre derecho para que se le
reintegre lo que haya invertido en cubrirlos, con los intereses corrientes, que no
parecieren compensados por los frutos naturales y civiles de las cosas donadas."
Al tratarse de una donatio sub modo , esto es, de una donación en la que el
donatario debe de cumplir la donación en la forma especial dispuesta por el donante,
va envuelta la condición de cumplirla de esa forma. En caso de mora de cumplir,
nace el derecho del donante de exigirle forzadamente que cumpla o solicitar la
resolución de la donación. Para este segundo caso la ley considera al donatario
como poseedor de mala fe para los efectos de restituir la cosa donada y sus frutos.
Así lo señala el Art. 1426.
661
Art. 1426. "Si el donatario estuviere en mora de cumplir lo que en la donación se
le ha impuesto, tendrá derecho el donante o para que se obligue al donatario a
cumplirlo, o para que se rescinda la donación.
En este segundo caso será considerado el donatario como poseedor de mala fe,
para la restitución de las cosas donadas y los frutos, siempre que sin causa grave
hubiere dejado de cumplir la obligación impuesta.
Podemos definir las donaciones sujetas a modalidad como aquellas que llevan
envuelta una condición o plazo que alteran la forma normal en que quedan
perfeccionadas las donaciones comúnmente. Para el tratamiento de las
modalidades la ley reenvía a las reglas de las modalidades en las asignaciones por
causa de muerte, c omo ya vimos en el Art. 1416.
Estas donaciones son solemnes pues deben necesariamente constar por escrito,
sea por escritura privada o por escritura pública, dependiendo de la cosa donada.
En la escritura de su otorgamiento debe expresarse la modalidad (condición o
plazo). Deben ser insinuadas y requieren de inscripción para el caso de tratarse de
inmuebles. A estas características se refiere el Art. 1403.
Art. 1403. "La donación a plazo o bajo condición no producirá efecto alguno, si no
constare por escritura privada o pública en que se exprese la condición o plazo; y
662
serán necesarias en ella la escritura pública y la insinuación e inscripción en los
mismos términos que para las donaciones de presente."
Art. 1433. "Se entenderán por donaciones remuneratorias las que expresamente
se hicieren en remuneración de servicios específicos, siempre que éstos sean de
los que suelen pagarse.
Si no constare por escritura privada o pública, según los casos, que la donación
ha sido remuneratoria, o si en la escritura no se especificaren los servicios, la
donación se entenderá gratuita."
Art. 1435. "El donatario que sufriere evicción de la cosa que le ha sido donada en
remuneración, tendrá derecho a exigir el pago de los servicios que el donante se
propuso remunerarle con ella, en cuanto no aparecieren haberse compensado por
los frutos."
663
Las donaciones por causa de matrimonio tienen su antecedente histórico en
la dote y la donación propter nuptias tratándose de donaciones hechas por terceros
a los esposos , y entre esposos sus orígenes están en las arras y las donaciones
esponsalicias .
Las define el Código en el Art. 1786 como aquellas donaciones que un esposo
hace al otro antes de celebrarse el matrimonio y en consideración a él y las
donaciones que un tercero hace a cualquiera de los esposos antes o después de
celebrarse el matrimonio y en consideración a él.
Art. 1786. "Las donaciones que un esposo hace a otro antes de celebrarse el
matrimonio y en consideración a él, y las donaciones que un tercero hace a
cualquiera de los esposos antes o después de celebrarse el matrimonio y en
consideración a él, se llaman en general donaciones por causa de matrimonio."
Las donaciones por causa de matrimonio permiten una clasificación que emana
de la propia definición. 1º. Donaciones que hace un esposo a otro antes del
matrimonio; 2º. Donaciones que hace un tercero a cualquiera de los cónyuges
después del matrimonio.
1º. Sólo los esposos o futuros cónyuges pueden realizarse entre sí donaciones
por causa de matrimonio, es decir, la oportunidad que tienen para hacerlo es sólo
antes de contraer matrimonio. Después de contraído el matrimonio, ya no son
esposos, pasan a ser cónyuges, y recordemos que todo tipo de donaciones entre
cónyuges s on consideradas por el Código como donaciones revocables. Cuando
un tercero dona por causa de matrimonio la oportunidad para hacerlo puede ser
perfectamente antes o durante el matrimonio.
2º. Las donaciones por causa de matrimonio entre esposos quedan sujetas a las
formalidades que la ley ha exigido para el otorgamiento de aquellas capitulaciones
matrimoniales que se otorgan antes de la celebración del matrimonio. Cuando un
tercero dona a cualquiera de los cónyuges por causa de matrimonio la ley somete
estas donaciones a la misma de una donación con causa onerosa.
3º. La ley presume que, entre esposos, las donaciones se efectúan por causa del
matrimonio. Así aparece del inciso 3º del Art. 1790.
Art. 1790 inciso 3º. "En la escritura del esposo donante se presume siempre la
causa de matrimonio, aunque no se exprese."
Cuando un tercero dona a los cónyuges debe expresarse que lo hace por esta
causa, de no hacerlo se tienen por donaciones enteramente gratuitas.
664
Ahora bien, en las donaciones por causa de matrimonio, al regirse por las reglas
generales de todas las donaciones, pueden introducirse modalidades y cualquiera
estipulación lícita, siempre que no opongan a las prescripciones especiales que se
contienen en este título, tal como nos lo informa el Art. 1789.
Art. 1789. "Las donaciones por causa de matrimonio, sea que se califiquen de
dote, arras o con cualquiera otra denominación, admiten plazos, condiciones y
cualesquiera otras estipulaciones lícitas, y están sujetas a las reglas generales de
las donaciones, en todo lo que no se oponga a las disposiciones especiales de
este título.
4º. Los esposos sólo pueden hacerse donaciones hasta el quantum que la ley les
permite en el Art. 1788. Los terceros donantes no tienen limitación alguna.
Art. 1788. "Ninguno de los esposos podrá hacer donaciones al otro por causa de
matrimonio, sino hasta el valor de la cuarta parte de los bienes de su propiedad
que aportare."
5º . Decíamos que una vez celebrado el matrimonio lo que se donen los cónyuges
no se considera donación irrevocable por causa de matrimonio. Toda donación entre
cónyuges es siempre revocable. Las donaciones de terceros a los cónyuges o
esposos son donaciones por causa de matrimonio en principio irrevocables , pero
pueden revocarse según los casos y bajo las condiciones que estudiaremos
en seguida. Así lo prescriben los Arts. 1791 y 1792.
Art. 1791. "En las donaciones entre vivos o asignaciones testamentarias por causa
de matrimonio, no se entenderá la condición resolutoria de faltar el donatario o
asignatario sin dejar sucesión, ni otra alguna, que no se exprese en el respectivo
instrumento, o que la ley no prescriba."
Art. 1792. "Si por el hecho de uno de los cónyuges se disuelve el matrimonio antes
de consumarse, podrán revocarse las donaciones que por causa de matrimonio
se le hayan hecho, en los términos del artículo 1790.
665
Carecerá de esta acción revocatoria el cónyuge por cuyo hecho se disolviere el
matrimonio."
Sobre esta última causal de revocación pasemos a ver las distintas situaciones
que la ley ha considerado en el Art. 1790 para que pueda operar.
Art. 1790. "Declarada la nulidad del matrimonio, podrán revocarse todas las
donaciones que por causa del mismo matrimonio se hayan hecho al que lo
contrajo de mala fe, con tal que de la donación y de su causa haya constancia por
escritura pública.
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Tercera situación. Si el matrimonio se ha disuelto por la declaración del divorcio .
En caso d e divorcio la regla es similar al del matrimonio putativo, pues se faculta al
cónyuge inocente para revocar las donaciones hechas al cónyuge culpable, según
lo prescribe el Art. 172.
Art. 172. "El cónyuge inocente podrá revocar las donaciones que hubiere hecho
al culpable, siempre que éste haya dado causa al divorcio o a la separación judicial
por adulterio, sevicia atroz, atentado contra la vida del otro cónyuge u otro crimen
de igual gravedad."
Art. 1792. "Si por el hecho de uno de los cónyuges se disuelve el matrimonio antes
de consumarse, podrán revocarse las donaciones que por causa de matrimonio
se le hayan hecho, en los términos del artículo 1790.
Art. 115 inciso 1º. "El ascendiente sin cuyo necesario consentimiento se hubiere
casado el descendiente, podrá revocar por esta causa las donaciones que antes
del matrimonio le haya hecho."
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6 86 . DE LA RESPONSABILIDAD DEL DONATARIO POR LAS DEUDAS DEL DONANTE . La
cuestión acerca de la responsabilidad del donatario frente a los acreedores del
donante por las deudas contraídas por éste para con ellos ha sido tratada en nuestro
Código fundamentalmente en los Arts. 1418 a 1421. Don A. BELLO propone
distinguir si la donación ha sido de todos los bienes del donante (la mal llamada
donación a título universal) o sólo de determinadas cosas que se transfieren
(donación a título singular), distinción que proponemos seguir para estudiar este
efecto.
Art. 1418. "El donatario a título universal tendrá respecto de los acreedores las
mismas obligaciones que los herederos; pero sólo respecto de las deudas
anteriores a la donación, o de las futuras que no excedan de una suma específica,
determinada por el donante en la escritura de donación."
Art. 1419. "La donación de todos los bienes o de una cuota de ellos o de su nuda
propiedad o usufructo no priva a los acreedores del donante de las acciones que
contra él tuvieren; a menos que acepten como deudor al donatario expresamente
o en los términos del artículo 1380, número 1º."
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Art. 1420. "En la donación a título singular puede imponerse al donatario el
gravamen de pagar las deudas del donante, con tal que se exprese una suma
determinada hasta la cual se extienda este gravamen.
En todo caso, el donatario goza respecto de las deudas del donante a que puede
estar obligado de acuerdo a las reglas estudiadas, un beneficio de inventario que le
concede el Art. 1421, con tal que acredite el monto de lo donado por instrumento
público.
Art. 1421. "La responsabilidad del donatario respecto de los acreedores del
donante, no se extenderá en ningún caso sino hasta concurrencia de lo que al
tiempo de la donación hayan valido las cosas donadas, constando este valor por
inventario solemne o por otro instrumento auténtico.
Proponemos seguir este mismo orden para estudiar las causales de extinción de
las donaciones expresando que, como todo acto jurídico, la regla general es que las
donaciones dejan de producir efectos de acuerdo a las reglas generales aplicables
a todo contrato.
Art. 1425. "Son rescindibles las donaciones en el caso del artículo 1187."
En efecto, el reenvío que se hace al Art. 1187 es el que estudiamos con ocasión
de la acción de inoficiosa donación.
Art. 1187. "Si fuere tal el exceso que no sólo absorba la parte de bienes de que el
difunto ha podido disponer a su arbitrio, sino que menoscabe las legítimas
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rigorosas, o la cuarta de mejoras, tendrán derecho los legitimarios para la
restitución de lo excesivamente donado, procediendo contra los donatarios, en un
orden inverso al de las fechas de las donaciones, esto es, principiando por las
más recientes.
En este segundo caso será considerado el donatario como poseedor de mala fe,
para la restitución de las cosas donadas y los frutos, siempre que sin causa grave
hubiere dejado de cumplir la obligación impuesta.
Dado que la rescisión trae como consecuencia volver las cosas al estado anterior
al de la celebración del acto que se rescinde, como justa sanción por no haberse
cumplido con las condiciones o requisitos legales, rescindida una donación debe
procederse a las prestaciones mutuas, en la forma que ya estudiamos en el inciso
2º del Art. 1426.
Art. 1427. "La acción rescisoria concedida por el artículo precedente terminará en
cuatro años desde el día en que el donatario haya sido constituido en mora de
cumplir la obligación impuesta."
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constituye una excepción al principio que señala que "las cosas en Derecho se
deshacen de la misma manera que se hacen". En efecto, la donación es un contrato
por lo que debiera dejarse sin efecto mediante el mismo mecanismo del concurso
de voluntades que le dio origen, esto es, por medio de una convención. Sin
embargo, la donación como en otros contratos intuito persona ( v. gr. el mandato)
que pueden unilateralmente ser dejados sin efecto al perderse el elemento
determinante que ha llevado al contratante a celebrarlo (la confianza en la persona
del mandatario en el mandato), puede revocarse al sufrir el donante el desprecio o
la ofensa del donatario, es decir, su ingratitud.
El Código destina principalmente los Arts. 1428 al 1431 para tratar el efecto de la
revocación de la donación por causa de ingratitud.
Art. 1428. "La donación entre vivos puede revocarse por ingratitud.
Se tiene por acto de ingratitud cualquiera hecho ofensivo del donatario, que le
hiciera indigno de heredar al donante."
Art. 1431. "Cuando el donante por haber perdido el juicio, o por otro impedimento,
se hallare imposibilitado de intentar la acción que se le concede por el artículo
1428, podrán ejercerla a su nombre mientras viva, y dentro del plazo señalado en
el artículo anterior, no sólo su guardador, sino cualquiera de sus descendientes o
ascendientes, o su cónyuge."
Lo que no permite la ley, según se lee del Art. 1430, es que se puede demandar
la revocación de la donación una vez fallecido el donante.
Art. 1430. "La acción revocatoria termina en cuatro años contados desde que el
donante tuvo conocimiento del hecho ofensivo, y se extingue por su muerte, a
menos que haya sido intentada judicialmente durante su vida, o que el hecho
ofensivo haya producido la muerte del donante, o ejecutándose después de ella.
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Ahora bien, si el donante en vida puso en ejercicio la acción de revocación de la
donación, pero fallece antes de dictarse sentencia, la acción y el juicio en que se
puso en movimiento sigue su curso con los herederos del donante.
Al igual que en la rescisión de las donaciones, declarada que sea por sentencia
judicial firme la revocación de la donación, debe de procederse a las prestaciones
mutuas, para cuyo efecto dispone el Art. 1429 que se considerará al donatario como
poseedor de mala fe.
Art. 1429. "En la restitución a que fuere obligado el donatario por causa de
ingratitud será considerado como poseedor de mala fe desde la perpetración del
hecho ofensivo que ha dado lugar a la revocación."
Art. 1432. "La resolución, rescisión y revocación de que hablan los artículos
anteriores, no dará acción contra terceros poseedores, ni para la extinción de
las hipotecas, servidumbres u otros derechos constituidos sobre las cosas
donadas, sino en los casos siguientes:
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1º Cuando en escritura pública de la donación (inscrita en el competente registro,
si la calidad de las cosas donadas lo hubiere exigido), se ha prohibido al donatario
enajenarlas, o se ha expresado la condición;
El donante que no hiciere uso de dicha acción contra terceros, podrá exigir al
donatario el precio de las cosas enajenadas, según el valor que hayan tenido a la
fecha de la enajenación."
Como se aprecia la regla general es que estas acciones no dan derecho contra
terceros poseedores sino en los casos que prevé en sus tres numerales este Art.
1432. Estos casos son:
Nuestros tribunales superiores de justicia han entendido que este Art. 1432
procedería sólo cuando se pretende la revocación por causa de ingratitud, pero no
se extendería a la revocación mencionada en el Art. 1412, esto es, a la que se lleva
a cabo antes de perfeccionarse la donación, pues se trata de este caso más bien
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de una retractación de la oferta de donación pues se efectúa antes de que le sea
notificada la aceptación del donatario al donante.
Todo lo anterior mente dicho, se entiende sin perjuicio del derecho del donante a
no accionar en contra del tercero, y sólo dirigirse contra del donatario para exigir le
pague el precio que recibió por la enajenación de las cosas donadas según el valor
que hayan tenido é stas al momento de la enajenación, como lo señala el inciso final
del Art. 1432.
1º. Las donaciones por causa de matrimonio pueden ser revocadas en caso de
producirse el divorcio o separación judicial de los cónyuges en la forma y
condiciones que ya estudiamos. También caducan naturalmente por el hecho de no
celebrarse el matrimonio.
2º. También pueden revocarse, de acuerdo al Art. 1210, por efecto del
desheredamiento que opera también como causal de extinción de las donaciones.
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BIBLIOGRAFÍA GENERAL
BIBLIOGRAFÍA ESPECIAL
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LECTURAS RECOMENDADAS
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