Jóvenes posmodernos

Los talleres que hemos empezado a impartir a jóvenes de colegios

públicos en nuestro país, nos permiten acercarnos a estos jóvenes
posmodernos que suscitan tanta desconfianza en los adultos.
Enseñamos a utilizar las redes sociales para ayudarlos a aprender, y la
intención es ampliar dichos cursos a los profesores, para que puedan
apoyar a estos nuevos estudiantes de la era posdigital. Pensamos, como
muchos más, que es esencial que todos (no solo estudiantes y
profesores) se alfabeticen informacional y mediáticamente para poder
participar de la riqueza que este mundo nos ofrece.

Dolors Reig, a quien tanto cito, a su vez comenta lo que escribe Rifkin a
partir de un discurso reciente de Obama: “Debemos agudizar nuestro
instinto para la empatía para poder convertirnos en personas más
cívicas”, decía:

“Los nuevos descubrimientos acerca de la evolución humana desafían viejas creencias

sobre nuestra naturaleza. No estamos biológicamente predispuestos para la agresión, la
violencia, el egoísmo y la búsqueda del placer y recompensas utilitarias sino para la
intimidad y la sociabilidad. La empatía es el medio emocional y cognitivo sobre el que
expresamos esas tendencias.

Empatizar es experimentar la condición de otro como si fuese la propia. Es reconocer sus

vulnerabilidades y su lucha por florecer, por ser. Ser capaz de empatizar requiere conocer
primero las propias vulnerabilidades, que la vida es un bien valioso y merecedor de ser
tratado con respeto. La empatía es celebrar la existencia propia y de los demás. Empatizar
es civilizar.”i

Nos acercamos, entonces a estos jóvenes posmodernos, de manera empática, confiando en

su sociabilidad, en su inmensa necesidad de pertenecer y de elevar sus conocimientos y su
consciencia.

No es por casualidad que esta antigua idea de la empatía, que los sabios y espirtuales
siempre han expresado como meta, sea la idea fuerza del discurso del Presidente Obama, y
del físico Dan Winter, quien en su libro Atracción Fractal: Revoluciones dramáticas en
la ciencia que hay tras la espiritualidad, nos habla desde un punto de vista científico de
los fractales que permiten la compresión perfecta, y la evolución de la conciencia que nos
conduce a esos espacios sagrados, los cuales no son más que la sincronía de ondas
pequeñas (latidos del corazón, respiración, los días) con las inmensas ondas de las galaxias.
Luego de una explicación fascinante, Dan Winter expresa que el amor es la incrustación
perfecta, la empatía, la compasión, esa experiencia de asumir al otro, es la compresión
perfecta. Nos preparamos mediante la meditación (Winter muestra también aparatos que
producen iones negativos) para esa alineación perfecta de ondas que nos conducirán a lo
que los espirituales llaman “iluminación”, que es la organización que permite salir del caos.
Alucinante la explicación de Winter, y extraordinario el discurso de Obama. Ideas fuerza
que, en el plano de la cotidianeidad, nos permiten acercarnos empáticamente a estos
jóvenes posmodernos de hoy.
i
http://www.dreig.eu/caparazon/2011/01/26/hacia-un-nosotros-cada-vez-mas-amplio-la-empatia-como-motor-historico-en-
el-encuentro-jovenes-3d/