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La fuerza en la Lucha Grecorromana.

Control biomédico del entrenamiento


deportivo
Especialista de primer grado en Medicina del
deporte.
Instituto de Medicina del Deporte. Ciudad de la
Habana. Eliades Luis Moreno Suárez
Médico de la Selección Nacional de Lucha eliadesmoreno@yahoo.es
grecorromana de Cuba. (Cuba)
Miembro de la Federación Cubana de Medicina
del Deporte.

Este artículo tiene el objetivo de informar que tipo de trabajo se realiza con la selección
nacional de Lucha Grecorromana de Cuba en relación a esta capacidad motora, analizando
el estado de salud de los atletas, las pruebas morfo-funcionales que se aplican, así como el
control diario de las capacidades a través de las variables tiempo de trabajo, tiempo de
descanso, respuestas cardiovasculares y metabólicas. Se muestran los tests específicos para
evaluar las capacidades y para valorar la adaptación a las cargas de entrenamiento,
también se adjuntan ejemplos.

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 48 - Mayo de 2002

1/2

Introducción
El objetivo fundamental de esta investigación es estudiar las posibilidades
morfológicas del luchador para el entrenamiento de fuerza y su potencial para
mejorar su organización biológica a través del mismo sin afectar el equilibrio del
medio interno, debido a la influencia del medio externo y de esta forma mediante
su control garantizar un mejor cuidado del atleta, su perfeccionamiento físico-
psíquico y funcional y lograr las mejores posibilidades de su calidad deportiva si se
desarrollan simultáneamente con otras capacidades, también influir en el
perfeccionamiento de la técnica, en la táctica y en sus condiciones volitivas.

El entrenamiento de fuerza como complemento del alto rendimiento, conlleva a


la mejoría de sus resultados deportivos, sin embargo el éxito radica en una correcta
planificación del entrenamiento.

Conceptualmente se define como el empleo de métodos de resistencia


progresiva la cual puede ser el propio peso corporal, un peso libre, etc. Para
incrementar su habilidad de resistir o vencer otra fuerza.

El control médico del entrenamiento deportivo es la forma, método o


procedimiento mediante exámenes físicos, pruebas médicas de laboratorio o de
terrenos, exámenes clínicos o bioquímicos que permitan valorar la aplicación de las
cargas, diagnosticar como reacciona el organismo y ofrecerle informaciones y/o
recomendaciones a todos aquellos que influyen en el entrenamiento.

Características de la Lucha Grecorromana


Pedagógicas

Estamos en presencia de un deporte acíclico, de combate por división, las


mismas son:

Divisiones
54 Kg., 58 Kg., 63 Kg., 69 Kg., 76 Kg.,
85 Kg., 97 Kg. y hasta 130 Kg.

• También exige un entrenamiento directo con el contrario, para


lograr una supremacía en la lucha por la victoria.
• Requiere de un gran dominio de la técnica en función de la
táctica para obtener el éxito.
• Necesita de un numero de confrontaciones para alcanzar su
objetivo.

Bioquímicas

Es necesario tener presente la directriz del continuo energético, existe un


sistema principal, el de la glucolisis anaeróbica con su resultado de Ac. Láctico,
aunque está presente el del ATP-FC por ser el primero en aportar energía. También
tenemos que analizar el aporte de ATP mediante el sistema aeróbico debido a la
duración de la actividad.

Fisiológicas: Es necesario desarrollar las siguientes capacidades:


( Señalaremos las principales)

Este trabajo se circunscribe a esta capacidad porque en otras ocasiones


analizaremos las demás.

El control médico del entrenamiento deportivo


Este comienza con:

Confección de una correcta Historia Clínica Médico-Deportiva

Pensamos que todas las investigaciones ha realizar sobre el control médico,


tendrán referencia de este acápite, porque consideramos que hay que garantizar un
buen estado de salud en los atletas para poder asimilar las cargas de
entrenamientos que requiere el alto rendimiento en la actualidad.

Ella informa el estado de salud, la presencia de alguna contraindicación que sea


perjudicial para desarrollar el deporte. También aporta la edad cronológica y
deportiva, las caracterizaciones individuales de los atletas, en base a los resultados
de las pruebas de laboratorio, de terreno etc.

Laboratorio Clínico

Se debe realizar una batería de exámenes complementarios de forma que se


refleje el estado actual del atleta.

Estudios Cardio-Respiratorios:

Se deben realizar todas las pruebas posibles para recibir las informaciones
necesarias.

Prueba Ergométrica en el laboratorio


Estas pruebas generalmente se acompañan de respuestas cardiovasculares y
metabólicas y se integran con la prueba de potencia aeróbica realizada en el
terreno.

Ecocardiografía

Como método de diagnóstico y para valorar los cambios en las paredes y


cavidades del corazón producto del entrenamiento, recodar que el entrenamiento
tiene gran influencia sobre estas estructuras.

Electrocardiografía

Como método de diagnóstico de patologías de base, determinar que tipo de


trabajo predomina durante la etapa a través del índice aeróbico-anaeróbico y para
valorar la adaptabilidad a las cargas.

Indice aeróbico-anaeróbico (Indice de Chignón) que consiste en la suma de las


ondas S en V1 y V2 sobre el duplo de la onda R en V6.

Es un método para controlar la capacidad que se desarrolla en cada etapa.

Estudio de las fracciones morfológicas del cuerpo a través de la composición


corporal
Nosotros sugerimos el método de W. de Roos y D. Keer, Además se incluye la
determinación de las áreas de músculo y grasa en los miembros superiores e
inferiores (Instituto de Medicina del Deporte de Cuba). Estas fracciones tienen
variabilidad con el efecto del ejercicio. La utilizamos con el objetivo de diagnosticar
el estado actual y como se comportan después de las cargas de entrenamientos. Se
observan cambios en muslos y brazos donde existen disminuciones considerables
en el contenido de grasa.

Algunos aspectos a tener en cuenta para el desarrollo de la


fuerza
Es muy importante que los entrenadores y preparadores físicos conozcan los
diferentes métodos para el aumento de la fuerza, entonces poder elegir y planificar
su entrenamiento.

Principios Básicos para el desarrollo de la Fuerza

• Principio de sobrecarga: Es la ejecución contra una resistencia


o peso que exceda a aquellos con los que normalmente trabaja: Es el
principio más efectivo para el desarrollo de la fuerza. El porcentaje
mínimo que ayuda al desarrollo de la fuerza es el 30 % de la fuerza
máxima.
• Principio de la resistencia progresiva: Producto del aumento de
la fuerza como consecuencia del entrenamiento, lo que hoy
constituye 30% ej. 30 Kg., mañana puede ser 20 %; por lo que hay
que ir incrementando progresivamente las cargas. Se debe
determinar otra vez la fuerza máxima. El incremento debe realizarse
cuando el peso le constituya fácil para su ejecución.
• Principio del ordenamiento de los ejercicio: Existen diferentes
criterios acerca de que se entrena primero si los grandes grupos
musculares o los pequeños grupos musculares, porque existen
opiniones sobre la fatiga fácil de estos últimos. Hasta el momento las
opiniones están divididas. Somos de la opinión de que el mejor es el
que más beneficie el atleta.

Lo más importante es ordenar los entrenamientos de forma tal que


los ejercicios sucesivos no involucren el mismo grupo muscular.

• Principio de especificidad: El entrenamiento de fuerza parece


ser una actividad especifica de las aptitudes motoras, conlleva a que
cada deporte desarrolle la fuerza en los grupos musculares que son
propios de la actividad. En la mayor parte de las actividades
deportivas, aún cuando participen grupos musculares similares, el
desarrollo de esta destreza motora requiere de una relación fuerza-
velocidad.

Ej.: Un atleta de Lucha Greco tiene gran fuerza y gran velocidad


para el desempeño en su deporte, sin embargo estas pueden no ser
aconsejable para desarrollarse en el baloncesto.

• Principio de la periodización: Esta basada en la planificación


correcta. La teoría básica consiste tomar los grupos musculares en la
secuencia, hipertrofia, fuerza y potencia (incluye Fuerza-Velocidad),
fuerza máxima y reposo

Tipos de contracción para el desarrollo de la fuerza

I. Dinámicas
a. Isotónicas
 Concéntrica. El músculo se corta a medida que
realiza la contracción.
 Excéntrica. El músculo se alarga a medida que
realiza la contracción.
b. Isocinéticas. El músculo se acorta a una velocidad
constante.
II. Estáticas
a. Isométrica. El músculo no varia de longitud a medida
que se desarrolla la tensión.

Factores que contribuyen al aumento de la fuerza


El principal factor (ocurre dentro de las fibras musculares) consiste en el
incremento en el diámetro transversal de las fibras existente a expensa de, un
mayor numero de miofibrillas, aumento en las proteínas totales e hipertrofias en los
ligamentos, tendones y tejidos conectivos.
Factores Neuromusculares

Mejorías en las coordinaciones intramusculares e intermusculares.

La Coordinación Intramuscular e Intermuscular

El Sistema Nervioso Central regula la actividad de acuerdo al nivel de fuerza a


desarrollar en el músculo y no en base a la velocidad de la contracción. De este
modo en primer lugar se incorporan al trabajo las unidades motoras más pequeñas,
las de las fibras tipo I. Cuando estas no son necesarias, se comienzan a reclutar
fibras tipo II, inicialmente las de tipo IIa y si los requerimientos son muy elevados se
reclutan las fibras de tipo IIb. Es importante entender la independencia en relación
al factor velocidad, ya que por ejemplo un gesto con una carga submáxima
realizada a elevada velocidad, activa predominantemente las fibras tipo I.

Los distintos tipos de fibras musculares presentan umbrales de excitaciones


diferentes.

El umbral mínimo corresponde a las fibras tipo I (10 a 15 hz) que trabajan entre
un 20 a 25 % de la fuerza máxima estática y cerca del 60% de la fuerza muscular
estática trabajan las fibras tipo II entre 20 y 45 hz., mientras que para niveles
tensionales máximos la frecuencia de estimulación alcanza los 45 a 60 hz.

A partir de una motoneurona pueden inervarse cientos de fibras musculares, y al


mismo tiempo las fibras musculares pueden tener terminaciones tanto de las
motoneuronas propias como de las motoneuronas mixtas. Por esta razón la
capacidad de activar solo la cantidad indispensable de unidades motoras, es una de
las adaptaciones más importantes del sistema neuromuscular, la coordinación
intracelular. En los trabajos musculares prolongados se produce una alternancia de
las distintas unidades motoras.

Un importante efecto de adaptación en el entrenamiento de la fuerza máxima


está determinado por el aumento del número de unidades motoras incorporadas al
trabajo, que en una persona no entrenada no supera el 20 o 30 %, mientras en un
individuo entrenado puede superar el 90%.

Paralelamente el Sistema Nervioso Central desarrolla los procesos de


coordinaciones intermusculares, a través del perfeccionamiento la labor de los
grupos sinergistas y antagonistas, factor indispensable para el logro de la eficiencia
mecánica muscular. El cambio de las limitantes estructurales (articulares y
musculares) es un factor determinante del desarrollo de la eficiencia. La efectiva
coordinación intra e intermuscular determinante de la eficiencia muscular se
observan en los electromiogramas integrados, mediante el conjunto de cambios
morfológicos, bioquímicos y fisiológicos que integran los procesos de adaptación en
el entrenamiento de la fuerza, esta puede aumentar entre 2 a 4 veces.

La magnitud y el tipo de fuerza que desarrolla un músculo dependen de la


proporción de los distintos tipo de fibra muscular. Las fibras tipo II proporcionarán
las magnitudes de fuerza veloz y potencia, mientras las tipo I de la fuerza estática.
Esto determina la posibilidad de hipertrofias selectivas de acuerdo al método de
entrenamiento seleccionado.

La fuerza que se logra mediante la utilización de ejercicios en altas velocidades


(100º/seg.), pueden ser transferidas a velocidades inferiores, situación que no se
produce a la inversa, ya que los métodos de entrenamiento a bajas velocidades no
transfieren los niveles de fuerza hacia las ejecuciones veloces.
Las cargas destinadas a mejorar la velocidad o la coordinación deben ejecutarse
en función de sus máximas posibilidades funcionales, para la construcción de
estereotipos dinámicos positivos.

Según el Prof. Gabriel Molnar "Un ejercicio específico, produce una respuesta
específica en un individuo específico y en un tiempo específico".

Factores Metabólicos (ocurren dentro de la fibra muscular)

• Aumentos en las concentraciones de ATP -(18%).


• Aumentos en las concentraciones de Fosfocreatina-(22%).
• Aumentos en las concentraciones de Glucógeno-(66%).

Clasificación de la Fuerza
Un aspecto importante antes de determinar los ejercicios a utilizar durante el
entrenamiento, es la clasificación de la fuerza (explicadas en las características
fisiológicas). Muchos autores han publicado diferentes clasificaciones de fuerza,
pero creemos que el aspecto más importante esta basada en los objetivos del
deporte en estudio:

Fuerza Máxima: Cuando se piensa en el término de fuerza máxima. Esta situación


la mayoría de los entrenadores la relacionan con un ejercicio a carga altísima y
velocidad de ejecución muy lenta. En realidad una de las maneras de obtener
fuerza máxima, pero no la única. Es importante comprender que el incremento de la
fuerza máxima se puede conseguir realizando ejercicios a bajas o altas velocidades.
La diferencia está planteada en el tipo de ejercicio que se utiliza. Y es aquí donde
debemos cambiar nuestra idea de fuerza y hablar de ejercicios de alta potencia o
baja potencia muscular.

Ejemplo: Si elegimos los ejercicios de cuclillas, sabemos que los mismos están
limitados por la Ley de Hill, que dice que a mayor carga menor velocidad y esto se
comprueba a medida que vamos acercándonos al máximo de la fuerza, en donde el
movimiento se hace cada vez más lento. Pero si en cambio elegimos un ejercicio de
arranque observamos que a medida que elevamos el peso debemos mantener o
aumentar la velocidad para poder tener éxito en el movimiento, y también estamos
desarrollando fuerza máxima. Lo que garantiza el desarrollo de la fuerza máxima es
el porcentaje de trabajo de un 90 a 100% y la cantidad de repeticiones, 1
(generalmente utilizado por los pesistas) ó 2 (utilizado por los otros deportes).
Como explicamos anteriormente el concepto de fuerza máxima en general se acota
a ejercicios con alto peso aplicándole altas o bajas velocidades.

La fuerza en la Lucha Grecorromana.


Control biomédico del entrenamiento deportivo
Eliades Luis Moreno Suárez
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 8 - N° 48 - Mayo de 2002

2/2

Fuerza Rápida, se desarrolla con una alta velocidad (no máxima) teniendo
"control" sobre ambas fases de la contracción muscular (tanto excéntrica como
concéntrica). Generalmente se utiliza para su entrenamiento en porcentajes de
trabajo que van desde los 55 al 80 % de la fuerza máxima, medida en un ejercicio
que se adapta a la Ley de Hill. El numero de repeticiones son entre 6 u 8, 3 ó 4
series pasando por todos los porcentajes. Este tipo de fuerza es característico de los
deportes cíclicos en donde los movimientos se deben repetir muchas veces en
forma consecutiva (ciclismo, remo, maratón, etc.).

Muchos preparadores optan por desarrollar esta capacidad entrenando por


circuito. En el desarrollo del entrenamiento por circuito, es fundamental no violar
ningunos de los principios básicos del entrenamiento de fuerza. Radica en cierto
numero de estaciones en las que los atletas realizan un ejercicio determinado, por
lo general dentro de un tiempo especifico. Una vez concluidos los ejercicios de una
estación, el atleta se desplaza rápidamente a la estación siguiente, en la que se
ejecutan otros ejercicios dentro de otro plazo prescrito. Se completa cuando el
atleta circula por todas las estaciones; también puede incluirse ciclismo, piscina,
carrera, ejercicios de estiramientos etc. Esto permite que además de desarrollar la
fuerza, se aumentan la flexibilidad y la resistencia cardiorrespiratoria. Se
recomienda en aquellos deportes, como la lucha, que además de la fuerza
necesitan potencia, resistencia a la fuerza y resistencia cardiorrespiratoria.

Fuerza Explosiva, esta en cambio, intenta desarrollar la mayor cantidad de fuerza


en la menor unidad de tiempo posible (máxima velocidad), generalmente este tipo
de movimiento se ejecuta con un tiempo de aplicación, que no excede los 300
milisegundos (Kraemer, 1987). Los porcentajes de trabajo oscilan entre un 55% y
80%, con un numero de repeticiones de 6 a 8 con 3 o 4 series. Es preciso
comprender que en los ejercicios balísticos no es posible controlar la velocidad de
ejecución. En un entrenamiento de carácter explosivo siempre se intenta realizar la
máxima velocidad posible.

Esto solo se puede lograr cuando las articulaciones no deben frenar en sus
extremos como lo hacen en un ejercicio de cadena cerrada típico de movimientos
rápidos pero no balísticos. Los gestos explosivos son típicos de movimientos
acíclicos donde la culminación del ciclo de movimiento no da comienzo a otro ciclo
de movimiento (salto para remate de voleibol, lanzamiento en balonmano, la lucha,
etc.).

Diferencia entre la fuerza Rápida y Explosiva

Creemos correcto en esta introducción al entrenamiento de la fuerza, exponer la


diferencia entre las fuerzas rápida y explosiva ya que varios autores la engloban
como una sola. La diferencia fundamental con la fuerza rápida es el tiempo de
ejecución y que se aplica en otros tipos de movimientos (acíclicos). Por esto el
entrenamiento de este tipo de fuerza se plantea con ejercicios que son de alta
velocidad de contracción (balísticos) como saltos, golpes, lanzamientos o ejercicios
de sobrecarga derivados del levantamiento de pesas.

Resistencia a la Fuerza, generalmente se estimula siempre que hay


entrenamientos de fuerza, no ocurre como en los de fuerza máxima que se realizan
una vez en la semana, los porcentajes de trabajo oscilan entre un 35% a 55%, entre
10 y 15 repeticiones 3 o 4 series en dependencia del objetivo y el deporte.
Entrenamiento de la fuerza en preadolescentes
Un preadolescente es un niño que todavía no ha alcanzado su madurez sexual,
no se ha producido el pico de testosterona y hormona del crecimiento, es imposible
provocar hipertrofia; pero es posible mejorar la fuerza, gracias al Sistema Nervioso
(mejora en los impulsos, reclutamiento, etc.), y si fuera así, se pueden realizar sin
provocar daños en las estructuras de sostén.

En lo que respecta a la probabilidad de ocasionar lesiones, y específicamente, en


los núcleos de crecimiento y con ello provocar un déficit en la estatura adulta, esto
pasa a ser un mito quedando total y científicamente descartado por los
especialistas en el tema, que bien estiman de sobremanera la metodología del
entrenamiento.

Todo pasa por entender el concepto de sobrecarga, saber que de pie recibo una
fuerza de reacción igual a mi peso, caminando una de 1,1; corriendo, es de 2,5 y
saltando es de 6 veces. Es decir que si el programa de entrenamiento es de forma
progresiva, bien sistematizada, con extremo control de las cargas y las técnicas de
ejecución, y personales especializados en el tema, no existen razones algunas para
que los preadolescentes no puedan realizar entrenamientos de fuerza.

En la conferencia del entrenamiento de fuerza de la Sociedad Ortopédica


Americana de Medicina del Deporte en donde participaron importantes
investigadores e instituciones que se dedican a esta materia, como la Academia
Americana de Pediatría, llegaron a las conclusiones siguientes:

Con el entrenamiento de fuerza:

• Existe un aumento de la fuerza máxima.


• Se evidencia una disminución en el riesgo de producir lesiones,
porque los grandes volúmenes de salto y carrera ocasionan más por
sobreuso.
• Se aumenta el rendimiento motor en actividades recreativas y
deportivas.

El control de la fuerza
Se realiza mediante:

A. Comprobar si los porcentajes que se entrenan son los


planificados.
B. Valorar si las intensidades de trabajo son las programadas
C. Medir el efecto del entrenamiento sobre el desarrollo
morfológico a través de la composición corporal.

El porcentaje se comprueba conociendo los siguientes valores:

• Porcentajes de trabajo según la clasificación de la fuerza.


• Fuerza Máxima: De 90 a 100% y la cantidad de repeticiones, 1
(por los pesistas) o 2 (por los demás deportes).
• Fuerza Rápida: Oscila entre un 55% y 80% con 6 a 8
repeticiones y 3 o 4 series.
• Fuerza Explosiva: La diferencia fundamental con la fuerza
rápida es el tiempo de ejecución.
• Resistencia a la fuerza: Entre un 35% a 55%, de 10 a 15
repeticiones, con 3 o 4 series.

Al controlar la intensidad del trabajo hay que tener presente, además de los
principios del entrenamiento de fuerza:

• Que el aumento progresivo de la intensidad del trabajo


muscular selecciona el volumen necesario de unidades motoras e
intensifican las estimulaciones de las fibras que ya están activas.
• La selección de las motoneuronas y unidades motoras se
originan desde las unidades más pequeñas hacia las mayores.
• En la situación donde las necesidades de tensión son extremas
desde un principio, las unidades motoras no se activan
sucesivamente, sino que lo hacen en forma simultánea.

La determinación de la intensidad, se realiza conjugando las siguientes variables:

I) Respuesta Cardiaca:

La frecuencia Cardiaca está ligada de forma muy directa con la duración del
esfuerzo y la intensidad del mismo, ya que la función del corazón es la de bombear
sangre que transporta la sustancia energética a las zonas necesitadas, por tanto, a
mayor trabajo y como consecuencia de mayor necesidad de energía, mayor
frecuencia cardiaca.

(Frecuencia cardiaca)

Cuando las cargas afectan las funciones normales del organismo, donde primero
repercuten es en el aparato cardiovascular, reflejándose en la frecuencia cardiaca y
en la adaptación a las cargas.

La frecuencia cardiaca de reposo se altera de forma tal, que existe diferencia con
la caracterizada.

Existe gran desproporción entre la realización de una actividad y las respuestas


cardiacas normales, es decir a un ejercicio leve, como realizar 10 cuclillas, responde
con cifras exageradas.

También las pruebas ortostáticas en el terreno, nos informan como se va


comportando la asimilación a las cargas de entrenamiento, cuando son de
intensidad alta. Este resultado refleja la adaptación del sistema neurovegetativo a
los cambios de posiciones, recordar la influencia del mismo sobre la frecuencia
cardiaca.

La metodología consiste en poner decúbito supino durante 10 minutos a cada


atleta, si existe Psicólogo éste influye de forma tal que se obtenga el valor más real,
si no está presente, entonces tratamos de inducirles una relajación óptima,
haciendo el mayor silencio posible, hablando en voz baja, pausadamente y
despacio, estimulando a tratar de que se duerma, aquí se efectúa la primera toma
(de reposo).

Luego se pone de pie con una inclinación de 75 grado, apoyado en la pared o


sobre una tabla que tenga esta posición, al minuto se obtiene el segundo registro y
se aplica la formula descrita al respecto. Esta prueba se planifica al principio y final
de las semanas de cargas normales, y todos los días al comenzar cada sección de
entrenamiento en las de mayor carga.

Al igual en la Tensión Arterial existe un método para medir la asimilación de las


cargas de entrenamiento.

Metodología:
Se toma la T.A. de Reposo se escoger la acción que requiera el mayor esfuerzo
en la sección de entrenamiento, se mide la T.A. al final de la ejecución y al minuto
después, los resultados posibles son:

A. La T.A. sistólica aumenta, la T.A. diastólica disminuye y al


minuto regresa acercándose a valores iniciales = Normal
B. La T.A. sistólica aumenta, la T.A. diastólica se mantiene igual y
al minuto regresa acercándose a valores iniciales = Normal pero
alerta a las cargas
C. La T.A. sistólica aumenta, la T.A. diastólica aumenta y al
minuto el diferencial no varía mucho = Reacción alterada a las
cargas.

Estos resultados se debe integrar a otras pruebas como son, diferencial


ortostático en el terreno y determinación de urea, si es en la semana de mayor
carga.

II) Tiempo de Trabajo

III) Respuestas Energéticas. Conjugando estas dos variables podemos


aproximarnos a las vías energéticas utilizadas.

Si tiempo menor de 8 a 10 seg. y una frecuencia cardiaca entre 85 y 100% de la


máxima, la vía anaeróbica alactácida, el sistema energético posible a partir del ATP
almacenado y de la fosfocreatina. Este es el sistema que se utiliza generalmente
cuando se desarrolla la fuerza máxima, porque el tiempo de realización es muy
breve.
Si tiempo entre 10 a 12 seg. hasta 3 a 4 minutos con una frecuencia cardiaca
mayor de 85% de la máxima, podemos pensar en la resistencia anaeróbica
lactácida, a partir de la glucolisis anaeróbica con producción considerable de ácido
láctico. Este sistema es el que más se emplea porque el trabajo predominante es,
en circuito (para la rápida), resistencia a la fuerza y fuerza explosiva, para el
desarrollo de grupos musculares que empleará en su disciplina competitiva.

IV) Respuesta Metabólica. Cuando se tenga la posibilidad de realizarlo mediante


la determinación del Lactato Sanguíneo, los valores están en correspondencia con
la duración de la actividad, porque a mayor duración más empleará el sistema de
producción de sustancias tóxicas.

Conjuntamente en el control diario se pueden realizar pruebas bioquímicas a


través de la determinación de Urea, para analizar como asimilan las altas cargas de
entrenamientos aplicadas. Es necesario si las cargas están elevada estudiar las
magnitudes de las mismas, a veces pensamos que una carga es alta para
determinado atleta y cuando hacemos las valoraciones nos percatamos que para
ese deportista la carga es baja o media, o puede suceder al inverso. Ellas nos
permiten hacer las recomendaciones pertinentes y reajustar el entrenamiento de
acuerdo a las posibilidades de cada uno. Esta prueba nos valora también la
recuperación entre las dos sesiones de entrenamiento y entre dos días
consecutivos. Se debe aplicar durante toda la semana de mayor carga, una vez
caracterizado el atleta.

Se pueden realizar dos esquemas:

A. Todos los días en ayuna, ésta valora la recuperación del atleta


en relación al día anterior, comparando los valores de reposo o de
caracterización, en caso de alteración, tomar conducta al respecto.
B. Se realizan tomas antes y después de cada entrenamiento,
esta aporta más información, porque, no solo evalúa el día sino
también valora cada sesión de entrenamiento.

Día de dos sesiones de entrenamientos.

Se evalúa,
Además de las valoraciones de cada entrenamiento también se comparan las
cifras iniciales del segundo con las finales del primero, para analizar la recuperación
entre la primera y segunda sesión de entrenamiento.

Igual se analiza el primer registro del día siguiente, para valorar la recuperación
al iniciar, con la última toma del día anterior, en resumen son cuatros tomas diarias.

Ejemplo: Lo primero que se debe hacer es caracterizar al atleta.

Análisis
Lunes:

Primer entrenamiento.

• La magnitud de la carga es alta, se corresponde con los


objetivos perseguidos.
• Por los resultados en los valores de reposo, podemos observar
que existe diferencia entre de ambos.

Recomendaciones.

• Debemos analizar las cargas de la primera sesión, porque


tienen la posibilidad de ser muy altas para las posibilidades de ese
atleta.
• Podemos recomendar entre otras alternativas, la necesidad de
aumentar el tiempo de descanso, el mismo puede que, por las
características de este deportista no le haya dado la posibilidad de
recuperarse, violando unos de los principios del entrenamiento
deportivo, la relación trabajo-descanso.
• Es necesario conjugar esta prueba con la frecuencia cardiaca
que se deben realizar conjuntamente con las tomas de urea.

Martes.

• Conjuntamente con este registro, se debe realizar el


diferencial ortostático en el terreno, lo que permite tener una
valoración más integral.
• Analizando el valor de reposo, este nos informa que existe
diferencia.

Recomendaciones.

• Analizar las cargas del día anterior.


• Valorar el tiempo de descanso entre los dos días.
• Los valores del diferencial (final - inicio) nos permite
diagnosticar que la magnitud de las cargas es baja, no cumpliéndose
los objetivos de la semana de mayor carga.

Es necesario integrar todas las variables posibles que intervengan en el diagnóstico


de la magnitud de las cargas, porque da una mejor visión del estado actual del
atleta, recordar que la aplicación de cargas altas sin control pueden conducir al
atleta a una sobrecarga cardiovascular premisa del síndrome de
sobreentrenamiento.

Ejemplo de un atleta que entrenará en esta sesión.

Atleta: Luis Méndez Lazo (Campeón Mundial). División: 85 Kg.


Fuerza Máxima en cuclillas 230 kg.
Frecuencia Cardiaca Máxima 195 lat/min.

Planificación para la sesión.

El control se realiza de la manera siguiente

Comentario
En las series 1 y 2 se trabajo la resistencia a la fuerza, (por el porcentaje de la
fuerza máxima), la intensidad de trabajo es submáxima (por la F.C. final), se utilizó
el sistema de la glicolisis anaeróbica (por el tiempo de trabajo), el tiempo entre
repeticiones le permitió acercarse a la F.C. inicial de la actividad.

De la serie 3 hasta la 5, se trabajó la fuerza rápida, la intensidad se trabajaron al


nivel máximo, el sistema energético a partir de la glicolisis anaeróbica. Los tiempos
de descansos disminuyeron, lo que da como posibilidad el aumento de la frecuencia
cardiaca inicial a partir de este momento.

En la ultima ejecución se trabajaron la fuerza y la intensidad a valores máximos,


y con posibilidad que solo se utilizó la vía energética anaeróbica alactácida, por el
tiempo de ejecución, aunque hay que tener presente el descanso antes de la
realización de este movimiento, recordar que el tiempo de descanso es
precisamente para recuperar los substratos empleados.

Recomendaciones: Hay que caracterizar los tiempos de descanso entre


ejecuciones, porque existe variabilidad entre ellos.

Analizar con el entrenador si los trabajos cumplieron las intensidades


programadas.

Conclusiones
Somos del criterio que todo médico o aquel que esta encargado de efectuar un
control biomédico, debe realizar un estudio general, así como caracterizar a cada
atleta, a fin de determinar si está en condiciones de soportar los rigores del alto
rendimiento, también analizar todas las actividades que realiza el atleta en cada
sesión de entrenamiento, porque todas pueden ser controladas, simplemente
debemos mantener presente las variables mencionadas anteriormente como son
las respuestas cardiovasculares, el tiempo de trabajo, las respuestas metabólicas, y
el porcentaje de intensidad de trabajo. De esta forma podemos recomendar y
controlar los objetivos del entrenamiento.

Bibliografía

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deporte. Ciudad de la Habana. Cuba. Comunicación personal. Mayo
2001
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