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Historia de los Bomberos Voluntarios de Libertador San Martin.

Entre Ríos
Autor: Daniel Heissenberg

Si hay labores dignas de admiración, por la entrega y dedicación que requieren, la de

ser bombero es una de ellas. Con valor y nobleza “avanzan” cada día para ayudar al

prójimo en zozobra, en situaciones difíciles y delicadas. Protegen, socorren y educan.

Su corazón está imbuido de servicio abnegado y amor por la humanidad.

Cada historia tiene sus protagonistas. Y en esta el primero de ellos es Hugo Kos.

Habiendo elegido la profesión de policía, Hugo desarrollo en esa fuerza una carrera

que lo llevo a ser comisario en diferentes dependencias de la provincia de Entre Ríos.

En el año 1987 se mudó junto a su familia a la bella localidad entrerriana de Villa

Libertador Gral. San Martín (VLGSM). Y en el año 1990 fue designado Jefe de

Bomberos Zapadores de la Policía de Entre Ríos, con asiento en la ciudad de Paraná.

Dicho cuerpo se creó en diciembre de 1889. El término zapador hace alusión a los

soldados que construían en tiempo de guerra puentes u otras estructuras para facilitar

el movimiento de los ejércitos. Para el año 1990 operaban en la provincia tres grupos

de bomberos: Los bomberos federales (dependientes de la Policía Federal Argentina),

los bomberos zapadores (dependientes de la policía provincial) y los bomberos

voluntarios. La ciudad de Diamante contaba con un grupo de Bomberos Zapadores

(junto a 7 departamentos más). En cambio la ciudad de Crespo tenía un equipo de

bomberos voluntarios. Ambos grupos atendían los siniestros de VLGSM y sus

aledaños. Pero Hugo Kos, quien avanzaba en su formación realizando diversas

capacitaciones en el tema, consideraba que era necesario crear un grupo de

bomberos voluntarios en la localidad. Para ello inició conversaciones con las

autoridades del municipio, el Sanatorio Adventista del Plata (SAP) y la Universidad

Adventista del Plata (UAP). La respuesta inicial no fue positiva. A veces ocurre así con

los grandes proyectos. El argumento esgrimido en ese entonces para no apoyar la

iniciativa fue que se consideraba suficiente con el servicio brindado por los bomberos

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de Crespo y Diamante. Pero esta negativa no desanimó a Hugo. Sabía que tenía que

seguir insistiendo con este plan. Por eso sumó voluntades y con el apoyo de otros

vecinos creó en 1992 el Grupo Especial de Ayuda Adventista. (GEA). Algunos

nombres que acompañaron este grupo fueron Oscar Domato, Fabián Sicalo, Sandra

Erba, Patricia Muller, entre otros. Se capacitaron en Paraná. El mismo tenía el objetivo

de apoyar a la comunidad ante eventuales siniestros y educar a la población en

aspectos preventivos.

En el año 1996 los bomberos zapadores de Paraná recibieron de parte de los

bomberos de Miami, Estados Unidos, un material educativo de la NFPA (National Fire

Protetion Asociation) llamado “Aprende a no quemarte”. Este material incluía

canciones, videos, para bomberos y para capacitar a la comunidad. El material se

utilizó aquí en VLGSM para dar charlas educativas a la comunidad, por ejemplo en la

escuela primaria.

A lo largo de la década del 90 se sucedieron diversos hechos que fueron modificando

el pensamiento de que no era necesario un cuerpo de bomberos local. Entre ellos un

principio de incendio en el hogar de varones de la UAP. Un incendio en el viejo hogar

de mujeres. Una explosión en la panadería del colegio. El incendio en la casa de José

Tabuenca. El de la casa de Gunnar Wensell. El de la casa de la familia Salado.

Algunos incendios de campo. Accidentes de tránsito. Varios ahogados en fuentes de

agua. Todos estos siniestros hicieron tomar conciencia a las autoridades de la

necesidad que tenía la localidad de contar con un cuerpo de bomberos local.

En el año 1999 se convocó a los vecinos de la localidad al salón circular del municipio

y se organizó una comisión para establecer una asociación civil sin fines de lucro de

Bomberos Voluntarios de VLGSM. Trabajaron en dicha comisión Edgardo Maier, Juan

D Angelo, Walter Alves, entre otros. Fue el puntapié inicial.

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Entre los primeros bomberos se pueden mencionar a Jorge Gómez, Claudio Acevedo,

Walter Chuquimia, Adrián Fritzler, Elizabeth Bataglia, entre otros.

El primer cuartel de bomberos funcionó en la parte de arriba del centro de salud

municipal. Las llamadas de apoyo llegaban desde la policía. No había autobomba por

lo cual se llegaba al lugar del siniestro en vehículos particulares o del municipio. Un

tiempo después, a pedido de la intendencia, hubo que dejar dicho espacio pues sería

utilizado para otros fines. Fue así que el segundo cuartel operó en la casa de Hugo

Kos, en su garaje, en calle Brasil. Al poco tiempo, por indicación del municipio, se

trasladaron a su tercer lugar ubicado arriba de la terminal de ómnibus. Luego se

mudaron a una casa alquilada en calle William. Este fue el 4to cuartel. En ese

entonces la UAP había comprometido ceder un terreno al lado de la comisaria pero

luego desestimo hacerlo. En el 4to cuarte se compró el primer autobomba. Era

Multipropósito. Se adquirió de un cuartel de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.

Tras estar un tiempo allí hubo que mudarse nuevamente. El quinto lugar fue en una

casa en Puiggari donde se realizaba acopio de cereales. Hubo que dejar ese espacio y

existió un período de tiempo sin cuartel. El municipio entonces ofreció un espacio

frente a la ruta para dejar el vehículo autobomba. En el año 2017 se logró un poco

más de estabilidad. La UAP cedió en forma provisional un galpón para que funcione

como cuartel. Actualmente se sigue trabajando desde allí.

Fueron jefes de los bomberos locales Hugo Kos, Esteban Dangelo, El Sr. Rivero, y

Adrian Fritzler (quien está actualmente a cargo de la dotación)

Desde el año 2014 se ha presentado al gobierno municipal el proyecto para un cuartel

definitivo junto a un programa de trabajo. A pesar de las dificultades, de migrar varias

veces como nómades en busca de lograr el lugar el ansiado cuartel definitivo, los

bomberos están aquí con nosotros.

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No puedo terminar esta historia sin dejar plasmadas las palabras que me dijo Hugo

Kos. Palabras que emocionan y vislumbran la trascendencia de esta noble labor:

“Los propósitos de los bomberos son trabajar en la prevención y educación. Es

preparar a la población para que responda adecuadamente ante una situación. En

primeros auxilios, manejo de extintores, emergencias domiciliarias. Trabajar en

conjunto con los diferentes actores: el municipio, las escuelas, instituciones. Realizar

simulacros. La motivación es ser útil a las personas, servir, ayudar en las situaciones

más críticas y difíciles. Tengo la satisfacción de haber cumplido con el deber y con la

misión de ser bombero”

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