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NEGLIGENCIA MEDICA

1.- Antecedentes

Los juicios originados en la presunta mala praxis médica tuvieron un escaso


desarrollo cuantitativo en la mayor parte del siglo XX; una mínima cantidad de
juicios se registraron en la primera mitad de ese siglo; hubo sí, un incremento
progresivo desde la década de 1950 y se verificó un fuerte aumento en la cantidad
de médicos y establecimientos sanitarios demandados -con origen en la praxis
médica- desde mediados de la década de 1970 de la centuria pasada. Pero fue en
la década de 1980 que se dio un fenómeno expansivo de los juicios por mala
praxis médica, que se consolidó en los años ’90 y en este primer decenio del siglo
XXI. Tres décadas que los médicos son objeto de juicios por daños y perjuicios
con base en la praxis médica.

La falta de cuidado por parte de los médicos, además de casos que no hay sido
resueltos por la justicia, se registran a cada día de la sociedad, no llevo a
investigar, sobre la negligencia médica, la responsabilidad es la obligación del
médico, primariamente profesional (moral y legal), de responder por los actos que
lleva a cabo en el ejercicio de su accionar médico. El médico responsable lo es en
la medida que asume plenamente el cuidado de su paciente, quien ha requerido
sus servicios profesionales en un acto de confianza hacia aquél.

La responsabilidad médica en materia de juzgamiento desde principios de los 80


en adelante tránsito por los senderos del excesivo rigor o el de una gran laxitud.
Así, en un principio, solo se admitía la responsabilidad médica en casos de faltas
graves, de evidentes y groseras faltas al arte de curar; más acá en el tiempo,
numerosos fallos han decidido que la más leve culpa da lugar a la responsabilidad
médica; pero, otros fallos, con mayor prudencia, han resuelto que el sentenciante
no debe ser tan riguroso y exigente como para considerar que cualquier falla
puede comprometer la responsabilidad del médico, ni tampoco debe aplicarse un
criterio excesivamente restringido para juzgar su responsabilidad.
La jurisprudencia ha evolucionado hasta llegar a un justo término medio. No ha
podido prescindirse, en efecto, de que la apreciación de la responsabilidad medica
debe efectuarse con suma prudencia y ponderación, teniéndose en cuenta la
índole de la profesión, su carácter algo conjetural y los riesgos que su ejercicio
supone en el estado actual de dicha ciencia; ya que se trata de una rama del
saber en la que predomina la materia opinable y en donde resulta dificultoso fijar
límites exactos entre lo correcto y lo que no lo es, y que en el campo de tal
actividad debe regir el principio de discrecionalidad, que se manifiesta en la libre
elección que debe reconocerse al médico para la adaptación de los métodos
terapéuticos conocidos, a las particulares características y especificas reacciones
de los pacientes sometidos a su tratamiento.

2.- Concepto

La negligencia médica o la mala refiere a los errores u omisiones de las normas


técnicas de la profesión médica por parte del profesional, técnico y auxiliar de las
disciplinas para la salud provocando lesiones e inclusive la muerte del paciente.

Se producen por un descuido en la forma de actuar del médico o el profesional


sanitario. Es decir, se produce una omisión consciente en el que se deja de
cumplir un acto que el deber funcional exige, por lo que, si se produce un daño, es
totalmente punible judicialmente en el caso que suceda y se detecte.

Imprudencia e Impericia

Por su parte, la imprudencia médica hace referencia a acciones que realiza un


profesional sanitario de forma temeraria, y que por ello son previsibles desde un
punto de vista objetivo, por lo que al cometer una de ellas, se puede estar
incurriendo en delito.

Por su parte, la impericia, como dice la palabra, hace clara alusión a una falta de
pericia del profesional sanitario en su quehacer profesional. Es decir, falta de
sabiduría en sus acciones, experiencia y habilidad en la ejecución de su profesión,
que pueden perjudicar directamente al paciente.
3.- Descripción

a) Mala Praxis, su Definición conceptual:

Existirá mala praxis en el área de la salud, cuando se provoque un daño en el


cuerpo o en la salud de la persona humana, sea este daño parcial o total, limitado
en el tiempo o permanente, como consecuencias de un accionar profesional con
imprudencia o negligencia, impericia en su profesión o arte de curar o por
inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo con apartamiento de la
normativa legal aplicable.-

b) Análisis y contenido del concepto:

En primer lugar debe existir un daño constatable en el cuerpo, entendido como


organismo, o en la salud, extendiéndose el concepto tanto a la salud física como a
la mental, siendo ésta comprensiva de todas las afecciones y trastornos de orden
psiquiátrico, psicológico, laborales, individuales y de relación, con incidencia en la
demás personas. La amplitud del concepto, abarca no solo el daño directo al
individuo, sino que por extensión, se proyecta inclusive sobre prácticamente la
totalidad de las actividades del afectado.

En segundo lugar, el daño causado debe necesariamente originarse en un acto


imprudente o negligente o fruto de la impericia o por el apartamiento de las
normas y deberes a cargo del causante del daño o apartamiento de la normativa
vigente aplicable.

FORMAS DE APARICIÓN DE LA CULPA

Imprudencia; Es la falta de prudencia, cordura o moderación. En ella hay


insensatez, ligereza y precipitación. La imprudencia viene a ser una conducta
positiva que consiste en hacer más de lo que debería hacer. Es adicionar un plus
para caer en el exceso. Algunos ejemplos de imprudencia: forzar las dosis
terapéuticas más allá de los límites señalados por la experiencia, ejecutar
operaciones graves con el objeto de reparar lesiones insignificantes o ejecutar
intervenciones quirúrgicas en estado de ebriedad.

Negligencia; Es una modalidad de culpa que guarda sintonía con una práctica
médica deficiente, con descuido y desatención. Es hacer un menos de lo que se
debería hacer. Ejemplo: cuando el cirujano luego de practicar una operación
quirúrgica olvida una gasa o instrumento en el campo quirúrgico.

Impericia; esta genéricamente determinada por la insuficiencia de conocimiento


para la atención del caso, que se presume y se consideran adquiridos, por la
obtención del título profesional y el ejercicio de la profesión, asimismo es la
incapacidad técnica para el ejercicio de una función determinada. Existe una
impericia absoluta cuando se obra fuera del campo en que uno estaba autorizado
por el propio título académico. Existe impericia relativa cuando aun estando
autorizado por el propio título profesional se revelará escasa competencia técnica.
Ejemplos de actos médicos por impericia se presentan cuando se diagnostica un
embarazo ectópico en el caso de una obstrucción intestinal o en el caso de una
operación de un diabético sin la realización del riesgo quirúrgico, en el que en el
análisis de orina pudiese aparecer signos de diabetes, produciéndose en ambos
casos un desenlace fatal que podría haberse evitado con un mínimo de pericia.
Podemos encontrar otros ejemplos en los famosos abortos, cuando se perfora el
útero al efectuar un raspado en una paciente que luego muere por peritonitis; o en
la aplicación de anestesia raquídea en una operación de hemorroides que
ocasionó una paraplejia.

Código del Sistema Penal regula la actividad médica con 15 artículos

El artículo 200 referido a la mala práctica médica establece dos sanciones


penales.

“La persona profesional de la salud que, de forma culposa, por imprudencia,


negligencia, impericia o inobservancia de los reglamentos o los deberes a su
cargo, provoque daños en la salud de los pacientes, será sancionada con medida
de reparación económica y cumplimiento de instrucción judiciales.

El incumplimiento injustificado de la medida de reparación económica dará lugar a


la imposición de prisión de uno a tres años de cumplimiento efectivo”, señala el
primer inciso.

En tanto, el segundo punto establece que “la sanción será agravada a prisión de
dos a cuatro años, medida de reparación económica e inhabilitación para el
ejercicio de la profesión, oficio o cargo si a consecuencia de la acción culposa se
producen lesiones graves o gravísimas; en tanto que, la sanción será de prisión de
tres a seis años e inhabilitación para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo si
se produce la muerte”.

Otro aspecto que se contempla en el documento es la “denegación de servicio en


casos de emergencia”, al sostener que “el personal de salud que, estando en la
obligación jurídica de presentar un servicio de salud, niegue a una persona en
casos de emergencia o estado crítico la atención de primeros auxilios
indispensables para estabilizarla e intentar salvarle la vida, será sancionado con
prisión de dos a cuatro años e inhabilitación para el ejercicio de la profesión, oficio
o cargo’.

Igualmente, amplía las sanciones para las personas jurídicas (clínicas, centros de
salud, etcétera), que manifiesta que al ser “responsables en los términos de este
código serán sancionadas con penas reparadoras y económicas”.

POR HOMICIDIO CULPOSO

Respecto al “homicidio culposo” manifiesta (el proyecto de ley del Código Penal)
que la persona que por imprudencia, negligencia, impericia en su arte, disciplina,
oficio o profesión, o inobservancia de los reglamentos o los deberes a su cargo
cause a otra la muerte, será sancionada con prisión de tres a seis años e
inhabilitación para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo en la que se produjo el
hecho.
Sin embargo, la sanción será agravada a prisión de cuatro a ocho años e
inhabilitación para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo si el resultado es la
muerte de dos o más personas; si en el momento del hecho la persona autora está
bajo la dependencia de alcohol o estupefacientes; o si la culpa es temeraria.

4.- Tipos de negligencia médica más comunes

En algunas ocasiones, la salud del paciente se ve afectada por una mala actitud
del profesional sanitario que le ha tratado o por el propio sistema de salud, lo que
puede producir una negligencia médica.

Podemos afirmar que una negligencia médica se produce cuando un profesional


sanitario actúa sin conocimiento de los estándares médicos exigibles (por acción u
omisión). A continuación, te mostramos 7 de las negligencias médicas más
comunes:

1. Impericia.

Escaso conocimiento o habilidad del médico para interpretar los síntomas de un


paciente y realizar el diagnóstico o escasa formación para realizar alguna
intervención diagnóstica o terapéutica.

2. Imprudencia.

Hablamos de la excesiva confianza del médico en la banalidad del cuadro clínico


del paciente o en la percepción de que no pueden darse complicaciones
relevantes, lo que comporta el no tomar medidas preventivas.

3. Mala prescripción de medicamentos.

Momento en el que a un paciente se le prescribe algo que no está indicado para


su enfermedad o directamente contraindicado por su situación clínica, pudiendo
tener fatales consecuencias.

4. Omisión de información al paciente.


Consiste en no informar adecuadamente sobre un procedimiento, los riesgos y
alternativas de una intervención. El paciente siempre debe conocer y aceptar todo
el riesgo que corre para poder decidir.

5. Tardanza en realizar un diagnóstico.

Si los profesionales tardan mucho en diagnosticar una enfermedad, se puede


perder un tiempo vital para realizar el tratamiento adecuado y por lo tanto, puede
afectar a la supervivencia del paciente.

6. Errores en intervenciones quirúrgicas.

A menudo, se producen errores, ya sea por algunas circunstancias ajenas al


profesional sanitario o por un puro error humano.

7. No proveer los medios técnicos y/o humanos para el diagnóstico y


tratamiento del paciente.

Hablamos por ejemplo de cuando una persona presenta un infarto y tras llamar a
la ambulancia, ésta no llega o le envían una simple unidad de traslado que no
cumple con los requisitos adecuados para tratarle.

Dos dudas communes en las negligencias médicas:

Como plantear la reclamación por negligencia médica: por la vía penal o por la vía
civil? Es frecuente por decisión de los interesados el pretender acudir a la vía
penal, pero esta jurisdicción está reservada solo en aquellos casos en que, aparte
de darse los presupuestos descritos anteriormente, se tiene que dar una
negligencia médica con intencionalidad por parte del médico de provocarla, por lo
que estos supuestos son infrecuentes y de ahí la conveniencia de no plantear las
reclamaciones por negligencia médica por vía penal.

¿Qué ocurre cuando el médico o el centro sanitario pertenece a la seguridad


social? En estos supuestos se da la especialidad que la demanda hay que
presentarla ante la jurisdicción contencioso-administrativa, al ser el demandado
una empresa de la Administración.

5.- Anexos
5.- CONCLUSION

Vemos que es evidente que la prestación de servicios médicos en nuestras


instituciones han sufrido importantes cambios en la sociedad contemporánea: la
excesiva carga de trabajo asistencial, la rapidez en la asistencia, la falta de diálogo
con los pacientes y una progresiva deshumanización del acto médico, ha traído
como consecuencia que muchos pacientes, al no sentirse conformes con el trato o
con la atención médica brindada, y más aun habiendo sido eventualmente
víctimas de daño por mala práctica médica, se hayan decidido por las acciones
legales contra los médicos, que en los últimos tiempos se han incrementado
alarmantemente.

El Estado puede contribuir en la prevención de la mala práctica médica,


proporcionando la infraestructura necesaria para la prestación de los servicios de
salud y otorgando a los prestadores de servicios de salud del país las condiciones
generales y especiales de trabajo para el desempeño de sus labores.

Es importante fomentar una cultura de prevención respecto de la responsabilidad


profesional de los prestadores de servicios de salud, y el paciente mismo, pues el
derecho de protección a la salud es un compromiso compartido.

Desde luego la mejor arma para el médico contra demandas médicas, lo


constituye una adecuada práctica médica, apegada a la ley.

Para fomentar una cultura de prevención respecto de la responsabilidad


profesional y evitar incurrir en algún hecho ilícito, es necesario hablar de
capacitación permanente del personal que labora en el servicio de salud, ésta
comprende no solo conocimientos técnicos de su profesión, sino conocimientos
del área legal, que puedan tener relación con su trabajo, en cuanto a sus derechos
y obligaciones derivadas del ejercicio de su profesión.

De esta manera el médico estaría entablando una adecuada relación con su


paciente, sería más cuidadoso durante la atención médica de los mismos, y de
igual manera se evitarían demandas por responsabilidad profesional hacia los
prestadores de servicios de salud.

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