Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
FacebookTwitterCorreo
Cuando pensamos en la palabra “psicología”, es fácil que nos venga a la mente
la imagen de una persona adulta recibiendo la asistencia de algún profesional
de la psicoterapia.
Sin embargo, no hay que olvidar que el trabajo de los psicólogos no se limita a
las preocupaciones y los problemas típicos de quienes hace tiempo que han
dejado atrás la adolescencia. La infancia es una etapa clave en la que la
psicología centra buena parte de su atención.
El objetivo principal del psicólogo infantil tiene que ver con que los niños
y niñas con los que trabaja mejoren su calidad de vida en lo referente a su
manera de interpretar lo que les ocurre y de interactuar con el entorno, si
bien una consecuencia de esto es que también se mejora el estado de
bienestar de sus padres y madres y de su entorno familiar cercano.
Sin embargo, en ciertos casos los psicólogos especializados en esta rama
pueden recomendar realizar terapia familiar para intervenir en un problema de
tipo relacional, si creen que el problema del niño o niña se debe más al
funcionamiento de la familia y no tanto a su manera de comportarse
aisladamente.
Por otro lado, el trabajo de los psicólogos infantiles suele orientarse a la calidad
de vida de los más pequeños en un sentido general, aunque también puede
darse el caso de que ciertos profesionales se especialicen mucho más en un
aspecto del bienestar infantil en concreto.
Si bien esta división en dos es hasta cierto punto artificial dado que la
psicoterapia también se basa en última instancia en procesos de aprendizaje,
nos ayuda a tener en mente lo diferente que resulta en un contexto clínico o
terapéutico, por un lado, y en el contexto del progreso en la educación y en los
centros escolares, por el otro.
Por otro lado, los psicólogos infantiles que trabajan en contextos escolares o en
centros educativos de otro tipo no tienen por qué trabajar con niños y niñas con
trastornos psicológicos, sino que se centran más bien en los estilos de
aprendizaje y en la organización para el estudio que han adoptado los
menores.
Esta es una rama muy relacionada con la psicopedagogía, y por ello se trabaja
tanto exponiendo a los pequeños a experiencias que les ayuden a mejorar en
ciertas aptitudes como potenciando maneras alternativas de estudiar y de
interactuar con los contenidos escolares.
Además, dado que en los primeros años se forman muchos de los rasgos
psicológicos del ser humano, es importante que este desarrollo se produzca del
modo más armonioso posible, dada la vulnerabilidad de los pequeños y su
incapacidad para adaptarse a los problemas tal y como un adulto lo haría.
Por eso, el trabajo de los psicólogos infantiles resulta necesario para evitar que
los niños tengan que enfrentarse solos a posibles trastornos psicológicos, cuya
gestión por su parte puede causar problemas añadidos como estilos de
apego inadecuados, desarrollo de una autoestima muy baja, traumas y otros
trastornos de ansiedad vinculados al malestar experimentado, etc.
2. Permiten sacarle partido a la escuela
Los psicólogos infantiles facilitan sacarle partido a este entorno, sin dejar que
los sentimientos de inferioridad y las creencias irracionales acerca de uno
mismo y los demás lleven a los niños a ver la obligación de estudiar como una
penitencia o un recordatorio de sus defectos.
Contribuir a que un niño o niña sea feliz y se sienta bien con su vida hace más
fácil que su relación con los padres sea buena.
Y es que por mucho que se quiera a un hijo o hija, las relaciones familiares no
son lo mismo si cada día hay episodios de crisis de ansiedad, pataletas,
frustraciones y lloros incontrolables que persisten; esa manera de convivir
puede estar alimentando el sufrimiento de los pequeños y de sus padres.