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La globalización:
Dimensiones, actores y agentes
Johnny Monasterio
V-12.896.459
Junio, 2020
Introducción
Parte de los objetivos propuestos en la catedra de “Tendencias de la Economía Global y Digital”, que se
imparte en la Universidad Latinoamericana del Caribe (ULAC) a los participantes del Doctorado en Ciencias
Gerenciales, se refiere a estudiar la dimensión económica del proceso de globalización, así como, identificar
actores y agentes del proceso de globalización económica y digital. Esta globalización ha sido vista como un
proceso histórico mundial que integra los ámbitos económico, político, tecnológico, social y cultural, y convierte
al mundo en un lugar cada vez más interconectado.
Para introducirnos en este estudio se dispuso de tres artículos científicos: 1) Globalización: aspectos
políticos, económicos y sociales; 2) Tendencias de la economía mundial: los nuevos actores y agentes del proceso
de globalización en su dimensión económica; y 3) Globalización, tecnologías de la información y diversidad
cultural: homogenización vs. Diferencias. El presente ensayo se aproxima a diagnosticar los aspectos políticos,
económicos, sociales y culturales presentes en el proceso de la globalización, así como, identificar esos actores
y agentes en dicho proceso, y la incidencia de las tecnologías de información.
El análisis de estas dimensiones bajo la óptica del proceso histórico que atraviesan los pueblos deja
entrever el estancamiento en el desarrollo de estos; si el proceso de globalización termina por favorecer a un
grupo selectivo de naciones desarrolladas, entonces dicho proceso no es incluyente en el alcance de sus desafíos,
ni tampoco brinda la protección suficiente para las prácticas que promueven las naciones menos favorecidas en
materia económica y tecnológica, de ser así, habría una manifestación reciproca o al menos proporcional al
esfuerzo y desarrollo de estas naciones.
Según Martínez (2000, citado por Jiménez y Reimi, 2006, p.14) los agentes son los diferentes grupos (tanto
naturales como jurídicos) que determinan, en mayor o menor grado, el funcionamiento de la economía y que,
además, presentan características e intereses frente al proceso de globalización. En este sentido, el autor destaca
los siguientes: 1) operadores institucionales, 2) exportadores e importadores, 3) rentistas mundiales de las
finanzas, 4) las empresas transnacionales (ETN) y las empresas y personas vinculadas a éstas.
Jiménez y Reimi (2006), presentan una clara distinción de las características de estos agentes (Tabla 2)
haciendo principal énfasis en las áreas integrantes de la dimensión económica del proceso de globalización
(financiera, comercial y productiva).
La perspectiva de la globalización establece vínculos de categorías sociales entre sus actores y agentes con
bases territoriales distintas. Notamos que las características de sus intereses es lo que distinguen a cada uno de
estos, así como el comportamiento y los objetivos que persiguen. En este sentido también se pueden encontrar,
los capitalistas que controlan a las empresas que poseen un elevado grado de transnacionalización; los
burócratas de organismos internacionales con posiciones globales que llevan una función de gobierno por y para
el sistema capitalista global a niveles locales, nacionales, interestatales y eventualmente planetario; los grupos
formadores de opinión, ideologías, cultura, que poseen componentes heterogéneos; los políticos que
promueven los intereses del sistema global independientemente de que su actuación se realice en el ámbito
local, estatal, interestatal, regional o mundial; y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) nacidas en torno
a objetivos variados, pero que suponen un rasgo esencial del proceso de globalización, en general se derivan de
la conciencia y voluntad más que por sus condiciones objetivas, compartidas por todos, pero que abarcan temas
como medio ambiente, drogas, inseguridad, etc. (Jiménez y Reimi; 2006, p.16-18).
Según Ramonet (1999) y Mattelart (1997) citados por Pineda (2002) “la cultura global que acompaña a la
mundialización está estrechamente relacionada con las comunicaciones, sobre todo a partir del proceso de
convergencia que los medios masivos han tenido con las tecnologías digitales, el cual ha ayudado a que se
produzca una absorción por la esfera de la comunicación empresarial, las relaciones públicas y la publicidad, de
otras dos grandes esferas: la de la información y cultura de masas “. (p.3).
Pineda (2002) señala que el uso de las tecnologías de la información y la comunicación y los medios asisten
en difusión de un estilo de vida homogéneo sustentado en los símbolos de la cultura norteamericana que se
expanden por todos los países y ayudan a conformar una idea de “vida cotidiana mundial”, en la cual
los hombres comparten símbolos, acontecimientos, hechos y rituales únicos; Pineda hace referencia a la Mc
Donalización del mundo y a la presencia de marcas que ya no tienen patria ni fronteras.
Sostiene Vega (1999, citado por Pineda, 2002, p.3) que el comportamiento sinérgico del mercado
tecnológico ha hecho posible que las empresas de la información y la comunicación hayan modificado no
sólo su estructura tecnológica sino su estructura organizativa, de modo que ellas ya no sólo operan en el
ámbito de su cultura nacional, sino trasnacional; no operan en un solo medio sino a través de varios
(multimedios) y no están en mano de pequeñas o medianas empresas locales o nacionales, sino en manos de
monopolios privados con poder económico e influencia global. Las alianzas que se han producido entre las
empresas de medios y de informática les permite a los grandes conglomerados el control de todas las fases de
la producción, la circulación y el consumo.
Los canales de información electrónicos tienden a construir “una atmósfera de desperdicio cultural, al
producir una cultura de la frivolidad, una cultura de hiperconsumo, una cultura de la “novedad”, una cultura
de las transnacionalizaciones, una cultura del espectáculo, una cultura de las estrellas de T.V, una cultura
del show” (Esteinou, 1993, citado por Pineda, 2002, p,3). Pero, aunque la realidad nos habla de una primacía del
mercado en los tiempos de la globalización, como bien lo indica Rico (1993, citado por Pineda, 2002, p.3) “estar
en un sólo mercado no necesariamente quiere decir terminar por tener una sola identidad cultural”. Las
conexiones en red y las tecnologías digitales se abren a flujos de información globales y locales, y crece la
necesidad de incentivar las diferencias como un modo de afincarse en la propia identidad frente a lo global
unificador.
Los cambios que las redes informacionales están produciendo en el esquema de la globalización, desde la
perspectiva cultural, muestran la emergencia de un mundo de fracturas, de multiplicidades, ya que según el
hispano-colombiano Martín Barbero, estas redes se configuran en escenario estratégico de la lucha por
descentrar la mundialización no sólo del proceso de centralización económica sino cultural, esto es de la
particularidad civilizatoria que hoy orienta la globalización. Es en lo cultural donde se están dando las más fuertes
transformaciones e intentos por enfrentar la globalización entendida como una universalidad uniformante. Hoy
cada región, cada grupo, cada localidad reclama su derecho a la memoria y a la construcción de su propia imagen.
(Barbero, 1997, citado por Pineda, 2002, p.3).
Conclusiones
El impulso del desarrollo humano no es una alternativa más en las discusiones de nuestro ordenamiento
mundial; hemos visto que se ha hecho necesario la búsqueda de un mayor equilibrio socioeconómico y político,
con sostenibilidad, orientado a mejorar la calidad de vida de las generaciones futuras; esto dependerá en gran
escala de la armonización que propicien los actores y agentes de cambio y su interacción con las distintas
dimensiones: económico, político y social. Se hace imperioso e ineludible, en esta discusión, abarcar el aspecto
relacionado con la tecnología de la información y aquel de índole cultural, sin duda alguna son factores que
acompañan a la mundialización de los procesos de convergencia en su afán por alcanzar la cultura de los pueblos.
El continuo tratamiento y estudio de los diferentes factores y actores que siguen haciendo vida en el progreso y
desarrollo de las naciones, seguirán mostrando al fenómeno de la globalización, las herramientas necesarias
para ofrecer una esperanza de vida digna.
Referencias bibliográficas
García, J. & Pulgar, N. (2010). Globalización: aspectos políticos, económicos y sociales. Maracaibo, Venezuela.
Universidad del Zulia.
Jiménez, A & Reimi, M. (2006). Tendencias de la economía mundial: los nuevos actores y agentes del proceso de
globalización en su dimensión económica. Maracaibo, Venezuela. Universidad Central de Venezuela.
Pineda, M. (2002). Globalización, tecnologías de la información y diversidad cultural: homogenización Vs
diferencias. Canarias, España. Laboratorio de Tecnologías de la Información y Nuevos Análisis de
Comunicación Social