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El Santuario por Dr. Siegfried J.

Schwantes

Introducción

Tenemos la grata satisfacción de presentar al Profesor Siegfried Schwantes, que es un


graduado de la John Hopkins University de los Estados Unidos, en el campo de las
lenguas semíticas; allí obtuvo el grado de Doctor (Ph. D.).

El Dr. Schwantes es un cuidadano brasileño, fue Profesor y Director de la Facultad de


Teología en el IAE; Profesor de Religión en la Andrews University, una Universidad
Adventista en los Estados Unidos; Director de la Facultad de Teología en el Líbano;
Profesor de nuestro Seminário Adventista en Collonges, en Francia; fue Profesor en la
Universidad de Montemorelos en Méjico; fue Profesor en el SALT (Seminário
Adventista Latinoamericano de Teología en Sao Paulo); fue Profesor en el Avondale
College en Austrália; actualmente reside en los Estados Unidos.

Es miembro de la American Society of Oriental Research, y de la American Society of


Biblical Literature; es autor de vários libros, y está hoy como convidado especial por el
Departamento Ministerial de la APS, liderada por el Pr. Moises Ribeiro, e irá
pronunciar una charla a los pastores de esta Asociación, sobre el tema El Santuário en
las Escrituras Sagradas.

Desarrollo

"Me siento honrado con el convite de venir a presentar este tema delante de um cuadro
de obreros distinguidos de aquí de la APS; yo preferiría no leer, disertar sobre el tema,
pero es um tema de tal importancia, que prefiero apegarme al texto escrito para evitar
cualquier equívoco, y mi plan para esta mañana es el siguiente: el tema general es El
Santuário. Comenzaremos con el capítulo 8 de Daniel que es generalmente el punto de
controvérsia. Después pasaremos para el capítulo 9, complementando especialmente
para la interpretación de las 2.300 tardes y mañanas. Después abriremos oportunidades
para preguntas, y si el tiempo lo permite, entraremos en el capitulo 9 de Hebreos. Es
otro capítulo que también está en el centro de la discusión cuando se trata del asunto del
santuário. Yo dejaré de lado por lo tanto mucha cosa que los hermanos conocen más o
tan bien como yo, y veremos entonces cómo, del punto de vista de Daniel 8, después de
Daniel 9, el asunto del santuário es destacado de una manera particular. Su importancia
entonces crece delante de nosotros.

El capítulo 8 de Daniel debe ser visto como una nueva descripción del conflicto de los
siglos, bajo un ángulo diferente. La iglesia objeto de la ira del enemigo, tanto en el
capítulo 7 como en el capítulo 8, y todo lo que afecta la suerte de la iglesia en esta
tierra, es de supremo interés en el cielo. Es la negligencia del aspecto celeste del
conflicto de los siglos, que ha llevado a muchos estudiosos a mal interpretar el
Santuário del verso 14.

Hay mucha gente que dice, es muy arbitrário, que ustedes adventistas quieren decir que,
después de 2.300 tardes y mañanas el Santuário será purificado, que se trata del
Santuário celeste. Para ellos es óbvio que se trata del santuário terrestre. Pero la
diferencia está en el punto de vista. Nosotros queremos ver los capítulos 7, 8 y 9, de un
punto de vista más general, más amplio del conflicto de los siglos. Son capítulos del
conflicto de los siglos.

El capítulo 8 abre con un esbozo histórico que comprende los versos 1 hasta 8. Bajo los
símbolos de un carnero, de un chivo, son representados los impérios de Medo-Pérsia y
de Grécia. El simbolismo no deja dudas, pues la interpretación es dada por el ángel aún
en los versos 20 y 21. El cuerno notable entre los ojos del chivo es interpretado como el
primer rey; una clara alusión a Alejandro el Grande, a cuyo genio militar debió Grécia,
su elevación a primera potencia de la época. Apesar de su fuerza, el gran cuerno se
quebró, y en su lugar se levantaron 4 otros, pero no con fuerza igual a la que él tenía.
Verso 22. Los 4 cuernos son interpretados como los 4 reinos, en que se descompondría
el império de Alejandro. Los 4 vientos del Cielo (Daniel 8:8), voy a repetir: de uno de
los cuernos salió un cuerno pequeño, y en su lugar salieron 4 cuernos notables para los 4
vientos del cielo.

Los 4 vientos del cielo son los 4 cuadrantes del compás. El texto hebraico no permite
establecer fuera de dudas, si el cuerno pequeño sale de uno de los 4 cuernos, o de uno de
los cuadrantes del compás simplemente. Esto es, Norte, Sur, Este y Oeste. Pero no hay
duda de que el cuerno pequeño de Daniel 8 tiene mucho en común con el pequeño
cuerno de Daniel 7, versos 8 y siguientes. En ambos casos, el cuerno pequeño se
demuestra una potencia religiosa que haría la guerra a los santos del Altísimo. Comparar
Daniel 7:25 con Daniel 8:10, donde los santos son llamados con buena razón, el ejército
de los cielos. Y con Daniel 8:24, donde el objeto de la ira, del rey de feroz catadura,
Daniel 8:24, es el pueblo santo. Entonces encontramos al pueblo santo en Daniel 7 y en
Daniel 8; allí encontramos la pequeña punta, aquí encontramos la pequeña punta,
tambien llamada el rey de feroz catadura en el verso 24.

En el capítulo 7 es dicho que la punta pequeña proferiría palabras contra el Altísimo,


verso 25; en el capítulo 8 es dicho que la misma potencia se engrandeció hasta el
príncipe del ejército, y que derrumbó el lugar de su santuário, verso 11. Es evidente
pues, del contexto de este conflicto milenar, que la misma potencia maligna, empeña
todo su esfuerzo para hacer desaparecer de la tierra a Cristo, el Príncipe del ejército, y
sus santos. No solamente eso. El própio santuário debía ser lanzado por tierra. Es lo que
leemos en el verso 11: de el sacó el sacrifício acostumbrado, y el lugar de su santuário
fue derrumbado. El ejército le fue entregado, el ejército de los santos, como sacrifício
acostumbrado. El original no dice sacrifício acostumbrado. El original dice "tamid", que
es simplemente contínuo, por causa de las transgresiones, y derrumbó por tierra la
verdad. Allá dice que trató de cambiar los tiempos y la ley, y aquí dice que derrumbó
por tierra la verdad, y lo que hizo prosperó.

Vean, el santuário era el lugar en la tierra donde se centralizaba el culto del verdadero
Dios, y donde a través del simbolismo de los sacrifícios allí ofrecidos diariamente, era
prefigurada la obra redentora de Cristo. Todo sacrifício apuntaba para un aspecto u otro
de la misión de Cristo, como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Hacer
cesar el sacrifício acostumbrado, esto es, el "tamid" del texto hebraico, equivalía a
derrumbar el Santuário y la verdad, verso 12. Son maneras diferentes de focalizar el
mismo tema. Derrumbar la verdad, derrumbar el santuário, son practicamente
expresiones sinónimas.

¿Cuál verdad sería derrumbada ?. La verdad de la obra expiatória y mediadora de


Cristo, o en otras palabras, la verdad del Evangelio. Es el Evangelio que proclama a
Cristo como único Salvador, y el único Mediador entre Dios y los hombres. Se
comprende facilmente, que el adversário pondría todo su empeño en apagar de la tierra,
todo trazo de las verdades fundamentales de la redención. Usa como sus instrumentos a
Babilonia, o a Grécia, o Roma; la intensión del adversário era hacer olvidar el papel
central de Cristo en la obra de la salvación. Todo lo demás era secundário.

Ahora, el Santuário terrestre era una recordación peremne de la existencia de un


santuário celeste, donde Cristo actúa como nuestro Sumo Sacerdote. La epístola a los
Hebreos no solamente enseña que el santuário terrestre era una figura del celeste, que
Moisés lo erigió de acuerdo con el modelo que le fue mostrado en el monte, Hebreos
8:5, sino que en ese Santuário celeste ministra Cristo como nuestro Sumo Sacerdote;
Hebreos 8:1 y 9:11-12. No es sin razón que la epístola a los Hebreos dedica 4 capítulos,
7 al 10, para describir el Ministério intercesório de Cristo en el santuário celeste. El
espacio que le es dedicado, es un indicio de la importancia vital de ese asunto. En vista
de eso, relegar la verdad del Santuário a un segundo plano, para exaltar la cruz del
Calvario, como es la tendencia evangélica, y de adventistas que se están convirtiendo en
evangélicos simplemente, olvidándose de las verdades características del Movimiento
Adventista; en vista de eso relegar la verdad del santuário a un segundo plano, para
exaltar la cruz del Calvario, no confiere honra alguna a Cristo. No se puede sin
prejuicio, separar la obra de Cristo realizada en esta tierra, de la obra que El realiza a
nuestro favor en el Cielo. Ambas son vitales. La diferencia es que, los evangélicos solo
tratan de la obra terrestre de Cristo sobre la cruz, y nosotros tratamos de ese sacrifício,
reconocemos su importancia vital, sacrifício único, final, todo suficiente; pero nosotros
nos acordamos de otro aspecto del ministério. No bastaba ofrecer el sacrifício, era
preciso ministrar la sangre delante del trono de Dios. Y es esa obra que Cristo realiza
ahora en el Cielo a favor de la humanidad.

El simbolismo del santuário terrestre entonces nos enseña que no bastaba al Sacerdote
ofrecer la sangre del sacrifício sobre el altar, sino que debía igualmente esparcirla sobre
el velo, atrás del cual se encontraba el arca y el propiciatório. Esta segunda fase, que se
realizaba cada día, porque con cada sacrifício el Sacerdote entraba y esparcía la sangre
delante del velo. Esta segunda fase era una obra de mediación, en la cual el Sacerdote
pleiteaba los méritos de la sangre vertida delante del trono de la gracia. En ese doble
acto de ofrecer la sangre y de interceder a favor del pecador, era el evangelio anunciado,
a través de símbolos al antiguo Israel. Ellos no tenían otro evangelio. Era unicamente
ese evangelio en símbolos, que era repetido delante de ellos, cada día.

En vista de lo arriba expuesto, es fácil comprender la gravedad del ataque satánico


contra la verdad del Santuário, tanto del terrestre como del celeste. Es imposible atacar
uno, sin atacar al otro, pues de un modo o de otro sería nublada la verdad del evangelio.
La cuestión de la hostilidad del enemigo contra el Santuário, es tan grave, que en el
verso 13 se oye un ángel, preguntar a otro ángel, ¿hasta cuándo durará la visión del
acostumbrado sacrifício ? Y toda vez que ustedes leen acostumbrado sacrifício, en el
hebraico dice simplemente "tamid", que quiere decir contínuo, aquello que se repite
continuamente; y de la transgresión asoladora, visión en la cual era entregado el
santuário y el ejército. El ejército es el pueblo de los santos del Altísimo; visión en la
cual era entregado el santuário y el ejército, a fin de ser pisados. La cuestión interesaba
no solamente a los santos en la tierra, sino que también a los seres celestes. Los ángeles
estaban interesados en ese episódio del gran conflicto de los siglos. El "tamid", término
que expresa el conjunto de los servicios que se efectuaban en el Santuário cada día, era
el único evangelio que el antiguo Israel poseía. A través del simbolismo de los
sacrifícios, un conocimiento parcial del plan de la redención, les era comunicado. La
transgresión asoladora simboliza el esfuerzo satánico, para nublar la verdad del
evangelio. Esa verdad sería momentaneamente nublada, ya sea por un ataque al
Santuário terrestre, o apagando de la mente de los hombres el conocimiento del
Santuário celeste.

Ya que el santuário terrestre es una cópia del celeste, es imposible distinguirlos en la


visión de Daniel 8, especialmente si vemos esa visión de un punto de vista más elevado,
del punto de vista del conflicto de los siglos. No se trata apenas de pequeños episódios
en la história de Israel, de Antioco Epifanio interrumpiendo la secuencia de los cultos,
allá en Jerusalén, y profanando el altar. Es mucho más que eso. Son capítulos en el gran
conflicto de los siglos. Entonces es difícil distinguir si el profeta está focalizando el
Santuário terrestre, o el Santuário celeste. Pero como el terrestre era el símbolo del
celeste, poco importa. Atacar uno sería atacar al otro. No es dado al profeta distinguir
entre los vários planos, el más próximo y el más remoto, en la vasta perspectiva de la
história.

Del mismo modo no es fácil al profeta distinguir entre el santuário terrestre y el celeste.
En la perspectiva teológica, ambos se juntan en uno solo, se funden en uno solo. La
hostilidad a uno, significaba igualmente la hostilidad al otro.

En vista de lo que acabamos de decir, es natural que la declaración de Daniel 8:14, hasta
2.300 tardes y mañanas, y el santuário será purificado, sea comprendida como una
referencia al santuário celeste. De hecho, la alusión al largo período de 2.300 años,
requiere que la aplicación sea al santuário celeste, pues el terrestre cesara de existir
mucho antes del fin de ese período.

Nada hay de arbitrário en esta interpretación, si la argumentación precedente fue bien


comprendida. La visión pinta en largas pinceladas, el conflicto de los siglos. No hay
lugar para minúcias. El gran tema es la hostilidad de los poderes de las tinieblas a Jesus
Cristo, el Príncipe de los príncipes, del verso 25 de Daniel 8, y la verdad del Evangelio
simbolizada por el Santuário. La actividad hostíl de Antioco Epifanio, en la época de los
Macabeos, fue apenas un breve episódio en la larga história de la hostilidad de las
potencias del mal contra Cristo y el Evangelio. Pensar que la visión se resume a ese
ataque de Antioco Epifanio, es atribuirle una perspectiva muy limitada. Es preciso ver
esta guerra en sus proporciones cósmicas, en la cual aún los ángeles están interesados.
De ese conflicto cósmico nos habla el Apóstol Pablo diciendo: nuestra lucha no es
contra la sangre y la carne, y sí contra los principados de potestades; contra los
dominadores de este mundo tenebroso, contra las fuerzas espirituales del mal en las
regiones celestiales.

Entonces el conflicto descrito en Daniel también es parte de ese conflicto con los
poderes de las tinieblas, las fuerzas espirituales del mal. Aún cuando sea una lucha
espiritual, la profecía de Daniel subraya sus raíces históricas, para resguardarnos del
error de pensar que se trata apenas de un conflicto supraterreno. En efecto, potencias
terrestres como instrumentos de Satanás, combaten contra los santos del Altísimo, que
están en esta tierra y no en el cielo aún. Se trata de un conflicto que tiene su aspecto
histórico, pero que nunca deja de ser un conflicto espiritual de consecuencias eternas.

¿En qué consistiría entonces la purificación del Santuário de la cual habla el verso 14 ?.
Si la derrumbada del santuário implicó en lanzar por tierra también la verdad del
Evangelio, de la cual el Santuário y los servicios que en el se celebraban eran un
símbolo, entonces la purificación del Santuário significaría la restauración de la verdad
del Evangelio a su pureza original. Noten que el término "será purificado" de nuestra
Bíblia, sigue más de cerca al griego "katarid estay", que al hebraico "nitsdak". El
sentido del hebraico es ser justificado, ser vindicado, y por extensión ser restaurado; y
diferentes traducciones modernas siguen una anuencia o otra, de ese verbo "nitsdak". El
verbo es conocido, tsadak, es justificar; pero en el "nifalk", el reflexivo, es la única vez
en la Bíblia que aparece el verbo. De ahi los problemas y las discusiones, que giran en
torno de la mejor interpretación de "nitsdak".

Pero sin duda el griego, usando purificar, fue purificado, retiene un sentido del verbo
"nitsdak" que no siempre es reproducido en las traducciones modernas. Probablemente
debemos retener ámbos sentidos, tanto de purificar como de vindicar el Santuário. El
Santuário sería vindicado en el sentido de que la verdad del santuário, olvidada durante
tantos siglos, sería recuperada y proclamada como una verdad relevante para la
salvación. El Señor no permitiría que esa verdad quedase para siempre ignorada; del
mismo modo que no permitiría que la verdad del Evangelio quedase para siempre
obscurecida por errores.

A partir de 1844 el Evangelio debía ser proclamado en su integridad. El comenzó a ser


proclamado con mayor pureza a partir de la Reforma. Pero la Reforma no recuperó toda
la verdad. Entonces a partir de 1844 el Evangelio debía ser proclamado en su integridad,
tanto en lo que dice respecto al sacrifício de Cristo en el Calvario, como a Su obra de
mediación en el Cielo. No bastaba a Cristo ofrecerse en sacrifício expiatório por la
humanidad; era preciso que mediante la obra de intercesión y de mediación, los
benefícios de ese sacrifício, fuesen accesibles a todo individuo. De ahi que la obra
completa de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote, incluya tanto Su muerte en la Cruz,
como Su intercesión a favor de los pecadores en el Santuário celeste, Hebreos 7:25 y
9:24.
Es muy difícil encontrar en los libros de Teología Protestantes Evangélicos, cualquier
referencia a la obra de Cristo en el Santuário celeste. De modo que yo quedé muy
satisfecho cuando encontré aquí en el libro de Donald Bailey "God was in Christ"; es un
teólogo inglés que floreció allá por vuelta de 1940 o 1950, por lo tanto reciente. Ese
libro fue publicado en New York en 1948. En la página 195 leo: "La obra del Calvario
fue en efecto una obra concluída, un sacrifício perfecto, ofrecido una vez por todas en la
Tierra. Sin embargo, fue el comienzo de un sacerdócio, que continua para siempre, en el
domínio invisible, en el Cielo, en el Lugar Santo, mas allá del velo, en el cual nuestro
Sumo Sacerdote entró mediante la muerte, y donde siempre vive para hacer intercesión
por nosotros, siendo siempre capaz de compadecerse de nuestras flaquezas."

Entonces tenemos aquí un teólogo, probablemente Anglicano, reconocido, y que


reconoce que la obra de Cristo continua en el Cielo. El libro ahora existe en portugués,
yo no sabía de eso, pero supe que fue exigido como lectura extra-curricular en la clase
del Profesor Dederin, en el último verano. No se cuántos percibieron la importancia de
ese verso y lo subrayaron si tuviesen una copia.

Ahora Donald Bailey cita otro teólogo que es Charles Gohr, que floreció en el fin del
siglo pasado. Por lo tanto simultáneamente a lo que nosotros estamos haciendo,
especialmente lo que el Espíritu de Profecía estaba haciendo, en traer de nuevo la
atención para el santuário, había por lo menos un teólogo de fama, Gohr, que estaba
proclamando la misma cosa en sus libros. En su libro "The body of Christ" (El cuerpo
de Cristo) él dice:

"En la epístola a los Hebreos todo lo que precede a la ascensión, es la preparación de


Cristo para Su obra Sacerdotal. Su obra como Sumo Sacerdote y su entrada en el
verdadero Santo de los Santos, por el poder de Su própia sangre derramada una vez para
siempre en la muerte. Es en su entrada en el Cielo, y no sobre la Cruz, que El realiza Su
expiación por nosotros, de acuerdo con la epístola a los Hebreos, y Su obra como Sumo
Sacerdote que comienza con Su entrada en el Cielo, es perpétua."

Y contrariamente a Ford y a sus simpatizantes, la obra de la expiación no fue


completada sobre la Cruz. Nosotros venimos diciendo esto hace un siglo practicamente.
Pero aquí tenemos Charles Gohr diciendo la misma cosa. Es en Su entrada en el Cielo y
no sobre la cruz, que El realiza Su expiación por nosotros. Es mejor decir entonces que
hay dos aspectos de la obra de la expiación: una fue efectuada sobre la Cruz, es lo que
corresponde al sacrifício del animal; la otra es la mediación en el Cielo, que
corresponde a la presentación de la sangre dentro del Santuário. La única cosa en que no
concordamos aquí con Gohr, es que él dice que esa obra de Cristo es perpétua. Nosotros
creemos que una vez terminado el problema del pecado, Cristo cesa Su actividad como
Sumo Sacerdote. El depone Sus vestes sacerdotales; entonces no es una obra de
intercesión perpétua. Y si la história de este mundo llega a su término, entonces la
história del pecado también llega a su término.

La purificación del Santuário celeste es mejor comprendida a la luz del ritual del Día
de la Expiación en el Santuário terrestre, Lev. 16 y 23, y 26 al 32. En ese día, el Yom
Kippur de los judíos, el Santuário era purificado de los pecados allí acumulados durante
el año en curso. Toda vez que el Israelita confesaba sus pecados sobre la cabeza del
animal que iba a ser sacrificado, parte de la sangre era llevada por el sacerdote oficiante
para dentro del santuário, y algunas gotas esparcidas sobre el velo que separaba el Lugar
Santo del Santísimo. De ese modo, en símbolo, los pecados eran transferidos para el
santuário, que naturalmente quedaba cargado, entre comillas, de las impurezas de los
hijos de Israel, Lev. 16:16.

Entonces si quedaba cargado de las impurezas, es que esas impurezas eran transferidas,
y eran transferidas por la sangre que era aspergida delante del velo. Es verdad que una
parte era transferida por el hecho que el sacerdote comía una parte del sacrifício; y
comiendo una parte del sacrifício, él cargaba, en cierto sentido, las impurezas de los
hijos de Israel. De ahi la necesidad de una expiación del Santuário, del altar, y del
própio Sacerdote en el Día de la Expiación.

El Ritual del Día de la Expiación, realizado una vez al año, pretendía purificar el
Santuário de los pecados allí acumulados. Solamente en ese día se hacía una remoción
final de los pecados. Los verdaderamente penitentes eran perdonados en definitivo; los
demás debían arcar con las consecuencias de sus pecados. Los israelitas comprendían
ese día como un día de juzgamiento. En la literatura judaica aparece esa comprensión
del Yom Kippur, es el día del juicio, de juzgamiento. En ese día, en efecto, los
penitentes volvían para sus hogares perdonados, y los impenitentes condenados. En ese
sentido era un día de juicio.

De modo análogo era necesário que el Santuário celeste fuese purificado. En Hebreos
9:23 tenemos un pasaje excelente para nosotros Adventistas, porque es el único que
habla de la necesidad del Santuário celeste ser purificado: "Era necesário por lo tanto
que las figuras de las cosas que se encuentran en los cielos, se purificasen con tales
sacrifícios", sacrifícios de animales, "pero las própias cosas celestiales, con sacrifícios a
ellas superiores", en ese caso el sacrifício de Cristo, El mismo. Y en el griego, noten que
9:23 es el mismo verbo que es usado en la Septuaginta en Daniel 8:14. Es el verbo
"Kataridsestay", de "Katarizo" purificar, "Kataridsestay" ser purificado, será purificado;
es el futuro pasivo del verbo "Katarizo" purificar.

Yo le digo a veces a nuestros estudiantes en el Seminário, que la Septuaginta, aún


cuando los traductores que en ella tomaron parte, y fueron muchos traductores y no
todos los libros fueron traducidos con la misma perfección, pero que en cierto sentido la
providencia guió esos traductores a enfatizar el aspecto mesiánico de muchas profecías.
Porque el aspecto mesiánico es más claro en el Griego en la Septuaginta, que en el
Hebraico. Yo digo entonces que fue un acto de la providencia que asi lo quizo, que esos
traductores, sin saber, estaban confiriendo a ciertos textos del Antiguo Testamento,
especialmente Isaias 53, y otros, una característica mesiánica más profunda que en el
própio Hebraico. Y es sabido que casi todas las citaciones del Antiguo Testamento en el
Nuevo, son sacadas de la Septuaginta.

Los Judios quedaron de tal manera irritados con el uso que los cristianos hacían de la
Septuaginta, que finalmente rechazaron la Septuaginta, aún cuando ellos mismos
hubiesen (los judios de Egito) preparado esa traducción, ellos acabaron rechazándola,
porque era tan favorable a los cristianos en la opinión de ellos. De ahi otras traducciones
fueron hechas, como la de Aquila, Símaco, Teodósio en el primer y segundo siglos;
traducciones literalistas que no perduraron. No tenemos de ellas sino fragmentos.
Entonces es notable que el verbo "Kataridsestay" que aparece en Daniel 8:14 también
aparezca en Hebreos 9:23. El mismo debía ser purificado.
Los pecados confesados no son perdonados en definitivo en el momento que los
confesamos. Hay muchos que se arrepienten de su arrepentimiento, y que demuestran
por la persistencia del pecado, que su arrepentimiento no era genuíno. De la naturaleza
condicional del perdón, nos habla la parábola del deudor compasivo de Mateo 18:23-35.
El siervo a quien fuera perdonada una gran deuda, ve su perdón cancelado por no haber
sido compasivo como su señor. La lección de la parábola es evidente: el perdón es
condicional. Solamente en el juicio, que precede la segunda venida de Cristo, es que
será determinado, a la luz del registro de toda la vida, si el arrepentimiento de cada cual
fue auténtico, si el indivíduo perseveró en la vereda cristiana hasta el fin. Son los que
perseveran hasta el fin, que serán salvos, Mat. 24:13.

Al que haya perseverado, hasta que su nombre es llamado en el Tribunal celeste, al que
haya perseverado, sus pecados le son perdonados en definitivo, y el indivíduo es
contado entre los salvos. Al que no perseveró, sus pecados le son retenidos, y su nombre
es eliminado del libro de la vida. Que nombres pueden ser eliminados, es claro de Apoc.
3:5, donde hay una promesa hecha a la iglesia de Sardes: "El vencedor será asi vestido
de vestiduras blancas, y de ningún modo apagaré su nombre del libro de la vida".

Quiere decir que nombres pueden ser apagados, y serán apagados, en el día del juicio
que nosotros llamamos de investigativo. Ese juicio es que precede la segunda venida de
Cristo. Porque no todo arrepentimiento es auténtico. Es solamente en el día del juicio, a
la luz de lo que está escrito en los libros, y asi es que en Daniel 7 dice: "Se sentó el juez
y se abrieron los libros". Es a la luz de ese registro que es determinado se alguien
perseveró hasta el fin, y si heredará la vida eterna. Es esta adjudicación final de los
pecados, que es llamada la purificación del Santuário. En este juicio investigativo los
pecados son perdonados definitivamente o retumban sobre la cabeza del impenitente. Al
mismo tiempo es determinado quien heredará con Cristo el Reino.

En Daniel 7, el Hijo del hombre recibe el reino. Pero después el Hijo del hombre
comparte el reino con los santos del Altísimo. No hay contradicción. Es que el Hijo del
hombre representa los santos del Altísimo. Cristo en Su persona incorpora toda la
iglesia. Y El recibiendo el reino, con El la Iglesia recibe el reino, los santos del
Altísimo.

La obra de juzgamiento resulta en la purificación del Santuário celeste, y


simultaneamente en la vindicación del gobierno de Dios, pues quedará evidente a todo
el Universo que nadie será excluído de la vida eterna sin justa razón. Los que son
excluídos demuestran amar mas el pecado que la justicia, y por lo tanto no serían felices
en el reino de los cielos. Es un argumento que el Espíritu de Profecía usa
frecuentemente. Nadie será excluído arbitrariamente; ellos se excluyen a si mismos
porque están descalificados. Pero es el juicio investigativo que determina cuáles son los
calificados y los descalificados. En virtud de la magnitud de la obra descrita en Daniel
8:14, sería un error querer reducirla a una simple restauración del Santuário, después de
la profanación perpetrada por Antioco Epifanio. Lo que Antioco hizo, fue apenas un
episódio en el largo conflicto entre Satanás y Cristo, en el cual está en juego la
salvación de la raza humana. La visión de Dan. 8:14 abarca todo el período
comprendido en la frase 2.300 tardes y mañanas.

Y ahora entonces, en este segundo estudio queremos examinar mas de cerca las 2.300
tardes y mañanas. Si los hermanos tienen preguntas u objeciones, o desean algun
esclarecimiento adicional, quien sabe podrían hacerlo ahora, y con eso se quiebra un
poco la monotonía de oir alguien hablando mucho tiempo.

(Es hecha una pregunta a respecto de los que estarán vivos durante el juicio
investigativo). Bien, hay textos bíblicos que dicen que el juicio comienza por la casa de
Dios. Nosotros creemos que en 1844 comenzó esa fase final de la obra de Cristo, que es
la obra del juicio investigativo. Naturalmente el juicio comenzó con los muertos; todos
aquellos cuyos nombres fueron registrados en el libro de la vida. Y cuáles son los
nombres que son registrados en el libro de la vida ? Aquellos que alguna vez profesaron
a Cristo. Quien aceptó a Cristo, fue bautizado en nombre de Cristo, tiene su nombre
registrado. Pero no hay ninguna garantía de que va a ser retenido en el libro de la vida;
está registrado, pero solo el juicio va a determinar si fue retenido. Nosotros no somos
como los Bautistas que dicen una vez salvo, para siempre salvo. Los Bautistas dirían
una vez registrado, para siempre registrado. Pero nosotros decimos pueden ser
eliminados, y existe ese pasaje en el Apocalipsis que pueden ser eliminados.
Naturalmente un día el juicio comenzará con los vivos. Si va llegando el fin de ese
juicio investigativo, un día comenzará con los vivos. Aquellos vivos cuyos nombres
pasaron en ese juicio, naturalmente tienen su destino eterno decidido, antes de su
muerte. Pero note que esto no se aplica a toda la humanidad en todo tiempo. Se aplica
apenas con aquella fracción de la humanidad que esté viviendo en este mundo en la
última parte del juicio. Nosotros no sabemos cuando termina el juicio de los muertos y
comienza el juicio de los vivos. No tenemos ninguna luz en el Espíritu de Profecía de
cuanto tiempo va a llevar el juicio de los justos; si va a llevar años o simplemente
meses. Es posible que lleve meses. En ese caso estaremos viviendo aquí en esta tierra
sin un intercesor durante meses, no durante años.

Pero yo le digo a los estudiantes lo siguiente: ahora nosotros tenemos Cristo por
nosotros en el Santuário celeste; pero después que Cristo cesa Su obra de intercesión,
nosotros tenemos Cristo en nosotros. Entonces hoy tenemos Cristo por nosotros, pero
una vez concluído Su trabajo para los salvos, Cristo está en nosotros. Y si Cristo está en
nosotros, no vamos a pecar. Nosotros tendremos lo que el apóstol Pablo llama "la mente
de Cristo".

(Es hecha una pregunta si la persona sabrá que está salva o no). No sabrá. El Espíritu de
Profecía toca un poco en ese punto. Sin saber que su caso ya fue decidido en el Cielo,
los santos pasan por una angustia. Ellos no van a tener una certeza 100%, pero Dios
conoce aquellos cuyos nombres ya fueron decididos en el tribunal celeste. No hay una
comunicación individual a cada uno: su caso está decidido. El cristiano continua a vivir
por la fé en esta tierra, y solamente cuando Cristo aparece en las nubes del cielo,
entonces cesa toda duda sobre quien tendrá una parte en la resurrección de los justos, y
quien no tendrá.

(Es hecha una pregunta si la purificación no tendría también algo que ver con los
pecados del poder inícuo). Bien. Yo dije quien aborda el capítulo 8 (y el capítulo 7)
desde un punto de vista más elevado, no se va a perder, en ese enmarañado de
cumplimiento parcial, en el tiempo de Antioco Epifanio, cuando el Templo de hecho fue
profanado, y el altar fue profanado. No negamos eso. Pero lo que nosotros decimos es
que ese ataque de Antíoco Epifanio es apenas un pequeño episódio en el gran conflicto.
Y no podemos decir que la profecía solo trataba de eso. La profecía está interesada en
un cuadro mucho mayor, que tan solo ese acontecimiento que ocurrió allá en 168
AC hasta 164 AC. Pero es verdad que la mayor parte de los intérpretes protestantes y
católicos hoy en día, interpretan tanto el capítulo 7 como el capítulo 8, la punta pequeña
de uno y de otro, como aplicándose exclusivamente a Antioco Epifanio. De ahi todo el
esfuerzo que ellos hacen de interpretar el tiempo, tiempos y mitad de un tiempo, como
siendo 3 años y medio, como tiempo de la profanación literal del Templo, y después
toman las 2.300 tardes y mañanas, dan una interpretación altamente artificial, y dicen
eso representa 1.150 dias, y 1.150 dias da 3 años y una fracción.

Nosotros vamos a estudiar ese asunto de la interpretación errónea de las 2.300 tardes y
mañanas. Parte de una porción de presuposiciones erróneas, que no pueden quedar en
pié. Ahora, de otro lado, no podemos rechazar enteramente aquella idea de Ford, del
princípio apotelesmático como él lo llama. Creo que él sacó eso de algun otro libro de
Teología, en que una profecía puede tener vários cumplimientos. Puede ser que tuvo un
cumplimiento parcial en el tiempo de Antioco Epifanio, tuvo otro cumplimiento cuando
Tito destruyó el Templo definitivamente, y tendría un cumplimiento mayor aún cuando
el papado hizo la humanidad olvidar la obra mediatoria de Cristo en los Cielos,
substituyendola por la mediación de María y de los santos. De nuestro punto de vista, el
ataque más grave no fue el de Antioco, sino el del papado. De modo que nosotros
vemos en la punta pequeña de Daniel 7, no Antíoco Epifanio sino la potencia papal.
Aquella bestia indescrita es Roma Imperial, y la punta pequeña que salió de una de las
diez, es Roma Papal.

De modo que nosotros vemos también en el capítulo 8, que no se trata de Antioco


Epifanio especificamente; se trata de cualquier potencia enemiga de Dios y del
Evangelio. Ahora, yo difiero de Ford en un punto, cuanto al principio apotelesmático. El
dice que pueden haber muchos cumplimientos de una profecía. Yo digo que pueden
haber vários, hasta que venga el cumplimiento definitivo. Cuando viene el
cumplimiento definitivo, cesa aquella profecía. Y Ford dice no, pueden haber otros
cumplimientos subsecuentes. El ataque de la parte de Antioco Epifanio sería un
cumplimiento parcial, y un cumplimiento más completo, con la destrucción total del
Templo en esa época. Pero en ese punto entonces viene el problema: ¿En qué consistiría
la purificación del Santuário?

Hubo una purificación allá en el tiempo de los Macabeos, y después de una guerra que
duró 3 años y poco, Judas Macabeo recuperó Jerusalén, purificó el Templo, erigió un
nuevo altar y los servicios volvieron a ser realizados normalmente, continuamente,
como debían ser. Es el "tamid" que no debía ser interrumpido. Pero en el caso de la
destrucción hecha por Tito no hubo una restauración del Santuário terrestre, por lo tanto
nosotros encontramos mucho mas lógico, aplicar esa restauración al Santuário celeste.

Yo nunca fui muy amigo de esquemas cronológicos, sobre los eventos finales, que
preceden la segunda venida de Cristo, porque los fenómenos espirituales en muchos
sentidos son atemporales. No se puede colocar eso en un orden, una secuencia cierta.
Eso sucede, y después eso, y después eso, y después eso. Aún cuando algunos de
nuestros libros y algunos de nuestros autores gusten de hacer esos esquemas. De modo
que yo no puedo garantir que las 7 plagas comienzan cuando comienza el juicio
investigativo para los vivos. Puede ser que coincidiese. Comienza el juicio para los
vivos, comienzan también las 7 plagas para este mundo, y comienza el tiempo de
angustia. Es posible, porque todos esos movimentos finales serán rápidos.
(Es hecha una pregunta sobre el sellamiento). Cuando cada uno termina de ser juzgado,
entonces está sellado. Entonces, a medida que los nombres van pasando, y son decididos
los casos, esos son sellados para la salvación, o para la perdición. Quien no está sellado
para la salvación, ipso facto lo está para la perdición. Aun cuando nosotros no
prediquemos, como algunos evangélicos predican, predestinación para la salvación y
predestinación para la perdición. Una doble predestinación. Nosotros no decimos eso,
no predicamos eso.

El capítulo 8 de Daniel concluye con la declaración: "Espantávame con la visión y no


había quien la entendiese", verso 27. Daniel había pedido y recibido una explicación
parcial de la visión, registrada en el capítulo 8. El carnero fue identificado como los
reyes de Medo y Pérsia. En el final del capítulo hay una interpretación de una buena
parte. El chivo peludo con el rey de Grécia; el cuerno grande con el primer rey, verso
21; de la división del império de Alejandro nos habla el verso 22, y el cuerno pequeño
es interpretado en términos más generales, como rey de feroz catadura. Es asi que él es
presentado en la última parte del capítulo 8, que destruiría al pueblo santo y se
levantaría contra el pueblo del Príncipe de los príncipes. Eso repite una parte de lo que
ya había sido dicho allá en el comienzo. Eso lo encontramos entonces en los versos 23
a 25 del capítulo 8, interpretando la primera parte del capítulo.

Es evidente sin embargo, que la parte referente al período profético de 2.300 tardes y
mañanas, no fue explicada. El ángel se limitó a decir que la visión alcanzaba el tiempo
del fin, versos 17 y 18, y que se refería a dias muy distantes, verso 26, una clara
advertencia a no esperar un cumplimiento próximo. Es provable que el ángel haya dicho
todo lo que Daniel podía comprender en el momento. Pero sin el complemento de la
explicación que se encuentra en Daniel 9:24-27, sería imposible comprender
plenamente la visión del capítulo 8, porque la parte referente al período profético no fue
explicada. Faltaría el punto de partida del período de las 2.300 tardes y mañanas. Y sin
un punto de partida la visión quedaría sin una aplicación clara.

El capítulo 9 abre con una larga oración de Daniel a favor de su pueblo, que aún estaba
en el cautiverio en Babilonia, y a favor del Santuário que juntamente con Jerusalén,
estaba en ruínas. Por el estudio del libro de Jeremías, Daniel comprendiera que la
desolación de Jerusalén debía durar 70 años, y que este período llegaba por lo tanto a su
término, cuando Daniel hizo la oración del capítulo 9. Era el fin del exílio babilónico,
cuando los 70 años de Jeremías estaban llegando a su fin.

Naturalmente con la restauración de Jerusalén, debía también ser restaurado el


Santuário, verso 17, pues Daniel allá en el capítulo 9 dice que nuestro Santuário está en
ruínas. Y es probable que Daniel haya relacionado esa restauración después del exílio
babilonico, con la restauración de Daniel 8:14. Era preciso entonces corregir esto. La
visión no se aplicaba al fin del exílio babilónico, pero se aplicaba a dias aún muy
distantes. Es lo que dice allá en el própio capítulo 8.

Si aquí estamos en el año 600, aquí estamos en el año 500, entonces Jerusalén sufrió dos
conquistas (el Dr. Schwantes está ahora dibujando en la pizarra): una en 597 y otra en
586. 586 es la definitiva cuando Jerusalén fue destruida, el Templo fue destruido,
cesaron los sacrifícios, el pueblo fue para el exílio. Jeremías ya aquí estaba profetizando
que el exílio duraría 70 años. Aquí estamos en 539, la caída de Jerusalén, y en el
capítulo 8 Daniel orando después de 539, cuando Medo-Pérsia ya estaba alcanzando el
poder. Entonces si él estaba haciendo la oración aquí, y se refiere a la profecía de
Jeremías, el podía facilmente pensar: bien, el verso 8:14 que dice que después de 2.300
tardes y mañanas y el Santuário será purificado, se trata ahora de la restauración del
Santuário que estaba en ruínas. Y de hecho el Santuário fue restaurado en 516. Eso está
en la Bíblia claramente, allá en Esdras.

Entonces era fácil para Daniel hacer una confusión entre los dos hechos. Pero el hecho
que el ángel dijo que esa visión era para muchos dias, para dias aún distantes, debía
guardar Daniel de llegar a una conclusión errónea, cuándo es que esa profecía se
cumpliría. Ella se cumpliría mucho mas tarde.

Ahora vamos a entrar entonces en las dos partes del capítulo 9. En respuesta a su
súplica, el ángel Gabriel fue enviado para hacerle entender la visión, verso 23 de Daniel
9. ¿Cuál visión?

No hubo visión ninguna en el capítulo 9. Hasta aquel punto trata apenas de la oración de
Daniel. Entonces se puede tratar de la visión del capítulo 8, pues la primera parte del
capítulo 9 no contiene ninguna visión. Fue justamente la visión del capítulo 8, que el
profeta no entendiera plenamente, y que el ángel solo en parte había explicado. En
particular quedara para explicar el punto de partida del período profético de las 2.300
tardes y mañanas. Sin el conocimiento de un punto de partida, sería imposible saber la
fecha del desenlace de la visión, y de ese modo la utilidad sería grandemente
disminuída.

En su explicación, Gabriel comienza abruptamente con la declaración: "Setenta semanas


están determinadas sobre tu pueblo". El comienza inmediatamente a hablar de tiempo
profético. Y era justamente la cuestión del tiempo profético del capítulo 8, que no había
sido esclarecido 100%. Entonces el entra en el asunto inmediatamente. Setenta semanas
están determinadas sobre tu pueblo, Daniel 9:24. La Septuaginta dice explicitamente 70
semanas de años. Es interesante como la Septuaginta ya interpreta para nosotros; lo que
muestra cómo ellos comprendían ese período. Setenta semanas de años, en el capítulo
9:24. La septuaginta dice setenta semanas de años, están determinadas. Ahí hay un
verbo tambien un tanto raro. Es el verbo "hatak" que quiere decir cortar; y también está
en el nifalk, o pasivo, "nechtak", fue cortado, fue decepado, o algunas Bíblias traducen
determinado, separado. El verbo hebraico "nechtak" puede ser tanto traducido por
determinado o por cortado. En otras palabras, un tiempo especial de gracia sería
concedido para el pueblo judio, dentro del período más largo de los 2.300 años. Sino
por qué hablar en cortar ? Cortar de que? Solo podía ser cortado de un período mas
largo, que es el período de los 2.300 años. Dentro de ese período, y particularmente en
la última parte, es que Cristo debía realizar Su obra redentora, de hacer cesar la
transgresión, de dar fin a los pecados, de expiar la iniquidad y de traer la justicia eterna.
Noten como un aspecto importante de la visión se relaciona con el problema del pecado.
De cuatro maneras ese problema es mencionado aquí: hacer cesar la transgresión, dar
fin a los pecados, expiar la iniquidad y traer la justicia eterna. Todo eso Cristo hizo
cuando El vino a este mundo, y supremamente en la Cruz donde El virtió Su sangre por
el perdón de los pecados, traciendo justicia eterna.

El punto de partida de los 490 años es dado en 9:25. Se trata de la fecha de la salida de
la orden para restaurar y para edificar Jerusalén. Hay un problema con el verso 25. Hay
traducciones modernas, que siguiendo ciegamente el hebraico, separan los períodos.
Algunas traducciones dicen:

"Sabe y entiende desde la salida de la orden para restaurar y para edificar Jerusalén
hasta el Ungido el Príncipe 7 semanas; en 62 semanas las plazas y las circunvalaciones
se reedificarán, pero en tiempos angustiosos". Es uno de los casos en que la puntuación
hebraica está errada. Acuérdese que no había puntuación ninguna en el hebraico
primitivo. No había ni puntuación, ni punto, ni coma, ni punto de interrogación, no
había nada de eso. No había vocales también. Solo se escribía con consonantes, y hasta
hoy en Israel y en el mundo árabe, los diários y libros son escritos solo con consonantes;
y las personas deben poder leer solo viendo las consonantes. Pero fuera de eso, los
masoretas hicieron mas. Fueron los masoretas, 600 años o 700 años después de Cristo,
que introdugieron los puntos vocálicos, las vocales, porque la pronunciación se estaba
perdiendo. Gente que conocía bien el hebraico estaban quedando muy pocas. Entonces
antes que la tradición se perdiese, esos masoretas pusieron la pronunciación correcta,
según ellos suponían cómo debía ser hecha la lectura en la sinagoga. Y pusieron no
solamente una porción de puntitos y trazos, que son las vocales, sino que pusieron
también otros puntos que representaban pausas. Entonces en la mitad del verso, el verso
es dividido en dos partes, en el medio hay una pausa menor, y en el fin hay una pausa
mayor. Aquí se llama de "etnach", y esa aquí "ziluk". Y esa pausa está en la
Bíblia hebraica después de 7 semanas. Pero porque está en la Bíblia hebraica después de
7 semanas, no quiere decir que sea infalible. Los masoretas no eran infalibles. Hay
muchos casos en que ellos erraron la puntuación. Todo lo que es humano, está sujeto a
errores. Debemos admirar los masoretas porque hicieron un buen trabajo en general. Y
por las notas masoréticas en las margenes de la Bíblia hebraica, ellos llaman la atención
para irregularidades en el texto. Ellos tienen el "turé" encontrándose con el "kití". El kití
es lo que está escrito en el texto, pero ellos dicen: está escrito asi, pero lean asi. Ellos
entonces corregían algunos lugares donde el texto hebraico tenía alguna cosa dudosa.

Pero no quiere decir que, porque ellos colocaron aquí después de los 7 años, o 7
semanas, que esté absolutamente cierto. Tanto asi que la Septuaginta no lo comprendió
asi. Y cuando la Septuaginta fue producida, entre 250 y 150 AC, no había puntuación
ninguna. Entonces cada uno seguía la lógica. Y para los traductores de la Septuaginta, la
lógica era colocar el punto y coma, después de 7 semanas y 62 semanas. Bien, ese es un
pequeño punto que es discutido en algunos libros que tratan de la interpretación de
Daniel 9.

Esdras 6:14 habla de los decretos de Ciro, de Darío y de Artajerjes, relativos a la


restauración de Jerusalén. Evidentemente todos fueron importantes, pero sin el decreto
final de Artajerjes I, la obra de la restauración quedaría inacabada. De algun modo, el
decreto de Artajerjes completó y coronó, la serie de decretos reales. El decreto de Ciro
fue dictado unos veinte años después del decreto de Darío, y unos 50 años después el
decreto de Artajerjes primero.

Entonces este último corona la serie de decretos reales. De ahi figurar Artajerjes en
Esdras 6:14 al lado de Ciro y Darío. Asi como la conquista del reino de Judá y de
Jerusalén se hizo en 3 etapas, bien documentadas en la Bíblia, 605, 597 y 586 AC,
faltaba mencionar otra. No fue conquista, sino la primera deportación que ocurrió aquí
en 605 AC. Aquí Daniel fue llevado cautivo. Pero Nabucodonosor, que había venido
hasta la Palestina, no tuvo tiempo de conquistar Jerusalén. Su padre murió,
Nabopolassar, y fue obligado a volver lo más rápido posible para Babilonia, a fin de
evitar que un usurpador asumiese el trono. El simplemente se contentó en recibir
algunos rehenes de parte del rey Jeoaquin que estaba en el trono de Judá, por los cuales
Jeoaquin prometía entonces fidelidad a Nabucodonosor. Entonces, 605 la primera
deportación de algunos miembros de la aristocracia, como Daniel y sus compañeros;
después 597 primera tomada y la gran deportación de 10.000; y 586 última tomada,
destrucción y deportación, pero una deportación ya menor, porque una buena parte de la
población había sido diezmada en ese medio tiempo. El decreto de Artajerjes I consta
del séptimo año de su reinado, de acuerdo con Esdras 7:7. La íntegra del decreto se
encuentra en Esdras 7:12-26.

Un conocimiento mejor de la cronología de los reyes de Pérsia, nos permite saber que,
aún cuando Jerjes hubiese muerto en el otoño de 465, Artajerjes su hijo, solo comenzó a
reinar oficialmente a partir de la primavera del año siguiente, esto es, en 464 AC, y por
lo tanto su séptimo año seria 457 AC. Esa cuestión también estaba siendo debatida en
los medios históricos, porque habían muchas autoridades que decían: el primer año de
Artajerjes es 465, por lo tanto el séptimo es 458, y ustedes adventistas dicen 457. El
punto no pudo ser resuelto definitivamente, hasta que los papiros aramáicos que estaban
guardados en un cofre en el Museo de Brooklyn, fueron editados por Crely en 1953.
Aprovechándose entonces de esos documentos aramáicos, que permitían comprender
mejor el método de fechar en el império Persa, dos profesores Adventistas del
Seminário, el Dr. Horn y el Dr. Bud, escribieron un pequeño libro: El Séptimo año de
Artajerjes. Es un libro técnico, complicado, de cuestiones de calendário, cálculos; pero
ahi ellos prueban fuera de cualquier duda, que el séptimo año de Artajerjes es 457 y no
458.

457 marca pues el comienzo del período de 490 años, y simultáneamente del período de
2.300 años, del cual el primero fue cortado o reservado, para el pueblo judío. Un simple
cálculo muestra que los 2.300 años debían terminar en 1844. En esa fecha comenzó la
purificación del Santuário celeste, purificación que incluye una obra de juzgamiento,
conforme explicado en el capítulo anterior. No se podía tratar de la restauración del
Santuário terrestre de modo alguno, pues este dejara de existir desde 70 DC, cuando
Tito lo destruyó, y a Jerusalén, al final de la guerra Judío-Romana. Por otro lado, el
Santuário terrestre ya había perdido su importancia, desde que el Evangelio pasó a ser
anunciado, no por el ritual del santuário, sino por el sacrifício de Cristo sobre la Cruz.
Y que ocurrió cuando Cristo murió ? El velo se rasgó de alto abajo, mostrando que
aquel sistema de prefiguración, no tenía mas valor.

En 1844 comenzó la obra de juzgamiento en el Santuário celeste, y en esta tierra surgió


una iglesia capaz de comprender y apreciar la obra de Cristo como nuestro Sumo
Sacerdote en el Cielo. La verdad de la obra mediatoria de Cristo, que había sido
derrumbada por tierra por la teología católica, con su enseñanza concerniente a la
mediación de María y de los santos, y que fue ignorada por la teología protestante, fue
comprendida y de nuevo proclamada. El Santuário que había sido combatido, o relegado
al olvido por Roma y las iglesias Protestantes, fue purificado o restaurado, en el sentido
que su importancia en el plan de la Redención fue de nuevo comprendida y anunciada.

Es lamentable que algunos adventistas ahora quieran volver atrás 300 años, y colocarse
simplemente sobre las verdades reconocidas por los reformadores. Pero los
reformadores no tenían la palabra final. La Reforma no fue completa. La Reforma fue
apenas parcial. Esa es una de las quejas que hay contra la Iglesia de Sardes:

"Yo tengo contra ti que tus obras no son perfectas". O sea no están completas. Faltaba
recuperar algunas otras verdades, que cupo a otros movimientos religiosos recuperar en
los siglos siguientes, y cupo a la Iglesia Adventista recuperar la gran verdad del
Santuário.

De modo que es muy fácil a esos simpatizantes de Ford, continuar a publicar revistas,
pero son revistas que no difieren de revistas protestantes. No hay ninguna verdad nueva,
que una revista protestante no podía tener.

Es la redención por la muerte de Cristo sobre la Cruz, la Justificación por la Fé,


verdades que fueron recuperadas por los grandes reformadores. Pero había otras
verdades. Y en un artículo que yo creo que ya fue publicado, creo que en el Ministério,
yo explico por qué los reformadores no estaban calificados para reconocer la verdad del
Santuário celeste. Ellos estaban inmersos en el clima del Humanismo, que marcó el fin
de la Edad Media y comienzo de la Edad Moderna.

El Humanismo focalizaba la atención en los hombres sobre el hombre. El es el gran


foco de atención. Porque durante la Edad Media, el gran foco de atención fue el Cielo.
Los hombres vivían para otra vida, la vida eterna. Los humanistas reaccionaron contra
ese exceso, y ahora pusieron al hombre en el centro de la atención. Es él que debe ser
exaltado y glorificado. Los reformadores vivían en este clima, y absorvieron ese punto
de vista. Y de un punto de vista puramente humanista, lo que se pasaba en el Cielo era
secundário. Para ellos, lo que era importante era lo que se pasaba en la tierra.
Entonces la Cruz, Cristo muriendo sobre la Cruz, era importante. Pero Cristo
intercediendo en el Cielo, eso no tenía importancia. Entonces noten ese preconcepto de
los humanistas, y los reformadores en gran parte eran humanistas, impedía que ellos
viesen toda la verdad evangélica. Fue entonces preciso que en 1844, la verdad del
Santuário fuese recuperada, y el péndulo, que ahora había oscilado para el humanismo,
volviese ahora para una posición equilibrada. Porque en la Edad Media, vamos a decir
estaba aquí, ellos eran ultramundanos, quiere decir, solo pensaban en el otro mundo.
Vinieron los humanistas, y ahora solo piensan en este mundo. Después vienen los
adventistas y llaman la atención, que todo lo que se pasa en el Cielo es de suprema
importancia. Ese es el título que yo le di al artículo: Ligados en el Cielo. Lo que ligares
en la tierra será ligado en el Cielo. Lo que haya sido retenido en la tierra, habrá sido
retenido en el Cielo. Es Mateo 16.

Entonces nunca se puede separar lo que se pasa en la tierra de lo que se pasa en el Cielo.
Pero los Protestantes solo focalizaban lo que se pasaba en la tierra: la experiencia
individual del pecador confesando sus pecados y aceptando a Cristo como su Salvador.
Pero se olvidaban que eso precisaba ser ratificado en el Cielo. El perdón terrestre
apenas, no bastaba. Era preciso que fuese ratificado en el Cielo.

Quiso la providencia divina que una comprensión mejor de la obra mediatoria de Cristo
coincidiese con el inicio de la obra del juzgamiento prevista en Daniel 7:9-14. Si la
comprensión de la obra de Cristo como nuestro Mediador, siempre fue importante, y
ella se encuentra claramente delineada en las páginas del Nuevo Testamento, mucho
mas ahora, cuando Su obra de mediación, Cristo une la obra de juzgamiento, que debe
preceder Su vuelta en glória. De la importancia de ese juzgamiento, ya hablamos
anteriormente. Basta recordar que es ese juzgamiento que determina quienes son los
súbditos del reino eterno de Cristo.

En Daniel 7 el Hijo del hombre, fue visto venir al Padre, para recibir el Reino, versos 13
y 14. Un reino sin súbditos sería irrelevante. Son los súbditos que constituyen la glória
del reino. Y es el juicio investigativo que determina, en vista del registro de cada vida,
quienes son los corderos con Cristo, quienes son los candidatos a la vida eterna.
Entonces no bastaba Cristo recibir el Reino. Este reino debe ser compuesto de súbditos,
y es el juicio que determina los súbditos, por lo tanto los co-herederos del reino con
Cristo. No fue sin razón que Cristo en su sermón profético hizo la declaración solemne:
Cuando pues veáis el abominable de la desolación, que habla el profeta Daniel, en el
lugar santo, quien lee entienda. Mat. 24:15.

Ningun otro libro del Antiguo Testamento focaliza tan bien los acontecimientos finales,
como el de Daniel. De ningun otro libro Cristo dijo: quien lee, entienda. Y el mismo
Cristo aplicó esa profecia de Daniel al futuro. Por lo tanto El no decía que ya fue todo
cumplido en el pasado, en el tiempo de Antioco Epifanio. El aplicaba eso para la
próxima destrucción de Jerusalén. Es nuestro deber por consiguiente, leer el libro de
Daniel, entenderlo, y compartir nuestro entendimiento con otros. Y nadie puede
entendarlo a no ser del punto de vista del conflicto milenar entre Cristo y los poderes de
las tinieblas. Sus profecías no se confinan a pequeños acontecimientos políticos o
históricos, sino que abarca una vasta perspectiva, las escenas capitales de la história
de la Redención. Entre esas escenas, dos reciben destaque: la escena de la primera
venida de Cristo, que culmina con Su muerte sobre la Cruz, como sacrifício que haría
cesar todos los sacrifícios, Daniel 9:24-27; y la escena del juzgamiento que precede Su
segunda venida en glória, Daniel 7:9-14 y 8:13-14.

Que el mensage de la hora del juicio hace parte del Evangelio Eterno, es claro de Apoc.
14:6-7. Esos mismos versos afirman que este mensage debía ser proclamado en grande
voz a cada nación, y tribu, y lengua y pueblo.

La inauguración de una obra tan importante en el Cielo, no debía ser ignorada en esta
tierra. De ahi la necesidad de Dios suscitar un movimiento religioso que hiciese de esa
verdad un punto central de su predicación. Esta verdad del juicio debía sensibilizar la
conciencia de la humanidad a las realidades eternas; realidades estas generalmente
ignoradas por hombres absortos con los negócios y placeres de esta vida.

Y de hecho la proclamación del mensage del juicio, inaugurado en 1884, en el tribunal


celeste, ha llevado a millones a un nuevo relacionamiento con Cristo como su Salvador.
No es pues una verdad que debemos guardar, oculta como si de ella tuviésemos
verguenza, sino que es un mensaje que caracteriza al movimiento adventista; es uno de
los pilares del movimiento. Y por ser uno de los pilares no se puede tocar. Es lo que
dice el Espíritu de Profecía. Si la verdad concerniente al Santuário es uno de los pilares,
no puede ser ahora mudado, y decir, estábamos engañados hasta aquí, tenemos que
revisar todo eso. Para nosotros, la interpretación correcta de Daniel 8:14, va de manos
dadas con la existencia de la iglesia adventista. Si la interpretación de Daniel 8:14
estaba errada, entonces la iglesia adventista no tiene razón de ser. Por que existimos
aquí en este mundo? Entonces vamos a predicar el mismo mensaje que los Protestantes,
entonces sería mejor adherir a una iglesia Protestante, y no sufrir el opróbio que
nosotros sufrimos, como sabatistas, etc.. Pero es porque es una verdad fundamental, es
que nosotros existimos y debemos proclamarla, preparando un pueblo para el día del
juicio. Por que existe entonces el mensage de Apoc. 14:6-7: "Venida es la hora del
juicio", si ese mensaje es ignorado aquí en este mundo?.

Y ha sido ignorado, por los teólogos evangélicos con pocas excepciones. Yo


acostumbro a decir que en Habacuc hay 2 versos. En el capítulo 2 de Habacuc, los
Protestantes paran en el verso 4. Para ellos ese verso es de suprema importancia: el justo
vivirá por su fé. Es la gran verdad que Lutero descubrió. La tradición hasta dice que él
la descubrió, y vino a su mente, cuando él subía aquella escala penitencial allá en Roma.
Entonces le vino a la mente esa verdad que el justo vivirá por la fé, y los Protestantes se
apegan a esto, y para ellos ahí está todo el Evangelio. Nosotros decimos, eso es una
parte del Evangelio. Es una parte extremamente importante, la justificación por la fé;
pero no es todo el Evangelio. La justificación por la fé debe ser juntada a la
santificación, y otras verdades más. Yo digo entonces que para contrabalancear
Habacuc 2:4, nosotros debíamos leer Hab. 2:20:

"El Señor sin embargo está en Su santo Templo, cállese delante de El toda la tierra".
Note entonces el contraste de lo que se pasa en la tierra (2:4), y lo que se pasa en el
Cielo (2:20). El Señor sin embargo está en Su santo Templo. Hay una obra
importantísima que se realiza en ese Santo Templo. Pero la mayor parte de los
evangélicos ignoran esto. Pero en la providencia divina, la humanidad no debía ignorar,
sino que debía recuperar esa verdad, por lo que ella tiene de importante y de estimulante
para la vida espiritual.

Es verdad que nosotros podemos predicar ese mensaje de una manera tan seca, que para
muchos es apenas una doctrina mas. Pero es mucho más que una doctrina, es una verdad
dinámica, que debe propeler a la iglesia a un trabajo mucho mayor, en el tiempo que nos
resta aquí en este mundo.

(Es hecha una pregunta en relación hasta donde podemos ir en el literalismo del
Santuário celeste). Ese es un punto debatido. Cuando yo llegué a Francia, descubri que
los franceses son muy filosóficos, y ellos tienen mucha dificultad en concebir la realidad
del Santuário celeste. Ahora, yo creo que nosotros debemos ser prudentes. Yo creo
que la Conferencia General de Dallas en 1980, cuando revisó nuestras Doctrinas,
aquellas 22 Doctrinas fundamentales de la Iglesia, ella colocó la Doctrina del Santuário
de una manera menos materialista; la colocó de una manera mas espiritual. Entonces no
habla de compartimientos, sino que habla de fases del Ministério de Cristo. La primera
fase y la segunda fase.

Enfatizando menos la cuestión de distribución geográfica. Para nosotros es muy difícil


querer describir la geografía del Cielo. Yo creo que nosotros podemos enfatizar sin
recelo ninguno la realidad del Santuário celeste. Lo que nosotros no podemos hacer, es
tratar de explicar la calidad del Santuário celeste. Es real, pero es una realidad que
ciertamente supera en mucho las realidades terrestres. De modo que, yo creo que
nosotros evitamos argumentación sin fin, si enfatizamos menos la cuestión de lugar, y
más la cuestión de fases, en la obra Sacerdotal de Cristo en el Santuário celeste.

(Es hecha una pregunta en relación a los muebles del Santuário celeste: castizal, etc.).
Yo creo siempre que precisamos reconocer la pobreza del lenguaje humano. No hay
posibilidad ninguna de describir las realidades celestes, a no ser usando ese vocabulário
terrestre. Pero es claro que ese vocabulário terrestre es inadecuado. De modo que, aún
cuando aparezcan allá todos esos nombres, ese vocabulário, no podemos insistir
excesivamente sobre el aspecto material. Yo creo que es mejor insistir sobre el aspecto
real. Y no hay duda ninguna que en el libro de Hebreos, las realidades celestes son
mucho mas importantes que las realidades terrestres. Es el Cielo que es real, la tierra y
todo lo que se encuentra en la tierra, es apenas una sombra. Ese es mas o menos el punto
de vista del libro de Hebreos. Por lo tanto, el Santuário terrestre es una sombra del
celeste. Allá es que está la realidad verdadera. Pero es una realidad tan gloriosa, que no
tenemos un lenguaje adecuado para describirla.

(Es hecha una pregunta diciendo que Cristo entró en el Santuário ...). Hay pastores
adventistas que dicen que lo que Moises vió no era el Santuário celeste; lo que él vió era
un modelo, una espécie de una maqueta. Yo no soy de esa opinión. Yo no soy de la
opinión que Dios le mostró una maqueta a Moises y le dijo, hágalo de acuerdo con este
modelo aquí. La palabra en el hebraico es "tavnid", que es modelo, y está muy bien
interpretado: de acuerdo con el modelo; pero no es modelo en la forma de una maqueta.
Yo creo que él vió una visión del Santuário celeste, y que el terrestre reproduce, vamos
a decir, en lineas generales, de una manera apagada, un poco de la glória del Santuário
celeste. Y que cuando decimos que Cristo pasó del Santo para el Santísimo, lo que
nosotros queremos decir, es que Cristo entró en la segunda fase de Su Ministério. Y
como el Sumo Sacerdote efectuaba su función en el Santísimo una vez por año,
entonces nosotros decimos que Cristo efectua Su obra presente en el Santísimo. Pero de
otro lado precisamos acordarnos que Dios es omnipresente, Cristo es omnipresente, y
por lo tanto la cuestión de la presencia de la transferencia, no es una cosa asi tan
concreta, como nosotros podríamos imaginar.

Hay personas que no pueden imaginar el Cielo, a no ser en términos muy concretos.
Hay otros que imaginan el Cielo en términos mas abstractos. Pero yo acostumbraba a
decirle a esa gente en Francia, como es que nosotros vamos a pasar la eternidad. Será
que en la eternidad nosotros vamos a ser apenas triángulos fluctuando en el éter
cósmico, o nosotros vamos a ser personas reales en un mundo real. Y cuando dije un
nuevo Cielo y una nueva tierra, yo creo en una nueva tierra concreta, como esta tierra.
Es una restauración. La nueva tierra será tan concreta como esta tierra aquí, pero mucho
mas gloriosa, porque cuando Dios restaura alguna cosa, El siempre restaura en un plano
más elevado. De modo que yo no sigo esa linea ultra-espiritualista de algunos de
nuestros hermanos en Europa. Yo creo que es mejor seguir una linea intermediária, ni
querer ser demasiado materialista, y querer transponer para el Cielo toda la materialidad
terrestre, pero no negar la realidad de ese lenguaje Bíblico. Yo digo, no hay en el libro
de Hebreos otro lenguaje, sino el lenguaje de un santuário celeste con un lugar Santo, un
lugar Santísimo, Cristo como nuestro Sumo Sacerdote, etc..

Es este el lenguaje que la Bíblia usa, entonces es el lenguaje que nosotros debemos usar,
aunque no corresponda exactamente a eso; no hay lenguaje mejor; solo podremos
poseer un lenguaje mejor cuando estemos en el Cielo.

Y otra cosa que yo acostumbro a decir, el Santuário celeste es donde se concentra el


Ministério. Asi como tenemos el Ministério de la Salud, de la Guerra, de la Previdencia,
etc., es allá que está el Ministério de la Redención. Toda la obra de la Redención se
concentra en ese Ministério. Si es un edifício o no, eso poco importa. Yo digo, es como
si fuese el Ministério de la Redención; allí la obra de la Redención se realiza. Cuando
esa obra esté completa, no habrá mas Santuário en el Cielo. No es eso lo que dice la
Bíblia ? En Apoc. 21: 22 "No había mas Templo".

¿Por qué no hay más Templo ? Porque no hay más el problema del pecado. El Templo
fue constituído para tratar con el problema del pecado. Cesado ese, cesa el Templo.
Como dice Apoc. 21:22 ="En ella no vi Santuário, porque su Santuário es el Señor, el
Dios todopoderoso y el Cordero". Porque el Santuário en cierto sentido revela, pero
también oculta. El Santuário revela ciertos aspectos de la obra de la Redención; pero el
Santuário también servía para encubrir la glória divina. Los hombres no podían
confrontar la glória divina sin un velo. Entonces el Santuário en cierto sentido es un
velo; era un velo vamos a decir. Pero cuando el problema del pecado sea removido,
entonces los hombres verán Dios face a face, no precisan mas de un Santuário.

Otra cuestión que ha sido debatida en relación al Santuário, es si Cristo entró en el


Santo o en el Santísimo por ocasión de Su ascensión. Naturalmente sobre ese asunto, la
epístola a los Hebreos es el centro de atención principal. Ningun otro libro del Nuevo
Testamento, trata de ese asunto en detalle, como la epístola a los Hebreos.

Entonces nos gustaría hacer una exegésis del capítulo 9, comenzando con el verso 6, y
llamando la atención especialmente para un punto: es que una única vez el autor del
libro usa la expresión: cuando el quiere decir "Santuário", él dice simplemente "Ta-
Hagia". Pero cuando él quiere decir el "Santo de los Santos", él va a decir "Hagia-
Hagíon". Santo de los Santos. Aquí "Ta-Hagia" que corresponde en español a eso,
quiere decir simplemente los lugares santos, con las cosas santas, pero él usa eso
simplemente como una referencia al Santuário. Y hay Bíblias que correctamente, toda
vez que encuentran "Ta-Hagia", ellos traducen por "Santuário". Cuando ellos
encuentran "Hagia-Hagíon", ahí entonces no hay dudas que es el "Santísimo". Y cuando
se verifica entonces el texto griego de Hebreos 8,9 y 10, se verifica que el uso de
"Hagia-Hagíon" está errado. Especialmente en Hebreos 9, aparece una sola vez en el
verso 6: "Después de todo eso", ahora vienen las consideracines teológicas, "asi
preparado continuamente, entran en el primer tabernáculo, sacerdotes para realizar los
servicios sagrados". Ese verso describe el servicio contínuo que se hacía en el primer
tabernáculo, esto es, en el Santo, verso 2. Entra en el primer tabernáculo.

El primer tabernáculo no puede ser otra cosa que el Santo. Entonces aquí, Cristo entra, o
los sacerdotes entraban en el Santo todos los dias, y en el Santísimo solamente una vez
al año, el Sumo Sacerdote.

Pero en el segundo, verso 7, el Sumo Sacerdote, él solo, una vez por año, no sin sangre,
note las muchas restricciones; los sacerdotes tenían su función restringida al Lugar
Santo, al paso que los Sumos Sacerdotes podían oficiar en el Lugar Santísimo. Pero su
entrada en el Santísimo es restricta una vez por año, y bajo condición de presentar
sangre por si mismo y por el pueblo. Porque ellos eran pecadores, ellos precisaban hacer
expiación por si mismos, para entonces poder hacer una expiación válida por el pueblo.

El verso 8: "Queriendo con eso dar a entender el Espíritu Santo". Es muy importante
este verso. Andreasen en su obra sobre el Santuário (M. L. Andreasen fue profesor
nuestro 30 o 40 años atrás), él dice: El Espíritu Santo quería enseñar alguna cosa, a
través de todo lo que se pasaba en el Santuário. Queriendo con eso dar a entender el
Espíritu Santo, entonces debemos procurar, cuáles son las lecciones que al Espíritu
Santo le gustaría comunicar. Entonces una de las lecciones es la siguiente, del verso 8:
por las restricciones a que estaban sujetos los sacerdotes y sumos sacerdotes en el
ejercício de sus funciones, el Espíritu Santo quería enseñar que el camino del Santuário
celeste, no estaba abierto mientras estaba en pié el Santuário terrestre. Estar en pié, en
este verso, significa, mientras sus servicios eran válidos. Cesada esta validez, con la
muerte de Cristo sobre la Cruz, el camino del Santuário celeste fue abierto. Una manera
de hacer evidente que los servicios del Santuário terrestre habían llegado a su término,
fue cuando Jesus expiró sobre la cruz, después de exclamar "Está consumado", el velo
del Santuário se rasgó en dos partes, de alto abajo (Mat. 27:51).

Quiere decir que el Santuário celeste no podía ser inaugurado, mientras el Santuário
terrestre tenía validez. Pero esa validez cesó cuando Cristo murió sobre la cruz. Versos
9 y 10: todo lo que se pasaba aquí en la tierra era una parábola, una ilustración de las
realidades celestes. Las limitaciones inherentes a los sacrifícios ofrecidos sobre la
antigua alianza, son expuestas pormenorizadamente en esos dos versos, 9 y 10. Todo lo
que se hacía en el Santuário terrestre era una figura, o un antítipo, o parábola de la
realidad presente, esto es, de la nueva era inaugurada por Cristo sobre la Cruz.
Quiere decir que los sacrifícios de la antigua alianza prefiguraban el sacrifício de Cristo,
y el Ministério de Cristo en la nueva alianza. Como figuras que eran, esos sacrifícios no
podían perfeccionar los adoradores, en lo tocante a la conciencia. Es lo que dice el verso
9 : se ofrecen asi dones como sacrifícios, aún cuando esos en lo tocante a la conciencia
sean ineficazes, etc..

Tales sacrifícios no podían remover el pecado en carácter definitivo, pero podían


apuntar para el sacrifício perfecto y único a ser ofrecido por el Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo.

En efecto, los servicios efectuados en el Santuário terrestre, bien como todo el ritual
observado bajo la antigua alianza, no pasaban de ordenanzas de la carne. Esto es, de
ordenanzas capaces de impresionar los sentidos, pero que no tenían eficácia para
obtener una purificación definitiva del pecado. Y allá en el capítulo 10, el autor va a
decir, si tuviesen eficácia, entonces no precisaban ser repetidos. El hecho que
precisaban ser repetidos cada día, muestra que eran solo símbolos, no tenían eficácia
para remover el pecado. Eran ordenanzas que cesarían de vigorar en el tiempo oportuno
de la reforma, tiempo ese inaugurado cuando Cristo ofreció Su sacrifício sobre la Cruz.

Uno de los hermanos presentes me preguntó, a pocos minutos, si los judios llegaron a
comprender esos servicios que se realizaban en el Santuário terrestre.

Yo le dije, yo creo que algunos llegaron a comprender. Porque si nadie llegó a


comprender nada, entonces Dios habría sido un mal pedagogo. Si El usó todo aquello
como una lección objetiva, y nadie comprendió nada de esa lección objetiva, entonces
fue inútil.

Yo creo que muchos comprendieron. Siempre fue una minoría que comprendia y que
tomaba a sério la vida religiosa. Pero algunos vislumbres de que esos sacrifícios
apuntaban para el substituto que en el final vendría, ciertamente vários tuvieron esa
visión. Sabemos a lo menos de apenas uno: Abrahan. Abrahan cuando ofreció su hijo
Isaac en sacrifício, comprendió mejor que nunca, lo que era el Plan de la Redención.
Dios ofrecería un Substituto para morir en lugar del hombre. Cuántos comprendieron
esa lección es difícil decir.

Ahora verso 11: Cuando sin embargo vino Cristo como Sumo Sacerdote de los bienes
ya realizados, mediante el mayor y más perfecto Tabernáculo. Entonces cuando vino
Cristo; la lectura "bienes realizados" es incierta. Algunos manuscritos dicen "bienes
venideros", y otros dicen "bienes realizados". Pero de una manera o de otra, se puede
comprender la teología de esto. Bienes realizados son los méritos que Cristo adquirió
sobre la cruz por Su muerte. Entonces cuando Cristo entra, El viene con bienes
realizados, con Sus méritos adquiridos. Si la traducción bienes venideros es que está
correcta, como aquel que va a traer para los remidos el gozo, la entrada en los bienes
venideros, entonces también es la obra de Cristo hacer esto.

(Es hecha una pregunta en relación a lo que dice el original). El original. Depende del
manuscrito. Y algunas veces tenemos el aparato crítico, y el aparato crítico dice: la
mayor parte de los manuscritos decía asi, pero en algunos manuscritos decía asi. Es esa
la función del aparato crítico. Si yo consulto aquí en Griego, en el verso 11, aquí dice:
"genómenon". Algunos manuscritos, inclusive uno muy bueno, dice: "genómenon",
quiere decir, de los bienes ya realizados, genómenon.

Ahora, algunos dicen "melónton", quiere decir, venideros. Y son manuscritos como el
"Alef", el "Sinaítico", el "Alejandrino", el "D corregido", que también es un manuscrito
bueno, es el "Codex Bessa", llamado "Codex Occidental Corregido", dan bienes
venideros. Los otros dan bienes realizados. Y el aparato crítico clasifica las variantes.
Entonces esa variante es "C". Cuando la nota es "C" quiere decir, que el peso está igual
de los dos lados; no se puede decidir. Si la nota es "A" quiere decir que la
preponderancia es a favor de una lectura contra las otras; pero aquí la clasificación es
"C".

En el verso 10 hay una variante con la clasificación "B", quiere decir, es probable o más
probable. Cuando es "C", la probabilidad es igual de ambos los lados. Entonces no
podemos resolver.

El mayor y mas perfecto Tabernáculo, mediante el cual Cristo vino, no puede ser otro
que el Tabernáculo del própio cuerpo. Que Tabernáculo aquí es una figura del cuerpo de
Cristo, es claro del verso 13, donde se dice que Cristo vino por Su própia sangre, o Su
própio cuerpo. Porque Cristo derramó Su própia sangre sobre la cruz, obteniendo eterna
redención para la humanidad, es que El adquirió el derecho de entrar al Santuário
celeste. Cristo no podía oficiar como Sumo Sacerdote sin tener algo que ofrecer. Y que
dice Hebreos 8:3. Y que tenia El para ofrecer ? Su própia sangre derramada en la Cruz.

No debe causar sorpresa la interpretación que ve en el tabernáculo de este verso, un


símbolo del cuerpo de Cristo. El mayor y mas perfecto Tabernáculo no puede significar
el Santuário celeste, porque sería incongruente decir que mediante el Tabernáculo
celeste, Cristo entró en el Santuário celeste. Sería una espécie de repetición. Entonces es
por Su cuerpo, El entró, ofreciendo Su cuerpo sobre la Cruz, El adquirió el derecho de
entrar como Sumo Sacerdote en el Santuário celeste. Esa interpretación está en perfecta
armonía con Juan 2:19-21, donde Jesus usa el Santuário terrestre como símbolo de Su
cuerpo: destruid ese Santuário y en 3 dias lo reconstruiré. El sin embargo se refería al
Santuário de Su cuerpo.
Entonces tenemos un precedente, donde Santuário se refiere al cuerpo de Cristo.
Entonces yo entiendo el verso 11, que mediante mayor y perfecto tabernáculo, se debe
entender el cuerpo de Cristo.

Ahora pasemos para el 12: en Griego dice "Ta-Hagia", por lo tanto debía decir Cristo
entró en el Santuário. No es Santo de los Santos. No dice "Hagia-Hagíon". Dice
simplemente "Ta-Hagia", en los santos lugares; y los santos lugares, los dos juntos,
constituyen el Santuário. Y hay muchas Bíblias que son coherentes en ese punto; y toda
vez que tienen "Ta-Hagia" ellos ponen santuário, que es la manera que debía decir aquí
en ese verso 12.

Mediante Su cuerpo, sin la encarnación El no habría adquirido el derecho de ser nuestro


Sumo Sacerdote, porque El tendría que tener alguna cosa para ofrecer, y El, como dice
Hebreos 8:3, y El ofrece Su sangre. Quiere decir, sin encarnación, sin la muerte sobre la
Cruz, no podríamos tener un Sumo Sacerdote mediando a nuestro favor.

El servicio diário era hecho por el Sacerdote, delegado por el Sumo Sacerdote. El Sumo
Sacerdote podía oficiar todo los dias si él asi lo quisiese. Pero él delegaba eso a los
sacerdotes. Pero en el Día de la Expiación solo él podía actuar, no podía delegar para
nadie.

Estamos usando símbolos. El símbolo del Santuário se aplica al cuerpo de Cristo, en


ciertos versos, como el verso 11, en Juan 2; pero en otros lugares el Santuário se refiere
al Santuário visible aquí en esta tierra, al Santuário terrestre, y es una prefiguración del
Santuário celeste. Entonces tiene una doble aplicación. Nosotros no debemos quedar
admirados que un símbolo sea usado en dos sentidos.

El León. Cristo es el León de Judá; pero el Diablo también es comparado a un león que
ruge procurando a quien tragar. El mismo símbolo del león es entonces aplicado para
Cristo de un lado, y es aplicado a Satanás del otro. Yo estoy apenas usando eso como un
paréntesis para mostrar que el mismo símbolo puede tener dos aplicaciones distintas y
próximas.

Entonces, es solo en el verso 3, que el autor usa la expresión "Hagia-Hagíon". En todos


los demas textos 9:8,12,24,25; 10:19 y 13:11, él usa "Ta-Hagia", que significa
literalmente los santos o los lugares santos.

La mayor parte de las versiones modernas traducen entonces esa expresión


consistentemente por Santuário. Para el argumento del autor es desnecesário especificar
si se trata del Santo o del Santísimo. Cristo entró en el Santuário. El no está preocupado
si es Santo o Santísimo. De ahi su preferencia por la expresión neutra "Ta-Hagia",
Santuário.

Versos 13 y 14: si había una eficácia relativa en la sangre derramada de animales,


mucho mayor eficácia tiene la sangre de Cristo para purificar nuestra conciencia, de
obras muertas, esto es, del pecado. El pecado es una obra que lleva a la muerte, por eso
que es llamado obras muertas. De ahi la expresión. El propósito de esa purificación es
de llevarnos a servir al Dios vivo. Pablo usa lenguaje análoga en Rom. 6:22: ahora sin
embargo libres del pecado, transformados en siervos de Dios, tened vuestro fruto para la
santificación, y por fin la vida eterna. Entonces somos transformados en siervos de
Dios; aquí él dice para servir al Dios vivo. Somos purificados para servir.

Ahora viene el problema del verso 14: mucho mas la sangre de Cristo, que por el
espíritu eterno, a si mismo se ofreció sin mácula a Dios, purificará nuestra conciencia.
Que quiere decir esto: ¿"por el espíritu eterno"?

Primeramente debemos observar que en Griego no hay distinción entre mayúsculas y


minúsculas, especialmente en los manuscritos unciales, los más antiguos; todo es
mayúscula. Por eso que se llama uncial. Son nuestras Bíblias que una vez ponen espíritu
con mayúscula, otra con minúscula, segun el traductor. Entonces es cuestión de
interpretación.

Solo los manuscritos recientes, que son llamados minúsculos, es que usan mayúsculas y
minúsculas. La palabra "espíritu" en griego no comienza con mayúscula y no es
precedida de artículo. La expresión podría ser traducida entonces por "espíritu eterno";
por espíritu eterno es que la Bíblia de Jerusalén la tradujo. En ese caso espíritu eterno
podía ser una referencia a la voluntad o desígnio eterno de Cristo, de ofrecerse como
substituto del hombre, caso este viniese a pecar. Cristo fue siempre animado de un
espíritu de sacrifício própio, eternamente. Había un desígnio eterno en la mente divina
cuanto al Plan de la Redención. Entonces yo veo en ese espíritu eterno, ese desígnio
eterno de Cristo un día ofrecerse por los pecadores.

Ahora los versos 15 a 22, tenemos que ser mucho mas rápidos aquí, porque el
argumento es diferente. El quiere explicar por qué Cristo debía morir. Para un judío era
difícil comprender que el Mesías debía morir. El entonces va a usar aquí dos
argumentos.

Primero: "diateke" en Griego significa tanto Testamento como Alianza, o Consierto.


Entonces él usa el primer sentido de testamento: un testamento no es válido sin la
muerte del testador. Entonces Cristo tenía que morir porque El está firmando,
ratificando un testamento. Y en la segunda parte, en los últimos versos él dice, misma
alianza; si vamos a tomar "diateke" como alianza, precisaba ser ratificada con
derramamiento de sangre. Entonces Cristo tendría que morir, para ratificar esta nueva
alianza, de la cual El es el Mediador.

Entonces para economizar tiempo, nosotros podemos saltar directamente ahora para el
verso 22: entonces había dos razones. O como testador, que precisa morir para que el
testamento sea válido, o como aquel que ratifica la nueva alianza con su própia sangre,
no con sangre de animales.

Entonces el verso 22: con efecto, casi todas las cosas segun la ley se purifican con
sangre, y sin derramamiento de sangre no hay remisión; entonces Cristo no podría
ofrecer perdón, remisión de los pecados, sin primeramente haber vertido Su sangre
sobre la Cruz.

Ahora viene el verso 23 que para nosotros es muy importante. En ese verso el autor
hace la transición del Santuário terrestre para el celeste. El dice: era necesário por lo
tanto que las figuras de las cosas que se hayan en los cielos se purificasen con tales
sacrifícios, pero las própias cosas celestiales con sacrifícios a ellos superiores. Es el
único verso, que nosotros tenemos, para mostrar que las cosas celestiales, que aquí solo
pueden ser el Santuário celestial, debían ser purificadas. Es el único verso donde
aparece "kataridsestay", purificar, y que las cosas celestes debían ser purificadas. Es el
mismo término de Daniel 8:14.

Para el autor nada hay de extraño en la idea de que las cosas celestiales debiesen ser
purificadas. El antítipo o la realidad celeste, debe corresponder al tipo terrestre.
Entonces el terrestre es el tipo, el celeste es el antítipo. Si el Santuário terrestre era
contaminado por los pecados del pueblo, pecados esos que eran transferidos al
Santuário de modo simbólico, por la aspersión de sangre cada día, el Santuário celeste
es contaminado por los pecados ahí transferidos, y el Espíritu de Profecía allá en
Patriarcas y Profetas, página 366 y 367 dice transferidos, en el terrestre simbolicamente,
en el celeste realmente. Asi es que ella dice. Y contaminado por los pecados transferidos
realmente, siempre que esos pecados son confesados. Los cielos asumen, por asi decir,
la deuda del pecador penitente.

Todo lo que se hacía en el Santuário terrestre era simbólico. El perdón de los pecados
también era simbólico, dependiendo del futuro sacrifício de Cristo sobre la Cruz. Si el
sacrifício de Cristo sobre la Cruz no se realizase, si Cristo hubiese cedido a la tentación
de Satanás, y no siguiese el camino de la Cruz, entonces todo el perdón ofrecido por las
generaciones pasadas, también habría sido cancelado. En ese sentido era provisório. Era
simbólico y provisório. Un perdón definitivo, solo es concedido después del juicio
investigativo. Para efectuar la obra de la purificación, Cristo entra en el própio Cielo,
para comparecer a nuestro favor delante de Dios, empeñandose en un Ministério de
mediación e intercesión. Es lo que dice el verso 24.

Es interesante notar que en el texto griego del verso 23, el verbo es el mismo de Dan.
8:14 que ya mencionamos; la exegésis adventista no hace violencia al texto, al asociar la
purificación del Santuário celeste, mencionado en Hebreos 9:23-24, como la obra que
debía ser realizada en el final de las 2.300 tardes y mañanas, de Dan. 8:14.

Ahora verso 25: Cristo comparece no para ofrecerse a Si mismo muchas veces, como el
Sumo Sacerdote cada año entra en el Santo de los Santos, con sangre ajeno. ¿Por qué
Cristo no precisa comparecer muchas veces?

El comparecimiento de Cristo por nosotros delante de Dios no envuelve una repetición


de Su sacrifício sobre la Cruz. Cristo ofrecia como Sumo Sacerdote en el Santuário
celeste en virtud de Su própia sangre ya ofrecida sobre el Calvario una vez por todas. La
inferioridad del sacerdócio aharónico es evidente del hecho que el Sacerdote entraba en
el Santo de los Santos año trás año, y siempre con sangre ajeno, al paso que Cristo entra
una sola vez en el Santuário celeste, con Su própio sangre. El Sacrifício de animales
debe ser repetido, porque ningun animal podía efectivamente remover el pecado. Solo lo
hacía de modo simbólico. Si de hecho los sacrifícios purificasen los adoradores, dejarían
de ser ofrecidos. Es el argumento que aparece en Hebreos 10:1-2: visto que la ley tiene
sombra de los bienes venideros, en la imagen real de las cosas, nunca jamas puede hacer
perfectos los ofertantes, con los mismos sacrifícios que año trás año, perpetuamente,
ellos ofrecen; porque si fuese eficaz, verso 2, de otra suerte no tendrían cesado de ser
ofrecidos, es la pregunta que él hace. No precisaba repetir una cosa eficaz, una vez para
siempre bastaría. El hecho de precisar ser repetidos, muestra que no eran eficazes.
El hecho de que en la epístola a los Hebreos, se usa de vez en cuando la expresión
"hapaks", una vez para siempre, una vez por todas, que el sacrifício de Cristo fue
ofrecido una vez por todas, demuestra que es un sacrifício que no debería ser repetido.

Y por lo tanto la Iglesia Católica, cuando dice que la misa es una repetición del
sacrifício de Cristo, ella está contradiciéndolo. La expresión de Hebreos, donde dice que
una vez por todas es que El se ofreció.

(Es hecha una pregunta a respecto del perdón, que debe ser repetitivo). Pero por otras
razones. Antiguamente se hacía necesário, porque el sacrifício era un sacrifício de
animal, que no puede purificar la conciencia. Ahora la confesión y el arrepentimiento
deben ser repetidos, porque nuestra conciencia del pecado es superficial. Muchas veces
cuando confesamos un pecado, confesamos apenas superficialmente. Pero un mes
después, o un año después, tenemos una conciencia más profunda del mismo pecado.
Entonces confesamos en un nivel más profundo. Y quien sabe, otra vez oyendo un
sermón, tenemos una comprensión más profunda aún, de la gravedad de aquel pecado, y
nosotros lo confesamos más una vez. Lo que permite entonces a Cristo perdonarnos
una, dos, tres veces ?. Es lo que acontece allá con aquella mujer que lavó los piés de
Jesus. Yo estoy preparando un estudio, que no prediqué aún sobre ese asunto, es sobre
la mujer que fue perdonada varias veces, porque su comprensión se fue aprofundando
gradualmente. Ella ya había sido perdonada antes de entrar en la sala, después que ella
lavó los piés de Jesus con sus lágrimas, ella fue perdonada una segunda vez; y después
de la parábola de los dos deudores, Jesus la perdona una tercera vez. De modo que usted
tiene razón al decir que el arrepentimiento no es una sola vez en la vida. El
arrepentimiento puede ser cada vez más profundo.

Ahora los lectores de Hebreos podían decir: bien, primero ellos no sabían por que Cristo
debía morir. El ya explicó por que debía morir. Ahora ellos no comprenden por que
Cristo debía morir una solo vez, cuando antiguamente el sacrifício era repetido.
Entonces él explica en los versos 26 a 28, por que Cristo no precisaba morir mas que
una vez.

Cristo no precisaba ofrecerse a Si mismo muchas veces, dice el verso 26, bastaba que
Su sacrifício perfecto, y de valor infinito, fuese ofrecido una sola vez, al cumplirse los
tiempos, en la plenitud de los tiempos es que Cristo vino. Por Su sacrifício Cristo
aniquiló para siempre el pecado. Su sangre derramada sobre la Cruz tenía eficácia para
purificar los pecados de las generaciones pasadas, y de las generaciones venideras; aún
cuando el sacrifício de Cristo constituyese una expiación perfecta de los pecados del
mundo entero, de el se beneficiarían solamente los individuos que lo aceptasen por la fé;
aquí dice que no beneficiaría a todos. El se manifestó una vez por todas para aniquilar
por el sacrifício de Si mismo el pecado, y asi como a los hombres está ordenado morir
una sola vez, y después de eso el juicio, asi Cristo se ha ofrecido una vez para siempre,
para quitar los pecados de muchos, él no dice de todos. La sangre de Cristo podía quitar
los pecados de todos. Es una expiación perfecta por los pecados del mundo entero, pero
solo beneficia a aquellos que lo aceptan por la fé. Fuera de eso, la vida cristiana es una
confrontación diária con la tentación y el pecado.

Al sacrifício en la Cruz Cristo debe aliar una obra de mediación e intercesión a favor del
hombre. El vive siempre para interceder por nosotros, dice Hebreos 7:25. Esta obra de
intercesión constituye una parte integrante del oficio de Cristo como nuestro Sumo
Sacerdote. No honramos a Cristo al exaltar Su pasión en la Cruz, mientras ignoramos
Su obra de intercesión a nuestro favor. Mientras dure el conflicto entre el bien y el mal,
entre el pecado y la justicia, el hombre debe poder contar con la intercesión de Cristo,
sin la cual no hay ninguna esperanza de victória. Por eso que El vive siempre para
interceder por nosotros, de acuerdo con 7:25.

Y concluyendo, porque yo veo que el tiempo también se está acabando, una observación
sobre los versos 27 y 28: por qué un solo sacrifício de la parte de Cristo, cuando tantos
sacrifícios eran ofrecidos bajo la antigua alianza ? La respuesta es que a los hombres
está ordenado morir una sola vez. Es lo que dice el verso 27. Cristo como Hijo del
hombre no debía morir mas que una vez. Consecuentemente Cristo Se ofreció una sola
vez, para quitar los pecados de muchos.

En Su segunda venida Cristo aparece no mas para lidar con el problema del pecado. Su
obra de Sumo Sacerdote cesa con el término del tiempo de gracia. Cristo vendrá una
segunda vez, no para ofrecer a la humanidad el perdón de los pecados, sino para traer la
salvación a los que lo aguardan. El perdón ya fue ofrecido a todos indistintamente.

La salvación pertenecerá apenas a aquellos que aguardan a Cristo con fé imperturbable.


Y asi entonces, termino diciendo, El aparecerá una segunda vez sin pecado, "kores
hamartía". Pero es verdad que "kores hamartía" aquí, que literalmente quiere decir sin
pecado, es traducido en muchas traducciones modernas, no para lidar con pecado.
Porque sino daríamos la impresión de que la primera vez Cristo apareció con pecado, y
la segunda vez El apareció sin pecado; lo que sería un absurdo en verdad. Cristo en la
primera vez ya era el Cordero de Dios, sin pecado, sin mácula. Entonces la segunda vez
El aparece no sin pecado, sino para no lidar con el pecado. El ya lidó con el pecado en
la primera vez. La segunda vez El viene para los que Lo aguardan para la Salvación,
para conferir la Salvación a aquellos que recibieron perdón definitivo en el juicio
investigativo.

Bien, yo creo que con eso nosotros terminamos aquí, no queremos cansar los hermanos,
que ya el tiempo está terminado."

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