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UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA

POSGRADO

ESPECIALIZACIÓN EN DERECHO PÚBLICO

GRUPO C

REFORMA CONSTITUCIONAL

PRESENTADO POR:

LINA MARCELA ARBOLEDA LOPERA

LAURA FERNANDA RODRIGUEZ MORENO

LIDA YANITH ERAZO PALADINEZ

JOSE SANTIAGO HINOJOSA MENDOZA

JHOAN SEBASTIAN CORREA GARCIA

PRESENTADO A:

Dr. ……………………

BOGOTA D.C

JUNIO, 2020
JUICIO DE SUSTITUCIÓN EN LA IMPLEMENTACIÓN DE PRISION PERPETUA EN
EL ORDENAMIENTO JURIDICO COLOMBIANO

Durante muchos años en nuestro país se ha intentado levantar la prohibición de prisión perpetua de
los cuales muchos de estos proyectos han sido retirados por su autor o archivados sin ni siquiera ser
debatidos, no obstante actualmente se encuentra en debate el llamado proyecto de acto legislativo
“Gilma Jiménez”, el cual pretende la imposición de prisión perpetua para delitos de homicidio
doloso, secuestro, tortura, acceso carnal o actos sexuales abusivos con menor de 14 años. El
presente escrito se realiza con el fin de determinar sí el levantamiento de la prisión perpetua
desborda los límites del poder de reforma constitucional por configurar una sustitución de la
Constitución, para el efecto se aplicará el juicio de sustitución definido en tres etapas; en primer
lugar, se debe proceder a la construcción de una premisa mayor compuesta por los aspectos
definitorios de la identidad de la Constitución que se supone han sido sustituidos por el acto
reformatorio, en segundo lugar, se debe definir la premisa menor consistente en el alcance del acto
reformatorio de la Constitución “no en abstracto, sino en relación con los elementos que, de
conformidad con la construcción de la respectiva premisa mayor, identifican la Constitución o el eje
definitorio que se estima sustituido”; y por último, contrastar ambas premisas para comprobar sí el
objeto del proyecto de ley se ha desbordado hacia la sustitución.

PREMISA MAYOR:

Consideramos como aspectos definitorios de la identidad de la Constitución Política de 1991


presuntamente sustituidos con el proyecto de ley objeto de estudio:

1) PRINCIPIO DE DIGNIDAD HUMANA

La dignidad humana como eje definitorio y más importante de todos los que consagra La
Constitución de 1991 la convierte en una constitución esencialmente humanista, en otras palabras,
el nuevo pacto político se fundó en el respeto por la dignidad humana siendo, el presupuesto
esencial y base de nuestro ordenamiento jurídico; principio fundante de la constitución, que tiene
valor absoluto y no puede ser relativizado, cuyo reconocimiento obliga al Estado a “garantizar la
supremacía que ostenta la persona como atributo inherente a su ser racional, esto es, como un fin
superior que subyace a sí mismo” 1. la Corte constitucional dejó en claro que “la dignidad humana
constituye un elemento definitorio del Estado social y de la democracia constitucional, existiendo
entonces una suerte de relación conceptual necesaria entre dignidad humana y estado social de
derecho2”

En la Sentencia T-401 de 1992 sostuvo lo siguiente: La dignidad, como principio fundante del
Estado, tiene valor absoluto no susceptible de ser limitado ni relativizado bajo ninguna
circunstancia, lo que a menudo sí acaece con los derechos que deben necesariamente coexistir con
otros y admiten variadas restricciones. Igualmente, la Sentencia T-556 de 1998 Dice al respecto: “el
concepto de dignidad humana no constituye hoy, en el sistema colombiano, un recurso literario u

1 Corte Constitucional, Sentencia T-1145 de 2005. MP Dr. RODRIGO ESCOBAR GIL, Bogotá, D.C., diez (10) de
noviembre de dos mil cinco (2005)
2 Corte Constitucional Sentencia T-881 de 2002. MP Dr. EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT, Bogotá D.C.,
diecisiete (17) de octubre de dos mil dos (2002)
oratorio, ni un adorno para la exposición jurídica, sino un principio constitucional, elevado al nivel
de fundamento del Estado y base del ordenamiento y de la actividad de las autoridades públicas.

La dignidad de la persona se funda en el hecho del ser humano en relación con los otros seres vivos,
dotado de la racionalidad como elemento propio, diferencial y específico, por lo cual excluye que se lo
convierta en medio para lograr finalidades estatales o privadas, pues, como lo ha repetido la
jurisprudencia, la persona es "un fin en sí misma". Pero, además, tal concepto, acogido por la
Constitución, descarta toda actitud despectiva frente a sus necesidades corporales y espirituales, todas
las cuales merecen atención en el Estado Social de Derecho, que reconoce en el ser humano la razón
de su existencia y la base y justificación del sistema jurídico. Ese concepto se traduce en la idea, de
que no se garantiza bien ningún derecho de los que la Constitución califica de fundamentales
intrínsecos a la persona si a un individuo de la especie se lo condena a sobrevivir en condiciones
inferiores a las que la naturaleza le señale en cuanto ser humano 3.
 
El principio de dignidad humana en personas privadas de su libertad ya sea de forma preventiva o
como condenada por la comisión de un delito, naturalmente verá suspendidos algunos de sus
derechos fundamentales (libertad física, libertad de locomoción, derechos políticos); otros derechos
podrán ser objeto de restricciones o limitaciones severas (libertad de asociación, libertad de
expresión); pero existen ciertos derechos que bajo ninguna circunstancia pueden anularse a pesar de
la legítima y merecida privación de la libertad y por el contrario deben ser respetados, garantizados
y hechos efectivos por el estado; entre estos últimos se encuentra precisamente la dignidad humana. 
 
Los reclusos, como toda persona, son titulares del derecho a la dignidad humana, el único que tiene
valor absoluto y no puede ser relativizado. Por ello la jurisprudencia no ha vacilado en advertir que
“está absolutamente prohibido cualquier ejercicio de los derechos constitucionales que tenga como
objeto o consecuencia deshumanizar al ser humano” 4, es decir, considerar que un determinado ser
humano no merece dicho calificativo o no es tratado como tal. Lo contrario implicaría desconocer el
sustrato humanista que inspira transversalmente el ordenamiento constitucional.

La noción jurídica de dignidad humana (en el ámbito de las condiciones materiales de existencia), la
posibilidad real y efectiva de gozar de ciertos bienes y de ciertos servicios que le permiten a todo
ser humano funcionar en la sociedad, bajo la lógica de la inclusión y de la posibilidad real de
desarrollar un papel activo en la sociedad. De tal forma que incorpore la promoción de las
condiciones que faciliten su real incardinación en la sociedad. Por otro lado, la noción jurídica de
dignidad humana (en el ámbito de la intangibilidad de los bienes inmateriales de la persona
concretamente su integridad física y su integridad moral), la posibilidad de que toda persona pueda
mantenerse socialmente activa. De tal forma que conductas dirigidas a la exclusión social mediadas
por un atentado o un desconocimiento a la dimensión física y espiritual de las personas se
encuentran constitucionalmente prohibidas al estar cobijadas por los predicados normativos de la
dignidad humana; igualmente tanto las autoridades del Estado como los particulares están en la
obligación de adelantar lo necesario para conservar la intangibilidad de estos bienes y sobre todo en

3 Corte Constitucional Sentencia T-556 de 1998. MP Dr. JOSE GREGORIO HERNANDEZ GALINDO, Bogotá, D.C., a
los seis (6) días del mes de octubre de mil novecientos noventa y ocho (1998).
4 Corte Constitucional Sentencia T-1083 de 2002. MP Dr. EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT, Bogotá D.C., cinco
(5) de diciembre de dos mil dos (2002
la de promover políticas de inclusión social a partir de la obligación de corregir los efectos de
situaciones ya consolidadas en las cuales esté comprometida la afectación a los mismos”.

En un Estado social de derecho fundado en la dignidad humana, la ejecución de las penas debe tener
una función de prevención especial positiva, esto es, en esta fase se debe buscar ante todo la
resocialización del condenado, obviamente dentro del respeto de su autonomía y dignidad. El objeto
del derecho penal en un Estado de este tipo no es excluir al delincuente del pacto social sino buscar
su reinserción en el mismo. Pero igualmente, no solo debe orientarse a defender a la comunidad de
quien infrinja la norma, sino que ha de respetar la dignidad de éstos, no imponiendo penas como la
tortura o la muerte, e intentar ofrecerle alternativas a su comportamiento desviado, ofreciéndoles
posibilidades para su reinserción social.

Por lo anterior, la dignidad humana se encuentra reconocida en el artículo 1° de la constitución


política de Colombia que establece: “Colombia es un Estado social de derecho, organizado en
forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales,
democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y
la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general. , donde se lo
cataloga como principio esencial del ordenamiento constitucional colombiano 5.

En la misma dirección, diversos instrumentos de derecho internacional reconocen el derecho a la


dignidad humana de las personas privadas de su libertad y así lo ha ratificado la constitución
política, que incluso los ha considerado parte integrante del bloque de constitucionalidad. Un
ejemplo de ello, el artículo 5.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos señala que
“toda persona privada de su libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser
humano”. Así mismo, el artículo 10.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
dispone que “toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a
la dignidad inherente al ser humano.

2) PRINCIPIO DE LIBERTAD

La libertad tiene su naturaleza en el ordenamiento jurídico colombiano, pues se trata de manera


simultánea de un valor, un principio y, a su vez, muchos de sus ámbitos específicos son reconocidos
como derechos fundamentales plasmados en el texto constitucional. Desde esta perspectiva: “la
libertad se configura como un contenido axiológico rector del sistema normativo y de la actuación
de los servidores públicos, del cual, en todo caso, también se desprenden consecuencias normativas
en la interpretación y aplicación, no sólo del texto constitucional, sino del conjunto de preceptos
que conforman el ordenamiento jurídico colombiano, que deben ser leídos siempre en clave
libertaria”6.

El Preámbulo de la Constitución señala la libertad como un valor superior del ordenamiento


jurídico, en esta proclamación se ha visto el reconocimiento de una directriz orientadora en el

5 Corte Constitucional Sentencia C-176 de 1994. MP ALEJANDRO MARTINEZ CABALLERO, Santa Fe de Bogotá,
D.C., 12 de abril de mil novecientos noventa y cuatro (1994).
6 Corte Constitucional sentencia T-237 de 2004. MP Dr. EDUARDO MONTEALEGRE LYNETT, Bogotá D. C., cinco
(5) de marzo de dos mil cuatro (2004).
sentido que “la filosofía que informa la Carta Política del 91 es libertaria y democrática y no
autoritaria y mucho menos totalitaria”7

Por su parte, el artículo 2º de la Constitución indica que las autoridades están instituidas para
proteger a las personas residentes en Colombia en su vida, honra, bienes y demás derechos y
libertades.

Pero también se ha visto en el artículo 13 Superior, el origen de este principio general de libertad el
cual según la jurisprudencia constitucional es el fundamento del derecho de toda persona a tomar
decisiones que determinen el curso de su vida.

El artículo 28 se consagra expresamente que “Toda persona es libre” y contempla una serie de
garantías que buscan asegurar el ejercicio legítimo del derecho y el adecuado control al abuso del
poder, como el derecho a ser detenido por motivos previamente definidos por el legislador y en
virtud de mandamiento escrito de autoridad judicial competente

A la vez, el ordenamiento jurídico contempla la posibilidad de proferir medidas restrictivas de la


libertad, siempre y cuando obedezcan a mandatos legales previamente definidos. La restricción del
derecho a la libertad debe estar entonces, plenamente justificada en el cumplimiento de fines
necesarios para la protección de derechos o bienes constitucionales y, además, ser notoriamente útil
y manifiestamente indispensable para el logro de tales objetivos. De otro lado, se requiere que el
efecto negativo sobre la libertad que se restringe, sea notablemente mitigado con el beneficio
constitucional que se alcanza a raíz de su restricción. Todo lo anterior, por supuesto, siempre que
no se afecte el núcleo esencial del citado derecho. 

3) PRINCIPIO DE RESOCIALIZACIÓN

En marco de un Estado humanista como el que pregona la Constitución Política de 1991, la


imposición de una condena penal persigue tres fines esenciales entre ellos la resocialización del
condenado con miras a su reinserción en la comunidad todo ello por encontrarnos en un estado
fundado por el respeto de la dignidad humana; por tanto se considera como propio del Estado social
de derecho que la ejecución de la sanción penal esté orientada por finalidades de prevención
especial positiva, esto es, en esta fase se debe buscar ante todo la resocialización del condenado,
obviamente dentro del respeto de su autonomía y dignidad. 

Durante la ejecución de las penas debe predominar la búsqueda de resocialización del delincuente,
ya que esto es una consecuencia natural de la definición de Colombia como un Estado social de
derecho fundado en la dignidad humana (CP art. 1º), puesto que el objeto del derecho penal en un
Estado de este tipo no es excluir al delincuente del pacto social sino buscar su reinserción en el
mismo. La Corte considera que estas disposiciones concuerdan plenamente con la Constitución
pues protegen la dignidad y autonomía de los condenados, y armonizan tales valores con la propia
función resocializadora del sistema penal

7 Corte Constitucional Sentencia No. C-221 de 1994. Dr. CARLOS GAVIRIA DIAZ, Bogotá, D.C., a los cinco (5) días
del mes de mayo de mil novecientos noventa y cuatro (1.994)
 La idea de resocialización se opone, ante todo, a penas y condiciones de cumplimiento que sean en
esencia, por su duración o por sus consecuencias, desocializadoras.  En razón a lo anterior,
la función resocializadora del sistema penal adquiere relevancia constitucional, no sólo desde el
punto de vista fundamental de la dignidad (CP art. 1º), sino también como expresión del libre
desarrollo de la personalidad humana (CP art. 16).
 
Desde el punto de vista que numerosos instrumentos de derecho internacional dan cuenta de la
función resocializadora de la pena. el artículo 5.6 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, según el cual “las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la
reforma y la readaptación social de los condenados”; y el artículo 10.3 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, al disponer que “el régimen penitenciario consistirá en un tratamiento
cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados”.
 
Sobre el particular, el artículo 10 de la Ley 65 de 1993, “Por la cual se expide el Código
Penitenciario y carcelario”, Asimismo, los artículos 142 y 143 del citado ordenamiento prevén que
el objetivo de dicho tratamiento penitenciario es la reinserción para la vida en libertad, teniendo
como base la dignidad humana y las necesidades particulares de la personalidad de cada sujeto,
verificándose mediante la educación, la instrucción, el trabajo, la actividad cultural, recreativa y
deportiva, y las relaciones de familia.

4) IMPRESCRIPTIBILIDAD DE LAS PENAS

En la carta política de 1991, específicamente en el inciso 3° del artículo 28 de la Carta, se prohíben


las penas imprescriptibles. La disposición constitucional aduce; “En ningún caso podrá haber
detención, prisión ni arresto por deudas, ni penas y medidas de seguridad imprescriptibles. En el
salvamento de voto de la Sentencia C-1212 del 2001 de los magistrados Uprimny Yepes y Escobar
Gil han mencionado que el derecho a no ser sometido a penas imprescriptibles tiene como objeto
permitir la resocialización de la persona condenada.  La regla según la cual no existen penas
imprescriptibles es una garantía constitucional de que el Estado va a atender la función
resocializadora de la pena. 
Por otra parte, esta función resocializadora está fundada en el valor primordial sobre el cual está
fundamentado nuestro Estado de derecho: la dignidad humana.  Esta dignidad no se pierde por la
comisión de un delito.  Presumir que una persona que ha cometido un delito y ha pagado una
condena no ofrece una garantía suficiente de moralidad es estigmatizarla, desconociendo el carácter
resocializador que consagra la Constitución.  En esa medida, teniendo en cuenta la estirpe
constitucional de la imprescriptibilidad de las penas como garantía de su carácter resocializador, en
consonancia con el principio pro libertate, también de estirpe constitucional, las hipótesis de
sanciones intemporales tienen que provenir directamente de la Constitución 8.
5) PROTECCIÓN
El Estado Social de Derecho es el marco jurídico político propuesto en la Constitución de 1991,
dentro del cual los colombianos pretendemos construir unas nuevas relaciones con la naturaleza,

8 Corte Constitucional, sentencia C-1212/01


 
basados en principios y valores como la vida, prevalencia del interés general sobre el particular,
solidaridad, protección de las riquezas culturales y naturales, dignidad humana y participación
ciudadana, por lo que se puede decir que el elemento fundante de este tipo de Estado moderno es el
principio de protección, entendiendo al Estado como el resultado de un pacto o contrato social
según el cual los ciudadanos de un determinado lugar deciden gobernarse por determinadas normas
y someterse a una autoridad común, conminando al Estado a que ejerza funciones de protección de
las personas y bienes.
La Constitución de 1991 que es nuestro pacto social, reconoce que el Estado se guía según el
principio de protección en los siguientes términos: “Las autoridades de la República están
instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes,
creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales
del Estado y de los particulares”. Bajo esta premisa nos encontramos bajo un Estado proteccionista
en todos los ámbitos, y sí este decide olvidar a algunos de sus ciudadanos y los relega de por vida,
se estaría olvidando el elemento de protección que le da razón de ser a su existencia.

PREMISA MENOR:

Consagra el artículo 34 de la Carta Fundamental que, en Colombia se encuentra prohibida la


imposición de las penas de destierro, prisión perpetua y confiscación.

ANTECEDENTES
En el año 2009, se modifica el instrumento constitucional utilizado, remplazándose el Proyecto de
acto legislativo por un proyecto de ley, pero manteniendo la pretensión de modificación del
ordenamiento superior en lo concerniente a la eliminación de la prohibición de imposición de penas
a perpetuidad en Colombia. El objeto de este fue convocar a referendo constitucional, para que el
pueblo decidiera si estaba de acuerdo o no, con la modificación del artículo 34 de la Carta
Fundamental.

El texto propuesto para la convocatoria de referendo fue el siguiente: El Congreso de Colombia


DECRETA: Artículo 1°. Convócase (sic) al pueblo colombiano para que en desarrollo de lo
previsto por los artículos 374 y 378 de la Constitución Política, mediante Referendo Constitucional
decida si aprueba el siguiente: PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO. El Pueblo de Colombia.
DECRETA: Artículo 1°. El artículo 34 de la Constitución Nacional quedará así: artículo 34: Se
prohíben las penas de destierro, prisión perpetua y confiscación. No obstante, por sentencia
judicial, se declarará extinguido el dominio sobre los bienes adquiridos mediante enriquecimiento
ilícito, en perjuicio del Tesoro Público o con grave deterioro de la moral social. Con relación a los
delitos de homicidio doloso, violación y explotación sexual, maltrato severo y secuestro cometidos
contra menores de 14 años y menores de edad con discapacidad física o mental, procederá la pena
de prisión perpetua, de acuerdo con la ley. Vid. Gaceta del Congreso No. 080 de 2009.

Este ha sido el intento de modificación constitucional que sobre este tópico ha tenido más impulso a
día de hoy, puesto que, luego de los debates respectivos en cada Cámara legislativa, alcanzó a ser
promulgado como Ley de la República; no obstante, luego del control de constitucionalidad por
parte del tribunal encargado de su estudio, éste declaró su inexequibilidad por vicios en su
procedimiento9.

9 Corte Constitucional, Sentencia C-397 de 2010


Luego del anterior pronunciamiento, los intentos legislativos para modificar el artículo 34 de la
Constitución Política, aparentemente se apaciguaron. Entre el periodo 2010-2014, no se radicaron
propuestas legislativas en este sentido, siendo a partir del 2015, y como consecuencia de algunos
hechos que captaron la atención de los medios de comunicación y el repudio de la comunidad en
general, que se presentaran los Proyectos de acto legislativo 204 de 2015 (Cámara), 029 de 2015
(Cámara), y 211 de 2016. Del contenido de los tres proyectos, la propuesta de articulado y su
justificación, es prácticamente la misma, pese a provenir de autores y partidos políticos diferentes,
por lo que no deja de ser llamativa, la coincidencia conceptual, de los argumentos ofrecidos por los
autores de estas iniciativas al momento de realizar su ingente esfuerzo propositivo, dirigido a
modificar una norma tan trascendental.10

Tres fueron los intentos de reforma constitucional que en 2017 se presentaron para introducir la
figura de la prisión a perpetuidad; las propuestas fueron presentadas por miembros del Senado de la
República e integrantes de la Cámara de Representantes: Nos referimos a los Proecto de acto
legislativo 240 de 2017 (Cámara), 17 de 2017 (Senado), y 55 de 2017 (Cámara).

Llegado el 2018, encontramos en las gacetas del Congreso dos registros con pretensión similar a la
que venimos aludiendo. Una de estas propuestas, el proyecto de acto legislativo 223 de 2018
(Cámara), presenta un contenido quizás un poco más definido sobre el alcance de la reforma
pretendida, pero su exposición de motivos presenta información desactualizada y reiterada en
anteriores proyectos:

“La adición propuesta al artículo 34 es la siguiente: De manera excepcional, cuando se cometan


los delitos de homicidio doloso, acceso carnal violento y abusivo, inducción y constreñimiento a la
prostitución, proxenetismo y secuestro cometidos contra menores de 14 años o contra menores de
18 años con discapacidad física y/o mental, se podrá imponer hasta la pena de prisión perpetua.
En todo caso, la pena será revisable en un término de veinte (20) años en los términos que
establezca la ley”

Sobre el avance del proyecto presentado, veremos que al igual que muchas de las proposiciones de
acto legislativo presentadas, consiguió ponencia positiva para primer debate, sin embargo, corrió el
mismo destino que sus antecesores, al ser archivado por tránsito de periodo legislativo.

En 2019, encontramos los Proyecto de acto legislativo 352, 047, 001 y 614. Con estos proyectos, se
cierra –por el momento– la intención legislativa de intentos de modificación constitucional para
introducir la pena perpetua bajo la modalidad revisable. Dentro de las actuaciones adelantadas en
favor de estas proposiciones legislativas, tenemos que, para el Proyecto de acto legislativo 352 se
presentó propuesta positiva para primer debate, la que tuvo contraargumento mediante presentación
de ponencia negativa, con la que se pidió su archivo. El resultado final del trámite surtido para esta
iniciativa, fue su retiro sin debate por parte del autor de esta.

10 En los tres proyectos de acto legislativo, se presentó inalterable la siguiente redacción de


modificación constitucional: Artículo 34. Se prohíben las penas de destierro y confiscación. No
obstante, por sentencia judicial, se declarará extinguido el dominio sobre los bienes adquiridos
mediante enriquecimiento ilícito, en perjuicio del Tesoro Público o con grave deterioro de la moral
social. De manera excepcional, se podrá imponer pena de prisión perpetua en los eventos en los que
la gravedad del delito lo amerite. En todo caso, la pena será revisable en los términos y condiciones
que establezca la ley.
El Proyecto de Acto Legislativo 001 de 2019 Cámara, “por medio del cual se modifica el artículo
34 de la Constitución Política, suprimiendo la prohibición de la pena de prisión perpetua y
estableciendo la prisión perpetua revisable” – En memoria de Gilma Jiménez–, es de autoría de los
honorables Representantes Martha Patricia Villalba Hodwalker, Adriana Magali Matiz Vargas,
Jorge Burgos Lugo, Harry Giovanny González García, César Augusto Lorduy Maldonado,
Emeterio Montes, Norma Hurtado, entre otros, radicado ante la Secretaría General de la Cámara de
Representantes el día 20 de julio de 2019 y publicado en la Gaceta del Congreso número 664 de
2019. El Proyecto de Acto Legislativo 047 de 2019 Cámara, “por medio del cual se modifica el
artículo 34 de la Constitución Política, estableciendo la prisión perpetua revisable, y se dictan otras
disposiciones”, es de autoría de los honorables Representantes Héctor Vergara, Aquileo Medina,
Modesto Aguilera, Jairo Cristo y los honorables Senadores Andrés García Zuccardi, Emma
Castellanos y otras firmas, radicado ante la Secretaría General de la Cámara de Representantes el
día 23 de julio del año 2019 y publicado en la Gaceta del Congreso número 669 de 2019. El 2 de
agosto de la presente anualidad fueron recibidos en la Comisión Primera de la Cámara de
Representantes y por designación de la Mesa Directiva de esa Comisión les correspondió a los
Representantes Adriana Magali Matiz Vargas, Harry Giovanny González García, Carlos Germán
Navas Talero, Élbert Díaz Lozano, César Augusto Lorduy Maldonado, José Jaime Uscátegui
Pastrana, Inti Raúl Asprilla Reyes y Luis Alberto Albán, rendir Informe de ponencia para primer
debate en la Cámara de Representantes. Los Proyectos de Acto Legislativo número 001 de 2019
Cámara, “por medio del cual se modifica el artículo 34 de la Constitución Política, suprimiendo la
prohibición de la pena de prisión perpetua y estableciendo la prisión perpetua revisable” –En
memoria de Gilma Jiménez–, acumulado con el Proyecto de Acto Legislativo 047 de 2019 Cámara,
“por medio del cual se modifica el artículo 34 de la Constitución Política, estableciendo la prisión
perpetua revisable, y se dictan otras disposiciones”, fueron acumulados mediante Oficio C.P.C.P.
3.1- 040 - 2019 el día 5 de agosto de 2019. Los honorables Representantes Adriana Magali Matiz
Vargas, Harry Giovanny González García, Élbert Díaz Lozano, César Augusto Lorduy Maldonado
y José Jaime Uscátegui Pastrana, rindieron ponencia positiva para primer debate, la cual fue
publicada en la Gaceta del Congreso número 752 de 2019, mientras que los honorables
Representantes Carlos Germán Navas Talero y Luis Alberto Albán presentaron ponencia negativa a
la reforma constitucional propuesta, publicada en la Gaceta del Congreso número 744 de 2019.

El 30 de septiembre de 2019 fue negada la proposición de archivo y aprobada por los miembros de
la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, la ponencia positiva de los Proyectos de Acto
Legislativo acumulados, junto con una proposición de adición al parágrafo transitorio del artículo
1°, suscrita por los Representantes Adriana Magali Matiz Vargas, César Augusto Lorduy
Maldonado y José Jaime Uscátegui Pastrana

TEXTO APROBADO EN LA COMISIÓN PRIMERA DE LA HONORABLE CÁMARA DE


REPRESENTANTES EN PRIMER DEBATE, PRIMERA VUELTA AL PROYECTO DE
ACTO LEGISLATIVO NÚMERO 001 DE 2019 CÁMARA ACUMULADO CON EL
PROYECTO DE ACTO LEGISLATIVO 047 DE 2019 CÁMARA

Por medio del cual se modifica el artículo 34 de la Constitución Política, suprimiendo la prohibición
de la pena de prisión perpetua y estableciendo la prisión perpetua revisable – en Memoria de Gilma
Jiménez.

El Congreso de Colombia DECRETA:

Artículo 1°. Modifíquese el artículo 34 de la Constitución Política, el cual quedará así:


Artículo 34. Se prohíben penas de destierro y confiscación.

No obstante, por sentencia judicial, se declara extinguido el dominio sobre los bienes adquiridos
mediante enriquecimiento ilícito, en perjuicio del Tesoro Público o con grave deterioro de la moral
social.

De manera excepcional cuando un niño, niña o adolescente sea víctima de las conductas de
homicidio en modalidad dolosa, acceso carnal o actos sexuales que impliquen violencia o esté en
incapacidad de resistir, se podrá imponer como sanción hasta la pena de prisión perpetua.

Toda pena de prisión perpetua tendrá control automático ante el superior jerárquico.

En todo caso la pena deberá ser revisada en un plazo no inferior a veinticinco (25) años, para
evaluar la resocialización del condenado.

Una ley reglamentará la materia.

Parágrafo transitorio: El Gobierno nacional contará con un (1) año contado a partir de la fecha de
promulgación del presente acto legislativo, para radicar ante el Congreso de la República el
proyecto de ley que reglamente la materia.

Se deberá formular en el mismo término, una política pública integral que desarrolle la protección
de niños, niñas y adolescentes; principalmente fundamentados en las alertas tempranas, educación,
prevención, judicialización, condena y acompañamiento psicológico.

Artículo 2º. El presente acto legislativo rige a partir de la fecha de su promulgación.

En los anteriores términos fue aprobado con modificaciones el presente Proyecto de Acto
Legislativo según consta en Acta número 17 de septiembre 30 de 2019.

SINTESIS

Es claro que en Colombia el tema de cadena perpetua para los violadores de niños, es tema que
pone a la mayoría de ciudadanos por no decir a todos en una sola posición, la posición de una
condena ejemplar a estos criminales que comenten este atroz delito. Pero también es cierto que tal
deseo de una cadena perpetua vulnera de manera directa elementos de la constitución que deja
prever una sustitución de la Constitución Política, existen puntos relevantes en el cual se puede
desvirtuar:

LA PENA (ELEMENTO DEL PRINCIPIO DE DIGNIDAD HUMANA)

Las en Colombia son muy altas (llegan hasta 60 años), dejar una pena más allá del máximo
permitido solo genera una denigre en la dignidad humana, base de todos los derechos
fundamentales, por lo que la prohibición de prisión perpetua debe permanecer incólume, pues, con
base en el principio de dignidad que informa nuestra Constitución, no es dable instrumentalizar
(cosificar) a uno o varios individuos con el propósito de alcanzar algún fin, por más loable que este
sea, como podría serlo el servir de ejemplo a la comunidad para disuadirla de que cometa delitos
considerados de especial gravedad.
El punto álgido se encuentra en la impunidad. Con esta premisa fundamental, comparto la
preocupación que motivó a dirigentes políticos y a la ciudadanía en general en la búsqueda de
severos mecanismos de represión punitiva cuando se cometen delitos contra menores de edad. Sin
embargo, entiendo que ese noble propósito sólo puede alcanzarse respetando los cauces y
postulados mínimos del constitucionalismo moderno en el marco de un Estado Social y
Democrático de Derecho, uno de cuyos ejes fundamentales es el respeto por el principio de
dignidad humana y los derechos inalienables de la persona, que comprende la función
resocializadora de la pena y la consecuente prohibición de penas a perpetuidad. Veamos por qué.

La función de reeducación y reinserción social del condenado, debe entenderse como obligación
institucional de ofrecerle todos los medios razonables para el desarrollo de su personalidad, y como
prohibición de entorpecer este desarrollo.  Adquiere así pleno sentido la imbricación existente entre
la dignidad, la humanidad en el cumplimiento de la pena y la autonomía de la persona, en relación
todas con la función resocializadora como fin del sistema penal.  

LA IMPRESCRIPTIBILIDAD DE LA ACCION PENAL

Si bien es cierto que el legislador, en concordancia con lo dispuesto por las normas internacionales
relativas a la protección de los derechos de las niñas y niños abusados sexualmente, debe establecer
medidas que refuercen la prevención y la sanción de tales conductas, dichas medidas deben estar
ajustadas al principio de dignidad humana, por lo que no pueden ser irreversibles ni
imprescriptibles, pues de ser así se estaría sustituyendo nuestro régimen jurídico y estableciendo
uno diferente. En este sentido, podría pensarse en establecer medidas orientadas a suprimir rebajas
en las penas y beneficios penales; establecer un tratamiento psicológico adecuado orientado a la
eliminación de las causas de la desviación y a no reincidencia; e incluso en establecer políticas
públicas encaminadas a prevenir el delito, que resulten más eficaces que las medidas
eminentemente represivas.

De lo anterior, existen alternativas mejores que la teoría de la Imprescriptibilidad de la acción penal


y son las recomendaciones formuladas por el Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas,
entre las directrices están

Sobre el derecho del niño a no ser objeto de ninguna forma de violencia, y recordando las
recomendaciones del estudio de las Naciones Unidas de 2006 sobre la violencia contra los niños
(A/61/299), el Comité insta al Estado parte a dar prioridad a la eliminación de todas las formas de
violencia contra los niños, y en particular a11:

a) Evaluar los resultados del Plan Nacional para la Niñez y la Adolescencia en este sentido y,
basándose en las enseñanzas extraídas, tomar las medidas adecuadas para prevenir y combatir todas
las formas de violencia contra los niños, incluidas las niñas que realizan trabajo doméstico, y velar
por que se trate efectivamente la dimensión de género de la violencia;

b) Impedir los actos de tortura contra los niños, entre otras cosas investigando todos los casos y
velando por que la policía y las fuerzas armadas reciban formación específica;

c) Fortalecer el proceso administrativo de restablecimiento de derechos y su coordinación con el


proceso judicial a fin de asegurar que los derechos de los niños víctimas de la violencia sean
11 Naciones unidas, Comité de Derechos del niño- Convención sobre los derechos del niño, 6 de marzo de
2015, parr. 28.
restablecidos con rapidez, que las víctimas de violencia CRC/C/COL/CO/4-5 GE.15-04473 9
doméstica pueden regresar a casa con seguridad y sin demora, y que los presuntos agresores sean
alejados de la casa;

d) Velar por que los docentes, trabajadores sociales, el personal de salud, la policía, los jueces, fiscales
y abogados reciban una formación de calidad sobre su obligación de denunciar los casos de presunta
violencia doméstica y maltrato que afecten a niños y de adoptar las medidas que procedan;

e) Derogar el artículo 262 del Código Civil sobre la "facultad de corregir" y velar por que el castigo
corporal esté prohibido explícitamente en todos los entornos, también para los niños indígenas, y
crear conciencia sobre las formas positivas, no violentas y participativas de crianza de los hijos;

f) Adoptar las medidas necesarias para prevenir la violencia perpetrada por las pandillas en las calles y
proteger a los niños de ella;

g) Asegurar la existencia de programas de prevención, protección, rehabilitación y reintegración de


calidad que incluyan servicios de salud y apoyo psicosocial, líneas telefónicas de ayuda gratuitas y
refugios adecuados para todas las víctimas;

h) Facilitar el acceso a la justicia de los niños víctimas de la violencia, entre otras cosas creando
mecanismos de denuncia adaptados a los niños y prestándoles apoyo jurídico, enjuiciar a los
presuntos agresores, velar por que se les apliquen sanciones proporcionales e indemnizar
adecuadamente a las víctimas;

i) Con el objetivo de prohibir la participación de niños en las corridas de toros, así como en las
corralejas, tomar las medidas legislativas y administrativas necesarias para proteger a todos los
niños que reciben formación para participar en corridas de toros y espectáculos conexos, así como
en su condición de espectadores, y crear conciencia sobre la violencia física y mental asociada con
las corridas de toros y su impacto en los niños;

j) Acelerar el establecimiento de un sistema de información integral que incluya datos desglosados


sobre los casos de violencia contra los niños, no solo los datos del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar, y llevar a cabo una evaluación exhaustiva de la magnitud, las causas y la
naturaleza de ese tipo de violencia;

k) Cooperar con el Representante Especial del Secretario General sobre la Violencia contra los Niños y
con otras instituciones pertinentes de las Naciones Unidas.

ELEMENTO DE LA REINCERCION

El aprovechamiento del tiempo de condena y desarrollo de habilidades productivas y de


autogestión. El acceso a los programas de trabajo y estudio se encuentra vinculado con el derecho a
la libertad, en cuanto estas actividades ayudan a que se reduzca la condena 9, de esta manera, hay
que destacar que los internos no reciben remuneración alguna por las actividades que efectúan 9. El
derecho a participar en los programas de educación y trabajo representa una actividad que tiene
como finalidad la resocialización y el refuerzo de la concepción del mismo como valor fundante de
la sociedad12. 
 
El objetivo principal de la participación del recluso en programas de educación y trabajo es
preparar al interno para su vida en libertad; por lo tanto, las actividades laborales y de educación se

12 Sentencia de la Corte Constitucional T-121 del 29 de marzo de 1993. M.P. Vladimiro Naranjo Mesa
tornan de carácter obligatorio para aquellos reclusos que tengan la calidad de condenados, teniendo
en cuenta su finalidad de resocialización13.

Al hacer la comparación entre la premisa mayor y la premisa menor podemos ver que si pretenden
cambiar los elementos constitucionales al querer implementar esta ley, ya que en principio atenta
contra la dignidad humana, base de todos los derechos fundamentales en nuestro Estado, ya que con
base en el principio de dignidad que está plasmado en nuestra Constitución Política, no es viable
violar principios constitucionales de uno o varios individuos con el único propósito de lograr pasar
esta ley sin tener en cuenta varios elementos importantes.
No se puede desvirtuar el propositivo de la pena la cual busca una resocialización y reincorporación
a la sociedad, eso atentaría contra con dicho fin, atetando contra toda doctrina de prevención y
principios humanistas aplicados en el Estado constitucional y basado claramente en la dignidad
humana.
Garantizar las reglas del derecho para que sean cumplidas por todos los involucrados, no puede
servir para imponer medidas privativas de la libertad no proporcionales al delito cometido toda vez
que estas deben tener una intensidad correspondendiente a la gravedad del delito. Entrar a imponer
una medida sin límite de tiempo es inherente a todo principio de proporcionalidad de las penas, el
castigo como marco del sistema penal colombiano al conceder esto claramente transgrediría la
aplicación de la cláusula de la dignidad humana.
Si bien el legislador busca una protección de los derechos de los niños abusados sexualmente, más
bien se debe buscar medidas que sean soluciones efectivas para reforzar la prevención de tales
conductas. Claramente estas medidas deben estar ajustadas al principio de la dignidad humana por
lo que estas no pueden ser irreversibles ni mucho menos imprescriptibles, pues de darse esto estaría
sustituyendo nuestro régimen jurídico al querer establecer uno diferente, en tal sentido se podría
establecer medidas que busquen una serie de beneficios tales como suprimir, rebajar una pena o un
tratamiento psicológico enfocado en la desviación de esas tendencias perversas para así garantizar
la no reincidencia, que están sean más fructíferas en comparación con medidas evidentemente
represivas y que atentan contra todo principio de dignidad humana.
Al presentar esta ley conllevaría un cambio circunstancial en nuestra constitución política toda vez
que el articulo 12 consagra la prohibición de tratos crueles, inhumanos o degradantes, pues esto
implicaría la violación plena de dicho artículo al darle un trato inhumano y cortar cualquier
posibilidad de readaptación a la vida social.
Otra de las repercusiones de esta medida sería el de aumentar el rango de acción de la pena,
castigando a la persona no por sus actos sino por el peligro que representa, lo cual en principio seria
discriminatorio, dicho esto es todo contrario a lo establecido en el artículo 13 constitucional. Pues
no sería igual que se someta este tipo de medidas a personas condenadas por delitos sexuales contra
menores de edad y no a otros que violen otras leyes consagradas en las disposiciones de la ley
penal.
Esto no es coherente en una política de inclusión sociales, y no permite que una persona tenga una
posibilidad real de cumplir un papel activo y productivo en la sociales, dicha finalidad de esta pena
se resumiría en retributiva y preventiva, pero llevaría a que abandone unos de sus componentes

13 Sentencia de la Corte Constitucional T-388 de 2013, M.P. María Victoria Calle Correa.
centrales, resocializar como forma de retorno para así reintegrar al individuo faltante de la ley a la
comunidad.

Para concluir este “juicio o metodología de la sustitución” que está compuesto de tres premisas.
En primer lugar la Premisa mayor (i) que constituye que esta reforma a la cadena perpetua para
violadores de niños, cambian varios elementos esenciales de la constitución, elementos como: El
principio de la dignidad humana, el de la libertad, el de la resocialización, y el de la
prescriptibilidad de las penas, si se observa un gran cambio de estos elementos, en segundo término
la Premisa menor (ii) en donde se analiza si éste reemplaza al originalmente adoptado por el
constituyente y, finalmente, la Premisa de síntesis (iii) en donde se compara el nuevo principio con
el anterior para verificar, no si son distintos, lo cual siempre ocurrirá, sino si son opuestos o
integralmente diferentes, al punto que resulten incompatibles.

REFERENCIAS

 Corte Constitucional Sentencia C-221 de 1994. Dr. CARLOS GAVIRIA DIAZ


 Corte Constitucional Sentencia C-176 de 1994. MP ALEJANDRO MARTINEZ
CABALLERO,
 Corte Constitucional sentencia T-237 de 2004. MP Dr. EDUARDO
MONTEALEGRE LYNETT,
 Corte Constitucional, Sentencia T-1145 de 2005. MP Dr. RODRIGO ESCOBAR
GIL, Bogotá, D.C., diez (10) de noviembre de dos mil cinco (2005)
 Corte Constitucional Sentencia T-881 de 2002. MP Dr. EDUARDO
MONTEALEGRE LYNETT, Bogotá D.C., diecisiete (17) de octubre de dos mil
dos (2002)
 Consideraciones sobre la implementación de la pena de prisión perpetua en
Colombia Comisión Asesora en materia de Política Criminal 23 de mayo de 2019
https://caracol.com.co/descargables/2019/07/15/35bbaf4e10c83e929c6979e4460326
29.pdf
 Consideraciones sobre la inviabilidad de la prisión perpetua en Colombia
https://bdigital.uexternado.edu.co/bitstream/001/2476/1/MAF-spa-2019-
Consideraciones_sobre_la_inviabilidad_de_la_prision_perpetua_en_Colombia

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