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olores.
Yo decidí hacer un jabón con aceites de oliva (300 g), coco (80 g),
almendras dulces (40 g) y mantecas de karité (40 g) y mango (40 g).
Pero porque era mi segundo jabón. El primero simplificad y haced
uno de oliva y coco y ya. O de oliva sólo. No os compliquéis para
empezar.
En lugar de agua me dio por poner una infusión de frutos rojos. El
agua mejor bien fresquita, porque cuando añadamos sosa se
liberará mucho calor y así no se nos sube tanto la temperatura.
Cuando veáis que el jabón ya está duro, al día siguiente o a los dos
días, el jabón ya se puede desmoldar y cortar. El jabón que metí en
la botella lo corté en lonchas, pero como el dibujo de la botella no era
recto, salieron unas tajás muy... artesanales. Casi que me gusta más
así, jejeje!! Se corta con botella y todo y luego se pela la rodaja del
plástico como si fuera una loncha de chorizo. Si queréis que los
bordes estén pulidos esperad a que endurezca mucho antes de
sacarlo de la botella. Si no, queda a lo gotelé (que a mí me encanta!).
Y el culo de la botella precioso. Para que veáis que no hace falta
gastaros dinero en moldes, basta que no sean de aluminio!!! Así que
si usáis bricks de leche forradlos antes de plástico de cocina. Lo que
sobre de trocitos que se desprendan o se adhieran a los moldes no lo
tiréis: haced una pelotilla o un dado de jabón.
En este momento se puede marcar el jabón con un sello comprado o
hecho o hacerle dibujitos a punta de cuchillo.
Preparación:
1. Se diluye la soda cáustica en el agua OJO!! nunca a la inversa pues la
reacción química que se produce puede provocar importantes quemaduras
en la piel, agregándola lentamente y con mucho cuidado (ya que puede producir
vapores muy tóxicos).
2. A continuación se producirá una reacción química que liberará calor hasta
llegar hasta los 80º.¡¡ Mucho cuidado y esperar a que enfríe!! . A este preparado
se lo conoce como lejía caustica.
3. Vierte lentamente la lejía cáustica sobre el aceite, siempre y cuando estén
aproximadamente a la misma temperatura, que no haya más de 5 grados de
diferencia (se puede calentar el aceite hasta que llegue a 40º temperatura ideal
para la mezcla), removiendo en forma constante y en el mismo sentido, para
evitar que se corte el jabón (se puede utilizar la batidora para que la mezcla se
haga más rápida pero con mucho cuidado de que no salpique).
4. Cuando lleguemos al punto de la traza ( cuando tenga una espesura similar al de
la mahonesa)si se desea,se puede aromatizar y colorear, agregando los
colorantes naturales y los aceites esenciales, siempre y cuando la mezcla baje a
la temperatura de 40ºC.
Para completar un poco más os dejo una pequeña guía sobre los colorantes que
puedes usar para los jabones.
Colorantes naturales para los jabones
Una forma barata y totalmente natural de colorear los jabones artesanales, es usando
especias o infusiones de plantas, que nos permitirán obtener bonitos colores.
Las especias se pueden se pueden usar directamente en polvo, mientras que en el caso
de las plantas, es necesario realizar una infusión bien concentrada previamente, para
obtener los colorantes que deseamos.
Para realizar dichas infusiones, se colocan 3 partes de plantas por 1 de agua (por
ejemplo: 3 tazas de hierbas frescas y una taza de agua) en un recipiente al fuego, tapado
y que se lleva a ebullición. Cuando empiece a hervir, se reduce el fuego al mínimo de
modo que siga cociendo lentamente, hasta que el líquido se haya reducido más o menos
a la mitad, y las plantas hayan soltado su color, se deja enfriar, se cuela y se guarda en
un tarro de vidrio. Añadir un poco de alcohol y unas gotitas de algún conservante
natural (por ejemplo Vitamina E, Aceite de girasol, etc…) y guardar en lugar seco y
preferentemente oscuro (dentro de un armario es perfecto). De todos modos, es
recomendable no realizar mucha cantidad de una sola vez (no más de 50 o 100 ml), para
que pueda conservarse sin problema alguno.
Como ejemplos:
(P)= En polvo
(I) = En infusión