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Avances interdisciplinarios

para una comprensión crítica


de la contabilidad
Textos paradigmáticos de las corrientes heterodoxas
Revistas relacionados de los textos originales

The Accounting Review.


Vol. 61. No. 4.
Autorización de esta reimpresión por la AAA

Accounting, Organizations and Society


Vol 12 No 4. 2123090314303
Autorización de Elsevier

Accounting, Organizations and Society


Vol. 10 No.4.2123111200781
Autorización de Elsevier

Accounting , Organizations and Society


Vol 12 No 3. 2104820356109
Autorización de Elsevier

Administrative Science Quarterly


No 43. ASQ 199-6
Autorización de Cornell University – The Johnson School

Accounting, Auditing and Accountability Journal


Vol. 18, No. 5. BDEV2556
Autorización de Emerald Group
Avances interdisciplinarios
para una comprensión crítica
de la contabilidad
Textos paradigmáticos de las corrientes heterodoxas

Editado por

Mauricio Gómez Villegas


Escuela de Administración y Contaduría Pública - Universidad Nacional de Colombia

Carlos Mario Ospina Zapata


Departamento de Ciencias Contables - Universidad de Antioquia
Gómez Villegas, Mauricio, 1977 –y Ospina Zapata, Carlos Mario, 1978–
AVANCES INTERDISCIPLINARIOS PARA UNA COMPRENSIÓN
CRÍTICA DE LA CONTABILIDAD. Textos paradigmáticos de las corrientes
heterodoxas /Escuela de Administración y Contaduría Pública - Universidad
Nacional de Colombia y Departamento de Ciencias Contables - Universidad de
Antioquia. 2009

248 p.
ISBN: 978-958-719-189-9

1) Teorías contables. 2) Investigación contable. 3) Contabilidad


crítica. 4) Corrientes heterodoxas en contabilidad. 5) Disciplina
contable

AVANCES INTERDISCIPLINARIOS PARA UNA COMPRENSIÓN CRÍTICA DE LA CONTABILIDAD.


Textos paradigmáticos de las corrientes heterodoxas
Primera edición 2009

Derechos reservados de la presente edición


© Escuela de Administración y Contaduría Pública - Universidad Nacional de Colombia
© Departamento de Ciencias Contables - Universidad de Antioquia
© Mauricio Gómez Villegas
mgomezv@unal.edu.co
© Carlos Mario Ospina Zapata
cmospina@economicas.udea.edu.co

ISBN 978-958-719-189-9

Traducción capítulos 2, 3, 4, 5 y 6 Manfred Acero Gómez


Traducción capítulo 7 Mauricio Gómez Villegas
Revisión técnica – Mauricio Gómez Villegas

Diseño, diagramación e impresión


L. Vieco e Hijas Ltda.
Medellín

Impreso y hecho en Colombia

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones
establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento,
comprendidas las lecturas universitarias, la repografía y el tratamiento informático, y la distribución de
ejemplares de ella mediante alquiler público.
Agradecimientos

Tenemos que reconocer el aporte de muchas personas e


instituciones en el desarrollo de este proyecto. Agradecemos a
las casas editoriales de los diferentes Journals y a las empresas
tenedoras de los derechos, las cuales, con todos los trámites
necesarios, autorizaron la traducción y reproducción de los
artículos. En especial agradecemos a la American Accounting
Association, por la deferencia que ha tenido reiteradamente
con la Escuela de Administración y Contaduría Pública de la
Universidad Nacional de Colombia, permitiendo la traducción
de varios textos por parte de diferentes profesores. Nuestro
reconocimiento al profesor Richard Baker, quien desde un
comienzo autorizó personalmente la reproducción de su
artículo. A los demás autores de los textos originales debemos
expresar nuestros reconocimientos. Estamos muy agradecidos
con el coordinador editorial de la revista Innovar, Manfred
Acero Gómez, por el juicioso trabajo de traducción de varios
de estos textos. También nuestro reconocimiento institucional
al Departamento de Ciencias Contables de la Universidad
de Antioquia y a la Escuela de Administración y Contaduría
Pública de la Universidad Nacional de Colombia y a sus
respectivos directores. Al profesor Javier Carvalho Betancur
en la Universidad de Antioquia y al profesor Gerardo Mejía
Alfaro en la Universidad Nacional por acoger y apoyar esta
propuesta. Mérito especial a nuestros colaboradores en la
edición y producción del libro. Por último, a todos nuestros
amigos académicos y profesionales en el país y el exterior, pero
muy especialmente al maestro Danilo Ariza Buenaventura,
promotor y actor del pensamiento contable reflexivo y crítico
en Colombia.
Contenido
Capítulo 1
Ampliando las fronteras en la disciplina contable: una introducción
para la contextualización de los ejemplares heterodoxos 13
Mauricio Gómez Villegas
Carlos Mario Ospina Zapata
I. Introducción 13
II. Contexto académico y profesional de la contabilidad en Colombia.
(Síntesis) 15
III. Las tendencias dominantes de la contabilidad académica
en el contexto internacional 23
IV. Las visiones interdisciplinarias y críticas a través
de los textos seleccionados 30

Capítulo 2
Desarrollos radicales en el pensamiento contable 37
Wai Fong Chua
I. Introducción 38
II. Clasificaciones recientes sobre las perspectivas contables 39
III. Una clasificación de las asunciones 40
IV. La corriente principal del pensamiento contable - Asunciones 43
IV.1. Creencias sobre la realidad física y social 43
IV.2. Creencias sobre el conocimiento 44
IV.3. Creencias sobre el mundo social 46
IV.4. Teoría y práctica 48
V. La corriente principal de la contabilidad –
Consecuencias y limitaciones 49
VI. La visión interpretativa – Asunciones 51
VI.1. Creencias sobre la realidad física y social 52
VI.2. Creencias sobre el conocimiento 52
VI.3. Creencias sobre el mundo social 53
VI.4. Teoría y práctica 54
VII. La visión interpretativa – Consecuencias 54
VIII. La alternativa crítica – Asunciones 58
VIII.1. Creencias sobre la realidad física y social 58
VIII.2. Creencias sobre el conocimiento 60
VIII.3. Creencias sobre el mundo social 60
VIII.4. Teoría y práctica 61
IX. La perspectiva crítica – Consecuencias 62
X. Conclusión 67
Apéndice 1. Dificultades del esquema de Burrell y Morgan (1979) 67
Comentario 76
Tensiones para discernir la necesidad de un pluralismo metodológico
en Contabilidad 76

Capítulo 3
La contabilidad como una institución de legitimación 79
Alan J. Richardson
I. Introducción 79
II. La naturaleza de la legitimación 81
III. La perspectiva estructural-funcionalista 82
III.1. Un panorama teórico 82
III.2. Investigación contable relevante 85
III.3. Repercusiones en investigaciones futuras 86
IV. La perspectiva social-constructivista 87
IV.1. Un panorama teórico 87
IV.2. Investigación contable relevante 89
IV.3. Repercusiones en investigaciones futuras 90
V. La perspectiva hegemónica 91
V.1. Un panorama teórico 91
V.2. Investigación contable relevante 92
V.3. Repercusiones en la investigación futura 94
VI. Discusión 94
Comentario 100
La legitimación en el contexto legal de la contabilidad en Colombia 100

Capítulo 4
Sistemas contables y sistemas de rendición de cuentas: comprendiendo
las prácticas contables en sus contextos organizacionales 103
John Roberts
Robert Scapens
I. Introducción 103
II. La dualidad de la estructura 105
III. Sistemas contables y sistemas de rendición de cuentas 108
IV. Las prácticas contables en los contextos organizacionales 113
V. Conclusión 117
Comentario 122
Sobre la necesidad de una recreación organizacional
y social de los sistemas contables en Colombia 122

Capítulo 5
La contabilidad y la construcción de la persona gobernable 127
Peter Miller
Ted O’Leary
I. Introducción 128
II. El presupuesto y costeo estándar 134
III. La nación eficiente y el individuo eficiente 138
III.1. El discurso de la eficiencia nacional 138
III.2. Concepciones filosóficas y sociológicas de un elemento
social racionalmente administrado 142
III.3. Algunas prácticas reales de gestión socio-política 144
IV. La firma como un lugar en la construcción de la persona gobernable 148
V. Un gesto hacia el presente 155
VI. Repercusiones y conclusiones 163
Comentario 170
Encuentros distintos con el trabajo histórico e interdisciplinario
en contabilidad (potencialidades) 170

Capítulo 6
La planeación de negocios como pedagogía: lenguaje y control
en un campo institucional cambiante 175
Leslie S. Oakes
Barbara Townley
David J. Cooper
I. Introducción 176
II. Bourdieu y la teoría institucional 178
II.1. Campos 179
II.2. Capital 179
II.3. Las repercusiones del capital y los campos 181
III. Métodos 184
IV. Los sitios históricos y culturales como un campo
de producción restringida 187
V. El control sutil a través de la planeación de negocios y la pedagogía 191
V.1. La planeación de negocios como pedagogía en acción 195
VI. Campos de producción de gran escala 199
VII. El capital y los campos de la producción cultural: el papel de la acción
estratégica y el control 204
VIII. Discusión y conclusión 207
Comentario 218
La contabilidad como reproductora pedagógica del “campo” económico:
algunos retos para los contadores académicos en Colombia 218

Capítulo 7
¿Cuál es el significado del “interés público”? Examinando la ideología
de la profesión de la contaduría pública americana 223
C. Richard Baker 223
I. Introducción 223
II. El concepto de ideología en la investigación contable. 224
II.1. Definiciones de ideología 225
III. Examinando ciertas afirmaciones retóricas acerca del servicio al intéres
público en la profesión de la Contaduría Pública Americana 227
III.1. El Código de conducta del AICPA 227
III.2. La declaración de la misión de la FASB y las declaraciones
de conceptos de contabilidad financiera 231
III.3. Educación para la confianza pública 233
IV. El concepto de ideología de Ricoeur y la profesión
de la Contaduría Pública Americana 235
IV.1. El examen de Ricoeur del concepto de ideología. 235
IV.2. Aplicación del concepto de Ricoeur a la profesión
de la Contaduría Pública 236
V. Conclusión 237
Comentario 240
Pistas para un examen de la ideología en la profesión contable colombiana 240

Los autores 245


Avances Interdisciplinarios para una Comprensión
Crítica de la Contabilidad
Gómez V., M. y Ospina Z., C. (Eds.). © Derechos

Capítulo 1
reservados, (2009)

Ampliando las fronteras en la disciplina contable:


una introducción para la contextualización de
los ejemplares heterodoxos

Mauricio Gómez Villegas


Universidad Nacional de Colombia

Carlos Mario Ospina Zapata


Universidad de Antioquia

I. Introducción
El desarrollo académico de la contabilidad viene consolidándose a nivel mundial en los
últimos 50 años. En Colombia, y quizás en varios de los países de Latinoamérica, nuestra
tradición enfáticamente legalista en el ejercicio y la enseñanza de la contabilidad y de
la Contaduría Pública, ha implicado una especie de rezago en la difusión, evaluación,
contrastación y construcción de concepciones académicas de la contabilidad, que
redunden en la comprensión y transformación de las prácticas concretas de los contables
y, por su intermedio, del tejido organizacional y social. Por ello, resulta conveniente
que nuestros procesos de formación e investigación se nutran de las concepciones y
avances más sustanciales de la academia contable a nivel internacional, atendiendo, por
supuesto, al espíritu crítico y agudo y a la contextualización que nuestra realidad reclama
y merece (Fals y Mora-Osejo, 2004).
Uno de los caminos más importantes para la difusión de las visiones académicas se está
dando a escala mundial por medio del acceso a diferentes revistas académicas –Journals– y
a los textos de investigación construidos en varios países industrializados, ambos editados
en inglés. En nuestro país, la mayoría de la bibliografía de fundamentación conceptual,
se basa en los textos de autores hispanohablantes o en traducciones de las visiones más
funcionales de corte instrumentalista en la profesión. Textos paradigmáticos como el
de Richard Mattessich (Contabilidad y Métodos Analíticos), sólo han sido traducidos
al español a inicios del 2000 y recientemente introducidos a la discusión formativa e
investigativa de primera mano. En ambos casos, bien sean las revistas o los libros de
punta, la visión académica de los avances contables goza de poca difusión, entre muchas
otras razones, por la carencia de textos al alcance del público hispano parlante.
14/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

Actualmente, algunas de las perspectivas de mayor fuerza argumental y desarrollo


académico en contabilidad, son las corrientes interdisciplinaria y crítica. Estas perspectivas
buscan nutrir la reflexión con una comprensión del rol social, institucional y político de
la contabilidad. Con ello se complementa y contrapone la visión más difundida que
se basa en una concepción económica (particularmente neoclásica) del papel y de la
dimensión de los sistemas de información y control contables y de los informes que
tales sistemas producen. No obstante, esta corriente también es producida y difundida
en lengua inglesa, en Journals como “Critical Perspectives on Accounting; Accounting,
Organizations and Society; Accounting, Auditing and Accountability Journal; Accounting
Forum”, entre otros.
Es en este <contexto> en el que hemos tomado como <pretexto> compendiar,
traducir y comentar algunos de los artículos paradigmáticos de las corrientes
interdisciplinaria y crítica de la contabilidad, para editar un <texto> en idioma
castellano asequible a estudiantes, profesionales, investigadores y otros interesados en
los aspectos sociales, institucionales, organizacionales y políticos de la contabilidad.
Pensamos que esta labor puede aportar al proceso de consolidación de una cultura
académica contable, que reconozca nuestros problemas y realidades organizacionales
en Colombia y Latinoamérica y que sea dialogante con el entorno internacional en virtud
de su capacidad reflexiva, argumental y crítica.
Los documentos que hemos seleccionado han sido calificados como reflexiones clásicas
y contemporáneas en las visiones interdisciplinaria y crítica de la contabilidad (Macintosh &
Hopper, 2005). Los textos fueron escritos y publicados a lo largo de los últimos 25 años en
varias de las revistas de mayor impacto en la academia contable y organizacional. El impacto
de estos documentos y de algunas de las revistas en que han aparecido, no proviene de su
identidad con los valores y el discurso convencional en la academia contable, sino por su
distanciamiento y posición de ruptura con las ideas dominantes.
El énfasis interdisciplinario que caracteriza tanto a estos artículos, como al pensamiento
de sus autores, se diferencia de aquellas aproximaciones más funcionalistas y positivistas
que también han nutrido de forma interdisciplinaria a la academia contable dominante
en el mundo (Ryan, Scapens y Theobald, 2004), especialmente en Estados Unidos.
Su principal marca es la comprensión de la contabilidad como una práctica social,
institucional y política interesada (Hopwood y Miller, 1994).
Las corrientes heterodoxas de la sociología, la filosofía, la antropología, la teoría
crítica, entre otras, nutren las vías de comprensión de la contabilidad, para movernos de
la postura simplificadora y lineal según la cual “la contabilidad depende esencialmente
del entorno económico y de los negocios”. Esta sentencia genera la apariencia de la
contabilidad como un instrumento, como un “medio” neutral, libre de todo sesgo, interés
o impacto socio-político. En estos documentos veremos que, en efecto, la contabilidad
se inscribe en estructuras socio-económicas, pero que ella no es una receptora pasiva de
presiones externas. Se evidenciará, gracias a fuentes intelectuales poco convencionales
para los contadores, que la contabilidad no solamente actúa como un medio, sino que
se constituye en un conocimiento que amplifica, modifica, re-contextualiza y determina
ideas, prácticas institucionales, estructuras simbólicas y morales, e intereses y visiones del
mundo. Con ello la contabilidad se descentra de la perspectiva que la concibe como un
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /15

conjunto de técnicas neutrales, brotadas de una lógica “pura”, prohijada por el interés
individual racional y maximizador.
Reconocer tales aportes y su impacto en la concepción académica de la contabilidad
puede ser para algunos una tragedia, cuando no una herejía. Para nosotros, en cambio,
tal reconocimiento se constituye en una pieza fundamental para comprender la realidad
social y organizacional reconfigurando nuestras categorías e instrumentos para intervenir y
construir el mundo. Pero alertamos a los lectores sobre la necesidad científica de siempre
contrastar. Necesitamos contraponer las teorías y visiones ortodoxas con las heterodoxas,
las visiones ortodoxas con nuestra realidad, y también las perspectivas heterodoxas con
nuestro propio contexto. Por ello, planteamos la necesaria revisión, estudio y evaluación de
las diversas concepciones académicas de la contabilidad y abordar con todo el compromiso
racional posible las visiones heterodoxas, que han sido construidas para comprender las
prácticas sociales e institucionales de la contabilidad en los países industriales que han
estado marcados y constituidos por sus propios procesos y dinámicas.
En tal sentido, este estudio introductorio busca contextualizar al lector para el abordaje
de los documentos compendiados. Para ello, el resto de este documento introductorio
se estructura como se muestra a continuación. Presentaremos primero una breve síntesis
de lo que interpretamos, ha ocurrido con el ámbito académico de la contabilidad
en Colombia. Luego, también de forma sintética, esbozamos las características más
significativas de las corrientes académicas de la contabilidad en el orden internacional,
intentando marcar las fuentes intelectuales y los caminos que han tornado dominantes a
las visiones surgidas en los Estados Unidos. Para ambas síntesis de la academia contable,
tanto la local como la internacional, referenciamos varias fuentes bibliográficas que
pueden aportar al lector interesado en la búsqueda de más aproximaciones para ampliar
su visión del asunto. Finalizando esta introducción hacemos una presentación de los
documentos que hemos seleccionado, traducido y que forman parte del libro.
En el cuerpo del libro, junto con cada artículo traducido, hemos realizado un
pequeño comentario evaluativo. Estos comentarios buscan alertar al lector sobre los
alcances, posibilidades y dimensiones que, en nuestro criterio, pueden surgir de cada
paper. Con ello queremos enriquecer nuestro objetivo de difusión, con la evaluación
contextual y la caracterización de algunas posibilidades de investigación y formación.
Esperamos que este trabajo aporte a las inquietudes y promueva entre los estudiantes,
académicos y profesionales, el compromiso necesario para la construcción académica de
la contabilidad en nuestro país.

II. Contexto académico y profesional de la


contabilidad en Colombia. (Síntesis)
Presentamos una síntesis del contexto académico y profesional en el que se ha desarrollado
la relación entre disciplina y profesión contable para el caso colombiano. Nuestra mirada
no pretende ser objetiva desde la perspectiva de la infalibilidad de lo enunciado; sí, intenta
exponer un marco de situaciones que permita un proceso de argumentación para hacer
distinciones sobre una problemática específica. ¿Cuál es el problema?
16/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

El contexto puede ser observado desde una pregunta y por supuesto desde un a priori
¿Por qué resulta tan escaso el movimiento de la contabilidad en Colombia? La condición
de lentitud es el lugar desde donde preguntamos ¿Qué ocurre para que en nuestro
espacio-tiempo, la contabilidad sea objeto de reflexión y agenciamiento en grados tan
limitados en contraposición con lo que le es propio a las disciplinas del conocimiento? Y
en este sentido, la pregunta por el estado actual ¿por qué resulta tan cómodo instalar la
visión de la contabilidad financiera, y especialmente su expresión legal, como hegemónica
y abarcativa del plexo de relaciones atribuibles a la contabilidad en Colombia?
Algunas cosas son evidentes. Colombia es un país en vía de desarrollo (tercer mundo)
por lo que es cuantitativamente posible señalar que en los campos relacionados con la
ciencia, la tecnología, la economía (campos que resisten lógicas de indicador) estemos casi
de contera con números muy bajos en relación con los países desarrollados. Adicional a
ésto y quizá más importante, son las condiciones históricas y vigentes que matizan lo que
podemos entender por “vía de desarrollo” en tanto sea un proceso dúctil o por el contrario
una dinámica paquidérmica u obstaculizada. Incluso, una dinámica con una orientación
nebulosa. Decir “en vía de desarrollo” no explica nuestra condición. Siempre que el
desarrollo sea asociado a “altos niveles de industrialización y urbanización, tecnificación
de la agricultura, rápido crecimiento de la producción material y los niveles de vida y
adopción generalizada de la educación y los valores culturales modernos” (Escobar, 1999,
p. 34) entonces, podemos conjeturar que Colombia vive un proceso en el que cada vez
más se ven cuestionados los mecanismos y resultados que conducen y dan cuenta del
desarrollo. El crecimiento de la marginalidad, el desmejoramiento de las condiciones
de productividad, el rezago tecnológico, la concentración de la riqueza, la intolerancia
ideológico-política, la dependencia económica, la turbulencia jurídica, la incapacidad de
potenciar lo endógeno, la desvalorización del saber científico (…) son algunas muestras
del escenario oscuro con el que nos es irreductible tratar.
Las condiciones del tercer mundo se convierten en caldo de cultivo para que poderes
localizados en proyectos pro-expansionistas limiten estratégicamente el devenir político
–científico– tecnológico de algunos países que son y seguirán siendo los consumidores de
las sobre-ofertas producidas en las geografías desarrolladas. El desarrollo, como categoría
socio-económica, debe ser comprendido en este contexto geo-estratégico, diseminando
cuidadosamente las retóricas de la globalización y desentrañando las lógicas fácticas del
expansionismo de macro-poderes eminentemente económicos1. Al mundo desarrollado

1 Las contradicciones que supone el desarrollo del capital deben ser exportadas a costos sociales
tan altos como el crecimiento de la periferia, la guerra y el deterioro ambiental. Hobson lo ha
planteado crudamente advirtiendo que el precio de la supervivencia del sistema del capital es la
muerte de quienes viven dentro del mismo (Heilbroner, 1985). Igual de revelador resulta señalar
que el desarrollo como valor proyectado hacia la periferia es una continuación de proyectos
de colonización – globalización. “[…] En ese caso, cualquiera que sea el adjetivo que se le dé,
el contenido implícito o explícito del desarrollo es el crecimiento económico, la acumulación
de capital con todos los efectos positivos y negativos que conocemos: competencia sin piedad,
crecimiento sin límites marcado por las desigualdades, pillaje sin reparar la naturaleza.” (Latouche,
2007, p. 21)
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /17

no le conviene, tampoco le interesa, que nuestro contexto logre niveles de crecimiento,


“desarrollo” y modernidad inspiradores de dinámicas autónomas. Una de las razones de
cierta lentitud (en contraste con movimiento) es nuestra adolescencia para la endogénesis
expresada como la capacidad para potenciar las ventajas que nos entrega nuestra
condición geográfico-ambiental, multicultural e intelectual (Fals y Mora-Osejo, 2004).
Estas dinámicas de dependencia, atraso y falta de autonomía visibles en el contexto
colombiano, necesarias para la reproducción del sistema del capital mundial, son
coadyuvadas por el sistema educativo local. Esto aplica para la educación básica,
media, superior y posgraduada que queda sumergida en la lógica de la empresa privada
(quizás con visión de corto plazo como negocio) y el mercado donde lo importante es
la rentabilidad, es decir, la optimización de los recursos consumidos en el proceso de
educar (Ariza y Soler, 2004). Para el caso de la educación superior, el entorno plantea
un conjunto de exigencias que hacen que se desdibuje la capacidad autorreferencial del
sistema universidad (Gracia, 2006) debilitando la identidad y función que se le reconoce
históricamente a la institucionalidad universitaria como promotora de reflexión, crítica y
transformación.
Desde la década de los 50 del siglo pasado en Colombia:
Se advierte una clara tendencia a concebir la educación dentro de los marcos impuestos
por la relación economía “capital humano” educación. Se ha puesto así la educación
al servicio de la formación de recursos humanos para las necesidades del desarrollo
económico privilegiando formas de enseñanza como el entrenamiento, el adiestramiento,
la capacitación y la instrucción. (Martínez et al, 1995 Citado por Espinal, 2006, p. 93)

Nuestra política de acceso a la cultura científica sólo identifica como importante


el operar técnico y tecnológico por lo que la máxima aspiración es la maniobra sobre
los productos científico-tecnológicos construidos en otras latitudes. Bajo esta realidad
en la que la Universidad funciona mayoritariamente como un politécnico, es apenas
sensato señalar que las ciencias, las disciplinas y en general los campos del conocimiento,
pierdan su potencia en el camino de descubrir o construir las “verdades” y las razones
que una sociedad necesita para mejorar sus referentes de posibilidad para la dignificación
humana. Un sistema educativo y una universidad que no comprende su función y no
logra desatarse de presiones cortoplacistas y estereotipadas, hace que los campos de
conocimiento y sus agentes se tornen más lentos en disciplinarse.
En esta delimitación previa que hemos expuesto subsiste la contabilidad como campo
del saber que soporta profundos dilemas y contraposiciones complejas, relativas al interés
público y la confianza social. No podemos empezar a hablar de contabilidad sin dejar
expreso, y de forma radical, su carácter disciplinal que integra teoría y práctica social
contable (Gómez, 2004; Ospina, 2005). En palabras del profesor Ariza (Quijano et al,
2002) la contabilidad comporta la expresión técnico-tecnológica, la expresión epistémica
y la expresión institucional, esta última como la proveedora de ductilidad al ejercicio
profesional y a la racionalidad contable. Cuando decimos contabilidad soslayamos la
distinción, adecuada para ciertos fines, entre contabilidad y Contaduría Pública; pero lo
hacemos en forma consciente al encontrar que una reflexión epistémica y metodológica
18/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

que logre zanjar en algún sentido la enunciada brecha entre conocimiento contable y
ejercicio profesional potencia figuraciones, para nuestro gusto, más prometedoras.
Planteamos que el contexto económico y universitario descrito sintéticamente nos
permite comprender algunas cosas que han pasado y pasan con la contabilidad en
Colombia. La contabilidad para nuestro caso, igual que para muchos otros, ha tenido por
función originaria estatizar y revelar asuntos de índole económica para poder percibir las
dinámicas de ciertos negocios, así como de ciertas funciones públicas. En este sentido
cuando las dinámicas de los negocios y las funciones públicas no revistieron grados
de complejidad mayor, la teneduría de libros sirvió para controlar y gobernar el giro
normal de las cosas. Tener una idea de balance y de resultado bastaba para el “negocio
en marcha”. Por ello el espacio de la formación en contabilidad suplió tal necesidad,
entregando contenidos y metodologías que favorecieron el desarrollo de habilidades
y destrezas para la buena llevanza de libros. Es el caso de programas de formación en
teneduría de libros como el que documenta Cubides (1999) en la Universidad Externado
de Colombia para los años 80 del siglo XIX.
Justamente a finales del siglo XIX y con mayor fuerza en las primeras décadas del
siglo XX, la economía colombiana experimentó un importante giro en la consolidación
de proyectos de índole industrial. Del mismo modo se acentuaron las dinámicas de
exportación y de tecnificación del Agro. La complejidad propia del gobierno de las
nuevas empresas tanto públicas como privadas demandó procesos de tecnificación, de
racionalización, de cálculo e incluso una reconsideración del tipo de moral y ética más
conveniente a la gestión y al trabajo en las organizaciones de la época. Un ejemplo que
ilustra adecuadamente esta situación es el proyecto agenciado por la Escuela de Minas
(Medellín – Antioquia) forjando para la nueva industria una visión ingenieril con profundos
matices técnico-racionales de gestión y medición de los procesos de producción y del
trabajo (Mayor, 2005). Esta nueva lógica se proyectó en el contexto nacional incluyendo
las entidades públicas.
Para el nuevo prototipo de empresa la contabilidad que se utilizaba resultó
insuficiente; la Escuela de Minas promovió la modernización de la contabilidad asociada
con empresas importantes de la época como el Ferrocarril de Antioquia, la Federación
Nacional de Cafeteros, las empresas textileras y algunas empresas públicas en las que
se desempeñaban los ingenieros. Atendiendo a las nuevas necesidades de control se
importaron del contexto norte americano técnicas contables modernas y mediciones
estadísticas que sirvieron para determinar el estado de la gestión de los recursos y ejercer
un control riguroso de los costos de producción. En sintonía con este panorama y dada
la importancia de la contabilidad2, lo que antes se enseñaba en cursos de economía
industrial sobre llevanza de cuentas, dio paso a la creación de asignaturas autónomas
sobre contabilidad industrial (Mayor, 2005).

2 En enero de 1916 el Boletín de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros al referirse a la obra


de G. Uribe expresaba: “[…] quien sepa que el nervio de las grandes empresas está hoy en la
contabilidad, y que los gerentes saben desde el bufete cuando un obrero sustrae materia prima o
descuida su tarea, comparando cifras, apreciará lo que vale la lección objetiva de unos libros bien
llevados”. (Mayor, 2005, p. 135)
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /19

Resaltamos a esta altura la incubación de la percepción de la contabilidad como


neural para ganar en la gobernabilidad de las empresas bajo la égida del espíritu capitalista
(Ospina, 2006; Gómez, 2006): la contabilidad como racionalidad calculante del capital.
Y también subrayamos la transferencia de tecnología contable en oposición al desarrollo
de una dinámica propia de agenciamiento local para constituir una contabilidad que
resolviera los problemas de información del contexto socio-histórico en cuestión. Estas
dos condiciones, la instrumentalidad de lo contable y la ausencia de un movimiento de
reflexión científico y tecnológico autóctono, signará el posterior desarrollo de la práctica
social de la contabilidad y también su devenir como disciplina académica universitaria.
El reconocimiento de la contabilidad como un saber complejizado sobre todo en la
perspectiva instrumental (como herramienta) y su importancia en el contexto empresarial,
convocan la necesidad de reconocer un estatuto profesional para el despliegue de
prácticas contables. De este modo la contabilidad se instituye como un acumulado
de conocimiento de carácter central en la formación de contadores públicos en las
universidades colombianas3. Una lectura minuciosa del vaivén de la formación contable,
del ejercicio profesional y sus impactos en la lógica económica del país trasciende el
objetivo de este estudio. Nos proponemos registrar algunas conclusiones que faciliten la
compresión del escenario académico y profesional de la contabilidad que caracteriza el
despliegue actual de los agentes contables. Pero, no olvidemos la tipificación expuesta
sobre las condiciones de la Universidad y la economía que condicionan el constructo
social de la contabilidad para nuestro caso, pues en ese contexto es que se re-crean las
tensiones propias del campo contable.
La definición de contenidos para la formación de profesionales de la contabilidad
ha estado caracterizada por la prevalencia de metodologías específicas de necesaria
utilización en los procesos de registro, información, fiscalización y configuración de cargas
impositivas. Al centrarse la atención en lo procedimental, la contabilidad sistemáticamente
fue excluida de su potencia disciplinal-científica y tecnológica para proponer e innovar
soluciones rigurosas a problemas concretos de las organizaciones. Si a esta connotación
sumamos la histórica propensión de la contabilidad colombiana a importar desarrollos de
otros países, en especial de Norteamérica, podemos señalar la idea general que matizó y
aún caracteriza a la contabilidad universitaria, en el sentido de cierta indiferencia por la
aplicación de lógicas científicas como la investigación y la crítica reflexiva.

3 Algunos de los trabajos que permiten una síntesis de la arquitectura de los tópicos profesionales
y universitarios relacionados con la contabilidad en Colombia son: Historia de la Contaduría
Pública en Colombia Siglo XX (Cubides, et al, 1999); Del hacer al saber: Realidades y perspectivas
de la educación contable en Colombia (Quijano et al, 2002); Reflexiones Contables: teoría,
educación y moral – Rafael Franco Ruiz; La educación contable: encrucijada de una formación
monodisciplinaria en un entorno complejo e incierto del profesor Guillermo Martínez;
Educación contable: antecedentes, actualidad y prospectiva – John Cardona y Miguel Zapata;
Dinámica de la concepción y la enseñanza de la teoría contable en Colombia (1970 – 2000):
Una exploración institucional – Mauricio Gómez; El marco conceptual del los Exámenes de
la Calidad de la Educación Superior; Libros de memorias de los Simposios de Investigación
y docencia contable; Libros de memorias de los Congresos Nacionales de estudiantes de
Contaduría Pública; entre otros.
20/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

Podemos adicionar otro factor. Lo que importamos de otros contextos no fue


polifacético. En general la Universidad se inspiró más en los asuntos relacionados
con el lado regulativo de la contabilidad, trasladando cuerpos de normas asociados
a la contabilidad financiera y formando en la aplicación de dichos criterios para las
organizaciones. En su momento en el contexto colombiano se confundió contabilidad
con contabilidad financiera y teoría contable con principios y normas de contabilidad
financiera (Gómez, 2009). Este aspecto modal de la contabilidad es lo que Ariza y Soler
(2004) connotan como modelo de difusión, es decir, un régimen universitario encargado
de difundir arquitecturas regulativas sin espacio para la crítica y la innovación.
No tendríamos cómo valorar en este escenario las prácticas sociales contables como
buenas o malas per sé. El contador público se instaló como un profesional encargado de
responder por las obligaciones de informar según los criterios dispuestos por el derecho
contable, información que sirve en diversos frentes como lo probatorio, lo decisional y
el control. En últimas esto es lo que las condiciones contextuales demandaban de él. Sin
embargo, la potencialidad inherente a una dinámica menos constreñida de despliegue
contable, ha sido inadvertida, situación que no ha favorecido procesos de equidad
en función del interés público y no ha fortalecido la confianza social en la figura del
contador.
En la década del 70 del pasado siglo se inició un proceso que fracturó algunas
condiciones, sobre todo, de la mirada disciplinal de la contabilidad. Pese a este movimiento,
las condiciones actuales sobre la contabilidad en Colombia mantienen características
similares a las expuestas en párrafos anteriores. Este proceso se desarrolló por la vía
política en tanto un sector de la profesión contable, contagiado a su vez por el auge de
las izquierdas, movilizó esfuerzos en contra de las condiciones del mercado laboral de los
contadores, visiblemente apoderado por las firmas multinacionales. Las resistencias en el
escenario anti-internacionalista fueron lideradas por profesores universitarios y algunos
profesionales agremiados quienes desarrollaron un conjunto de acciones ideológico-
políticas con miras a establecerse como contra-hegemonía de la visión transnacional
del mercado laboral, la visión instrumental de la contabilidad (técnica de registro), y el
despliegue universitario difusor de regulaciones contables foráneas.
Efectivamente algunos cambios se dieron. El impacto mayor fue absorbido por
la Universidad y la academia contable. Un conjunto de ideas novedosas empezaron
a pulular en el ambiente tales como la necesidad de reconocer el estatuto teórico-
epistemológico de la contabilidad, la valoración positiva de la investigación contable, la
menesterosidad de la creación de grupos y colectivos dedicados a la reflexión contable.
La inclusión en los planes de estudio de asignaturas como epistemología, historia, teoría
contable y humanidades (Quijano et al, 2002; Gómez, 2009) son ejemplos tangibles
de este movimiento, que observó en el escenario de la formación un punto de apoyo
para mejorar la intervención y papel de la contabilidad en la sociedad. Algunos
profesores y estudiantes universitarios fueron dando cuerpo a un plexo de documentos,
libros y artículos en los que se evidencia un conjunto de preocupaciones teóricas y
epistemológicas, apoyados en la producción que en este terreno venía desarrollando la
comunidad académica española y argentina, sumado al acceso a traducciones de textos
de la corriente latina y anglosajona de la contabilidad y el control (Gómez, 2009).
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /21

Algunas temáticas fueron acogidas con un importante vigor tales como, la identificación
de la naturaleza de la contabilidad y su objeto de estudio (utilizando referentes como la
teoría crítica, el materialismo histórico y el método dialéctico, la filosofía de la ciencia,
la sociología del conocimiento, entre otros), la caracterización de la contabilidad como
ciencia social, la comprensión de la utilización en el contexto internacional de algunos
presupuestos historiográficos y científicos para describir la evolución de la contabilidad
(categorías nocionales como paradigma, programa de investigación, matriz disciplinal,
red teórica), la problematización del entorno educativo de la contabilidad en Colombia,
algunos trabajos sobre historia de la contabilidad, también, el estudio de la regulación
contable y sus pretensiones en el espacio local y sus tensiones con las tentativas de
carácter internacional. Otros trabajos han buscado algunos nexos entre la corriente
filosófica y sociológica de la postmodernidad y el escenario académico y profesional de
la contabilidad.
También debemos señalar que por su parte otros académicos que poseen vínculos
cercanos con la corriente internacionalista desarrollaron trabajos que favorecían el espacio
de aplicación de normas contables, de auditoría y tributaria en la perspectiva profesional
así como libros de texto utilizados para la formación universitaria en la aplicación de la
técnica contable.
Aún con este esfuerzo de una minoría por ahondar en el estatuto epistemológico
de la contabilidad, por la movilización de prácticas de investigación, por la creación de
espacios de discusión, por el fortalecimiento de publicaciones y dinámicas escriturales, y
reconociendo la importancia que ello ha implicado para la contabilidad en su perspectiva
académica en nuestro contexto, el impacto en la Universidad y en el todo de la comunidad
contable sigue siendo insuficiente. A tal punto que en la actualidad estas narrativas de
la contabilidad como espacio disciplinal, con importantes campos de investigación y
con una potencialidad para trabajos interdisciplinarios, suenan exóticas, impertinentes
y con muy escasa capacidad de impacto sobre las prácticas sociales de los profesionales
contables. Al estar la contabilidad incubada en rutinas y monotonías, avariciosamente
conservada, signada por el conformismo y la constancia de lo legal-instrumental, marcada
por cierta lentitud (Bachelard, 1973), se hace más difícil institucionalizar algunas prácticas
que favorezcan una contabilidad más crítica y más innovadora y potenciar espacios de
formación para reconocer los movimientos de la reflexión e investigación contable en
contextos internacionales, así como para nutrirnos de un arsenal metodológico más
expedito para auscultar la realidad.
Coincidimos con el planteamiento del profesor Gracia quien identifica que en el
espacio universitario de la contabilidad no hay conciencia del valor de la ciencia entre
directivos, profesores y estudiantes (Quijano et al, 2002). También como lo afirma
Quijano existe aún una suerte de precariedad en la comunidad académica contable
y un desfase entre las transformaciones contextuales y la capacidad de respuesta de
la contabilidad (2001). Nosotros identificamos que, sumado a lo anterior, subsiste un
déficit metodológico y teórico en la comprensión de la contabilidad y sus posibilidades
en el terreno investigativo, aunado, a una práctica social contable (poco investigada)
ritual e instrumental que desconoce la potencia de otras perspectivas para mejorar la
intervención del contador público en las organizaciones.
22/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

Si las circunstancias descritas se refuerzan con el problema de la proliferación de


programas de Contaduría, las condiciones adversas para el ejercicio de la docencia, las
características de los estudiantes de Contaduría Pública que escogen mayoritariamente
esta carrera por intereses económicos sin una posición estética y política frente a su
formación (Rojas, 2008), entonces lo que visibilizamos es la necesidad de una serie de
giros en lo perceptual, lo institucional, y lo factual de la contabilidad.
Si los profesionales seguimos haciendo la pregunta reiterativa (que a la vez se vuelve
una sentencia evaluativa sobre lo importante) concerniente a la relación directa que
debe existir entre saber, formación y ejercicio, demostraremos la gran dificultad que
tenemos para entender en sentido amplio a la contabilidad. Si los profesores seguimos
pensando que la pregunta anterior de los estudiantes y profesionales es legítima, entonces
estaremos faltando a la responsabilidad que implica ser un guía en la comprensión de
esta importante disciplina. Lógicamente estas actitudes que tienen por entorno una
universidad pragmática y una sociedad que finca sus esperanzas en el mercado y en
el consumo, hacen cada vez más inmóvil en términos reflexivos y propositivos, a la
contabilidad.
Esta tensión entre instrumentalismo contable y desarrollo epistemológico y
metodológico de la contabilidad cede terreno del lado de la racionalidad práctica y
profesional en el caso de Colombia. Otro tipo de tensiones como el positivismo y el
normativismo (Matessicch, 2003) ni siquiera hacen parte de nuestra dinámica puesto
que el carácter de importadores de tecnología contable no nos deja espacio para la
decantación y la reflexión sobre sus procesos de producción. Mucho más lejano nos es,
por ejemplo, la tensión ortodoxia y heterodoxia en contabilidad; ante la ausencia de
estudios empíricos de corte lógico en consonancia con el primado de escuelas positivistas
y pragmáticas, sugerimos que la contabilidad para el caso colombiano no ha logrado un
bagaje conceptual y de trabajo de campo que permita una postura metodológica fuerte
en el estudio de las realidades organizacionales y sociales vinculadas a lo contable. Y esto
lo decimos porque en el escenario de lo heterodoxo que vincula corrientes interpretativas
y críticas con metodologías tan amplias como las que abarca el estudio cualitativo,
tampoco hemos iniciado procesos de reconocimiento teorético-metodológico.
Con lo que hemos enunciado en este apartado podemos sugerir que las dificultades
para un ejercicio disciplinado sobre el campo de la contabilidad y la resonancia
generalizada en su perspectiva instrumental-legalista, facilita la omnipresencia de
la contabilidad financiera con sus técnicas, sus precios y sus abstracciones, como el
referente privilegiado de la contabilidad en la sociedad colombiana. Y debemos dejar
sentado que este referente es entendido en su propuesta procedimental más no en
su entramado nocional, sus elementos prefigurativos y su potencia como correlato de
realidades sociales. Considerando que la contabilidad financiera es la visión hegemónica
no hemos comprendido sus consecuencias, que como toda consecuencia, son reales.
Queremos insistir en que son indispensables las discusiones sobre la precisión de la
contabilidad como campo epistémico, como disciplina con arreglos metodológicos, con
derivas tecnológicas y lógicamente con fuertes vínculos en el relacionamiento social,
organizacional, histórico y político. Esto que para algunos es perogrullesco, aún en gran
parte de la comunidad contable local suena ajeno y simple bagatela de academicistas
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /23

irremediables. Dado el imaginario colectivo de la contabilidad como técnica “neutral”


para el registro, procesamiento y revelación de información económica de entes
organizados, poseen mayor ductilidad las narrativas asociadas al restringido e importante
campo de la contabilidad financiera y tributaria y su nexo con el derecho, privilegiándose
de este modo el interés privado, subvalorando el papel de la investigación que puede,
como gran empresa de pesquisas científicas, mejorar los sentidos asociables a la
contabilidad, es decir, la búsqueda o construcción de nociones y campos que coadyuven
en la dignificación de lo humano y social desde el dominio de lo contable.

III. Las tendencias dominantes de la contabilidad


académica en el contexto internacional
Los orígenes históricos de la contabilidad en las prácticas sociales e institucionales
del Estado, las comunidades y el comercio son cada vez más documentados y mejor
comprendidos. El inicial ajuste empírico y la posterior decantación adaptativa de la
contabilidad, fue un proceso social e histórico que no surgió, ni estuvo enclaustrado, en
los confines de los gymnasiums, la akademeia o la universitas. No obstante, el proceso
de consolidación de un sustrato racional y causal para la explicación de los roles de la
contabilidad, en el sentido moderno del término, sólo se concreta con su entrada a la
universidad. Esta incursión y su permanencia caracterizan el desarrollo de todo producto
“racional”, legítimamente científico en la cultura occidental moderna.
La contabilidad ha estado presente en el contexto universitario a nivel internacional
de mucho tiempo atrás. La enseñanza de la contabilidad en la universidad Europea,
según las referencias más precisas, se remonta a los estudios en comercio, matemáticas
y legislación, entre otras (Vlaemminck, 1961). Existe suficiente evidencia histórica
que muestra los importantes esfuerzos y logros de reflexión en Europa sobre la
contabilidad y su estatus científico (Lopes de Sa, 2003). No obstante es evidente que
el proceso de formación y determinación de la academia contable contemporánea se
vio inescrutablemente condicionado y enmarcado en los Estados Unidos (Tua, 1982).
En el caso de la constitución de un <campo> académico delimitado, con un capital
simbólico propio (Bourdieu, 1985, 2003), el ingreso de la contabilidad a la universidad
Norteamericana, y la enseñanza sistemática de la profesión de “Contador”, puede
ubicarse como un importante hito para identificar las raíces contemporáneas de la
contabilidad académica (Manicas 1993).
Iniciado el siglo XX, la germinación de las ciencias sociales y de las disciplinas
ingenieriles en Norteamérica, dio espacio para la conformación de grupos de especialistas
que estructuraron un abordaje sistemático de diferentes herramientas, instrumentos y
oficios, tanto simbólicos como materiales, pretendiendo tornarlos en conocimientos
académicos (Manicas, 1993). El impulso industrial, la conformación social del tejido
político-económico de toda la unión de estados y los procesos que promovieron el
despegue de la hegemonía de Norteamérica, requirieron la entrada de diferentes oficios
y artes liberales a la universidad, tanto para su transmisión por la vía de la enseñanza,
como para su reproducción y legitimación en el proceso y estatus “científico”. Ciencia
24/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

y Tecnología están en la base del desarrollo del capitalismo (Horkheimer, 1995). La


contabilidad, al igual que la administración y otros campos, participó de este proceso. Con
ello, su enseñanza y dominio en herramientas, instrumentos y conocimientos, comenzó
lentamente a transitar de la exclusividad de las actividades mercantiles y de las casas de
contabilidad (nuestras contemporáneas firmas de auditoría) hacia las universidades.
La entrada, y permanencia, de la contabilidad en la universidad Norteamericana
estuvo envuelta en debates y reclamos de diversas fuentes. Por un lado, los saberes más
tradicionales de la universidad, y toda su estructura institucional y simbólica, veían como
extraña a la contabilidad en el contexto del saber “sacramental” de la academia. Henry
Hatfield señaló, en su alocución como presidente, en 1923, a la American Association
of University Instructors in Accounting, organización que antecedió a la American
Accounting Association – AAA –:
Estoy seguro que todos aquellos que enseñamos contabilidad en una universidad
sufrimos de una compasión implícita por parte de nuestros colegas, quienes consideran
a la contabilidad como un intruso, un Saúl entre los profetas, un paria cuya mera
presencia detracta la santidad de los pasillos académicos. (Hatfield, 1924 Pág. 242;
reimpreso en Chatfield, 1979)

Y, de otro lado, las propias firmas de auditoría, que detentaban el dominio del
entrenamiento, con una tradición amplia enraizada en sus casas matrices en Inglaterra.
Estas entidades estaban ancladas en la idea de la “maestría” del practicante por medio del
ejercicio de la profesión y vieron amenazada su posición hegemónica como forjadoras y
guías de los “iniciados” en la profesión. Ellas señalaron y atacaron el objetivo universitario
de monopolizar la enseñanza e investigación sobre los aspectos contables. Con todo ésto,
las presiones duales ante la presencia de la contabilidad en la universidad, vendrán a
extenderse, matizarse y reformularse en los años subsecuentes del desarrollo académico
de la contabilidad, incluso llegando hasta nuestros días (Fillingham, 2006).
Con los antecedentes señalados, la contabilidad fue paulatinamente marcando pasos
en su consolidación académica en Estados Unidos. Los primeros académicos contables
contemporáneos fueron profesionales con formación en campos muy diversos como
la ingeniería, el derecho, los estudios en comercio y la economía. En este sentido,
ellos no tuvieron un entrenamiento universitario especializado en contabilidad. Quizás
estos académicos encontraron, por su experiencia como practicantes, una identidad y
varios desafíos con, y en, la contabilidad. Esta dinámica se replicó, aunque con menor
ritmo, en Inglaterra y algunos países del continente europeo. No obstante, la evidente
“ventaja” social, económica e institucional consolidada por la hegemonía Norteamérica
en el comercio, la industria y las finanzas, a lo largo del siglo XX, vendría a potenciar la
dinámica y los esfuerzos de la academia contable en Estados Unidos.
En el proceso de consolidación de la academia contable se enfrentaron los propósitos
y requerimientos complejos de la Universidad (y sus saberes más tradicionales y
posicionados) y las demandas de la industria contable (que incluía a los practicantes,
las asociaciones profesionales, las firmas de auditoría y los nacientes organismos
reguladores). Pero la presencia de la contabilidad en la universidad entregó réditos a
ambos grupos de intereses. En primer lugar, a los académicos les permitió actuar de forma
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /25

más evidente e inmediata sobre el entorno productivo, económico y social. Es decir, la


universidad veía que su impacto en el medio se materializaba contundentemente con
los aportes de la contabilidad. En segundo lugar, la industria contable lograba legitimar
y revestir de la autoridad de la ciencia y de la aparente democracia de la Universidad,
sus actuaciones, reglas y recomendaciones. La conjunción de todo ello, favorecía el
proyecto Norteamericano de expansión económica, de búsqueda de eficiencia nacional,
económica y empresarial, basada en la “racionalidad” y el conocimiento científico y
tecnológico (Miller y O´leary, 1987). El proyecto de una fundamentación racional
y científica para la contabilidad y su conjunto de reglas, procedimientos, procesos y
tecnologías, se convirtió así en un propósito mancomunado.
Sin una pretensión totalizadora, y sin todo el rigor del caso, pueden marcarse tres
momentos de la academia contable en Estados Unidos, que permiten hacer distinciones
sobre las bases que dominan la evolución de la contabilidad académica y su relación con
otras disciplinas. Muy cercano a esta demarcación, Mattessich caracterizó los soportes
conceptuales de estos momentos, como tradiciones de investigación en contabilidad
(Mattessich, 1988).
En un primer momento la contabilidad académica concibió sus manifestaciones
prácticas como sistemas para el control y la rendición de cuentas. Tales sistemas estaban
sintonizados con la salvaguarda de la propiedad de terceros e inversores y buscaban ser
útiles para la regulación de la relación de estos agentes con la empresa, la gerencia y la
sociedad (Williams, 2004a, 2004b; Gil, 2007). Por ello, la academia contable estuvo muy
relacionada en sus inicios con el derecho pero, por lo propio del carácter convencional y
contextual de muchas de sus fuentes, tal interrelación resultó insuficiente para el proyecto
científico universalista que pretendía la causalidad lineal en sus explicaciones. Al mismo
tiempo, por la presencia de la contabilidad en escuelas humanistas (Art Schools), la
historia y algunas otras disciplinas sociales, aportaron en el empeño de búsqueda de
explicaciones sobre la evolución y contingencia de la contabilidad en el marco de las
leyes, las formas empresariales y los procesos de expansión del capitalismo comercial
e industrial. Los trabajos pioneros de H. Hatfield, A.C. Littleton, W. Vatter, entre otros,
muestran tal estirpe y relación (Littleton, 1958; Chatfield, 1979). Finalmente, en este
primer momento, la consolidación de la ingeniería y su empuje a la administración
científica, vendrían a proveer de unas bases interdisciplinarias de mayor sintonía con las
expectativas y necesidades de la contabilidad académica racionalista. Este es el factor
que permite distinguir el surgimiento de un segundo momento en la academia contable
dominante.
La ingeniería, la administración científica, la psicología conductista, la sociología
funcional y las primeras visiones de la economía neoclásica, hacen parte de los cimientos
del proyecto académico contable en Estados Unidos en este segundo momento.
Allí comienza el proceso de fundamentar un rol más científico para la “métrica” en
contabilidad. La relación entre control y medición, pese a no desplazar completamente
el centro de atención de la contabilidad de la rendición de cuentas, se hace cada vez
más técnica y enfatiza en la eficiencia y maximización del bienestar individual privado.
La medición se establece como un proceso característico de los saberes científicos
(Bunge, 1996). Mattessich dirá que las interrelaciones de la contabilidad con los
26/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

métodos cuantitativos y con la ciencia de la administración, potenciaría su rol como


sistema de información por su capacidad métrica (Mattessich, 1964). El propósito de
mover a la contabilidad del espectro de las mediciones arbitrarias y determinísticas, hacia
las mediciones probabilísticas y de confianza, se materializa en este momento de la
contabilidad académica (Ijiri, 1967; Mattessich, 1964).
El rol de la contabilidad al interior de la fábrica, el proyecto de la ingeniería para
la medición de la productividad, de los tiempos y movimientos, de la eficiencia, de la
eficacia, entre otros, vendrían a posicionar a la contabilidad como un sistema para la
medición detallada y, por ende, para la prescripción y el control del trabajo en la firma.
Con ello, los propósitos de la psicología industrial y la sociología funcional, como la
mitigación del conflicto y el logro del objetivo empresarial de rentabilidad, se viabilizarían
gracias a la contabilidad de gestión, el costeo y el presupuesto (Miller y O`leary, 1987).
En el espectro de la contabilidad externa, sea ésta los reportes financieros o la auditoría,
la oleada métrica implicó profundas reflexiones sobre el papel de la valoración en la
representación de “hechos” económicos. La discusión sobre patrones convencionales
muy tradicionales, como la medición al costo histórico, aunado a un contexto mundial
inflacionario en época de posguerra, permitió el replanteamiento de las metodologías para
la medición de las depreciaciones, la asignación de los costos a periodos y el surgimiento
de nuevos criterios de valoración para la determinación del ingreso y de la renta
empresarial. La reflexión y el surgimiento de corrientes de opinión sobre las diferentes
nociones de costo, precio, valor, dieron para reconfigurar el núcleo y el contorno de la
contabilidad financiera y la auditoría, cada vez más ligado a la economía académica.
Este segundo momento dotó con mayores características de la ciencia positivista a la
contabilidad académica Norteamericana.
En este segundo momento, la participación de los académicos, por medio de la AAA,
permitió impactar varios espacios de la regulación contable. Su prestigio intervino en la
búsqueda de reglas racionales para la contabilidad financiera y la auditoría y consiguió
que la emisión de reglas tuviese en cuenta la investigación, tanto académica como
profesional. De allí que su capacidad, por supuesto restringida, para influir la práctica
cotidiana, ganó en legitimidad dentro y fuera de la Universidad.
Finalmente podríamos caracterizar un tercer momento de la academia contable
de Estados Unidos y, por su capacidad prescriptiva, de la academia dominante a nivel
internacional. En tal espacio pueden incluirse dos grandes influencias interdisciplinarias.
De un lado, la influencia de la economía marginalista y, de otro lado, el surgimiento
y lenta consolidación de las teorías económicas de la información. Esta es la entrada
tardía del utilitarismo económico en la contabilidad (Tinker, Merino & Neimark, 1982).
Algunos han denominado este momento de la contabilidad como el paradigma de la
utilidad de la información contable (Cañibano y Angulo, 1998). Bajo el patrocinio de la
economía académica, la contabilidad fue concebida como un apéndice del marginalismo
neoclásico. Su función era la representación económica de las transacciones, para
dotar de “información” a los agentes. Esto restringía el rol de la contabilidad al espacio
de construcción de señales para el mercado, expresadas en términos de precios.
Al mismo tiempo, reconfiguraba el rol de la contabilidad a partir de los supuestos,
bastante restrictivos, del equilibrio de mercado y de la racionalidad maximizadora del
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /27

homoeconomicus estándar. El mayor logro de esta visión fue imprimir y trasladar los
supuestos metodológicos del positivismo a la reconfigurada concepción de la contabilidad
(Abdel-khalik & Ajinkya, 1979). Aquí se establecieron como propios para la contabilidad,
los fines de predicción y control que la ciencia positiva perseguía (Watts y Zimmerman,
1986; Monterrey, 1998).
Se conoce como nueva investigación empírica (Tua, 1991) al esfuerzo sostenido que la
academia contable emprendió para el desarrollo de investigaciones con bases de datos,
cifras contables y estadísticas micro y macroeconómicas, entre otras. Estos esfuerzos
fueron dirigidos por una concepción de la contabilidad según la cual, el papel de la teoría
era constituirse en una descripción de las prácticas y comportamientos de los contadores
y de los agentes vinculados, e interesados, con los hechos contables, tal y como ellos
“eran”. Los modelos descriptivos, al mejor estilo de la corriente dominante en economía,
se convirtieron en el centro de atracción de los académicos contables. No obstante, las
críticas que recibió la mainstream en economía, pronto recayeron sobre la academia
contable. Los límites de la racionalidad de los agentes, los costos de transacción, todas
las demás dimensiones institucionales del mercado y el profundo cuño prescriptivo
que residía en el fondo metodológico del positivismo4, vinieron a evidenciarse y a
contraponerse a la visión purista y estilizada de los modelos econométricos. Desde allí se
evidenció que esta concepción era una visión muy cómoda para la reflexión académica
positivista, pero muy poco realista y muy restrictiva para la comprensión de los roles de
la contabilidad en la realidad organizacional y social de la economía de mercado.
Pronto varios de los argumentos críticos hacia el marginalismo consolidaron un campo
de reflexiones con cuerpo y dimensión propios: la llamada economía de la información.
Algunos de sus puntos de preocupación, tales como el riesgo moral (moral hazard), la
selección adversa y los costos de agencia, pronto pasaron, de ser visiones críticas, a
convertirse en un marco que ajustaba, sin necesidad de modificar sustancialmente,
los postulados y cimientos ontológicos y metodológicos de la visión marginalista. La
teoría de la agencia, la economía de los costos de transacción y en general las visiones
contractualistas de las interacciones económicas, comenzarían a conformar una visión
económica de la información. Con ello, una buena dosis de las primeras reflexiones de
la economía de la información, se convirtieron en la nueva ortodoxia. La contabilidad
comenzó a entenderse como un sistema, quizás como un dispositivo, de producción de
señales para el mercado. Un mecanismo que permitía configurar las expectativas y dirigir
las acciones de los agentes hacia el equilibrio competitivo, en un marco de restricciones
institucionales. Así, el puente tendido entre la economía marginalista, su ajuste por medio
de la economía de la información y las modernas teorías de la economía financiera, se
configuraron como la nueva punta de lanza de la academia contable.

4 Tradicionalmente el positivismo se plantea como una postura epistemológica neutral, libre de


sesgos y de juicios de valor, que, por tanto, se circunscribe sólo a “describir” el entorno externo
como objetividad. Por tanto no acepta su fondo prescriptivo.
28/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

En este punto, la formación doctoral, los encuentros académicos especializados, las


revistas de difusión científica y los mecanismos de gestión de una carrera académica, se
encuentran ampliamente institucionalizados para promover este entramado simbólico y
cultural, es decir, esta visión de la contabilidad académica y, en un proceso complejo,
tornarla hegemónica.
Toda esta visión economicista terminó consagrando una concepción de la contabilidad,
pero sobre todo de su resultado (la información), como un bien económico privado y
costoso, que estaba regido por la lógica genérica del “mercado”, tal y como éste había
sido conceptualizado por la economía académica (Williams, 2004a, 2004b). Con ello, la
disciplina contable se alejó cada vez más de una visión orgánica del interés general y de
sus dimensiones morales y políticas para el control y la rendición de cuentas, dimensiones
que fueron consolidadas en el devenir histórico de la contabilidad como práctica social
e institucional.
Vista en conjunto, la evolución de la contabilidad académica permite argumentar
que, desde hace bastante tiempo, la contabilidad ha estado involucrada en un proyecto
interdisciplinario (Roslender y Dillard, 2003). Pero este proyecto ha sido esencialmente
funcional, comprometido con los objetivos de eficiencia y racionalización instrumentalista.
Ello no significa el fortalecimiento en la comprensión misma de las diversas dimensiones
y roles de la contabilidad. No obstante, las relaciones construidas con diversas disciplinas,
como hemos señalado, permitieron la extensión y amplificación de la capacidad de la
contabilidad para prescribir y determinar acciones, pautas y procesos, trascendiendo las
empresas, extendiendo su lógica y lenguaje a la diversidad organizacional, y llegando
incluso más allá de los procesos productivos de mercado. Tal situación también facilitó
extender las nociones y condiciones ideales de control y predicción, que caracterizan
los saberes científicos positivistas, a la contabilidad (Chua, 1986; Williams, 1992). Así,
la contabilidad académica, desde esta concepción, se posicionó, al decir de Manicas,
como la reina tecnocrática en las ciencias sociales (Manicas, 1993).
Para concluir este apartado sobre las tendencias dominantes a nivel internacional,
queremos resaltar dos grandes grupos de tensiones, una falacia y una posibilidad de la
academia contable a nivel internacional.
El primer grupo de tensiones proviene, como lo dijimos antes, del choque de intereses
entre los saberes académicos y las presiones del entorno de la industria contable. Esto es,
la tensión entre la sistematización y abstracción académica y el entrenamiento para el
ejercicio profesional. Estas tensiones subsisten y se hacen más evidentes en épocas de crisis
socio-económicas como las actuales. El academicismo de corte economicista, altamente
estilizado y cuantitativo, es atacado por el empirismo de los practicantes, señalando
su difícil acceso para los profesionales promedio, por su actitud despectiva hacia la
cotidianidad y sentido común de los contadores. Y el espíritu instrumental y acrítico de la
reproducción de reglas legales o profesionales, muchas de ellas insuficientes o “sesgadas”
hacia los intereses más poderosos, es cuestionado por los académicos. Ambos grupos
se señalan mutuamente como culpables activos en los descalabros de la educación y
la ética contables (Mattessich, 2007; Zeff, 2003a, 2003b). El objetivo de pactar, para
convivir, puede promover lentos procesos de avance para la academia contable. O,
también, puede suscitar la adopción de las visiones más institucionalizadas, ya no sólo
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /29

en la academia, sino en el mercado. Con ello, la academia contable terminaría siendo


profundamente conservadora, cuando en realidad se requieren rupturas significativas
para la innovación y el enfrentamiento de la crisis.
El segundo conjunto de tensiones, proviene de las demandas por una mayor
interdisciplinariedad que hoy vivencia toda la academia. Como lo interpretamos
en la evolución que hemos descrito, la entrada tardía de la contabilidad al contexto
universitario no ha permitido una decantación sustancial de sus roles, razones y de sus
dimensiones epistemológicas y ontológicas. La contabilidad académica ha estado en un
entorno interdisciplinario, pero ese contexto no ha sido suficiente para comprenderla
cabalmente, sino que ha potenciado su funcionalización e instrumentalización. No
toda instrumentalización proviene de la comprensión; ni toda funcionalización genera
explicación y comprensión. Quizás esto ha acontecido con la contabilidad académica.
Las demandas por una interdisciplinariedad superior a la actual y necesaria para la
“comprensión compleja” de la “realidad compleja”, implican movernos más hacia
afuera, que hacia adentro de la contabilidad. Pero los vacíos que aún residen en la
comprensión académica de la contabilidad son muy amplios. Movernos hacia los
destellos de conocimientos más sistemáticos, aportará en el empeño de la construcción
de la disciplina contable, pero implicará la consolidación de un ethos agudo, para evitar
aplastar o pasar por alto, los matices propios de la contabilidad. ¿Están los académicos
contables dotados, interesados y en capacidad de forjar este ethos? ¿Podremos asumir con
gallardía las pequeñas dimensiones y sutiles aspectos de la contabilidad, o nos moveremos
a la estilización de, por ejemplo, los quantums y la microfísica? En parte, allí residen
las tensiones de la interdisciplinariedad. Con esta selección de textos paradigmáticos,
antecedida por este estudio introductorio, queremos aportar a la tarea de vivir en esta
tensión. Pensamos que la mundialización económica, cultural, social y académica es un
hecho, pero negamos el proyecto de afirmar que existe una sola vía, un solo camino o
una sola forma de mundialización. Por ello nos negamos a creer que la homogeneización
sea la opción, tanto para la contabilidad y su ejercicio, como para la academia contable.
Comprendemos y aportamos con este estudio introductorio al análisis del devenir de
la académica dominante, pero con el compendio de artículos buscamos la diversidad,
la divergencia, la convergencia en el vivir –convivencia–, y mostramos las posibilidades
de lo “alterno”, de lo “heterodoxo”. No abogamos por visiones “críticas” para siempre,
sino como necesidad dialéctica en el incesante cambio. Por ello, para nosotros la
homogeneidad es un propósito de la lógica y del sueño mecánico de la acumulación al
infinito, que se desprendió de algunas interpretaciones y caminos de la modernidad. Por
tanto, pensamos que una sola corriente académica, una única visión de la contabilidad,
no sólo es inconveniente, sino una falacia.
Las visiones interdisciplinarias para una comprensión crítica, conjugadas con
la necesidad de estudiar la especificidad social, política, cultural y económica de los
contextos diversos, nos parecen una excelente oportunidad para la academia contable.
Quizás mejor, para la disciplina contable. El calificativo de “críticas” que acompaña
a estas corrientes interdisciplinarias, implica una duda sistemática y razonable y el
compromiso con el cambio del status quo. Algunos ejemplares críticos, estarán también
soportados en enfoques radicales sobre el rol de la contabilidad como justificadora y
30/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

legitimadora del poder y la dominación. Recomendamos abordar con escepticismo


crítico y analítico la batería de conceptos, arquetipos e interpretaciones que las visiones
interdisciplinarias y críticas de la contabilidad nos proponen. Estas aproximaciones nos
muestran la posibilidad de “ver” de otra manera a la contabilidad. Pero ellas también han
sido consolidadas a partir de contextos, procesos y trayectorias que no necesariamente
se acompasan ni concuerdan con nuestra propia realidad. No obstante, con todo ello,
la posibilidad y oportunidad que nos brindan estas aproximaciones, implican repensar,
replantear y ampliar nuestro horizonte para construir una contabilidad a la talla de nuestros
problemas, de nuestras necesidades y de los objetivos colectivos de bienestar sostenible y
auténtico para el hombre y la naturaleza. Esta es una posibilidad que debemos construir
entre todos.

IV. Las visiones interdisciplinarias y críticas a través de


los textos seleccionados
No pretendemos en este breve apartado realizar una síntesis de las visiones heterodoxas
en la contabilidad. Nuestro propósito es que cada uno de los textos seleccionados,
traducidos y publicados en este libro, permitan al lector avanzar en la comprensión
de los diversos matices de las corrientes interdisciplinaria y crítica. Esperamos también
que los comentarios que acompañan a cada texto ayuden en tal propósito. Preferimos
mejor discutir aquí muy someramente las generalidades que promuevan una ubicación
conceptual y una mayor valoración de estas corrientes.
El proyecto interdisciplinario y la dimensión crítica de la contabilidad, en el sentido
que aquí los abordamos, cuentan con una tradición iniciada a finales de los años 70 del
siglo pasado. Tales visiones son complejas, diversas y no han guardado una sincronía
plena. Se puede marcar su emergencia con nitidez, a partir de la sistematización de sus
textos en la revista Accounting, Organizations and Society en Inglaterra. Luego surgiría la
muy aguda Critical Perspectives on Accounting.
El uso indiferenciado que comúnmente se hace entre visiones interdisciplinarias y
críticas, para hablar de lo heterodoxo en contabilidad, reclama distinguir y aclarar que
la corriente dominante en la academia contable también ha sido significativamente
interdisciplinaria (Roslender y Dillard, 2003). Pero, como apuntamos precedentemente,
su énfasis interdisciplinario ha sido funcional y ha estado enmarcado en los cánones
metodológicos del positivismo, en lo referente a su epistemología; en el empirismo,
en su dimensión ontológica; y en una perspectiva metodológica que ha extendido los
instrumentos y racionalidad de la ciencia natural decimonónica (Chua, 1986; Larrinaga,
1999; Roslender y Dillard, 2003). En ocasiones, muchas de estas fuentes intelectuales y los
presupuestos que le dan base no han sido sujeto de reflexión, distinción o concientización
por parte de quienes conviven en la corriente dominante.
Las visiones que aquí denominamos heterodoxas, incluso las perspectivas menos
comprometidas con la intervención para el cambio radical de las condiciones sociales, por
tanto concentradas en la interpretación de la acción social, se diferencian de otras visiones
interdisciplinarias por la claridad en su posicionamiento ontológico, epistemológico y
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /31

metodológico (Larrinaga, 1999). Al mismo tiempo, se preocupan por diferenciarse de la


ciencia positiva, del monismo metodológico, del objetivo de dominación y predicción
y de la causalidad lineal que el proyecto homogenizador y unidimencionalizador de la
ciencia occidental convencional consolidó. En síntesis, se comprometen con una ciencia
social abierta (Wallerstein, 1996).
Pensamos que este posicionamiento en las tres dimensiones señaladas (ontología,
epistemología y metodología) y el compromiso con una ciencia social abierta, son las
marcas distintivas de la heterodoxia contable. Por supuesto, estas corrientes tienen sus
problemas (Neimark 1990; Roslender y Dillard, 2003), pero deberemos identificarlos,
comprenderlos y sortearlos en el proceso de navegar por la compresión-construcción
de la disciplina contable. Los textos seleccionados en este libro buscan acompañar el
proceso de abordaje de estas visiones.
La selección que realizamos y su orden de presentación, guardan a la vez una secuencia
cronológica y metodológica que marca pautas para adentrarse en las visiones heterodoxas.
Este recorrido puede ejemplificar lo más paradigmático de sus orígenes, hasta algunos de
sus énfasis de mayor actualidad. Hemos escogido documentos de reflexión teórica, así
como estudios de campo con gran capacidad de contrastación de estas teorías. El objetivo
que guió la selección fue documentar y soportar la necesidad de la relación abstracción-
concreción-abstracción, que el proceso auténticamente científico y comprometido con
el discurso responsable deberían promover (Bauman y May, 1990), desde las visiones
heterodoxas. En esta selección muchos documentos, y muy importantes autores, no han
sido incluidos. Baste referenciar sólo a dos de los más representativos, los profesores
Anthony Hopwood y Tony Tinker. O, en equidad de género, a dos de las mujeres más
prolíficas en la academia heterodoxa, las profesoras Marilyn Neimark y Barbara Merino.
Pero, como lo hemos señalado, los objetivos planteados y la apenas evidente restricción
de espacio, nos llevaron a esta selección. Esperamos que los documentos incentiven a
otros académicos e investigadores a preocuparse por éstos y muchos otros autores. La
estructura del libro es como se presenta a continuación.
Primero aparece el texto de la profesora Wai Fong Chua, titulado “Desarrollos
radicales en el pensamiento contable”, escrito en 1984 y publicado hacia finales de 1986
en The Accounting Review Vol. 61. No. 4, de la American Accounting Association. Es
bien significativo que hubiese aparecido originalmente en la revista académica de mayor
prestigio y estatus en la corriente dominante. Quizás no es extraño, por su tono, que
hubiese tardado casi dos años en su publicación. Este documento, todo un clásico de
amplia celebración cuando apareció y aún vigente, ha sido seleccionado por su síntesis
en la caracterización de las tres dimensiones señaladas anteriormente, en las corrientes
funcional, interpretativa y crítica en contabilidad. Su fortaleza es teórica, con una amplia
fundamentación filosófica y epistemológica. Ha sido compendiado en varios otros libros
y se encuentra entre los textos más citados tanto por ortodoxos como, evidentemente,
por heterodoxos.
El segundo y tercer artículos, se caracterizan por proponer diferentes
encuadramientos para comprender a la contabilidad en su contexto organizacional
y social. Mayoritariamente se constituyen en marcos conceptuales para introducir las
reflexiones de diferentes visiones y preocupaciones de la sociología, en la comprensión
32/ Avances Interdisciplinarios para una Comprensión Crítica de la Contabilidad

de la contabilidad como fruto de las relaciones sociales, las instituciones y las acciones
de los individuos.
El segundo artículo se titula “Sistemas contables y sistemas de rendición de cuentas:
comprendiendo las prácticas contables en sus contextos organizacionales”. Apareció en
1985 en Acounting, Organizations and Society Vol. 10 No.4, y fue escrito por los profesores
John Roberts y Robert Scapens, académicos de gran reconocimiento internacional. Su
utilización de la teoría de la estructuración de Anthony Giddens, se ha convertido en
un marco teórico de referencia para comprender la manera como la contabilidad se
reproduce en el contexto de dualidad social, es decir, en las estructuras sociales y en la
capacidad de la agencia humana. Ha sido muy útil para interpretar y comprender las
dinámicas de los sistemas de contabilidad de gestión.
A su vez, el tercer documento es “La contabilidad como una institución de
legitimación”, escrito por un académico de estirpe interdisciplinaria, el profesor Alan
Richardson, fue publicado en Accounting, Organizations and Society Vol 12 No 4,
en 1987. Este documento, luego de pasar revista a varias corrientes sociológicas de la
legitimidad, permite descentrar el discurso contable del proyecto dominante según el
cual la producción de la información contable, aparentemente, se hace “para satisfacer
a los usurarios”. Este documento es la entrada de la preocupación por los intereses del
productor de la información, articulando una de las corrientes que explican los procesos
de legitimación de las organizaciones.
Los artículos publicados en cuarto y quinto lugar incorporan trabajos de contrastación
con diseño metodológico, casi de campo: uno de corte histórico y el otro como estudio
de caso con instrumentos cualitativos.
El artículo que aparece en cuarto lugar se titula “La contabilidad y la construcción de
la persona gobernable”. El documento fue escrito por dos de los más prominentes autores
heterodoxos, los profesores Peter Miller y Ted O’leary y apareció, al igual que el anterior,
en 1987, esta vez en la Accounting, Organizations and Society, Vol 12 No 3. Con el
fondo intelectual y metodológico de la genealogía de Michel Foucault, el documento
discute las fuentes históricas de la contabilidad de costos y presupuestos, ubicándolas
en las relaciones de control que subyacieron a las sociedades industrializadas de inicios
del siglo XX. Con ello, las explicaciones convencionales de corte técnico e intra-firma
sobre el surgimiento de la contabilidad de costos, se ven contrapuestas por las hipótesis
sobre los mecanismos de dominación que el proyecto de la persona calculable generó
en Estados Unidos e Inglaterra.
“La planeación de negocios como pedagogía: lenguaje y control en un campo
institucional cambiante”, aparece como el documento en la quinta posición de la
publicación. Este es un trabajo interdisciplinario no sólo por sus fuentes conceptuales,
sino también por sus autores. Ellos son los profesores Leslie S. Oakes, Barbara Townley
y, un académico contable muy connotado en las corrientes críticas, el profesor David
J. Cooper. Este documento fue difundido en una de las revistas de mayor prestigio en
la corriente dominante de la gestión, cuando convocó un número especial sobre las
modernas dimensiones del control y la administración; tal revista es Administrative
Science Quarterly, No. 43. Con base en la teoría del campo de Pierre Bourdieu, los autores
buscan nutrir las visiones del neoinstitucionalismo sociológico organizacional. Con un
Ampliando las fronteras en la disciplina contable /33

estudio de caso en el sector de los museos y la cultura en Canadá, el trabajo se constituye


en un ejemplo metodológico cualitativo y en una apuesta intelectual enriquecedora para
comprender la manera como actúan el capital simbólico y los mecanismos de planeación
y gestión, en la expansión de nuevos campos y en la colonización del campo cultural por
el campo económico y de los negocios.
Finalmente, el sexto documento, el más reciente de todos, se titula “¿Cuál es el
significado de ‘interés público’? Examinando la ideología de la profesión de la contaduría
pública americana”. Este documento, autoría del profesor Richard Baker, apareció
en 2005, en una revista de sustancial contenido crítico y gran compromiso con la
contabilidad social y medioambiental: Accounting, Auditing and Accountability Journal,
Vol. 18, No. 5 y ha sido también editado en un libro monográfico sobre los temas de
interés público. El trabajo realiza una reflexión teórica, con una contrastación a partir de
fuentes secundarias, para caracterizar el fondo ideológico de las afirmaciones retóricas
de la profesión contable, según la cual ésta sirve al interés público. Contrastando,
además, fuentes conceptuales en la noción de ideología como las de Carlos Marx y Paul
Ricoeur, el documento presenta las múltiples dimensiones discursivas del interés público
y caracteriza los intereses subyacentes en la estructura profesional americana. Es un texto
muy esclarecedor para comprender los tiempos de crisis actuales a nivel internacional y
la participación de los contadores públicos y de la contabilidad en sus causas.
De nuevo, esperamos que esta selección sea del agrado y de utilidad para la
comunidad académica contable de nuestro país y del mundo hispanohablante.

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