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URBANAS:
LOS CASOS DE COSTANERA
NORTE Y SANTA CATALINA
Ana Di Pangracio,
Claudia Furman y
Alberto De Magistris
RESUMEN EJECUTIVO
Ver: http://www.un.org/es/development/desa/news/population/world-urbanization-pros-
1
pects-2014.html (2014)
Reservas naturales urbanas: los casos de Costanera Norte y Santa Catalina 201
de líderes conservacionistas, agua potable, y seguridad ante riesgos
ambientales como las cada vez más frecuentes y más fuertes tormentas,
consecuencia del cambio climático.
Cuando estos sectores naturales resguardan paisajes típicos de una
región, con sus árboles, plantas y especies animales nativos, pueden ser
reconocidos como áreas protegidas urbanas. Cabe resaltar que las áreas
protegidas son elementos medulares de toda estrategia de conservación,
siendo esenciales no sólo para proteger la biodiversidad sino también para
asegurar la provisión de servicios ecosistémicos fundamentales. Una buena
planificación y gestión de los espacios verdes en ciudades, incluyendo
la creación de reservas naturales urbanas, puede significar importantes
beneficios ambientales, mejorando la calidad de vida de los citadinos,
y una mejor concienciación ciudadana hacia el respeto a la naturaleza;
especialmente, ante preocupantes recientes noticias que indican que los
humanos -y particularmente los niños- pasan cada vez menos tiempo en la
naturaleza2.
En este marco, damos cuenta en este artículo de dos casos relevantes
de áreas protegidas urbanas: la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria-
Costanera Norte en plena Capital Federal y la Reserva Natural Provincial
Santa Catalina en el Conurbano Bonaerense. Se destacan sus valores de
conservación y educativos, como también, las amenazas que sufren e
iniciativas ciudadanas existentes para la salvaguarda de estos valiosos sitios
naturales.
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Ana Di Pangracio,
Directora Ejecutiva Adjunta (FARN)
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área; y consideraciones sobre la reforestación con especies autóctonas de
las zonas desmontadas por la ejecución de proyectos anteriores. Sin embar-
go, atento aun el convenio entre la UBA y el GCBA no se ha suscripto, no
existe todavía plan de manejo. De todas maneras, la falta de existencia de tal
plan no debe ser excusa para la toma de medidas en el territorio a fin de pro-
teger a la Reserva de las diversas amenazas que afronta tales como la caza
furtiva, incendios, el avance de especies vegetales exóticas, asentamientos,
eventos de inseguridad, falta de cartelería, y colmatación del humedal (parte
central del área protegida).
El potencial para la educación ambiental de la RECN es enorme, ponderan-
do que en el mismísimo lugar se encuentra la Facultad de Ciencias Exactas
y Naturales (FCEyN) de la UBA, con miles de alumnos que podrían hacer sus
prácticas en dicho sitio natural, a solo metros del lugar donde estudian. Pero
también desde la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) pue-
den generarse iniciativas en el territorio en línea con los fines propios de una
reserva urbana, generando conciencia entre futuros profesionales no siem-
pre cuidadosos del ambiente. En 18 hectáreas, este sitio natural presenta
una variedad de especies animales y vegetales única para un ámbito urbano.
Se han contabilizado 123 especies de aves, 3 de peces, 4 de anfibios, 7 de
reptiles, 10 de mamíferos, 8 de invertebrados y 20 especies vegetales4.
Por estas razones, desde 2014 FARN viene dando seguimiento a la imple-
mentación de la Reserva, y ejerciendo incidencia a los efectos de la firma
del tan necesario convenio. Las respuestas a una serie de notas y pedidos
de acceso a la información pública ambiental interpuestos por la fundación,
tanto desde el GCBA como la UBA, denotan que lo más contencioso resulta
ser el aspecto financiero para llevar adelante muchas de las acciones antes
referidas.
Atento los sitios son de quienes están allí presentes, en 2016 FARN conformó
junto con Fundación Vida Silvestre Argentina y Aves Argentinas el Grupo Cos-
tanera Norte el cual, junto a otras organizaciones y grupos locales que traba-
jan en el área, inició una serie de acciones voluntarias para la puesta en valor
de la RECN y para acercar a la gente a la misma, atento muchos porteños
ignoran su existencia. Así, se han efectuado sendas y exitosas jornadas de
limpieza del humedal y áreas circundantes junto a decenas de voluntarios, y
en colaboración con personal de CLIBA y de la Dirección General de Limpieza
del GCBA. Esto permitió retirar más de 7 toneladas de basura del lugar e iden-
tificar las principales fuentes de la misma. Tristemente, una de las principales
fuentes de los residuos que afectan a la Reserva es la propia FADU.
4
Más información en:
http://coarecn.blogspot.com.ar/; http://recostaneranorte.blogspot.com.ar/
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sur de la cuenca Matanza-Riachuelo, junto con la vecina Reserva Provincial
Laguna de Rocha, ubicada a 2200 metros de distancia.
Las restantes 350 hectáreas de Santa Catalina contienen bosquecillos re-
manentes de tala; pastizales de loma y media loma; matorrales autócto-
nos con chilcas y otras especies nativas; bosques implantados mixtos –uno
de los más antiguos del país-, se conocen como “Reserva Micológica Dr.
C. Spegazzini”; varias parcelas bajo uso agro-ganadero y una docena de
edificios históricos de fines del siglo XIX rodeados de parques con árboles
añosos. Todo este mosaico se conjuga dando como resultado un paisaje
cultural inigualable en la región, a la vez que complementan los atributos de
Santa Catalina como área protegida urbana, íntimamente ligada a objetivos
educativos. En efecto, es uno de los pocos lugares del conurbano bonae-
rense con este tipo de atributos armónicamente integrados y activos, y el
único donde aún tienen lugar prácticamente las mismas labores que hace
150 años atrás, es decir, aquellas relacionadas con la enseñanza de las dis-
ciplinas agropecuarias, a lo cual se suma hoy la dimensión del cuidado de la
naturaleza y la educación ambiental.
En cuanto a la biodiversidad, se registraron hasta el momento unas 1200 es-
pecies de plantas superiores, hongos y algas, así como unas 400 especies
animales, incluyendo aves, mamíferos, peces, reptiles, anfibios, moluscos
e insectos. La variedad de aves constituye un renglón digno de destacar,
pues hasta la fecha se han observado en el lugar 192 especies, cifra que
representa casi el 50% de la diversidad de aves de la provincia de Buenos
Aires.
Santa Catalina no está exenta de los problemas socio-ambientales que
aquejan a todo el territorio del conurbano bonaerense, ni de los intereses
económicos incongruentes con la normativa vigente y la preservación de
los pocos espacios naturales remanentes. A causa de que persisten con-
flictos de dominio y uso del suelo, la Reserva aún no está inaugurada, ni
zonificada formalmente y, por lo tanto, no cuenta con guardaparques ni un
plan de manejo integral en ejecución. Esto hace que se establezcan en di-
ferentes puntos iniciativas fuera de contexto de la conservación, con la ca-
pacidad de afectar la integridad del área protegida. No obstante, distintos
organismos del Estado, desde la autoridad de aplicación (Áreas Naturales
Protegidas del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible -OPDS),
la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), la Autoridad del
Agua y Juzgado Federal Nº 2 de Morón, junto a la ONG Pilmayqueñ se
mantienen audiencias judiciales, reuniones frecuentes, y un cronograma
de labores y gestiones tendientes a avanzar con el cese de impactos y su
implementación en general.
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no permitidas (extracción de vegetación natural; zanjeos para desaguar y se-
car la laguna; conformación de terraplenes y caminos; segado del pastizal;
rellenos con demoliciones; quemas en 2015 y disposición en abandono de
maquinaria, camiones y remolques). También se asentaron iniciativas incon-
gruentes en la porción de bosques que permanece en manos de la UNLP.
Pese a que la Reserva no está formalmente implementada, desde distintos
ámbitos se llevan adelante actividades de restauración ecológica, difusión,
educación ambiental y visitas guiadas, además de un incesante monitoreo
de campo. La Organización Ambiental Pilmayqueñ organiza salidas perió-
dicas (mensuales a bimensuales) para contingentes que desean conocer
y recorrer el sector de bosques de Santa Catalina. Cada año se organizan,
además, jornadas para colectar residuos dispersos en el bosque. Participan
también en el ámbito de las visitas guiadas y la difusión otras agrupaciones
locales como Vecinos en Defensa de Santa Catalina.
Desde la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLZ, a la par del sosteni-
miento de las investigaciones y relevamientos de biodiversidad, se efectúan
labores de restauración del ecosistema en el sector de humedales –por-
ción circundante a la laguna Santa Catalina correspondiente al campus de
la UNLZ-, que incluyen la plantación de especies autóctonas del talar, los
bosques ribereños y el pastizal de la región rioplatense, así como la extrac-
ción de leñosas con carácter invasor. En este marco, se encuentran en
marcha varios proyectos formales y financiados por organismos estatales
y empresas privadas, que incluyen restauración en sí, más educación am-
biental y acciones de difusión, entre ellos: “Restauración ecológica y edu-
cación ambiental en el humedal de Santa catalina desde el campus de la
UNLZ”. Programa “Universidades con ACUMAR” (Ministerio de Educación
de la Nación/SPU–ACUMAR); “Cultivando lo nuestro. Producción de espe-
cies nativas para restauración ambiental” (Voluntariado Universitario/SPU);
“Restauración ecológica y conservación de la biodiversidad del humedal de
Santa Catalina: fortaleciendo la acción y el monitoreo social local” (Concurso
de Agua, 9º Edición de Coca-Cola de Argentina, FVSA y Universidad de
San Andrés, con la participación de FARN y la UNLZ); y “Preservación de
los terrenos bajos del humedal de Santa Catalina dentro del campus de la
Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Naturaleza y valor educativo a
metros de nuestras aulas”. Fac. Cs. Agrarias CAA. 091/13 (18/06/13).
Finalmente, se encuentra el Museo de Agrobotánica, Historia y Naturaleza
(MAgNa—Santa Catalina), el primer museo en gestarse dentro de la UNLZ
(2005) y formalizado en julio de 2012 por Resolución CA No. 096/12. Se
localiza en uno de los edificios del casco histórico principal de Santa Ca-
talina. Este proyecto se propone mejorar la comunicación con la población
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