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Sentencia: n.° 37.

En la Ciudad de Córdoba, a los dieciséis días del mes de mayo de dos mil diecinueve, se reunió
la Excma. Cámara Octava de Apelaciones en lo Civil y Comercial integrada por los Sres. Vocales
Doctores Héctor Hugo Liendo, José Manuel Díaz Reyna y Gabriela Lorena Eslava, con asistencia
de la actuaria Dra. Silvia Ferrero de Millone, con el objeto de dictar sentencia en los autos
"PAGLIERO, HERNAN ALBERTO C/ CIRCULO DE INVERSORES S.A. - ORDINARIO - OTROS - EXPTE.
N° 5509354" con motivo de los recursos de apelación interpuestos por ambas partes en contra
del fallo dictado por el Juzgado de 1ª Instancia en lo Civil y Comercial de 41ª Nominación, a
cargo del Dr. Roberto Lautaro Cornet, por el que resolvía: "SENTENCIA NÚMERO: 427.-
Córdoba, Dieciocho de Noviembre de 2016 (…) I).- Hacer lugar parcialmente a la demanda
incoada por el Sr. Pagliero Hernán Alberto en contra de Círculo de Inversores S.A. y en
consecuencia condenar a ésta última a entregarle a la actora, en el plazo de diez (10) días de
quedar firme la presente, el automóvil seleccionado con motivo de la licitación en el Plan de
Ahorro, Grupo 8407, Orden 150 Concesionario Avant S.A. 1528, Peugeot 207 Compact, XT, 1.4,
5 puertas, y en caso de resultar imposible el equivalente en daños y perjuicios
correspondientes al valor actual de esa unidad.- II) Hacer lugar a la indemnización reclamada
por daño moral, cuantificada en la suma de pesos cuatro ($4.000), con más los intereses
establecidos en el considerando respectivo, debiendo ser abonada en los mismos términos que
el considerando I).- III).- Rechazar el monto peticionado en concepto de daño punitivo en los
términos del art. 52 bis de la Ley de Defensa del Consumidor, y declarar abstracto el planteo
de inconstitucionalidad de dicha norma. IV) Admitir la pretensión de intereses que se fijan
conforme lo establecido en el considerando respectivo, respecto del daño moral.- V).- Imponer
las costas en un veinte por ciento (20%) a la parte actora y en un ochenta por ciento (80%) a la
parte demandada, atento la existencia de vencimientos mutuos (art. 132 CPC).- VI).- Regular
provisoriamente los honorarios de las letradas Besora Viviana Rosa y Altenburger Marisa
Estela, en conjunto y proporción de ley, en la suma de pesos diez mil ciento ochenta y seis con
40/100 ($10.186,40). VII) Regular provisoriamente los honorarios del Dr. Carlos José Molina, en
la suma de pesos diez mil ciento ochenta y seis con 40/100 ($10.186,40), con más la suma de
pesos dos mil ciento treinta y nueve con 14/100 ($2.139,14) en concepto de IVA. VIII) No
regular los honorarios del perito contador interviniente atento lo manifestado en el
considerando respectivo…"--
El tribunal se planteó las siguientes cuestiones a resolver:--
A la Primera Cuestión: ¿Procede el recurso de apelación?--
A la Segunda Cuestión: ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?--
De conformidad con el orden establecido por el sorteo para la emisión de los votos A LA
PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA, EL SR. VOCAL DR. HÉCTOR HUGO LIENDO DIJO: 1) Contra la
sentencia cuya parte resolutiva ha sido transcripta, el actor y la demandada interponen
recursos de apelación que fueran concedidos mediante proveído de f. 366.--
Llegados los autos a esta instancia el actor expresó agravios a fs. 386/396. Corrido traslado, la
demandada lo evacúa a fs. 399/404.--
Por su parte, la demandada expresó agravios a fs. 408/414, los cuales fueron contestados por
el accionante a fs. 417/421.--
La Fiscal de Cámaras Civiles y Comerciales evacúa el traslado a fs. 425/437.--
2) Los agravios del actor se resumen en los siguientes puntos:--
Señala que el A quo manifiesta en su resolución, y en distintas oportunidades da por probado,
que el accionante cumplió con el contrato mientras que el demandado no lo había hecho.
Considera que el incumplimiento del accionado, que está acreditado en autos, implica una
violación al deber de información y trato digno al cliente, a los que se remite a su relación de
causa, los cuales fueron repitiéndose en forma impúdica en el expediente como, por ejemplo,
cuando contesta la vista a fs. 157 de autos y la apoderada de Circulo de Inversores SA de
ahorro para fines determinados textualmente dice "que el denunciante solicito colores que se
no encontraban disponibles por lo que se le había rechazado la nota de pedido para que
pudiera optar por otros dos colores" (sic). Dice que esto es falso, la nota de pedido fue
rechazada por la falta de la segunda opción de color. Cita nuevamente el escrito al que hace
alusión referido a una posible adjudicación administrativa, a lo que responde que también es
falso porque la accionada jamás ofreció cumplir el contrato y lo absolutamente dirimente es
que no surge de las constancias de autos. Manifiesta que hasta la fecha no recibió el vehículo,
pagó en su totalidad el mismo, que peor aún pagó 53 cuotas de más, que es víctima de daño
porque no lo pudo usar y gozar y que la demandada jamás ofreció cumplir entregándolo. Que
no tiene el dinero ni el auto, entonces se pregunta cuándo hay trato indigno, a lo que afirma
que el Juez tiene un concepto muy flexible del término aludido.--
Aduce que la base de la acción es un contrato de adhesión en donde una sola de las partes es
quien establece todas y cada una de las reglas, las cuales ella misma se encarga de administrar
e incumplir en forma reiterada por lo que se desprende de la testimonial de la Sra. Marta
Cabanillas, testigo propuesto por la accionada, cuando en su declaración dice textualmente
"que en lo que específicamente respecta a la selección de colores, al igual que lo informado
por la concesionaria AVANT, la Sra. Cabanillas explica como se lleva a cabo el proceso desde la
concesionaria y hasta que llega la nota de pedido de CISA…" (sic). Que reitera que hay una
carta de colores disponibles por modelos mensualmente, la cual se exhibe al cliente para que
de allí elija. Alega que resulta trascendental de los dichos vertidos por la testigo, el hecho que
existe la posibilidad que al momento de recepción de la nota de pedido por parte de CISA, se
haya producido un cambio en la disponibilidad de colores y que en ese caso se dé aviso al
cliente. Cita el testimonio nuevamente. Se pregunta que para qué hacer que el cliente elija dos
colores distintos, si con que uno no esté todo vuelve a comenzar de nuevo; para qué enviar
una carta al cliente en el momento que le comunican que ganó la licitación, como consta en la
carta con fecha 16/04/2011, con la leyenda que cita el apelante.--
Expresa que por la misma declaración de la testigo se desprende y deja en claro que éste es un
accionar frecuente de la demandada, vulnerando todos los derechos no solo de su parte sino
de todos sus clientes. Que en caso de no haber uno de los colores el proceso comienza de
nuevo, aplicándose la Cláusula XVI del contrato de adhesión, la cual extiende otra vez el plazo
de cincuenta días para la entrega del vehículo. Dicho plazo comienza a correr desde la
aceptación de la segunda nota de pedido. Y que peor aún, nada garantiza al cliente que cuando
llegue la segunda nota de pedido a manos de la accionada, se encuentren disponibles los dos
colores y el vehículo sea entregado siendo que siempre se elige de una cartilla de colores que
provee la demandada. Que no hay ninguna garantía que bajo el mismo argumento y proceder
el vehículo a entregar sea retenido nuevamente. Dice que se podría sospechar que esta forma
de proceder es un ardid o una maniobra por parte de la accionada a los efectos de dilatar los
plazos de entrega de los vehículos.--
Señala que el automóvil fue ganado por licitación, lo que conlleva un cierto grado de urgencia
y necesidad por asirse del bien por parte del cliente, quien no puede esperar, por motivos
personales, que sea a la "buena suerte de salir sorteado". Que el vehículo debió ser entregado
en el año 2011 con la premura que una licitación significa. Afirma que no tendrá el vehículo
que quería por cuanto ya no se fabrica desde el año 2015. Que la accionada violó en forma
flagrante la obligación de dispensar un trato digno a los clientes, nunca respondió en tiempo y
forma, tampoco ofreció cumplir, y además dice falsa y deliberadamente que lo hizo cuando no
surge de autos que se haya acreditado tal afirmación. Dice que además de que lo privó del
vehículo, también lo realizó con las cuotas abonadas en su totalidad, además de los pesos
veintitrés mil de la adjudicación, que representaban en el momento en que se abonó 53
cuotas, que ahora están pagadas de más, y como si esto fuera poco, pretende restituir las
cuotas puras del auto plan. Que su parte siguió abonando las cuotas correspondiente al plan
de ahorro, su totalidad, tal es así que con fecha 2 de agosto de 2017 le notificaron la
restitución de las cuotas puras que rechazó por CD 812644659 de fecha 30 de agosto de 2017,
informando la existencia del juicio, la sentencia y la interposición del recurso de apelación.--
Relata que la demandada lejos de cumplir con la entrega del auto, procedió a dar de baja la
adjudicación y que miente cuando dice que hay una adjudicación administrativa aceptando la
nota de pedido con un solo color. Que deja en claro que si hubiesen tenido la intención lo
podrían haber hecho por dicha vía según se desprende de sus propios dichos, y que además
dice que sí cumplió, falseando la verdad ante la justicia, como si de ello no se desprendiera
ninguna consecuencia.--
Remarca que la accionada dispuso todo este tiempo del vehículo Peugeot 207 Compact XT,
HDI, 1.4, 5 puertas (siendo el mismo tope de gama con motorización diésel); del dinero
correspondiente a 84 cuotas abonadas en su totalidad; y de pesos veintitrés mil de la
adjudicación equivalente a 53 cuotas. Que la demandada dio de baja al contrato en forma
arbitraria en lugar de cumplir con la entrega del vehículo, mientras el accionante se convertía
en rehén de todo este proceso, por cuanto se le planteaba una encrucijada en la cual se vio
coaccionado a seguir abonando las cuotas del Autoplan, no pudo disponer del dinero de la
licitación porque ésta automáticamente se caería, dejando este reclamo inválido. Lo mismo
con las cuotas a pagar, durante todos estos años no se pudo atrasar ni siquiera en una sola
porque esto podía ser usado en su contra, tal como intentaron con la pericia que se realizó y
que fuera impugnada por su parte. Cita la resolución en crisis. Sostiene que la demandada
pretende restituirle las cuotas puras del autoplan, y los $ 23000 congelados en el tiempo.
Indica cómo se conformó la cuota N° 84 y en especial lo referido a la diferencia entre la cuota
pura y la cuota parte que era de $ 1025,72 a mayo de 2017; diferencia que abonó en las 53
cuotas que tuvo que pagar religiosa y puntualmente.--
Le agravia el rechazo del reclamo del actor porque el Juzgador considera que el
incumplimiento de la accionada no es de magnitud tal que amerita una pena por daño
punitivo, lo cual es subjetivo y arbitrario, máxime cuando se observa que es público y notorio
que el propio Gobierno Nacional, por ejemplo, multó a las automotrices por irregularidades en
los planes de ahorro, siendo la queja de los consumidores la falta o demora en la entrega del
auto, lo que justifican las empresas, por ejemplo, rechazando una nota de pedido en forma
inaudita, extendiendo los plazos de entrega. Que se pagó un vehículo que nunca se entregó y
no hay dudas de la gravedad del incumplimiento y el despliegue de poder que ejerce la
accionada en perjuicio de su parte. Que tratándose de un contrato de adhesión, está en la
Justicia equilibrar y compensar esta relación desigual.--
En segundo lugar, continúa agraviándose por el daño punitivo que fuera rechazado por el Juez
a quo. Que no se repara el daño y el perjuicio sufrido como consumidor reconociendo el
concepto de daño moral, que se podría decir que no llega a ser un gesto ($ 4000) y menos aún
cuando impone costas a su cargo en un 20%. Cita la sentencia. Dice que la argumentación del
Juez es falsa, ya que ante las intimaciones del accionante el demandado contestó a los dos
meses aproximadamente en todos los casos. La primera vez para que se presente a realizar
una nueva nota de pedido y la segunda para dar de baja la adjudicación, en cuya posición de la
demandada no vislumbra la sensibilidad y el acompañamiento de la empresa, todo lo
contrario, observa abandono, insensibilidad, desidia y ejercicio abusivo de la cláusula XVI del
contrato de adhesión. Que sin dudas hay una conducta grave, y que debe ser sancionada por la
justicia. Arguye que la accionada actuó en desdén en relación del accionante, violando sus
derechos de consumidor. El demandado no arbitró los medios y no le interesó hacerlo, para
cumplir con las obligaciones a su cargo.--
Manifiesta que la ley no requiere del dolo, de la intencionalidad, lo que sería una exigencia de
difícil probanza para un consumidor y máxime en su posición de debilidad en la relación
contractual. Que con la arbitrariedad, imprudencia y mala fe con la que actuó la accionada
debe bastar, ser suficiente para condenar, como el caso que nos ocupa, y la masiva reiteración
de las mismas conductas por parte de quienes administran planes de ahorro, lo que motivó
que el Gobierno Nacional sancionara a las empresas con multas. Señala que no hubo cualquier
incumplimiento, la demandada dilató la entrega del vehículo de tenerlo disponible, y a lo largo
de este proceso no ofreció cumplir, como lo dice en la contestación del traslado corrido por
Inspección General de Justicia. Indica que de las cartas documento se desprende que jamás
puso a disposición del cliente el vehículo, la actitud de desidia queda de manifiesto cuando en
la Carta Documento que obra a f. 21 contesta en respuesta a la CD 184938891 que la nota de
pedido fue rechazada y en cumplimiento de la cláusula XVI colocarse en contacto con la
concesionaria, lo que es una nueva nota de pedido y reinicia los plazos. Que también queda de
manifiesto cuando pretende devolver cuotas puras en carta enviada el 3 de agosto de 2017.
Tampoco menciona devolver los $ 23000 equivalentes a 53 cuotas que se depositara para la
correspondiente licitación. Señala que de la declaración a fs. 178 queda de manifiesto cómo la
empresa desde su lugar maneja los hilos de la licitación; la testigo dice que al cliente no le
queda ninguna constancia de la nota pedido, cuando es sabido que siempre debe quedar un
ejemplar para el cliente (deber de información). Expresa que la testigo dice que la nota de
pedido vino rechazada por la segunda opción; por lo que es claro que hubo de parte de la
demandada desidia, trato indigno, abuso del poder, desaire y mala fe hacia el actor. Aduce que
el Juzgador hizo caso omiso al incumplimiento de la accionada, que lo da por acreditado, no lo
castiga y se podría decir que lo premia porque condena a entregar lo que debió entregar en el
año 2011, abonar un daño moral de $ 4000 y condena al actor al pago de costas. Cita
doctrina.--
En tercer lugar se agravia por la imposición de costas, por lo que solicita, subsidiariamente,
que se impongan por el orden causado en cuanto al daño punitivo por la complejidad del
asunto, mientras que en relación a los demás rubros se condene a la demandada.--
Concluye que atento a las diversas conductas abusivas desplegadas por CISA SA aun luego de
dictada la sentencia, procede que se la condene por daño punitivo, a entregar el vehículo
seleccionado y/o en caso que el mismo no se encuentre en producción de la fábrica, se
condene al pago de la suma líquida más los intereses correspondientes desde la fecha en que
debió ser entregado el vehículo que lo reemplaza actualmente en el mercado, además de la
devolución de las 53 cuotas pagadas de más, actualizadas, con sus respectivos intereses y la
imposición del pertinente daño moral.--
Corrido traslado a la contraparte, contesta los agravios solicitando se declare desierto el
recurso de apelación articulado, y subsidiariamente pide que se rechace, con costas, por las
razones de hecho y de derecho que expone en su escrito al cual nos remitimos brevitatis
causae.--
3) El representante de la demandada expresa, en síntesis, los siguientes agravios:--
Luego de efectuar una reseña de las actuaciones, sostiene que la resolución apelada se basa en
premisas equivocadas que conducen a una conclusión errónea, toda vez que los argumentos
brindados por el Juez en sustento de su solución no resultan atinados al caso de marras. Que la
sentencia no constituye una derivación razonada de las pruebas producidas en autos, a más de
admitir un enriquecimiento ilícito contrario a los principios que informan nuestro
ordenamiento jurídico.--
Puntualmente como primer agravio, arguye que el fallo dictado por el A quo no se erige como
una derivación razonada de los hechos y las pruebas de autos sino que, por el contrario, se
aparta de las mismas para arribar a una solución que no se compadece con la realidad de lo
sucedido en este caso. Cita la sentencia. Sostiene que CISA ha cumplido con las obligaciones a
su cargo, sin que pueda endilgársele incumplimiento contractual alguno, conforme lo
establecido en el contrato de plan de ahorro suscripto por las partes.--
Reitera que el Sr. Pagliero se obligó en los términos de las Condiciones Generales de
Contratación suscriptas, cuyos requisitos allí previstos debían ser estrictamente
cumplimentados por aquél a efectos de resultar acreedor del rodado. En ese sentido, CISA
asumió la calidad de administradora de los planes de ahorro y en dicho carácter debió verificar
el cumplimiento de los requisitos previstos en las Condiciones Generales de Contratación a los
efectos de hacer entrega al adherente adjudicatario del rodado por el cual se suscribió el
contrato. Consecuentemente, alega que su mandante cumplió con las obligaciones a su cargo,
toda vez que (i) administró en debida forma y, en plena observancia de las cláusulas del
contrato, los fondos depositados por el actor en concepto de cancelaciones de cuotas del Plan;
y (ii) verificó el cumplimiento de los requisitos previstos en las Condiciones Generales de
Contratación para adjudicar la unidad. Aclara que ha sido el Sr. Pagliero quien no ha
cumplimentado con las obligaciones establecidas en el citado plan, toda vez que luego de que
se le notificó el rechazo de la nota de pedido por falta de colores, pese a las diversas
intimaciones de CISA, el actor no completó nuevamente la misma, ni se acercó al
concesionario a fin de conocer los colores disponibles para poder avanzar con la entrega del
rodado. Que es por ello que el Juez incurre en un error en la valoración de la prueba producida
en autos. Alega que resulta claro que su mandante cumplió con el deber de información
previsto en el art. 4 de la Ley de Defensa del Consumidor, lo que surge de los Anexos D y E
acompañados por su parte en la contestación de demanda, de los cuales se desprende que (i)
el 16 de mayo de 2011 CISA informó al actor que la nota de pedido había sido rechazada por
no encontrarse disponible en la Terminal los colores del rodado elegidos por aquél; y (ii) por
medio de la CD 140134502 se notificó al actor que debía acercarse al concesionario a fin de
determinar los colores disponibles para poder regularizar su situación. Que lo expuesto quedó
evidenciado por el propio actor quien reconoció la recepción de ambas notas en su declaración
obrante a fs. 182; en consecuencia, no puede alegar de modo alguno que el actor desconocía
las obligaciones a su cargo, toda vez que CISA había informado en cada ocasión al actor cómo
debía proceder. Cita la declaración testimonial (fs. 178vta./179). Expresa que sin perjuicio de lo
indicado y de la prueba aportada, el A quo decidió condenar a su mandante por los supuestos
daños que le habría ocasionado al actor este -mal llamado- "incumplimiento contractual". Que
la conclusión a la que arriba el Juez resulta arbitraria ya que realiza una libre interpretación de
las cláusulas del contrato de ahorro, no siendo esto objeto del litigio. Cita jurisprudencia.--
Por último, se agravia por el importe indemnizatorio impuesto por el A quo, el cual resulta
desproporcionado y no guarda ningún correlato con las probanzas de autos, resultando
completamente arbitraria su imposición a su parte. Según surge de la sentencia en crisis, el
Sentenciante lo condenó a abonarle al actor la suma de $ 4000 -con más intereses- en
concepto de daño moral. Asimismo lo condenó a efectuar la entrega del automóvil
seleccionado con motivo de la licitación en el plan de ahorro suscripto por el Sr. Pagliero, es
decir, un Peugeot 207 Compact, XT, 1.4, 5 puertas, y en caso de resultar imposible, el
equivalente en daños y perjuicios correspondientes al valor actual de la unidad. Aduce que no
existe elemento alguno para suponer que los pretensos perjuicios que dice haber sufrido el
accionante hayan ocurrido como consecuencia de acción u omisión voluntaria de su
mandante. Destaca que según pacíficos criterios doctrinales y jurisprudenciales, el daño debe
ser probado por quien alega su existencia.--
Afirma que el actor pretendió acreditar la cuantía del rubro daño moral mediante simples
manifestaciones referentes a supuestos padecimientos traducidos en dolores físicos y en
angustia por ver frustrada su ilusión, y la de su familia, al no poder disfrutar de un auto nuevo.
Remarca que el actor no produjo prueba tal que acredite la existencia y la cuantía del daño
alegado. Que no ha podido justificar el daño moral que reclama, de modo que sobre este
punto la sentencia en crisis se asienta en una interpretación arbitraria de los hechos por parte
del Sentenciante de grado. El actor se limita a alegar que los supuestos padecimientos serían
consecuencia de los hechos relatados en la demanda, no obstante ni siquiera ofrece pericial
psicológica o prueba alguna tendiente a acreditar la existencia y/o extensión del daño. Cita la
resolución apelada. Por ello solicita que se revoque la sentencia, rechazando la indemnización
pretendida por el actor y la imposición de entrega del vehículo efectuada por el Juez de
primera instancia, con costas. Mantiene reserva del Caso Local y Federal.--
El actor, al contestar el traslado de la expresión de agravios, solicita se rechace el recurso de
apelación impetrado, por las razones de hecho y de derecho que expresa en su pieza de
conteste, a la que remitimos en honor a la brevedad.--
Por su parte, la Fiscal de Cámaras Civiles y Comerciales contesta el traslado concluyendo que
corresponde recibir el recurso del actor en todo cuanto ha sido objeto de tratamiento, y
revocar la sentencia en cuanto rechaza el daño punitivo, por el que procede la suma
peticionada de $ 60000; mientras que corresponde rechazar el recurso de la demandada.--
Firme el decreto de autos obrante a f. 437vta., queda la causa en estado de ser resuelta.--
4) La sentencia contiene una relación fáctica que satisface las exigencias del art. 329 del CPCC,
por lo que a ella nos remitimos por razones de brevedad.--
5) Corresponde resolver los recursos de apelación incoados por ambas partes, en contra de la
sentencia que hace lugar parcialmente a la demanda interpuesta por el Sr. Hernán Alberto
Pagliero en contra de Círculo de Inversores S.A.--
Por una cuestión metodológica será analizado primeramente el recurso incoado por la
demandada en tanto cuestiona la procedencia de la acción.--
6) Se agravia la demandada por cuanto entiende que el Juzgador la condena en base a un
incumplimiento contractual, apartándose de los antecedentes fácticos y de la prueba rendida
en autos sin brindar ninguna razón plausible.--
Ante todo, atento a los términos en que quedó trabada la litis recursiva, tenemos por cierto
que la relación que vincula las partes se encuentra enmarcada en el régimen tuitivo consumeril
(art. 42 de la Constitución Nacional y Ley 24.240 y sus modificatorias). También que el actor
era el titular en calidad de adherente del contrato de adhesión al Autoplan Grupo 8407, Orden
150, suscripto con Círculo de Inversores S.A. de Ahorro para Fines Determinado, por
intermedio de la concesionaria Avant S.A. (N° 1528) cuyo objeto era la adquisición de un
automóvil Peugeot 206. El día 16 de abril de 2011 se le informa al Sr. Pagliero (f. 22) que
resultó adjudicado por licitación y se le indica que tome contacto con la concesionaria Avant a
los fines de informarse sobre los requisitos crediticios, y para que elija el modelo y color para
lo que deberá presentar un formulario Nota de Pedido. En la nota se informa que "…en el
formulario Nota de Pedido Ud. deberá indicar el modelo elegido y seleccionar
obligatoriamente 2 (dos) opciones de colores deseados. La Sociedad Administradora procurará
asignar la unidad en el primer color elegido, no obstante de acuerdo a la disponibilidad del
fabricante podrá ser asignada en la segunda opción de color." Mientras que se señala que la
Nota de Pedido deberá estar ingresada antes del 15/05/2011 bajo apercibimiento de invalidar
la adjudicación y que una vez aceptada por la Sociedad comenzará a regir el plazo contractual
de entrega de la unidad de 50 días. A f. 135 obra el formulario "Nota de Pedido" (incorporado
mediante la prueba informativa por la cual se glosó el Expte. G 74887 por ante la Inspección
General de Justicia) con fecha 4 de mayo de 2011, en el cual el actor efectúa un cambio de
modelo y solicita un automóvil Peugeot 207 Compact, XT, HDI, 1.4, 5P con la siguiente elección
de colores: Como primera opción: METALLISEE VERNIS BOURRASQUE (Cód. T4M0) y como
segunda opción: NOIR PERLA NERA (Cód. 9VM0).--
Por otro lado, la propia demandada reconoce que el accionante depositó la suma de $ 23000
en concepto de monto de licitación, y que el actor había abonado las cuotas correspondientes
a su plan (conf. f. 51); por lo que se desprende que había saldado la totalidad del mismo, al
menos hasta el momento de la adjudicación frustrada.--
7) Continuando con la relación de los hechos, y en donde surge la controversia en esta Sede,
tenemos que a f. 23 se encuentra glosado el documento denominado "Devolución Nota de
Pedido" (16/05/2011) por el cual la Sociedad de Ahorro le informa al adherente que se rechazó
y se devolvió al concesionario la nota de pedido por el siguiente motivo: "COLOR ELEGIDO NO
DISPONIBLE (NOIR PERLA NERA)". Como consecuencia, el actor remite a Círculo de Inversores
S.A. la Carta Documento N° 184938891 (f. 20) por la cual le notifica el rechazo de la misiva
precitada y le intima a que cumpla su obligación mediante la entrega del color elegido como
primera opción. Ello por cuanto de la carta enviada surge que sí tienen disponibilidad de dicho
color, ya que el rechazo del pedido se fundamenta en la indisponibilidad del color consignado
como segunda opción. Además, sostiene que el motivo esgrimido resulta arbitrario e
infundado por la razón expuesta. En respuesta, la accionada remite CD N° 140134502 (f. 21)
por el cual le manifiesta al Sr. Pagliero que el pedido de la unidad del contrato sigue en estado
"…rechazado por color elegido no disponible…" desde el 16/05/2011 y devuelto a Avant S.A. el
día 19/05/2011, así como también le solicita que se ponga en contacto con el concesionario
con el fin de regularizar su situación. Seguidamente, el actor remite CD N° 097278545 (f. 19)
por la cual ratifica la CD N° 184938891 en todos sus términos y de manera similar a dicha
misiva. Finalmente, la demandada le comunica que en virtud de la invalidación del contrato de
referencia y a fines de reintegrar el monto de la licitación de $ 23000, deberá enviar una
constancia de CBU que no supere los 60 días y la restante documentación que se detalla allí (f.
8); lo que el actor no realizó en base a que no estaba dispuesto a abrir una cuenta nueva (conf.
absolución de posiciones, f. 182, respuestas 9ª y 10ª).--
8) En lo referente al proceso de licitación, y puntualmente al tópico de elección de colores,
resulta pertinente traer a colación la declaración testimonial de la Sra. Marta Isabel Cabanillas
(fs. 177/179), empleada en el Concesionario Avant S.A., quien señala que en el proceso de
licitación, una vez adjudicado un cliente, se le informa que concurra al concesionario para
cumplimentar los requisitos de aceptación de la unidad. Que la testigo arma una carpeta de
crédito con diversa documentación del adjudicatario, su cónyuge -en caso de estar casado- y
de los garantes, documentos que son acercados por el cliente, quien deberá firmar la carpeta.
Ésta se remite a CISA para que la apruebe o la rechace. Expresa que si es aprobada, la
declarante debe mandar la nota de pedido firmada por el adjudicatario, en la cual se deja
constancia del modelo requerido y dos opciones de color del vehículo. Señala que el original
de la nota se envía a CISA con copia, la cual es devuelta a la concesionaria sellada con la
constancia de recepción. Que por lo general el cliente no se queda con una copia porque
todavía no está sellada, aunque aclara que si le piden una copia, la otorga. Indica que a partir
de que la nota de pedido está aprobada y realizado el efectivo pago correspondiente,
comienza a correr el plazo contractual para el envío de la unidad al concesionario.--
En lo atinente a la situación particular del Sr. Pagliero, manifiesta la deponente que "…el actor
firmò la nota de pedido y la misma se mando a CISA. Que el cliente tiene que poner dos
opciones de colores. Que la nota de pedido vino rechazada porque la segunda opciòn del color
elegido no estaba disponible. Que ello surge de la documental que obra agregada a fojas 48 de
los autos principales que en este acto se le exhibe…" (sic) (f. 178vta.). Continúa diciendo la
testigo, en relación a la elección de los colores, que hay una carta de colores disponibles por
modelos mensualmente, la cual se exhibe al cliente y de allí elige. Afirma que puede ocurrir
que al momento de la recepción de la nota de pedido por parte de la demandada, haya habido
un cambio en la disponibilidad de colores, ante lo cual se le avisa al cliente para que elija otra
opción dentro de lo disponible. Que ella se comunicó con el actor para que se acerque a elegir
otro color, y que el cliente no quiso. Agrega que "…cuando sucede lo expuesto la dicente tiene
que enviar la misma nota de pedido a CISA pero agregando otro color en reemplazo del no
disponible. Que esto ùltimo no se hizo porque el cliente no firmò otra opción de color, a pesar
de que la dicente le llamò varias veces para ello al actor y a su mujer, casi todos los meses…"
(sic) (fs. 178vta./179). Concluye señalando que por ello no pudo avanzar el trámite y que
estaba pendiente de pago el cambio de modelo y el derecho de adjudicación.--
Por otro lado, a f. 187 luce incorporada prueba informativa en la cual la apoderada de Avant
S.A. explica que el proceso de selección de colores opcionales se realiza sobre una lista
mensual que remite CISA al concesionario, en el cual se indica los colores disponibles de cada
modelo. Luego, el cliente suscribe una nota de pedido de unidad en donde se establecen dos
opciones de color dentro de la lista enviada por CISA, la que es enviada a dicha empresa para
su aprobación y asignación del vehículo.--
9) Ahora bien, conforme a las constancias del caso sub lite y en especial a las referidas
precedentemente, se aprecia que el actor ha cumplido con su obligación que resulta del
contrato suscripto con la demandada, mientras que ésta última ha incumplido con su
obligación de entregar el automóvil. Así las cosas, coincidimos tanto con el Juez de grado como
con el Ministerio Público Fiscal en cuanto surge de f. 135 que el accionante completó
correctamente la Nota de Pedido como parte del proceso de licitación, consignando la elección
de dos colores opcionales para el modelo elegido, siendo el primero METALLISEE VERNIS
BOURRASQUE (Cód. T4M0) y el segundo NOIR PERLA NERA (Cód. 9VM0). Por lo tanto, el
rechazo realizado por la demandada luce injustificado debido a que se desprende de la nota
enviada por CISA al accionante que ello se motivó en la indisponibilidad del color elegido como
segunda opción, de lo que se deriva -a contrario sensu- que contaban con una unidad del color
elegido en primer lugar (conf. f. 23). A ello se suma que de la CD remitida por la demandada (f.
21) reiteran que el rechazo se debió por no contar con el color elegido. Es decir, continuaron
con su postura reticente cuando contaban con un automóvil del color solicitado por el
adjudicatario (Metallisee Vernis Bourrasque). Amén de ello, como expresáramos supra, quedó
demostrado que el consumidor se encontraba al día con las cuotas del plan, por lo que no se
vislumbra -ni tampoco lo aclara la accionada- que exista algún otro motivo suficiente que
amerite el rechazo del pedido del Sr. Pagliero. Cabe destacar aquí, en consonancia con lo
dictaminado por la Sra. Fiscal de Cámaras, que la circunstancia precitada no se ve condicionada
por lo dictaminado por el perito contador oficial a f. 273vta. quien indica que de los registros
informáticos aportados por la demandada, surge que la nota del pedido del actor fue
rechazada el día 13 de marzo de 2012 por falta de pago. Motiva tal argumento el hecho que la
propia Sociedad fue quien informó el día 16 de mayo de 2011 que el rechazo se basó en la falta
de disponibilidad (f. 23), lo cual es confirmado por la CD de fecha 14 de julio de 2011 (f. 21),
sumado a que se contradice con el propio reconocimiento de la demandada quien afirmó que
el actor abonó las cuotas correspondientes a su plan (vide f. 51).--
10) Por otro lado, entendemos que la demandada ha incurrido en una violación al deber de
información que pesaba sobre ella para con el consumidor. Dicha obligación se desprende del
art. 42 de la Constitución Nacional que reza: "Los consumidores y usuarios de bienes y
servicios tienen derecho, en la relación de consumo (…) a una información adecuada y
veraz…"; así como también del art. 4 de la Ley de Defensa del Consumidor el cual establece: "El
proveedor está obligado a suministrar al consumidor en forma cierta, clara y detallada todo lo
relacionado con las características esenciales de los bienes y servicios que provee, y las
condiciones de su comercialización."--
Como ha señalado correctamente el A quo, aun cuando el representante de la demandada
sostiene la falta de disponibilidad de ambos de los colores elegidos (tanto al contestar la
demanda como al expresar agravios), lo cierto es que de las constancias obrantes a f. 21 y en
especial a f. 23 apreciamos que el rechazo se motivó por la ausencia de uno de los colores
elegidos (segunda opción), y no de ambos. Ello determina el incumplimiento de la accionada
del deber citado ya que si el motivo del rechazo era atribuible a la falta de ambos colores,
debió comunicarlo expresamente al consumidor, lo que no se condice con las constancias de la
causa.--
Por ello, es que corresponde rechazar el primer agravio expresado por Círculo de Inversores
S.A.--
11) En segundo lugar, se agravia la demandada por los montos de condena impuestos por el
Juez de grado, los cuales entiende son arbitrarios y desproporcionados. Si bien la queja
parecería encaminarse con respecto a la obligación de la entrega de la unidad como al monto
condenado por daño moral, de la lectura de su escrito se aprecia que sólo fundamenta los
agravios por el rubro daño moral, por lo que ello constituye el marco cognoscitivo bajo
análisis.--
Sostiene que no existe elemento alguno para suponer que los pretensos perjuicios que dice
haber sufrido el accionante hayan ocurrido como consecuencia de acción u omisión voluntaria
alguna de su mandante. Que el demandante no produjo prueba tal que acredite la existencia y
la cuantía del daño alegado. Disentimos con el apelante por las siguientes razones.--
Siguiendo al Máximo Tribunal Local que subraya que la acreditación del daño moral surge
evidente a partir de los hechos mismos (in re ipsa), entendemos que "si bien el daño moral, al
igual que el material, para ser indemnizable debe ser cierto, en el primero la certidumbre
ostenta otros contornos, dada su diferente naturaleza. Cuando quien pretende la reparación
del daño moral es uno de los titulares de la acción, no necesita probar de manera directa que
realmente ha sufrido una lesión a sus derechos extrapatrimoniales como consecuencia del
hecho ilícito. En principio, su existencia se tiene por acreditada por el hecho de la acción
antijurídica y la titularidad del accionante, en función de una interpretación que tiene en
cuenta el curso normal y ordinario de las cosas" (TSJ Córdoba, Sala Civil y Comercial, in re
"Cevallos Rubén E. y otra c/ Ardiles Efraín M.", 29/11/1997, Actualidad Jurídica - enero de
2006, T. 92, pág. 5916).--
Con respecto a la acreditación del daño, señala Bustamante Alsina: "Para probar el daño moral
en su existencia y entidad no es necesario aportar prueba directa, sino que el juez deberá
apreciar las circunstancias del hecho y las cualidades morales de la víctima para establecer
objetiva y presuntivamente el agravio moral en la órbita reservada de la intimidad del sujeto.
No creemos que el agravio moral deba ser objeto de prueba directa, pues ello resulta
absolutamente imposible por la índole del mismo que reside en lo más íntimo de la
personalidad, aunque se manifieste a veces por signos exteriores que pueden no ser de
auténtica expresión." (Conf. Bustamante Alsina, J. "Equitativa evaluación del daño no
mensurable", LL, 1.990-A-655. En este sentido, Rezzónico, J. nota a fallo, JA, 28.02.67, p. 1;
Morello, A. "Indemnización del daño contractual", p. 207, T. II, Abeledo Perrot, Buenos Aires,
1.967; Arazi, R. "Prueba del Daño Moral", p. 105, Revista de Derecho de Daños, N° VI, Rubinzal
Culzoni, Santa Fé, 1.999, entre muchos otros).--
Asimismo, destaca León: "…La prueba es imposible, pues estamos hablando de fenómenos de
orden espiritual. Pero tampoco es necesaria. Es de aplicación a este problema el principio de
las presunciones. La ley presume que el agravio se ha producido, teniendo en cuenta la índole
del hecho generador. Continuando con el pensamiento del jurisconsulto italiano Ferrini…si el
demandante se presenta a reclamar la reparación del agravio que es susceptible de ser sufrido,
en vista del hecho dañoso, por la generalidad, el agravio es reparable."(Conf. León, P. "El
agravio moral. Su indemnización en el Código Civil Argentino", p.36, Córdoba, 1.926). Zavala de
González enseña que en tal situación "…nadie sostiene que la prueba del daño moral debe
versar sobre lágrimas vertidas, ni que se requiera un peritaje psicológico para acreditar la
efectiva alteración espiritual del afectado. Es decir, por propia naturaleza de aquel, es
especialmente idónea una evaluación presuncional: a partir de contextos fácticos que
permitan inferirlo, acordes con patrones de regularidad y normalidad de la vida…" (Conf.
Zavala de González, M. "El proceso de daños y estrategias defensivas", p. 241, Juris, Rosario,
2.006).--
Asimismo, consideramos que no se debe olvidar la extrema dificultad que presenta para el
juzgador la estimación de este rubro, pues tratándose de vivencias personales, no puede
saberse con certeza cuánto sufrió Hernán Alberto Pagliero a raíz del hecho que motivó el inicio
de estas actuaciones.--
Por otra parte, con respecto a su cuantificación, cabe señalar que la entrada en vigencia del
nuevo Código Civil y Comercial de la Nación importa una ruptura en los mecanismos de
cuantificación del daño moral utilizados hasta este momento. Es que corresponde tomar en
cuenta el nuevo parámetro para la cuantificación de la indemnización de las consecuencias no
patrimoniales fijado en el art. 1741 in fine de dicho ordenamiento, el cual expresa que: "El
monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y
compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas".--
Este nuevo criterio para la cuantificación del daño moral, ha sido utilizado del siguiente modo
por la jurisprudencia: "…atendiendo a la naturaleza del daño moral, que relativiza la función
reparadora del dinero, única jurídicamente posible, necesariamente debemos ponderar la
aptitud adquisitiva de un monto determinado, como medio de acceso a bienes o servicios,
materiales o espirituales (tesis de los "placeres compensatorios"), que conduce a otorgar una
suma que según el prudente criterio del juzgador, resulte suficiente para causar a la víctima
una satisfacción que opere como una suerte de contrapeso por el menoscabo espiritual
padecido. Así lo entiende la Dra. Matilde Zavala de González, quien sostiene que en tanto "no
es factible establecer una ecuación entre dolor e indemnización, debe introducirse un tercer
término: el valor de los bienes elegidos al efecto del consuelo... que conduce a la indagación
de los "bienes o servicios sustitutos del daño moral" con cuyo ingreso se procura causar una
satisfacción que opere como una suerte de contrapeso por el menoscabo espiritual padecido"
("Cuanto por daño moral" ya citado)." (C. Ap. CCyContAdm. de 1° Nom. Río Cuarto; "Cruseño,
María Fernanda c. Abel Bonacci s/daños y perjuicios - Expte. 442977", 13/02/2012, La Ley
Online: AR/JUR/1331/2012).--
Las satisfacciones sustitutivas deben poseer una entidad suficiente como para implicar una
suerte de compensación por el malestar sufrido en virtud del incumplimiento por parte de la
demandada.--
En el caso resulta clara la afectación espiritual que significa resultar adjudicado en un círculo
de ahorro para la adquisición de un automóvil, que se vio frustrado por una actitud antijurídica
de la accionada quien le informa al actor que resultó seleccionado para la obtención del bien,
en virtud de lo cual el consumidor efectuó el procedimiento correspondiente conforme lo
requiere la propia proveedora y, no obstante ello, procedió a rechazar la adjudicación sin una
justificación valedera, menoscabando así las expectativas e ilusiones generadas en la persona
del Sr. Pagliero.--
Repárese en que han trascurrido casi 8 años desde el rechazo inmotivado de Círculo de
Inversores S.A., y el consumidor no cuenta con el vehículo al día de hoy. Máxime cuando se
desprende de las constancias de autos que el consumidor cumplió con cada una de las
obligaciones impuestas por la demandada (contrato de adhesión), obteniendo a cambio una
postura negativa por parte de ella, siendo reacia al cumplimiento de su obligación, insistiendo
en su postura negativa a través del intercambio epistolar entre las partes.--
Agravia lo expresado el hecho que el automóvil implica en el día de hoy un bien de uso diario,
con diversas finalidades como pueden ser laborales, cuando se utiliza como medio de trabajo,
o de ocio, por ejemplo para ir de vacaciones, o simplemente como medio de transporte
habitual. Ninguna de ellas pudo ser llevada a cabo por el accionante quien se vio
injustificadamente privado del bien que le correspondía acorde al vínculo contractual que unía
a las partes.--
Es por ello que la decisión de acoger el reclamo por el rubro bajo análisis por el A quo resulta
ajustado a derecho. Por otra parte, la suma de $ 4000 -a la fecha de la sentencia, 18/11/16-
resulta razonable atento los placeres compensatorios que permite adquirir. Es que, la suma
indicada, con más los intereses moratorios desde esa fecha -conforme la tasa fijada en la
sentencia de grado, la cual no fue motivo de agravio- arrojan actualmente la suma de $
13281,75. Esta suma –sin perjuicio del efectivo destino que decida darle a ella- le permite al
actor, por ejemplo, realizar algún viaje de placer, lo que le permitiría un contrapeso al daño
sufrido; o la adquisición de algunos dispositivos electrónicos (v. gr. Televisor, tablet,
smartphone, etc.), entre otras cosas.--
En consecuencia, sin perjuicio de la evidente dificultad que importa el tener que buscar las
satisfacciones que sean sustitutivas del daño extrapatrimonial que pueda padecer una persona
que se vio privada de acceder a un vehículo que le correspondía legítimamente; siendo que se
han tomado en cuenta las específicas circunstancias de autos, es que consideramos que el
monto fijado resulta justo y equitativo.--
12) Consecuentemente, corresponde rechazar el recurso de apelación interpuesto por la
demandada, confirmando la sentencia recurrida en todo lo que ha sido materia de agravios.--
Las costas de Alzada se imponen a la demandada apelante por haber resultado vencida (art.
130 del CPCC).--
A los fines de la regulación de los honorarios de los letrados intervinientes, tengo en cuenta lo
dispuesto por los arts. 26, 29, 36, 39, 40 y 109 y conc. del Código Arancelario - Ley 9459. En
consecuencia, se establece el porcentaje regulatorio de los honorarios profesionales de la Dra.
Marisa Estela Altenburger en el treinta y cinco por ciento (35%) del punto medio de la escala
del art. 36, de conformidad a los incs. 1 y 5 del art. 39 de la Ley 9459, sobre lo que ha sido
objeto del recurso (art. 40 ley citada). No se regulan en esta oportunidad los honorarios del Dr.
Carlos J. Molina por aplicación del art. 26 CA a contrario sensu.--
13) Seguidamente corresponde ingresar al estudio del recurso de apelación incoado por el
actor.--
Ingresando al análisis de la cuestión debatida, y atento la queja de la parte demandada, quien
destaca que el escrito de expresión de agravios carece de los requisitos fundamentales para
mantener la apelación en esta Sede, será examinada, en primer lugar, la idoneidad formal del
recurso intentado por el quejoso.--
A tal fin, debemos destacar que para que la instancia de apelación logre alcanzar un
pronunciamiento positivo o negativo acerca de la pretensión impugnativa que se intenta, es
menester que el acto de impugnación satisfaga determinados requisitos formales, impuestos
bajo sanción de inadmisibilidad.--
La expresión de agravios debe contener la fundamentación del recurso mediante un análisis en
el cual se expliciten las razones en virtud de las cuales el agraviado considera que el
pronunciamiento recurrido afecta sus intereses, esto es, los motivos de su disconformidad
expuestos a través de una crítica razonada de la sentencia.--
Por consiguiente, el pedido de declaración de deserción no puede admitirse porque el
recurrente ha esbozado los agravios que le ocasiona la resolución, con lo cual aporta materia
para su revisión por parte de la Cámara, por lo que puede considerase cumplida la obligación
de fundar su recurso.--
14) Por lo tanto, corresponde resolver el recurso de apelación incoado por la parte actora en
contra de la sentencia en crisis. Se agravia el quejoso por cuanto el Juez rechazó el rubro daño
punitivo en base a que, a pesar de mediar un incumplimiento contractual por parte de la
demandada, no se aprecia una desidia y desaprensión de Círculo de Inversores S.A. para con el
Sr. Pagliero, recaudo necesario para que sea aplicable el daño punitivo. Subsidiariamente,
solicita que las costas impuestas por el rubro daño punitivo lo sean por el orden causado
atento a la complejidad del asunto. El recurso es de recibo. Damos razones.--
En cuanto al daño punitivo, éste se encuentra regulado en el art. 52 bis de la Ley 24240 de
Defensa del Consumidor que reza: "Al proveedor que no cumpla sus obligaciones legales o
contractuales con el consumidor, a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa
civil a favor del consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y demás
circunstancias del caso, independientemente de otras indemnizaciones que correspondan.
Cuando más de un proveedor sea responsable del incumplimiento responderán todos
solidariamente ante el consumidor, sin perjuicio de las acciones de regreso que les
correspondan. La multa civil que se imponga no podrá superar el máximo de la sanción de
multa prevista en el artículo 47, inciso b) de esta ley."--
Este rubro es concebido como una multa o sanción impuesta al autor de un hecho ilícito en
favor de la víctima de éste, cuya finalidad principal es "castigar" al primero y servir como
ejemplo para que tales conductas no se vuelvan a cometer.--
Con respecto a las pautas para su procedencia, se ha dicho que éstas, de acuerdo a una
interpretación sistemática y funcional de sus notas típicas, son:--
"a) el incumplimiento de obligaciones legales y contractuales;--
b) la gravedad de la falta, como dato objetivo que no requiere necesariamente de un daño
físico o patrimonial, pero que de algún modo debe impactar en el consumidor, tal como sería
la hipótesis del art. 8º bis de la LDC.--
c) la situación particular del dañador, especialmente en lo atinente a su fortuna personal;--
d) los beneficios procurados u obtenidos con el ilícito;--
e) la posición de mercado o de mayor poder del punido;--
f) el carácter antisocial y reprochable de la inconducta y su repercusión en el medio social, es
decir, el factor de atribución subjetivo, que se descubre ante el menosprecio a los derechos de
los consumidores y usuarios;--
g) la finalidad disuasiva futura perseguida;--
h) la actitud ulterior del demandado, una vez descubierta su falta, debiendo también
considerarse muy especialmente la conducta asumida sea en sede administrativa, sea en sede
judicial;--
i) el número y nivel de empleados comprometidos en la inconducta de mercado;--
j) los sentimientos heridos de la víctima." (JUNYENT BAS, Francisco, "Recaudos de procedencia
del Daño Punitivo. A propósito de la disparidad de criterios en "Teijeiro" y "Esteban"", LA LEY
14/08/2017,7, Cita Online: AR/DOC/2153/2017).--
Corresponde poner de resalto la necesidad de un factor de atribución de responsabilidad de
índole subjetiva donde adquiere especial importancia la conducta desplegada por la
demandada.--
En primer lugar, atento a lo argumentado en los Considerandos que anteceden, tenemos por
acredito el incumplimiento contractual por parte de la demandada. Por otro lado, hemos
sostenido la violación al deber de información que pesaba sobre la proveedora, no respetado
en cuanto insistió en el rechazo injustificado ante la solicitud del demandante, sin informar
debidamente el motivo alegado en el que se amparaban, que no es otro que la ausencia de
ambos colores optados por el adherente. Sin embargo, destacamos -so riesgo de ser
reiterativos- que el motivo consignado por la proveedora consistía en la ausencia del segundo
color elegido.--
Agregamos aquí que existe un indicio grave de que el accionar de Círculo de Inversores S.A. se
puede presumir en un artilugio para retrasar la entrega de los vehículos licitados -o sorteados-
en cuanto la empresa requiere -reiteramos, injustificadamente- que los clientes remitan
nuevamente una nota de pedido, extendiendo el plazo que recae sobre ella para entregar los
vehículos, ya que de la cláusula XVI del contrato que vincula a las partes señala que la
demandada cuenta con un plazo de 50 días corridos para entregar el bien, contados desde la
fecha que la nota de pedido es aceptada (v. f. 70). Por consiguiente, mientras la Sociedad de
Ahorro no acepta la nota presentada -aun sin motivos suficientes- no se le computa el plazo
indicado. Esta conducta reprochable no puede ser consentida por nuestro sistema jurídico,
atento a que resulta claramente violatoria de los derechos y garantías con las que cuenta el
consumidor en carácter de parte débil del contrato, resultando en una flagrante disparidad y
aprovechamiento de la posición dominante por parte de la demandada.--
Asimismo, coincidimos con la Sra. Fiscal de Cámaras en que la conducta de la accionada se
erige como abusiva y que debe ser evitada (f. 434). Ello así debido a que del proceso de
elección de colores, conforme surge del testimonio de la Sra. Cabanillas como de la informativa
proveniente de Avant S.A., resulta que el cliente elige los colores en base a una carta mensual
de aquellos que se encuentran disponibles -enviada por CISA (conf. f. 187)- de modo que al
momento de recibir la nota de pedido, en el caso de que no se encuentre disponible un color,
se pueda seleccionar el elegido como segunda opción. Por lo tanto, rechazar la nota de pedido
con motivo en la falta de uno de los dos colores elegidos, denota una conducta abusiva y
reprochable.--
En adición, deviene de suma importancia destacar el informe elaborado por la Inspección
General de Justicia, obrante a fs. 117/159, de donde surge que la conducta desplegada por la
accionada en el sub judice no es novedosa por cuanto a fs. 121/129 se acompaña un listado
con las numerosas sanciones impuestas a Círculo de Inversores S.A. de Ahorro para Fines
Determinados, en donde puntualmente se desprenden la multas impuestas por las mismas
razones que motivan las presentes actuaciones, es decir, "Demora en la Entrega" (fs. 121/124)
así como también "Incumplimiento en el Deber de Informar" (fs. 125/127); además de otras
diversas sanciones como "Demora en el Reintegro", "Falta de Reintegro", "Irregularidades
Relacionadas con Seguros", "Cobranzas de Gastos en Exceso", "Incumplimiento de
Bonificaciones", "Incumplimiento de Obligaciones" y "Otras".--
Todo lo expuesto demuestra que la conducta desplegada por la proveedora encuadra dentro
de una inobservancia grave a los más elementales derechos del consumidor -rayana al dolo-,
en cuanto son reiterados los hechos similares al de marras que motivaron diversas sanciones
por parte del Gobierno Nacional, muchas de las cuales no han sido abonadas aún. Ello motiva
la imposición de la sanción requerida a fin de evitar que dichas conductas antijurídicas
continúen sucediendo en el futuro.--
15) En lo atinente a la cuantificación del rubro, este Tribunal no es ajeno a las complicaciones
que giran en torno a la fijación del monto indemnizable por daños punitivos.--
No desconocemos que resulta conveniente acudir a instrumentos que permitan objetivar, en
la mayor medida posible, su cálculo. Ello, a los fines de lograr un mejor resguardo del derecho
de defensa de las partes (art. 18 CN), pues permite que las partes conozcan el procedimiento
utilizado para su cálculo y se encuentren en condiciones de cuestionarlo o defenderlo.--
Advertimos que resulta de suma utilidad la utilización de la fórmula elaborada por el
reconocido jurista Matías Irigoyen Testa, pues se advierte pertinente para objetivar el
razonamiento, sumado a que no existe, por el momento, una propuesta superadora. Sin
embargo, la utilización de ella en el caso de marras deviene inviable debido a que se
desconoce el monto total de la indemnización compensatoria por cuanto no surgen de autos
datos del valor de la unidad adjudicada, o de su reemplazo en caso de discontinuidad de
producción, al día de la fecha. Por lo que dicha fórmula no será utilizada en el caso bajo
estudio.--
Por lo que para determinar el monto indemnizable por el rubro se deberá acudir a otros
parámetros. Para ello nos parece pertinente tener en cuenta, en primer lugar, la finalidad
disuasiva de la figura. Dicha finalidad se aprecia explícitamente en los fundamentos del
proyecto de ley 26361 que introducen los daños punitivos (art. 52 bis) en la ley 24240: "Con el
daño punitivo se trata de desbaratar la perversa ecuación que aconseja dejar que se produzca
un perjuicio pues, en sí, resulta más económico repararlo en los casos singulares que
prevenirlo para la generalidad."--
Asimismo, debe seguirse, como pauta ineludible de interpretación a los fines de determinar el
quantum del daño punitivo, el listado de recaudos impuestos por el artículo 49 de la ley 24240.
Es decir, deberá tomarse en cuenta: a) el perjuicio resultante de la infracción para el
consumidor o usuario, b) la posición en el mercado del infractor, c) la cuantía del beneficio
obtenido d) el grado de intencionalidad, e) la gravedad de los riesgos o de los perjuicios
sociales derivados de la infracción y su generalización y f) la reincidencia y las demás
circunstancias relevantes del hecho.--
En primer lugar, el perjuicio resultante para el consumidor consiste en la imposibilidad de
contar con el vehículo que le había sido adjudicado a pesar de cumplir con todos los requisitos
que le exigía la demandada.--
Con respecto a la posición del infractor en el mercado, se torna innegable el reconocimiento
de la magnitud de la empresa y el gran volumen de ventas de vehículos que detenta, atento
ser la administradora de los planes de ahorro de distinguidas marcas como son Peugeot y
Citroën (conf. f. 54).--
En relación a la cuantía del beneficio obtenido, cabe señalar que resulta sumamente
dificultoso conocer con precisión los beneficios económicos que la demandada obtiene con la
falta cometida en autos. No surgen datos al respecto de la pericia contable.--
Teniendo en cuenta la posición de la accionada en el mercado, el volumen de clientes que
maneja y en virtud de las constancias de múltiples infracciones ya cometidas, cabe concluir
que situaciones como la sucedida en las presentes se realizan con cierta frecuencia. Por otro
lado, no puede obviarse que estas conclusiones surgen de prueba presuncional, salvo la
informativa aludida, sin que exista otra prueba concreta que autorice a presumir una ganancia
exorbitante. Es decir, constan indicios que permiten conocer la existencia de beneficios por
parte del proveedor y que autorizan la aplicación de la sanción, pero dado el carácter
excepcional y restrictivo de la figura, la fragilidad probatoria en este aspecto impide dar a la
presunción una amplia extensión en el quantum sancionatorio.--
Reiteramos, en el caso de marras la conducta de la accionada encuadra dentro de la culpa o
negligencia grave. La existencia del factor subjetivo de atribución surge claro pues, como se
expresó supra, la conducta de CISA es palmariamente abusiva e inapropiada.--
Finalmente, con respecto a la reincidencia, nos remitimos a la prueba informativa de fs.
121/127 donde constan las innumerables infracciones cometidas por la proveedora en lo
referido a las demoras en la entrega y el incumplimiento del deber de informar.--
En síntesis, estas consideraciones nos llevan a concluir que corresponde aplicar una sanción de
consideración. Por ello, entendemos que la suma de pesos sesenta mil ($ 60000) en concepto
de daño punitivo, resulta suficiente para cumplir con la finalidad disuasiva del instituto
teniendo en cuenta los factores mencionados precedentemente. Cabe señalar que dicho
monto fue solicitado por el actor en la demanda (f. 3vta.), así como también dictaminado por
la Sra. Fiscal de Cámaras (f. 435vta.).--
Con respecto a los intereses sobre este rubro, corresponde que se aplique la tasa pasiva que
publica el BCRA con más el dos por ciento (2%) nominal mensual desde la fecha de la presente
resolución hasta la de su efectivo pago. Ello debido a que la obligación de indemnizar nace con
la presente sentencia y que para su fijación se tuvo en cuenta valores actuales. En efecto, no se
puede estar en mora de una sanción que aún no se había impuesto.--
16) Por último, se agravia el accionante en base a que se le impusieron parcialmente las
costas.--
Conforme a lo argumentado precedentemente, se hace lugar a la solicitud del actor en
relación a la condena por daño punitivo. Por ello, corresponde que totalidad de las costas de
Primera instancia sean impuestas a la demandada por haber resultado vencida (art. 130
CPCC).--
17) Por consiguiente, corresponde acoger el recurso de apelación interpuesto por el actor y, en
consecuencia, revocar la sentencia parcialmente en relación al daño punitivo, haciendo lugar a
dicho rubro por la suma de pesos sesenta mil ($ 60000).--
Las costas de Alzada se imponen a la demandada apelante por aplicación del principio objetivo
de la derrota (art. 130 del CPCC).--
A los fines de la regulación de los honorarios de los letrados intervinientes, tengo en cuenta lo
dispuesto por los arts. 26, 29, 36, 39, 40 y 109 y conc. del Código Arancelario - Ley 9459. En
consecuencia, se establece el porcentaje regulatorio de los honorarios profesionales de la Dra.
Marisa Estela Altenburger en el treinta y cinco por ciento (35%) del punto medio de la escala
del art. 36, de conformidad a los incs. 1 y 5 del art. 39 de la Ley 9459, sobre lo que ha sido
objeto del recurso (art. 40 ley citada). No se regulan en esta oportunidad los honorarios del Dr.
Carlos J. Molina por aplicación del art. 26 CA a contrario sensu.--
Corresponde dejar sin efecto las regulaciones de honorarios de los letrados de primera
instancia, las que deberán adecuarse al resultado del presente pronunciamiento.--
A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA, EL SR. VOCAL DR. JOSÉ MANUEL DIAZ REYNA DIJO:
Adhiero a la solución propiciada por el Sr. Vocal preopinante, expidiéndome en igual sentido.--
A LA PRIMERA CUESTIÓN PLANTEADA, LA SRA. VOCAL DRA. GABRIELA LORENA ESLAVA DIJO:
Adhiero a la solución propiciada por el Sr. Vocal Dr. Héctor Hugo Liendo, expidiéndome en
igual sentido.--
A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA, EL SR. VOCAL DR. HÉCTOR HUGO LIENDO DIJO:
CORRESPONDE: I) Rechazar el recurso de apelación interpuesto por la demandada,
confirmando la sentencia recurrida en todo lo que ha sido materia de agravios. II) Imponer las
costas a Círculo de Inversores S.A. III) Establecer el porcentaje regulatorio de los honorarios
profesionales de la Dra. Marisa Estela Altenburger en el treinta y cinco por ciento (35%) del
punto medio de la escala del art. 36 CA sobre lo que ha sido objeto del recurso. IV) Acoger el
recurso de apelación interpuesto por el actor y, en consecuencia, revocar la sentencia
parcialmente en relación al daño punitivo, haciendo lugar a dicho rubro por la suma de pesos
sesenta mil ($ 60000). V) Imponer las costas a la demandada. VI) Establecer el porcentaje
regulatorio de los honorarios profesionales de la Dra. Marisa Estela Altenburger en el treinta y
cinco por ciento (35%) del punto medio de la escala del art. 36 CA sobre lo que ha sido objeto
del recurso. VII) Dejar sin efecto las regulaciones de honorarios de los letrados de primera
instancia, las que deberán adecuarse al resultado del presente pronunciamiento.--
Así voto en definitiva.--
A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA, EL SR. VOCAL DR. JOSÉ MANUEL DÍAZ REYNA DIJO:
Adhiero a la solución propiciada por el Sr. Vocal preopinante, expidiéndome en igual sentido.--
A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA, LA SRA. VOCAL DRA. GABRIELA LORENA ESLAVA DIJO:
Adhiero a la solución propiciada por el Sr. Vocal Dr. Héctor Hugo Liendo, expidiéndome en
igual sentido.--
Por todo lo expuesto, SE RESUELVE: I) Rechazar el recurso de apelación interpuesto por la
demandada, confirmando la sentencia recurrida en todo lo que ha sido materia de agravios. II)
Imponer las costas a Círculo de Inversores S.A. III) Establecer el porcentaje regulatorio de los
honorarios profesionales de la Dra. Marisa Estela Altenburger en el treinta y cinco por ciento
(35%) del punto medio de la escala del art. 36 CA sobre lo que ha sido objeto del recurso. IV)
Acoger el recurso de apelación interpuesto por el actor y, en consecuencia, revocar la
sentencia parcialmente en relación al daño punitivo, haciendo lugar a dicho rubro por la suma
de pesos sesenta mil ($ 60000). V) Imponer las costas a la demandada. VI) Establecer el
porcentaje regulatorio de los honorarios profesionales de la Dra. Marisa Estela Altenburger en
el treinta y cinco por ciento (35%) del punto medio de la escala del art. 36 CA sobre lo que ha
sido objeto del recurso. VII) Dejar sin efecto las regulaciones de honorarios de los letrados de
primera instancia, las que deberán adecuarse al resultado del presente pronunciamiento.
Protocolícese y bajen.

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