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El Cristiano y
su Bienestar Económico
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El Bienestar Económico del Cristiano
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El Bienestar Económico del Cristiano
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El Bienestar Económico del Cristiano
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El Bienestar Económico del Cristiano
Introducción
El tema del dinero, finanzas, y nuestra actitud y disposición hacia a ellos es un tema
que a la verdad toca casi cada persona. Muchas personas piensan que su
cristianismo no toca sus finanzas. Ellos mantienen las dos cosas separadas en sus
mentes, y su consciencia en lo de dinero, posesiones, etcétera nunca tiene nada de
ver con la Biblia. Pero Dios habla mucho sobre el lado espiritual de las cosas
económicas.
Cuando estudiamos los principios espirituales que se tratan con el dinero, el
trabajo, y los elementos morales de la vida, vemos que esto demuestra lo que hay
espiritualmente adentro de uno. Se refleja el estado real de su alma.
Al joven rico Jesús le dio la tarea de deshacerse de sus ídolos económicos, y se fue
inconverso de Jesús porque tuvo muchas posesiones que no pudo bajar la estima
de estos menos que estimaba a Dios. Fueron ídolos económicos.
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Cada persona tiene que entregar cuentas con Dios un día por lo que ha hecho en
esta vida, y es mi deseo que cada persona leyendo este libro se pare allí con la
confianza de que Jesús es su salvador. La virgen Maria, buda, ni nadie más van a
salvarnos, solamente Jesucristo.
Lo que hacemos en nuestra vida económicamente es porque confiamos que Jesús
va a cuidarnos y protegernos. Sus promesas funcionan, y por ser promesas de Dios,
tienen la bendición del genio, inteligencia, y sabiduría de Dios atrás de ellos. Son
sabios, y Dios es la suma de la sabiduría. Tenemos que confiar que Dios sabe mejor
como debemos vivir nuestras vidas, y tenemos que entregar nuestros corazones y
vidas a Dios para que nos ordene en nuestras vidas.
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Ecl. 5:15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así vuelve, yéndose tal
como vino; y nada tiene de su trabajo para llevar en su mano.
La realidad de la vida es que nadie puede entrar en este juego con algo que no
viene de Dios. Venimos al mundo con nada excepto lo que Dios nos da, y
recibimos lo que tenemos porque Dios decide que es lo que vamos a tener. No se
vale en turista de sacar el dinero de otro juego, y cuando el juego empieza, uno
saca dinero que ha sacado de otro juego o de un juego anterior. Job 27:19 Rico
se acuesta, pero por última vez; Abrirá sus ojos, y nada tendrá.
La realidad es que tampoco nadie puede llevar consigo algo del juego. El dinero
del juego no tiene en sí valor. El mundo entero se queda bajo el control y
dominio de Satanás (“el dios de este siglo” 2Co. 4:4). Satanás ha arruinado
todo el mundo material, y Dios va a destruir este mundo y todo lo material en
ello, para hacer unos nuevos cielos y tierra. 2Pe. 3:13 Pero nosotros
esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales
mora la justicia.
Apo. 21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la
primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Por la corrupción que ha hecho Satanás, todas las riquezas y tesoros de este
mundo pertenecen a él, y no van a pasar a lo nuevo que Dios va a hacer. Dios ha
hecho imposible que cualquier persona traspasa lo material (riquezas) al nuevo
mundo que va a hacer después de que termina este siglo. De hacer un ídolo de
las riquezas y posesiones de este mundo es de hacer una alianza y sumisión a
dios falso de este mundo, a Satanás.Sal. 49:17 Porque cuando muera no
llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria.
Además, hasta la gloria humana tampoco llevará consigo. O sea, los artistas, los
ricos, los poderosos, los políticos, los reyes y reinas, todos van a ser personas
normales después de su muerte, completamente despojados de su gloria y fama,
aparte de ser despojados de sus riquezas. Nadie tendrá gloria ni fama en el infierno.
Entonces, no debemos buscar enriquecerse.1Tim. 6:6 Pero gran ganancia es
la piedad acompañada de contentamiento; 7 porque nada hemos traído a este
mundo, y sin duda nada podremos sacar. 8 Así que, teniendo sustento y
abrigo, estemos contentos con esto. 9 Porque los que quieren
enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y
dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10 porque raíz
de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Unos de los puntos más céntricos en esta discusión es la actitud del cristiano hacia
el dinero, riquezas, y posesiones. Posesiones en una forma es una representación de
riquezas. Debemos entender nuestra situación actual como Dios lo ve. No hemos
traído nada a este mundo, y tampoco vamos a sacar nada. Entonces la conclusión
que debemos sacar aquí es esto, ¿Por qué afanamos por ganar o sentimos tanto en
perder algo de este mundo? ¿Por qué gastamos nuestras vidas casi enteras en el
obtener y guardar riquezas y posesiones cuando no vamos a llevar estas cosas con
nosotros a fin de cuentas?
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Pablo repite las palabras de Job cuando nos avisa de que entramos en y salimos de
este mundo sin nada. Igual como entramos, igual saldremos. Entonces nuestra
actitud de mente y corazón debe ser fuertemente impuesto por nosotros, que
buscamos ser contentos y tranquilos por el tiempo en que traspasamos esta vida. El
buscar ser contento es de alta prioridad, y es un lazo, un engaño, y muy
problemático el juntar posesiones y riquezas.
Pablo nos ilumina sobre el “querer enriquecerse”, o sea, ni tienes que obtener las
riquezas, es el mero deseo harto de tener y guardar riquezas que es un grave error
espiritual del alma. Te causará tribulación espiritual porque es la oportunidad de
Satanás de tentarte, y te vas a enredarse con problemas en la vida porque estás
tratando de enriquecerte.
El deseo de ser rico también causa la persona de caer “en muchas codicias necias y
dañosas.” Gente que quiere ser rico buscan vehículos para llevarles a las riquezas, y
mucha de estas cosas son cosas necias y de gran daño al alma. Al final todo esto va
a causar a uno de “extraviarse de la fe” y terminará con muchos dolores que
destruirá la vida espiritual.
Dios decide nuestro estado económico, y nos prueba en ello. 1Sa. 2:7 Jehová
empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece. 8 El levanta del polvo al
pobre, Y del muladar exalta al menesteroso, Para hacerle sentarse con
príncipes y heredar un sitio de honor…
Tenemos que siempre tener claro en nuestras mentes que Dios es quien que
hace una persona pobre, y a otra rica. Deu. 8:18 Sino acuérdate de Jehová tu
Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas…
Dios es la persona quien que nos da el poder de hacer riquezas o que no nos da.
Si Dios tiene este poder sobre nosotros, ¿Cómo es de tonto de no buscarle con
todo nuestro corazón? ¿Por qué no entregamos nuestros corazones a Dios y le
sirvamos? Job 1:7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo
Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. 8 Y Jehová
dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él
en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que
tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han
aumentado sobre la tierra. 11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo
que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia. 12 Dijo
Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no
pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
Pero mucho más que Dios nos da y nos quita, Dios nos prueba con lo que nos
da. O sea, nos da posesiones para ver qué haremos con ellas. Además de probarnos
con examinar como usamos lo que nos da, nos deja pasar cosas como Job,
recibimos posesiones y riquezas para nada más perderlas. Esto es para probar
nuestro espíritu y actitud hacia Dios, y si nos corrompemos con las posesiones.
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Es incorrecto igualar riquezas y posesiones con “el bien”.Luc. 12:15 Y les dijo:
Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no
consiste en la abundancia de los bienes que posee.
El hijo de Dios es una persona quien pone su vista sobre lo celestial, y no deja lo
material ser lo máximo, ni tampoco de muy importante consideración. Además,
en aceptar a Jesucristo como su salvador personal, el hijo de Dios
rechaza las riquezas como la meta y objetivo de la vida. Pone a un lado la
búsqueda y locura de “hacerse rico y poderoso” como el plan para su vida. Al
opuesto el cristiano tiene como el plan principal de su vida, el obtener la salvación.
Estima la salvación más valiosa que todo lo demás que hay. Jesús nos enseña que
para que tengas realmente la salvación tienes que imponer en tu vida un orden, una
regla, un parecer.
Mat. 13:44 Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro
escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y
gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca
buenas perlas, 46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió
todo lo que tenía, y la compró.
Aunque estas dos metáforas son cortos, son muy claros. El verdadero cristiano
es alguien que descubre algo de tanta importancia que se vende todas sus
posesiones terrenales para conseguir esta cosa de gran valor. Medita sobre este
punto y luego ve como ordenas tu vida. ¿Pones primera prioridad en las cosas
espirituales en tu vida? Muchos no van a todos los cultos de la iglesia porque
tiene “otras cosas” más importante de hacer domingo en la noche y miércoles.
Allí es el punto exacto. Unos no van aun domingo en la mañana siempre porque
“tienen cosas de más valor de atender.” Hay una regla que aprendí hace
muchos años. Todo el mundo se va a dedicarse domingo en la mañana a su dios.
Muchos van a diversión, otros a ser flojo, y unos poquitos a una iglesia. Pero ni
modo, domingo en la mañana es para tu Dios quien que sea.Job 31:24 Si puse
en el oro mi esperanza, Y dije al oro: Mi confianza eres tú; 25 Si me alegré de
que mis riquezas se multiplicasen, Y de que mi mano hallase mucho;
Job se defendió en contra de sus malos consejeros, diciendo que jamás en su
vida ha puesto su esperanza y confianza en las riquezas. Nunca se alegró porque
tuvo riquezas y posesiones. O sea, Job como un perfecto hombre era una
persona que realmente no se alegró cuando pudo haber hecho unos
movimientos y ganarse mucho dinero o más dinero. Simplemente el objetivo de
ser rico, o más rico no fue la meta de su vida. No fue lo que le daba gozo y
felicidad, sino su relación con Dios, y sus actividades respeto a Dios.Mat.
6:21 Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Jesús nos enseñó que la persona quien es un hijo de Dios y que tiene su vista en
el cielo, va a tener sus tesoros allí también. Un tesoro es algo precioso para uno.
El mundo cuida a sus tesoros en el banco o en la bolsa, pero el cristiano
amontona a sus tesoros en el cielo para esperarle. El cristiano pone sus
esfuerzos y atenciones en aumentar y añadir a su cuenta celestial por sus
actividades espirituales, especialmente como invierte dinero, bienes, tiempo, y
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energía en la obra de Dios.Sal. 37:16 Mejor es lo poco del justo, Que las
riquezas de muchos pecadores.
El cristiano ve que es aceptable tener poca posesiones y dinero aquí en la tierra, y
no quiere tener las riquezas si son el fruto de malas obras, o conseguidas por
formas injustas y ilegitimas. Si obtenemos riquezas en una forma que Dios dice que
es incorrecto, entonces las riquezas son contaminadas, y no aceptables para
nosotros.
En la segunda guerra mundial, los alemanes (Hitler) tomaron judíos prisioneros
simplemente por el hecho de ser judío. Les mataron como quisieran. Unos de estos
judíos fueron usados en experimentos macabros. Los soldados alemanes estaba
muriendo en Rusia por el frío, entonces los científicos alemanes decidieron de
hacer experimentos con los judíos. Por ejemplo, pusieron un hombre judío en un
tanque de agua a temperatura normal, y poco a poco bajaron la temperatura hasta
que muere. Hubo muchos experimentos y la información coleccionada era sobre
cuanto el cuerpo humano aguanta el frío antes de morir, y condiciones que causa
más problemas y como resucitar las personas de hipotermia. Pero por respecto de
los miles de judíos que murieron en estos experimentos macabros, todos los datos
fueron sellados y los científicos rehúsan de usarlos, porque son corruptos con la
sangre de los inocentes no voluntarios que mueren.
En cristiano debe ver dinero y posesiones que viene a sus manos por medio de
pecado en la misma forma. Simplemente aunque pueden ser usados, uno
rehúsa de utilizar estos por cualquier razón por lo malo que estaba involucrado.
Pro. 15:16 Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde
hay turbación.
Dios nos avisa que el tener poco no es algo malo. Es mejor de tener poco sin
estrés, sin turbación del alma y vida, sin contención y problemas, que de tener un
gran tesoro con todo esto. Muchas veces las personas consigan riquezas por medio
de transas, robos, y otros hechos indebidos. Por ejemplo, es posible de rentar un
departamento y por maniobras quedarse con ello aunque no es un regalo y no lo
compras (aquí en México). Esencialmente usas la ley mexicana para robarlo.
Muchos se van a terreno ajeno, y hacen su casa, y roban el terreno. Pero es mejor
no tener nada que tener las riquezas y tesoros con problemas.
B. Nuestra relación y confianza (fe) en Dios es arriba, mayor
que, y más importante que nuestra condición económica.
Los verdaderos hijos de Dios no mendigan.Sal. 37:25 Joven fui, y he
envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que
mendigue pan.
Este versículo es muy difícil, no de entender lo que dice sino de aplicarlo en
nuestras vidas. La enseñanza es obvia y clara, pero de ubicarlo en nuestras vidas es
un poco difícil. Simplemente lo que declara es que un verdadero hijo de Dios no va
a estar mendigando, pidiendo limosna para vivir.
Lo que abarca es que el hijo de Dios confía en Dios, y por esta confianza en Dios y
por las promesas de Dios tocando nuestro sustento, siempre sin excepción Dios va
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a proveer para nosotros aunque tenemos problemas económicos. Aquí hay dos
puntos muy importantes de aclarar. (1) El pobre cristiano no va a necesitar, querer,
ni hacer “el mendigar”. (2) Los cristianos espirituales y obedientes con medios y
recursos de ayudar a sus pobres hermanos harán suaves sus corazones para ayudar
económicamente a los necesitados entre nuestros hermanos en la fe.
Es una contradicción de este versículo cuando ves un hermano mendigando y
presionando para que otros le den para su sustento o necesidades. Desde la
primera vista de esto, debes sospechar que la persona no es salva. Es un fraude
tratando de maniobrar las emociones y sentimientos de los hermanos, y la
respuesta correcta del alma probablemente es de no darle nada, y de citarle Sal.
37:25. Hay grupos de supuestos cristianos, “hermanos”, quienes andan de iglesia a
iglesia buscando limosnas y caridad. Muchas iglesias manejan un fondo de caridad,
pero es triste de ver personas quienes realmente son estafadores quienes absorban
todo este dinero, y verdaderos hermanos con necesidades fuertes, quienes por su
fidelidad a la iglesia se ve su ardiente cristianismo, pero ellos nunca reciben nada
de esta caridad. ¡Qué triste!
Igualmente hay un grave problema de los hermanos quienes se encierren sus
corazones y compasión para su hermano atrás lógicas y argumentos para nunca
realmente ayudar a los necesitados entre sus hermanos.
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los necesitados reciben de nosotros, sino porque nosotros sacrificamos por ellos. El
amor se muestra no por el recibir algo, sino por el sacrificar y el dar.
1Jn. 2:10 El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay
tropiezo.
Juan enfatiza en esta primera epístola la naturaleza esencial del amor en la
salvación. Simplemente puesto (2:10), el que no ama, no es salvo. Este amor no es
dirigido hacia a alguien en específico (como a sus padres o pareja), sino es amor
hacia a Dios, lo cual tiene que manifestarse en amor a otros. Este amor se nombra
personas específicas, como a los hermanos en Cristo, pero también debe ser parte
del carácter moral del cristiano en que se ve su amor hacia a muchos diferentes
personas, pobres y menesterosas en la calle, desconocidas realmente.
1Jn. 3:10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo
aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que
amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece
en muerte. 16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por
nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener
necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de
Dios en él?
El punto es suficiente confiable y fuerte que Juan dice que la presencia del amor
verdadero (sacrificio sin pensamiento de intercambio o ganancia por este amor
dado) es una marca de un hijo de Dios, y la ausencia de este amor es la marca de un
hijo del Diablo (1Jn. 3:10, 14). O sea, uno no demuestra amor para recibir
económicamente cosas del otro. Amor debe ser puro sin importar lo que uno recibe
de regreso o de consecuencia del amor.
Nuestras finanzas como un cristiano gira alrededor del espiritual, y el amor
demostrado por acciones es exactamente el punto de todas nuestras finanzas y los
principios que Dios quiere enseñarnos sobre las finanzas.
1Jn. 4:20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es
mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede
amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de
él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.
La persona que proclama que ama a Dios (o sea, que es salvo, piensa de ser un hijo
de Dios), pero a la vez manifiesta el odio, aborrecimiento, o de simplemente
ignorar a su hermano (no amarle), no es salvo, y Juan dice “es mentiroso.” Por
tener la experiencia de conocer a Dios, a fuerzas en 100% de los casos, la persona
aprenderá a amar a sus hermanos. Es el mandamiento principal de Dios (1Jn.
4:21).
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La Biblia condena personas quienes hacen sus limosnas a personas ricas. Es locura
esta, pero es muy común entre personas de medios. Promueven donaciones para
los pobres en África que están muriendo de hambre, y destroza los sentimientos de
muchos viendo imágenes de estos niños, pero lo que no te dicen es que 5% de lo
que donas actualmente es usado para comprar comida. De lo que llega allá, los jefes
mafiosos allí en estas áreas que causan esta hambre son quienes que roban esta
comida de estos grupos de caridad, y venden la comida a muchas veces su valor, o
simplemente destruyen la comida o la dejan pudrir sin usarlo por maldad. O sea,
cuando ves millones de dólares para acá y para allá en advertencias, en maniobras
para levantar dinero como cenas de $1000 dólares el lugar, todo esto es como
negocios seculares levantan fondos, y para dar a esto, uno está “dando a los ricos”
su caridad.
C. Los peligros y bendiciones de las riquezas.
Las riquezas se dificultan grandemente la posibilidad de ser salvo.Mat.
19:23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que
difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 24 Otra vez os
digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un
rico en el reino de Dios.
Mar. 10:23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán
difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo,
volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que
confían en las riquezas! 25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una
aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
Jesús nos declaró que la presencia de riquezas en la vida de una persona le hace
casi imposible que sea salvo. ¿Por qué? Porque las riquezas tienen una tendencia de
desaparecerse. Si tienes riquezas, muy pronto se van si no vas dedicando tu vida a
buscarles de nuevo o de retenerles. Son algo que demandan toda tu atención y
energías o se van a desaparecer. En esto se imponen la necesidad de ser respetados
como un “dios” en tu vida. Cada día, cada momento, tienes que atenderles y pensar
en ellos. Por medio de este carácter de ellas, la riquezas empujan al verdadero Dios
y Salvador afuera de su lugar máximo y absoluto de tu vida. Dios le queda segundo,
y desatendido.
Las riquezas se hacen competición como un falso dios en contra del Dios
verdadero.Mat. 13:22 El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la
palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan
la palabra, y se hace infructuosa.
En esta parábola de Jesucristo, todo el chiste es el fruto que uno produce. Si no
produces el fruto asociado con la vida eterna, no eres salvo. Jesús enseñó que
“el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra.” O sea,
vincula dos cosas juntas, el afán por las cosas de nuestra vida, lo que todos en el
mundo están buscando y alocándose para conseguir o conservar, y vincula esto
con el engaño de las riquezas. Jesús usó el término “ahogar”. Es como si
plantaras un árbol de manzana en tu huerto. Es pequeño al principio, pero si
hay sácate que crece al lado de ello, poco a poco va robando la luz, los
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A fin de cuentas, tenemos que siempre regresar a lo mismo. Es Dios quien da las
posesiones y riquezas, y igualmente de fácil te puede quitarlas. Si Dios es en total
control de nuestro estado económico, ¿No debemos hacerle feliz con nuestras vidas
y devoción a Él, para no enojarle con nosotros? ¡Qué simple es esta idea y que
pocos que la sigan!
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Las exhortaciones de Dios (Deu. 6:10-12; 8:12-14) a los Israelitas antes de entrar
en la tierra de abundancia nos sirvan de ubicarnos en enfocar nuestra confianza en
Dios quien nos da lo que tenemos, y no en las riquezas como ellas van a
defendernos económicamente en el futuro. La gente pone su confianza en sus
posesiones y sus riquezas y no en el Señor. De tener una buena relación con Dios es
todo lo que uno necesita en esta vida. Pero la gente insiste en que su vida va a ser
más estable y mejor si tienen muchas riquezas y posesiones. No es cierto dice Dios.
Sal. 39:4 Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis
días; Sepa yo cuán frágil soy. 5 He aquí, diste a mis días término corto,
Y mi edad es como nada delante de ti; Ciertamente es completa vanidad
todo hombre que vive. 6 Ciertamente como una sombra es el hombre;
Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe
quién las recogerá. 7 Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza
está en ti.
Si entendemos que frágiles que somos, que frágil es nuestra situación, entonces no
pondremos nuestra confianza en lo que es vanidad (hueca), lo que no es duradero
para la eternidad. Debemos meter nuestra confianza en Dios, y solamente en Dios.
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En una forma muy paralelo, Dios quiere que nosotros usemos el dinero en la
misma forma. Llega a un punto en que debemos utilizar el dinero para nuestro
futuro en el cielo más de agarrarlo con un puño cercado y tan codo que nunca deja
nada salir por adorar y sobre estimar el dinero.
Luc. 12:48 Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado
poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le
demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.
Dios va a juzgarnos según lo que nos ha dado. Debemos tener mucho cuidado en
como administramos lo que Dios nos ha encargado. El que tenga mucho, será
mucho demandado de él.
Luc. 19:21 porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo, que
tomas lo que no pusiste, y siegas lo que no sembraste. 22 Entonces él le dijo:
Mal siervo, por tu propia boca te juzgo. Sabías que yo era hombre
severo, que tomo lo que no puse, y que siego lo que no sembré;
Dios es un dueño que es muy austero. Dios quiere cosecha aun donde no será
normalmente pensado que se puede sacar. ¿Qué entregas a Dios entonces?
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Aclaramos que para nada estamos hablando sobre conseguir la salvación por las
buenas, que la Biblia dice que no es así. Tampoco hablamos sobre el cubrir
nuestros pecados con la santidad y justicia de Dios (que la obra de Jesús en la cruz
nos hace esto). Pero en una forma, cada hijo de Dios debe esforzarse de obedecer a
Dios, servir a Dios, vestirse de Jesucristo, y hacer buenas obras. El hijo de Dios
recibirá vestiduras en el cielo para estas buenas obras, de ser como Cristo. O sea,
hay vergüenza para los que bien se pueden vivir por Cristo pero no hicieron nada
más el mínimo para “nada más llegar al cielo.”
Col. 3:10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo
creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
2Co. 5:2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella
nuestra habitación celestial; 3 pues así seremos hallados vestidos, y no
desnudos.
Job 29:14 Me vestía de justicia, y ella me cubría; Como manto y
diadema era mi rectitud.
Isa. 59:17 Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de
salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de
celo como de manto,
Isa. 61:10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi
Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto
de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con
sus joyas.
Ef. 6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y
vestidos con la coraza de justicia,
1Te. 5:8 Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos
vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación
como yelmo.
Entonces el cristiano confía solamente en su relación con Jesucristo para llegar al
cielo, pero trabaja y se adorna espiritualmente en buenas obras y justicia porque
entiende que su presencia en el cielo será algo más agradable si ha abundado las
buenas obras en su vida terrenal, o será para su vergüenza si no le importó esto. El
concepto de ser desnudo delante de los demás en el cielo es algo de pura vergüenza
para él en el cielo, y esto depende en cómo, en cuánto, y qué tan intenso acumula
cosas espirituales (su ropa celestial) en su cuenta espiritual en el cielo.
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Zofar dice que el tiempo de los ricos es muy limitado. En un rato, se acabarán. En
este breve momento de su gloria, aumenta mucho su soberbia. Sus riquezas serán
“vomitadas”, que en sí es algo raro, pero quiere decir que no disfrutará de ellos
para siempre. Dice que su bienestar que él consiguió con sus riquezas “no será
duradero”. Las riquezas de este mundo son engañosas, porque parecen de tener
sustancia para siempre, pero no es la verdad.
C. Cómo guardes lo que tienes.
Aparte del asunto de cómo conseguiste el dinero y posesiones que tienes, hay el
asunto de cómo lo guardes, o sea, cómo estimas lo que tienes. Aquí piensa en la
idea del rico en una cámara de su casa o negocio, todo encerrado, contando su
dinero vez tras vez, día tras día. Codicia el dinero entonces quiere tocarla y
contarla.
No te jactas ni te glorias de tus riquezasDeu. 8:17 y digas en tu corazón: Mi
poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
El colmo de la soberbia es de decir que tú mismo has ganado el dinero, que tú has
juntado tus posesiones, y excluyes a Dios de todo el asunto. Muchas personas, aun
supuestos cristianos, toman la actitud de que ellos ganaron el dinero, entonces que
Dios no se mete. Dios quiere que siempre y en todo recordamos que Dios es quien
que da, y Él es quien que se quita según su discernimiento y deseos.
1Sa. 2:7 Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece.
La ignorancia o rechazo de la persona de aceptar esta realidad es lo que le trae
la condenación de Dios sobre su vida.Jer. 9:23 Así dijo Jehová: No se alabe el
sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se
alabe en sus riquezas.
Stg. 5:1 ¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os
vendrán. 5 Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis
engordado vuestros corazones como en día de matanza.
Dios condena a los ricos quienes se jactan en lo que ellos “han logrado.” Sin Dios no
lograrían nada. Entonces cada persona que se acumula algo debe ser humilde
aunque tiene mucho dinero o no. La humildad es lo que Dios quiere ver en
nosotros. Dios quiere que reconozcas que de Dios recibimos todo lo que tenemos.
No confías en las riquezasJob 31:24 Si puse en el oro mi esperanza, Y dije al
oro: Mi confianza eres tú;
1Tim. 6:17 A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la
esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo,
que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.
A fin de cuentas es un punto de suma importancia que no confiamos en las riquezas
sino en Dios. Todos los consejeros económicos van a decirte como arreglar tus
finanzas para que este dinero te dé estabilidad y confort, pero todo está mal. La
estabilidad económica y la provisión para nuestras necesidades solamente se
encuentran en Dios, y no en las cosas materiales, “las cuales son inciertas.”
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de Dios como cuando alguien gana la lotería o recibe una gran herencia. Pero
siempre nuestro gozo va con nuestros valores morales, y pocos tienen estos
valores puestos bíblicamente en donde deben ser. (Mat. 25:21, 23) Ganan la
lotería, y no pueden contener su gozo. Pero prefieren ver la televisión que hacer
algo espiritual. Prefieren hacer nada que orar, testificar, leer la Biblia, estudiar,
etc. (Nota: Yo creo que es un desperdicio y pecado para un cristiano de jugar la
lotería o apostar. Uso el ejemplo porque se entiende mejor, y no estoy dando
una buena vista a la práctica.)Luc. 15:7 Os digo que así habrá más gozo en el
cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no
necesitan de arrepentimiento.
Luc. 16:15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros
mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque
lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es
abominación.
Sal. 10:3 Porque el malo se jacta del deseo de su alma, Bendice al codicioso, y
desprecia a Jehová.
El problema es que no enfocamos nuestra vista y vida en lo espiritual sino en lo
material, lo carnal. Esto malo es automático, y de hacerlo bien es mucho
esfuerzo. Dios nos castiga por esto, y luego actuamos con sorpresa como es
injusto que Dios nos exija este enfoque.Luc. 12:16 También les refirió una
parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.
17 Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde
guardar mis frutos? 18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los
edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; 19 y diré a
mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate,
come, bebe, regocíjate. 20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte
tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? 21 Así es el que hace para
sí tesoro, y no es rico para con Dios.
O sea, todos piensan que ellos pueden manejar bien las riquezas, y ellos sí saben
lo que uno debe hacer con dinero, posesiones, y recursos, pero a la verdad,
nunca tienen la vista más allá que este lado de la muerte. Quieren todo esto para
que ellos disfruten la vida aquí, y al morir, no tienen nada guardado para la
próxima vida en la eternidad. De tener y no usarlo bien implica más
responsabilidad y más contabilidad delante de Dios que el nunca haber tenido
nada. Los pobres deben dar gracias a Dios por los castigos y severa examinación
que se evitan por no haber tenido mucho.Fil. 3:8 Y ciertamente, aun estimo
todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo
Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura,
para ganar a Cristo,
Pablo aprendió cómo quitarse el afán por las posesiones y riquezas de su corazón.
Estimó todo como basura para ganar a Cristo. Basura es algo ya sin valor listo para
tirar y dejar de tu posesión sin llorar pero de gozar de haber quitado la cosa). O sea,
no puso prioridad, mucha atención, mucho afán sobre las cosas de este mundo
porque supo que allí no era lo valioso. ¡Ojala que nosotros aprendemos lo mismo!
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A.W. Tozer – “Nunca toma posesión de nada, quítate del sentido de ser dueño.” Sal.
62:10 No confiéis en la violencia, Ni en la rapiña; no os envanezcáis; Si se
aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.
Luc. 6:24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo.
El tener o desear riquezas nos hace difícil entrar en el cielo.Mat.
19:23 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente
entrará un rico en el reino de los cielos. 24 Otra vez os digo, que es más fácil
pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de
Dios.
El consejo de Jesús es que con mucha dificultad entrará un rico en el cielo. Medita
mucho sobre este principio. No dice que es imposible, sino que es muy, muy difícil.
Si tienes 18 años y quieres entrar en un equipo deportista, y te dicen que si tienes
15 kilos de más, será muy difícil de entrar en el equipo. ¿Vas a comer como un
puerco para ganar estos 15 kilos para que sea LO MÁS DIFÍCIL POSIBLE para
entrar? No. Te cuidarás muy flaco para que no tengas problemas de entrar.
Entonces ¿Qué locura es esto de poner el ojo sobre la meta que obviamente Jesús te
dice que estorba tu salvación y te hará difícil el entrar en la salvación. ¿Cuál vale
más para ti, la salvación de tu alma o el bienestar en esta tierra?
La pobreza te causa ser dependiente en DiosStg. 2:5 Hermanos míos amados,
oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe
y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?
Hay una desventaja espiritual en tener riquezas, y posesiones. Te hace difícil de
enfocar en las cosas espirituales de Dios. Igualmente hay una ventaja espiritual en
ser pobre. Los pobres siempre buscan a Dios por su pan diario, pero los ricos no
tienen tiempo para Dios. Esto es porque con las riquezas y posesiones viene el
pecado de pensar que uno puede solo sin Dios. De ser independiente de Dios. Sin
riquezas uno llega a ser muy dependiente a Dios. Mejor que oras que te vas a brinco
de la bancarrota, donde vives diariamente buscando a Dios con todo tu corazón
para nada más comer, que orar para que seas rico.
Fe es confianza en otra persona que puedes contar con esta persona para que te
ayude cuando lo necesitas. Los pobres tienen esta fe en Dios, y los ricos piensan
que son independientes de Dios, y su soberbia llega hasta negar el derecho de Dios
de juzgar sus vidas moralmente. Simplemente el rico niega a Dios, y piensa que no
va a hacer cuentas con Dios por sus hechos y la inversión que Dios ha hecho en el
rico con las oportunidades y las cosas que Dios le ha dado como mayordomía.
D. ¿Cómo no conseguir las riquezas?
No ganas riquezas indebidamente.
Jer. 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién
lo conocerá? 10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón,
para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. 11 Como la
perdiz que cubre lo que no puso, es el que injustamente amontona
riquezas; en la mitad de sus días las dejará, y en su postrimería será
insensato.
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Si amontonas riquezas en una forma injusta, Dios no te dejará en paz con ellas.
Estas riquezas te van a quemar. Una perdiz es un parajito que se sienta sobre
huevos de otras aves, o sobre piedras que parecen como huevos. La idea entonces
es que una persona quien no gana lícitamente lo que tiene (por duro trabajo
manual y el sudor de su frente), entonces realmente no tiene estas cosas, y Dios se
encargar de quitarle lo que ha agarrado ilícitamente, y de castigarle por ello. Es el
trabajo de Dios como Creador, Dueño, y Juez. Dios pesa los corazones para
premiar, restaurar, quitar, y castigar.
No procures las riquezas por vanidad (cosas huecas de valor), sino por duro
labor.Pro. 13:11 Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con
mano laboriosa las aumenta.
El concepto de vanidad es algo que carece de valor espiritual, valor eterno. Hay
muchas personas quienes trabajan promoviendo en sí cosas de vanidad y cosas sin
valor. Toman la actitud de que estos ingresos sirven ni modo como los consigues
porque “dinero es dinero, todo se gasta igual”. Pero Dios ya ha condenado estas
fuentes de ingreso porque no son cosas de valor. Son destinados a disminuir.
En cambio la persona quien gana su ingreso por “la mano laboriosa”
(literalmente por recolectar por la mano) es un dinero que Dios bendice con
aumento.Pro. 21:6 Amontonar tesoros con lengua mentirosa Es aliento fugaz
de aquellos que buscan la muerte.
En el mismo concepto, la persona quien gana algo por fraude, mentira, o decepción
es una persona quien se acelera a llegar al infierno. Presiona a Dios para que le
juzgue más severo y más pronto.
Ecl. 2:26 Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y
gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que
agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
No las obtengas por agresión u opresión.Pro. 22:16 El que oprime al pobre
para aumentar sus ganancias, O que da al rico, ciertamente se empobrecerá.
Hab. 2:6 ¿No han de levantar todos éstos refrán sobre él, y sarcasmos contra
él? Dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Hasta cuándo había de
acumular sobre sí prenda tras prenda? 8 Por cuanto tú has despojado a
muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán, a causa de la sangre
de los hombres, y de los robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que
habitan en ellas.
Miq. 2:2 Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen
al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad. 3 Por tanto, así ha dicho
Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis
vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.
E. Cómo gastas (inviertes) lo que tienes.
Nadie sabe con quien quedaría tus riquezas al morir.
Sal. 39:6 Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano
se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.
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Los conceptos de un rico son normalmente de dejar Dios afuera de las cosas. O sí,
quiere que Dios le de muchas riquezas, posesiones, poder, y fama, pero la forma en
que consigue las cosas y lo que hace la persona con ellas y su disposición y actitud
hacia las cosas son cosas que el rico no quiere que Dios de meterse.
Muchas veces cuando un rico se acerca a los años en que muere, piensa que su
fortuna y su gloria van a permanecer por muchos años en el futuro, tal vez siglos. Él
piensa que sus herederos van a disfrutar de sus labores por lo demás de su vida.
Hay estudios que demuestran que ni modo la cantidad de que tanto gana o herede
la gente, adentro de unos pocos años, ni media docena de años, están en el mismo
estado que tuvieron antes de recibir el dinero.
Todo esto es en las manos de Dios. Las personas son transadas o compran tonterías
o por cualquier razón, el dinero sale de sus manos. Los años de labor de una
persona en juntar riquezas resultan en que extraños van a disfrutar de ello.
Igualmente deprimente es que nada de lo que ha juntado va a llevar consigo cuando
muere.
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Trabajamos duro para sostenernos, y somos contentos con lo que Dios nos
provee por estas labores.Ecl. 5:10 El que ama el dinero, no se saciará de
dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es
vanidad. 11 Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los
consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?
Mat. 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y
amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a
Dios y a las riquezas.
El hijo de Dios está en una constante lucha por su alma. Las cosas de este mundo
quieren hacerse dueños de él, de llegar a ser ídolos sin que él se entere de ello.
Trabajamos duro y fielmente, pero nos conformamos con lo que entra, y no
codiciamos ni queremos lo que no tenemos, o lo que no podamos conseguir con
nuestros propios esfuerzos.
G. Qué hacer con las riquezas.
Estímalo un honor y privilegio de poder dar.1Cr. 29:14 Porque ¿quién soy yo,
y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas
semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.
Hch. 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a
los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más
bienaventurado es dar que recibir.
A fin de cuentas nunca ponemos dinero en un cohete y lo mandamos al cielo para
Dios. Todo lo que damos a Dios se queda aquí en la tierra en una u otra forma. Es
usado para el ministerio o para los pobres. Es un privilegio para apoyar la obra de
Dios aquí en tierra. Si los pobres, necesitados, o personas clamando a Dios pide la
ayuda de Dios, y Dios toca nuestros corazones para ser la mano de Dios en tal caso,
es un gran privilegio que Dios nos concede de ser el representante de Dios y el
medio aquí en la tierra por lo cual Dios contesta sus peticiones.
Sé liberal y generosos en dar a otros.1Tim. 6:18 Que hagan bien, que sean
ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;
Gál. 6:10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y
mayormente a los de la familia de la fe. (Heb. 13:16)
Rom. 12:8 el que reparte, con liberalidad…
Dios nos indica que todos sus hijos deben ser generosos, dadivosos, y ricos en
buenas obras hacia a otros. Esto es un mandamiento igual como de no robar, no
mentir, no fornicar. ¿Por qué nadie quiere aceptar esta obligación moral? ¿La
avaricia controla los corazones de todos los hijos de Dios?
2Co. 8:2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su
profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. 3 Pues
doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun
más allá de sus fuerzas, 6 de manera que exhortamos a Tito para que tal
como comenzó antes, asimismo acabe también entre vosotros esta obra
de gracia. 7 Por tanto, como en todo abundáis, en fe, en palabra, en ciencia,
en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también
en esta gracia.
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O sea, Dios examina nuestro espíritu, actitud, y acciones para establecer cómo
somos en el dar. De base de cómo somos, así Dios nos da, así Dios decide como
proceder de bendecirnos o de fastidiarnos y castigarnos.
5. Debemos ser generosos porque es una inversión espiritual que nos
regresará en el futuro.
2Co. 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará
escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente
también segará.
Dios decide nuestro estar económico, y el factor que le influye más es la práctica
de nuestra vida, como somos con los necesitados que Él ha puesto en nuestras
vidas.
6. Debemos ser generosos porque así atesoramos riquezas en el cielo.
Isa. 32:8 Pero el generoso pensará generosidades, y por generosidades será
exaltado. Mat. 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el
orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
1Tim. 6:18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos, generosos; 19 atesorando para sí buen fundamento para lo
por venir, que echen mano de la vida eterna.
Es triste de ver el dar cristiano atacado como algo no deseado para nada. Hay
hermanos quienes atacan hasta el diezmo como cosa no cristina. Peor es el dar con
sacrificio y el ser generoso. Hay grandes bendiciones esperándonos, pero muchos
nunca acercarán a estas bendiciones por su aversión y odio al dar, y peor al ser
generoso o de dar con alto sacrificio personal.
Da limosna a los pobresMat. 19:21 Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda,
vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y
sígueme.
1Jn. 3:17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener
necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?
Ef. 4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos
lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
Parte de la fe cristiana es de responder a personas que tengan necesidades. De
cerrar tu corazón cuando ves alguien en necesidad normalmente es algo malo
(espiritualmente hablando). Si no es una trampa o transa, entonces uno debe
responder. Estamos aquí para esto, para representar a Dios delante del mundo.
Dedica a tus riquezas al servicio y la obra de Dios.Mar. 12:42 Y vino una viuda
pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 Entonces llamando a sus
discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos
los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les
sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.
Uno debe sostenerse a sí mismo como prioridad espiritual. Pero habiendo hecho
esto, es necesario que uno dé como sacrificio a la obra de Dios. Jesús no condenó la
viuda sino la usó para recomendar lo que ella hacía a sus discípulos. ¿Por qué hoy
en día vemos esto como un pecado de sacrificar para tu Dios?
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La naturaleza de la codicia.
La codicia es un deseo desordenado para las riquezas. Es un deseo más de ser rico
que estar en la condición que Dios desea para uno (especialmente si la voluntad de
Dios no es que uno es rico). Es de rehusar la pobreza, la necesidad, o la austeridad
para uno mismo. Es de exigir “algo mejor” para un mismo y su familia.
Isa. 56:11 Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos
no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca
su propio provecho, cada uno por su lado. 12 Venid, dicen, tomemos
vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o
mucho más excelente.
1Tim. 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual
codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores.
La avaricia y la codicia no son el tener dinero sino es nuestro profundo amor para
el dinero y las posesiones que llega a ser insaciables. Teniendo techo, abrigo, y
comida no nos conformamos, entonces entramos en la codicia, la avaricia.
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Luc. 16:9 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas,
para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas. 10 El que es
fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es
injusto, también en lo más es injusto. 11 Pues si en las riquezas injustas no
fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? 12 Y si en lo ajeno no fuisteis
fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro? 13 Ningún siervo puede servir a
dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y
a las riquezas.
Jesús enseñó que el hijo de Dios puede y debe “usar las riquezas para ganarse” las
cosas espirituales, pero si no somos fieles en lo poco, entonces ¿Quién nos confiará
las verdaderas riquezas? O sea, si tienes un chofer de tu auto, y choque tres veces
en dar la vuelta en el patio, ¿Por qué vas a dejarle encargado de manejarte al otro
lado del país? Si en lo más simple no cumple, ¿Por qué arriesgar lo mayor con tal
tipo de persona?
Los que no hacen ídolos de muchas riquezas, no van a hacerlo con poco dinero, y el
Señor no va a dar más a personas que no se han manifestado fieles en lo poco. ¿Por
qué muchos cristianos son pobres? Porque el Señor sabe que no son confiables. Se
ve con lo poquito que tienen.
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Dios es quien que ayuda a los pobres. Cuando el pobre busca ayuda, la persona en
que deben buscar y confiar para ayudarle es Dios. Dios dirige a todos de confiar en
Él, pero especialmente es necesario que los que sufren deben confiar en Dios.
Muchos dirán que Dios no va a ayudarles de salir de su pobreza, pero la Biblia hace
la promesa vez tras vez de que si una persona confía en Dios y clama a Dios, que
Dios le oye. No dice que Dios va a hacerle a uno rico, sino que Dios va a proveer lo
necesario para la vida. Para entender esto bien, necesitamos entender que Dios
quiere lo mejor para nosotros, pero lo más importante de todo de este “mejor” es
nuestra relación con Dios, y nuestra fe y confianza en Dios. Esto se edifica por un
proceso en que faltamos necesidades o tenemos sufrimientos y problemas, y luego
buscamos la cara de Dios, (y Dios no nos hace caso si vivimos afuera de su
voluntad), y luego Dios nos provee algo. Así Dios puede llamarnos la atención. Tal
vez es lo que pedimos, tal vez es más o es menos, o tal vez es diferente, o tal vez la
respuesta es que no hay respuesta.
Pero el proceso de todo esto nos acerca más a Dios, y esto es lo importante, de
depender en Dios, y confiar en Dios ni modo mi estado de la vida.
Sal. 32:7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de
liberación me rodearás.
Sal. 35:10 Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú, Que libras al
afligido del más fuerte que él, Y al pobre y menesteroso del que le despoja?
Sal. 46:1 Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones.
Sal. 50:15 E invócame en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás.
Sal. 62:8 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él
vuestro corazón; Dios es nuestro refugio.
Sal. 91:1 El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del
Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en
quien confiaré.
Pro. 18:10 Torre fuerte es el nombre de Jehová; A él correrá el justo, y será
levantado.
Nah. 1:7 Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los
que en él confían.
Siempre el hijo de Dios ve Dios como su fuerza, su confianza, quien que le da, quien
que le provee.
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Aun adentro de la iglesia, hay personas que entran entre nosotros, pero a la verdad
no son hijos de Dios, y su conducta y actitud, su fidelidad y dedicación a Dios se
revela a esto. Juan en la primera epístola de Juan nos da pruebas para discernir
quien es verdaderamente un hermano y quien no lo es.
Pro. 11:24 Hay quienes reparten, y les es añadido más; Y hay quienes
retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza. 25 El
alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será
saciado.
Las cosas de este mundo muchas veces no son como uno piensa que son. Quien que
entiende la voluntad de Dios va a ser generoso con personas menos afortunados
que uno. Dices, “Pero si no tengo casi nada, ¿Cómo voy a dar a los otros pobres?”
Pues la solución de la pobreza es de hacer Dios tu confianza y tu escudo en contra
de malos tiempos y tus necesidades.
2Sa. 22:3 Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de
mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.
Sal. 5:12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo
rodearás de tu favor.
Sal. 28:7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y
fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
Sal. 84:9 Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y pon los ojos en el rostro de tu
ungido. 11 Porque sol y escudo es Jehová Dios; Gracia y gloria dará
Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.
Uno dice, “confío en Dios, y nada pasa.” Pero Dios no responde a palabras huecas.
Tienes que demostrar tu confianza en Dios por ordenar tu vida como Dios nos
manda. De no estimar y premiar las riquezas es una forma. De dar ofrendas y
diezmos, los cuales son realmente un gran sacrificio para la persona pobre de dar es
otro. Pero tal vez la mejor forma de demostrar tu confianza en Dios para la
provisión económica es simplemente de ser un testimonio de un pobre creyente
quien reparte en su grave escasez.
2Co. 8:1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se
ha dado a las iglesias de Macedonia; 2 que en grande prueba de
tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza
abundaron en riquezas de su generosidad. 3 Pues doy testimonio de
que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus
fuerzas, 5 Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron
primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;
Pablo alabó a los hermanos de Macedonia porque aun en su gran prueba de
tribulación, dieron generosamente. ¿Qué causa una persona de ser
extremadamente pobre y aun dar a otros generosamente? Porque confía en Dios
con todo su corazón. Allí es la solución de salirse de la pobreza si Dios quiera.
O sea, la pobreza es tanto un estado de la mente que una cantidad que tenga. En
esto, uno necesita y Dios no le da. Pero cuando empezamos a ordenar de nuevo
nuestras vidas, no codiciando los lujos de la vida, y trabajando con el sudor de
nuestra frente para sostenernos (Pro. 21:5 “los pensamientos del diligente
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cero. Esto es justo. Las ofrendas eran de otro estilo (por ejemplo, palomas en lugar
de corderos), pero tuvieron que cumplir como un ciudadano por todos modos.
Stg. 2:6 Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y
no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? 7 ¿No blasfeman
ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros? 8 Si en verdad cumplís
la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo,
bien hacéis; 9 pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis
convictos por la ley como transgresores.
De una mano esto dio respecto para sí mismo al pobre, porque le aceptaba como un
igual con otros. Dios no le gustó que los ricos sacan los pobres a tribunales legales,
donde el rico paga un abogado y gana por ello, y el pobre nada más pierde. Es este
concepto de que los ricos usan sus riquezas para abusar a los pobres y tomar
ventaja de ellos que Dios aborrece.
C. El ser pobre es de no tener amigos, excepto a los justos.
Pro. 14:20 El pobre es odioso aun a su amigo; Pero muchos son los que aman
al rico.
Pro. 17:5 El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor; Y el que se alegra
de la calamidad no quedará sin castigo.
Pro. 19:4 Las riquezas traen muchos amigos; Mas el pobre es apartado de su
amigo. 6 Muchos buscan el favor del generoso, Y cada uno es amigo del
hombre que da. 7 Todos los hermanos del pobre le aborrecen; ¡Cuánto más sus
amigos se alejarán de él! Buscará la palabra, y no la hallará.
La Biblia nos dice que los pobres tienen problemas con hacerse amigos de verdad.
Solamente personas justas, quienes buscan a ayudar a los pobres de verdad son sus
únicos verdaderos amigos.
D. No desmayando bajo la pobreza.
Pro. 10:15 Las riquezas del rico son su ciudad fortificada; Y el desmayo de los
pobres es su pobreza.
Pro. 16:4 Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío
para el día malo.
Pro. 19:1 Mejor es el pobre que camina en integridad, Que el de perversos
labios y fatuo. 22 Contentamiento es a los hombres hacer misericordia; Pero
mejor es el pobre que el mentiroso.
Pro. 22:2 El rico y el pobre se encuentran; A ambos los hizo Jehová.
Pro. 28:6 Mejor es el pobre que camina en su integridad, Que el de perversos
caminos y rico. 18 El que en integridad camina será salvo; Mas el de
perversos caminos caerá en alguno.
Ecl. 4:13 Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no
admite consejos;
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La pobreza es una prueba espiritual que, para muchos, es más que se pueden. Esto
es especialmente la verdad en cuanto a personas quienes no son salvos, y no tienen
la ayuda de Dios como su Padre celestial. Siempre la solución no es dinero, sino
una relación buena con quien es dueño de todo lo que haya en el mundo.
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El carácter de un perezoso.
El cuadro que la Biblia pinta de este tipo de persona perezosa es uno de alguien
que ama el dormir, el descansar, y la diversión. No es diligente en los asuntos de
su vida, especialmente en las cosas que le sostiene, pero sí es muy diligente en
perseguir sus placeres y recreos.Pro. 10:26 Como el vinagre a los dientes, y
como el humo a los ojos, Así es el perezoso a los que lo envían.
La Biblia dice que el verdadero hijo de Dios es una persona quien ha tomado
sobre sí mismo la fe. La palabra fe es en sí algo difícil de entender
completamente. Es algo que hacemos, es algo que recibimos, y es usado
también como un adjetivo de describir alguien, uno que es fiel. En este caso
vemos que la persona perezosa es el opuesto de un creyente quien toma como
importancia la fidelidad, de ser de confianza en su vida y siempre lo mismo,
siempre en lo correcto. Esta persona toma y deja obligaciones morales y
espirituales como si no le importa si falla en una obligación o responsabilidad.
El resumen de su vida, es que su mera presencia y participación en la vida de
otros es una gran molestia. Cuando otros necesitan que él sea fiel a cumplir con
su deber, él deja todo y los demás tienen que llevarle por su falta de interés, por
su falta resolución moral, de entendimiento espiritual, etc.Pro. 13:4 El alma
del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será
prosperada.
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Dios nos presenta al perezoso al lado del diligente para que veamos la diferencia.
Hay un carácter específico en el perezoso, y este carácter es de querer vivir la buena
vida, pero él mismo no va a esforzarse para lograrlo. En una forma u otra, otros
tienen que darle esta buena vida. Quiere pero su vida no está en un plan de
conseguirle esta buena vida. La realidad de su vida es que no tiene, y en sí
normalmente no va a conseguir estas cosas de la buena vida sin fraude, robo, o una
forma de conseguir ilícita. Hoy en día estos quieren el gobierno de darles esta
buena vida en cambio para su voto, que es más de lo mismo.
En cambio, el opuesto de un perezoso es un diligente quien por la forma en que
vive su vida, él tiene y puede obtener por simplemente comprarlo (una forma legal
y lícita delante de Dios y la sociedad).
En nuestro día, hay un derecho universal que el mundo está promoviendo que dice
que las personas perezosas tienen derecho al mínimo de una “buena vida.” Para los
que no tienen, el gobierno debe tomar de las personas diligentes para dar a las
personas que carecen de esta buena vida. (Observa que empiezan con “el mínimo”
como un derecho y luego brincan a una buena vida completa.)
La Biblia siempre ha promovido la asistencia a los huérfanos, viudas, enfermos,
y discapacitados, o sea, los que realmente por falta de poder propio, no tienen.
Pero Dios dice que el alma del perezoso debe doler por su forma de
evitar y aborrecer el trabajo y las formas de vivir “diligentemente”
para conseguir lo necesario de la vida y para conservar lo que uno tiene o ha
obtenido. Pro. 15:19 El camino del perezoso es como seto de espinos; Mas la
vereda de los rectos, como una calzada.
La persona perezosa tiene muchos problemas en vivir su vida como lo hace. Hay
“espinos” o problemas que siempre le causan estorbos y le quitan o no le permiten
obtener lo que él quiere. Esto es impuesto por Dios.
Gen 3:17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y
comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita
será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu
vida. 18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
La maldición de Dios es que el hombre tiene problemas para vivir por su
pecado. El mero comer, lo más simple de las necesidades de la vida, es
condicionado con el duro trabajo de uno, “con el sudor de tu rostro” antes del
comer.Pro. 19:15 La pereza hace caer en profundo sueño, Y el alma
negligente padecerá hambre.
Estas malas calidades espirituales de la persona tienen sus consecuencias en
causar faltas y hábitos de la vida en que le hace difícil corregir sus problemas o
proveer para su propio sustento. Aun así nunca ve su carácter espiritual como el
problema, sino “el mundo no me deja vivir bien.”Pro. 19:24 El perezoso mete
su mano en el plato, Y ni aun a su boca la llevará.
La alta flojera del perezoso es vista aquí. Aun teniendo el medio por lo cual que
se puede sostenerse, no lo usa. Hay personas perezosas que tienen un buen
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trabajo, pero su carácter moral le estorba tanto que ni siquiera trabaja de algo
bueno para sostenerse. Tiene que hacer trampas y cosas indebidas para gozar de
sus placeres en lugar del trabajo honesto.Pro. 24:30 Pasé junto al campo del
hombre perezoso, Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento; 31 Y he
aquí que por toda ella habían crecido los espinos, Ortigas habían ya cubierto
su faz, Y su cerca de piedra estaba ya destruida. 32 Miré, y lo puse en mi
corazón; Lo vi, y tomé consejo. :33 Un poco de sueño, cabeceando otro poco,
Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; 34 Así vendrá como
caminante tu necesidad, Y tu pobreza como hombre armado.
Falta de Entendimiento. Parte del problema con el perezoso es su falta de
entendimiento espiritual. Realmente no es falta de entender, sino es falta de
aceptar lo que Dios nos ha mandado respeto el trabajo y nuestro carácter moral. Es
problema no se resuelve por educación social, sino por decisión y resolución moral
y espiritual. O sea, se corrige la pereza en un contexto espiritual (una iglesia) no en
una escuela.
Falta de Tomar sus Oportunidades. Esta persona en esta ilustración tuvo
una viña, el medio o instrumento con que pudo haber ganado el vivir. No es por
falta de oportunidades que el perezoso no tiene, sino es por falta de iniciativa e
industria en actualizar estas oportunidades que tenga. Otra vez vemos el grave
error de nuestro día en que el gobierno piensa a dar más oportunidades a los
pobres para que vivan mejor. Esto llega a ser la forma de regalarles dinero,
dispensa, techo, medicina, etc. Nunca resuelve los problemas de la pobreza por
medio de estas cosas, sino el pobre es pobre porque no trabaja tomando las
oportunidades que ya existen por él. Las oportunidades o falta de existencia de
oportunidades es en las manos de Dios, y Dios empobrece y Dios
enriquece.1Sa. 2:7 Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece.
O sea, Dios nos da oportunidades y formas de sostenernos, pero nosotros
rechazamos lo que Dios nos da porque no es de hacernos ricos, sino de
simplemente sostenernos. Las personas pobres en general tienen oportunidades de
trabajar, pero van sin empleo y carecen de las cosas más necesarias en la vida
porque este empleo que existe y en que pueden trabajar no va a hacerles ricos. O
sea no les paga suficiente por sus deseos. Quieren poco esforzarse, mucho pago.
Descanso en lugar de trabajar. En la ilustración aquí, vemos que la viña era
buena, pero por falta de mantenimiento no producía como pudiera. Todo el punto
de la ilustración es de marcar esta actitud de pecado en el perezoso, que es de
descansar en lugar de trabajar. El “des” “canso” es de dejar de ser cansado. Pero
esta persona nunca quiere trabajar, entonces es puro vicio, no es de descansar de
sus trabajos.
No cuidó su fuente de ingreso. El perezoso es una persona quien no pone la
importancia y esfuerzo de su vida en su fuente de ingreso. La viña es lo que
sostiene a él en la vida, y fue dejado. No puso interés en mantener su fuente de
trabajo lo mejor que pudiera ser.Pro. 27:23 Sé diligente en conocer el estado
de tus ovejas, Y mira con cuidado por tus rebaños;
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Los padres deben proveer para sus hijos, no los hijos para los padres.
2Co. 12:14 He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no
os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben
atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.
Hay un principio general en la Biblia que los padres no deben buscar de vivir de sus
hijos, sino que los padres deben preparar a sus hijos para la vida. O sea, los padres
deben estar ayudando a sus hijos en lugar que los padres pensando que sus hijos
van a sostenerles en su vejez.
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pecado que es todas las formas ilícitas de conseguir, enriquecerse, u obtener las
cosas de esta vida.Ef. 4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje,
haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el
que padece necesidad.
Pablo nos enfoca aquí con un mandamiento de cortar todo tipo de “hurtar” que
pudiéramos haber practicado antes de ser salvo. El cristiano en ser salvo se
quita todo tipo de transas, trampas, flojera, etc. para sostenerse o
enriquecerse.1Co. 6:10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni
los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Debemos entender este punto muy claramente. La persona quien no busca ordenar
su vida en el camino de Dios específicamente en esta área de dinero, finanzas,
trabajo, y el obtener, retener, y dispensar de las posesiones y dinero, entonces Dios
dice que no es salvo. Es tan grave el pecado en los ojos de Dios.
Mientras muchos dicen que el tomar un poquito donde no le pertenece no es algo
grave, Dios habla muy fuertemente que la persona quien no ordena su vida para ser
honesta, no es salvo, nunca verá el cielo.
Hay personas pobres que piensan que Dios va a excusarles por robar u obtener
las cosas por fraude porque son pobres.Pro. 6:30 No tienen en poco al ladrón
si hurta Para saciar su apetito cuando tiene hambre; 31 Pero si es
sorprendido, pagará siete veces; Entregará todo el haber de su casa.
Pero vemos que no es el caso. Aun siendo pobre, cuando le agarran, debe pagar
lo que robó, y el principio que Dios impone aun sobre los más pobres de la
tierra es que debe pagar siete veces lo que robó, hasta si es necesario, entregar
todas las posesiones en el mundo que tenga. Esto es muy fuerte, pero es como
Dios ve las cosas. Dios no tolera en ninguna manera el robar.Pro.
30:8 Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni
riquezas; Manténme del pan necesario; 9 No sea que me sacie, y te niegue, y
diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el
nombre de mi Dios.
Cuando una persona, aun una persona pobre, roba, el hecho de robar es una
abominación (Deu. 25:13-16; Pro. 11:1; 2023), y esta persona blasfeme el nombre
de Dios.
El hurtar, robar, o quitar lo que no es honestamente tuyo.Éxo. 20:15 No
hurtarás.Deu. 5:19 No hurtarás.
“Hurtar” [H1589 ganab] es la idea de robar, o de sacar ventaja por engaño, o de
tomar en una forma oculta. En los tratos de las personas, una persona ofrece a
vender algo, y otra persona acepta su precio por lo que está presentando. Si la
persona que recibe la ventaja no logró obtener la cosa por medio honesto, entonces
es un robo, un pecado delante de Dios.
No entendemos la gravedad de los pecados (unos muy graves en comparación
de otros que pensamos que son “menores” de gravedad) como Dios entiende
estas cosas.Éxo. 21:16 Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si
fuere hallada en sus manos, morirá. (Deu. 24:7)
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O sea, Dios vio el pecado de robo tan grave que el castigo era pena de muerte. Hay
dos puntos importantes aquí entonces: (1) el no robar es de mucha importancia
para Dios. (2) el conseguir las cosas en una forma honesta es también de mucha
importancia.
Al base de este pecado es de hacer algo en una forma de engaño, mentira, o
fraudulentamente. Lev. 19:11 No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el
uno al otro.
Hasta el motivo por lo cual Judas traicionó a Jesús era porque era un ladrón, y
Judas le vendió a Jesús por dinero. Esto era dinero que no le pertenecía
legítimamente a Judas.Jn. 12:6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los
pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que
se echaba en ella.
El mentir, transar, defraudar, y obtener deshonestamente por engaño.Pro.
13:11 Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano
laboriosa las aumenta.
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En Mat. 25:31-46 Jesús presentó una parábola sobre Dios separando a los
verdaderos hijos de Dios (ovejas) de los falsos y engañados profesores que no son
realmente salvos (cabrios). La base o criterio para discernir un verdadero hijo de
Dios es la relación amorosa con Dios que él ha demostrado por su relación de
servicio, apoyo, y ayuda que ha llevado toda su vida con sus hermanos en Cristo.
Muchos de los verdaderos cristianos ni van a hacer la conexión tan obvia que
estamos presentando aquí.
Mat. 25:37-40 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo
te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y
cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O
cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey,
les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Demostramos el amor que verdaderamente recibimos de Dios por medio de
nuestras acciones hacia a los demás, que sean buenas y no malas.
Mat. 25:44-46 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor,
¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la
cárcel, y no te servimos? Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo
que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco
a mí lo hicisteis. E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida
eterna.Isa. 58:7 ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres
errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te
escondas de tu hermano? 8 Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu
salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria
de Jehová será tu retaguardia. 9 Entonces invocarás, y te oirá Jehová;
clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el dedo
amenazador, y el hablar vanidad; 10 y si dieres tu pan al hambriento, y
saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será
como el mediodía. 11 Jehová te pastoreará siempre, y en las sequías
saciará tu alma, y dará vigor a tus huesos; y serás como huerto de riego, y
como manantial de aguas, cuyas aguas nunca faltan.
Lo que decide la salvación es que tanto que amas a Dios. Si de veras amas a Dios
entonces vas a poner tu bienestar a un lado, y usar lo que hay a la mano en tu
vida para demostrar este amor que tienes hacia Dios. El robar es del diablo, no
de Dios.Jn. 10:10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo
he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
La idea es que el ladrón es una persona quien hace daño a otros. El hurtar es de
quitar algo que pertenece a otro. El matar tiene una idea sacrificar, causar de morir.
En la Biblia los conceptos de amor, indiferencia, aborrecer, y matar son todos los
mismos, son nuestras relaciones con nuestros prójimos, y la diferencia queda en
que grada o hacia que extremo está uno en relación con los demás.
Amor – querer – gustar – indiferencia – molestarse – aborrecer – matar
Son grados de un extremo u otro que llevamos con otros. El matar es un paso más
que el aborrecer. Pero solamente el amor es lo que debemos demostrar a otros.
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Eze. 18:13 prestare a interés y tomare usura; ¿vivirá éste? No vivirá. Todas
estas abominaciones hizo; de cierto morirá, su sangre será sobre él.
Lev. 25:35 Y cuando tu hermano empobreciere y se acogiere a ti, tú lo
ampararás; como forastero y extranjero vivirá contigo.
Lev. 25:36 No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás temor de tu
Dios, y tu hermano vivirá contigo.
Lev. 25:37 No le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia.
Sal. 15:1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu
monte santo? 5 Quien su dinero no dio a usura, Ni contra el inocente admitió
cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás.
Pro. 28:8 El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, Para
aquel que se compadece de los pobres las aumenta.
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Pro. 22:26 No seas de aquellos que se comprometen, Ni de los que salen por
fiadores de deudas. 27 Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu
cama de debajo de ti?
Pro. 27:13 Quítale su ropa al que salió fiador por el extraño; Y al que fía a la
extraña, tómale prenda.
Pro. 22:7 El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo
del que presta.
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Hch. 20:35 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los
necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más
bienaventurado es dar que recibir.
2Co. 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará
escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también
segará.
2Co. 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
2Co. 9:8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia,
a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis
para toda buena obra;
2Co. 9:9 como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece
para siempre.
2Co. 9:10 Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y
multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,
2Co. 9:11 para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual
produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.
2Co. 9:12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a
los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a
Dios;
2Co. 9:13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por
la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de
vuestra contribución para ellos y para todos;
2Co. 9:14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a
causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.
2Co. 9:15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!
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Pero los falsos son personas quienes que “se apacientan a sí mismos” Eze. 34:2, y
quienes comen “la grosura, y se visten de la lana”, y buscan “la engordada” Eze.
34:3. Son “perros comilones quienes son insaciables” y “cada uno busca su propio
provecho” Isa. 56:11. O sea, Pablo los describan como personas “corruptos de
entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de
ganancia; apártate de los tales” 1Tim. 6:5. Son personas quienes “no sirven a
nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y
lisonjas engañan los corazones de los ingenuos.” Rom. 16:18.
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La obra misionera.
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necesidades. Si sobra después de sus necesidades, está bien que una persona lo
gasta en pasatiempos y diversiones, pero tampoco necesitaría ayuda de caridad de
los hermanos.
D. Es fiel en vida espiritual a Dios, especialmente en una
iglesia local
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