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ECONOMÍA DE

LA SALUD

Freddy Alvis Cardona​

EJE 2
Analicemos la situación

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Políticas económicas sector salud

Los enfoques en el análisis de políticas públicas

Eficiencia en Economía de la salud

Equidad y desigualdades en Economía de la salud

El contexto de las reformas del sector de la salud

La política social de la transición

La sociedad posterior al ajuste


ÍNDICE
Los análisis de políticas públicas de
salud (APPS) obedecen a diferentes
INTRODUCCIÓN

propósitos; entre ellos, contribuir a re-


solver aquellos problemas que origina-
ron la política. Tal propósito enfrenta
dos grandes obstáculos: a) la polisemia
y heterogeneidad de los modelos apli-
cados al análisis de políticas públicas,
condiciones que dificultan la selección
de los métodos de análisis y la valora-
ción de sus alcances; y b) los enfoques
metodológicos tradicionales que limi-
tan la capacidad de los análisis para
contribuir a resolver los problemas de-
tectados.

Se pretende rescatar uno de los usos


fundamentales de la epidemiología a
partir de su utilización como elemento
clave en las proyecciones y las estrate-
gias del sistema de salud. Se comentan
brevemente los enfoques del análisis de
situación de salud, su aplicación en los
servicios y se enfatizan sus limitaciones
o barreras para facilitar su utilidad.
Políticas económicas
sector salud
Las políticas públicas pueden entender-
se como dispositivos para el control social
generados en el contexto de la moderni-
dad, que reflejan las interacciones de un
sistema de actores y se expresan en sus
reglas y modos de actuación, definiendo
la forma de proceder frente a un asunto
considerado de interés público; en el caso
de la salud pública su asunto son los pro-
blemas que afectan la salud. El análisis de
políticas públicas APPS puede considerarse
como una disciplina científica y como una
ciencia social aplicada. Particularmente,
se ha definido como un proceso multidisci-
Lectura recomendada plinar y multimetodológico de gestión del
conocimiento dirigido a explicar tanto las
interacciones de influencia entre actores,
Conpes 2017 - Ejemplo de política en salud instituciones, intereses e ideas como la na-
turaleza y el resultado de las decisiones y
ht tps://colab oracion.dnp.gov.co / CDT/ acciones que emergen de tales interaccio-
Conpes/Econ%C3%B3micos/3887.pdf nes. (Salas-Zapata W, 2012).

Los enfoques en el análisis de po-


líticas públicas

Los análisis de políticas públicas alber-


gan una amplia variedad de enfoques que,
desde la perspectiva epistemológica, po-
drían clasificarse en tres categorías: posi-
tivistas, socio-históricos y pospositivistas.
Los enfoques positivistas consideran a las
políticas públicas como procesos raciona-
les que incorporan datos y evidencia “ob-
jetiva” para predecir cursos de acción y to-
mar mejores decisiones. Ejemplo de estos
son los análisis de toma de decisiones, de
costo-beneficio y de costo-efectividad.

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 5


Los enfoques socio-históricos asumen impide comprender la realidad en su com-
las políticas públicas como procesos resul- plejidad y comprometerse con la solución
tantes de las interacciones entre grupos de los problemas que las políticas públicas
de interés; analizan los juicios de valor, los pretenden resolver. Entre ellos predomina
grupos de interés y los contextos socio-his- el enfoque crítico. Este sugiere que tanto
tóricos de las acciones y decisiones políti- las políticas públicas, como el investigador
cas para entender cómo y por qué ciertos y el problema que la política pretende re-
asuntos públicos se incluyen en la agenda solver forman parte del mismo orden so-
de gobierno mientras otros se excluyen; y cial. En consecuencia, para entender una
cómo y por qué se eligen unos u otros cur- política pública es necesario comprender
sos de acción. el orden social que la enmarca. (Salas-Za-
pata W, 2012).
Los enfoques pospositivistas critican
los enfoques positivistas y socio-históricos Cuadro 1. Enfoques en el análisis de po-
porque la distancia que toman los investi- líticas públicas y algunos autores de refe-
gadores frente a los objetos de estudio les rencia.

Enfoque Paradigma Autor


• Normativo-prescriptivo, sinóptico, empí-
• Pérez.
rico, analítico.
• Lasswell.
• “Conocimiento en la política”.
• Parsons Cruz y Petri-
Positivista • “Análisis de la política”.
zzo.
• Hiperracional.
• Torgerson.
• Tecnocrático, positivista lógico.
• Garsón.
• Conductista.

• Positivo, antisinóptico, incrementalista,


• Pérez.
pluralista “Conocimiento de la política”
• Lasswell.
• “Análisis de la política”.
Socio-histórico • Parsons.
• “Hiperpolitizado”.
• Cruz y Petrizzo.
• Contextualizador.
• Torgerson Garsón.
• Neopluralista, humanista.

• Torgerson, Cruz y Pe-


• Pospositivista/crítico.
Pospositivista/ trizzo.
• Constructivismo.
crítico • Roth, Fafard.
• Teoría de sistemas.
• Eslava.

Tabla 1: Paradigmas en el análisis de políticas públicas de salud: limitaciones y desafíos.

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 6


Aspectos críticos en el análisis de afectados (externalidades “opcio-
políticas públicas de salud nales”); que el comportamiento de
una persona afectase a la salud de
Las actuaciones de las administraciones otra debido al consumo de alcohol,
públicas sanitarias están orientadas en ge- tabaco y drogas ilegales además de
neral, y en España en particular (artículo 6 estilos de vida perniciosos o bienes
de la Ley General de Sanidad 14/1986), a la perjudiciales (externalidades nega-
promoción de la salud, a promover el inte- tivas, que deben ser asumidas por
rés individual, familiar y social por ella me- el sistema sanitario tanto en trata-
diante la adecuada educación sanitaria de mientos para corregir sus efectos
la población, a garantizar que cuantas ac- nocivos sobre la salud como de polí-
ciones sanitarias se desarrollen estén diri- ticas de prevención de su consumo).
gidas a la prevención de las enfermedades (Pascual Sáez, 2013).
(y no sólo a la curación de las mismas), a
garantizar la asistencia sanitaria en todos b. Rendimientos crecientes (o costes
los casos de pérdida de la salud y a promo- decrecientes) a escala o “mono-
ver las acciones necesarias para la reha- polios naturales”, su existencia en
bilitación funcional y reinserción social del dicho “mercado” sanitario justifi-
paciente. Sin embargo, en el “mercado” carían su intervención por el sector
sanitario pueden producirse diversos fallos público. Así, en muchas áreas rura-
que desaconsejarían una provisión privada les la baja densidad de población
completa de servicios de salud (Cantarero, podría convertir en óptimo no dar
2003). Entre otros, podríamos citar a los cabida a más de un proveedor, pese
siguientes: a que crease situaciones de mono-
polio debidas a factores tecnológi-
a. Salud como bien público y externali- cos (“monopolios naturales”) con el
dades: en el consumo de asistencia riesgo de que determinados agen-
sanitaria es posible que se generen tes no pudiesen proveer los servicios
externalidades (con beneficio más eficientemente porque no alcanza-
allá de la persona que recibe el ser- rían el tamaño mínimo (debido a
vicio y mejoras en la productividad costes fijos elevados) para aprove-
global) como: la erradicación de char las economías de escala. (Pas-
ciertas enfermedades (externali- cual Sáez, 2013).
dades tangibles); que el consumo
sanitario de los demás incrementa- c. Incertidumbre e información asi-
se la propia utilidad aunque eso no métrica (riesgo moral y selección
tuviese consecuencias directas para adversa) Newhouse (1970) y Gross-
la salud (externalidades filantrópi- man (1972) indicaban que son dos
cas o altruistas); que la posibilidad problemas derivados de la Teoría re-
de acceso al servicio sanitario fuese lativa a la “relación de agencia”. En
beneficiosa, ya que si no las fuer- primer lugar, la propia incertidum-
tes externalidades negativas afec- bre es inherente a todo el sector sa-
tarían a la tasa de crecimiento, en nitario desde la incidencia de la en-
forma de individuos “productivos” fermedad hasta el conocimiento de
contagiados por enfermedades y/o la eficacia del tratamiento médico.

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 7


En cuanto a la información asimé- de bienestar social) entre los miembros
trica como decíamos puede conlle- de una sociedad. Obviamente, el propio
var problemas derivados del riesgo reconocimiento de que dichos individuos
moral y de la selección adversa. Así, se enfrentan a disyuntivas no nos indica
el riesgo moral se produce cuando por sí solo qué decisiones deberían tomar
el aseguramiento transforma una pero sí sirve para entender cuáles son las
transacción bilateral (entre provee- opciones que tienen. Por ello, la relación
dor asistencial y paciente) en una de intercambio o trade off entre más efi-
trilateral (entre aseguradora, pro- ciencia sin perjudicar la equidad no re-
veedor y paciente). Ello supone que sulta sencilla para los gobiernos a la hora
el paciente se enfrenta a un precio de diseñar su política sanitaria. El obje-
“cero” al usar los servicios asisten- tivo de equidad en el caso de la salud se
ciales consumiendo servicios sa-
puede intentar conseguir tanto a través
nitarios en la mayoría de los casos
de la política de ingresos como de gastos
por encima de la cantidad deseada
públicos, o mediante una combinación
en caso de no estar. (Pascual Sáez,
de ambas. Alcanzar la equidad al finan-
2013).
ciar la sanidad exclusivamente por medio
de ingresos públicos, con tipos elevados,
puede aportar suficiencia al sistema pero
Una revisión de la literatura en a su vez generar altos costes de eficiencia
al incrementarse el exceso de gravamen
estudios de economía de la salud:
(o coste de los impuestos en la sociedad
eficiencia, equidad y desigualda- en términos de bienestar social). Por eso,
des aquellos gobiernos dispuestos a sacrificar
eficiencia a favor de una mejor distribu-
Una de las bases fundamentales de ción de la renta (en términos de equidad)
la Economía (y de la Economía de la sa-
optarán por sistemas impositivos más
lud) es la eficiencia entendida en térmi-
progresivos en cuanto a la financiación
nos globales como aquella situación en
de la sanidad, mientras que aquéllos que
la que en una determinada asignación de
prefieran una mayor eficiencia o neutra-
recursos hace que el nivel de utilidad (o
lidad lo harán por impuestos y tipos más
producción según se entienda) no pueda
mejorar a no ser que el de otra empeore reducidos, dando un mayor protagonismo
(es decir, conseguir lo máximo a partir de al gasto público en sanidad. Es decir, la
recursos escasos). En las siguientes pági- equidad en sí misma es un concepto de
nas se repasan los principales estudios en difícil valoración, pues puede referirse a
economía de la salud en dicha línea. Dado un momento concreto del tiempo o a un
que toda decisión implica también una re- periodo más flexible, con el inconveniente
nuncia, la sociedad se enfrenta así a una adicional que gastos como las inversiones
disyuntiva importante: ¿Mayor eficien- en sanidad como hospitales, centros de
cia puede conseguirse sin menoscabar la salud o tecnología y equipamiento suelen
equidad? Y es que la equidad trata de dis- proyectarse en horizontes plurianuales
tribuir la riqueza de forma “justa” (según tan extensos que dificultan valorar todos
lo que se entienda por tal en la función sus efectos. (Pascual Sáez, 2013).

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 8


Lectura recomendada

Pascual Saez, M., & Cantarero Prieto, D. (2013). Understanding health


economics: A review of efficiency, equity and inequalities studies. Estudios De
Economía Aplicada, 31(2), 281-302.

Rcuperado de http://proxy.bidig.areandina.edu.co:2048/login?url=https://
search.proquest.com/docview/1961804902?accountid=50441

Eficiencia en Economía de la salud

Fue definida por Farrell (1957) y puede entenderse de dos maneras. En cuanto a la pri-
mera, alcanzar la eficiencia técnica supone alcanzar la cantidad máxima de producción
a partir de una cantidad dada de inputs o también producir un nivel concreto de output
utilizando la mínima cantidad de recursos posible. La segunda acepción de eficiencia se
refiere a la eficiencia asignada que se cumple cuando la combinación de inputs logra
minimizar los costes dados sus precios o bien cuando la producción permite maximizar
los ingresos dados los precios de venta. Ambos tipos de eficiencia se engloban dentro
del concepto de eficiencia global. En el caso concreto que nos ocupa referente a los sis-
temas sanitarios, la eficiencia global precisamente se conseguiría al alcanzar el mejor
estado de salud posible de una población dada una cantidad de gasto público sanitario
invertido. El resultado relevante se mide pues en indicadores de resultado final (output)
que en este caso podrían ser muertes evitables, esperanza de vida, tasas de mortalidad
infantil o Años de Vida Ajustados por Calidad (AVACs). (Pascual Sáez, 2013).

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 9


Tabla 2: La eficiencia y su evaluación en síntesis.

Lectura recomendada

Giraldo-Piedrahita, F. (2015). Expresión de tres perspectivas de la justicia


social en la organización de los sistemas de salud. Revista Gerencia y Políticas
De Salud, 14(29), 26-40.

DOI: http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.rgyps14-29.etpj

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 10


Equidad y desigualdades en Eco- En todos estos estudios citados ante-
nomía de la salud riormente es habitual utilizar, entre otras,
como medidas de salud, la autovaloración
La definición de equidad en salud es o estado de salud percibido, estadísticas
compleja y no está exenta de juicios de de mortalidad, esperanza de vida al nacer
valor que como tales son cambiantes con y supervivencia, indicadores de morbilidad
el tiempo. De manera general, hace re- basados en la incidencia y prevalencia de
ferencia a la ausencia de diferencias en enfermedades de acuerdo a diagnósticos
salud evitables, injustas o modificables médicos, la presencia de al menos una en-
entre grupos de personas y está intrínse- fermedad crónica y las limitaciones para
camente unido a los conceptos de des- realizar la actividad diaria. Además, la au-
tovaloración que los individuos hacen de
igualdad, justicia distributiva y justicia
su propio estado de salud se considera que
social (véase World Health Organization,
tiene un fuerte poder predicho de otros in-
2009). Así, el análisis de las desigualda-
dicadores de carácter objetivo como la es-
des en salud y sus factores determinan-
peranza de vida, la mortalidad y la utiliza-
tes sigue siendo un objetivo prioritario
ción de servicios sanitarios (Van Doorslaer
de los modernos estados de bienestar. Es
y Gerdtham, 2003).
evidente el interés de cualquier país o so-
ciedad por el estudio de la desigualdad y
En todos estos estudios se confirma la
las implicaciones que ello supone. Traba-
existencia de una cierta asociación entre
jos como los de Gini (1921), Kolm (1968 y nivel de renta o nivel socio-económico y
1976), Atkinson (1970), Sen (1973 y 1992), salud. Una vez constatada la existencia
Jakobsson (1976) y Kakwani (1977) han de desigualdades en salud, el objeto de
servido de referencia en numerosos estu- interés se traslada a la búsqueda de las
dios empíricos posteriores. Sin embargo causas o factores que determinan las mis-
la posible introducción de juicios de va- mas (Mackenbach, 2005). Así, además de
lor puede ocasionar problemas. Y adicio- la renta, las características socio-demo-
nalmente, se plantean el problema de no gráficas (sexo, edad, lugar de residencia,
comparabilidad de dos distribuciones de situación laboral, etc.), los estilos de vida
salud. Este inconveniente se resuelve, en (consumo de tabaco y alcohol, ejercicio
muchas ocasiones, con la introducción de físico, alimentación, etc.) y los factores
numerosas medidas de desigualdad que psicológicos (estrés, situación emocional,
permiten establecer órdenes completos, etc.) son considerados piezas clave en es-
frente a los órdenes parciales que propor- tos estudios (Wilkinson, 1997).
cionan las curvas de Lorenzo las curvas de
concentración. El análisis de las desigual- Todos estos factores podrían explicar
dades en salud ha sido abordado desde asimismo las desigualdades en morbilidad
diferentes perspectivas. Por una parte, y las diferencias en utilización sanitaria
podríamos destacar los métodos basados (Costa y Gil, 2008). Incluso han surgido es-
en curvas e índices de concentración de tudios cuyo objetivo es analizar la transmi-
salud y curvas de Lorenzo como medidas sión intergeneracional de salud (Rivera et
de desigualdad relativa en salud relacio- al., 2008; Pascual y Cantarero, 2009). Por
nada con la renta (Wagstaff et. al., 1989; otra parte, y más recientemente, se han
Wagstaff y van Doorslaer, 2000). desarrollado numerosos estudios cuyo ob-

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 11


jetivo es la evaluación de los distintos pro- crisis en América Latina fue la crisis pe-
gramas y en especial con aquellos que per- trolera de 1973 a 1976, puesto que la con-
siguen reducir las situaciones de equidad y siguiente falta de crecimiento de la eco-
desigualdad en términos de salud. Así, el nomía afectó adversamente, por falta de
desarrollo de técnicas cuasi-experimenta- financiamiento, a las políticas de desarro-
les. (Pascual Sáez, 2013). llo social. Se requería, por tanto, un nuevo
modelo de desarrollo, y una nueva estra-
tegia de crecimiento económico comenzó
a abrirse paso en nuestro continente. Su
El contexto de las reformas del punta de lanza fue la política de ajuste
sector de la salud estructural. (Vergara, 2000).

Un “modelo de desarrollo” puede ser


entendido como aquella red compleja de
relaciones, de carácter global y de largo Los años ochenta: la transición
plazo, que se establece entre una estrate- del antiguo al nuevo modelo
gia de crecimiento económico determina-
da, un esquema de desarrollo social y un En los años ochenta, el problema de
régimen de convivencia política. Los mo- América Latina era muy sencillo: se torna-
delos de desarrollo, una vez consolidados, ba necesario ajustar gastos con ingresos y,
tienden a perpetuarse. Cabe recordar, a como las economías no crecían, la única
manera de ejemplo, que en América Lati- manera de hacer el ajuste era mediante
na el modelo de desarrollo de “sustitución la reducción drástica del gasto. Era así de
de importaciones” duró más de medio si- simple y claro.
glo. En las postrimerías de los años sesenta
las economías latinoamericanas sufrían de El ajuste estructural marcó y definió la
insuficiencias cada vez mayores en sus po- transición del modelo de sustitución de im-
sibilidades de crecimiento. Dichas econo- portaciones al modelo de la globalización.
mías no crecían o, al menos, no lo hacían Los períodos que marcan la transición de
a la tasa mínima necesaria para satisfacer las sociedades de un modelo de desarrollo
las demandas de bienestar crecientes de a otro suelen ser particularmente críticos
sus poblaciones. para la población. En este caso, la transi-
ción estuvo marcada por una reestructu-
El gasto social se expandía y las posi- ración de la producción y por un ajuste es-
bilidades de financiarlo se restringían. Era tructural de la economía. Tuvo, y aún tiene,
imposible, por tanto, seguir financian- efectos directos y claros de orden social.
do una política social que ya se mostra- Por una parte quebraron las empresas que
ba deficitaria desde hacía algún tiempo. ya no podían competir con los productos
Cabe resaltar, sin embargo, que la crisis extranjeros, con el consiguiente y muy no-
del modelo no se explica por el estrangu- table aumento del desempleo; por otra, el
lamiento del desarrollo social, sino por la ajuste estructural significó una brusca caí-
crisis propia de la economía: poco creci- da del gasto social y de los salarios y re-
miento, alto déficit fiscal, gran endeuda- muneraciones. El resultado de ambos pro-
miento, crisis de la balanza de pagos, alta cesos fue un aumento muy marcado de
inflación, etc. El factor que catapultó la la pobreza en América Latina, tanto en su

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 12


extensión (porcentaje de familias pobres) La política social de la transición
como en su intensidad (grado de pobre-
za). (Vergara, 2000). La grave crisis de la pobreza correspon-
dió a lo que podría llamarse la primera fase
Sin embargo, si se sitúa el inicio de estos del nuevo modelo de desarrollo (o fase de
transición propiamente dicha). Las políti-
procesos poco más o menos en la déca-
cas sociales asociadas con ella que en mo-
da de los ochenta, se puede observar que mentos distintos se han denominado de
entre 1980 y 1990 el nivel de pobreza en el “reforma social” o de “primera generación”
continente subió de 35 a 41% del total de tenían por núcleo estratégico el combate
los hogares. Además, en términos absolu- contra la pobreza. Estas políticas sociales
tos, las personas pobres aumentaron de partían de un concepto de la pobreza que
casi 136 millones en 1980 a algo más de estaba desvinculado de toda connotación
200 millones en 1990. Cabe agregar que histórica, todo proceso social y toda cone-
este aumento de la pobreza fue básica- xión con las políticas económicas. Se en-
tendía la pobreza como la suma de una
mente un fenómeno urbano. De los casi
lista de carencias cuantificables y mensu-
65 millones de nuevos pobres, 60 millones rables que, al aplicárseles determinado ín-
(92%) eran de origen urbano. Ello se ex- dice, daban cuenta del grado de pobreza
plica en gran medida por los efectos que que sufría una persona o familia, tales polí-
tuvieron en el corto plazo las políticas de ticas solían tener dos elementos clave:
ajuste estructural y la reestructuración de
los procesos de producción (3). Aumen- • Los subsidios directos y personaliza-
tos tan pronunciados de la pobreza suelen dos. Estos subsidios reflejaban una
tardar muchos años en encontrar su pun- política de “focalización del gasto”
que se oponía a las políticas “uni-
to de inflexión. Después de ese primer pe-
versalistas” de los años cincuenta y
ríodo de grandes dificultades y de un alto
sesenta. Como el gasto social debía
costo social, los países toman una senda reducirse bruscamente, lo impor-
de crecimiento económico relativamente tante era conseguir un rendimiento
acelerado y sostenido. Sin duda alguna, el máximo en eficiencia y eficacia.
aumento de la pobreza y del desempleo
y la brusca caída del gasto social y de las • Eficiencia y eficacia. Por eficiencia
remuneraciones son productos de las re- se entendía gastar los pocos recur-
formas económicas. Quienes idearon y lle- sos disponibles en quienes efectiva-
mente los necesitaban; por eficacia,
varon adelante la reforma económica en
ejercer un efecto sobre aquellos in-
América Latina promovieron también, con
dicadores que definían el fenómeno
distintos resultados en cada país, la adop- de la pobreza (mortalidad infantil,
ción de un conjunto de programas simul- desnutrición, matrícula escolar, em-
táneos orientados a mitigar la pobreza. pleo, calidad de la vivienda, etc.).
(Vergara, 2000). (Vergara, 2000).

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 13


La sociedad posterior al ajuste terorganizacionales y transfronterizas las
cuales imponen a las políticas públicas un
Pasados los años más difíciles de la carácter dinámico, impredecible y de difícil
transición de un modelo a otro, cambiaron control; estas condiciones evidencian cier-
las reglas de la economía y de la sociedad tas limitaciones de los APPS relacionadas
y se instaló un nuevo modelo de desarrollo: con: 1) El enfoque y el método, 2) La con-
el de la globalización. En lo económico se sideración de actores y contextos, 3) La
impusieron la competitividad internacio- utilización de teorías y 4) La relación entre
nal, la eficiencia productiva y la transpa- investigadores y actores. (Vergara, 2000).
rencia del mercado de capitales; en lo so-
cial, la flexibilidad laboral y la privatización El enfoque y el método empleados en
de los activos. Simultáneamente, el nuevo los análisis de políticas públicas
modelo se vio acompañado de una depre-
sión económica de ciertas áreas geográfi- Aunque no se ha hecho una revisión sis-
cas o sectores productivos que no estaban temática del tema, la bibliografía publica-
en condiciones de competir en el ámbito da sugiere un predominio de los enfoques
internacional; de un sistema educativo positivistas en los análisis de políticas pú-
deficiente; de una sensación de incerti- blicas destacándose los análisis de proce-
dumbre frente al futuro de los sistemas so (stage model), de costo-beneficio y de
de pensiones administrados por empre- costo-efectividad (19). Los enfoques cua-
sas privadas; y de una falta de equidad en litativos son menos utilizados. (Gilson L).
los servicios de salud. Se hizo necesario,
entonces, transitar a políticas sociales de De 27 747 artículos indexados en Medli-
segunda generación y ello dio origen a un ne al 14 de julio de 2011 bajo el descriptor
nuevo interrogante: cómo reorganizar el health policy analysis, 42,6% se refería a
conjunto de la sociedad en función de esta los costos y solo 3,4% a política. Los APPS
nueva estrategia de crecimiento económi- de corte positivista suelen centrarse en
co. Y si en la primera fase del nuevo mo- elementos medibles y verificables, y exclu-
delo el concepto estratégico de la política yen categorías esenciales que no son ob-
social era la mitigación de la pobreza, en servables empíricamente, como los juicios
la segunda no era otro que el logro de la de valor, los intereses y los contextos; en tal
equidad. (Vergara, 2000). sentido, su capacidad para contribuir a la
solución de los problemas de salud podría
ser muy limitada. (Hertin J, 2009).

Aspectos críticos en el análisis de Consideración de actores y contextos


políticas públicas de salud
Pocos APPS detallan las experiencias de
Los cambios económicos, políticos y so- los actores durante la implementación de
ciales de finales del siglo xx transformaron las políticas públicas y las influencias que
la concepción y gestión de las políticas pú- ejercen sobre ellos las estructuras burocrá-
blicas. En esencia, estas siguieron conside- ticas o los contextos social, político y cul-
rándose como decisiones y acciones ema- tural (5, 10, 21). Esta omisión impide a los
nadas de relaciones de poder, pero ahora APPS dar cuenta de las consecuencias no
se reconoce que obedecen a relaciones in- previstas de las políticas públicas, de los

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 14


dispositivos de control y de las relaciones no siempre coinciden con los intereses de
de poder; adicionalmente, limita la uti- los tomadores de decisiones, quienes pres-
lidad de sus resultados porque no revela tan poca atención a los hallazgos; 3) Los
los contextos particulares de aplicabilidad investigadores y hacedores de políticas
del conocimiento. Los análisis socio-his- “rara vez obran de manera racional con
tóricos y pospositivistas críticos permiten arreglo a fines, pues lo hacen desde su his-
hacer estos abordajes, pero desconocen toria emocional, sus aspiraciones perso-
el carácter económico y ecológico del en- nales, sus lealtades de grupo, las rutinas
torno, cuya influencia ha sido identificada aprendidas de su entorno y su posición en
en casos como las políticas de control del el grupo”; 4) Los hacedores de políticas
paludismo. (Pattanayak, 2006 y Carmona, tienen dificultades para comprender las
2003). investigaciones y confían poco en ellas; 5)
Los investigadores subestiman a los toma-
Utilización de teorías y rigor dores de decisiones y los procesos políti-
metodológico cos; y 6) Los contextos socio-económicos,
culturales y ambientales y epidemiológicos
Los APPS han sido criticados por omitir son muy heterogéneos y limitan las extra-
la intencionalidad del análisis y los funda- polaciones. El éxito de esta interacción se
mentos teóricos que sustentan los hallaz- ha relacionado, en cambio, con la comu-
gos (5, 10, 24). En el caso de los análisis nicación entre investigadores y hacedores
de reformas sanitarias, los investigadores de políticas, tanto durante el diseño e in-
han señalado problemas para identificar terpretación de los estudios como durante
las preguntas de investigación y los crite- formulación e implementación de las polí-
rios de selección de los métodos, para co- ticas (Gómez, 2006, Bronfman, 2000).
municar los resultados y para aprovechar
las bases de datos (19). Estas debilidades
metodológicas hacen más difícil valorar
el alcance de sus resultados, limitan su
transferibilidad a contextos reales y sugie-
ren que prescindir de fundamentos con-
ceptuales firmes reduce la capacidad de
los APPS para contribuir a la solución del
problema de salud. (Bronfman, M., 2000).

Relación entre investigadores y


decisión

Las publicaciones sugieren que la inves-


tigación realizada en materia de políticas
públicas de salud desempeña un papel
secundario en el desarrollo de las mismas
porque: 1) Con frecuencia las decisiones se
toman con base en criterios diferentes al
conocimiento derivado de las investigacio-
nes; 2) Los intereses de los investigadores

Economía de la salud - eje 2 Analicemos la situación 15


BIBLIOGRAFÍA

Giraldo-Piedrahita, F. (2015). Expresión de tres perspectivas de la justicia so-


cial en la organización de los sistemas de salud. Revista Gerencia y Políticas De
Salud, 14(29), 26-40. doi: http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.rgyps14-29.etpj

Pascual Saez, M., & Cantarero Prieto, D. (2013). Understanding health eco-
nomics: A review of efficiency, equity and inequalities studies. Estudios De Eco-
nomía Aplicada, 31(2), 281-302. Retrieved from http://proxy.bidig.areandina.edu.
co:2048/login?url=https://search.proquest.com/docview/1961804902?accoun-
tid=50441

Documento Electrónico
https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Conpes/Econ%C3%B3micos/3887.pdf

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