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Deshumanización:

Deshumanizar significa despojar la dignidad de ser humano a las personas, convirtiéndolas en


cosas; quienes deshumanizan a los otros lo hacen con el fin de establecer dominio sobre los
otros. Este fenómeno no es nuevo y es desafortunadamente más común de lo que se podría
creer: cuando los europeos llegaron a América y declararon a los aborígenes y luego a los
africanos que trajeron como esclavos como seres inferiores. Cuando los europeos durante el
siglo XIX declararon que el resto de los pueblos eran inferiores porque no tenían civilización y
por ello debían llevar la cultura y el progreso occidental al resto del mundo, lo hicieron para
conquistar militar y económicamente al resto del mundo. Durante el siglo XX, se presentaron
numerosos casos de deshumanización, el más significativo fue cuando el régimen de Hitler
dictaminó que los judíos, gitanos, homosexuales, testigos de jehová y todos aquellos que se
convirtieron en un obstáculo para este gobierno, eran no humanos y era necesario eliminarlos,
con el consecuente genocidio en los campos de concentración. En Colombia, a comienzos del
siglo XX, muchos indígenas del Amazonas fueron esclavizados y muertos en las plantaciones de
caucho.

“La deshumanización conlleva la “exclusión moral” de la persona (Opotow, 1990: p. 1).


La persona que está fuera de nuestra esfera moral no está completamente viva, en el
sentido en que generalmente entendemos el “estar vivo”, pues no la consideramos
humana. Es decir, no valoramos su vida como valoramos la vida de otra gente a la que
sí consideramos humana. Según la pensadora Judith Butler, la vida de estos seres
humanos ni siquiera es vista como “digna de duelo” (Butler, 2006: p. 32). Como
resultado, la gente deshumanizada es generalmente víctima de actos de abuso y de
violencia, los cuales son vistos como normales o hasta necesarios (Opotow, 1990: p. 1).
Según Waller, la deshumanización puede darse a través de medios lingüísticos o físicos
y puede ser reforzada por el uso de propaganda (Waller, 2007: pp. 208-210)”. 1

La deshumanización no es solamente una acción directa sobre las personas, eliminándolas


físicamente, pues también ocurre a través de comportamientos y actitudes con aquellos que
se consideran extraños o distintos: la discriminación de las mujeres y la explotación sexual o
laboral que padecen, el sometimiento a la autoridad del hombre y el obstaculizar o negarles
oportunidades son formas cotidianas de esta práctica.

1
Daniel Núñez (2017) La Deshumanización. Por disponible en: red.pucp.edu.pe/ridei/files/2017/10/La-
Deshumanización-Daniel-Nunez.pdf
Otra forma de deshumanización es la que ocurre en el campo laboral, cuando las condiciones
para trabajar son precarias y se ofrecen salarios bajos, con horarios extensos y bajo la amenaza
permanente del desempleo.

También ocurre deshumanización cuando ocurre que las personas le otorgan mayor valor a las
cosas que a las personas, como ocurre de manera creciente por la dependencia de la
tecnología: se da mayor importancia a los objetos materiales, sin importar las condiciones que
padece el resto de la humanidad ni las consecuencias de sus acciones sobre el mundo.

Veremos algunas situaciones en las que se presenta la deshumanización, en la política y la


economía, la que sufren los migrantes y la deshumanización por la tecnología.

Deshumanización política y economía


Los grupos políticos siempre hacen uso de las ideas que definen sus objetivos y proyectos para
defender sus intereses: las ideas de libertad o de iniciativa, la igualdad de condiciones o la
búsqueda del fin del estado o una organización estatal muy rígida, lo que sea se proponga
como programa de gobierno, implican que las ideas de los contrarios, y quienes se oponen a
este tipo de propuestas, pueden ser vistos como amenazas y por ello se hace necesario
quitarle valor tanto a las ideas como a las personas. En la política, la deshumanización cosifica,
demoniza al oponente, afirma su inferioridad mediante justificaciones biológicas que apelan a
la genética y la evolución, y caracteriza a los enemigos con inferioridad cognitiva, incapaces de
pensar y de ser civilizados, según sus creencias. En casos extremos, los oponentes se enfrentan
violentamente, ya sea a partir de las armas, ya sea mediante la propaganda que promueve el
odio y el alentar a las masas a discriminar y rechazar a quienes en apariencia están
amenazando a la sociedad.

En América Latina, varias naciones tuvieron la influencia de las ideologías políticas como le
liberalismo y el comunismo. Desde principios del siglo XX, se produjeron persecuciones a los
obreros y activistas comunistas, a quienes llamaban rojos. Quienes los perseguían buscaban
proteger sus intereses y mantener la sociedad de acuerdo a sus valores morales: las
tradiciones católicas, la preservación de las clases sociales y los privilegios, prevenir las
rebeliones de los pobres, entre otras muchas creencias con las cuales se discriminaron y
permitieron terribles crímenes. Durante décadas, los ciudadanos blancos del sur de Estados
Unidos lincharon a ciudadanos afroamericanos porque se mantuvieron los ideales de la
supremacía blanca que justificó la esclavitud en toda América.

Cuando las naciones europeas generaron las revoluciones industriales, alcanzaron una gran
prosperidad económica, mediante la explotación de los recursos naturales de las colonias y la
mecanización de las fábricas. Esta forma de producción, además de ofrecer la prosperidad
económica mencionada, implicó también la cosificación de los obreros de las fábricas y de los
productores de las materias primas, quienes se consideraron parte de culturas inferiores a las
que se debían someter como algo natural. Este fenómeno se ha denominado históricamente
como colonialismo.

La deshumanización va a ocurrir cuando los países colonialistas industrializados y las clases


dominantes de los países colonizados, convierten a las personas pobres en herramientas con
valor puramente instrumental, cuyo valor está en lo que pueden producir, obligando a la gente
a desplazarse de su territorio de origen, descartándolos cuando ya no pueden trabajar.
Lamentablemente, esta situación continúa hoy en día. En África, Asia y algunos territorios de
América, la explotación de minerales y piedras preciosas se hace en condiciones de esclavitud
y bajo la vigilancia de señores de la guerra. Las piedras preciosas que, extraídas en las minas de
África, se han llamado diamantes de sangre.

Una consecuencia de esta forma de desigualdad es que muchos países disfrutan en la


actualidad de una gran prosperidad económica y niveles de vida elevados, como los países
europeos y los Estados Unidos. La gente de los países pobres emigra hacia estos países ricos y
trabajan en estos países con la esperanza de alcanzar la riqueza, de forma legal o ilegal,
trabajando en los empleos que ninguno quiere aceptar o padeciendo los rigores de la pobreza
que vivieron en sus lugares de origen en tierras extrañas.

Emigrar es una experiencia muy difícil tanto para el que abandona el país como para quien
deja su región y se instala en otra: Las personas migrantes tienen que aprender el idioma y las
costumbres del país que los acoge y enfrentan el rechazo de las personas que nacieron en
estos lugares, lo cual puede convertirse en distintas formas de violencia. Los migrantes sufren
de la deshumanización al ser considerados seres de segunda categoría o amenazas para
quienes nacieron los países que reciben a los extranjeros; son muchas las imágenes e historias
en las que los migrantes son tratados como animales y confinados a campos en los cuales
deben esperar a ser recibidos o rechazados por los gobiernos que, pueden verlos como un
problema económico, político o cultural. Miles de personas que proceden del África y del
oriente próximo, han muerto en el mar mediterráneo intentando alcanzar las costas de Italia,
España o Francia; lo mismo sucede en la frontera entre México y Estados Unidos.

La técnica y la deshumanización

Nuestra época se distingue por el uso de artefactos técnicos, los cuales tienen por objetivo
facilitar la vida de las personas, multiplicando sus fuerzas, haciéndolos más rápidos, o
automatizando procesos que de otro modo no serían posibles de realizarse. Las máquinas nos
abren un mundo de posibilidades para dominar la naturaleza y convertirla en productos que
nos hacen la vida más sencilla: podemos ir ahora más lejos en menos tiempo y con menos
dificultades; las fábricas producen gran cantidad de cosas muy rápido para que las personas
puedan consumirlas; los procesos químicos han logrado convertir el petróleo en una gran
cantidad de productos como plásticos y combustibles. El desarrollo de las máquinas se ha
producido bajo la idea de hacer artefactos cada vez más eficientes y fáciles de usar por los
consumidores, quienes los adquieren y usan de acuerdo a las necesidades que buscan
satisfacer.

Como vivimos en una economía de mercado, esto es, en una economía donde la producción se
hace para acumular riqueza, se han creado productos atractivos para las personas, quienes a
través de la publicidad conocen y son convencidos de comprar tales productos sin tener en
cuenta sus necesidades reales y atendiendo solamente a las necesidades que el mercado ha
creado sobre tales productos. A esta tendencia se la llama consumismo y ha provocado que las
sociedades actuales hayan volcado grandes esfuerzos en la creación de productos para el
entretenimiento y en productos para ser usados y desechados cuando aparezca el siguiente
modelo.

La fabricación de las cosas requiere una gran inversión en investigación científica y desarrollo
tecnológico, en el procesamiento de las materias primas, en la publicidad y comercialización de
los productos. En este modelo económico de producción, ha sido habitual que los salarios de
las personas que hacen los productos sean mal pagados. Ya desde la primera revolución
industrial, a las personas empleadas en las fábricas o en las minas les hacían trabajar hasta 20
horas diarias y el pago a veces apenas alcanzaba para la comida. Hoy en día, en los países
como China, los trabajadores laboran en fábricas donde reciben un salario escaso y sus
condiciones de trabajo han hecho que muchos se suiciden.

Humanizar para transformar


La suma de todas estas formas de deshumanización provoca no sólo la amenaza de un mundo
en el que no se valora la vida de los otros, sino también se amenaza la supervivencia de la
especie: la evolución del hombre y su éxito como especie se ha producido por la capacidad de
ser solidarios y actuar cooperativamente. El extremo individualismo estimulado por nuestra
época, provoca que la gente considere que no es necesario el resto de las personas para vivir y
que los demás son meros instrumentos para conseguir objetivos; eso se traduce en la manera
como la corrupción y la desigualdad se han naturalizado y se considere que los bienes
económicos son más importantes que las personas: el bienestar de la ciudadanía no es una
prioridad y por ello se hacen obras públicas inútiles y las instituciones que deberían proteger a
los ciudadanos son precarias. Es necesario cambiar la forma de pensar.

Un filósofo alemán llamado Immanuel Kant, al reflexionar sobre el valor de las personas,
consideró que la libertad y la autonomía constituyen el núcleo de la dignidad humana: el
reconocimiento del valor propio implica reconocer el valor de los demás, pues no es posible
ser libre si no se considera la libertad de los demás: el hombre sólo puede ser hombre
mientras sea libre, pero no puede serlo sin la libertad de los demás, es lo que Kant denomina la
sociable insociabilidad. También es famoso el principio que propone este pensador sobre el
modo en que se deben valorar la dignidad del ser humano, en el imperativo categórico: "Obra
del tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier
otro, siempre al mismo tiempo como un fin y nunca solamente como medio" (Kant, I.1996,
44s.)2

El valor de las cosas.

2
Kant, I. 1996. Fundamentación de la metafísica de las costumbres, México: Porrúa
La economía de mercado ha hecho que las cosas adquieran un valor desproporcionado, sin
tener en cuenta las consecuencias que estas posean para el ambiente y para las relaciones
entre los seres humanos: las redes sociales y los dispositivos electrónicos han posibilitado el
acceso a la información, pero también han hecho que las personas se aíslen y pierdan el
contacto físico, privilegiando el contacto virtual, el cual no siempre permite una verdadera
relación con el otro. Un filósofo llamado Diógenes, de la antigua Grecia, había observado la
importancia que las personas le estaban otorgando a las cosas y por ello se paseaba en el
mercado riéndose al ver todas las cosas dispuestas allí, que no necesitaba. La vida actual nos
reclama tener y usar cosas, pero ¿realmente las necesitamos? ¿estaremos siendo esclavos de
las cosas o somos capaces de disponer de ellas para nuestro beneficio?

Descosifiquémonos:

La mejor forma de superar la deshumanización es reconocer cómo nos afecta en la


cotidianidad: no se trata solamente de algo que le ocurre a los demás, la vida actual también
impone una forma de deshumanización a todos los seres humanos. Las siguientes imágenes
representan algún tipo de deshumanización, ya se a política, económica, técnica o existencial.
Describa las imágenes e identifique cómo se manifiesta la deshumanización.
Discusión

Juicio a la deshumanización:

Organice con todo el grupo un juicio contra la deshumanización: divida la clase en tres grupos,
uno que va a defender a la deshumanización, que será un estudiante y sus abogados; otro
grupo será el de los jueces y jurados y habrá otro grupo que es el acusador.

El juicio se hará en tres etapas: la primera será la de acusaciones y descargos, donde el grupo
acusador demostrará que la deshumanización es una amenaza y debe cambiar, mientras que
el grupo defensor demostrará que no es responsable de las acusaciones. El tercer grupo se
encargará de decidir cuál es la responsabilidad de la deshumanización en los problemas de la
sociedad actual y que debe hacer la sociedad para cambiar esta situación.

Explorando nuestro entorno:

Discuta con sus compañeros ¿Que prácticas cotidianas nos deshumanizan? ¿Cómo podemos
cambiarlas? Realizar un mural identificando la deshumanización, mediante dibujos y frases que
muestren la influencia de la deshumanización en el entorno cotidiano.

Elaborar una pequeña campaña para cambiar algunas actitudes deshumanizantes y


comunicarla a los compañeros.

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