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Tarea del 30 de septiembre

Procesos mentales
Como afecta la atención en el proceso del aprendizaje
La atención es el primer factor que influye en el rendimiento, y depende de la
fuerza de concentración que pueda presentar un estudiante.
El aprendizaje hace referencia a la adquisición de conocimientos y
habilidades. Pero, para poder aprender, es sumamente importante contar con
una atención adecuada. Así, hay dos tipos de atención que se necesitan para
estudiar y aprender:
Selectiva: capacidad para seleccionar los aspectos relevantes, inhibiendo otros
estímulos.
Sostenida: capacidad para mantenerse concentrado en una tarea durante un
periodo de tiempo prolongado. Niña mejorando la atención en el aprendizaje
con su madre en la biblioteca.
Esto implica un buen nivel de activación fisiológica. Es decir, mantener un
estado de alerta, con el fin de responder a los estímulos ambientales, de modo
que se atienda a las señales relevantes y se desprecien las irrelevantes.
El nivel de activación afecta también al rendimiento en las tareas pues, a
medida que este aumenta, también incrementa la eficiencia del trabajo. Por
tanto, es esencial que los niños duerman bien durante la noche para poder estar
activos en los momentos diurnos de aprendizaje. De lo contrario, estos se
sentirán fatigados, tanto física como mentalmente, lo cual provoca
disfunciones en la capacidad de concentración.
Además, para mantener una buena atención, se requiere cierto interés y
motivación. De hecho, cuanto más le gusta una asignatura al alumnado, mejor
asimila los conceptos y conocimientos que se imparten en la misma, puesto
que estos se preocupan por atender en clase y se esfuerzan a la hora de hacer
las actividades relacionadas con dicha materia.
Modelo jerárquico de Sohlberg y Mateer de la atención
Según Sohlberg y Mateer, la atención estaría dividida en cinco componentes
que pueden verse afectados de forma diferencial por una lesión cerebral:
Atención focalizada. Habilidad para responder de forma específica a un
estímulo (táctil, visual, auditivo, etc.). Sería el nivel más básico de atención y
podría verse alterado en los primeros momentos tras la salida del coma.
Atención sostenida. Se corresponde con la red de alerta, ya que se refiere a la
habilidad para mantener una respuesta constante durante la realización de una
actividad continua y repetitiva. Las autoras incluyen una división en dos
subcomponentes:
La vigilancia, que es la capacidad para realizar una tarea durante un periodo
prolongado de tiempo.
El control mental o memoria operativa, que permite mantener y manipular
mentalmente la información necesaria para la realización de la tarea.
Atención selectiva. Se refiere a la capacidad de mantener una actividad (set)
cognitiva o comportamental frente a la presencia de estímulos competitivos o
distractores tanto externos (sonidos, imágenes) como internos
(preocupaciones, pensamientos rumiativos). Como se ha mencionado antes,
este tipo de atención se relaciona con la red dorsal del modelo de Corbetta.
Atención alternante. Se refiere a la flexibilidad mental que permite cambiar el
foco de atención y moverlo entre tareas con demandas cognitivas distintas,
controlando, por tanto, qué información será procesada en cada momento. Es
una de las funciones de la red de atención ejecutiva e implicaría procesos de
memoria operativa. Este tipo de atención está presente en muchas de las
actividades de la vida diaria, como tomar apuntes, en la que la atención debe
alternar entre escuchar al profesor y anotar las ideas más importantes.
También es necesaria cuando se está realizando una actividad (como leer) que
se ve interrumpida de forma inesperada (por una llamada telefónica, por
ejemplo) y tiene que volver a reanudarse después.
Atención dividida. Implica responder simultáneamente a múltiples tareas o
múltiples demandas cognitivas. La realización de este tipo de tareas puede
concebirse como una forma rápida y continua de atención alternante o como la
realización de dos tareas, requiriendo al menos una de ellas un procesamiento
más automático e inconsciente. El hecho de tratar este tipo de atención como
un componente separado del modelo refleja su importancia en el contexto de
la rehabilitación.
El modelo es jerárquico y asume que cada nivel atencional requiere el
funcionamiento correcto del nivel anterior. A su vez, la noción de jerarquía
implica la asunción de que cada componente es más complejo que el que le
precede. El modelo propone seis componentes, que se describen en la tabla
siguiente.

Capacidad de estar despierto y de mantener la alerta. Implica la capacidad de seguir estímulos u órdenes. Es la
Arousal
activación general del organismo.

Habilidad para enfocar la atención a un estímulo visual, auditivo o táctil. No se valora el tiempo de fijación al
Atención
estímulo. Se suele recuperar en las fases iniciales tras un traumatismo craneoencefálico. Al principio puede
focal
responderse exclusivamente a estímulos internos (como el dolor o la temperatura).

Capacidad de mantener una respuesta de forma consistente durante un periodo de tiempo prolongado. Se
divide en dos subcomponentes:
Atención 1) Se habla de vigilancia cuando la tarea es de detección y de concentración, cuando se refiere a otras tareas
sostenida cognitivas.
2) La noción de control mental o memoria operativa se aplica en tareas que implican el mantenimiento y la
manipulación de información de forma activa en la mente.

Capacidad para seleccionar, de entre varias posibilidades, la información relevante que se debe procesar o el
Atención esquema de acción apropiado con la inhibición de la atención a unos estímulos mientras se atiende a otros.
selectiva Los pacientes con alteraciones en este nivel sufren numerosas distracciones, ya sea por estímulos externos o
internos.

Capacidad que permite cambiar el foco de atención entre tareas que implican requerimientos cognitivos
Atención
diferentes y que controla qué información es procesada en cada momento. Las alteraciones de este nivel
alternante
impiden al paciente cambiar rápidamente y de forma fluida entre tareas.

Atención Capacidad para atender a dos cosas al mismo tiempo. Es la capacidad de realizar la selección de más de una
información a la vez o de más de un proceso o esquema de acción simultáneamente. Es el proceso que permite
dividida distribuir los recursos atencionales en diferentes tareas o requisitos de una misma tarea. Puede requerir el
cambio rápido entre tareas o la ejecución de forma automática de alguna de ellas.

Modelo clínico de la atención (Sohlberg y Mateer, 1987 y 1989)

Problemas de la atención
Las dificultades más comunes que sufren las personas con dificultades de
atención son:
La facilidad de distracción y la falta de atención en los detalles.
Dificultad para seguir instrucciones y finalizar sus tareas.
Suelen cometer errores por descuido.
Evita tarea que requieren un esfuerzo mental sostenido.
Por ejemplo, cuando pasamos continuamente de un estímulo a otro y no
somos capaces de focalizar la atención en alguno estamos ante un problema de
atención. Esto influirá decisivamente en los procesos de memorización, ya
que, si no prestamos la suficiente atención a un estímulo, no seremos capaces
de procesarlo y retenerlo en la memoria.
Existen algunos inconvenientes que puede llegar a sufrir el escolar y que
genera una tendencia a la distracción durante la clase, así por ejemplo pueden
darse:
1. Deficiencias patológicas de la atención, ello debido a:
• exceso de fatiga
• inestabilidad emotiva
2. Sin embargo, los mayores defectos de atención se dan por interferencia de
un fenómeno o de un objeto en nuestra atención. Es por ello muy importante
educar a los niños para que sepan abstraerse de cuanto les rodea.
3. Otro defecto es la dificultad para fijar atención en algo. La distracción,
puede producirse cuando se presenta otro objeto que interesa más. La
distraibilidad, está en relación con la voluntad.
4. La falta de atención puede ser síntoma, de un trastorno físico, tales como
defectos en los sentidos (sordera, visión deficiente), o fallos en el sistema
nervioso central, como consecuencia de la fatiga.

5. Cuando el profesor parece inalcanzable e inaccesible, y donde no existe una


verdadera comunicación entre el educador y el alumno, es más difícil lograr
captar la atención.

6. Clases realizadas de una forma expositiva, donde el alumno no tiene


ninguna participación en el conocimiento, en donde la función del alumno es
solo escuchar y almacenar el conocimiento,

7. El bajo nivel educativo de los padres incide negativamente en el


rendimiento escolar de sus hijos Está relacionado con la pobreza, y las
expectativas educacionales para los hijos El hacinamiento, peculiaridad de los
hogares pobres, produce tensiones intrafamiliares y afecta la concentración, la
capacidad de retención y la discriminación entre estímulos auditivos y
visuales, habilidades necesarias para el éxito en la escuela.

8. El ruido ambiental que predomina en los hogares pobres y que está


mutuamente relacionado con el hacinamiento, coarta el desarrollo del hábito
de sentarse, fijar la atención, mirar figuras, escuchar una historia o un cuento,
ejercitar el “por qué”, lo que tiene como consecuencia una habilidad
discriminativa perceptual deficiente, lenguaje poco desarrollado,
conocimientos e imaginación débiles. La misma situación se puede dar al
interior del aula.
Para mejorar la atención
1. Para mejorar tu atención, haz ejercicio físico
Mujer haciendo deporte
Practicar deporte se ha revelado como una de los mejores hábitos, ya que es
un factor protector contra diversas enfermedades. Además, el ejercicio es un
poderoso enemigo del estrés e incluso es útil para afianzar conocimientos y
mejorar nuestra memoria.
En una revisión sistemática publicada en la Revista de Neurología encontraron
que un mayor índice de actividad física se relaciona con menor deterioro
cognitivo, tanto en ancianos con deterioro como en sujetos normales.
Otro artículo publicado en Current Biology demostró que hacer ejercicio
mejora la consolidación de lo aprendido, el grupo experimental que practicaba
deporte 4 horas después de realizar un aprendizaje, al cabo de 2 días,
recordaban mejor la información que el resto.
En cuanto a la atención, en un estudio llevado a cabo en la universidad de
Kansas, observaron que al aumentar en los sujetos la capacidad
cardiorrespiratoria también aumenta la capacidad de concentración. Aunque
no sería suficiente con hacer deporte, este repercutiría positivamente en
nuestras funciones cognitivas.
2. Elimina distractores
Es importante que en tu lugar de trabajo o estudio no existan muchos
estímulos que puedan distraerte. Es recomendable que no estén a tu alcance
distractores como el teléfono móvil. Una buena solución podría ser apagarlo o
ponerlo en “modo avión” mientras estás realizando una tarea concreta.
Tampoco es recomendable estar revisando cada poco tiempo la bandeja de
entrada de nuestro correo o lo que sucede en las diferentes redes sociales. Para
ello, podrías restringir el uso de dichos elementos hasta conseguir terminar la
tarea prevista.
En el caso de la música, puede funcionar tanto como distractor o como
pontenciador de la atención. Algunos tipos de música, como la música clásica
se han identificado como facilitadores de la atención y de la concentración. Se
pueden encontrar diversas listas de reproducción destinadas a mejorar la
concentración.
3. Realiza descansos periódicos
Compañeros descansando
Las personas no tenemos la capacidad de focalizar nuestra atención durante 8
horas seguidas, es imposible, aunque el tiempo de rendimiento optimo puede
variar de unas personas a otras. El experto en productividad Ron Fiedeman
recomienda 2 pausas de 15 minutos durante la jornada laboral.
Aunque cada uno tiene que ver cuándo necesita un descanso para “recargar
pilas”. Estos descansos sirven para que tu cerebro desconecte y pueda, tras la
pausa, aumentar el rendimiento y la concentración.
La mejor manera de realizar los descansos es programándolos en tu agenda
como una tarea más. Es importante tomarlos en serio y no realizar ninguna
tarea durante estos descansos, ni siquiera revisar tu e-mail. Aprovecha para ir
al baño, a por un café o charlar con tus compañeros.
Pero es importante no sobrepasar el tiempo de descanso, ya que puede ser
contraproducente para mantener un rendimiento optimo, aplazar
constantemente una tarea poco apetecible la vuelve aún menos si la
aplazamos. Con el tiempo sobredimensionamos sus características negativas y
minimizamos las positivas.
La Técnica Pomodoro, un método magnífico para manejar tu tiempo
La Técnica Pomodoro, un método magnífico para manejar tu tiempo
La Técnica Pomodoro es un método diseñado para optimizar el manejo del
tiempo, de modo que seas más productivo y tengas menos fatiga.
4. Cambia de tarea
En ocasiones perdemos la atención y el interés por lo que estamos haciendo
por lo monótono y repetitivo de la tarea. Por esta razón, es aconsejable
programar el día de trabajo intercalando tareas diferentes para no acabar
realizando las tareas de manera automática. Así no disminuye el interés y
podrás mejorar tu atención.
Cuando prestamos atención a una misma tarea o mismo estímulo por un
tiempo prolongado nos aburrimos y el rendimiento baja. Por eso, hay ciertos
trabajos que son muy repetitivos en los que el rendimiento disminuye con el
tiempo, planteándose como solución rotar en los puestos para realizar trabajos
diversos.
5. Duerme bien
Dormir, imprescindible para mejorar nuestra atención
El sueño es muy importante para el correcto funcionamiento de nuestro
cerebro, influyendo en el desempeño en nuestra tareas durante el día. La
atención se puede ver afectada por una noche de pocas horas de sueño o de un
sueño de mala calidad.
La privación parcial del sueño o una mala calidad del sueño provoca
somnolencia diurna y afecta al rendimiento motor y cognitivo, incluso al
humor.
La revista Respirology publicó un estudio realizado en sujetos que sufrían
apnea del sueño. Encontraron que el grupo que la padecía, respecto al grupo
control, tenía a su vez un déficit en la atención sostenida y en la vigilancia,
encontrando incluso fallos en la memoria a largo plazo visual y verbal.
Es importante tener en cuenta el concepto higiene del sueño. Se trata de
optimizar la forma en la que nos acostamos para conciliar el sueño y obtener
un descanso reparador. Por ejemplo, utilizar la cama solo para dormir y no
para ver la televisión, no acostarse con el estómago vacío, practicar ejercicios
de relajación antes de acostarse, etc.
6. Focaliza tu atención
Estar centrado en una tarea y no realizar varias a la vez es mejor para mejorar
el rendimiento. Programa las tareas del día, estimando el tiempo que te va a
llevar cada una de ellas e intentando cumplirlo.
Una buena costumbre es que todos los días, antes de comenzar a trabajar,
escribas en un papel todo lo que tienes que hacer y el tiempo estimado que te
va a llevar hacerlo. Así, aunque no sigas a rajatabla el horario, no comiences
la siguiente tarea sin haber terminado la anterior, de esta manera consigues
mejorar tu atención.
7. Entrena tus capacidades cognitivas
La atención es una de las funciones cognitivas que se pueden entrenar
mediante ejercicios diseñados para este fin. Se pueden realizar ejercicios de
atención dividida, sostenida o selectiva.
Por ejemplo, tareas tan simples como la de encontrar las 7 diferencias entre
dos imágenes, localizar una letra determinada entre muchas letras, intentar
atender a dos estímulos auditivos al mismo tiempo o leer cifras numéricas e
intentar decirlas en el orden inverso son buenas tareas de entrenamiento para
mejorar tu atención.

Este tipo de tareas se utiliza en la prevención de deterioro cognitivo en


personas mayores, y pueden ayudar a aumentar la reserva cognitiva y
protegernos de padecer demencias. El cerebro es el músculo más importante
del cuerpo y debemos cuidarlo y ejercitarlo.

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