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TEMA 13.

- LA TRANSVERSALIDAD DE GÉNERO: CONTEXTO CULTURAL Y PRÁCTICAS DE


GÉNERO.
La autora, Anne Bolin, plantea un modelo de 5 formas de variancia de género, que se encuentran
a escala global.
Este modelo está inspirado en las 4 formas transculturales de la homosexualidad y el concepto gay
de Gilbert Herat.
La tipología de Bolin se basa en el término de transversalidad, que implica “atravesar”, pero
también interpenetrar y trasladar aspectos de los símbolos de género (enfatizando en el género, no en el
comportamiento sexual):
1. géneros hermafroditas.
2. tradiciones “dos-espíritus” (no quiere utilizar el término “berdache”, por anacrónico y
colonialista).
3. roles de género cruzado, como en las tradiciones de tipo “corazón de hombre”.
4. matrimonio entre mujeres
5. rituales de género cruzado.

ORIENTACIÓN CONCEPTUAL: definiendo términos y conceptos

El término “variancia de género” se refiere a los conceptos científicos occidentales (basados en el


género) de status y rol:
-status.- posición social, que incluye derechos y obligaciones.
- rol.- conjunto de conductas, esperadas socialmente y asociadas al status.
Así, los status de variancia de género -por ejemplo, el de las tradición dos-espíritus- son relevantes
en la literatura antropológica. Pero son sólo un tipo de variantes de género, hay otros (p.e., los
enumerados).
El paradigma occidental de género incluye sexo y género:
- sexo.- normalmente se refiere a los componentes biológicos; en general los genitales y demás
características fisiológicas adscritas a hombres y mujeres.
- género.- dominio psicológico, social y cultural de la condición de varón o mujer.
Es una construcción social, y un sistema multidimensional que incluye la identidad
de género, tanto personal como social.
La identidad de género es la uniformidad, unidad y persistencia de la individualidad de una
persona como varón o mujer (o ambivalente) en mayor o menor grado, en especial si se experimenta
como autoconciencia y conducta. Habría que ampliar esta definición para incluir la posibilidad de una
tercera - o más - identidades de género.
La identidad de género incorpora la experiencia privada de identidad personal - o concepto de sí
mismo - y la identidad social - o reconocimiento sociocultural o categorización de las identidades de
género. Incluye el status social como género, y el rol correspondiente con sus características: apariencia,
porte y conducta.
Ambas - identidad personal e identidad social - pueden o no coincidir en la vida individual. En la
cultura occidental, todo ello incluye los conceptos de feminidad y masculinidad.

LAS CINCO FORMAS DEL MODELO DE VARIANCIA DE GÉNERO

1.- GÉNEROS HERMAFRODITAS


Hermafroditismo.- “es una condición congénita de ambigüedad en las estructuras reproductivas,
de tal forma que el sexo del individuo no está claramente definido de modo exclusivo ni como varón ni
como mujer”.
Se llamaba pseudo hermafroditismo, porque en realidad las gónadas no estaban mezcladas
hermafrodíticamente (tejido orgánico y testicular a la vez).
♥ Un ejemplo se da entre los pokot de Kenia, y el status de hermafrodita -sererr.
Para los pokot, las muestras de status de varón o mujer están en el juego sexual prepuberal o
adolescente, la circuncisión ritual de ambos géneros, y la reproducción.
Por su desarrollo sexual incompleto, los sererr no pueden ser “una persona de verdad”. Por tanto,
ocupan un inframundo sin género (si es que no los matan al nacer).
♥ El ejemplo de los navajos muestra que en esta cultura los hermafroditas estaban muy valorados. En
este caso, los navajos reconocen tres sexos físicos: hermafroditas, varones y mujeres. Y al menos
tres - o más - status de género: varones (muchachos), mujeres (muchachas) y nadle.
Hay verdaderos nadle y falsos nadle (que pueden ser genitalmente varones o hembras).
Los verdaderos nadle son los que tienen genitales ambiguos: asumen tareas y comportamientos
relacionados con las mujeres, pero también tienen derechos especiales.
La homosexualidad -relaciones con personas del mismo sexo- no está permitida. Pero como el
nadle tiene el status de un tercer género, un hombre puede tener como pareja sexual a una mujer, a un
nadle o un falso nadle. Y una mujer, lo correspondiente: un hombre, un nadle o un falso nadle.
Lo que ejemplifica el que los conceptos occidentales de orientación y conducta sexual están ligados
a nuestro esquema de género bipolar: sólo se puede ser heterosexual, homosexual o bisexual.
La paradoja del status de nadle está en que lo definen los genitales hermafrodíticos, pero los
que no los tiene pueden adquirir ese status.
♥ Otro caso sería el de los hijra de la India, estudiados por Serena Nanda.
Son un tercer género reconocido, en teoría formado por varones hermafroditas impotentes a los
que se ha sometido a una emasculación quirúrgica ritual. Pero su identidad, como la de los nadle,
también da oportunidad a los “falsos”.
El rol de hijra acepta diferentes personalidades, necesidades sexuales e identidades de género. La
mayoría lo son voluntariamente.
♥ Y un caso a destacar es el de los guevedoce, de Santo Domingo.
Los guevedoce, producto de la procreación entre parientes próximos, expresaban un gen recesivo
que hacía que al nacer fueran sexualmente ambiguos. Al alcanzas la pubertad aparecía la virilización
(eran pseudo-hermafroditas). Se les criaba como a niñas hasta la pubertad, y al aparecer los
caracteres de virilización se les consideraba varones a todos los efectos.
Una interpretación etic (desde fuera) de este cambio de género es que es un ejemplo de la
preponderancia de los factores hormonales sobre los factores socializadores en la determinación de la
identidad de género.
Pero hay otra interpretación emic (o desde dentro), de este cambio de género: se les había criado
no como niñas, sino como miembros de una especial categoría que se esperaba que se convirtiese en
varón a los 12 años.

2.- TRADICIONES “DOS-ESPÍRITUS”


Estas tradiciones demuestran que el sistema de clasificación dual occidental de los géneros es un
sistema cultural más, no el único.
Los estudios antropológicos clásicos sobre estas tradiciones están sesgados hacia ejemplos de
presuntos varones genitales. Pero las mujeres también ocupan estas posiciones.
Las personas dos-espíritus se definen por:
1. posición reconocida de género transformado y/o con status adicional, que incluye vestir
parcial o totalmente como el otro sexo.
2. conductas y portes asociados con el otro género. O un status mixto (combinación de
conducta de hombre y de mujer)
3. en ciertos casos, con pareja del mismo sexo fisiológico (punto discutido: la identidad de
sexo es independiente de la conducta sexual.
Los registros etnográficos también describen una diversidad de características: reconocimiento de
status a una edad temprana, ocupación del status en la edad adulta, ocupación intermitente…
Ejemplo de identificación de status a edad temprana: entre los pima (sudeste de USA): prueba
del cesto y el arco al lado de una cabaña. Se quema, y según lo que el niño coja al huir, se le asigna el
género.
Ejemplo de ocupación intermitente: los mahu (en Tahiti). El mahu comenzaba tareas y vestía
ropas de género cruzado a una edad temprana. Podía optar por hacerlo intermitentemente.
Se considera una variante del rol para el hombre, más que un tercer género.
Es una posición que funciona para subrayar las diferencias de género: para que los hombres vean
cómo evitar conductas no-masculinas.
A los mahu no se los estigmatiza por su status o conducta homosexual: cada aldea podía tener
sólo un mahu. Los aspectos homosexuales no eran fundamentales en su identidad social, más bien lo
eran los aspectos transgenéricos del vestido o de la conducta.
Otro ejemplo de tradiciones dos-espíritus intermitentes , que desafía nuestra idea occidental
de que el género es inmutable, es el de los xanith de Omán.
El xanith no se traviste, sino que se pone la túnica masculina en la forma en que lo hacen las
mujeres.
Es un status de género con componente económico, en términos de especialización ocupacional y
de prostitución homosexual. Es un tercer género, que funciona como una “salida sexual barata”, que:
- permite preservar la pureza de las mujeres.
- proporciona oportunidad económica y movilidad social a los hombres.
Un xanith puede dejar de serlo y recuperar su posición de varón (casarse con una mujer y tener
hijos) sin ser estigmatizado.
El xanith es “receptor” en las relaciones homosexuales, y es un “género salvavidas” para los
hombres que están en una mala racha económica.

3.- ROLES DE GÉNERO CRUZADO


La autora parte de la hipótesis de que puede existir realmente un rol de género cruzado que no sea
un género transformado o alternativo. Es decir, que el género puede permanecer inmutable, pero el
porte y la conducta de quien lo asume incluyen atributos que suelen asociarse al otro género (en
situaciones en las que sólo hay dos).
Ejemplos de variancia de rol femeninos:

♥ las “corazones de hombre” de los piegan


La cultura piegan presenta un fuerte rol sexual, en el que los hombres son agresivos y las mujeres
sumisas. Las “corazón de hombre” son mujeres-macho, agresivas, independientes, audaces, sexuales
(todo ello características de la conducta de rol masculino).
Pero para ser corazón de hombre hay que ser rica y casada. Su género no está transformado,
aunque actúen como hombres.
Parece ser un rol alternativo para las mujeres tipo “marimacho” occidental, pero no está
estigmatizado.
♥ La “mujer-tiburón” de las Marquesas
Se parece al mahu, pero es más afín a las “corazón de hombre”.
La mujer-tiburón se caracteriza por una sexualidad activa y vigorosa. Toma la iniciativa en la
relación sexual heterosexual (actitud característica de los hombres).

4.- MATRIMONIO ENTRE MUJERES O ENTRE MUCHACHOS

♥ Matrimonio entre mujeres.- institución predominante en África. Hay varias modalidades, y el debate
se centra en el tipo de prácticas sexuales y si el status de mujer-marido es transformado o no. Es decir,
si se da una conducta lésbica, o, como en los nuer, es la solución para situaciones en que la mujer es
estéril (estrategia de reclutamiento de parientes)

♥ Matrimonio entre muchachos.- el estudio sobre los azande (Sudán) se centra en las relaciones
“homosexuales” entre muchachos y guerreros jóvenes.
Se da una especie de matrimonio temporal entre jóvenes guerreros y muchachos.
Los jóvenes estaban organizados en compañías de solteros para realizar actividades militares.
Este matrimonio se explica as través de una serie de variables:
- la poliginia, con los grandes harenes de los ricos, llevaba a la escasez de mujeres
casaderas.
- Esto conducía al aplazamiento de los matrimonios de los menos ricos hasta edades entre
25 y 30 y tantos años.
- Solución cultural: matrimonio temporal con muchachos, que seguía el patrón del
matrimonio heterosexual: a los muchachos se los consideraba “mujeres” (“mi mujer”, “mi
marido”). Éste realizaba algunas tareas de la esposa, pero no todas. No había penetración.
Al llegar a adultos, los muchachos se convertían en guerreros y tomaban sus propios muchachos-
esposa. Y los guerreros se casaban con mujeres.

5.- RITUALES DE GÉNERO CRUZADO


La autora se centra en rituales de géneros cruzados en los que un género adopta temporalmente
los concomitantes de rol del otro género (cuando hay dos), basándose en los términos de la construcción
de la liminaridad de Victor Turner.
Una de las investigaciones pioneras y mas citadas es la del ethos sexual de los iatmul (Papúa-
Nueva Guinea). Es un estudio clásico sobre travestismo con ocasión de ceremoniales.
Esta investigación se basaba en la hipótesis de que cuando una persona de un género se
encuentra en una circunstancia única que requiere comportamientos de otro género, esta persona
adoptará, por medio de la ropa, “partes” de otro género.
Las sociedades de Nueva Guinea se caracterizan por la desigualdad en el sistema de relaciones de
género, y esta desigualdad se expresa simbólicamente en los componentes travestistas de los rituales
(las mujeres se visten de guerreros valientes, los hombres como viejas brujas decrépitas).
Turner analiza el comportamiento ritual en relación con la liminaridad y la communitas:
En las fases liminares de los rituales, un individuo ocupa un espacio simbólico, en el que no es
una cosa ni otra en las estructuras de la sociedad. En los rituales de género cruzado, los elementos
profanos del género se elevaban a lo sagrado, permitiendo resolver y articular los conflictos surgidos en
las dicotomías y jerarquías de género que se manifiestan en la communitas.
O sea, que estos rituales se relacionan con la communitas en que un acontecimiento así puede
permitir a los participantes igualar o deconstruir las relaciones de género de forma momentánea:
los aspectos identitarios compartidos por los géneros (por ejemplo, la humanidad común) que son
negados culturalmente por la jerarquía de rol de género, pueden expresarse en communitas a través de
los rituales de género cruzado.

EL PARADIGMA DE GÉNERO OCCIDENTAL: IMPLICACIONES E INFILTRACIONES


La variancia de género ha interesado a los antropólogos desde el inicio de la disciplina.
Los datos transculturales de la variancia de género ofrecen ejemplos de trabajos de campo
en los que la identidad de género como construcción social es problemática: las tradiciones dos-
espíritus prueban que la identidad de género puede ser adquirida y abandonada. Y los datos sobre
hermafroditas indican que las identidades no están clara ni directamente ligadas a una base biológica u
hormonal detectable, sino que se interpretan culturalmente.
Ha habido diferentes posturas respecto a la variancia de género:
Los construccionistas sociales han unido sexo y género, mientras que los estudiosos de las
variancias de género lo han separado, oponiéndose al heterosexismo euro-americano: los estudios de
los mahu, xanit e hijra incluyen componentes homosexuales, pero son identidades sociales que no
derivan de la orientación/práctica sexual.
Los métodos modernos occidentales de pruebas genéticas o endocrinológicas para identificar el
sexo de un individuo no son relevantes para la construcción emic (o indígena, desde dentro) de la
variancia de género.
El paradigma popular de género euro-americano contemporáneo (una teoría “natural” del
género) se reproduce en los estudios científicos: se considera que la identidad de género se realiza a
los 5 años de edad aproximadamente, y una vez adquirida, no cambia (es una característica adscrita).
Pero, reconstruyendo ese paradigma, podemos afirmar que el género es un constructo social que
interviene en otro constructo social de la biología: la masculinidad y la feminidad son la corporalización
de las diferencias biológicas.
A partir de los significados que asignamos a las manifestaciones que lo cubren todo (desde
los adornos a los músculos) se transcribe el género, y, “de facto” el sexo. De modo que el género
comienza con la inspección visual de los genitales cuando se vrealiza una asignación (tiene pito → es
chico).
Los genitales y otros caracteres secundarios que aparecen en la edad adulta, son iconos del
género, que revelan las reglas por las que el género se produce culturalmente. Lo que el paradigma de
género euro-americano considera algo natural: sólo hay dos sexos, éstos son inviolables y están
determinados por los genitales.
Así, la sociedad occidental genera sus propias formas de variancia de género : el
transexualismo occidental que reproduce, y a la vez se rebela contra el dualismo de género y el
biocentrismo (se quieren operar).
De modo que las personas que se identifican como transexuales (de varón a mujer), tanto los
operados como los no-operados, y los travestis masculinos, forman colectivamente una comunidad
transgenérica que está en proceso de crear numerosos géneros, e identidades sociales múltiples.
E impugnan el paradigma de género dominante con su énfasis en la reproducción y el cuerpo
sexual biológico como base de la identidad y el rol de género.
¿Existiría el “transexualismo” si no estuviéramos inmersos en un sistema naturista que
considera la biología - y la genitalidad - el sine qua non del género?
LA COMUNIDAD TRANSGENÉRICA

Las opciones transgenéricas y no-quirúrgicas de la identidad social no existían hace 15 o


20 años: sólo había dos identidades posibles:
- transexuales quirúrgicamente orientados de varón a mujer (o que desean hacerlo).
- Travestidos masculinos que no se identificaban como gays (impulsados a travestirse pero
atraídos por las mujeres).
Esta gente se ha unido como parte de una comunidad más amplia que se enfrenta a los mismos
problemas de estigmatización… nuevas opciones de género: los llamados transgeneristas, unen a
aquellos con identidades de variancia de género, y da continuidad a la separación entre transexual y
travestido: un “terreno medio”.
Lo importante no es saber si los ejemplos de las tradiciones de variancia de género se pueden
enmarcar en términos occidentales como la homosexualidad o el travestismo: lo importante es cómo se
usa este conocimiento por parte de los componentes de la comunidad transgenérica.
Aunque es reciente el reconocimiento social de la “identidad transexual de varón a mujer”, en el
último decenio ha ganado impulso la tendencia a hacer borrosas las variantes de identidad de
género de los varones genitales como transexuales (operados y no-operados), travestidos y cross-
dressers.
Los componentes del esquema de género occidental (atributos biológicos, identidad de género,
concomitantes de rol, tipo de interés erótico) se recomponen y recombinan de otro modo por los que
están en esa comunidad divergente de género.
Y esta reorganización se va infiltrando en el paradigma de género occidental.

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