Вы находитесь на странице: 1из 9

coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de coste que uno sólo, como

consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de montaje y pasar más
tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al considerar dos centros de
costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por tanto es mejor. Se puede
generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a medida que aumenta el
número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable; de modo que nos
tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un sistema de costes
más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos como objetivo
tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean suficientemente
homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido reduciéndose
drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más intangible, pero
igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo de analizar dicha
información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de información puede
conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la información a la hora de
tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo de un sistema de
contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones de costes que
son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de coste que uno
sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de montaje y
pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al considerar dos
centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por tanto es
mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a medida
que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable; de
modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias. coste asignado al pedido A es mayor si se consideran dos centros de
coste que uno sólo, como consecuencia de ser más caro el departamento de mecanizado que el de
montaje y pasar más tiempo en el primero respecto al segundo. Parece deducirse que al
considerar dos centros de costes en vez de uno solamente, no se distorsionan los resultados, y por
tanto es mejor. Se puede generalizar, que cuantos más centros de coste se definan mejor. Pero a
medida que aumenta el número de éstos, aumenta la complejidad y el coste del sistema contable;
de modo que nos tenemos que hacer la pregunta de si la mayor complejidad para disponer de un
sistema de costes más “exacto” se ve compensada por los mejores resultados. Debemos fijarnos
como objetivo tener el menor número posible de centros de coste, siempre que éstos sean
suficientemente homogéneos. Hoy en día el coste de procesamiento de la información ha ido
reduciéndose drásticamente, gracias al avance tecnológico. También hay otro coste más
intangible, pero igualmente real, que viene determinado por la capacidad que tiene un directivo
de analizar dicha información; si ésta presenta una cantidades considerables, el exceso de
información puede conducir a un nivel tal de saturación que haga prescindir de parte de la
información a la hora de tomar alguna decisión. Como hemos visto, el primer paso en el desarrollo
de un sistema de contabilidad de costes es, evidentemente, el establecimiento de las agrupaciones
de costes que son necesarias.

Вам также может понравиться