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1. CONTEXTUALIZACIÓN
La distinción entre el plano individual y el intergrupal se convierte en el eje que sirve para
vertebrar el estudio de las relaciones intergrupales. Así se consideran aquí los procesos
intergrupales, tanto desde el punto de vista de las diferencias individuales como desde la
perspectiva propiamente intergrupal. Esa doble consideración se mantiene a la hora de
tratar los procesos sociocognitivos y los afectivos asociados a esas relaciones. Hay que
conocer en detalle la investigación sobre el comportamiento intergrupal.
Por otro lado, y como ya se ha visto al estudiar los temas precedentes del programa, se
advierte cómo la perspectiva teórica de la Identidad Social y una de sus extensiones, la
teoría de la Auto-categorización o Categorización del yo, centrales en el tema de las
relaciones intergrupales, han ido extendiendo su radio de acción para el análisis de los
procesos intragrupales: normas , liderazgo, formación de grupos, cohesión y polarización
grupal. Conviene revisar de nuevo esos procesos una vez estudiado a fondo el presente
tema. Por último, se espera que los estudiantes ya estén familiarizados con gran parte de
los contenidos de esta lección, por lo que la tarea será más bien de profundización.
En este apartado se revisan dos tipos de explicaciones que deben articularse a la hora de
abordar el comportamiento intergrupal:
Las que ponen el acento en las características de los individuos y en las diferencias
entre ellos, al tratar de explicar el comportamiento y las actitudes hacia el grupo
propio y hacia otros grupos.
Aquellas que enfocan directamente los procesos intergrupales.
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Los enfoques individuales: desarrollo histórico
Hay que conocer, además de lo que se refiere al estudio pionero sobre La Personalidad
Autoritaria, el más reciente sobre Autoritarismo de Derechas, contrastándolo con aquel,
así como la Orientación de Dominancia Social, que hace hincapié en las creencias sobre
las relaciones jerárquicas entre grupos y en la superioridad del propio grupo.
Se pasa aquí revista a dos teorías centradas en los procesos intergrupales y que en esencia
se han ocupado de cómo los individuos uniformizan sus comportamientos, por encima de
sus diferencias individuales, al formar parte de grupos y relacionarse con otros grupos.
Cada una pone el énfasis en un factor distinto como desencadenante de la conducta
intergrupal. Se trata de incorporar desarrollos recientes en ambas, al tiempo que se
recuerdan aspectos ya tratados en Psicología Social.
Es preciso conocer en detalle esta teoría y los aspectos relativos al Paradigma del Grupo
Mínimo (PGM), las estrategias de reparto de recursos y los distintos aspectos de la
extensión de la teoría al análisis de las sociedades estratificadas
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El favoritismo y su relación con la autoestima: se trata de poner a prueba la relación
entre autoestima y favoritismo y la hipótesis de que éste es la consecuencia de la
búsqueda de la distintividad positiva para el propio grupo que propone la teoría. Uno
de los desarrollos ha tenido que ver con dos corolarios que algunos autores han
planteado a partir de aquella. Los resultados de la investigación permiten introducir
algunos matices como es la necesidad de hablar de autoestima colectiva, derivada de
la pertenencia al grupo, y no de autoestima individual, y por otra parte de señalar que
se trata autoestima de carácter situacional o autoestima-estado, en lugar de
autoestima-rasgo.
La Teoría de la Autocategorización
Hay que estar familiarizado con esta teoría, que permite abordar los procesos
intergrupales desde la perspectiva de la identidad social y su saliencia, en parte
determinada situacionalmente por el contexto comparativo. El punto de conexión entre
esta teoría y la TIS lo proporciona el continuo de conducta interpersonal-intergrupal, que
permite la distinción entre identidad social e identidad personal, ambas parte del
autoconcepto. La identidad social se concibe como el conjunto de autodefiniciones de uno
mismo y de los demás sobre la base de la semejanza con miembros de ciertas categorías
y de la diferencias con miembros de otras categorías. Al mismo tiempo, es el mecanismo
que permite la conducta de grupo y la transformación de la conducta de lo interpersonal a
lo intergrupal. También es preciso conocer los determinantes situacionales y personales
de la saliencia de una autocategorización concreta, la accesibilidad de la categoría y los
ajustes comparativo y normativo.
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3. DEL FAVORITISMO INTERGRUPAL AL RECHAZO
En este apartado se trata de conocer los pasos que llevan desde la tendencia a favorecer al
propio grupo, a la hora de compararlo a otros grupos, hasta la denigración y el rechazo
hacia otros grupos. Es necesario revisar cada una de las condiciones que sirven para
agravar las relaciones intergrupales. Esta cuestión ha adquirido una enorme importancia
en épocas recientes rellenando un hueco en la investigación, mostrando el camino entre
las formas más inocuas a las más destructivas del comportamiento intergrupal.
Aunque desde los estudios pioneros sobre los procesos propios del dominio intergrupal,
como los estereotipos o el prejuicio, se había señalado la importancia de los aspectos
emocionales y afectivos presentes en las relaciones entre grupos, paradójicamente no han
sido tratados más directamente hasta fechas relativamente recientes. Esto en parte se ha
debido a la atención preferente concedida a los procesos sociocognitivos . También aquí
hay que distinguir entre dos tipos de enfoques, valiéndonos de una distinción que
introduce Bodenhausen y que resulta útil:
Los que se centran en el nivel intrapsíquico y se ocupan de los efectos del estado de
ánimo y de sus cambios sobre las actitudes y conductas hacia otros grupos, lo que se ha
denominado afecto incidental .
Los que se ocupan de los procesos afectivos más directamente vinculados al contexto
de comparación y a la relación intergrupal, lo que se denomina afecto integral en el
que incluimos dos importantes modelos el de ansiedad intergrupal y el de prejuicio
como emoción social.
hay que conocer las tres categorías de hipótesis que se han propuesto para dar cuenta de
los efectos del estado de ánimo o de las emociones sobre las evaluaciones del exogrupo, es
decir, los que se centran en la influencia del afecto en el procesamiento de la información
subsiguiente:
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Hay que conocer el resumen que hacen Wilder y Simon sobre el conjunto de las hipótesis.
En este apartado se abordan los aspectos afectivos que surgen directamente del contexto
intergrupal, a través del contacto, como consecuencia de las comparaciones intergrupales
o en general de las relaciones que surgen entre grupos o categorías con los que los
miembros se identifican, es decir, se tratan los afectos integrales.
Se trata aquí de algunos trabajos llevados a cabo en el contexto europeo sobre relaciones
de los autóctonos con inmigrantes de distinta procedencia y sobre la diversidad de
sentimientos que suscitan. Es necesaria solamente una lectura detenida de este apartado.
Este modelo se centra en la ansiedad ante el contacto intergrupal. Hay que conocer en
detalle el modelo que se resume en la figura del apartado, y que incluye :
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Conviene comparar ambos enfoques a través de los esquemas de las figuras del epígrafe y
la siguiente tabla:
Esta concepción pone en relación el prejuicio con la identidad social de las personas, es
decir, la identidad que responde al hecho de ser miembros de un grupo con el cual se
identifican . Las emociones asociadas al prejuicio varían con las situaciones y según el
exogrupo de que se trate , y de cómo se perciba la relación con el grupo propio , o cómo se
crea que sus acciones afectan al propio grupo. Hay que conocer la investigación derivada
de este enfoque.
LECTURAS RECOMENDADAS
En este capítulo se describe de forma detallada los diversos tipos de matrices para medir
las estrategias empleadas en el paradigma del grupo mínimo.
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Huici, C. (2008). Las emociones intergrupales. En J.F. Morales, C. Huici, E. Gaviria y A.
Gómez (Eds) Método, teoría e investigación en Psicología Social. (pp. 281-299). Madrid:
Pearson. Prentice Hall
ENLACES DE INTERÉS
http://www.understandingprejudice.org/
En esta página hay una serie de recursos dirigidos a entender las causas y las
consecuencias del prejuicio (tienen particular interés los cuestionarios y el IAT, implicit
association test , para la evaluación del propio prejuicio en distintos dominios).
http://www.jigsaw.org/
http://www.cis.es/
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EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN
“La conducta intergrupal se encuentra tal vez en el extremo más social del objeto de la
psicología social. Esto es así en dos sentidos. Por un lado, tiene lugar, y normalmente
está determinada por el funcionamiento del contexto macrosocial: representa el
funcionamiento de procesos históricos, culturales políticos y económicos y otros
procesos societales así como de factores psicológicos. Por otro lado, incluye algunos de
los ejemplos en que la condición social humana parece mostrarse en un forma extrema.
Así el altruismo, heroísmo, autosacrificio solidaridad o deshumanización y crueldad que
se encuentra en el conflicto intergrupal proporciona ejemplos llamativos de la
subordinación psicológica del individuo al grupo” (Turner y Giles, 1981).
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1.
El texto destaca la importancia de los factores societales en el desencadenamiento de la
conducta intergrupal, señalando tanto factores estructurales, históricos, políticos y
económicos como culturales que contribuyen a ese comportamiento, pero también se
alude a su articulación con los procesos psicológicos. Pone el énfasis en el hecho de que a
menudo se observan las formas extremas de conducta, defendiendo que estas conductas
obedecen a los procesos grupales, y, aunque no lo señala explícitamente, implica que no
deben ser atribuidas a las características de los individuos.
2.
Los resultados de la investigación parecen prestar un mayor apoyo a la hipótesis de que la
discriminación aumenta la autoestima, que a la hipótesis de que la autoestima reducida o
amenazada promueve la discriminación. También se ha concluido que, en cualquier caso,
debe tratarse de autoestima colectiva, no individual, es decir en virtud de la pertenencia al
grupo, y de autoestima situacional o autoestima-estado y no de autoestima rasgo.
3.
4.
5.
Esta crítica se formula desde la visión del prejuicio como emoción social, que se enmarca
en el enfoque intergrupal de los afectos como afectos integrales. Desde esta perspectiva, se
critica que sólo se preste atención a los aspectos evaluativos del prejuicio, basados en los
estereotipos negativos de un grupo. Desde este modelo se define el prejuicio como
emoción social experimentada con respecto a la identidad social de uno en tanto que
miembro del grupo, con un exogrupo como objeto. Está basada en las teorías de la
valoración sobre la emoción. Un hecho o situación afecta a la identidad social, ello dará
lugar a la emoción prejuiciosa específica y episódica, y ésta dará pie a la discriminación.
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