Informe sobre F.F.

Bruce
Nombre: Saúl Pernía

Fecha: 25/02/2019

Título del libro: Hechos de los Apóstoles. Introducción, comentario y notas.

Sección: El Concilio de Jerusalén. Comentarios y notas del capítulo 15:1-35.

Puntos importantes: Esta sección toca el tema del Concilio de Jerusalén, que trató el
asunto de si era necesario que los gentiles se circuncidaran y
obedecieran la ley de Moisés para ser salvos. En las notas
introductorias de este capítulo, Bruce hace varias observaciones
interesantes. La primera de ellas es que, además de los términos en
que los gentiles podían ser admitidos dentro de la iglesia, el otro
tema de discusión que gravitaba, era de qué manera podía regularse
el intercambio social (sobre todo en cuanto a compartir la mesa),
entre creyentes judíos y gentiles. Esto se evidencia en las
conclusiones del Concilio que incluyen aspectos referentes a la
comida, aún cuando el apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo
y habiendo participado de aquella reunión, diría más adelante que
estos asuntos carecen de importancia (Col 2:16-17).

Otro tema de interés es el de dilucidar qué relación hay entre la

narración del Concilio en Hechos 15, y la reunión mencionada por
Pablo en Gálatas 2. Al respecto hay varias hipótesis. Una es que
ambos pasajes se están refiriendo al mismo acontecimiento. Sin
embargo, en Gálatas se habla de una reunión privada, mientras que
en Hechos, de un acontecimiento público. Por otra parte, Pablo no
hace alusión en su carta a las conclusiones específicas del Concilio, lo
cual habría sido más que pertinente para abordar la controversia
gálata. Algunos han sugerido que Lucas, en su narración, combina
dos reuniones originalmente separadas, pero esta hipótesis carece
de suficiente prueba. Por lo cual, la conclusión más apropiada sea
quizás que se trata de dos sucesos distintos.

En tal sentido Bruce propone que la reunión privada mencionada en

Gálatas, pudo haberse dado antes de los acontecimientos narrados
 en Hechos 15, y que incluso los generaron. Cuando se dice que
llegaron a Antioquía unos hermanos de parte de Jacobo y eso hizo
que Pedro se retrajera, no fue porque él o Jacobo fueran
judaizantes, sino porque había incomodidad de parte de los
visitantes en el asunto de compartir la mesa con gentiles y, en cierto
modo, se escandalizaban del “relajamiento” que veían en Pablo y
otros respecto a las tradiciones judías.

Sería entonces cuando Pedro, afligido por el problema que causó su

proceder, quiso que las cosas se resolvieran en un Concilio. De
acuerdo con esto, se celebró la reunión de los dirigentes de
Jerusalén bajo la presidencia de Jacobo, y estuvieron presentes
Pablo y Bernabé. En esta reunión se rechazó la exigencia de algunos
de los miembros de la iglesia de Jerusalén, de que los convertidos se
sometieran a la circuncisión y otros requisitos de la ley mosaica, y
luego se pasó a considerar los términos en que podía ser aceptable
la comunión entre cristianos judíos y gentiles en la mesa.

Las conclusiones que presentó Santiago luego de oír a las partes

(primero a Pedro, luego el testimonio de Bernabé y Pablo acerca de
las señales que Dios hacía por medio de ellos entre los gentiles) y de
considerar el testimonio de la Palabra, empezaron con que a los
gentiles que se convertían al Señor no debía ponérseles trabas. Sólo
se les debía exhortar a que dejaran lo contaminado por los ídolos
(acá de seguro se refiere a comida sacrificada a ellos, pero también a
la idolatría en sí), la inmoralidad sexual y que se abstuvieran de
comer carne de animales ahogados y sangre.

Este Concilio es de gran importancia porque sentó las bases de la

evangelización a los gentiles, estableció normas para una mejor
convivencia entre creyentes judíos y gentiles, pero, sobre todo,
porque preservó la integridad del evangelio de la salvación por
gracia, por medio de la fe y sin la mediación de las obras.

Puntos en Ninguno en particular.

desacuerdo:

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