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EL APLANAMIENTO DE LAS RESISTENCIAS. SABERES SOMETIDOS.

Romina Bravo

CALÍGULA: Escúchame bien, imbécil. Si el Tesoro tiene importancia, la


vida humana no la tiene. Está claro. Todos los que piensan como tú deben
admitir este razonamiento y considerar que la vida no vale nada, ya que el
dinero lo es todo. Entretanto, yo he decidido ser lógico, y como tengo el
poder, veréis lo que os costará la lógica. Exterminaré a los opositores y la
oposición. Si es necesario, empezaré por ti.

Albert Cammus.

Presentación:

En relación a la propuesta investigativa,1 nos proponemos reflexionar a partir de algunos


interrogantes que surgieron luego del análisis en relación a los procesos históricos que
permitieron la conformación de un amplio margen de la población de los trabajadores en
trabajadores subordinados, pensamos que esta subordinación tiene una de sus patas sostenidas
en la centralización del discurso científico, lo cual somete al resto de los saberes a su
dominación hegemónica o simplemente los niega como productores de conocimiento valido.
(Bialakowsky, 2002)

En esta oportunidad nos propondremos ensayar una articulación, además de descubrir el


cómo del poder ordenador de la ciencia positiva como saber científico autorizado y legítimo a
través del modelo médico hegemónico (Méndez, 1990) y el aspecto fragmentario producto de
la racionalidad capitalista moderna en la nueva época, se instrumentalizan a través de los
procesos sociales de trabajo produciendo padecimiento social y subjetivo entendido como un
instrumento de poder y dominación sobre los cuerpos de los trabajadores (Bialakowsky, 2002)
tanto es así que estimamos esto impacta hacia el aplanamiento de las resistencias y el

1
En base en el proyecto de investigación Ubacyt “Poblaciones Extinguibles en Nueva Época. Análisis de
Procesos de Trabajo Institucionales y Sujetos Colectivos en Intersección con una Praxis Transdiciplinaria” y en
el marco del taller de investigación tras disciplinario “Exclusión Social, Nuevos Padecimientos y Procesos
Sociales de Trabajo” Titular: Alberto L. Bialakowsky luego de la realización de un de un extenso informe
sobre la fractura del lazo social solidario, denominado “Buscando el camino para anudarse”. En Salud y
trabajo” Coordinadora: Delia Franco .

1
sometimiento de otros saberes que se encuentran por fuera del discurso Médico Hegemónico
que legitima el modelo de atención de la salud en su aspecto más fragmentario.

Esbozaremos unas breves líneas de los cambios históricos, a través de las dos últimas
décadas, de la conformación y participación en el espacio político del colectivo obrero y
cómo la desistrumentalización de sus luchas a través de diferentes acciones políticas
gubernamentales lograron transformar el rol de la gremial que aglutinaba a los trabajadores
en sus filas de manera voluntaria y cómo en la actualidad la gremial representa espacios de
poder y dominación opresiva resignificando el lugar de trabajo de manera que tiene
inimaginables consecuencias en la salud de los trabajadores, negando las posibilidades de
creación y representación colectiva. También entraremos brevemente en cual es el papel del
discurso dominante a la hora de definir el rol del profesional, como trabajador de salud.

Hipotetizamos entonces, que a través del proceso social de trabajo, la des-intrumentalización


de la clase trabajadora y el borramiento de las huellas de las luchas históricas dan como
resultado una clase trabajadora sometida, negada, subordinada y fragmentada, atravesadas
por el discurso dominante, que elimina o mengua las posibilidades de elaboración de
resistencias, surcando sus pareceres y sus esperanzas futuras.

Aplanamiento de la Resistencias

Según diversos autores, históricamente la política Argentina aglutinaba en los partidos


grandes diferencias ideológicas entre diversos sectores, el desarrollo de la clase obrera y
conjuntamente el desarrollo de las fuerzas productivas posibilitó la conformación de un
colectivo con capacidad combativa.
Llegados los años del Peronismo y su primera presidencia, la situación de los trabajadores
mejoró notablemente en relación a su vínculo de estos con el Estado y el sentido que se le dió
al concepto de ciudadanía, conjuntamente con la solidez de una nueva cultura obrera que
elevaba la consciencia y la identidad del trabajador en resistencia hacia sus demandas
Se hicieron un conjunto de reformas inscribiendo al Estado como un ente neutral entre los
conflictos con la patronal, esto hizo que la clase obrera se autodefiniera como un actor
político legitimado, con un lugar económico conformado por medio de la garantía de sus
derechos sociales políticos y civiles. El límite estaba dado por la pertenencia a los sindicatos

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El golpe del 55, proscribe el peronismo, La clase obrera mas organizada que durante el
peronismo plantea la resistencia al ataque de los planes económicos que aumentaban la
productividad pero disminuían el poder adquisitivo, entonces se propone defender las
conquistas obreras en las fábricas logradas por los convenios colectivos de trabajo
garantizados por las comisiones internas creadas por el Peronismo.
En el 59 la resistencia es descabezada y derrotada por la represión y la burocratización
integrándola al Estado.
En este periodo, el sindicalismo defensivo ahora cambiaba su dirección a un sindicalismo más
negociador por sobre la resistencia obrera de las bases. Aunque estas derrotas fueron solo
parciales, implicaron un cierto retroceso su la discontinuidad. Esto explica la posibilidad de
ascenso de la movilización a partir de un proceso de acumulación de experiencias y de
afianzamiento de sus dirigentes (Bilsky, 1987)

Como todos sabemos en el período la dictadura comenzada en 1976 (uno de los momentos más
cruentos de la historia Argentina) se sucedieron e instalaron prácticas que transformaron y
dañaron no sólo la subjetividad de los trabajadores sino a las relaciones sociales reinantes en
el todo del cuerpo social. En este período se produjo un desarme pleno de los reclamos
obreros.
El gobierno cerrado en su cúpula cierra los aspectos participativos en las decisiones, no solo
políticos sino económicos y culturales. Ya en 1983 con el gobierno de Alfonsín y la vuelta de
la democracia, se propicia un diálogo entre sectores empresariales y trabajadores pero la
incontinencia del proceso hiperinflacionario hizo que este gobierno terminara su mandato
antes de tiempo, entregando un país devastado económicamente con una crisis política y
social que hizo al juego y la propaganda política de Menem y a la fácil introducción a las
políticas neoliberales que dieron una sensación de estabilidad que luego pudimos ver era parte
de un proceso de fragmentación y desmantelamiento del Estado. (Acuña, 1995)

A nuestro entender, las políticas neoliberales surtieron un efecto contundente en la imposición


de un discurso ideológico fragmentario, negociador y claramente a favor de la des -
intrumentalización de la clase trabajadora. Socavaron todo lo que tenia de histórico en sus
ganancias a través de las luchas por las mejoras de trabajo e introdujeron una sumatoria de
convenios que flexibilizaron no sólo la situación laboral de los trabajadores sino que
introyectaron prácticas que sumadas a los discursos científicos terminaron de menoscabar lo
propio de esas identidades produciéndose un cuadro de doble entrada, por un lado debilitó la

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identidad como trabajador y por otro lado también se debilitó la política como un referente
institucional de canalización de los reclamos.

Esto es lo que llamaremos aplanamiento de las subjetividades, devastadas por el proceso


social, político y económico, que fragmentó no sólo los lazos sociales sino que terminó de
desarmar las relaciones sociales de resistencia.

Intentaremos ver como estas consecuencias históricas coyunturales a) se enlazan con


procesos históricos del largo plazo que b) se relacionan con la imposición de ciertos criterios
de verdad y c) como se instrumentaliza la dominación y el desarme de una clase obrera que se
vió en los márgenes sociales producidos por la expulsión de la mano de obra que los desafilia
los excluye conformándolos en trabajadores subordinados (Castell, 1997). Esta población
constituiría un margen social que desde nuestra perspectiva teórica sumerge a una porción
muy importante de sujetos al proceso sistémico de exclusión –extinción social (Bialakowsky,
2008)

Apropiación de los cuerpos

El discurso científico del modelo médico hegemónico funciona históricamente como un orden
disciplinador de las prácticas, es la vara con la que son medidas las cosas y las personas,
entonces el saber médico funciona primero como poder ordenador y después como saber,
configura las prácticas interrelacionadas del ejercicio del poder en el entramado institucional
Es decir que, los contenidos históricos sepultados o enmascarados dentro de coherencias
funcionales o sistematizaciones formales inscribieron en sus filas una serie de saberes que
fueron descalificados o insuficientemente elaborados; saberes ingenuos, jerárquicamente
inferiores, por debajo del nivel de conocimiento o cientificidad requerido como los del
enfermo, o del enfermero, que tienen un saber paralelo y marginal respecto al saber de la
medicina (Foucault, 1976).
Sumados los efectos de poder centralizadores dados a las instituciones y al funcionamiento de
un discurso científico organizado dentro de una sociedad como la nuestra, el modelo médico
hegemónico permite la mezquinar el conocimiento para una amplia porción de trabajadores
institucionalizados (Bialakowsky, 2002).

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En nuestra experiencia, en el hospital2 se traslucen distanciamientos entre lo que se dice que
se hace, lo que realmente se hace y lo que se debe hacer, (entre lo aprendido, la práctica, y lo
teórico) por ejemplo la utilización del enfermo para que cumplan algunas tareas asignadas por
los enfermeros para resguardar el orden en las salas, tareas que no se sabe quien ordena y si
estas ordenes también son asignadas al personal de enfermería; por ejemplo: no dejar entrar a
personas que no están autorizadas. La reacción que los trabajadores tienen hacia estas órdenes,
se estima, pueden contener amplias repercusiones psicológicas ya que no se saben reguladas
y con qué libertades y bajo qué mandato especial son dictadas.

O.- “lo que sucede es que dejan un paciente mirando en el Office... ” “...Cualquier psicópata es seductor, te
entra de una manera u otra, si lo descubrís se pone en victima... y te entra por la lástima!”

S.- “…coacción… además como opera el Sindicato para hacer favores, “el arreglo arregla”… “Son
individualidades, que han hecho sus propios pactitos…”

S.-“…Los psiquiatras y los psicólogos no creen que los enfermeros y los enfermos puedan producir
conocimiento, en 2005 se descubre en APSA que el diálogo entre sectores es posible, que hay algo que hace la
incomunicación y que los trabajadores no puedan participar de la propuesta de cambio, pero la propuesta
está…”

D.-“…El abandono de personas, o la no intervención judicial cuando se requiere una internación psiquiátrica
no deja rastros ni en el hospital ni en la justicia…”

Acordando con Foucault, la apropiación de los cuerpos como instancia de poder no es otro
que poder político, es necesaria para que esto funcione, una disposición táctica donde se da
vuelta en sistema reglamentario general. Los saberes quedan entrampados en la lógica
institucional que ordena las energías de los cuerpos, en relaciones que se vuelven difusas
en un sistema de diferencias y jerarquías dispuestas de esta manera. En este sistema de
disposiciones los individuos cumplen un rol determinado con funciones indefinidas que
permite el ejercicio de poder y convierten al hospital en un campo de batalla. (Foucault,
1973).

Saberes sometidos

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Observaciones y entrevistas a representantes sindicales y trabajadores del Hospital Borda en el marco del Taller
con enfermeros en dispositivo de coproducción investigativa en relación reciproca con la Universidad de Buenos
Aires Instituto Gino Germani

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Las representaciones, el sujeto, se conforman apelando a una ciencia constituida. Si se busca
la relación entre práctica discursiva y ese ordenamiento del poder, esas tácticas y estrategias
del poder, dan origen a afirmaciones, negaciones, experiencias, teorías, en suma, a todo un
juego de la verdad. Lo primario que se constituye es la creencia de que esto es verdadero.
Este mecanismo de poder es el productor de una serie de enunciados, de discursos y, por
consiguiente, de todas las formas de representaciones que a continuación pueden derivarse de
él como instancia productora de la práctica discursiva que se forma en estructuras económicas
y relaciones de producción (Foucault, 2002).
Entonces, continuando con el autor, dispositivo de poder y juego de verdad, dispositivo de
poder y discurso de verdad se impone, sin tener en cuenta muchas otras motivaciones para que
los trabajadores dialoguen con la institución que serviría para el intercambio de saberes. Los
saberes subalternos se ven entrampados en esta lógica y se ha naturalizado en el discurso y la
práctica, la frase: “esto es así” (desmotivación) como si viniera dado como un “mandato” la
imposibilidad del intercambio. Se produce un dominio con la dinámica de la modulación y el
aplanamiento subjetivo-colectivo, aplanamiento que significa una opacidad en lo subyacente,
hacia lo inconsciente y hacia la producción social, colectiva (Bialakowsky, 2008, 2)

Si bien, desde la experiencia investigativa la propuesta fue que el grupo de enfermeros


produzca conocimientos y cultura con y entre los trabajadores de la salud. El discurso
producido, en sus prácticas y representaciones estimamos está invadido por la producción
científica de literatura Argentina sobre enfermería y medicina. Los enfermeros, a veces hablan
más como médicos que como enfermeros y esto no es casual porque luego no se animan a
enfrentar a la institución

D.- “Enfermería tiene que cambiar…pero el día que agarre coraje, siempre estuvo sometido al medico”
S.- “nos sentimos boicoteadas, queremos decir algo y estamos frenados”

B.- “…La mayoría de los enfermeros intenta capacitarse, pero los cursos que se ofrecen salen publicados dos
días antes o el mismo día de la inscripción o para peor dos semanas después, o se presenta a concurso a las 13
y cierra el mismo día a las 17hs…”

E.- “Desde mi ignorancia, como simple enfermera que soy (...) fíjese doctor... me parece que...”
Doctor: “Usted hace poco que dejó la escoba y el trapo para querer tomar los controles!”

Allí es cuando surge la frustración, cuando enfermería se quiere promover, frustración que
está por todos lados. Las distancias que se establecen para al obtención de conocimiento y las

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asimetrías entre los profesionales médicos y enfermeros en el trato hacia los otros, entre ellos
y para con los pacientes son reveladoras de prácticas propias en sintonía con el
paradigma médico tradicional.

Al parecer, el saber se somete a lo archivístico, se plantea entonces la tensión entre lo


escrito (registros de enfermería) y lo dicho (demanda de los informes) por los enfermeros. Es
decir que a lo escrito en el registro de enfermería no se le da importancia, pero sí interesa
aquello que dicen sobre el estado de los enfermos. Es decir, el proceso de trabajo, se convierte
en un proceso racional y burocrático que instala una y otra vez la distorsión comunicativa
(Dejour, 2006) y se suma a la frustración subyacente que aparece cuando enfermería se quiere
promover.

E.- “como durmió este paciente, como estuvo”.

E.-“una enfermera llega a editar un libro contando lo que pasa cotidianamente en un servicio, nadie le daría
importancia a este texto, pero si lo escribe un periodista, un sociólogo, en este punto está estructuralmente
enquistado que el saber de los enfermeros no importa”.

Es decir, para acercarnos al conocimiento hay que relacionarlo con la dominación, al sistema
de poder y de lucha, en la manera como confrontan los hombres con las cosas y con ellos
mismos para ejercer dominio de los unos sobre los otros, como estas luchas están imprimadas
en los cuerpos y como las conquistas se han escrito con sangre, con muertos y con el
sometimiento de los unos sobre los otros. (Foucault, 1995)

La iniciación

Plantean los trabajadores que en la institución el proceso de iniciación comienza con


malabares e improvisaciones, y con la creencia en las verdades circulantes en el hospital, lo
cual forma al trabajador a través de la experiencia.
Lo insoportable para la subjetividad sería que esta tiranía de la costumbre, esta introyección de
reglas que se convierten en autoritarias y las cuales son los orígenes de las improvisaciones,
no cumplieran la función social para las que son demandadas, la vida en el hospital sería un
desierto, puesto que no quedarían soportes para sostenerlo(Foucault, 2002).

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Así es que en el hospital el trabajador, se hace pecho y se hace cargo sin el conocimiento
suficiente y sin supervisión; sin reflexión sostenida, sin las terapias apropiadas para quienes
sostienen tamaña empresa.
S.- Acá se entra a trabajar y no sabes nada de psiquiatría y tenés que pagar derecho de piso. Y eso que hoy es
diferente a otras épocas, pero aún persiste que cuando entras te dan un manojo de llaves y se dan media vuelta y
te deja solo con tu alma. (Idem 1957). Antes era más aberrante, tenías 120 pacientes por servicio hoy tenes 40,
pero no tenés terapeutas asientes sociales ni médicos ni psiquiatras y un enfermero por servicio los fines de
semanas que trabaja 12 has. o mas

P.- “El auxiliar era auxiliar de la medicina – se acataba – buscando el camino para anudarse”.

A nuestro juicio, el discurso interno del hospital, la jerga como diría Foucault, los mecanismos
de silenciamiento de la información, (no poder preguntar) y algunos artificios harían que el
trabajador después de unos años genere resistencia al cambio, una resistencia del que no tiene
información para poder mantener un equilibrio (caótico) que a veces se sostiene igual con
recursos sanguíneos durante 10, 15, 30 años de trabajo.
P.- Lo acomodado aunque caótico es lo que funciona. En el Güemes había buenos jefes auxiliares y en los 80 se
plantea “ahora necesitamos nuevos profesionales” formaban a los de afuera y los ponían como jefes y no
resultó.

P, (planteándose las diferencias respecto de las psicopatías y de las psicosis) y el rol o función que juegan las
“ilusiones” y las “fantasías”, que en el neurótico podrían llegar a transformarse en reales:
“...hay un sector de la población que está preso de este mecanismo...para no caer hay que tener una capacidad
cognitiva...una postura crítica” “...tener una postura...”
“Hay una gran parte de la población que está presa de esta ilusión, nos venden pescado podrido!”

Pero esto se repite sin reflexión, porque existe un como si no hubiera acumulación histórica
(Dejour, 2006) de las practicas y un porqué, ya que la acumulación esta a cargo,
ilusoriamente, de quien procede jerárquicamente como autoridad demandante de obediencia,
(Milgram, 1984) entonces se reproduce. Se reproduce tautologicamente, (Roland Barthes,
1966) en un continuo forzado, histórico, igualado. El problema es la igualación a qué,
posiblemente a la repetición la reproducción de un sujeto vaciado de saberes, modulado
temporal espacial e históricamente (Bialakowsky, 2007); fragmentado para la lucha, un cuerpo
social vaciado de contenido, significado y resignificado en esta historia tautológica.

S.-“... entras y no sabes nada!... , pagas un derecho de piso, porque no se juntaban los viejos enfermeros para
elaborar un cambio en el hospital...

Podemos pensar que la circulación de la información en manos de de la autoridad se


interpreta de una manera y se reproduce, y si se genera una tensión entre la información que
circula, el trabajador ante los posibles cambios hace resistencia para disminuirla. Esta

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resistencia podría culminar en la desobediencia, y si esto no sucede esta resistencia se presenta
en el cuerpo, sale por los poros, y el trabajador se enferma o se convierte en autómata
reproductor de la instancias de poder (Milgram, 1984) entonces es allí donde el padecimiento
se convierte en un instrumento de dominación (Bialakowsky, 2002)

S.-“en personas que trabajan hace treinta años nunca vi un interés de querer cambiar y tampoco un aliciente
para que los nuevos ingresantes puedan hacer algo...”
“Cuando estábamos haciendo las practicas para el auxiliar de enfermería reencontrabas con esos servicios
aberrantes que son los que están ahora”

S.-“un compañero que falta lo mandan al 1422 o admisión, esto es algo perverso hasta la medula”(
anteriormente hablamos de columna vertebral) “...Hay personas que trabajan hace años y que les que da la
perversidad, y que reproducen”

P.-“no se distingue entre enfermeros y pacientes cuando de perversidad se trata estamos todos iguales… Si
dejas de hacer cosas que no te competen el hospital se te cae en la cabeza"

M.-“esto te pasa por vos te lo buscas” “afíliate al Sindicato y no te joden más”. “en ese momento tenía cero tres
centavos de sueldo”

En suma, hay un estar atento al medio interno de los compañeros y del hospital. Tener cuidado
de las tensiones de los compañeros por aquello del “equilibrio ecológico interno para el
cambio” o el “dejar de hacer” abortar prácticas por cansancio de no ser escuchados o por
miedo a las amenazas es una manera de anular el cambio y anularnos a si mismos y reproducir
lo institucional. Funciona como un soporte institucional que instala en los cuerpos de los
trabajadores el propio proceso de trabajo como responsabilidad e imposibilidad de cambio.

Trabajadores negados la alineación

Enumeradas en los capítulos precedentes las prácticas de los viejos discursos positivistas
donde es el medio el que determina al sujeto y no al revés, (Alberdi, 1957) afirmamos pues
que habrá algunos sujetos inadaptables y peligrosos…un otro que habrá que apartar por el
bien de todos. El problema que subyace es que ese otro apartado, aporta al vínculo roto y da
cuenta de la negación de la propia existencia. Estas prácticas producen, lo que a su vez
reproducen; una cultura subyacente: cultura manicomial (Bialakowsky, 2000) productora y
encubridora de representaciones, espacios de poder y dominación que resignifican el lugar de

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trabajo de manera que no sólo podría originar consecuencias en la salud de los trabajadores
sino que también anula las posibilidades de construcción de haceres en y con el colectivo de
trabajadores.

L, cuenta que cuando comenzó a trabajar como enfermera, durante los primeros 3 años no se había afiliado a
ningún Sindicato y le “hacían la vida imposible”, “la cambiaban de turno, le daban los peores servicios, llegaba
a cubrir nueve servicios en una sola noche, lloraba por los pasillos…”

M.-“acá las cosas como que se quieren cambiar por un lado y por otro lado no”

De esto se desprende que cuestionar en soledad es peor y la práctica institucional es


fragmentaria, alienante e instala procesos de mortificación que estimamos tienen
consecuencias no sólo físicas si no mentales para la subjetividad de los trabajadores. El
trabajador al parecer termina dependiendo de las experiencias vividas en la institución y la
capacidad de resolverlas individualmente con los mecanismos internalizados, un código
moral común proveniente de lo institucional y con la ambivalencia de compartirlo como
aprendizaje de todos. La opresión se deviene entonces, naturalizada en cultural

L.- “No sé, sentí ante la impotencia…el no poder mantenerme sin…no ha servido la presión, de momento que me
afilié…Después tuve que sacarme la depresión por la compulsión y tengo veintitrés embargos de sueldo...”

Hay algo en lo institucional que desde la experiencia nos instala la idea de depósito haciendo
referencia a la institución, lo que a su vez permite ver más allá de un lugar donde se guardan
los residuos, también es el lugar donde llega la “materia prima: los seres humanos ¿qué pasó
antes para que esa “materia prima” trabajador, consultante luego devenido en interno o en
semejante, llegue en condiciones tales que sea posible determinado eslabonamiento y no otro
y se amolde a la práctica existente? Qué es lo producido históricamente para que se
reproduzcan en esta época estas prácticas y no otras?

El trabajar en el Borda tiene socialmente una carga que es diferente en hospitales generales al
de las clínicas privadas. Históricamente ha sido la punta de lanza de los reclamos y demandas
de salud hacia el Estado (Visacovsky, 2000), pertenecer al gremio era una cuestión de orgullo,
hoy por hoy el sentido de pertenencia a un colectivo político que canalice las demandas de los
trabajadores no está tan bien visto.

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P, “…El conocimiento de las malas condiciones de trabajo antes iba hacia-----gremio-----asamblea-----
discusión-----resolución de conflicto por mejoras, etc.
Ese colectivo mantenido por un cierto lazo solidario, por cierta identidad, pertenencia con el hospital, convertía
al Borda en punta de lanza en Salud Pública. Los otros hospitales lo seguían en los conflictos, teníamos
autoridad en el pensamiento desde lo gremial

P.-“Si decís que trabajas en el Borda en las clínicas privadas te toman enseguida… porque tenemos
cancha”…“Si los pacientes dicen que están internados en el Borda no los toman, quedan marginados”

Permanece instalada, la idea del “esto es así” y no se sabe como se instaló pero da una
sensación de uniformidad que da una sensación de tranquilidad aparente.
Entonces, el modelo manicomial (Bialakowsky, 2000), que coarta las capacidades y los
conocimientos de los trabajadores, las ganas de hacer cosas, la esperanza de que las cosas
sean diferentes en muchos casos, en otras palabras se podría decir que aliena.

E.-“No hay cabeza para eso, estamos todos alienados… acá se viene solo a trabajar, a repetir…se sostiene…y
eso es enfermante”. “Después tenés problemas con la familia, con los hijos,… termina afectando la vida de la
persona.”

I.- “ Se ve en el padecimiento del trabajador: carpeta psiquiátrica, fallecimiento, enfermedad”.

N, comenta que a pesar de estar capacitada para obtener una “conducción”, piensa que no la va obtener porque
no pertenece a ningún Sindicato y además ella trabaja en un Servicio poco importante dentro del Hospital
Borda.

Esta alienación, se presenta en los grupos de “diferentes” que empiezan a ser funcionales a la
institución, son estigmatizados, pero los trabajadores aceptan la situación por esa especie de
resignación de que “esto es así” y por el miedo que paraliza, miedo de ser “el diferente”

D.-“…a ser descalificado como el tira bombas, el quilombero etc.… a romper con la normalidad del hospital”

La institución absorbe a todos los grupos y personas que pretenden trabajar con lógicas
diferentes el poder que ejerce lo institucional. La dinámica institucional es minuciosa,
calculada, cuyas tácticas y estrategias están perfectamente definidas; y en el interior mismo de
esas estrategias se ve con mucha exactitud cuáles es el lugar y el papel de la violencia, y en los
cuerpos de quienes y para quienes se ejerce; hace obedecer a partir de un juego interminable
de fragmentación silenciamiento y negación (Bialakowsky, 2000) de disposiciones para el

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discurso y para la acción (Bourdie, 1990) que defininen microcapilarmente el proceso en el
cual los cuerpos son aplanados en sus resistencias y expropiados de sus saberes.

L, cuenta que cuando pasó al Servicio de Hospital de Día como encargada, figuraba como personal de
maestranza, cumpliendo tareas generales, al hacer el reclamo le dicen “ah, no te preocupes porque de vos como
de tu compañera, cada sindicato ya pidieron...como estuvieron en la Municipalidad,... ambos sindicatos ya
pidieron, entonces ambas van a tener la categoría..... y los gremios tienen un buen concepto, acá está el
reclamo.... y ninguna de las dos lo había hecho… ya nos tenían agarradas aunque no, por el sólo hecho de estar
afiliadas”... “y no sabes que te van a pedir a cambio”.

O.-el patrón es el gobierno de la ciudad…. Que algunos producen para si mismos y otros empiezan a trabajar
para el patrón… te Bordarizas y empezás a trabajar para el Borda… el paciente no importa

C.-“… estaba tan harta, tan harta de insultos y malos tratos, que no tenía donde quejarme, quién te escuche,
llegué a un stress tal, que me pasó, me convertí en compradora compulsiva…“Me uno al sistema o me auto
interno son como mecanismos de defensa

Pero, cuáles son los favores que pide el Sindicato para andar con el llavero en la mano y
hacerte cargo de 50.000 servicios y sin abrir la boca?
En principio en la experiencia, percibimos participación política pero sin consciencia política,
sino de modo obligatorio, bajo presión, por miedo a perder el empleo o la tranquilidad del
cotidiano en el espacio de trabajo. Esto funciona a través de la amenaza, lo cual a su vez anula
directamente cualquier posibilidad de resistencia o cambio (Dejours, 2006). Por ejemplo: ir a
las marchas o a las asambleas, adherirse a los paros, participar de las votaciones, salir a tocar
el bombo etc. Del mismo modo, cuentan los trabajadores perdieron las llamadas “vacaciones
profilácticas” ganadas históricamente en la lucha sindical; se canjearon hace quince años por
un aumento ínfimo de salarios. Ahora sería imposible reunir a todos los enfermeros para hacer
una huelga para pedir las profilácticas, todos concuerdan que hay mucho miedo. El dominio
está instalado.

N.-Yo me acordaba después de otros miedos… miedos a que podía pasar si poníamos la galería, y también del
“sácalo, pero sácalo ya!” que le dijeron a D…de la llamada de atención de P… de cómo trabajar en el Moyano,
etc.

En tanto procesos sociales de trabajo todo ese miedo que podría ser liberado a través del
cambio, pero se transforma en un enmascaramiento de la realidad reproduciendo obediencia a
costa de poner en peligro su propia subjetividad.

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S.- “el hospital parece un conventillo de la boca, no es mandarse la parte, pero trabajando en otro lado, no
conocía el departamento de enfermería, porque tenia un supervisor... el profesor cureta es un poroto”.
“Yo no me quiero jactar, porque vengo de clínicas privadas, pero me parece aberrante entrar a un hospital y no
encontrar a nadie que te diga esta pastilla es para esto o para lo otro... hacíamos malabares... porque eso es
estar trabajando con pacientes con personas”

S.- “El terapeuta que está tiene cinco pacientes no puede mas, ni con esos cinco que tiene”
Cuenta una historia (a colación por estar solos en los servicios) de un paciente al cual otro por defenderla a ella
frente a un posible ataque rompió un palo de escoba y se lo clavo en el ojo, el paciente termina perdiendo el ojo,

S.-“Es muy siniestro, fui a buscar a alguien y no vino nadie... esa son las cosas que te lastiman, te quedan
marcadas... no te las vas a olvidar nunca... (...) hice crisis tire las llaves... si te vas y algo pasa encima te podes
comer abandono de persona”

Dr.-“El supervisor después de haber estado encerrada por tres pacientes me contesta: y usted, donde está? –
está en un manicomio!”

S.- “Ayer tuve que bajar un paciente a las 2:30 de la mañana, porque no hay un medico, no hay contención...”

De suyo surge la producción de subjetividades enajenadas, en el proceso productivo, excluidas


de la posibilidad de comunicar y comunicarse a través de si mismas y de los compañeros. La
acción colectiva dentro del hospital esta tapada de silencios, las individualidades saltan de un
islote a otro, intentando rozarse para no caer. Este es el modelo que impera sobre estas
prácticas cuando se ha instalado la idea de ficción, de aquello que se debería hacerse y no se
hace sin tener en cuenta las prácticas y lo que estas generan y una vez más las personas se
desdibujan, más la imposibilidad del diálogo rompe todo vínculo.

N.-“la institución tampoco se lo demanda solo lo demanda como auxiliar no sea cosa que te adueñes de tu
trabajo”.

P.- El auxiliar era auxiliar de la medicina – se acataba – “buscando el camino para anudarse”.

Es así que el gremio se ha convertido en una acumulación de los saberes expropiados a los
trabajadores en su larga lucha histórica, instrumentalizada pero a través de los canales
institucionales del Estado. Las cargas de los trabajadores, en cuanto a costos emocionales y
físicos que implican los procesos de trabajo social, no pueden encontrar otro canal más allá de
la obediencia, lograda a través de la amenaza (Dejour, 2006) peor, cuando los organismos de
representación funcionan como entes representantes del Estado y no de los trabajadores.

Notas Finales.

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Como llegamos entonces a la categoría de trabajadores subordinados?
En principio suponemos la idea de padecimiento como instrumento de poder, en el continuum
exclusión- extinción social (Bialakowsky, 2007)
La negación del dolor (Dejour, 2006) es parte del caos vedado a nuestros ojos, es parte de lo
que se quiere tapar pero está, es la realidad manipulada para que los que tienen poder y
atraviesan los cuerpos y mentes débiles, engañados, negados, reproduzcan y sostengan del
discurso científico racional positivista. Es la sangre de unos pocos en su instinto de
conservación de su propia existencia trabajando en beneficio y sostenimiento de los intereses
de poder de otros (Foucault, 1996)
El riesgo de exponer el dolor seria negar la propia existencia, hacerse cargo de… tratar de
transitar el padecimiento acabaría con la humanidad, porque los paradigmas a través de los
cuales se sostendrían las verdades científicas en las cuales nos resguardamos serían falsas? y
la realidad… un caos que sólo pudimos ordenar a través de esa estructura? El mundo
construyó su edificio sobre bases erróneas, clasificó ordenó, y miró a través del prisma
sesgado de la sistematización científica (Nietzsche, 1984).
La voluntad no es tal? realmente hacemos lo que queremos? estamos eligiendo nuestra
historia?
A nuestro juicio, este encadenamiento sugeriría la lógica de la causalidad, pero causa y efecto
son en realidad continuidades. El pensamiento racional parte del encadenamiento lógico
matemático de, si pasa esto sucederá lo otro, nos da la pauta de que existe una voluntad que
obrar querer o sentir. Las pautas de comportamiento introyectadas en nuestra subjetividad
hacen que no podamos ver mas allá del esquema de pensamiento aprendido, habituado y
adquirido con el tiempo como esquema propio de pensamiento devenido a nuestra
personalidad en la propia voluntad, como si fuese la esencia de nuestra persona.
Quién habla cuando hablamos, sentimos hacemos queremos, quién es en realidad el
responsable de nuestros hechos, cual es la voluntad que direcciona nuestras vidas? Existe tal
voluntad? Hay un amplio síntoma de autoinculpación, desde la sociedad, el paciente y los
trabajadores de la salud? La ciencia, es una cuestión de fe, de creencia que el mundo es así, de
esta manera? compramos sus verdades y su ordenamiento del mundo para aliviarnos del peso
que significa vivir el padecimiento y el sufrimiento en el mundo?
El rigor científico, busca linealidades, orden semejanzas, clasifica un caos desconocido,
vivimos el mundo de las apariencias dónde nuestros sentidos nos mienten constantemente
haciéndonos creer que esa sensación de tranquilidad es verdadera cuando sólo podría ser un
engaño, una ilusión. Nos alivia igualarnos a los demás, tener semejantes nos hace pensar que

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el dolor es compartido devolviéndonos la lógica de “esto es así” como si esto tuviera una
esencia que va por separado de nuestra existencia y no pudiera transformarse.
Entonces volvemos a la pregunta original de este ensayo, se puede responder el cómo de los
procesos sociales de trabajo encriptan relaciones de dominación, distribuciones, orden,
obediencia y padecimiento? de fuerzas que se instalan como saberes verdaderos en la
subjetividades y se acumulan como conocimiento valido con cual desplegamos y negamos la
acumulación propia de procesos históricos de luchas resistencias y cuerpos en pugna
conformando las subordinación y el sometimiento al proceso de trabajo casi como si fuere un
hecho natural?

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