Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
- En el antiguo relato también se habla de ir a una zona montañosa; se dice que David y todo el pueblo
bailaban saltando de alegría delante del arca; David también se pregunta: “Cómo va a entrar en mi casa el
Arca del Señor?”; y se termina diciendo que el arca se quedó en cierto lugar por tres meses, y esto fue causa
de bendición y alegría.
- El Evangelio nos enseña que ahora tenemos otra Arca de la Alianza: es María. Ella es el valioso cofre
dentro del cual se encuentra ya, desde el momento de la Anunciación, quien es la Nueva alianza entre Dios y
los hombres: Jesús.
- Se insiste en la mención del saludo de la Virgen a Isabel. Nada más común que saludar al llegar a una casa.
Pero el Evangelio dice que al llegar la voz del saludo a los oídos de Isabel, el niño que llevaba en el vientre
dio saltos de alegría (como David), e Isabel fue colmada del Espíritu Santo, y prorrumpió en palabras de
bendición y de bienaventuranza. Lo que María, la Madre del Salvador, trae con su saludo, no es solamente
un buen día, sino todo lo que Jesucristo significa con su redención: la Alegría, el Espíritu Santo, las
bendiciones y las bienaventuranzas.
- La Virgen María es la primera evangelizadora. Viene a traer a los hombres al Salvador mismo, con todo lo
que la presencia de Jesús significa para el mundo.
- El antiguo pueblo de Israel se reunía en torno al arca para estrechar los vínculos de unidad. De la misma
manera, el Nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia, se congrega en torno a María para encontrar la unidad por
medio de Jesús.
Ideas fundamentales
- Dice Jesús que la puerta de entrada al Reino de Dios es muy angosta. Jesús responde así a la pregunta de
una persona anónima: “Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?. Jesús no responde
directamente a esa pregunta. Quiere suscitar una actitud de conversión. Si hubiese dicho: “Todos, o casi
todos se salvarán”, la mayoría se quedaría tranquila. Si hubiese dicho: “Casi nadie”, la mayoría se
desanimaría. En ambos casos la consecuencia sería: no se hace nada. Jesús deja en claro que hay que
luchar, que hay que esforzarse para salvarse. No es suficiente esperar pasivamente, hay que responder a la
gracia de Dios poniendo todo el esfuerzo y las energías. Lo importante no es la pregunta por el número de
los salvados sino la respuesta personal al Amor de Dios.
-
- Hay que aprovechar el tiempo presente. Porque “el dueño de la casa cerrará la puerta”, y ya no habrá más
posibilidad de entrar para los que llegan tarde. Ellos tendrán que quedarse afuera. Tendrán que escuchar:
“No los conozco”. El Señor conoce a los suyos. Para pertenecer a El, no basta tener la correcta doctrina
(“Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?”), no basta con comer y beber con El ni basta con que
se escuche la predicación de la Palabra de Dios (“Tú enseñaste en nuestras plazas.”). El Señor conoce muy
bien quiénes son los que han oído la predicación, y quiénes son los que la han escuchado y luego la han
puesto en práctica. No es que la doctrina, la Liturgia y la escucha de la Palabra de Dios no sean importantes,
pero no pueden suplir el amor; al contrario, deben llevar a amar de verdad. Lo que el Señor exige para dejar
entrar es que se haya obrado bien. Echa de su casa a todos los que hacen el mal.
-
- Jesús tuvo en la mira, en su momento, a los judíos que pensaban ser muy religiosos, y por eso, ya gratos a los
ojos de Dios. San Lucas escribe para los cristianos de la segunda generación. Evidentemente muchos de
ellos ya se habían acostumbrado a ser los elegidos y pertenecer al nuevo Pueblo de Dios. Lucas los advierte
a no repetir el engaño de los judíos y sentirse en falsa seguridad.
-
- Jesús dejó en claro que muchos que, a primera vista, estaban en desventaja por no ser miembros del Pueblo
de Dios, sin embargo, se salvarían porque vivían en la rectitud. Lo mismo vale hoy. Los cristianos que se
jactan de ser los primeros, pero que no practican el Evangelio, están en peligro de condenación. Otros que
están aparentemente alejados de la Iglesia, y por eso parecen ser los últimos en salvarse, pero que viven en la
rectitud, están en camino de la Salvación.
-
3. MEDITACION (Qué me dice el texto?)
Aunque escuchemos la Palabra de Dios, comulguemos frecuentemente, aunque tengamos en la familia una
tradición católica o pertenezcamos a algún movimiento católico, nos sintamos que ya tenemos la salvación
definitiva, pues esa salvación requiere entrar en proceso serio y constante de conversión, de coherencia entre
la fe y la vida, según el mensaje del Evangelio.
- ¿Qué opina de la frase: “Nos salvamos por la sola fe en Jesucristo, no son necesarias las buenas obras”?
- ¿Me siento salvado solamente porque estoy bautizado y voy de vez en cuando a misa?
- ¿Cuál sería mi plan de vida para entrar en proceso serio de conversión?
- ¿Cómo veo a los que no participan de la parroquia como yo? ¿Me siento superior a ellos?
Ideas fundamentales
- Con el texto que estamos meditando, a Jesús le interesan las actitudes interiores de vida que deben tener los
cristianos: humildad y desinterés.
-
- “Humilde” es el que se mantiene en la sencillez, por eso sale al encuentro con los demás de igual a igual; es
capaz de aceptar de otro una ayuda con toda sencillez y de brindarla con naturalidad. La humildad hace
posible el amor en familia, acerca a los esposos, los mueve a la comprensión y servicio recíproco, los ayuda
a reconciliarse, los invita a buscar el gusto del otro y promover su crecimiento.
-
- La humildad edifica la iglesia, pues el cristiano, lleno de los sentimientos de Cristo que se humilló a sí
mismo hasta la muerte de cruz, se vuelve “católico”, universal, capaz de reconocer en todos los hombres
algún grado de la presencia de Dios..
-
- La humildad es necesaria para la construcción de la sociedad. Cada uno debe saber reconocer sus propios
errores y limitaciones para no volverse prepotente y orgulloso. Es necesario no sentirse superior a los demás
para construir una sociedad más justa y fraterna. Ya Ben Sirá en el libro llamado “Eclesiástico” aconseja
por eso: “Hijo mío, realiza tus obras con modestia... Cuanto más grande seas, más humilde debes ser... No
hay remedio para el mal del orgulloso” (Ecl.3, 17.18.28)
-
- Jesús “entró a comer en casa de uno de los principales fariseos”. Con cierta frecuencia Jesús era invitado a
comer por los fariseos. Tratándose de personas sumamente religiosas, no era extraño que se sintieran
atraídos por la personalidad del Señor. Las enseñanzas de Jesús respondían en muchos casos a sus
aspiraciones y a sus ideales. Es cierto que en más de una oportunidad Jesús ha denunciado la arrogancia y la
hipocresía de muchos miembros de este grupo religioso, pero la crítica de Jesús no caía de ninguna manera
sobre todos los fariseos.
-
- En el lenguaje de la Biblia se usa la imagen del casamiento, de la fiesta de bodas, para representar la alegría
de los tiempos de Salvación. Ese casamiento al que se refiere Jesús es la época de Salvación y alegría que él
inaugura con su presencia.
-
- La recomendación de Jesús presenta dos actitudes posibles entre los que aceptan la invitación a participar en
la fiesta del Reino de Dios. En primer lugar, Jesús se refiere a los que se consideran a sí mismos como los
más importantes y sin esperar ninguna indicación van a ocupar el primer lugar. Jesús aclara: no es a
nosotros a quienes toca decidir cuál es el lugar que cada uno debe ocupar. Y recomienda la otra actitud: ir a
ocupar espontáneamente el último lugar. “Los que tienen alma de pobres”, los que se hacen servidores de
los demás, serán engrandecidos por el mismo Señor. Cuando él llegue para el juicio final, los pondrá delante
de los demás y los llenará de honor.
-
- En el Reino de Dios, las cosas suceden así: quien pretenda ser más, quedará humillado y el que se había
hecho humilde servidor, será engrandecido.
-
- En la segunda recomendación lo que le interesa a Jesús es el tema de la recompensa por las obras buenas que
se hacen. Quiere decir: nunca hagan el bien esperando por lo menos lo mismo a cambio en esta vida; hagan
el bien desinteresadamente. En su momento, Dios mismo va a dar a los que saben compartir sus bienes con
los demás, la retribución, que siempre será mayor que la que pueden dar los amigos en este mundo.
-
3. MEDITACION (Qué me dice el texto?)
Es esencial que los cristianos católicos practiquemos las virtudes de la humildad y el desinterés cuando
hacemos el bien a ejemplo de Jesús.
- ¿Qué significa para mí: “El que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos”?
- ¿Qué significa ser humilde?
- ¿Considero que debo ocupar un lugar privilegiado por las buenas obras que hago en la parroquia, o en
cualquier otro lugar?
- Cuando hago el bien, ¿espero la recompensa?
- ¿A quiénes evangelizamos? ¿A los amigos, o a los que no responden?
C. Paralelos
Comparar con: Ex 34,6; Os 11, 8-9; Mt 9, 10-13; Lc 6, 36; Mt 18, 12-14; Ez 34,4-16. Comentar
D. Ubicación del texto
Qué dicen los versículos antes y después de nuestro texto?
En el camino hacia Jerusalén continúa el choque entre Jesús, los doctores de la ley y los fariseos. Ellos
siguen al acecho a Jesús observando sus actos (14,1) y preparando trampas y murmurando (15,2).
Pero El sigue hablando y presentando abiertamente la voluntad del Padre contra las autoridades
presumidas que se apegan a su teoría y práctica de lo que se imaginan ser la verdadera religión. Esta vez
manifiesta el tema de la misericordia con tres parábolas.