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Contrato de opción minera

Es una forma de contrato que en el derecho común esta tipificado como contrato
preparatorio que tiene por objeto que una de las partes se obliga a celebrar en el futuro un
contrato definitivo (art. 1414 C.C). El promitente se obliga, en el plazo determinado, a
trasferir a la otra parte la propiedad de un bien y este se obliga a pagar el precio convenido,
considerando que el plazo tiene carácter resolutorio, esto es, si las partes no celebran el
contrato definitivo dentro del plazo fijado convencionalmente por las partes o dentro de
termino legal de un año como máximo, caducará el derecho del opcionista a ejercer la
opción.
El contrato de opción en el derecho minero
En el derecho minero el objeto del contrato de opción es que el titular de una concesión se
obliga, en forma incondicional e irrevocable, a celebrar en el futuro un contrato definitivo,
siempre que el opcionista ejercite su derecho de exigir la conclusión del contrato dentro del
plazo establecido respecto de la transferencia del derecho minero, dentro del plazo que no
exceda de cinco años, salvo que las partes acuerden establecer un plazo menor.
Por este contrato es necesario que el comprador o adquiriente ejerza la opción exigiendo la
conclusión del contrato, en cualquier momento, dentro del plazo acordado o dentro del
máximo legal de cinco años como máximo computado a partir de la suscripción de la
minuta. La opción es obligatoria para el titular minero si el comprador la ejerce, en cambio
para el opcionista es potestativo, es decir, tiene el derecho exclusivo de celebrar el contrato
definitivo o no pudiendo soltar la opción en cualquier momento. El contrato de opción debe
tener todos los elementos y condiciones de un contrato definitivo, entre ellas, debe
establecerse el precio de la concesión.
En el derecho común las partes quedan autorizadas a renovar el contrato de opción a su
vencimiento por un plazo no mayor que el establecido por ley, nada impide que la opción
minera pueda renovarse por un plazo máximo de cinco años si las partes acuerdan
convencionalmente. En los demás el contrato de opción minera debe celebrase cumpliendo
la forma prescrita en los Registros Públicos de la zona registral pertinente.
En la inversión minera se estila celebrar comúnmente este contrato porque se adecua mas a
los intereses del inversionistas que debe explotar previamente la bondad del yacimiento
mineral, considerando el valor comercial y volumen de la reserva; por ello, el capitalista
requiere de un plazo razonable para tomar decisión respecto a la factibilidad y viabilidad
del prospecto minero, por tanto ejercer la opción que debe suceder en un plazo máximo de
cinco años que la ley ha fijado, salvo pacto por menor plazo.
Objeto del contrato
El objeto del contrato de opción es descubrir evidencias de la existencia de minerales con
leyes de valor comercial que responda a los intereses del inversionista; para ello es
necesario realizar la exploración, y esta siendo una actividad de la industria minera previa a
la explotación. Mas todavía, téngase en cuenta que lo establecido en los artículos IV y VI
del Titulo Preliminar del TUO de la Ley General de Minería que, por el primero el objeto
de la concesión es la obligación de realizar la inversión, y por el segundo la exploración es
una actividad de la industria minera cuya definición esta contenida en el articulo 8 de la
misma Ley: “La exploración es la actividad minera tendiente a demostrar las dimensiones
posición, características mineralógicas, reservas y valores de los yacimientos mineros”.
En consecuencia, el opcionista al realizar la actividad de exploración es titular de la
actividad minera, como lo es el cesionario, hasta cuando decida ejercer la opción, e incluso
nada impide que pueda realizar la exploración dentro del plazo que le permita el convenio;
de modo que si este fuera el caso el opcionista tendría que obtener el instrumento ambiental
para realizar la actividad para cuyo objeto nada podría impedir que lo obtenga.
En los contratos de opción que se celebran se ha constituido en una especie de derecho
consuetudinario que las partes al fijar el precio de la propiedad minera, cuando se celebre el
contrato definitivo, el opcionista hace entregas periódicas de dinero en calidad de arras de
retractación que al ejercer la opción es deducible del precio, y para el efecto el titular
minero autoriza expresamente al opcionista a realizar la exploración.
Al respecto, se tiene la Casación N° 1751 – 97 – Junín, no precisamente referido a un caso
minero pero aplicable por tratarse de un contrato preparatorio (compromiso): ”El pago de
una parte del precio importa la ejecución del contrato definitivo, por cuanto en el contrato
preparatorio solo se determinan los elementos esenciales del contrato minero”. En Derecho
minero no es así, es una práctica, y no contraviene a la ley, ya que las partes acuerdan que
el opcionista haga entrega o entregas periódicas de dinero al titular minero que, si aquel
ejerce la opción imputa al precio de la concesión; si no ejerce, al entrega o entregas quedan
a favor del titular de la concesión sin que este tenga obligación de devolver, pues así han
convenido las partes.
El objeto del contrato de opción es comprar el bien pagando el precio que, en minería es la
concesión minera cuyo ejercicio implica previamente explorar (investir), entre tanto el
opcionista es titular de la actividad minera con derechos y obligaciones tan igual que el
cesionario en el contrato de cesión; en consecuencia, nuestra opinión es que en el contrato
de opción importa una sustitución de os derechos y obligaciones que tiene el titular por el
opcionista durante el plazo de cinco años o en plazo menor fijado en el contrato por las
partes.
El contrato de cesión minera
Por el contrato de cesión, el cesionario sustituye al cedente en todos los derechos y
obligaciones que tiene este ultimo para con la ley. El cedente conserva su condición de
titular, mas no puede ejercer las actividades mineras en su concesión durante la vigencia del
contrato de cesión, las que en virtud del contrato han quedado reservadas para el cesionario
quien, en adelante, será el titular de la actividad minera, según lo establecido en el artículo
116 del TUO de la Ley General Minería.
En caso de que terceros impugnen la validez del título de la concesión o promuevan
contienda en que se discuta sus áreas, el procedimiento deberá, necesariamente, entenderse
tanto con el cesionario y el cedente, a menos que cualquiera de ellos haya otorgado poder a
favor de otro. El cesionario no puede, a su vez, celebrar contratos con terceros sobre la
concesión minera que fue materia de un contrato de cesión, en su totalidad, a terceros,
siempre que el cedente de su consentimiento por escrito, a menos que en el contrato de
cesión haya autorizado para el efecto.
La Ley no establece limitación alguna en cuanto a la forma y monto de la compensación la
que deben fijar las partes contratantes sobre un porcentaje de la producción de minerales
denominada regalías.
Definición Legal
Se encuentra establecido en el articulo 116 de la Ley General de Minería, el mismo que
señala que “el concesionario podrá entregar su concesión minera, de beneficio, labor
general o transporte minero a un tercero, percibiendo una compensación”.
Objeto
El objeto del contrato son las concesiones y denuncios mineros, toda vez que constituyen
bienes que otorgan derechos reales de naturaleza provisional. No pueden ser objeto del
contrato, los petitorios mineros toda vez que constituyen derechos expectaticios y no
conceden a su titular ningún atributo hasta tanto no se defina el titulo de la concesión.
Las partes
Los personajes de este contrato son el concesionario o cedente y el tercero o cesionario. El
Reglamento de la Ley General de Minería ha llegado a identificar la posibilidad e la
existencia de una pluralidad de cesionarios estableciendo que para estos casos deberan
designer un apoderado común.
La contraprestación
Como contraprestación se debe convenir en una compensación que puede ser una
obligación de dar, o de hacer o de no hacer, aunque generalmente este referida a una
obligación de hacer. La compensación se suele denominar regalía.
El plazo
Una deficiencia en la definición de este contrato, es la falta de mención a su temporalidad,
toda vez que, de no existir este elemento, podría confundirse con el contrato de
transferencia. Sobre ese punto prevalece la voluntad de los contratantes, aunque
ciertamente por las características de la actividad minera, cuyos retornos se dan en el
mediano o largo plazo, el contrato de cesión minera debiese proyectarse bajo parámetros.
Derechos y obligaciones del cesionario
Durante la vigencia del contrato, el cesionario se sustituye temporalmente en todos los
derechos y obligaciones que tiene el cedente. Significa ello que gozará de los atributos
propios del régimen de cada concesión y de los atributos comunes que reconoce al
concesionario tanto la Ley General de Minería como la Ley Orgánica.
Así, en el caso de cesión de concesiones y denuncios mineros, los atributos del cesionario
serán la exploración y explotación de las sustancias minerales contenidas dentro del área de
la concesión; tratándose de la cesión de las concesiones de beneficio y de transporte
minero, el atributo primigenio del cesionario será la operación de las instalaciones
correspondientes; en el caso de concesiones de labor general el atributo principal será
mantener las labores para permitir el desagüe, ventilación y comunicación a favor de las
concesiones beneficiarias.
A falta de norma legal específica, es conveniente que los contratos establezcan el destino de
los derechos reales que adquiera el cesionario durante la vigencia del contrato para después
de que éste concluya, en asuntos tales como el uso minero, las servidumbres y las
construcciones e instalaciones que hubiere obtenido para el laboreo de la concesión, entre
otros temas. En cuanto a las obligaciones que el cesionario asume, interesa precisar que
aquellas que tienen relación con las disposiciones del Reglamento de Seguridad e Higiene
Minera, le son aplicables directamente, en tanto que son ajenas al concesionario o cedente,
si tenemos en consideración las disposiciones del artículo 216º de la Ley General de
Minería, toda vez que el cesionario realiza el laboreo por cuenta propia y no por cuenta del
titular del derecho minero.

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