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TRABAJO AUTONOMO
Hace apenas tres años, el 12 de Julio de 2007 se publicaba en el Boletín Oficial del
Estado la Ley del Estatuto del Trabajo Autónomo, que aparecía ante el colectivo como
una herramienta eficaz para la defensa y promoción del sector.
Nuestros datos de paro son notoriamente superiores a la del resto de países de la Unión
Europea, ya que excepto Irlanda y Eslovaquia todos están en torno a la mitad de tasa de
paro que España, estando nuestro país notablemente por encima de la media Europea.
Del mismo modo, desde 2007 se observa una grave caída del Índice del Comercio al por
Menor (ICM), que medidas como la retirada de dinero de la economía real por parte del
Gobierno (congelación salarios, pensiones, reducción inversión pública,…) y el
alargamiento de la tasa de paro, no tienen perspectivas de mejorar. Es más en caso de
que esta tasa de paro se mantenga y no haya volatilidad entre los parados, se acumulará
un número importante de parados de larga duración sin prestación que aún reduciría
más la renta disponible de los mismos.
actual. Sin embargo, es evidente que en situaciones como la actual muchas personas se
lanzan a una aventura profesional por cuenta propia ante la difícil situación laboral por
cuenta ajena, ante la necesidad de tener que vivir, es más esta característica ha sido en
muchas ocasiones la circunstancia de generación de autónomos que llegaban al trabajo
por cuenta propia de manera obligada más que de manera consciente.
De este modo nos encontramos con dos principales variables o circunstancias para
acceder al trabajo por cuenta propia, por un lado la necesidad y por otro la oportunidad,
es decir, el emprendimiento por aprovechamiento de oportunidades de negocio y el
emprendimiento por necesidad ante la falta de alternativas de empleo.
En una situación de crisis como la actual, con el gran incremento del paro ya apuntado
con anterioridad es de esperar un aumento del emprendimiento por necesidad como una
consecuencia más de la recesión.
La financiación es, hoy por hoy, el mayor obstáculo con que se enfrentan los
empresarios para desarrollar sus actividades.
La falta de crédito bancario y la dificultad a su acceso son citadas reiteradamente por los
empresarios, así como la escasez de financiación pública.
tiempo que el transcurrido y, por ello, cabe esperar que aún se note un aumento más
significativo de este indicador en este año 2010.
Según datos del GEM que estudia diversos países (54 en 200) en diversos estadios de
desarrollo, el informe de España configura un perfil del emprendedor del 2009 como un
varón con 36,6 años. Aunque el importe de capital medio semilla de 116.584 euros, no
es del todo real ya que esto responde a pocas iniciativas con gran inversión. En general
las propuestas son mucho más modestas, siendo el capital medio invertido 30.000 euros,
cifra que es además el valor de inversión más repetido. Existe una brecha entre el perfil
masculino y femenino en lo que respecta a participación e inversión media de estas
últimas que es notablemente menor. Del mismo modo, hay que resaltar que el 85% de
los emprendedores en nuestro país son españoles, seguidos de extranjeros
extracomunitarios (13%) y finalmente los comunitarios (2%).
El capital medio aportado por el emprendedor se sitúa en la mitad del necesario, pues la
mediana es de 15.000€. La media está, de nuevo, muy afectada por casos atípicos que
no permiten ver la situación más frecuente. Este dato evidencia las necesidades de
financiación ajena que están habiendo en estos momentos, pues en el 2008, aún en plena
recesión, el emprendedor aportaba una mediana de 30.000 €.
También es interesante señalar que el capital medio aportado por aquellos que no ponen
el 100% del capital, se sitúa en torno al 35,3%.
En cuanto a las actividades que se emprenden , son mayoría las orientadas a consumo, si
bien en este tipo de actividades se observa que ha habido mayor resistencia en el
mantenimiento de proporciones de empresas del sector servicios y también en el
extractivo.
En cuanto al tamaño de las actividades iniciadas, son los autónomos sin asalariados y
las empresas de 1-5 empleados las principales, sumando entre ambas el 90% de las
actividades emprendidas.
Ser emprendedor
Ser emprendedor podemos definirlo como alguien que inicia su propia empresa y es
capaz de tomar decisiones que conllevan al éxito económico. Emprender es un acto del
pensamiento planificado y concebido para ser accionado hacia objetivos claros de
intencionalidad, es un acto de la acción funcional y creativa de la genialidad humana.
La actividad emprendedora implica contar con personas dispuestas a tomar más riesgos
que el común de los individuos, estar atentos a nuevas oportunidades y preparados para
encontrarlas.
Uno de los factores que más puede afectar a la persona es el miedo a "arriesgarse y
fracasar". El riesgo puede provocar situaciones de miedo. Todos hemos sentido alguna
SEMINARIOS SOBRE LA PROMOCIÓN Y EL DESARROLLO DEL
TRABAJO AUTONOMO
vez una doble sensación: atracción por el riesgo, por la emoción que comporta, y temor
a las consecuencias de una situación arriesgada.
Ejercer de empresario exige unas Condiciones y Cualidades que son importantes, ya que
de ellas depende el éxito de nuestra empresa.
Cabe señalar que el empresario emprendedor no tiene por qué ser una especialista en las
diferentes áreas que afectan a la vida de la empresa (producción, ventas, administración,
contabilidad), pero sí ha de tener un conocimiento general de las mismas.
Esas condiciones y cualidades que debe tener todo emprendedor, son, entre otras:
Tener iniciativa para realizar cualquier trabajo o actividad sin esperar a que
nadie nos diga lo que tenemos que hacer.
Disponer del tiempo necesario y suficiente para dedicarnos a nuestra
actividad empresarial.
Ser capaces de responsabilizarnos del éxito o fracaso de nuestras acciones.
Poseer afán por el trabajo bien hecho.
Tener la fuerza y entereza suficiente para superar el desánimo producido
ante una tarea compleja o difícil, y continuar con su ejecución hasta el
final.
Gusto por la competencia, creciéndonos si obtenemos mejores resultados.
Competencia para asumir los riesgos controlados.
Competencia para tomar decisiones meditadas, analizando los pros y los
contras.
Ser capaces de soportar y aguantar perfectamente las situaciones confusas,
poco claras o indefinidas.
Tener inquietudes y ganas de aprender cosas nuevas.
Planificar y organizar nuestro trabajo.
Ser capaces de establecer un orden en el trabajo según su importancia y
organizar las tareas para ganar tiempo.
Adaptarse con facilidad a situaciones nuevas o imprevistas.
Tener capacidad de convicción sobre los demás.
Tener facilidad para la negociación.
Poseer constancia, perseverancia y firmeza de propósito para ser capaces
de vencer las dificultades para lograr nuestras metas.
Tener confianza en nosotras mismas, sabiendo hasta dónde podemos
llegar.
Ser de espíritu independiente, aunque siempre sabiendo escuchar las
opiniones de los demás.
SEMINARIOS SOBRE LA PROMOCIÓN Y EL DESARROLLO DEL
TRABAJO AUTONOMO
Búsqueda de independencia.
Toma de nuestras propias decisiones.
Mejor alternativa al desempleo.
Estar seguros de que la idea va a funcionar.
Las tareas que tendremos que realizar nos gustan y las sabemos hacer.
Tener una empresa propia y obtener beneficios económicos.