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CORRELACIÓN CRONOLÓGICA ENTRE POSIBLES DETONANTES

CLIMÁTICOS, SÍSMICOS Y VOLCÁNICOS CON LA OCURRENCIA DE


MOVIMIENTOS EN MASA EN EL DEPARTAMENTO DE NARIÑO.

___________________________
Iván David Vargas Cediel
Departamento de Geociencias
Universidad de los Andes
Proyecto de Grado

_____________________________ ___________________________
Directora: Natalia Pardo Villaveces Codirectora: Catalina González

1
Al Pequeño David de 8 años, quien soñaba con volcanes y montañas.
Espero estés orgulloso de mí y de lo poco que he logrado.

2
Resumen
Este proyecto de grado busca entender la relación entre los diferentes detonantes de
movimientos en masa en el departamento de Nariño para así poder generar gráficas que
ayuden a ilustrar de manera clara la recolección de datos de diversas fuentes. Por lo tanto,
este proyecto puede servir como precedente para la divulgación de información científica y
así poder aportar a la gestión del riesgo desde el rol como geocientíficos. En particular, este
proyecto de grado estuvo orientado a entender la relación de la ocurrencia de movimientos
en masa en Nariño con detonantes climáticos, sísmicos y volcánicos teniendo en cuenta la
diversidad de fenómenos que confluyen en este departamento. Con base en cuatro fuentes de
datos independientes (SIMMA, IDEAM, Enciclopedia de Desastres y Sismicidad Histórica),
se hizo un análisis estadístico de relación temporal entre cada movimiento en masa
documentado con la información disponible sobre sismicidad histórica, eventos volcánicos y
registros de precipitación, con el fin de identificar posibles casualidades. De este análisis se
concluyó que el detonante de mayor impacto en Nariño es el climático puesto que más de la
mitad de los registros ocurren en meses de mayor precipitación, con una influencia muy
fuerte de la migración de la ZCIT y la corriente del Chorro del Chocó en el último trimestre
del año, pero también influencias temporales con episodios de La Niña. A su vez, los
detonantes sísmicos y volcánicos también presentan una gran influencia detonando FRM, ya
que la cuarta parte de los FRM tienen una relación temporal con estos dos fenómenos. Se
encontró un mayor grado de complejidad en algunas zonas que se encuentran cercanas a
volcanes, puesto que la amenaza a movimientos en masa es mayor ya que se encuentran bajo
el efecto de los 3 posibles mecanismos detonantes descritos en este proyecto.

Agradecimientos
En primer lugar, quiero agradecer a mis padres, Mery y Oliverio, porque son el motor de mi
vida y mi ancla, por aguantarme cuando trabajaba hasta tarde, por siempre querer ayudarme
de alguna manera y creer que soy mil veces mejor de lo que en verdad soy. A mis hermanas,
Mónica por ser una compañera de vida excepcional, y Andrea por su increíble apoyo, su
ayuda en la generación de los mapas en este trabajo fue clave, las amo infinitamente. A mis
asesoras, Natalia Pardo, que siempre estuvo dispuesta a ayudarme, porque confió en mí y fue
un increíble honor trabajar con una de las personas que más admiro en mi vida. A Catalina
González, por ayudarme a entender temas nuevos para mí, por su paciencia y su constante
emoción en este trabajo. A mis amigos, Lorena y Oscar, porque tuvimos el gran privilegio
de compartir este tormentoso y hermoso viaje juntos de principio a fin, se convirtieron en
parte de mi familia y sin duda alguna no hubiese podido sin su apoyo y compañía. Asimismo,
a Miguel Castelblanco, Ángela, María José, Ana Bello, Vanessa Avellaneda y Arnold porque
valoro muchísimo su amistad y me han apoyado incondicionalmente. A Lito, porque me
enseñó a ser la mejor versión de mí mismo, por haberme enseñado muchas lecciones de vida
y por, sobre todo, haber creído en mi cuando yo no lo podía hacer. Al programa Ser Pilo
Paga, porque gracias a esta plataforma pude estudiar esta hermosa carrera en esta increíble
universidad. Por último, quiero agradecer a cada una de las personas que hicieron parte de
mi vida durante este camino, cada una de las personas que me apoyaron, creyeron en mí y
me motivaron a continuar. Este es el producto de todos nosotros.

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Contenido
Resumen .............................................................................................................................................. 3
Agradecimientos ................................................................................................................................. 3
Lista de figuras .................................................................................................................................... 5
Lista de tablas ...................................................................................................................................... 6
Lista de anexos en apéndice digital ..................................................................................................... 6
Introducción ........................................................................................................................................ 7
Metodología ...................................................................................................................................... 11
Marco Teórico ................................................................................................................................... 15
Características geomorfológicas de Nariño ....................................................................................... 21
Resultados ......................................................................................................................................... 23
Discusión ........................................................................................................................................... 27
Conclusiones ..................................................................................................................................... 34
Apéndice digital ................................................................................................................................ 36
Referencias ........................................................................................................................................ 36

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Lista de figuras
Figura 1. Localización del área de estudio en el suroccidente colombiano. A) Marco tectónico regional,
donde se muestran las zonas de subducción de las placas Nazca y Caribe bajo la placa Suramericana. En
rojo se muestra la localización del departamento de Nariño; tomado de (Velandia et al., 2005). B) Mapa de
relieve de Nariño (Earthdata, 2020), se muestran las principales fallas regionales y la ubicación de los
volcanes compuestos activos, actualmente vigilados por el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de
Pasto (https://www2.sgc.gov.co/ProgramasDeInvestigacion/geoamenazas/Paginas/OVS-Pasto.aspx)............ 8
Figura 2. Mapa de Susceptibilidad a amenaza por movimientos en masa de Nariño. Se pueden ver también
los ríos, volcanes, fallas y resguardos indígenas del departamento. Modificado de:
http://simma.sgc.gov.co/#/public/basic/ ............................................................................................................. 9
Figura 3. Localización espacial de las ciudades que registraron movimientos en masa elegidos en este
proyecto con las 27 estaciones pluviométricas. Fuente: elaboración propia. ................................................. 13
Figura 4. Diagrama de flujo explicativo con la metodología desarrollada en el presente trabajo. Fuente:
elaboración propia ........................................................................................................................................... 14
Figura 5. Clasificación de movimientos en masa. Modificado de Carson & Kirkby (1972) y Highland &
Bobrowsky (2008). Los movimientos en masa que se generan en volcanes suelen ser de dimensiones mucho
mayores a los que se detonan en otros ambientes sedimentarios. Allí, los flujos de lodo se denominan lahares;
adicionalmente, existen movimientos en masa colosales, que destruyen parcial o totalmente un edificio
volcánico, generando un megadeslizamiento seco, conocido como avalancha de escombros (van Wyk de Vries
& Davies, 2015). .............................................................................................................................................. 16
Figura 6. Promedios de precipitación media mensual 1981-2010 en Nariño, tomados de: Indicadores
Temporales, IDEAM (http://www.pronosticosyalertas.gov.co/mapas-graficos-tiempo-clima/indicadores-
climatologicos). ................................................................................................................................................ 18
Figura 7. Mapa de precipitación total anual (mm) en Nariño. Modificado de (IDEAM, 2015) ...................... 19
Figura 8. Diagrama de cuerpo libre representando como la gravedad actúa como un detonante de FRM.
Modificado de (Survey, 2017) .......................................................................................................................... 20
Figura 9. Ilustración comparativa entre susceptibilidad y mecanismos detonantes. Adicionalmente se puede
ver las poblaciones con sistemas vulnerables donde están ubicadas en zonas de suelos susceptibles a FRM.
Fuente: elaboración propia. ............................................................................................................................. 21
Figura 10. SOI índex entre 1951 y 2019. Los valores azules representan meses de La Niña mientras que los
valores rojos representan episodios mensuales de El Niño. Tomado de: NOAA, 2020 ................................... 25
Figura 11. Frecuencias de movimientos en masa, sismos, erupciones volcánicas, años Niña y años Niño en
Nariño entre 1827 y 2019. ................................................................................................................................ 26
Figura 12. Distribuciones mensuales de los registros de las bases de datos................................................... 27
Figura 13. Ilustración gráfica del efecto que proporcionan las cordilleras en la precipitación del oeste del
departamento. Fuente: elaboración propia. ..................................................................................................... 28

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Figura 14. Diferencias entre los promedios de precipitaciones en cuatro estaciones distintas en Nariño
revisando años de La Niña (azul), EL Niño (rojo) y años neutros (gris). Tomado y modificado de: IDEAM
(2015,2020). ..................................................................................................................................................... 30
Figura 15. Cruces de datos registrados en las tablas 5-8 de acuerdo con la temporalidad. Fuente:
elaboración propia ........................................................................................................................................... 31
Figura 16. Distribución total de los detonantes identificados en los registros de FRM y sus combinaciones. 34

Lista de tablas
Tabla 1. Tipos de movimientos en masa en Colombia. Modificado de Montero (2017) y Callejas & Cabrera
(2019). .............................................................................................................................................................. 16
Tabla 2. Tipos de suelos presentes en el departamento de Nariño y sus características. Modificado de Malagón
Castro (2003), Ibáñez et al., (2011a, 2011b, 2011c), Hincapié & Tobón (2012) y SGC (2015b). ................... 22
Tabla 3. Movimientos en masa registrados en la misma fecha de alguna actividad asociada a volcanes. ..... 24
Tabla 4. Movimientos en masa registrados con la misma fecha de un sismo. ................................................. 24
Tabla 5. Registros de 1925 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses. ........................................ 31
Tabla 6. Registros de 1935 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses. ........................................ 32
Tabla 7. Registros de 1936 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses. ........................................ 32
Tabla 8. Registros de 1979 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses. ........................................ 33
Tabla 9. Registros de 2014 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses. ........................................ 33

Lista de anexos en apéndice digital


Anexo A1. Base de datos de movimientos en masa en Nariño. (Archivo en Excel)
Anexo A2. Base de datos de los sismos en Nariño. (Archivo en Excel)
Anexo A3. Base de datos de las erupciones volcánicas en Nariño. (Archivo en Excel)
Anexo A4. Base de datos de la precipitación total mensual de 27 estaciones pluviométricas en Nariño
y SOI índex (Archivo en Excel)

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Introducción
Desde el 2017, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) ha venido publicando los
resultados de la zonificación del territorio colombiano en un sistema divulgativo de
información geográfica, mediante el proyecto “Mapa de Amenazas por Movimientos en
Masa” (SIMMA: http://simma.sgc.gov.co/#/). Para ello, se tienen en cuenta variables
intrínsecas, que ayudan a condicionar la mayor o menor susceptibilidad de un terreno a fallar
gravitacionalmente y factores detonantes, tanto asociados a la geodinámica interna
(endógenos) como la geodinámica externa (exógenos). Dentro de las variables de
susceptibilidad se encuentran las características que definen el ambiente morfodinámico
(relieve, inclinación de la ladera, longitud de la ladera, forma de la ladera, patrón de drenaje,
forma de crestas y valles), litologías y propiedades de coberturas y suelos. Por otro lado,
dentro de los factores detonantes se consideran variables climáticas y sísmicas (SGC, 2017),
que se discutirán aquí junto con la actividad volcánica. Considerando el catálogo vigente de
Movimientos en Masa del SIMMA, el departamento de Nariño, ubicado en el suroeste de
Colombia (figura 1), presenta niveles de susceptibilidad a la amenaza entre medio y muy alto
(figura 2).
Por una parte, Nariño es un territorio afectado por tres principales sistemas de fallas activas:
de W a E, (i) el Sistema de Cauca-Almaguer, la cual tiene una orientación general de NNE-
SSW y comprende fallas principalmente inversas con componente dextral (Maya &
González, 1969); (ii) el sistema de Silvia-Pijao cuyas fallas son predominantemente NW-SE
inversas y con componente dextral (Arévalo et al., 2001); y (iii) Sistema de San Jerónimo
con dirección general NNE-SSW y componente dextral ( Mejía, 2012; Alcárcer & Gómez,
2019). Estos sistemas de fallas son resultado de la subducción de la placa Nazca bajo
Suramérica y actúan como fuentes sismogénicas que han afectado a Nariño a lo largo de la
historia (López et al., 2009). Uno de los eventos sísmicos documentados más relevantes fue
el del 31 de enero de 1906, de magnitud 8.8 mW con epicentro en el Océano Pacífico y
profundidad de 35 km, que también generó un Tsunami (Sarabia & Cifuentes, 2007). Otro
evento significativo en la historia del suroccidente colombiano ocurrió el 12 de diciembre de
1979, con epicentro a unos 70 km al W del municipio de Tumaco, que fue gravemente
afectado, dicho sismo tuvo una magnitud de 8.1 mW, con una profundidad de 23.6 km.
(Castilla & Sánchez, 2014).
Adicionalmente, el departamento de Nariño hospeda los siguientes grandes volcanes
compuestos activos, de norte a sur denominados: Ánimas, Doña Juana, Galeras, Azufral,
Cumbal, Chiles y Cerro Negro (Méndez, 1989; UNGRD, 2018;
https://www2.sgc.gov.co/volcanes/index.html) que, durante el Holoceno han venido
acumulando flujos y domos de lava, intercalados con capas de tefras sobre una topografía
muy rugosa, donde se han desarrollado andisoles (González et al., 2002; Seidl et al., 2003;
Velandia et al., 2008; Pardo et al., 2018). Esta configuración proporciona una alternancia
entre capas competentes de roca dura (flujos de lavas y domos de lavas), interestratificadas
con capas vulcanoclásticas y paleosuelos incompetentes de material deleznable de
granulometría, selección, soporte, contenido de materiales arcillosos y porosidad variable
(Sánchez & Rubiano, 2015)

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Las características de los suelos presentes en el departamento son principalmente andisoles
desarrollados a partir de depósitos piroclásticos en los relieves mencionados arriba y
condiciones bio-climáticas tropicales de altas temperaturas relativamente constantes a lo
largo del año y las altas precipitaciones estacionales (Sánchez & Rubiano, 2015). La
meteorización del vidrio volcánico forma arcillas con gran retención de humedad, dando
lugar a estos suelos de baja densidad y media-alta porosidad y permeabilidad (Hincapié &
Tobón, 2012). Estas dos últimas características se ven fuertemente influenciadas en los
últimos siglos por el uso del suelo ya que la agricultura puede aumentar los niveles de
permeabilidad de los suelos (SGC, 2014). Estas propiedades causan que la susceptibilidad a
fenómenos de remoción en masa (FRM) sea mayor ya que un suelo poroso y permeable
favorece la disminución del coeficiente de fricción, debido a que el agua puede actuar como
lubricante (Wachal & Hudak, 2000).
Por último, y siendo un factor detonante fundamental de FRM se deben tener en cuenta las
altas tasas de precipitación en la región (Arango et al., 2014). Nariño se encuentra localizado
en un sector donde confluyen fenómenos climáticos que proporcionan dichas tasas elevadas,
tales como: La Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), el Chorro del Occidente
Colombiano (CHOCO) (Poveda & Mesa, 1999; Gúzman et al., 2014) y el fenómeno del
Niño/Niña (Poveda et al., 2011). Estos fenómenos se explicarán en detalle más adelante, en
el marco teórico.

Figura 1. Localización del área de estudio en el suroccidente colombiano. A) Marco tectónico regional, donde se muestran
las zonas de subducción de las placas Nazca y Caribe bajo la placa Suramericana. En rojo se muestra la localización del
departamento de Nariño; tomado de (Velandia et al., 2005). B) Mapa de relieve de Nariño (Earthdata, 2020), se muestran
las principales fallas regionales y la ubicación de los volcanes compuestos activos, actualmente vigilados por el
Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Pasto
(https://www2.sgc.gov.co/ProgramasDeInvestigacion/geoamenazas/Paginas/OVS-Pasto.aspx).

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Todos estos factores, bajo la permanente acción de la fuerza gravitacional, conforman un
sistema complejo de factores de susceptibilidad y mecanismos detonantes naturales de FRM.
(Duque, 2017). De acuerdo con el catálogo vigente en el SIMMA
(http://simma.sgc.gov.co/#/), en Nariño, se han registrado varios movimientos en masa desde
el siglo XIX hasta la fecha, que han afectado a más de 100000 personas. Entre los
movimientos en masa más destacados en el departamento, teniendo como criterio el total de
fatalidades, de daños y pérdidas, se encuentran los eventos de: Túquerres en 1935 y 1936,
Sandoná en 1972, Albán, Chachagüí, San Bernardo, Cumbal, Los Andes y Sandoná en 1995,
San Pablo y Ricaurte en 1997, Tangua y Buesaco en el 2000, y el evento que afectó el
Resguardo indígena de Aponte en el 2016 (SGC, 2015a).

Figura 2. Mapa de Susceptibilidad a amenaza por movimientos en masa de Nariño. Se pueden ver también los ríos,
volcanes, fallas y resguardos indígenas del departamento. Modificado de: http://simma.sgc.gov.co/#/public/basic/

El Banco Mundial Colombia (2012) afirma que la percepción del riesgo en general está ligada
a la memoria histórica sobre la exposición a eventos generadores de desastres. Este trabajo
busca sentar una línea base de conocimiento que permita visualizar la interdependencia entre
las distintas variables que detonan los FRM, como soporte a los distintos esfuerzos nacionales
para fortalecer los procesos de memoria y no olvido (Altez, R. 2018). Adicionalmente, puede
servir como un mensaje de alerta para las generaciones futuras sobre las amenazas y
eventuales riesgos. La memoria social puede tener un propósito variable para la comunidad
dependiendo de qué tan diversa es dicha comunidad, pero en general puede funcionar como

9
símbolo de resiliencia, el triunfo de la comunidad, el espíritu de sus habitantes y más
importante, como esperanza (Lakhani, 2018).
En ese contexto natural, se interponen un conjunto de vulnerabilidades sociales, económicas,
políticas y ambientales altas. De acuerdo con los reportes de las Naciones Unidas, desde la
década de los setenta, Nariño ha sido uno de los epicentros de tráfico de armas, cultivos
ilegales y enfrentamientos armados en todo el país. En adición, Nariño es el octavo
departamento con mayor índice de pobreza y desigualdad en el país, causando que grandes
grupos de personas se vean forzados a vivir y laborar en lugares con alta susceptibilidad a
amenazas naturales. Los grandes asentamientos de grupos armados han comprometido
fuertemente la memoria social en la región, dadas las acciones que fomentan: pérdida de la
identidad cultural, violación de derechos humanos y un fuerte impacto ambiental en una
región pluricultural, con grupos afrocolombianos, indígenas, campesinos y ciudadanos
urbanos (UNDP, 2015).
El departamento de Nariño creó el Comité Regional para la Atención y Prevención de
Desastres (CREPAD-Nariño) en el año 1989 como medio para garantizar el éxito de las
actividades propuestas por el Sistema Nacional para la Prevención y Atenciones de Desastres
(Zambrano, 2010). El CREPAD nace debido a la gran exposición y susceptibilidad que tiene
Nariño a peligros naturales tales como: amenaza sísmica, volcánica, remoción en masa,
tsunami, inundaciones, desertificación y sequía. Todas estas amenazas naturales no solo
ponen en peligro a las personas a perder sus hogares, sino también a posiblemente contraer
enfermedades y potenciar hambrunas. Por tanto las amenazas no solo traen consecuencias
inmediatas sino también repercusiones indirectas a un mediano y largo plazo (Narvaez &
Viteri, 2009).
La divulgación de información de la amenaza es una de las grandes debilidades que tiene el
departamento actualmente (Narvaez & Viteri, 2009). Es por esto que uno de los retos más
grandes como geocientíficos es crear canales de divulgación que se ajusten a cada una de las
características de las comunidades vulnerables. Para lograr esto, es pertinente trabajar de la
mano con entidades que entiendan y manejen cada una de las variables sociales que pueden
influenciar en el proceso de comunicación de información coordinadas por la Unidad
Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD) (UNGRD, 2019a). Por ello este
trabajo se propone como aporte a la línea base de información, para construir en un futuro,
estrategias pedagógicas para la divulgación de esta con soporte geocientífico integral, como
por ejemplo el portal Volcán, Riesgo y Territorio de la UNGRD
(http://www.volcanriesgoyterritorio.gov.co/).
Para lograr considerar dicha línea base, es necesario contar con una base de datos robusta y
proveniente de múltiples fuentes, que permita confiar en la validez de la información sobre
la frecuencia, impacto y posibles relaciones causales de los factores detonantes naturales
esperados en Nariño (sismos, fenómenos volcánicos, precipitación). Se propusieron así, los
siguientes objetivos específicos:

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• Identificar los eventos más importantes de movimientos en masa en el registro
histórico de Nariño, en términos de impactos documentados.
• Atribuir a cada movimiento, el posible mecanismo detonante cruzando la información
de los catálogos sísmicos, volcánicos y climáticos de diversas fuentes.
• Entender la correlación que se presenta entre los mecanismos detonantes estudiados
en este trabajo con la ocurrencia de los movimientos en masa registrados en Nariño.
• Ilustrar de manera clara la interdependencia de factores que resultan en la ocurrencia
de FRM en Nariño, a escala regional.

Metodología
Para la realización de este proyecto, se partió por una lectura detallada de varios
documentos producidos por varias entidades sobre los componentes del riesgo asociados a
amenazas naturales (ICONTEC, 2006; Congreso de Colombia, 2012; UNGRD, 2017a,
2019b). Siguiendo con las lecturas previas, se revisó literatura sobre los aspectos climáticos
(Poveda & Mesa, 1996; Poveda et al., 2001; Rueda & Poveda, 2005; Bernal et al., 2006;
Poveda et al., 2011; IDEAM, 2018), volcánicos (Mendez, 1989; Gudmundsson, 2015;
Kilburn, 2015) y sísmicos (Yamin et al., 2004; Sarabia & Cifuentes, 2007; Castilla &
Sánchez, 2014) que pueden detonar FRM. A partir de esas lecturas, se aterrizó la información
al caso específico del departamento de Nariño con la ayuda de las memorias explicativas del
Mapa Nacional de Amenaza por Movimientos en Masa (INGEOMINAS, 2004; SGC, 2014,
2016), la Enciclopedia de Desastres de Espinosa (Espinosa, 2012) y los registros de
variabilidad climática del Pacífico Colombiano, donde los mecanismos detonantes se llegan
a comportar de una manera más compleja debido a la ubicación geográfica del departamento
(Poveda et al., 2001).
Teniendo en claro estos conceptos, se consolidaron las bases de datos de acuerdo con
publicaciones de uso libre del SIMMA (http://simma.sgc.gov.co/), SGC
(https://www.sgc.gov.co/) , IDEAM (http://www.ideam.gov.co/), Enciclopedia de Desastres
(Espinosa, 2012) y Red Sismológica Nacional
(https://www2.sgc.gov.co/sismos/sismos/ultimos-sismos.html). Cada una de estas fuentes
aportó las siguientes cuatro bases de datos: (1) una base de datos con las fechas, ubicación,
tipo, características y efectos de los movimientos en masa registrados en el SIMMA desde el
año 1834 hasta el 2019, haciendo un filtro en las fatalidades y daños totales. (2) Una base de
datos con las fechas de movimientos en masa reportados en el catálogo de sismicidad
histórica del departamento (Red Sismológica Nacional), que permitió cruzar la fecha de los
eventos de la fuente 1 con las fechas de los sismos registrados; en caso de que las fechas
coincidieran se verificó si el sismo fue producto de la tectónica de la zona o si estuvo
relacionado con actividad volcánica. (3) En otra base de datos se compilaron las fechas de
aquellos movimientos en masa reportados en volcanes activos, asociados a diversas
manifestaciones de actividad volcánica (sismicidad volcánica, actividad fumarólica,
erupción; Espinosa, 2012). Así, se cruzaron las fuentes 1 y 3, y la 2 y 3. En todos los casos,
se anotó el tipo de FRM documentado.

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Por último, (4) se cruzaron las fechas de todos los movimientos en masa documentados a
partir de la integración de las fuentes 1, 2 y 3, con fechas de eventos de variabilidad climática
que puedan resultar en tasas de precipitación altas (revisando las bases existentes) de
precipitaciones mensuales en el departamento con base en el SOI índex y del IDEAM
(IDEAM, 2020; NOAA, 2020). De los datos del IDEAM, se analizó la precipitación mensual
total de 27 estaciones meteorológicas en todo Nariño, ubicadas en: Berruecos, Barbacoas,
Buesaco, Chachagüí, Bomboná, Cumbal, Chiles, El Charco, El Peñón, El Rosario, Aponte,
Gualmatan, Imues, La Cruz, El Vergel, La Unión, Mamaconde, Vivero Linares, Ricaurte,
Nariño, Pasto, La Guasca, Puerres, Samaniego, Sandoná, Guachaves y Túquerres. La
elección de estas estaciones pluviométricas se debe a la localización espacial de los 107
movimientos en masa elegidos en este proyecto (figura 3). El rango de tiempo tomado para
estos datos es desde 1954 hasta 2019, pero desafortunadamente no todas las estaciones
presentan registros desde 1954. Desde el año 1990 se encuentran registros de las 27
estaciones pluviométricas. La metodología está resumida en la figura 4.
Finalmente, en aquellos casos donde se encontró una combinación de dos o más detonantes
posibles de FRM, se hizo la anotación pertinente en la nueva base de datos integrada. Para
aquellos casos donde no pudo establecerse correlación entre los FRM y los detonantes
mencionados, se anotó como detonante indefinido. Es importante aclarar, que para este
ejercicio no se evaluaron detonantes antrópicos. Posteriormente, al tener el cruce de base de
todos los datos, se hizo un análisis estadístico en Excel (Microsoft Office) que se ajustara a
las condiciones de los datos obtenidos para así poder hallar la relación entre los detonantes y
la ocurrencia. Dicha relación es la clave para entender cómo y cuándo han sucedido los
movimientos en masa con daños implicados y la importancia de las variables estudiadas. Para
poder explicar bien dicha correlación, se produjeron gráficos sobre la ocurrencia de FRM
con cada una de las variables y uno general integral.

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Figura 3. Localización espacial de las ciudades que registraron movimientos en masa elegidos en este proyecto con las 27 estaciones pluviométricas. Fuente: elaboración propia.

13
Figura 4. Diagrama de flujo explicativo con la metodología desarrollada en el presente trabajo. Fuente: elaboración
propia

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Marco Teórico
Para el presente trabajo, se trabaja con la terminología acordada internacionalmente
en Prevención de Riesgo de Desastres que se sintetiza tomando como referencia los
documentos (UNISDR, 2009; van Niekerk, 2011; UNGRD, 2017b; UNDRR, 2019).
El riesgo se define como la probabilidad de afectación de un sistema vulnerable expuesto
por un evento amenazante en un sitio dado, con unas magnitudes dadas, en una ventana de
tiempo dada, generando daños. Es decir, el riesgo define y cuantifica los daños o pérdidas
producidos por peligros o amenazas en un sistema vulnerable expuesto. Estos sistemas
pueden ser comunidades humanas, ecosistemas o infraestructura, por ejemplo. Por lo general,
el riesgo se cuantifica en número de fatalidades y dinero en pérdidas.
La vulnerabilidad, se define como las características (sociales, económicas, ambientales,
técnicas, logísticas, físicas, entre otras) de un sistema de ser susceptible a sufrir daños o la
afectación por la ocurrencia de una amenaza. El nivel de vulnerabilidad está directamente
relacionado con las condiciones de exposición y de capacidad de respuesta de una
comunidad. La vulnerabilidad puede definirse también como la insuficiencia de autoajuste
de una comunidad a los efectos de una amenaza. Las condiciones vulnerables de una
comunidad pueden causar nuevos riesgos que a su vez pueden generar nuevas
vulnerabilidades (Wilches-Chaux, 1993).
Por otro lado, y para este caso de estudio que excluye factores antrópicos, la amenaza
natural se considera como la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno geológico latente
en un espacio dado con una frecuencia dada y una magnitud determinada. En caso de
materializarse la generación del evento geológico, puede causar un riesgo y, si este supera la
capacidad de respuesta del sistema con recursos propios, se puede generar un desastre.
Dentro de la amenaza, se pueden encontrar varios tipos, tales como: amenaza biológica,
geológica o hidrometeorológica. Se puede presentar un tipo de amenaza considerada socio-
natural, la cual es un tipo de amenaza donde las actividades humanas sirven como catalizador
en la ocurrencia de amenazas naturales. Para FRM estas son importantes, pero abarcarlas está
por fuera del alcance del presente proyecto de grado.
Los movimientos en masa son, por tanto, amenazas. Los movimientos en masa son todos
aquellos movimientos que desplazan una cantidad de masa de terreno ladera abajo por efecto
de la fuerza gravitatoria (Montero, 2017). Los procesos de remoción de masa son procesos
que ayudan a modificar el relieve de la tierra. Este proceso puede ser por acción natural,
debido al peso de los materiales (fuerza gravitatoria) y/o la disposición de estos, o puede ser
por acción del ser humano debido a la intervención para el uso del suelo (Aguilar, 2015).
Existen muchos tipos de movimientos en masa dependiendo de sus características
sedimentológicas, velocidad y saturación en agua (Carson & Kirkby 1972).
De acuerdo con Montero (2017) y Callejas & Cabrera (2019) los movimientos en masa más
comunes en Colombia son los que se presentan a continuación en la figura 5 con su respectiva
descripción en la tabla 1. La clasificación toma en cuenta los diferentes tipos de movimientos
con la velocidad a la que ocurren y su saturación en agua.

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Figura 5. Clasificación de movimientos en masa. Modificado de Carson & Kirkby (1972) y Highland & Bobrowsky (2008).
Los movimientos en masa que se generan en volcanes suelen ser de dimensiones mucho mayores a los que se detonan en
otros ambientes sedimentarios. Allí, los flujos de lodo se denominan lahares; adicionalmente, existen movimientos en masa
colosales, que destruyen parcial o totalmente un edificio volcánico, generando un megadeslizamiento seco, conocido como
avalancha de escombros (van Wyk de Vries & Davies, 2015).

Tabla 1. Tipos de movimientos en masa en Colombia. Modificado de Montero (2017) y Callejas & Cabrera (2019).

16
De esta manera, la ocurrencia de movimientos en masa depende de (i) mecanismos
detonantes y (ii) factores de susceptibilidad (Gudjeo et al., 2017). En cuanto a los factores
de susceptibilidad, se refiere a las características intrínsecas del terreno, es decir las
propiedades que hacen que pueda llegar a fallarse bajo la acción de un mecanismo
detonante. Un mecanismo detonante es aquella acción que finalmente induce la remoción
en masa de un terreno; por lo general están ligados a la tectónica, tiempo meteorológico,
volcanes o bajo la acción de la fuerza de gravedad terrestre.
Entre los factores de susceptibilidad, se destacan los empleados para construir el SIMMA
(SGC, 2017) particularmente:
• Geomorfología: Es uno de los factores más importantes para la zonificación de la
susceptibilidad de la amenaza. Ayuda a entender la evolución del terreno y su relación
con la ocurrencia de movimientos en masa. Para el estudio de esta característica se
debe recurrir a mapas de cartografía geomorfológica en la que se evidencie las formas
del terreno, los materiales y los procesos superficiales que los afectan. (Van Westen
et al., 2003; SGC, 2017)
• Unidades geológicas superficiales (UGS): Al igual que la geomorfología, las UGS
son factores condicionantes para la amenaza en movimientos en masa. Cada UGS es
el resultado de varios procesos (endógenos o exógenos), pero al final moldean la
superficie del terreno y le brindan ciertas propiedades que pueden ayudar o no a que
el terreno sea más susceptible a remociones en masa (SGC, 2015a, 2017).
• Coberturas de tierra, vegetación, raíces y suelos: El cambio del terreno sea por
acción natural o antrópica, condiciona la susceptibilidad a un movimiento en masa
(SGC, 2015b). Los cambios en las coberturas pueden llegar a afectar los procesos
hídricos de las raíces profundas presentes en el suelo, aumentando la susceptibilidad
a deslizamientos (Corina et al., 2016). Dentro del estudio de las coberturas de tierra,
se estudia el control de la erosión, el control del suelo por presencia de raíces,
resistencia del suelo (Van Westen et al., 2003). Adicionalmente, dentro de este
parámetro de estudio, se incluye la presencia de vegetación, ya que la presencia de
esta puede generar una carga adicional al terreno la cual lleva a una inestabilidad del
talud (Suárez Díaz, 1998).
En cuanto a los mecanismos detonantes de estos movimientos en masa, se definen los
siguientes:
Mecanismos detonantes climáticos: El departamento de Nariño se encuentra afectado por
varios fenómenos climáticos importantes que pueden causar lluvias intensas, las cuales van
a saturar al material con agua, esto causa que la cohesión del material del terreno se reduzca
y la fricción interna del material disminuya (Wachal & Hudak, 2000). Estos fenómenos son
la Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), fenómeno del Niño/Niña (ENSO) y el Chorro
del Chocó ( Poveda & Mesa, 1999; Rueda & Poveda, 2006; IDEAM, 2018).
La ZCIT está definida por la confluencia de los vientos alisios en la zona ecuatorial. Estos
vientos soplan tanto desde el noreste con desde el sureste. La ZCIT describe un movimiento

17
latitudinal a lo largo del año lo cual causa un patrón estacional (unimodal y bimodal) de
temporadas secas y húmedas (IDEAM, 2018). Es así como la ZCIT oscila entre los 2° y los
13°, donde su posición más norte se da en el mes de septiembre y su máximo sur se da en
marzo (Tchanstev & Cabrera, 1998). La ZCIT está acompañada por masas de nubes que
pueden cargar grandes cantidades de humedad y generar fuertes precipitaciones (Jaramillo &
Chaves, 2000). Una imagen ilustrativa del efecto de la migración de la ZCIT en las
precipitaciones dentro del departamento de Nariño puede verse en la figura 6, allí se
encuentran los promedios de precipitación mensual entre 1981-2010 de las 27 estaciones
pluviométricas descritas en metodología.

Figura 6. Promedios de precipitación media mensual 1981-2010 en Nariño, tomados de: Indicadores Temporales,
IDEAM (http://www.pronosticosyalertas.gov.co/mapas-graficos-tiempo-clima/indicadores-climatologicos).

Por otro lado, el fenómeno del Niño/Niña o también conocido como El Niño-Oscilación del
Sur (ENSO), es un fenómeno que se atribuye a la intensificación de los vientos alisios sobre
el océano Pacífico ecuatorial lo cual genera un gradiente de presiones (Poveda & Mesa,
1996). El fenómeno del Niño se manifiesta como un incremento en la temperatura de las
aguas superficiales del pacifico tropical, esto a su vez puede generar un debilitamiento de los
vientos alisios del este. Por otro lado, el fenómeno de la Niña es lo contrario, es decir la
aparición de aguas menos cálidas en el pacífico tropical. El fenómeno del Niño tiene un
impacto en la hidrometeorología de Colombia, y se expresa como una disminución en la
humedad del suelo y una disminución de la precipitación, lo cual puede llegar a causar una
disminución en los caudales de los ríos. El fenómeno de la Niña tiene un efecto inverso,
donde la humedad del suelo aumenta y se presentan lluvias intensas que pueden causar
aumento en los flujos de los ríos y causar inundaciones y sobresaturaciones en agua de los
suelos (Montero, 2017; IDEAM, 2018).

18
Por último, el fenómeno del Chorro del Chocó (Chorro del Occidente Colombiano), es un
fenómeno climático en donde los vientos trans-ecuatoriales que provienen del Océano
Pacífico se desvían del oeste al este, deflactándose a los 5°N hacia el continente en forma de
corriente superficial. Esta corriente tiene una fuerte relación con la carga de humedad y
adicionalmente genera un sistema de convección sobre el océano Pacífico que interactúa con
la ZCIT. Esta corriente de bajo nivel es una de las razones por las que el pacífico colombiano
es una de las regiones del mundo donde se presentan los más altos niveles de precipitación
anual; se estimó que la carga de humedad anual promedio debido al Chorro del Chocó es del
orden de 3800 m3s-1 y los meses que más afectados se ven por este fenómeno son octubre,
noviembre y diciembre (Poveda & Mesa, 1999; Rueda & Poveda, 2005, 2006). Para ilustrar
el efecto de la corriente del Chorro del Chocó se puede ver en la figura 7 el mapa de
precipitación anual de Nariño.

Figura 7. Mapa de precipitación total anual (mm) en Nariño. Modificado de (IDEAM, 2015)

Mecanismos detonantes sísmicos: cuando un sismo ocurre, las laderas y taludes pueden
cambiar esta estabilidad con la vibración del terreno (Yamin et al., 2004).
Mecanismo detonante volcánico: Dentro de los mecanismos detonantes volcánicos se
pueden encontrar diversos fenómenos que pueden detonar un FRM: sismicidad, intrusiones
y erupciones que aumentan las pendientes o desestabilizan los flancos, particularmente en

19
sectores de intensa actividad fumarólica (Tarbuck & Lutgens, 2005). Los volcanes pueden
presentar dos tipos de FRM, con o sin erupciones asociadas: avalanchas de escombros (mega-
deslizamientos secos producidos por el colapso lateral de un edificio volcánico) y lahares
(flujos de escombros o flujos de lodo, por tanto, saturados en agua, provenientes de un
volcán). Cuando no hay erupciones, tanto avalanchas como lahares se pueden detonar por
intrusiones, sismicidad, como factores endógenos, o por lluvias intensas e inestabilidad de
laderas, como factores exógenos. Lo que hace particularmente susceptible a un edificio
volcánico a colapsar lateralmente y producir avalanchas de escombros, es la debilitación de
la cohesión de los estratos por una intensa alteración hidrotermal que generalmente produce
arcillas y circulación de fluidos, la construcción de edificios asimétricos de altas pendientes,
o de edificios sobre basamentos dúctiles o basculados, en correlación con campos de
esfuerzos que favorecen deformaciones tensionales (van Wyk de Vries & Davies, 2015). En
cuanto a los lahares, estos pueden ocurrir cuando los productos volcánicos no consolidados
se combinan con grandes cantidades de agua, y pueden ser sin-eruptivos, inter-eruptivos o
post-eruptivos. Las fuentes de agua pueden ser lagos cratéricos, glaciares, ríos represados o
lluvias intensas, formando flujos ricos en sedimentos. Tanto avalanchas de escombros como
lahares varían en sus características dependiendo de la cantidad de arcillas involucradas y
pueden desplazarse por cientos de kilómetros (Gudmundsson, 2015).
Mecanismo detonante gravedad: Este mecanismo es permanente y puede combinarse o no
con todos los anteriores, particularmente cuando los relieves tienen altas pendientes (Duque,
2017). En un terreno inclinado, una masa de material está sujeta a los distintos componentes
vectoriales de la fuerza de gravedad contrarrestada por las fuerzas internas del material y la
fricción del material en la pendiente. Un FRM ocurre porque las fuerzas externas superan las
fuerzas internas, una representación gráfica del diagrama de cuerpo libre se muestra en la
figura 8 (Survey, 2017).

Figura 8. Diagrama de cuerpo libre representando como la gravedad actúa como un detonante de FRM. Modificado de
(Survey, 2017)

20
Figura 9. Ilustración comparativa entre susceptibilidad y mecanismos detonantes. Adicionalmente se puede ver las
poblaciones con sistemas vulnerables donde están ubicadas en zonas de suelos susceptibles a FRM. Fuente: elaboración
propia.

Características geomorfológicas de Nariño


De acuerdo con varias memorias explicativas de mapas geomorfológicos del
departamento de Nariño (Muñoz et al., 2003; SGC, 2015c, 2015d, 2015e) predominan los
ambientes denundacionales, volcánicos, fluviales y lagunares, marinos, estructurales y
glaciares. Cada una de las diferentes geoformas provenientes de estos ambientes se dividen
en diferentes unidades que son elementos básicos que comprenden un paisaje.
Las geoformas de mayor escala son de origen estructural, asociadas a la dinámica interna de
la Tierra tales como plegamiento o formación de fallas. La complejidad de las geoformas
estructurales de Nariño se debe a la convergencia de la placa Nazca con la placa
Suramericana además de la ubicación de un punto convergente de las tres cordilleras. Entre
las unidades geomorfológicas estructurales del departamento se encuentran: sierras, lomos,
escarpes, espolones, laderas y cerros estructurales. Las geoformas de origen volcánico son
el producto de diferentes actividades volcánicas tales como erupciones explosivas o efusivas
de los diferentes volcanes del departamento. Estos depósitos volcánicos pueden cubrir rocas
del Proterozoico hasta rocas y depósitos del Holoceno. La diversidad de geoformas
volcánicas puede estar modeladas por la ubicación de los depósitos y dependiendo del relieve
circundante. En cuanto a las unidades volcánicas de Nariño se destacan: cuellos volcánicos,
edificios volcánicos, conos de escorias, cráteres, calderas, escarpes de cráteres, escarpes de
calderas, escarpes en herradura, domos de lava, laderas volcánicas, lóbulos volcaniásticos,
lóbulos efusivos, lóbulos volcánicos aterrazados, escarpes de flujo, montículos, mantos y
abanicos volcaniclásticos (Robertson et al., 2002; Villota, 2019).
La erosión de geoformas estructurales y volcánicas de distintas edades, han dado lugar a
geoformas de origen denudacional, que presentan una morfología definida por la acción de
la erosión y la meteorización de origen gravitacional y/o pluvial. En Nariño, las unidades

21
denudacionales predominantes son: colinas residuales, cerros remanentes o relícticos,
escarpes de erosión, lomas y lomos denudados, montículos y ondulaciones denudacionales y
sierras residuales o denudadas.
En la zona litoral Pacifico dominan las geoformas de origen marino, que son el resultado de
los procesos marinos, las actividades biológicas de los arrecifes y los elementos
continentales, donde el aporte fluvial es importante. Entre las unidades geomorfológicas
marinas, se destacan: barras litorales, canales intermareales, deltas, islas, lagunas, llanuras,
playas y terrazas marinas.
Además, las geoformas de origen fluvial y lagunar son el producto de la erosión de los ríos
y la sedimentación de materiales. Estas geoformas se pueden encontrar cerca de ríos,
quebradas, cauces y lagunas. Estas geoformas dependen de cada uno de los ríos que se
encuentran en Nariño, pero en general se pueden encontrar: abanicos aluviales, escarpes de
abanicos, lagos, cauces aluviales, meandros abandonados, llanuras de inundación y terrazas
de acumulación. Por último, las geoformas de origen glacial son el resultado de procesos
relacionados a la erosión glacial de alta montaña. Estas geoformas se desarrollaron durante
el Cuaternario y muchas de ellas se encuentran cubiertas por vegetación. Dentro de las
unidades glaciales se encuentran: agujas glaciales, artesas glaciales, circos, conos
glaciofluviales, morrenas, sierras glaciadas, lagunas glaciales y lóbulos, que varían de
glaciovulcáncicos a fluvioglaciares (Restrepo & López, 2008).
Asimismo, los suelos presentes en Nariño tienen una gran influencia en el condicionamiento
del terreno a FRM. En Nariño se encuentran varios ordenes de suelos que se caracterizan por
su material parental y sus propiedades mecánicas. En la tabla 2 se presentan los diferentes
tipos de suelos que se encuentran en Nariño y sus características principales de acuerdo con
Malagón Castro (2003), Ibáñez et al., (2011a, 2011b, 2011c), Hincapié & Tobón (2012) y
SGC (2015b).
Tabla 2. Tipos de suelos presentes en el departamento de Nariño y sus características. Tomado de Malagón Castro (2003),
Ibáñez et al., (2011a, 2011b, 2011c), Hincapié & Tobón (2012) y SGC (2015b).

22
Resultados
De acuerdo con lo descrito en el capítulo de metodología, se obtuvieron los registros
de (1) movimientos en masa en Nariño, (2) sismos, (3) actividad volcánica (clasificada en:
erupciones y emisiones de ceniza, actividad fumarólica/hidrotermal no asociada a
erupciones, y sismicidad volcánica sin erupción) y (4) variabilidad climática. En primer
lugar, la primera base de datos, proveniente del SIMMA (http://simma.sgc.gov.co/#/ ) (anexo
A1), arrojó cientos de movimientos en masa registrados en Nariño entre 1834 y 2019, pero
se depuraron a 107 registros teniendo en cuenta la importancia, total de daños y total de
personas afectadas. Ello acotó la ventana de tiempo a profundizar en este estudio,
restringiendo la búsqueda de información a eventos ocurridos desde el siglo XIX hasta el
2019. En la segunda base de datos proveniente de la Red Sismológica Nacional
(https://www2.sgc.gov.co/sismos/sismos/ultimos-sismos.html) (anexo A2), se encontraron
41 registros de actividad sísmica en Nariño entre 1827 y 2014. Estos datos ya presentan un
filtro dado por la Red Sismológica Nacional y solamente corresponden a aquellos con
magnitud mayor a 4.5 mW. En la misma ventana temporal, la tercera base de datos,
proveniente de la Enciclopedia de Espinosa (2012) (Anexo A3), se registraron 37 eventos
reportados como “actividad volcánica” o eventos asociados a volcanes, incluyendo lahares,
entre 1828-1993. No hay registro de avalanchas de escombros en este rango de tiempo.
Al cruzar fechas de FRM con fechas documentadas de vulcanismo, se encontraron cuatro (4)
FRM sincrónicos con alguna de las anteriores actividades volcánicas. Estos casos pueden
verse en la tabla 3.
En adición, se cruzó las fechas de movimientos en masa con las de sismos, donde se pudieron
encontrar veintidós (22) FRM que sucedieron en la misma fecha de un sismo, estos pueden
revisarse en la tabla 4.
Los valores del SOI índex (NOAA, 2020) pueden verse en la figura 10 en el periodo 1951-
2019, en esta gráfica se ilustra de mejor manera la intensidad de los episodios de la Niña en

23
este periodo de tiempo. Posteriormente, se cruzó la base de datos 1 con la base de datos 4
(precipitación y SOI índex).
Tabla 3. Movimientos en masa registrados en la misma fecha de alguna actividad asociada a volcanes.

Tabla 4. Movimientos en masa registrados con la misma fecha de un sismo.

En la figura 11 se muestra la correlación de todos los datos depurados, donde se puede


observar las ocurrencias de los FRM, la actividad sísmica, volcánica teniendo en cuenta los
FRM que están asociados a actividades volcánicas no eruptivas y años con episodios de Niño,
Niña y Neutros de acuerdo con los datos registrados en el periodo de 1827 a 2019. En este
caso se tomaron los promedios anuales del SOI índex y se tomó como años Niña aquellos
que presentaban valores mayores a 0.5 y años Niño aquellos con valores menores a 0.5
(Gergis & Fowler, 2005). Para considerar la ZCIT y el Chorro del Chocó, se especificaron
los meses en el eje x. De la figura 11 se puede resaltar dos lahares: uno fueron producto de
la actividad volcánica no eruptiva del volcán Doña Juana en 1936 (Pardo et al., 2018) y el
otro producto de la actividad volcánica del Galeras en 1925 (Espinosa, 2012).

24
Figura 10. SOI índex entre 1951 y 2019. Los valores azules representan meses de La Niña mientras que los valores rojos representan episodios mensuales de El Niño. Tomado de:
NOAA, 2020

25
Figura 11. Frecuencias de movimientos en masa, sismos, erupciones volcánicas, años Niña y años Niño en Nariño entre 1827 y 2019.

26
Discusión
De acuerdo con los resultados encontrados en este proyecto, se hizo un análisis de correlación
entre cada uno de los posibles detonantes de los movimientos en masa registrados. En primer
lugar, en el análisis de la relación de ocurrencia de FRM con la migración de la ZCIT, se
encontró que el 32% de los registros de FRM se presentaron en el trimestre de marzo-mayo
mientras que el 34.66% de los registros ocurren en el trimestre de octubre-diciembre (Figura
12). Es decir que, más de 65% de los movimientos en masa evaluados en este proyecto
sucedieron durante los dos trimestres de mayor precipitación, lo cual sugiere que el detonante
climático tiene la influencia más importante en la ocurrencia de los movimientos en masa en
este departamento. El 33.34% de los movimientos restantes ocurren en meses donde la
precipitación no se ve intensificada, sin embargo, en el mes de junio se encontró una alta
ocurrencia de movimientos en masa, probablemente es un efecto tardío de la migración de la
ZCIT combinado con la Corriente del Chocó (F. Mejía et al., 1999; Rueda & Poveda, 2006).

Figura 12. Distribuciones mensuales de los registros de las bases de datos.

Los datos pluviométricos mostraron que existen de manera general dos periodos del año
donde se encuentra un aumento considerable en la precipitación media: los trimestres de
marzo a mayo y de octubre a diciembre, los cuales se explican como efecto de la migración
de la ZCIT (Tchanstev & Cabrera, 1998). Adicionalmente, se hizo un análisis de la
precipitación en años Niño, años Niña y años neutros para poder revisar como varía la tasa
de precipitación. Para este análisis se tomaron cuatro estaciones pluviométricas: dos ubicadas
en la zona más occidental del departamento (Barbacoas y Ricaurte) y otras dos ubicadas en
el piedemonte de la Cordillera Central (La Unión y Pasto). Es importante recalcar que no
todas las estaciones de Nariño presentan los mismos niveles de precipitación o los mismos
comportamientos, los registros de las estaciones que se encuentran al occidente de la
cordillera tienen un comportamiento anómalo debido al efecto que tienen las cordilleras en

27
la precipitación y el efecto del Chorro del Chocó (Coorponariño, 2007; Serna et al., 2018),
una imagen representativa se muestra en la figura 13.

Figura 13. Ilustración gráfica del efecto que proporcionan las cordilleras en la precipitación del oeste del departamento.
Fuente: elaboración propia.

Del análisis de los datos de estas 4 estaciones se encontró que la precipitación de la zona
occidental en las tierras bajas de Nariño tiene un comportamiento monomodal, con un
máximo en los meses de mayo-junio debido a la migración de la ZCIT. En cuanto a la
diferencia de las tasas de precipitación entre años Niño y años Niña no presentan grandes
diferencias entre ellos, aunque se puede notar un pequeño aumento en las precipitaciones
durante episodios de La Niña (Tchanstev & Cabrera, 1998). En adición, se encuentra que, en
años de El Niño el segundo semestre del año es un poco más húmedo, lo cual puede ser un
efecto de la corriente del Chorro del Chocó puesto que este fenómeno se desplaza hacia el
sur durante los años Niño, lo que causaría la intensificación de las lluvias para el último
trimestre del año (Poveda & Mesa, 1999; Rueda & Poveda, 2005).
Por otra parte, la zona oriental del departamento presenta un comportamiento bimodal con
máximos en el trimestre marzo-mayo y el trimestre octubre-diciembre, siendo estos últimos
aún mayores, por la interacción entre ZCIT y la advección de humedad desde la amazonia.
Con respecto a las diferencias en años de La Niña, las precipitaciones son mayores con
respecto a años Niño y años neutros, sobre todo se encuentra un aumento considerable en el
último trimestre del año (Pabón-Caicedo et al., 2001; Rueda & Poveda, 2005, 2006).
Uniendo esta información con la figura 13 se puede afirmar que la relación entre los diversos
fenómenos climáticos y la ocurrencia de FRM es bastante marcada. De los 107 registros de
movimientos en masa, 28 de ellos ocurrieron en años donde el índice SOI (promediado de
los índices mensuales) es mayor a 0.5, esto representa el 26.16% de los registros, mientras
que por otro lado el 73.84% de los registros ocurrieron en años neutros o de Niño. En otras
palabras, la cuarta parte de los registros de FRM al parecer tiene una relación con el fenómeno
de La Niña. Sin embargo, este análisis podría profundizarse más en trabajos posteriores
teniendo en cuenta la precipitación total mensual de cada una de las estaciones y una ventana

28
temporal hacia atrás para así poder encontrar los valores acumulados de precipitación que
pueden condicionar los diferentes terrenos para que se presente un movimiento en masa. Es
preciso tener en cuenta la variabilidad climática que cobija el departamento para hacer este
ejercicio posterior.
Asimismo, para los dos detonantes endógenos, se encontró que el 20.56% de los movimientos
en masa registrados presentan una correlación temporal y espacial con sismos de magnitud
mayor a 4.5 y profundidades máximas de 100 km y el 3.73% de los registros tienen una
relación temporal con eventos sísmicos y actividades asociadas volcánicas tanto eruptivas
cómo no eruptivas. Es decir que el 24.29% de los registros están relacionados con esos otros
dos detonantes.
El 5.6% de los FRM corresponden a casos donde los tres detonantes se solapan, siendo el
escenario más complejo. Los casos se detallan en las tablas 5 a la 7. Por otro lado, las tablas
8 y 9 detallan registros sísmicos previos a FR. En adición, se pueden ver estos cruces de datos
en la figura 14 de acuerdo con la temporalidad y la frecuencia de los eventos.

29
Figura 14. Diferencias entre los promedios de precipitaciones en cuatro estaciones distintas en Nariño revisando años de La Niña (azul), EL Niño (rojo) y años neutros (gris).
Tomado y modificado de: IDEAM (2015,2020).

30
Figura 15. Cruces de datos registrados en las tablas 5-8 de acuerdo con la temporalidad. Fuente: elaboración propia

Tabla 5. Registros de 1925 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses.

31
En la tabla 5 se muestran registros en donde se solapan detonantes sísmicos y volcánicos con
un FRM. El 4/08/1925 el volcán Galeras hizo erupción y se presentó un flujo de lodo
registrado en el municipio de Consacá. Este flujo puede tener una relación temporal con el
sismo y la erupción del Galeras meses antes.
Tabla 6. Registros de 1935 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses.

De este caso se puede ver como la ventana temporal afectó de manera secuencial la
ocurrencia de varios FRM. La erupción del Galeras en 1935 (Espinosa, 2012) posiblemente
condicionó un poco el terreno en varios municipios circundantes los cuales se verían
afectados en el siguiente mes por un sismo y así generar tres deslizamientos, pero tres meses
después se presentaría de nuevo un sismo que generaría otros tres deslizamientos.
Adicionalmente, se podría tener en cuenta que este último sismo pudo también aumentar la
susceptibilidad en el terreno para movimientos en masa posteriormente. En la tabla 6 se
muestra el caso del municipio de Túquerres el cual tuvo que ser completamente reubicado
por los frecuentes FRM detonados por sismos.
Tabla 7. Registros de 1936 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses.

Este caso de 1936 es el lahar que se presentó en el Complejo Volcánico Doña Juana el cual

32
se registró en el municipio del Tablón de Gómez, pero tiene una coincidencia temporal con
un sismo registrado un mes antes en el municipio de Túquerres.
Considerando estos registros, se puede afirmar que los escenarios cercanos a volcanes
presentan una complejidad mayor puesto la amenaza al peligro aumenta debido a la
influencia de fenómenos climáticos con precipitaciones bimodales, amenaza sísmica alta
debido a la subducción de la placa Nazca (SGC & GEM, 2018) y la actividad volcánica de
la zona (SGC, 2015a).
Tabla 8. Registros de 1979 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses.

En la tabla 8 se encuentran los registros de 5 FRM que pudieron ser detonados por dos sismos.
Uno de ellos sucedió el mes anterior al de los movimientos en masa, lo cual pudo aumentar
la susceptibilidad de los municipios circundantes al epicentro, mientras que el otro sismo fue
el que finalmente provocó los deslizamientos y las caídas de rocas.
Tabla 9. Registros de 2014 teniendo en cuenta la ventana temporal de tres meses.

Estos últimos registros representan una serie de deslizamientos registrados en el mes de


octubre y noviembre del 2014. Previamente se presentó un sismo que también pudo actuar
como agente condicionante para el suceso de los FRM. Teniendo en cuenta entonces los
registros de las tablas 8 y 9, se sumarían cuatro (4) casos más a los FRM detonados por
sismos, los cuales ocurrieron en 2014, es decir que en total el 26.75% de los movimientos en

33
masa de este proyecto tienen una correlación temporal y espacial con un detonante sísmico.
Teniendo en cuenta solo los detonantes endógenos, el 35.51% de los registros están
correlacionados espacial y temporalmente, el 64.49% restante tiene un detonante diferente.
Por último, al hacer el recuento de los posibles detonantes de cada uno de los registros de
movimientos en masa se encontró que al 86% se le pudo relacionar espacial y temporalmente
con uno o más detonantes climáticos, sísmicos y/o volcánicos mientras que al 14% de los
registros se le relacionó un detonante no identificado. Del 86% de los registros se encontró
la siguiente distribución en cuanto al posible detonante o detonantes del FRM (figura 16).

1%
4% 6%

20%
38%

25%

4% 2%

Sismo y Volcán Sismo y Niña Sismo y ZCIT ZCIT y Niña


Volcán y ZCIT Sismo ZICT Niña

Figura 16. Distribución total de los detonantes identificados en los registros de FRM y sus combinaciones.

Conclusiones
• Cada uno de los movimientos en masa que se presentan a diario en Nariño tienen
diferentes impactos dependiendo del nivel de susceptibilidad que tenga la comunidad
a la amenaza. Como estudio de los fenómenos de remoción en masa, es importante
poder identificar como afectan cada una de las poblaciones. Gracias a proyectos como
el SIMMA se pudo acceder a esta información revisando datos importantes como el
total de daños y la importancia de cada uno de los registros de movimientos en masa.
Adicionalmente, se pudo alimentar estos registros con el catálogo de Sismicidad
Histórica del SGC y la Enciclopedia de Desastres Naturales de Espinosa.
• La ocurrencia de movimientos en masa en el departamento de Nariño está controlada
por múltiples variables. Cada uno de estos detonantes tiene una influencia variable en
la ocurrencia de FRM puesto que tienen una gran variabilidad espacial. En adición,
la suma de 2 o más detonantes puede aumentar la complejidad del escenario y
aumentar la amenaza. En orden de importancia, los detonantes más importantes son
los climáticos principalmente la migración de la ZCIT y no tan fuertemente la
estacionalidad ligada al ENSO, seguidos o combinados con los detonantes sísmicos
y volcánicos. Se debe resaltar que las zonas habitadas que se encuentran cerca a
volcanes están bajo un escenario de amenaza mucho más complejo. Para poder
entender cómo se comportaban cada uno de los detonantes, se recurrió a datos de

34
sismicidad histórica, erupciones históricas de los volcanes de Nariño, precipitación
total mensual y el índice de oscilación del sur (SOI).
• Los registros de FRM tienen una fuerte relación temporal con los meses de mayor
precipitación (marzo-abril-mayo y octubre-noviembre-diciembre) debido a la
migración de la ZCIT. La variación estacional interanual está determinada por la
interacción entre ZCIT y Chorro del Chocó, especialmente durante el segundo
semestre del año, que es justamente cuando se reportan la mayoría de los
movimientos en masa de este trabajo. Por el contrario, la variación interanual
asociada con el ENSO no parece ser responsable en gran medida de los patrones de
movimientos en masa evaluados, excepto tal vez por un efecto de reforzamiento del
patrón estacional descrito por la ZCIT, que resulta en trimestres octubre-noviembre-
diciembre anómalamente húmedos. Se recomienda hacer un estudio posterior
teniendo en cuenta la precipitación total mensual de cada una de las estaciones del
departamento para poder entender de manera más rigurosa dicha relación en tiempo
y espacio.
• De acuerdo con la base de datos con los registros de movimientos en masa en Nariño,
se logró relacionar uno o más detonantes posibles al 84% de los eventos mientras que
el 16% restante se encuentran relacionados a un detonante no identificado. Estos datos
son evidencia de la fuerte relación entre los detonantes estudiados en este proyecto
con la ocurrencia de FRM, pero se debe también tener en cuenta otros posibles
detonantes tales como lo son las actividades antrópicas puesto que estas pueden
afectar de manera severa las condiciones del terreno y aumentar la susceptibilidad de
la zona. Del 84% relacionado con los detonantes estudiados se encontró que la
mayoría son afectados por la estacionalidad de la ZCIT junto a un segundo detonante
(sísmico, volcánico y Niña).

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Apéndice digital
Los anexos de este proyecto pueden consultarse en el siguiente enlace “Apéndice digital”

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