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El miedo a la libertad (Erich Fromm)

I. La libertad como problema psicológico

Pregunta sobre el significado de la libertad: ¿Solamente ausencia de presión exterior o


es también presencia de algo? ¿El sometimiento se dará siempre con respecto a una
autoridad exterior, o existe también en relación con autoridades que se han
interiorizado, tales como el deber, la consciencia, o frente a autoridades anónimas, como
la opinión pública? (28)

(A diferencia de Freud: historia como resultado de fuerzas psicológicas que, en sí, no se


hallan socialmente condicionadas): importancia del factor humano. (35)

Algo común a todos los humanos: necesidad de relacionarse con el mundo exterior y
evitar el aislamiento. (39)

II. La emergencia del individuo y la ambigüedad de la libertad

Proceso de individuación (Reforma- nuestros tiempos): el individuo se desprende de sus


lazos originales y adquiere conciencia de sí mismo como de una entidad separada y
distinta de la naturaleza y de los hombres que lo rodeaban. Ahora tiene que orientarse y
arraigarse en el mundo y encontrar la seguridad con caminos distintos a los pre-
individualistas. (43)

Este proceso de individuación tiene un carácter dialéctico:

-crecimiento de la fuera del yo

-aumento de la soledad.

Los desajustes entre uno y otro causan el surgimiento de los mecanismos de


evasión. (47)
-La existencia humana y la libertad son inseparables desde un principio. Tiene que
elegir entre diversos cursos de acción. En los animales hay una cadena ininterrumpida
entre el estímulo y la conducta; en el ser humano, no, el estímulo permanece pero la
manera de satisfacerlo es abierta. Empieza a pensar. No es pasivo sino activo.  “le ha
tocado un destino trágico: ser parte de la naturaleza y sin embargo trascenderla.” (51)

En la Reforma está esta idea de libertad y autonomía pero también indignidad humana.
(55)

III.La libertad en la época de la reforma

Renacimiento: Emergencia del individuo moderno con la progresiva destrucción de la


estructura social medieval. Pero pierden algo: la seguridad y el sentimiento de
pertenencia. (64)

Renacimiento: grado de evolución alto del capitalismo industrial y comercial; era un


pequeño grupo de individuos ricos y poderosos.

Por el contrario, Reforma: religión de las clases urbanas medias y bajas y de los
campesinos. Así, según M. Weber, fue la clase media urbana la que constituyó el
fundamento del moderno desarrollo capitalista en el mundo occidental. (66)

En la E. Media el pequeño comerciante tenía mucha más seguridad (esto se derrumba en


el s. XIV). Y los intereses económicos se subordinaban al problema de la vida, que era
la salvación (69).

El cambio (+ industria, + ciudad, peores condiciones en el campo) incidió en la


atmósfera psicológica: desasosiego, valor del tiempo y valor supremo del trabajo, el
principio de eficiencia individual como una alta virtud moral. (74). Se abruma por su
nulidad y desamparo.
“El mecanismo del nuevo mercado parecía similar a la doctrina calvinista de la
predestinación, según la cual el individuo debe realizar todos los esfuerzos posibles para
ser bueno, pero mientras tanto su salvación o perdición de halla decidida desde antes del
nacimiento. El día del mercado se tornó en el día del juicio para los productos del
esfuerzo humano.” (76)

REFORMA: proporcionó una expresión articulada a los sentimientos generados por el


orden económico en evolución. (78)

Lutero: ambivalencia con respecto a la autoridad. Sumisión y masoquismo con Dios.

-da al hombre independencia en las cuestiones religiosas; despoja a la Iglesia


de su autoridad; su concepto de la fe y la salvación descansa en la
experiencia individual subjetiva.

-el otro aspecto de la libertad moderna (aislamiento e impotencia): libertad


como peligro y como carga. Exaltación de la maldad del hombre. (88)

Cambio de la duda a la certidumbre (búsqueda compulsiva de ella: necesidad de vencer


una duda insoportable, es algo compulsivo): el individuo no puede ser salvado por sus
virtudes, pero si puede saber si se salvará si tiene la fe, ya que la fe es una gracia divina.
(90) Autoridad tiránica de Dios, completa sumisión y aniquilamiento de su personalidad
individual (94). Y pierde así su dignidad.

Una vez perdida la dignidad sometiéndose a una abstracción, el hombre ya estaba


preparado para aceptar un papel en el cual su vida se transformaba un medio para fines
exterior a él mismo: la productividad económica y la acumulación de capital. (96)

Calvino: misma duda insoportable que Lutero: ¿estoy salvado? “No se trata de que el
individuo pueda cambiar su destino por medio de obras de esfuerzo moral y vida
virtuosa; sino que, el mero hecho de ser capaz de realizar tal esfuerzo, constituye el
signo de su pertenencia al grupo de los elegidos. (101) Comportamiento compulsivo: el
individuo tiene que estar activo para poder superar su sentimiento de duda y de
impotencia. (102) Indignicación moral que racionalizaba su resentimiento y envidia del
buen vivir. (107), típico de la baja clase media desde Lutero hasta Hitler.
Este sentimiento del deber (trabajo compulsivo, ahorro, ascetismo) está intensamente
coloreado de hostilidad contra el yo. (108 y 112)

IV.Los dos aspectos de la libertad para el hombre moderno

De nuevo encontramos el carácter dialéctico de la libertad: desarrollo del individuo,


pero individuo desamparado y con nuevas dependencias, como el éxito y las ganancias
materiales, fines extrahumanos y de ascetismo para los cuales nos preparó el
protestantismo. (119)

Identificación falsa entre amarse a sí mismo y ser egoísta, cuando precisamente son
opuestos. (124)

Extrañamiento (cada uno constituye un medio para un fin, es un instrumento) no sólo en


las relaciones económicas sino también en las personales. (127)

V. Mecanismos de evasión

No solucionan el problema subyacente sino que mitigan el pánico: exigen un tipo de


vida que reside a menudo únicamente en actividades de carácter automático o
compulsivo. (145)

AUTORITARISMO:

Tendencia a abandonar la independencia del yo para fundirse con algo o alguien


exterior, a fin de adquirir la fuerza de la que el yo individual carece; es decir, tendencia
a buscar nuevos vínculos secundarios como sustitutos de los primarios que se han
perdido. Impulsos sádicos y masoquistas; dependencia entre el pasivo y el activo (146).
Freud: masoquismo como instinto de muerte. Un solo objetivo: librarse de la pesada
carga de la libertad, del yo individual.

La base común del sadismo y el masoquismo es la simbiosis: la unión capaz de hacer


perder a cada uno la integridad de su personalidad, haciéndolos recíprocamente
dependientes. (160)

El apetito de poder como sadismo.

El sadomasoquista tiene el problema de la autoridad.

La autoridad puede ser manifiesta o implícita, como la de la conciencia (el super-yó) y


como la autoridad anónima.

La impotencia del hombre constituye el leitmotiv de la filosofía masoquista. (171)

El auxiliador mágico. (174)

El sadomasoquismo busca la simbiosis; la destructividad, la destrucción. (178)

Dos instintos básicos: de vida (libido) y de muerte. (189)

DEMOCRACIAS MODERNAS:

Otro mecanismo de evasión es que el individuo deje de ser él mismo para adoptar por
completo el tipo de personalidad que le proporcionan las pautas culturales. (183) La
discrepancia entre yo y el mundo desaparece. Diferencia entre el pensamiento genuino y
el pseudo-pensamiento (187) Ver pág. 195.
El pseudo-yo es tan sólo un agente que, en realidad, representa la función que se espera
que deba cumplir la persona, pero que se comporta como si fuera el verdadero yo.

La automatización del individuo en la sociedad moderna ha aumentado el desamparo y


la inseguridad del individuo medio, que se halla así dispuesto a someterse a aquellas
nuevas autoridades capaces de ofrecerle seguridad y aliviarlo de la duda. (201)

El nazismo es de carácter autoritario y la democracia moderna de carácter autómata


(creciente estandarización).

VI.La psicología del nazismo

El nazismo constituye un problema psicológico, pero los factores psicológicos mismos


deben ser comprendidos como moldeados por causas socioeconómicas. (203)

Clase obrera y burguesía liberal y católica. Características de la baja clase media. (206)

Los acontecimientos postbélicos acentuaron dos rasgos previos: el anhelo de sumisión y


el apetito de poder. (207) Ver pág. 214-254. Amor al poderoso y odio al débil, típico del
sadomasoquismo. (223) Papel de la jerarquía.

Decadencia de los viejos símbolos sociales de la autoridad (con la que se habían


identificado los individuos sometiéndose a ellas) como el Estado y la monarquía, y
situación de cambio y de no-premio-del-esfuerzo-ascético, como la inflación. (209) La
baja clase media en decadencia proyectaba su interés como el interés general de la
patria. (211).

El nazismo operó la resurrección psicológica de la baja clase media y al mismo tiempo


cooperó en la destrucción de su antigua posición económico-social, ya que funcionó a
favor de los intereses del imperialismo alemán (oportunismo radical de éste). (214)

VII. Libertad y democracia


-se elimina el sentido de lo trágico: nuestra época se limita simplemente a negar la
muerte y, con ello, un aspecto fundamental de la vida. Pero, como siempre ocurre en la
represión, la mera remoción de la superficie no anula la existencia de los elementos
reprimidos.

-se castiga el pensamiento original

-automatismo de las preferencias, deseos y deberes: (243) Piensa, siente y quiere lo que
él cree que los demás suponen que él debe pensar, sentir y querer, y en este proceso
pierde su propio yo, que debería constituir el fundamento de toda seguridad genuina del
individuo libre. Esto causa frustración, y expectativas desmedidas con respecto a lo que
es capaz de ofrecer un líder.

Pregunta: ¿Es que la libertad de los vínculos primarios arroja al individuo en tal
soledad y aislamiento que inevitablemente le obliga a refugiarse en nuevos vínculos?
¿Independencia y libertad son inseparables de aislamiento y miedo?

Según él, no. Existe una libertad positiva que consiste en la actividad espontánea de la
personalidad total integrada. (247) Superar el terror a la soledad sin sacrificar la
integridad del yo. (249) Realización del yo, y de su carácter único (lo cual no mina el
principio de igualdad). La supervivencia de la democracia depende de la realización de
los individuos.

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