UNIVERSIDAD EAN

CAMBIO ESTRUCTURAL EN ORGANIZACIÓN DE CIUDADES Y MATERIA DE

EXPORTACIÓN.

Presentado por:

Salomé Méndez López.

Unidad académica:

Historia económica Colombiana.

Docente:

Gustavo Olmos Leguizamón.

Bogotá D.C.

17 de Septiembre de 2020.
 Cambio estructural en organización de ciudades y materia de exportación..

Colombia se ha caracterizado por pertenecer a aquellos países que cuentan con una

distribución desigual de tierras, más del 67% de la tierra productiva se concentra en el 0,4% de

las fincas y estas ni siquiera pertenecen a campesinos, aquellas que pertenecen a la población

campesina suman alrededor del 80% y dentro de estas solo se encuentra menos del 13% de la

tierra productiva, por lo tanto el sector agropecuario se ha visto obligado a permanecer en un

segundo plano pese a que las regulaciones existentes que permiten impulsar el desarrollo en el

campo no son suficientes, adicionalmente se cuenta con poca o nula implementación de

maquinaria moderna y mano de obra capacitada, los campesinos siguen llevando a cabo sus

procesos basados en lo que les enseñaron sus ancestros, pero el mundo está cambiando, la

globalización no da espera, el mercado internacional ataca con una gran cantidad de producción

y precios altamente flexibles que hacen que el país no sea viable para poder permanecer en esta

competencia; dentro de los planteamiento que desarrolló Lauchlin Currie para de lo que sería “La

Operación Colombia” se manifiesta esta problemática y se desarrolla a través de un punto de

vista poco común, se habla de que si bien en necesaria una distribución justa y equitativa, así

como la necesidad de la industrialización de los procesos para poder lograr una competitividad

en el mercado internacional pensar en que a todos los campesinos que se encuentran en las zonas

rurales en este momento se les pueda dotar con estos elementos es prácticamente imposible ya

que es demasiada la población dedicada a este tipo de actividad y que si bien es cierto que

Colombia se caracteriza por ser un país productor se debe disminuir la población existente en el

campo y permitir una migración hacia la ciudad, dejando en las zonas rurales a aquellos que

logren adaptarse a la industrialización.

 Ahora bien, dando continuidad al planteamiento de Currie frente a la migración del campo a

la ciudad y de cómo el fortalecimiento del sector agropecuario en Colombia será visible cuando

esto ocurra, primero es necesario enfocarse en la organización de las ciudades principales para

este acontecimiento, se entiende que la problemática en las zonas rurales del país se da debido a

que la población cuyo enfoque se centra en la cría, siembra, cosecha y posterior comercialización

de productos agropecuarios crea una gran oferta frente a un mercado nacional que no alcanza a

consumir todo lo producido, es decir, es más grande la oferta que la demanda y este exceso crea

condiciones para los productores que no son beneficiosas si se compara todo el esfuerzo que se

debe llevar a cabo para su producción, teniendo en cuenta materia prima, mano de obra,

maquinaria y equipo, disponibilidad de tierra, tiempo de cosecha y recolección VS. el precio al

que se logran comercializar los productos que de allí salen; pero tampoco se puede pensar en un

escenario utópico en el que la población campesina abandona sus costumbres y encuentra su

lugar en la ciudad así como así, este tema necesita una transición y no puede ser forzosa, por el

contrario, debe ser bastante amigable y para esto es necesario un replanteamiento estructural en

la organización interna de las ciudades de modo que en estas sea posible brindar las

oportunidades necesarias para la nueva mano de obra entrante y recordando también que no solo

se trata de oportunidad laboral sino acceso a educación, salud, vivienda, entre otras, es decir, las

ciudades deben estar cimentadas con una amplia calidad de vida, de lo contrario no es pertinente

siquiera el pensar en un desplazamiento de mano de obra ya que únicamente se estaría

cambiando de escenario pero la problemática que viene ligada con la desigualdad y la brecha de

clases seguiría siendo la misma.

 El otro punto importante a tener en cuenta es el exceso de producción y cuál sería la mejor

manera de eliminarlo; la oferta agropecuaria que existe en este momento a nivel nacional sería

fácilmente liquidada si se contara con un mercado abierto internacionalmente hablando hacia

estos productos pero la realidad es que Colombia es un país estancado en tema de exportaciones,

se continúa dependiendo de productos que al explotarlos no son sostenibles en el tiempo y sí

terminan por deteriorar de tal manera su entorno que después de terminado el proceso la tierra

queda improductiva, además de que tampoco se reciben los ingresos necesarios para

contrarrestar las afectaciones ocasionadas, por ejemplo, Colombia ha desarrollado una

dependencia al petróleo que no le hace nada bien a la economía, primero porque no es un país

petrolero dada la precariedad de las reservas probadas y segundo porque este producto y sus

rendimientos están atados al comportamiento de los precios internacionales que como es sabido

son bastante volátiles, dejando así al país en una montaña rusa, por lo tanto mientras Colombia

no reconozca sus falencias en materia de exportación y decida seguir arraigado a productos que

no brindan una seguridad y sostenibilidad en el tiempo en vez de abrirse a nuevos mercados

productivos el crecimiento esperado tampoco se va a poder desarrollar.

Frente a las problemáticas acá expuestas se tiene un factor común además de la desigualdad y

es la incapacidad de interpretar las nuevas necesidades del mercado tanto nacional como

internacional y traducirlo en implementación de nuevos procesos que por un lado permitan la

llegada de la industrialización bajo una explotación de recursos responsable, brindando eficiencia

tanto de materia prima como de mano de obra y por otro lado la apertura del país a nuevos

mercados que demuestren ante los entes internacionales una versatilidad productiva que en

últimas llamaría la atención hasta para inversión extranjera, sin dejar de mencionar la

importancia del cierre de la brecha social existente tanto en la población rural como la urbana.