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Las tribus de las amazonas entre ellos los jívaros y záparos son pueblos que al
sentirse amenazados actúan instintivamente, llevando muchas veces a la destrucción
de sus aldeas a la muerte de su gente. Una población nómada del sur muy poderosas
no quería involucrarse en ese conflicto y su curaca Yahuarmaqui decidió migrar de esa
región y buscar otra, quemaron sus viviendas y tomaron rumbo del río Palora, los
pueblos aborígenes siempre se llamaban igual a la región donde habitaban, por tanto
ellos se llamaron los Palora, todos los pueblos aledaños se enteraron de su llegada, y
por su poderío, los pueblos enviaron emisarios y ofrendas para ofrecerles amistad y
alianza.
Finalmente estaba su hija menor Cumandá, que era una joven muy hermosa, y a
pesar de ello continuaba soltera, ella era algo diferente a sus hermanos. Cumandá
desde muy niña empezó a criarse con las costumbres de los Tongaba y hacía muchas
cosas en la tribu, un día ella cruzó nadando el Palora con una gran habilidad, por esto
sus padres la llamaron Cumandá. Cumandá tenía la costumbre de internarse en la
selva para caminar por largas horas durante el día, ella demarraba alegría y
felicidad, por todos los lados dónde iba, pero un día su actitud empezó a
cambiar, empezó a sentirse taciturna, nadie sabía lo que le estaba pasando, o lo
disimulaba muy bien, pero ella estaba enamorada.
Entre el río Palora y el Upiayacu, en las cercanías de este lugar se levantaban dos
palmeras que se encontraban muy cerca, también había dos lianas que tenían flores
de diferentes colores, en una de las palmeras había unos símbolos. Cumandá al verlo
empieza a sonreír y su corazón se llena de júbilo y ansiedad. Ella le comentó que
próximamente se celebraría la fiesta de las canoas en un lago llamado Chimano, que
ella sería la encarga de llevar las flores y decir unas palabras en la ceremonia. Luego
de la ceremonia Carlos y Cumandá pensaban casarse pero tenían miedo del padre de
Cumandá, ya que el odiaba a los europeos.
CAPÍTULO 5: Andoas
Es una pequeña tribu ubicado en la desembocadura del río Bobonaza, la tribu está
formada por unas cincuenta familias záparas, las cabañas estaban ubicadas a unos
cien metros de la orilla del río, los que se dedicaban a la pesca se encontraban más
cerca a la orilla, esta tribu era diferente a otras, ya que ellos habían aceptado a un
misionero, el mismo que los evangelizó y les enseñó muchas cosas de la agricultura.
Las viviendas eran individuales para cada familia, estaban separados por parcelas de
terreno que ellos cultivaban, eran pequeñas con la excepción de la vivienda del
Misionero que tenía dos pisos, otra edificación muy grande era la iglesia, la misma que
era capaz de albergar a todo el pueblo. La tribu estaba en lugar protegido al norte por
un acantilado profundo, que era de difícil acceso.
Carlos había cumplido ya sus veinticinco años, parecía haber vivido toda una vida, él
como fue enviado a la selva a evangelizar a los nativos. Cuando ya se encontraba
viviendo en la selva amazónica, Carlos con frecuencia se internaba en la selva con el
propósito de explorar, además le gustaba la solemnidad que estas tenían junto a la
soledad, surcaba diestramente las orillas del Pastaza, el Bobonaza y el Palora. Desde
entonces Carlos empezó a frecuentar ese lugar, las dos palmeras, la hermosa chica
era Cumandá, empezaron a entablar amistad, se miraban fijamente como si el uno
estuviera esperando al otro.
Carlos le había pedido permiso a padre para ir a la fiesta de las canoas al lago
Chimano, el no estaba de acuerdo ya que consideraba que era muy peligroso, pero
Carlos fue muy persuasivo y lo convención, P. Domingo también dio permiso a otros
indígenas para que vayan con Carlos, esto lo tranquilizaba. Mientras transcurría el día,
las canoas de los indios iban poblando las riveras del Pastaza, eran incontables, todas
eran similares, excepto por la de Yamarhuaqui, que era más y grande y tenía un
decorado llamativo. La travesía río abajo inició. Transcurrió todo el día y el el sol se
ocultaba por el horizonte.
CAPÍTULO 9: En el lago Chimano
Los invasores resultaron ser los zamoras y logroños liderados por Mayariaga, ellos
habían solicitado alianza al viejo curaca, pero éste al no querer participar abandonó el
lugar, pero el jefe Mayariaga, quedó ofendido y ahora busca venganza, el joven y
corpulento guerrero Mayariaga se enfrenta a su antiguo amigo el viejo guerrero de las
manos sangrientas, la batalla es incesante y el joven guerrero hiere al viejo curaca,
pero este levanta su ánimo y continúa luchando, para finalmente derrotar a Mayariaga,
y obtener su cabeza como trofeo de la gran victoria.
Cumandá fue con el mensajero, ella estaba dispuesta a sacrificarse por su amado
Carlos, el mismo que era prisionero de los jívaros, los dos en una pequeña canoa se
dirigieron al campamento cercano que habían levantado, Cumandá por ser la esposa
más querida del curaca Yahuarmaqui debía cumplir con la tradición de los jívaros de
ser sepultada junto con su esposo fallecido, para cumplir con esto ella tiene derecho a
un deseo que debe ser cumplido, el curaca sucesor Sinchirigra ofrece cumplir el deseo
de Cumandá, como ordena la tradición de la esposa sacrificada. El deseo de
Cumandá era ver por última vez al extranjero, el curaca sucesor estaba molesto por tal
petición, pero al haber dado su palabra la cumplió, fueron donde Carlos, él se
encontraba atado de espaldas a un árbol, conversaron por última vez, ella le entregó el
presente que su madre Pona le había entregado, lo puso en cuello. Luego miró a su
alrededor, su padre Tongana y su madre Pona, también fueron atados a unos árboles.
Era como media noche cuando el P. Domingo fue a buscar a Cumandá para ir a hablar
con los jívaros, pero se entera de que había partido para ser sacrificada, en ese
momento el misionero no puso que hacer, dijo a los záparos que prepararan una
canoa para ir en su búsqueda, pero ellos no eran hábiles en la navegación nocturna y
tenían miedo, pero tampoco querían desobedecer las ordenes del padre Domingo,
ellos iniciaron la preparación de la canoa, pero se tardaban demasiado, el padre
domingo pensaba en la suerte de su hijo y de la pobre muchacha, entre tanto el alba
se hacía presente los záparos iniciaron la travesía, cuando llegaron al lugar dónde se
encontraba Carlos, lo miraron, él seguía con vida, lo desataron, así como al viejo
Tongana y Pona. Pona se da cuenta que Carlos tiene la bolsita que le había dado a
Cumandá, entonces Carlos la abre y mira un relicario con una foro, era la esposa de P.
Domingo, entonces Pona les cuenta la verdad, Cumandá, era la hija de P. Domingo,
Julia. Tongana que se encontraba mal herido ha fallecido.
Los záparos empiezan a seguir las huellas de los jívaros, ellos llevaban gran ventaja
respecto a Carlos y al P. Carlos y los demás siguieron al grupo de tierra, un záparo
tuvo la idea de cortar camino para alcanzarlos, pero debido al mal tiempo el río estaba
crecido y la caminata por tierra era dificultosa, el pero el ánimo de encontrarse con su
hija le daba fuerzas al padre Domingo y a Carlos. Carlos estaba entristecido por la
muerte de Cumandá. Pocos meses después Carlos sigue a Cumandá en el sendero
eterno de la muerte.