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La propia naturaleza de las obras multimedia supone que se han creado a partir
de elementos de diferente naturaleza, textuales, sonoros, visuales, etc…. Si estos
elementos han sido desarrollados expresamente para la elaboración de esta obra
estamos ante una creación original y es, como cualquier otra obra original, objeto
de Propiedad Intelectual y de derechos de autor.
Pero ¿qué ocurre cuando esta obra incorpora elementos creados por otros
autores que no intervienen directamente en su creación?, ¿cómo se contemplan
los derechos de estos autores cuando sus obras forman parte de otra creación con
una nueva entidad propia?
Licencias
Las licencias son el modo más común de obtener el permiso del titular de una obra
preexistente. Deben otorgarse por escrito y contener una descripción de las
actividades autorizadas (edición en CD-ROM, comunicación pública a través de
redes de telecomunicaciones, etc.).
Las obras de nueva creación le son aplicables los principios a que hacíamos
referencia en el punto anterior. Es necesario tener en cuenta que en este tipo de
obras intervienen generalmente varias personas, cada una de las cuales se
encarga de un aspecto diferente (algunas están abocadas al aspecto gráfico, otras
al sonido, etc.). Cuando la obra se realiza en colaboración, es obvio que los
derechos, salvo pacto en contrario, pertenecen a todos los partícipes por igual.
Pero si se trata de una obra asalariada, los diversos sistemas legales no brindan
una solución uniforme. Bajo la ley estadounidense, y a menos que se indique lo
contrario en el contrato, debe considerarse autor al patrón o a la persona que haya
ordenado el trabajo. No ocurre lo mismo en los sistemas legales de la Europa
continental ni en algunos otros de América Latina (como Argentina) en donde la
situación es inversa ya que, a menos que el empleado transfiera sus derechos al
patrón, los tiene respecto a trabajos de su creación.
Dominio público
Los ficheros que contienen imágenes, gráficos, sonido, etc. que han sido cedidos
al dominio público no requieren de ningún tipo de autorización y pueden ser
incluidos libremente en cualquier tipo de obra.
Foto 1: En este caso el autor de esta página web no tiene que pedir permiso para
reproducir las obras ya que éstas no están ya bajo la proteccion de los derechos
de autor, aunque siempre tendrá que respetar la autoría y la integridad de la obra.
Las obras que se encuentran bajo el dominio público por haber transcurrido el
plazo de su protección (70 años desde el fallecimiento del autor) se pueden utilizar
libremente sin necesidad de pedir permiso, licencia o retribución por derechos de
autor.
Su problemática
Es bien sabido que "no resulta una tarea sencilla dictar normativas en Internet que
permitan establecer derechos, responsabilidades y obligaciones para los
internautas". En materia de derechos de propiedad intelectual, éstos no escapan a
la regla y ya existe una especie de pugna entre quienes regentean tales derechos
y los usuarios de la red. Estos últimos, "consideran que el derecho a la información
está por encima de otros derechos como el de la propiedad intelectual" y abogan
por su no vigencia en Internet con el fin de lograr el libre flujo de la información en
todo el planeta. Por su parte, desde el seno de la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual (OMPI), ya se están estudiando fórmulas para adecuar la
legislación internacional relativa a los derechos de autor a las exigencias de las
nuevas tecnologías digitales. Pero más allá de esta puja de intereses, actualmente
los usuarios de la red están haciendo frente a las deficiencias del derecho común
desarrollando códigos de conducta (autorregulación) y buenos modales
("cibermodales"). Su finalidad es clara: obligar a los usuarios y operadores de
sistemas de cómputo que deseen copiar o distribuir un trabajo, a respetar todo el
derecho de autor, patrimonial y moral.
Los derechos morales de autor no están reconocidos por igual en las legislaciones
nacionales. Mientras que algunos países como los de la Unión Europea los
reconocen expresamente aunque con diferentes grados, otros como Estados
Unidos, por ejemplo, carecen de una protección expresa hacia este tipo de
derechos aunque la jurisprudencia norteamericana ya se ha ocupado de ofrecer
una tutela similar sobre ciertos trabajos derivados. El principal inconveniente que
se presenta a la hora de aplicar los derechos morales en la red, sobre todo en lo
que respecta al derecho de integridad del trabajo, está dado, fundamentalmente,
por el hecho de que los trabajos publicados en Internet son modificados,
reenviados y distribuidos constantemente.
Impresión
En la mayoría de las veces, la incomodidad de leer un texto extenso en la pantalla
de la computadora nos obliga a imprimirlo. A la reproducción efectuada mediante
la grabación del documento en la memoria rígida del ordenador, se suma ahora
una nueva reproducción aunque en diferente soporte, el papel. También en este
supuesto hay quienes entienden que, salvo prohibición expresa, la impresión de
un texto, imagen, etc. está autorizada en forma implícita desde el momento que el
autor introduce la obra en Internet
INSTRUCCIONES PARA LA SOLICITUD DE REGISTRO DE PÁGINA WEB Y
OBRA MULTIMEDIA EN LA REPUBLICA DE PANAMA
Los datos mencionados en la obra que se desea registrar, deben coincidir con la
información consignada en este formulario.
2. Fecha de Terminación: Anote la fecha (día, mes y año) en que el autor terminó
la obra a registrar.
3. Formato presentado: Es el soporte material en el cual el autor presentara su
depósito de la obra a la oficina de Registro del Derecho de Autor y que puede ser
papel, CD, DVD, disquete u otro
Sujetos.-
Sin perjuicio de los derechos sobre la obra originaria, son también objeto de
protección las traducciones, adaptaciones, transformaciones o arreglos de obras
de expresiones del folclor, así como también las antologías o compilaciones de
obras diversas y las bases de datos que, por la selección o disposición de las
materias, constituyen creaciones personales.
1. El director o realizador.
2. El director del argumento.
3. El autor de la adaptación.
4. El autor del guión y diálogos.
5. El autor de la música especialmente compuesta para la obra.
6. El autor de los dibujos, si se tratare de diseños animados.
Salvo pacto en contrario, cada uno de los coautores puede disponer libremente de
la parte de la obra que constituye su colaboración personal, para explotarla en un
género diferente y dentro de los límites establecidos en el último párrafo del
Artículo 4.
Sin perjuicio de los derechos de los autores, el productor puede, salvo estipulación
en contrario, ejercer en nombre propio los derechos morales sobre la obra
audiovisual, en la medida en que ello sea necesario para su explotación.
PROGRAMAS DE ORDENADOR
Salvo pacto en contrario, el contrato entre los autores del programa de ordenador
y el productor implica la cesión limitada y exclusiva, a favor de éste, de los
derechos patrimoniales reconocidos en la presente Ley, así como la autorización
para decidir sobre la divulgación y para ejercer los derechos morales sobre la
obra, en la medida que ello sea necesario para la explotación de la obra.
Contenido
El autor de una obra tiene, por el solo hecho de la creación, la titularidad originaria
del derecho sobre la obra, que comprende a su vez, los derechos de orden moral
y patrimonial determinados en la presente Ley.
El derecho de autor sobre las traducciones y demás obras derivadas, puede existir
aun cuando las obras originarias no estén ya protegidas, pero no entraña ningún
derecho exclusivo sobre dichas creaciones originales, de manera que el autor de
la obra derivada no puede oponerse a que otros traduzcan, adopten, modifiquen o
compendien las nuevas obras, siempre que sean trabajos originales distintos del
suyo.
No puede emplearse sin el consentimiento del autor el título de una obra que
individualice efectivamente a ésta, para identificar otra obra del mismo género,
cuando exista peligro de confusión entre ambas.
DERECHOS MORALES
Con la muerte del autor, los derechos morales de éste serán ejercidos por sus
herederos durante el tiempo a que se refiere el Artículo 42, salvo disposición
testamentaria en contrario.
Los derechos morales sobre las obras colectivas, las creadas por contrato de
trabajo o en ejercicio de una función pública, las audiovisuales y los programas de
ordenador, podrán ser ejercidos, según los casos, por quien las publique con su
nombre, por el empleador o por el ente público, o por el respectivo productor.
1. El derecho de divulgación.
2. El derecho de paternidad.
3. El derecho de integridad.
4. El derecho de acceso.
5. El derecho de revocar la cesión o de retiro de la obra del comercio.
El autor tiene el derecho de ser reconocido como tal, determinando que la obra
lleve las indicaciones correspondientes, y de resolver si la divulgación ha de
hacerse con su nombre, con seudónimo o signo, o en forma anónima.
El autor puede exigir al propietario del ejemplar único de la obra el acceso a éste,
en la forma que mejor convenga a los intereses de ambos, con el objeto de ejercer
sus demás derechos morales o patrimoniales reconocidos en la presente Ley.
El autor goza también del derecho exclusivo de explotar la obra en cualquier forma
y beneficiarse de ella, salvo en los casos de excepción previstos expresamente en
la presente Ley.
Siempre que la Ley no disponga otra cosa en forma expresa, es ilícita toda
modificación pública, reproducción o distribución total o parcial de la obra sin el
consentimiento del autor o, en su caso, de sus derechohabientes.
Duración y Límites
DURACION
EI derecho patrimonial dura la vida del autor y cincuenta (50) años después del
fallecimiento del autor, y se transmite por causa de muerte de acuerdo con las
disposiciones del Código Civil.
Las obras del dominio público pueden ser utilizadas por cualquier interesado,
siempre que se respete la paternidad del autor y la integridad de la obra.
LIMITES
Sin perjuicio de las formalidades registrales previstas en otras leyes, las entidades
de gestión colectiva deberán inscribir su acta constitutiva y sus estatutos en el
Registro del Derecho de Autor, así como las tarifas, reglamentos internos, normas
sobre recaudación y distribución, contratos de representación con entidades
extranjeras y demás documentos que establezca el reglamento.
Las acciones civiles que se ejerzan con fundamento en esta Ley, se tramitarán y
decidirán en procedimiento sumario, conforme a las disposiciones del Código
Judicial.
El titular del derecho infringido podrá pedir la entrega de los ejemplares ilícitos y
del material utilizado para la reproducción, a precio de costo y a cuenta de la
correspondiente indemnización por daños y perjuicios.