José Manuel Posada

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Excelente libro sobre la Estación Espacial Internacional (EEI) y los viajes espaciales. Recomendado por segunda vez.
Ahora que está de moda la EEI estoy releyendo partes de “Por qué el Espacio Huele a Parrillada” del astronauta
inglés Tim Peake que estuvo en la EEI en 2015.
Este librito debería ser imperdible para quienes les gustan los viajes y la exploración espacial porque habla de todo,
desde las cosas más trascendentales como la construcción misma del EEI hasta las más (aparentemente)
insignificantes, como el cuidado que se debe de tener al quitarse los calcetines estando en órbita.
La EEI, antes que nada, es un laboratorio científico de primer nivel en donde se han generado más de 1200 artículos
de investigación, comenta Peake, y todos los astronautas y cosmonautas ¡son científicos!, ¿qué otra cosa podrían ser?,
pues su trabajo principal en órbita es realizar investigación. Particularmente Tim Peake llevó a cabo experimentos de
microencapsulación, plasma frío, aleaciones de metales, procesos de envejecimiento, desarrollo de vacunas y
estructuras proteicas.
Lo que a mí me latió más de lo que platica es la manera en que está compuesta la propia estación, pues los países que
la construyeron utilizaron instrumentos, mecanismos y normas propios. Así que no hay estandarización en los
segmentos y módulos. Por ejemplo, en la parte rusa se tienen en las tomas 24 voltios, mientras que en la
norteamericana 124 voltios, por lo que los extintores son diferentes en uno y otro lado. Pero también son distintos los
tornillos, pasadores, la nomenclatura, los interruptores, el equipo de primeros auxilios, los sistemas de comunicación
interna, etc.
Dice Tim que en caso de emergencia, la comunicación oral del segmento ruso al norteamericano se interrumpe
mientras suena la alarma. Cuando pasa el sonido, se establece la comunicación y puedes volver a ver a tus
compañeros rusos… claro, si es que no regresaron en la Soyuz a la Tierra y dejaron a los demás en órbita.
Así que por primera vez en un década, digo yo, en este 2020, los norteamericanos tienen el control para ser ellos
quienes regresen a Tierra en caso de emergencia. Je.
Este libro es una joyita, de verdad.