Вы находитесь на странице: 1из 10

' ~ ·: . '- . .·: ··. . .. ·.·:.

. ! .~ ! . '·' .¡·

,·. •;

.......·.
.DERECHO PENAL

NOTAS PARA UN DE.R ECHO PENAL DOMINICANO


• ... . l.

·:. CAPITULffl

NOMBRE QUE DlfüE DARSE A ESTA _C IENCIA.- Si se revisan algunas


obras sobre la materia se verá que, mientras unos autores la llaman Derecho
Criminal; otros le dan d ~ombre de Derech.6 Penal.
Así, por ejem·p lo, Gair<itid y Vidal et Magno! la denominan Derecho Crimj-
nal, mientras Von Liszt, Ortolán y Chauveaux et Hélie y los autores españoles
e italiános, le dan el noinbre de Derecho Penal .
· Acerca· del uso ·de · ambas denomin aciones, Quintiliano Saldaña, en sus
Adiciones a la traducción dé la 81 va. eilición del Derecho Penal de Von Lizt
apunta que Jorge Bager y otros, usaron el nombre de Derecho Penal (Pein-
licher RechtJ para· designar la ciencia de !Os delitos y de las penas, as í como
que también fue usado en: fa primera públicación periódica alemana sobre
ciencias penales, intitulada Biblioteca de Ciencia Penal y de Legistación de
1797; que Giessen en. 1785, y otros creyeron, "que casos penales" tenía la
.misma ºsigrufica.Ción que las
causas criminales de los romanos, y crearon la
pabbra Crimzii:a( Recht (Derecho Criminal), traducción de ]us Criminak,
designando ·así el contenido del hasta entonces Peinlicher Recht. Derecho
Criminal se le llamó a
la materia desde entonces; pero esa innovación tuvo un
contridictor enériico en Tittman, quien le daba la.denominación de Derecho
'Periai.° .DichÓ~ autor
ciijo·: "En n~estro · tiempó no usamos la palabra de doble
sentid~ Cnminal Recht; deéiri1os Peinlicher Recht, si bien esta palabra sea
·l~almente l.mprecisa".' .Con 't odo, la· denominación de Derecho Criminal
siguió usándose en Alemania por más de medio siglo.
Esta denominación, según Saldaña, es anticuada, y prevalece hoy y debe

5
prevalecer, la de Derecho Penal, que es más castiza y aún más antigua, pues
fue usada por primera vez por Engelhard en 1756.
En verdad, si examinamos los dos nombres que se le han dado a nuestra
asignatura, veremos que ninguno parece apropiado, porque, si le llamamos
Derecho Criminal, parecería que no se ocupa sino del estudio del crimen o
aún del crimen y de la pena, quedando friera lo referente a los delitos, a las
contravenciones y a otras instituciones como las medidas de seguridad; pero
si le llamamos Derecho Penal, parecería que su materia propia es el estudio
·de la pena, y, de tal modo se ha notado la impropiedad de las denominacio-
nes, que Cuba, por ejemplo, no llama al suyo Código Penal, sino, aunque im-
propiamente, ''Código de Defensa Social'~.
El Derecho Penal ha sido definido, desde el punto de vista subjetivo, co-
mo el. "derecho de castigar, de imponer penas que corresponde al Estado",
y si es así, parece, como creemos, que dentro del concepto consagrado en
nuestro Código, y siguiendo el uso, debemos llamarle ''Derecho Penal", y
así lo haremos en estas lecciones.
DERECHO PENAL.- SU DEFINICION~- Garraud define el Derecho
Penal, como "el conjunto de leyes que reglamentan en cada país, el ejerci-
cio del derecho de represión por el Estado••.
Esta definición es incompleta, porque no contiene nada relativo a los prin-
cipios, a las medidas de seguridad, y a otras instituciones por medio de las
cuales la Política Criminal trata de prevenir el delito.
Es por esto que Cuello Colón lo define, desde el punto de vista objetivo,
como "el conjunto de normas establecidas por el estado que determinan los
delitos, las penas y las medidas de seguridad con que aquéllos son sanciona-
dos".
Esta definición está sujeta, para su validez, a que se estime que las medidas
de seguridad son parte integrante del Derecho Penal, lo cual no es aceptado
por aquellos que creen que no son penas, y que deben constituir un Código
aparte, muy especialmente, cuando son impuestas fuera de la comisión de
toda infracción, como ocurre con los menores o los dementes, o en aquellos
casos en que, en el Código de Defensa Social Cubano, se imponen a los auto-
res de delitos absolutamente imposibles, al considerárseles c;omo peligrosos.
Von Liszt lo define diciendo: "Derecho Penal e1 el conjunto de reglas ju-
rídicas esta1Jlecidas por el Estado, que asocian al crimen la pena como legi-
tima consecuencia". ·
El mismo Cuello Colón, considerando el derecho penal como una ciencia,

6
lo define diciendo que es "el conjunto sistemático de principios relativos al
d elito, a la pena y a las medidas de seguridad". Esta definición sería acepta-
ble, cuando se diera para las ciencias penales en general; pero no exclusiva-
mente para el derecho penal, el cual, en nuestro concepto, no estudia el deli-
to sino como fenómeno jurídico, en cuanto a sus elementos, a las circuns-
tancias de su comisión, y en cuanto a las penas y medidas de seguridad.
Nosotros creemos que se podría dar del Derecho Penal una definición
clara y precisa, como por ejemplo ésta: Derecho Penal es el conjunto de prin-
cipios y reglas jurídicas que determinan las infracciones, las penas o san-
ciones, y las relaciones del Estado con las personas con m otivo de las infrac-
ciones o para prevenirlas.
Al definir el Derecho Penal como lo hemos hecho, nos referimos al Dere-
cho Penal en su sentido real y propio, al que tiene por fin el mantenimi ento
del orden jurídico y la defensa social; pero de ningún modo, al Derecho Pe-
nal Disciplinario, proveniente del ejercicio de la potestad disciplinaria que
pertenece al Estado, cuyo fin es el mantenimiento por p arte de los fun cio -
narios, de una conducta ajustada a los deberes y obligaciones que su regla-
mento profesional les impone. Ya veremos con más precisión, las diferen-
cias que existen entre ambas disciplinas, al estudiar el delito penal y el deli-
to disciplinario.
Hoy existe, por otra parte, una tendencia bien acusada, a darle autono-
mía a una parte del Derecho Penal, la cual, por la gran impo rtancia que ha
adquirido, parece ameritar esa medida, ya que los principios que la rigen,
se apartan de los del Derecho Penal en su sentido más estricto. Nos referimos
al Derecho Penal Administrativo, así corno a las contravenciones, y a las
ideas expuestas por Goldschmit, Von Liszt, Ferri y otros, quienes, sostie-
nen el punto de vista de que debe ser así, "partiendo de la diversidad exis-
tente entre los delitos y las contravenciones".
Por otra parte, se arguye en tal sentido, la "insigni fic ante peligrosidad del
agente que comete las infracciones en esa parte comprendidas , qui en no le-
siona bienes jurídicamente protegidos, sino intereses administrativos admi -
nistrativamente declarados", y que, de ese modo, "se evitaría que hechos
insignificantes sean castigados con penas criminales, y al mismo tiemp o , nu -
merosos casos de imposición de inútiles penas cortas de privación de liber-
tad".

DISPOSICIONES QUE COMPRENDE.- El Derecho Penal está in tegrado

7
esencialmente, además de ciertos principios, por disposiciones o reglas que le
son propias, a saber:
a) Las que determinan las acciones y omisiones que son consideradas co-
mo dañosas para la paz pública, para la annonía de las relaciones sociales, y
por ende, para la vida de la sociedad misma.
b) Las que organizan las penas o castigos, o como dice el positivismo, las
sanciones.
c) Las que determinan las condiciones de la responsabilidad, teniendo en
cuenta los diversos grados o naturaleza de la misma, y las causas que pueden
agravarla, atenuarla o hacerla desaparecer.*
La legislación penal nuestra está contenida en el Código Penal, puesto en
vigor el día 20 de agosto del año 1884, modificado y completo por un gran
número de leyes especiales.

LUGAR QUE OCUPA EL DERECHO PENAL EN LAS DISCIPLINAS


JURIDICAS.- El derecho, en general, se ocupa del estudio de las relaciones
que se establecen entre los hombres. De éstas nacen derechos y obligaciones.
El Derecho Penal estudia algunas de ellas, y vamos a ver cuáles son y entre
qué personas se establecen. ·
Para hacer esa demostración, vamos a adoptar la clasificación más acep-
tada del Derecho, que es como sigue: se le divide en Derecho Privado y Dere-
cho Público. El primero estudia las relaciones de los hombres considerados
como personas. El Derecho Penal no forma parte de estas disciplinas. En
efecto: supongamos que ·un individuo haya cometido una infracción penal
cualquiera; si se declara su culpabilidad, nacen de esta cirCWlStancia, de un
modo principal, el derecho del Estado de imponer penas y el de ejecutar en
el condenado las que le hayan sido impuestas, y de parte de éste, la obliga-
ción de sufrir esa ejecución.
Por su parte, el .inculpado tiene el derecho de que, por virtud de las garan-
tías penales, no se le sancione sino por hechos previstos y penados por la
ley; que no se le ejecuten otras penas que las impuestas, y en la forma in-
dicada en la ley; y, para el Estado, la obligación de no pasar esos límites
legales.

Nota: No bu:balmas qui como lo bacen los autores flanclll!lla.. las naJas refal'entes a la olll8Dl&acl6a
de Ju auioddadia 9DCU1Pde 1 de p~ ., de insbulr. Ja de loa
que fatos baD de aeauh'. p~e. secan creamos, coadeñiiiíi el Dancho
blblmel:"i?o2izoCedlmleDto
Penal, otra
Ciencia que goza de Pllio@.ómf&.

8
Claro está, que estas relaciones no se han establecido entre personas pri-.
vadas, sino entre una de éstas y el Estado, o sea, entre el individuo y una
persona del Derecho Público.
El Derecho Público se divide a su vez en Derecho Público Internacional
y Derecho Público Interno. El Derecho Público Internacional e~tudia las
relaciones que establecen los Estados entre sí, y es claro, que no fonna parte
de éste el Derecho Penal. El Derecho Público Interno se ocupa del estudio
de ciertas relaciones que se establecen entre Jas personas privadas y el Estado.
A esta rama del Derecho pertenecen: el Derecho Constitucional, el Derecho
Administrativo y el Derecho Penal, como ya lo vimos.

RELACIONES DEL DERECHO PENAL CON OTRAS CIENCIAS.- El


Derecho Penal tiene relaciones muy íntimas con otras ciencias, y es necesa-
rio que, antes de seguir adelante, establezcamos cuáles son esas ciencias y
esas relaciones.

CON LA MORAL.- La Moral es la ciencia de las costumbres, de Ja con-


ducta humana en las diversas circw1Stancias de Ja vida. Los deberes que ella
establece, se refieren a las obligaciones que tenemos para con nosotros mis-
mos, para con nuestros semejantes y para con Dios. Su dominio es más ex-
tenso que el del Derecho en general y, en particular, que el del Derecho Pe-
nal, el cual no sanciona o reglamenta sino deberes que nacen de las rel.acio-
nes de l.a vida en común - algunos deberes correspondientes a la Moral So-
cial- y nunca a la Moral Individual o a la Religiosa. Y decimos que algunos,
porque la ley penal no castiga o sanciona, y no debe conrrúnar con penas o
sanciones sino los actos perjudiciales o dañosos para el orden social, cuando
turben gravemente l.a seguridad pública, y cuando la sanción civil o repara-
dora sea ineficaz para evitar su comisión.
Ahora bien: como las costumbres y los sentimientos del hombre, y por
tanto la moral social, están sujetos a cambios y variaciones en el espacio y
en el tiempo, al variar éstos, pueden acarrear un cambio en el Derecho Pe-
nal, como ha ocurrido por ejemplo, en lo que al adulterio y a muchas otras
infracciones se refiere.

CON EL DERECHO CIVIL.- Ya vimos, al hablar del Derecho Privado,


que a él no pertenece el Derecho Penal, pero sí el Civil. Este reglamen ta al-
gunas de las relaciones de los hombres que viven en sociedad; fij a sus dcrc-

9
chos respectivos y asegura el respeto de éstos por medio de sanciones para
quienes realicen un atentado contra ellos.
Estas sanciones no son penales, sino reparadoras, como por ejemplo:
a) El restablecimiento del estado de cosas anterior al acto antijurídico, por
la destrucción de la situación creada por él;
b) La nulidad del acto contrario al derecho; y
c) La reparación de los daños e indemnización de los perjuicios causados
por el acto antijurídico.
En los primeros tiempos, las penas eran aplicadas como sanción para mu-
chas obligaciones nacidas de relaciones civiles, pues el Derecho Civil y el
Derecho Penal se confundían.
Hoy vemos, sin embargo, que, conforme a una evolución histórica muy
acusada, el dominio del Derecho Penal tiende a restringirse a causa de la civi-
lización, mientras se hace más extensa la esfera de aplicación del derecho
restitutivo. Empero, en otros dominios, y a causa de las grandes transforma-
ciones económicas que ha sufrido el mundo, la esfera del Derecho Penal se ha
extendido en algunos aspectos, como puede verse, en lo relativo a la legisla-
· ción obrera, al tránsito, a la asistencia social, y la Ley 1051, ahora 2402,
que crea el delito de abandono de hijos menores de 18 años.
Las relaciones entre ambas ciencias son, empero, muy íntimas, respecto
a ciertas acciones que caen a la vez en el campo de la ley penal y de la ley
civil, como los delitos agresivos y los delitos contra la propiedad o el patri-
monio, los cuales, a la vez que turban el orden público, causan un daño o
un perjuicio a las personas privadas. El delito puede dar lugar entonces a una
acción llamada pública, pertene~iente a la sociedad, y a otra llamada civil,
perteneciente a la víctima perjudicada.
Nuestro legislador, como el francés, reconoce la existencia de esas dos ac-
ciones, pero las ha separado, tal como puede verse en el artículo 3 del Código
de Procedimiento Criminal. Hoy, sin embargo, bajo la influencia de las doc-
trinas positivistas, tal separación ha sido denunciada como un error penoso y,
como medio de conseguir una mejor protección de los intereses de la víc-
tima de la infracción, se establece en muchos Códigos modernos como un
deber para la Sociedad asegurar, por todos los medios, la reparación del
daño causado, y proclamar que la sanción civil en tal caso, tiene un carácter
e interés absólutamente sociales con el mismo título que la sanción penal
(Ver los artículos 110 a 117 del Código de Defensa Social de Cuba).

10
CON EL DERECHO CONSTITUCIONAL.- Es indudable que el cambio
o la evolución de l_os principios políticos de un país, tiene una gran influen-
cia en los fundamentos y características del Derecho Penal, independiente-
mente de los conceptos morales. El Derecho Penal consideró como delic-
tuosos, muchos hechos como la herejía, ei ateísmo, el sacrilegio y el crimen
de lesa majestad. Esas incriminaciones han desaparecido, no debido por cier-
to, a un progreso de la moral social, sino a un mayor respeto a los derechos
individuales, consagrados en la mayor parte de las Constituciones posterio-
res a la Revolución Francesa, por ejemplo, sobre la libertad de pensamiento,
de conciencia, de palabra, etc.
La legislación constitucional ejerce también una influencia muy marcada
sobre la fijación de los derechos del prevenido o del acusado, durante el pro-
ceso y después del fallo, y sobre todo, en las disposiciones que garantizan el
libre y cabal ejercicio del derecho d·e la defensa (Artículo 8, acápite 2, letra
j de la Constitución).

CON EL DERECHO ADMINISTRATIVO.- El Derecho Administrativo


tiene por objeto el estudio de las condiciones destinadas a asegurar la satis-
facción de las necesidades sociales, y reglamentar el ejercicio de las múltiples
funciones de la autoridad.
De aquí que se hayan creado instituciones de gran importancia y utilidad
en la lucha contra la delincuencia ; para el estudio de sus causas y destrucción
de los factores que le dan origen, sobre todo hoy, cuando en nuestro país,
ha alcanzado tal auge la asistencia social, al grado de que se hiciese necesario
organizarla debidamente.
El Derecho Penal suministra al Administrativo sus sanciones, como ocu-
rre en los delitos electorales, de aduanas, y en general, en los delitos fiscales
y financieros.

Acúca de estos últimos cabe observar que se está haciendo cada vez mas
corriente aplicar las penas del derecho penal común a los fraudes fiscales,
lo cual es debido a que como el legislador se ve forzado a awnentar los im-
puestos a causa.de las muchas y nuevas funciones que el Estado está obliga-
do a desempeñar; y como para su percepción hay que confiar a menudo en la
buena fe de las declaraciones del contribuyente, la elevación de los impues-
tos incita al fraµde y a la simulación, y como las penas propias del Derecho
Administrativo han parecido insuficientes para contener a los infractores,

11
se ha recurrido a las del derecho penal común, tales como la privación de
libertad, por ejemplo.

CON EL DERECHO INTERNACIONAL.- La ~fü;ac1on '1él ·Derecho


Penal da origei'. a múltiples.•ruestion~ de derecho intema~.~las cuales
son tanto mas)tecuentes, cuanto mayores las relaciones entre los Estados;
y los delincumltes encuentran en las facilidades de trasladarse de un país a
otro, un medio de evadir las persecuciones y la ejecución de la pena. Ello ha
dado origen a· las. teorías de la territorialialidad, de la personalidad y de la
ubicuidad· de la ley penal, y a la institución mundialmente aceptada de la
Ext~adición.
Los Estados han comprendido la necesidad de entenderse y prestarse mu-
tua ayuda en la lucha contra la delincuencia, y así lo han hecho por medio de
tratados y convenciones internacionales, como más adelante tendremos oca-
sión de verlo.

CON LA ECONOMIA POLITICA.- Es un hecho cómprobado, que exis-


te una relación muy íntima, entre el delito y la producción, la distribución
y el consumo de la riqueza. Por otra parte, el legislador hoy, al aplicar los
principios de la política criminal, así como al organizar el tra-
bajo en las prisiones, debe tener muy en cuenta los principios fun~enta­
les de la Economía Política.

CON LA ESTADISTICA.- La Estadística, valiéndose de la observación,


hace conocer las relaciones de causalidad entre los fenómenos físicos, pato-
lógicos, sociales y el delito, así como apreciar los resultados que se obtienen
con la aplicación de los medios represivos. Por e:;o es un auxiliar de primer
orden en el estudio de la criminalidad y del derecho penal. Es necesario pues
que el penalista como el legislador, estén atentos a sus índices.

CON LA ANTROPOLOGIA.- La Antropología tiene por objeto el estu-


dio del hombre, de sus caracteres físicos y de lo que le es característico, lo
cual es de sumo interés para el penalista.
\
CON LA PSICOLOGIA Y LA PSIQUIATRIA.- La Psicología moderna,
por medio del método experimental, ha obtenido notables progresos en
cuanto al estudio de los pensamientos, de los sentimientos y del modo de

12
desarrollo de la actividad intelectual y moral del hombre no delincuente
como del que lo es y del anormal. La Psiquiatría hace conocer las anomalí~
y la patología intelectual y mental de un gran número de delincuentes, que
no pueden ser declarados responsables, pero contra quienes sí importa tomar
medidas de defensa social.

CON LA SOCIOLOGIA.- La Sociología tiene por objeto el estudio, con


la ayuda del método positivo de la observación, de los diversos fenóm enos
sociales.
Ella se ocupa del estudio de las leyes que presiden la vida de las socieda-
des, por medio de un examen atento de las diversas causas que concurren a
su formación, desarrollo y decadencia.
El delito es un fenómeno jurídico, pero entre sus causas, las hay sociales,
y es indudable que tanto para el legislador, como para el juez penal y la ad -
ministración que ejecuta las penas, esta ciencia como las anteriores, es de un
conocimiento indispensable.

CON LA MEDICINA LEGAL,- Es innegable que esta ciencia, adem ás


de proporcionar medios de prueba eficaces en la investigación del delito ,
~porta conocimientos necesarios, en muchos casos, para resolver problemas
relaóonados con la culpabilidad y la responsabilidad.
Del mismo modo, la Biología, la Química, la Toxicología entre las cien-
cias aplicadas, tienen con nuestra materia, Íntimas relacion es.

CON LA HISTORIA.- La Historia nos suministra conocimientos acerca


de las costumbres, de las instituciones y de su evolución en los diversos pue-
blos y tiempos. Nos explica el por qué de la desaparición de unas, del naci-
miento de otras, y nos muestra un cuadro completo, lo más posible, d e las
luchas y medios empleados para extinguir la delincuenci a y los resultados
obtenidos. Sin tales conocimientos, es del todo imposible mirar hacia el p or-
venir del Derecho Penal con certeza.

CON LA LEGISLACION COMPARADA.- Está fuera de discusión que


el examen de la Historia y de la Estadística, unido al de las distintas legisla-
ciones actuales o pasadas, como expresión de la luch a contra el delito, pro-
porciona conocimientos de los cuales no puede prescindir el criminalista.
Sj compararnos nuestras leyes p enales comunes, las cu ales, como veremos,

13
tienen origen francés, con las muchas y modernas que el mundo entero tie-
ne, recibiremos la triste impresión de su notable atraso y vetustez, y de la ur-
gmte necesidad de su pronta reforma.

CON LA CRIMINOLOGIA.- La cual, por medio de los :resultados obte-


nidos por sus muchos y entusiastas investigadores, abre cada día nuevos y
más amplios horizontes históricos y políticos al estudio del derecho penal.
Es tan importante esta ciencia para el penalista, que sin ella sería imposible
establecer los verdaderos fundamentos del derecho penal, crear e individua-
lizar las sanciones, y establecer un sistema cerrado para luchar contra la de-
lincuencia, el cual, andando c;l tiempo, ha de concretarse en normas positi-
vas e institucionales de política criminal.

14

Вам также может понравиться