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ARTIGO ARTICLE 991

Reforma sanitaria, equidad y derecho


a la salud en Colombia

Health reform, equity, and the right


to health in Colombia

Mario Hernández 1

1 Departamento de Salud Abstract The author develops a long-term perspective to assess advances in equity and the right
Pública y Tropical, Facultad
to health in the Colombian health system reform. In a restricted political system, actors in the
de Medicina, Universidad
Nacional de Colombia. field of health in Colombia have chosen individualistic alternatives to legalize inequities in in-
Ciudad Universitaria, dividual purchasing power for services. Despite the complex regulations established in the Gen-
Carrera 30 Calle 45,
eral System for Social Security in Health, there is a trend towards consolidating traditional in-
Bogotá D.C., Colombia.
mha062@cable.net.co equities and to further restrict opportunities for achieving the right to health with full, equi-
table, universal guarantees.
Key words Equity; Health Care Reform; Health Rights; Health System

Resumen Se presenta una visión de largo plazo para la valoración de los avances en la equidad
y en el derecho a la salud de la reforma del sistema de salud en Colombia. En medio de un siste-
ma político restringido, los actores del campo de la salud en Colombia han construido opciones
de tipo individualista que tienden a legalizar las desigualdades ligadas a la capacidad de pago
de las personas. A pesar de los complejos mecanismos de regulación establecidos en el nuevo Sis-
tema General de Seguridad Social en Salud, la tendencia apunta hacia una consolidación de las
mismas desigualdades tradicionales y al distanciamiento de una garantía plena, equitativa y
universal del derecho a la salud.
Palabras clave Equidad; Reforma en Atención de la Salud; Derecho a la Salud; Sistema de
Salud

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Colombia adelanta una reforma profunda de y del campo de la salud y de la seguridad social,
su sistema de salud desde 1994 que ha sido en particular. El sistema de salud, organizado
promovida internacionalmente como un mo- jurídicamente en la década del 70, fue el resul-
delo aplicable para los países de América Lati- tado de tensiones y negociaciones complejas
na (Frenk & Londoño, 1997). Por medio de la Ley entre diferentes actores sociopolíticos de la so-
100 de 1993 (Colombia, 1993), se pasó de un ciedad colombiana, que han obtenido sólo par-
Sistema Nacional de Salud (SNS) a un Sistema cialmente lo que cada uno pretendía. Aún así,
General de Seguridad Social en Salud (SGSSS). grandes sectores de la población han quedado
El modelo ha resultado atrayente porque in- excluidos, y se ha acumulado una enorme frus-
corpora elementos centrales de la lógica del tración en medio de los intentos fallidos por
mercado de servicios en todo el sistema, como ofrecer, por lo menos, servicios de atención mé-
la competencia y la libre elección del usuario, dica para todos (Hernández, 2000a).
al tiempo que desarrolla mecanismos de regu- De tiempo atrás, la sociedad colombiana
lación, de solidaridad financiera entre ricos y venía construyendo diferentes formas de aten-
pobres, y nuevas funciones de la función públi- ción de los problemas de salud. Hacia la déca-
ca estatal. Según la Organización Mundial de la da del 60, había cinco formas diferentes de
Salud (OMS, 2000), el hecho de que, en Colom- atención: (1) los servicios para los ricos o “pu-
bia, los ricos gasten mucho más que los pobres dientes”, ofrecidos por el ejercicio privado de la
explica su primer lugar en el mundo en el indi- profesión médica en consultorios y clínicas, a
cador de “equidad financiera”. No obstante, es- veces apoyado en algún seguro privado; (2) el
ta perspectiva de evaluación tiende a ocultar seguro obligatorio, en sus múltiples formas,
los problemas de equidad de la reforma que que atendía a los trabajadores formales o asa-
apenas comienzan a ponerse en evidencia des- lariados de los sectores privado y público; (3) la
pués de seis años de implementación del mo- atención de los pobres, mediante dos estrate-
delo (Agudelo, 1999; Céspedes et al., 2000; Es- gias basadas en la caridad, ya fuera pública ba-
lava, 1999; Hernández, 2000a; Málaga et al., jo el nombre de “asistencia pública”, o privada
2000; Restrepo, 2000). bajo el nombre de “beneficencia”; (4) los meca-
El debate se ha movido entre los alcances nismos de atención y control de epidemias y
del modelo mismo y los problemas de su apli- enfermedades de alto impacto colectivo, deno-
cación. Pero los modelos de organización de minados de “salud pública” y a cargo del Esta-
los sistemas de salud no son simplemente co- do; y (5) todas las prácticas médicas populares
nocimientos aplicados. Son el resultado de un no científicas, producto del sincretismo cultu-
proceso sociopolítico que realizan cotidiana- ral acumulado, pero ubicadas en un lugar mar-
mente las fuerzas organizadas de la sociedad ginal y siempre subvalorado por los servicios
particular, en medio de las tensiones entre la legalmente aceptados. Así, los servicios de sa-
dinámica internacional, la nacional y la local, lud constituían una organización social frag-
entre lo estructural y lo coyuntural, lo que mentada con base en la dinámica del mercado
cambia y lo que se resiste (Hernández, 2000c). o en la capacidad de pago de las personas, con
En este artículo, trataré de presentar una sínte- ingerencia limitada del Estado. Quien tenía los
sis del proceso sociopolítico que conduce del medios, pagaba. Quien no los tenía, pedía. En
SNS al de SGSSS en Colombia, para tratar de todo caso, predominaba el mercado, a pesar de
ubicar en tal proceso los problemas de equidad los intentos de articulación desde el Estado
en los dos sistemas y los alcances y limitacio- desde la década del 30 (Hernández, 2000b).
nes de la reforma en curso. Durante los años 60, el país entró en la ruta
de la planificación para el desarrollo socioeco-
nómico desde el Estado, en el marco de los pac-
El sistema nacional de salud: tos internacionales establecidos en la alianza
la fragmentación propia del mercado para el progreso. En el modelo internacional, la
salud sería asumida como una inversión públi-
Colombia, como todos los países latinoameri- ca, y el sistema de salud debía estar articulado
canos, ha sido afectada por las tendencias mun- desde el Estado, bien a través del aseguramien-
diales de la consolidación de los Estados nacio- to universal o de un servicio único de salud ad-
nales y de la formación de los sistemas de sa- ministrado y prestado directa o principalmen-
lud durante todo el siglo XX. Así, la ausencia de te por el Estado (OPS/OMS, 1966). Pero tal pro-
opciones técnicas no explica la falta de un sis- pósito fue influido y transformado por el pacto
tema más universalista de servicios de salud en político entre los dos partidos tradicionales que
Colombia. Esto se explica por el tipo de relacio- instauró el Frente Nacional, entre 1958 y 1974.
nes de poder en el sistema político, en general, Dicho pacto, prolongado de facto hasta 1986,

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recompuso el modelo bipartidista predomi- puesta de conformación de un Servicio Único


nante en el sistema político y superó la amena- de Salud, en 1972, el proyecto se tachó de co-
za populista representada en la experiencia de munista. Se asimiló al modelo defendido y de-
gobierno militar del General Gustavo Rojas Pi- sarrollado por el presidente chileno Salvador
nilla entre 1953 y 1957. Al mismo tiempo, la Allende. El sistema político colombiano, deci-
magnitud y el desarrollo del pacto condujeron didamente bipartidista y excluyente, rechazó
al fortalecimiento del Estado excluyente, clien- en el Congreso tal propuesta. Los salubristas se
telista y patrimonialista que tanto pesa hoy en apoyaron entonces en la Teoría General de Sis-
el conflicto armado y en la escasa legitimidad temas para hacer convivir todas las viejas for-
del Estado colombiano (Hartlyn, 1993). mas de prestación de servicios en un SNS (Que-
Los actores sociopolíticos del campo de la vedo et al., 1990). Mediante facultades especia-
salud también entraron en una lógica patrimo- les al ejecutivo, el cuerpo técnico del MS dise-
nialista. En el momento en que la Ley 12 de ñó el sistema durante los años 70, con la idea
1963 (Colombia, 1963) ordenó desarrollar un de articular “funcionalmente” tres subsectores
sistema único de algún tipo, sobre la base de la en todo independientes: el oficial, el de seguri-
ampliación de la asistencia pública, cada cual dad social y el privado. El “cerebro” sería un
salió a defender sus fueros. Los trabajadores gran ministerio técnico, y los “aparatos conec-
sindicalizados y los empleados públicos defen- tores” serían los subsistemas funcionales de in-
dieron los servicios de salud por los cuales co- formación, infraestructura, recursos humanos,
tizaban, sin duda mejores que los ofrecidos por entre otros. La Figura 1 muestra la estructura
la asistencia pública. Los grandes empresarios básica del SNS establecido por el Decreto-Ley
desconfiaban de la administración pública de 056 de 1974 (Colombia, 1974).
sus aportes, a pesar de los beneficios del mo- Pero el intento resultó fallido. Cada subsec-
delo proteccionista que el Frente Nacional sos- tor conservó su autonomía y profundizó la de-
tenía. Las juntas de beneficencia y la Iglesia ha- sigualdad. Sin duda, la beneficencia perdió es-
bían acumulado poder en las regiones a partir pacio una vez se establecieron los contratos
de las instituciones de caridad, y no estaban
dispuestas a entregar sus bienes y servicios al
poder central. Pero también querían los auxi-
lios del Estado. Los médicos se dividieron entre Figura 1
los que defendían su vinculación con las insti-
tuciones de seguro social y de asistencia públi- Estructura del Sistema Nacional de Salud (SNS). Colombia, 1974.
ca, y los que promovían el ejercicio privado de
la profesión (Hernández, 1998).
Los habitantes más pobres, tanto del cam- En el contexto de un Estado interventor, planificador, centralista y asistencialista
po como de las ciudades en expansión, pedían
hospital y médico para resolver sus problemas,
y siempre había un político, liberal o conserva- SNS
dor, que prometía el servicio. En ocasiones, el Unidad Funcional
político cumplía con la construcción, como
parte de los mecanismos establecidos de inter-
mediación política entre centro y periferia, pe-
ro no con el funcionamiento del hospital o del Ministerio de Salud
centro de salud. O, también, la población, de Cabeza del sistema
todas las clases sociales, utilizaba las prácticas
médicas populares e indígenas, más por la des-
confianza cultural hacia la medicina occiden-
tal que por la ausencia de servicios. Subsector oficial Subsector seguridad Subsector privado
Así las cosas, la articulación del sistema de- (80% población asig- social (16-21% (5-10% población
bió sufrir varios embates, a pesar de la forma- nada 40%, atendida) población cubierta) atendida)
ción de los salubristas planificadores que de-
sarrollaron y ocuparon los cargos técnicos del
Ministerio de Salud (MS). La “salud pública” se Subsistemas de articulación entre los subsectores
comenzaba a entender como un sector del Es- (Información, recursos, infraestructura, planeación, etc)
tado encargado de la salud de toda la pobla-
ción y no solamente de la atención y la preven-
ción de epidemias. Cuando este grupo de tec-
nócratas convencidos llevó al Congreso la pro-

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con el Estado para recibir recursos y ampliar la ran los beneficios de una asistencia pública in-
red destinada a la asistencia pública. Pero la ló- discriminada. Los cálculos más pesimistas so-
gica de la caridad siguió primando en este es- bre la cobertura del Sistema a finales de los
quema. Además, los contratos fueron varias ve- ochenta hablaban de 40% en el subsector ofi-
ces demandados con éxito, por su inconstitu- cial, 18% en la seguridad social, 17% en prácti-
cionalidad y porque no había claridad sobre la ca privada, especialmente sustentada en el
persona jurídica que vendría a ser cada uno de prepago, y un 25% de población desprotegida.
estos centros y hospitales. Esta indefinición ju- Más que diferencias en cobertura, era claro que
rídica pesa aún hoy, como parte de la crisis estos tres subsectores tenían diferencias en ca-
hospitalaria que atraviesa el sistema en la ac- lidad, oportunidad y eficiencia, además de las
tualidad. reconocidas desigualdades geográficas en el
El Instituto Colombiano de Seguros Socia- acceso (MS, 1994).
les tuvo su propia reforma en 1977 y se distan- La cultura política que sustentaba la frag-
ció totalmente del control y del esfuerzo de ar- mentación se inscribía en el derecho a la pro-
ticulación a través del Sistema. Entre tanto, piedad, de la cual se derivaban los demás dere-
crecían, de manera dispersa y desigual, nuevas chos. Quien tenía, obtenía beneficios, con base
cajas de seguros para los empleados de las ins- en su capacidad de pago. Quien no tenía, pedía
tituciones públicas. El subsector privado fue y obtenía algo, gracias a la caridad pública o
creciendo progresivamente a través de los es- privada, siempre precaria y caprichosa. Éste no
quemas de prepago, desarrollados por el sector es el sustento de un Estado Social o del Bienes-
financiero y siempre subvalorados a la hora de tar como el que se consolidó en algunos países
definir las coberturas del sistema en su conjun- europeos sobre la base de la garantía de los de-
to. Entre tanto, las acciones de control y pre- rechos económicos, sociales y culturales con-
vención de enfermedades se articularon a la signados en la Declaración de los Derechos Hu-
red pública de centros y hospilares. Así las co- manos, en 1948. Tampoco se construyó ciuda-
sas, en la década de los 80, la expresión “Siste- danía en el desarrollo del SNS, en el sentido de
ma Nacional de Salud” se comenzó a aplicar la práctica cotidiana de un sujeto de derechos
sólo a esa red pública y no al conjunto de pres- y deberes en relación con los otros y respecto
tadores de servicios, mientras los demás “sub- de un Estado Social de Derecho. En consecuen-
sectores” siguieron su propio rumbo. cia, a pesar de que el Estado colombiano sus-
Puede decirse, entonces, que el desarrollo cribió formalmente el Pacto de Derechos Eco-
del SNS comprobó la fuerza sociopolítica de nómicos, Sociales y Culturales con la Ley 74 de
cada uno de los subsectores que habían creci- 1969 (Colombia, 1969), tampoco puede decir-
do en el marco de la lógica del mercado, frente se, como afirma Sarmiento (1997), que estos de-
a un Estado clientelista y patrimonialista, al rechos “entraron en vigor el 3 de enero de 1976”.
que también convenía la permanencia de estas
fracturas de la organización de los servicios de
salud. El intento de reforma del sistema, a fina- El sistema general de seguridad social
les de los años 80, con recursos del Banco Mun- en salud: la nueva fragmentación
dial destinados al proyecto de “Consolidación
del Sistema Nacional de Salud”, sólo terminó La inconformidad social con el SNS se venía
en una descentralización del manejo de la red expresando en diferentes medios. Al mismo
pública de salud hacia los municipios median- tiempo, durante la década de los 80, se profun-
te la Ley 10 de 1990 (Colombia, 1990), pero con dizó la crisis de los Estados nacionales en la
muchas dificultades administrativas y finan- medida en que ésta fue presionando la nueva
cieras para su ejecución. Hoy todavía se apre- expansión de las economías capitalistas, con
cian los escollos para la descentralización, no su terciarización y globalización de los proce-
sólo técnicos, sino políticos, relacionados con sos productivos, de distribución y de consumo
las viejas prácticas clientelistas del Estado, o (Restrepo et al., 1996). Aparecían nuevos acto-
con la simple y franca corrupción incontrola- res en el campo de la salud, como las empresas
ble, o con el conflicto armado cada vez más ex- de medicina prepagada, cada vez más fuertes y
tendido. articuladas a la expansión de la banca interna-
Así las cosas, el SNS lo único que hizo fue cional. También aparecían nuevas demandas
legalizar y, por esa vía, legitimar, la inequidad sociales, representadas en movimientos cívicos
acumulada en el terreno de la asistencia sani- reivindicativos regionales y locales, protestas
taria. Esto es, atención para ricos, para secto- urbanas más o menos organizadas, y movi-
res medios y para pobres, aunque existieran mientos étnicos fortalecidos. En la coyuntura
duplicaciones y, a veces, los pudientes utiliza- de un proceso de desmovilización de varios

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grupos guerrilleros, en especial del M-19, en década de los 90, existían en Colombia posicio-
un nuevo intento de incorporación a la vida ci- nes que iban desde el neoliberalismo extremo
vil, las fuerzas políticas tradicionales impulsa- hasta una socialdemocracia amplia, depen-
ron una Asamblea Nacional Constituyente, que diendo del lugar que cada actor ocupaba en el
culminó en la nueva Constitución Política de campo de la salud. En el calor de las discusio-
1991 (Asamblea Nacional Constituyente, 1991). nes en el Congreso, en el seno de los equipos
En este escenario, se produjo la expresión clara de nuevos tecnócratas de gobierno formados
de todas las tendencias que vendrían a apare- en la nueva economía de la salud, en escena-
cer en el proceso de discusión y formulación rios más o menos académicos, más o menos
del nuevo Sistema de Seguridad Social, excepto políticos, se fraguó el nuevo modelo.
las de los grupos insurgentes que no entraron El modelo resultante recogía elementos del
en el pacto. Esto es, el Ejército de Liberación debate internacional, con la convicción, en to-
Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolu- do caso, de disminuir progresivamente la pres-
cionarias de Colombia (FARC). tación directa de servicios por parte del Esta-
En un trabajo previo, se presentó un mapa do, de permitir la concurrencia de actores en el
de las posiciones políticas manifestadas por los mercado, tanto de prestación como de asegu-
actores sociopolíticos nacionales e internacio- ramiento, y de controlar, al mismo tiempo, las
nales que en ese momento se observaron (Her- desigualdades producidas por la capacidad de
nández, 1998). En la Tabla 1, se presenta una pago, problema reconocido a esa altura en to-
síntesis de las posiciones más importantes re- das partes (Restrepo, 1997). Algunos actores
gistradas en diferentes fuentes, en especial en la sociopolíticos lograron mantenerse por fuera
recopilación oficial realizada por el MS (1994). del nuevo sistema, conscientes de la posibili-
Pero el punto central está en reconocer que, en dad de perder derechos adquiridos, como los
el ambiente sociopolítico de comienzos de la empleados del sector de educación pública (FE-

Tabla 1

Las propuestas en el debate sobre la reforma.

Actor Características de la propuesta

Departamento Nacional de Planeación, Projecto de Ley 155/92. Fondos privados de pensiones como flexibilización laboral.
Ministerio de Hacienda, Ministerio del Trabajo

Instituto de Seguros Sociales Conservar Instituto de Seguros Sociales, separar salud de pensiones, aumentar
cotizaciones y mejorar gestión.

Ministerio de Salud (AD-M19) Proyecto de seguro universal de salud, Seguro Nacional de Salud, administrando
por el Estado.

Sindicatos Incluir salud en la reforma, conservar el ISS, no a fondos privados de pensiones,


ampliar seguridad social e incluir educación, vivenda, empleo, recreación.

Empresarios Privatización mediante mecanismo de seguros, no aumentar cotización.

Grupo conservador Incluir salud en la reforma, separar pensiones de salud, privatizar salud com sistema
de seguros o medicina prepagada.

Asociación de Empresas de Medicina Prepagada Privatización de salud com seguros privados, al estilo chileno.

Asociación Colombiana de Facultades Conservar Instituto de Seguros Sociales, separar salud de pensiones, mejorar eficiencia,
de Medicina (Asmedas) ampliar coberturas mediante contratación com sector privado.

Asociación Colombiana de Facultades Mejorar eficiencia del Instituto de Seguros Sociales o acabarlo, ampliar contratación
de Medicina (Ascofame) como prestadores privados.

Sindicatos de trabajadores de salud Ampliar coberturas del subsector oficial e incorporar al Instituto de Seguros Sociales
y al subsector privado en un servicio único.

Grupos étnicos Régimen especial según etnias y culturas.

Parlamentarios AD-M19 Sistema único de aseguramiento.

Grupo Hatogrande Aseguramiento, mercado regulado, público-privado, con subsidio a la demanda.

Fuente: MS (1994).

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CODE), los trabajadores de la empresa petrole- Solidaridad y Garantía – FSG), el pago de los
ra estatal (ECOPETROL), los miembros del Con- aseguradores per capita ajustado por riesgos
greso de la República con todos sus trabajado- (Unidad de Pago por Capitación) y la exigencia
res y las fuerzas militares. de un plan mínimo de beneficios (Plan Obliga-
El sistema es bastante conocido, dado el in- torio de Salud – POS). En la Figura 2, se mues-
terés que ha despertado. En la Tabla 2, se pre- tran las relaciones entre los actores del sistema
senta una síntesis de los tres componentes del y el lugar que ocupan los mecanismos de regu-
sistema de seguridad social: pensiones, salud y lación en el régimen contributivo. En la preten-
riesgos profesionales. Pero, en el caso de salud, sión de un aseguramiento universal, se plantea
es necesario hacer una síntesis de su estructu- la coexistencia de dos regímenes: contributivo
ra básica para los propósitos de este artículo. y subsidiado. El primero, con un plan de bene-
El nuevo sistema de salud parte de la sepa- ficios mínimo, denominado POS, para quienes
ración entre los servicios individuales y los ser- pueden cotizar el 12% del salario, con aportes
vicios colectivos en salud, para dejar los prime- distribuidos en 8% a cargo del empleador y 4%
ros en manos del mercado con competencia a cargo del trabajador. Los trabajadores inde-
regulada y, los segundos, a cargo del Estado. El pendientes cotizan el 12% de los ingresos de-
fundamento de dicha separación se encuentra clarados. El régimen subsidiado está dirigido a
en la teoría neoclásica de los bienes. Desde es- aquellos que demuestran no poder cotizar. Pa-
ta perspectiva, los bienes privados son aquel- ra ellos, se ofrece plan obligatorio subsidiado,
los que implican un beneficio individual dife- hoy con el 70% o menos de servicios del POS
renciado, por el cual las personas estarían dis- contributivo. Para detectar a los pobres, los
puestas a pagar. Los bienes públicos son sólo municipios deben aplicar una encuesta anual
aquellos con altas externalidades positivas o que combina criterios de la Línea de Pobreza
negativas, esto es, que afectan o favorecen si- (LP) y de Necesidades Básicas Insatisfechas
multáneamente a muchas personas en algún (NBI), lo que constituye un Sistema de Benefi-
sentido. Por esta razón, estos servicios debe- ciarios de Subsidios del Estado (SISBEN). El ré-
rían ser costeados con recursos públicos, por- gimen subsidiado es manejado por unos agen-
que nadie estaría dispuesto a pagar por ellos tes intermediarios denominados Administra-
(Banco Mundial, 1987). doras del Régimen Subsidiado (ARS), quienes
En el modelo de la Ley 100 de 1993 (Colom- contratan con las instituciones prestadoras de
bia, 1993), los servicios individuales quedan servicios (IPS) la atención de los pobres mere-
organizados por la lógica de un mercado de cedores del subsidio. Queda un grupo de servi-
aseguramiento, pero con elementos que incor- cios para la atención de enfermedades de alto
poran aspectos de la propuesta de la compe- costo o catastróficas, con una subcuenta espe-
tencia administrada o manejada de Enthoven cial del FSG. Se esperaba también la reglamen-
(1988). Los mecanismos más importantes para tación de algunos “lujos de hotelería” a los que
la regulación de la competencia, en el caso co- se denomina “planes complementarios”, pero
lombiano, que lo hacen tan atractivo en el con- esto no se ha realizado. En la transición, se su-
texto internacional, son: la obligatoriedad del ponía que la población vinculada al antiguo
aseguramiento, la existencia de un fondo único subsector oficial pasaría a afiliarse en alguno
al que confluyen todos los recursos (Fondo de de los dos regímenes, al terminar el año 2001.

Tabla 2

La reforma: sistema de seguridad social.

Pensiones Salud Riesgos profesionales

Dos regímenes: Dos regímenes: Modelo de seguro


Prima media Contributivo Contratado por empleador
Ahorro individual Subsidiado Con poca participación de trabajadores
Solidaridad Solidaridad Excluye independentes e informales
Posterga independentes Posterga independientes
Excepciones (militares, Excepciones (militares,
congresistas, educadores, congresistas, educadores,
petroleros) petroleros)

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El FSG está dividido en subcuentas que le Figura 2


permiten manejar diferentes componentes del
sistema. La subcuenta de compensación se des- Mecanismos de regulación.
tina al pago de las empresas promotoras de sa-
lud (EPS), con el monto de las Unidad de Pago
por Capitación (UPC) que resulten del número FSG

v
de afiliados. De esta forma, las EPS no compi- (fondo público)
ten por los aportes sino por el número de afi- $ x % ingreso
liados. La subcuenta de solidaridad se destina $ XUPC

vvv
a la financiación del régimen subsidiado, se ali- EPS COMP
menta con el monto correspondiente a un v
punto porcentual de los aportes de los afiliados
al régimen contributivo con más de cuatro sa- 0,5%
SOLIDAR
de UPC
larios mínimos de ingresos. Los recursos de es-
POS $ x facturación
ta subcuenta se suman a los que provienen de
la transferencia de recursos de la Nación a los PS-PE
municipios (Ley 60 de 1993 – Colombia, 1993b)
servicios
y los recursos propios que los departamentos y v v
los municipios dediquen a este fin. La sub- Usuario IPS CATAST

v
v
cuenta de Promoción de la Salud y Prevención
de Enfermedades destina el 0,5% de las UPC
recaudadas por las EPS para el pago de accio-
nes preventivas y de promoción. Esta subcuen- FSG = Fondo de Solidaridad y Garantía; EPS = Empresas promotoras de salud;
UPC = Unidad de Pago por Capitación; XUPC = pago por UPC;
ta recibe algunos recursos adicionales para ac- POS = Plan Obligatorio de Salud; IPS = Instituciones prestadoras de servicios;
ciones colectivas manejadas por el Estado. La COMP = Cuenta de compensación; SOLIDAR = Cuenta de solidaridad;
PS-PE = Cuenta de promoción de la salud y prevención de enfermedades;
subcuenta de enfermedades catastróficas fi- CATAST = Cuenta de enfermedades catastróficas.
nancia el costo de las enfermedades crónicas y
de alto costo, no incluidas en el POS.
En este sistema, se separan las funciones de
“administración del aseguramiento”, a cargo de das; (4) definición y manejo descentralizado de
las EPS, de “prestación de servicios”, en manos acciones de “salud pública”, es decir, aquellas
de las IPS. Se espera que las instituciones pú- dirigidas al control de problema de salud con
blicas y privadas confluyan en un ambiente de altas externalidades, tales como enfermedades
competencia y que los usuarios puedan elegir, de alto impacto, epidemias y desastres.
tanto su EPS como su IPS. Se conservaron las Seis años después de iniciado el desarrollo
instituciones más grandes que administraban de este modelo, la equidad en el acceso a los
los seguros obligatorios como EPS públicas (el servicios de salud deja todavía mucho que de-
Seguro Social, la Caja Nacional de Previsión, sear. El primer problema se expresa en el au-
entre otras), y se inició un proceso de autono- mento progresivo del gasto en salud, mientras
mización de los centros y hospitales de la red las coberturas siguen dejando mucho que de-
pública de servicios, con la denominación de sear. Aunque los cáculos aún son imprecisos,
empresas sociales del Estado (ESE). Estos hos- se reconoce un aumento del gasto total en sa-
pitales deben competir por los usuarios y esta- lud que va del orden del 6 o 7% del Producto
blecer contratos con los administradores del Interior Bruto (PIB), en 1990, al 10 o 10,5% del
aseguramimento. En general, el pago de las IPS PIB en 1999 (Málaga et al., 2000). Según el in-
por parte de las EPS se hace por facturación de forme de actividades del MS al Congreso de la
servicios realizados, y las tarifas son definidas República de 1999-2000, el 32,8% de la pobla-
libremente por los aseguradores, con base en el ción se encuentra afiliada al régimen contribu-
comportamiento de la oferta y de la demanda. tivo y el 22,5%, al régimen subsidiado (Málaga
El Estado se concentra en cuatro funciones et al., 2000). La depuración de la información
principales: (1) “modulación” o “rectoría” del por parte de la Superintendencia Nacional de
sistema, en concertación con los actores del Salud sugiere que un 13,5% de los afiliados al
sistema en el Consejo Nacional de Seguridad régimen contributivo pueden ser repetidos
Social y los consejos territoriales que se esta- (Málaga et al., 2000), mientras el régimen sub-
blezcan; (2) subsidio a la demanda de los extre- sidiado apenas cubre cerca de 50% de la pobla-
madamente pobres, con el fin de vincularlos al ción en condiciones de pobreza, según el indi-
mercado de aseguramiento; (3) vigilancia y cador de NBI (Herrera, 1999). El resto de la po-
control del cumplimiento de las reglas defini- blación se inscribe, entre un 5 y un 10%, en la

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“medicina prepagada”, o en el régimen de tran- con las dos características básicas de cualquier
sición al que se ha denominado “vinculado”, en mercado. Esto es, libre elección del usuario y
el cual los pacientes pagan porcentajes de las competencia entre oferentes por el precio de
tarifas en el momento de consultar la red pú- las pólizas. Aquí sólo es posible exigir al Estado
blica de servicios, según su clasificación en el el cumplimiento de un contrato (derecho con-
SISBEN. Queda un porcentaje pequeño, cerca- tractual) entre consumidores, aseguradores y
no al 3%, de trabajadores en regímenes espe- prestadores. La exclusión que resulta es obvia:
ciales. En suma, cerca del 40% de la población quien no tiene, no obtiene.
se encuentra en condiciones de vulnerabilidad. En segundo término, se encuentra el POS
Esto es, en esa zona entre la afiliación y la de- del régimen contributivo. Es claro que la ley es-
safiliación social completa de la que habla Cas- tablece un plan de beneficios amplio que po-
tel (1997) en su historia de largo plazo sobre la dría cubrir cerca del 90% de las patologías pro-
construcción de lo social. pias del perfil epidemiológico del territorio co-
Lo anterior indica que la meta de universa- lombiano. Pero aquí se configura sólo el dere-
lidad aún no se cumple y es poco probable que cho contractual regulado y la exigibilidad se re-
se pueda alcanzar en el mediano plazo, dada la duce al cumplimiento de tal contrato. Con fre-
caída progresiva del crecimiento económico, la cuencia los usuarios no conocen en detalle el
persistencia de la tasa de desempleo por enci- plan de beneficios y sus expectativas están ele-
ma del 20%, la política de disminución del gas- vadas en el momento de enfermar o percibir el
to público en medio del ajuste fiscal y la ten- riesgo de muerte; por su parte, los prestadores
dencia sostenida a la flexibilización laboral se ven constreñidos a la letra del contrato a la
(Agudelo, 1999; Hernández, 2000a; Rodríguez, hora de tomar decisiones clínicas, y los asegu-
2000). En estas condiciones, sólo unos pocos radores insisten en el control de costos. Aún
podrán afiliarse con base en su relación labo- está por hacerse un estudio detallado de los
ral, mientras aumenta la cantidad de población problemas que acarrea esta relación usuario-
que se verá obligada a acudir a la competencia prestador-asegurador en términos de la equi-
por el subsidio estatal o a su capacidad de pa- dad en el acceso, la oportunidad y la calidad
go en el momento de enfermar. del servicio. La reciente encuesta realizada por
Por otra parte, el efecto económico de la in- la Defensoría del Pueblo (c. 2000) sobre la cali-
termediación financiera sigue sin una valora- dad percibida por los usuarios es absoluta-
ción adecuada. Han aumentado el gasto públi- mente insuficiente para aproximarse a la com-
co y el privado en atención médica, pero no plejidad de esta relación que, en todo caso, se
han aumentado las coberturas. Esto sugiere un expresa en el aumento sostenido del número
problema de eficiencia que está por explorarse de quejas a la Superintendencia de Salud y a la
y que apunta a una evaluación seria del papel Defensoría del Pueblo, y de tutelas presentadas
de los aseguradores y de los intermediarios. ante la Corte Constitucional en asuntos de sa-
La situación también muestra una incapa- lud (Corporación Salud y Desarrollo, 1998; Gi-
cidad del sistema para superar las tradiciona- raldo, 2000).
les desigualdades acumuladas por el sistema El POS subsidiado no ha podido pasar del
anterior. A pesar de los mecanismos de regula- 70% de los beneficios del POS contributivo, en
ción, la relación entre planes de beneficios y sus mejores momentos. Esto implica una desi-
mecanismos de financiación ha configurado gualdad en la accesibilidad a los servicios, jus-
otra fragmentación que va de la libertad con- to en la población que más se encuentra some-
tractual a la caridad, como se muestra en la Ta- tida a riesgos de enfermedad y muerte. La pre-
bla 3. sencia de altas tasas de morbi-mortalidad por
Con base en su capacidad de ingerencia en enfermedades crónicas, degenerativas y por le-
el Consejo Nacional de Seguridad Social en Sa- siones entre población pobre (Málaga et al.,
lud, las empresas de seguros, hoy convertidas 2000) muestra la presencia de una heterogenei-
en EPS privadas, han logrado sostener sus anti- dad estructural, más que una transición epide-
guos planes de “medicina prepagada”, y se han miológica, en el caso colombiano. Pero esta si-
negado a la reglamentación de los “planes com- tuación no parece estar en la mira del actual
plementarios” que ordena la Ley. De esta for- sistema. Sólo se trata de paquetes de benefi-
ma, un porcentaje pequeño de la población, cios, costos y recursos disponibles. La deuda
con altos ingresos, sostiene una medicina pri- del aporte público a la subcuenta de solidari-
vada costosa y con diferencias claras en térmi- dad del FSG (Chamucero, 1999) presiona hacia
nos de calidad, oportunidad y accesibilidad. abajo las coberturas del régimen subsidiado y
Estos planes se comportan como un simple la posibilidad de ofrecer, por lo menos, el mis-
seguro privado ligado a la capacidad de pago y mo plan del régimen contributivo. En todo ca-

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REFORMA SANITARIA, EQUIDAD Y DERECHO A LA SALUD 999

Tabla 3

Los derechos en el Sistema de Seguridad Social Colombiano.

Servicios Planes de beneficios Mecanismo Derecho Inclusión-Exclusión

Individuales Medicina prepagada Mercado libre Contractual Capacidad de pago


POS contributivo Mercado regulado Contractual mínimo Relación salarial
POS subsidiado Caridad mediatizada Contractual limitado Condición de pobre extremo
Vinculados Caridad a medias Caridad limitada Capacidad de pago (menor)
ATEP Mercado Contractual limitado Relación salarial y empleador

Colectivos PAB Administración estatal Ciudadano Altas externalidades


descentralizada
Disponibilidad de recursos públicos

ATEP = Accidentes de Trabajo y Enfermedad Profesional; PAB = Plan de Atención Básica; POS = Plan Obligatorio de Salud.

so, la población beneficiaria ha entrado en la to a asumir. No de otra forma se explican los


lógica de la competencia por la limosna esta- aumentos en las tasas de enfermedades como
tal. En este terreno, no es posible configurar el la malaria, el dengue hemorrágico, la tubercu-
sentido de derecho ciudadano. A duras penas, losis, la sífilis congénita, entre otras (Franco,
los usuarios más avesados descubren que exis- 1998; Málaga, 2000).
te un contrato de obligatorio cumplimiento
por parte de una ARS y que tienem derecho a
reclamar su cumplimiento. Conclusión
Entre tanto, los que continúan en el régi-
men de vinculados están accediendo a un sis- Con todo, es posible afirmar que, en Colombia,
tema de caridad a medias que en todo caso muy a pesar del flamante primer lugar en “equi-
ofrece el obstáculo de la capacidad de pago. El dad financiera” en el mundo, el sistema de se-
sistema de riesgos profesionales se ubica en un guridad social en salud no ha logrado resolver
esquema paralelo de seguro colectivo definido los problemas de equidad acumulados en el
por el empleador, contractual y excluyente, a sistema anterior, el cual legalizaba las desi-
pesar de la existencia de mecanismos de parti- gualdades ligadas a la capacidad de pago de las
cipación de los trabajadores definidos en la Ley personas. El sistema producto de la reforma de
y sus decretos reglamentarios (Luna, sometido). 1993 pretende ser universal, equitativo, efi-
El único plan de beneficios que parece no ciente y de mejor calidad, pero aún no es posi-
tener una configuración contractual es el Plan ble hablar de éxitos claros en ninguno de estos
de Atención Básica (PAB), porque supuesta- objetivos. La opción colectiva adoptada en el
mente está a cargo del Estado, es gratuito y de seno de un sistema político todavía excluyente
acceso universal. El problema está en que cada y en el marco de una cultura política individua-
vez más se reduce a acciones estrictamente co- lista que no parece haberse modificado en la
lectivas, con altas externalidades y de alta prio- última década afianza la idea del derecho a la
ridad social y económica. El Estado trata de salud como un problema de acceso individual
ubicar las acciones preventivas en el POS, para a servicios de atención médica, en virtud de
que sean responsabilidad de las EPS y ARS, contratos individuales sostenidos en relacio-
mientras éstas se resisten por la dificultad de nes de mercado, más o menos reguladas, o en
definir cuándo estas acciones preventivas des- francas estrategias de caridad pública consu-
bordan el servicio individual y complican su mida individualmente pero con intermediarios
facturación por parte de las IPS. De allí la baja de dudosa eficiencia.
ejecución de la subcuenta de promoción y pre- En estas condiciones, sería atrevido afirmar
vención del FSG (Hernández, 2000a). La dester- que en Colombia avanzamos hacia la consoli-
ritorialización propia del mercado en los servi- dación de un derecho a la asistencia sanitaria
cios individuales ha ocasionado también un de tipo universal e incluyente. Por el contrario,
abandono de responsabilidades instituciona- un modelo con complejos mecanismos de re-
les de una serie de programas de control de en- gulación parece ocultar un problema de fondo
fermedades prioritarias que nadie está dispues- que no parece resuelto: la idea de la salud co-

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000 HERNANDEZ, M.

mo un servicio de consumo individual que pue-


de universalizarse por la vía del mercado. Pero
esta convicción tiende a sostener desigualda-
des injustas y superables. Nos encontramos,
entonces, frente a un reto doble: la superación
de las obstáculos que se derivan de tal convic-
ción y la construcción de nuevas formas de or-
ganización de los servicios y de los recursos
disponibles para garantizar el derecho univer-
sal a la salud.

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