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Bienvenidos a esta nueva sesión del curso Energías Sustentables.

Mi nombre es Julio
Vergara, profesor de ingeniería UC. Hoy profundizaremos algo del desarrollo
sustentable, destacando el indicador de desarrollo más simple y común de utilizar
aplicado a un caso. El concepto Desarrollo Sustentable abarca varios aspectos:
agua, salud, tecnología, energía. El programa de desarrollo de la ONU mide algunos
índices -relativos a personas- en su informe de desarrollo humano, como es el caso
del Índice de Desarrollo Humano, los índices de pobreza humana para ciertos países
e índices de género. El indicador más simple es el Índice de Desarrollo Humano, que
está constituido por tres elementos: uno de vida prolongada, otro de conocimiento y
otro de estándar de vida. El primero se mide como esperanza de vida al nacer, el
segundo se medía por tasa de alfabetismo y enrolamiento general, en ciertas
proporciones; y el tercero se mide por el producto interno per cápita. Estos tres
elementos se traducen en índices, por ejemplo, se asume nota 0 a una expectativa de
vida de 20 años, y 1 si es de 85 años; la nota final, hasta el año 2010, era la
suma ponderada de cada uno de estos elementos. Los países que superan el 80% se les
denomina muy desarrollados, los que superan el 70 se les denomina desarrollados, y
los de más de 55% poseen un desarrollo medio, y los que están bajo esa línea tienen
un bajo desarrollo. También existe un Índice de Desarrollo Humano ajustado por
desigualdad en base a los mismos valores, y otro Índice de Desarrollo Humano
segmentado por género. El indicador ha cambiado levemente, los tres elementos
permanecen; el segundo término ahora mide los años promedio de educación y los años
esperados de educación. Para el primero, el máximo es 15 años, y para el segundo es
18 años, que asume haber completado un máster. El índice final se calcula como la
raíz cúbica del producto de los tres elementos. Así, un país con una expectativa
media de vida de 85 años, más de 18 años de estudios efectivos y un PIB per cápita
sobre 75.000 USD obtendría un valor de 100%. Hoy el país de mayor desarrollo, según
el índice, es Noruega con un 95%, y el más bajo que hoy día se mide, es Níger con
un 35%. A modo de comparación, Chile tiene un 83%, que es la segunda mejor posición
de América Latina. Este indicador se evalúa periódicamente, y la trayectoria
permite apreciar tendencias y diseñar políticas públicas. Este mapa muestra la
esperanza de vida al nacer, con la escala de colores mostrada a la izquierda; se
muestra un segmento del mundo desarrollado que se representa por América del Norte,
Europa, algunos países de Asia y Oceanía. Como contraste se muestra la mayoría de
los países de África con una baja esperanza de vida al nacer, debido a la baja
disponibilidad de agua limpia, acceso a la salud y alimentos. También se aprecia
una banda en Asia con retrasos notables, aunque más avanzado que África. Este mapa
muestra la tasa de alfabetismo con sus respectivos colores. Se muestra un mundo
bastante homogéneo, salvo nuevamente por la mayoría de los países de África que
muestran un bajo nivel de alfabetismo. Hoy se prefiere contar la duración media y
esperada de educación, la duración media de los países de África nuevamente se
encuentra baja, está en los cinco años de escolaridad, la que además puede tener
una precaria calidad docente y tecnológica. El último indicador de este índice es
el Producto Interno Bruto per cápita, que destaca al mundo desarrollado y deprime
al mundo africano, y también el sur de Asia. Con los índices anteriores es posible
graficar los índices de desarrollo humano, en que no es raro que el continente
africano aparezca retrasado, con grandes desafíos para surgir. Veamos un simple
ejemplo desacoplado de efectos climáticos, se trata de La Española, una isla que se
orienta de este a oeste, por lo que el clima se espera muy parecido; alberga a dos
países muy similares en población, República Dominicana y Haití. Ambos países
tienen historias de gobiernos inefectivos, con guerras civiles y dictaduras, pero
se puede apreciar hoy una brecha enorme. Mientras República Dominicana se proyecta
como un país de servicio, con un PIB per cápita cercano a los 10.000 USD y un alto
alfabetismo, puede exhibir un buen Índice de Desarrollo Humano. En cambio, Haití
muestra indicadores pobres además de bajo crecimiento de la población, alta
mortalidad, acceso restringido a servicios de salud y agua. Podemos adelantar el
uso de electricidad, donde el desarrollo eléctrico en Haití es muy precario,
mientras que cada dominicano consume casi 1.600 kilowatt/hora cada año. De todos
modos este es un valor bajo que equivale a la mitad del promedio global.
Finalmente, es posible apreciar que existe una relación entre el estándar de vida
reflejado por el PIB per cápita y el Índice de Desarrollo Humano. En este cuadro se
pueden ver grupos de países con realidades similares. Los países de bajo desarrollo
casi no acceden a la electricidad, mientras que un pequeño consumo eléctrico
incremental evidencia un notable salto en el Índice de Desarrollo Humano. El
concepto de desarrollo sustentable abarca varios aspectos, entre los cuales podemos
encontrar el agua, la energía, la salud, la tecnología. Algunos de estos elementos
se pueden cuantificar y comparar, como el Índice de Desarrollo Humano, que es útil
para el desarrollo de las políticas públicas. El Índice de Desarrollo Humano se
construye a partir del estándar de vida, el conocimiento y la esperanza de vida al
nacer, convirtiendo los valores absolutos en índice. Vimos un anticipo del consumo
de electricidad per cápita de dos países. Un alto uso de electricidad per cápita
parece ser un buen reflejo del nivel de desarrollo, y viceversa. El consumo de
electricidad per cápita es un indicador cuya variación correlaciona con la
variación del PIB; así mismo, ese consumo es un indicador razonable del Índice de
Desarrollo Humano. Hasta la próxima.

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