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Daniela Serna Ochoa.

Grupo: 02

EL ROL DEL PSICÓLOGO EN EL CONTEXTO SOCIAL Y SU ESTRECHA


RELACIÓN CON LA ÉTICA

Sin duda alguna la psicología social y comunitaria aparece como una solución a muchos de los
problemas que se estaban presentando de manera dominante en épocas como los 70´s u 80´s, los
cuales se traducían a insatisfacciones y necesidades sociales fuertemente marcadas por
desigualdades insoportables que por lo visto las distintas prácticas o campos de la disciplina en
general que estaban teniendo un gran impacto en el momento no estaban teniendo en cuenta.
La diferencia entre el rol del psicólogo desde los distintos campos de aplicación y comparado
con el rol de este nuevo campo en ese entonces, es bastante amplia debido a que el psicólogo
deja de verse como un profesional con la capacidad y poder de intervenir sobre un individuo, que
se traduce a una relación básicamente unilateral de poder, en donde predomina el conocimiento
del profesional y el individuo/paciente siempre está expectante a que este lo guie hacia su
recuperación. En cambio, considero que algo muy particular de esta práctica en el campo social,
es precisamente esa relación de conocimiento y poder bidireccional entre el profesional y los
individuos del contexto en el que se interviene; por una parte los agentes externos (psicólogos),
facilitan el proceso de actuar de acuerdo con sus conocimientos propiamente psicológicos,
científicos y culturales; y por otro lado, los agentes internos (personas de las comunidades) en
aquel mismo proceso, generan un gran aporte sobre sus conocimientos históricamente
producidos, esos conocimientos acerca de su comunidad que son esenciales y de gran fuente de
ayuda para que el psicólogo social pueda comprender cuáles son esos problemas que se
presentan en su comunidad y reconozca su cultura.

Si bien es cierto que existen muchas características que hacen de un psicólogo social un
profesional bueno en su práctica, desde mi perspectiva y teniendo en cuenta el material
previamente leído, considero que existe un componente especial; ese componente hace referencia
a un interés evidente, directo y explícito que tiene el profesional en poner su quehacer al servicio
de la sociedad, es por esto que en esta práctica especialmente debe existir esa relación estrecha
con la ética; el profesional debe trabajar bajo exigencias propias de la ética como explicitar
tiempo, método y objetivos de trabajo, así como los criterios de resolución de problema, también
planificar y evaluar la tarea, hacer devoluciones (eventualmente escritas, como en el caso del
informe) y por supuesto transmitir los avances logrados a la comunidad científica y la población
en general, haciéndose cargo del compromiso respecto a la responsabilidad social por lo
producido colectivamente y con el contenido descubierto (Fabris, F, 2017)
En conclusión, un psicólogo social jamás va a imponer nada sobre un individuo ni un contexto,
por el contrario este va a situarse como un copensor que tiene cosas para proponer, que está
presto a dedicar sus esfuerzos para trabajar con aquellos procesos psicológicos que pueden
lograr que las personas produzcan transformaciones sociales y como resultado de esto, que las
liberen de las condiciones de privación, sumisión, exclusión y que les permitan lograr ese
bienestar de toda una comunidad que tanto desean.

REFERENCIAS

Fabris, F. (2017). Ética en Psicología Social. El otro y su tarea. Buenos Aires: Subjetividad
colectiva. Recuperado de http://subjetividad.com.ar/?p=188

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