4. Cerebro racional, cerebro emocional y cerebro instintivo.

Nueces y Neuronas

¿CUÁNTOS CEREBROS TENEMOS?

El médico y neurocientífico americano Paul McLean, en la década de los setenta estableció la

hipótesis del cerebro triple. En ella explica que tenemos tres tipos de cerebros y asociaba a
cada uno de ellos una serie de características y necesidades, así como diferentes estructuras
cerebrales. Pese a su rápida aceptación en el campo de la psiquiatría, los neurocientíficos
nunca llegaron a aceptar esta teoría, ya que técnicas modernas del estudio del cerebro han
permitido revelar que no existe tal distinción estructural en las áreas cerebrales.

No obstante, diversos autores hacen uso de este postulado para explicar las diferentes
necesidades que presenta nuestro cerebro de una forma más gráfica. En este caso la
utilizaremos para ver cuáles son las necesidades del alumno durante el proceso de
aprendizaje.

En su teoría McLean diferenciaba entre un cerebro funcional, racional y analítico, gobernado

por el córtex cerebral, implicado en el control de impulsos, las funciones ejecutivas, el proceso
planificación y el proceso de toma de decisiones.

El segundo cerebro sería nuestro cerebro emocional o sistema límbico, encargado de expresar
nuestros estados emocionales. Se activaría con estímulos que nos generasen emoción.

El tercer cerebro sería el cerebro reptiliano o instintivo, y estría relacionado con las funciones
de supervivencia del individuo como la seguridad, el hambre, la homeostasis, la
reproducción,…).

cerebro
racional

alumno

cerebro cerebro
isntintivo emocional

A continuación, pasaremos a ver cuáles serían las necesidades de nuestro alumnado según
este postulado. Recordemos que esta teoría no está aceptada por la comunidad científica, ya
que no podemos hablar de tres cerebros claramente diferenciados, pero nos ayudará a
conocer cuáles son sus necesidades para poder afrontar con éxito el proceso de aprendizaje.

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 4. Cerebro racional, cerebro emocional y cerebro instintivo.
Nueces y Neuronas

¿Qué necesita cada cerebro?

Cerebro Cerebro
Cerebro racional
emocional instintivo
Estimulación sensorial
Alcanzar los objetivos (olores, colores, texturas,...)
Estar bien alimentado
Resolver problemas Experimentar novedades

Que se le considere Estar bien descansado

inteligente IIusionarse
Sentirse en un ambiente
Planificarse Hacer frente al estrés seguro

Tomar decisiones con Experimentar Sentir que pertenece al

claridad reconocimiento grupo clase

Sentir que progresa Sentir que se le tiene en Sentirse sano

cuenta

Es bien sabido que podríamos incluir otras muchas necesidades a las mencionadas en el
esquema anterior. Pero esto nos ayudará a tener una idea de las necesidades que nuestros
alumnos deben sentir cubiertas para encarar de forma mucho más óptima sus fases de estudio
y aprendizaje.

Relación entre emoción y cognición.

Generar un estado emocional adecuado en nuestros alumnos es esencial. Desde hace mucho
tiempo, los maestros y docentes venían incidiendo en la importancia de que los alumnos
estuviesen alegres, tranquilos y motivados durante su aprendizaje, porque así adquirían de
forma más fácil y eficaz sus conocimientos. Pero actualmente, la neurociencia nos ha podido
hacer conocedores de hasta qué punto el exceso de estrés puede perjudicar, e incluso
bloquear, los procesos de aprendizaje.

Emoción Cognición

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 4. Cerebro racional, cerebro emocional y cerebro instintivo.
Nueces y Neuronas

¡Cuidado con el estrés!

Actualmente sabemos que existen dos mecanismos del estrés, así como sus utilidades y los
posibles problemas ocasionados de prolongar una respuesta en el tiempo ante una situación
estresante de forma inadecuada.

MECANISMOS
DEL ESTRÉS

de supervivencia de adaptación

Mecanismos de adaptación: son aquellos que preparan el organismo para realizar una
actividad que necesita cierta exigencia física o psicológica por nuestra parte. La presentación
de una actividad, examen o reto al alumnado supondrá una liberación de adrenalina y
noradrenalina que le permitirán estar atento y concentrado realizando su actividad. Una vez
finalizada, los niveles de estos neurotransmisores descenderán y volverán a sus niveles
convencionales.

Mecanismos de supervivencia: éstos deberían activarse únicamente ante un peligro físico real
como la presencia de un posible depredador. No obstante sabemos que en ocasiones se
activan ante la pérdida de imagen, estatus, valoración de los demás,… Es muy serio el efecto
de la activación de este mecanismo del estrés prolongado en el tiempo, ya que en algunos
experimentos con voluntarios se ha podido ratificar que durante su activación hay una mayor
participación de la amígdala (uno de los centros emocionales del cerebro) y disminuye el riego
sanguíneo en la parte del lóbulo prefrontal del cerebro. Teniendo en cuenta que esta última
parte es la encargada de intervenir en procesos como los de toma de decisiones, análisis
profundo, creatividad, resolución de problemas y otras funciones ejecutivas, nos encontramos
en una situación en la que además de sentir, ansiedad y angustia, también perdemos
facultades en los procesos de aprendizaje y toma de decisiones de forma efectiva y racional.

Participación Participación
de la del córtex
amígdala. prefontal.

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 4. Cerebro racional, cerebro emocional y cerebro instintivo.
Nueces y Neuronas

En otras palabras, ante una situación de bullying, sensación de hostilidad en el aula, exceso de
carga lectiva o sensación de incapacidad para hacer frente a los exámenes, nuestros alumnos
activarán de forma inconsciente este mecanismo del estrés, los cuales les llevará a ser menos
creativos a la hora de resolver problemas, tomar decisiones, planificar su estudio,
concentrarse,… Además esto podrá dañar su autoestima porque se sentirán menos capaces e
inteligentes lo cual repercutirá en volver a disparar los niveles de estrés al sentirse incapaces a
hacer frente a los retos propuestos.

Aumentan niveles
de estrés

menor activación
sentimiento de
en el córtex
incapacidad
preforntal

Pérdida de
creatividad y
eficacia

Por todo ello los docentes deberemos garantizar, en la medida de lo posible, un ambiente de
seguridad, calidez y cariño en el aula. Lo ideal es que los alumnos puedan expresarse de forma
sana, sin miedos a resolver sus dudas o a que el maestro, o sus compañeros, puedan herir su
autoestima mientras participan e interaccionan en el aula.