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EL LARGO VIAJE

Fernando Díez Martín

CAPÍTULO 8. EPÍLOGO: LA COLONIZACIÓN GLOBAL


El Paleolítico superior y el gran éxodo de Homo sapiens (50-10Ka)

El origen del Paleolítico superior en África

Hace unos 160Ka los derroteros evolutivos en el continente africano habían


conducido a la aparición de la especie Homo sapiens.

Entre 110 y 90Ka se expande hacia el Próximo Oriente

H. sapiens hace su aparición en el escenario evolutivo pertrechado de una


tecnología propia del Paleolítico medio, heredera de la que H. helmei había
comenzado a utilizar hace unos 300Ka en África oriental y similar a la que
producían los neandertares en diversas partes de Eurasia o los
descendientes del ejemplar de Narmada, en la India

Confinado al territorio africano: salvo en su temprana expansión hacia el


Levante, no emprendió otros movimientos de mayor envergadura

Entre 100 y 50Ka


1. H. sapiens se desarrolla en África
2. H. neanderthalensis se expande por Europa y Asia central
3. Los últimos descendientes de H. erectus sobrevive en el Lejano
Oriente

Transición hacia el Paleolítico superior en África


1. Enkapune ya Muyo
a. Horizonte de 40ka.
i. Abúndate industria lítica elaborada en obsidiana
(laminillas, microlitos y geométricos con dorso abatido,
raederas convergentes, cuchillos de pequeño tamaño)
ii.Conjunto faunístico poco diagnóstico
iii.600 fragmentos de cáscara de huevo de avestruz
(cuentas de collar)
2. Tecnología en Paleolítico superior: introducción de novedades
importantes en los equipos líticos
a. Desarrollo significativo de las técnicas laminares de talla
b. Variantes de la técnica levallois
c. Generalización de sofisticados núcleos laminares prismáticos.
d. Desaparición de otros artefactos retocados sobre lascas
(puntas)
e. Conjunto diversificado de objetos de dimensiones más
reducidas: leptolitización
i. Laminillas
ii.Microlitos
iii.Formas geométricas abatidas
iv.Soportes configurados (raederas, raspadores, buriles o
perforadores)
f. Soportes alternativos a la piedra: incremento de objetos
elaborados en hueso, conchas y asta y marfil: armas,
herramientas u ornamentos.
g. Más resistentes y eficaces que la piedra en armas arrojadizas.

¿Una revolución al filo de los 50Ka?


Las características observadas en el registro arqueológico posterior a los
50Ka han dado pie a diversas interpretaciones sobre el significado y alcance
de las transformaciones experimentadas en el comportamiento de H.
sapiens durante el Paleolítico superior.

El Big Bang

Algunos investigadores sostienen que tal revolución o big bang coincide con
el inicio del Paleolítico superior, momento en el que las transformaciones
culturales, sociales y cognitivas alcanzarían un grado sin precedentes en el
devenir de la evolución homínina. Esta teoría está en la base de que el
comportamiento humano moderno no habría venido de la mano de la
evolución estrictamente biológica sino más adelante e independientemente
de ésta; asociada a innovaciones como:
1. La aparición definitiva del comportamiento simbólico complejo
2. La producción arquitectónica
3. El uso planificado del territorio
4. La explotación diversificada de los recursos o
5. La complejidad de las interacciones sociales

Dicha revolución se habría plasmado en las relaciones que los grupos


humanos establecen con el medio ambiente transformando
irremediablemente el entorno natural a través de:
1. El incremento de la densidad poblacional
2. La intensificación de la presión sobre los recurso
3. La expansión y colonización de todo el orbe
4. La sustitución de los humanos arcaicos

El origen de esta revolución cognitiva se encontraría en una repentina


mutación genética de naturaleza neuronal producida hace 50Ka que habría
afectado a un pequeño grupo localizado en África del este y que se habría
expandido rápidamente.

No revolución

Otros arqueólogos niegan la existencia de tal revolución y proponen que


todos esos cambios de modernidad se produjeron gradualmente y hunden
sus raíces en el Paleolítico medio.

En el debate se intercalan distintos aspectos que se utilizan para apoyar


ambos puntos de vista, el gradual y el repentino:

Las transiciones técnicas

Caracterizada por una comprensible variabilidad que muestra cómo los


diversos rasgos diagnósticos convencionalmente utilizados para estudiar
ambos períodos no atienden a una división cronológica rígida.
1. La utilización del hueso: algunos autores han señalado que el hueso
no constituía una fuente importante de materia prima durante el
Paleolítico medio, ciertos ejemplos muestran lo contrario
2. Elaboración de objetos ornamentales: claro avance en la manufactura
de nuevos artefactos e innovación de relevancia en el
comportamiento humano: valor simbólico que trasciende su vertiente
meramente ornamental: redes de intercambio y comercio complejas.
Podría estar presente en otros contextos del Paleolítico medio.
3. Comportamiento territorial: ya durante el Paleolítico medio los grupos
humano incrementaron sus áreas de interés económico en una
medida equiparable a la observada durante la etapa inmediatamente
posterior
4. Grado de eficacia en la explotación del entorno: ya en el Paleolítico
medio se sostiene una caza táctica, además la evidencia del
paleolítico superior, al basarse en un período menor de tiempo, da
colecciones más numerosas y completas que las atestiguadas en el P.
medio. Estudios recientes muestran que los humanos pudieron haber
alcanzado un alto grado de planificación y desarrollo tecnológico en
sus actividades de subsistencia con bastante anterioridad a la
transición entre P. medio y superior. (las lanzas de Schöningen de
400Ka)
5. Las manifestaciones abstractas: Recientes hallazgos en la cueva
surafricana de Blombos sugieren que el dibujo con sentido abstracto
estaría ya desarrollado durane el P. medio africano.

La conclusión final es que los datos arqueológicos disponibles no apuntan de


forma inequívoca hacia una revolución vinculada al P. superior.

Signos arqueológicos que denotan un comportamiento humano moderno:


1. La diversificación y estandarización artefactual
2. La tecnología laminar y ósea
3. El desarrollo de elementos ornamentales artísticos y de contenido
simbólico
4. La diversificación y especialización económica
5. El incremento de los territorios de explotación
6. El desarrollo de vínculos de intercambio intergrupal

La gran revolución del Pleistoceno superior: la colonización global

El único rasgo del P. superior al que podemos aplicar de forma consistente


el concepto de revolución es al intenso fenómeno de expansión territorial
ligado a H. sapiens a partir de los 50Ka. A partir de este momento la especie
se embarcó en un proceso de colonización sin precedentes que, por primera
vez, puede considerarse netamente global y que superará con éxito
barreras ecológicas infranqueadas hasta entonces por otros taxones
humanos.

Algunos autores consideran que el inicio de esta expansión global de H.


sapiens coincidiría con un momento de presión demográfica en África
oriental apoyada en los cambio económicos que se documentan a lo largo
del P. final fundamentado en el proceso de intensificación en el
aprovechamiento de los recursos que habría llegado a su máximo apogeo
hace unos 50Ka cuando el uso de recursos complementarios parece más
diversificado.
Un espectro dietético más amplio estaría vinculado a una mayor presión
sobre los recursos disponibles o a una mayor competencia, que serían el
resultado final de un incremento paulatino de la densidad poblacional
humana en esta región.

Tras la superación de la crisis ecológica antes de los 50Ka, las ventajas de


todas y cada una de las parcelas desarrolladas por H. sapiens en los
milenios anteriores (competencia tecnológica, control regional del territorio,
alianzas sociales a gran escala, trasformaciones socioeconómicas, mejora
de los sistemas de comunicación intergrupal) habrían tenido sus frutos en la
expansión territorial iniciada durante el P. superior.

Próximo Oriente

Sabemos que los humanos modernos habían alcanzado esta región poco
después de su origen africano, entre 110-90Ka, H. sapiens elaboraba
instrumental tipo P. medio, enterraba a sus muertos, utilizaba ocre y
recolectaba conchas marinas. Desconocemos cuál fue el destino de estos
primeros grupos emigrantes: podría barajarse la hipótesis de que, tras un
repliegue de H. sapiens hacia África favorecido por condiciones climáticas
adversas entre los 80 y los 50Ka, se produjo una segunda incursión en torno
a los 45Ka.

El documento datado más antiguo adscrito formalmente al P. superior


proviene del yacimiento de Boker Tachtit, cuyo nivel 1 ha sido datado entre
47 y 45Ka con unas puntas levallois difieren tecnológicamente de las
observadas en el P. medio final de Kebara, sin embargo semejante
transformación técnica no es del todo nítida. Así pues la información
arqueológica disponible hasta el momento apunta más hacia un proceso
de evolución gradual local, al menos en su vertiente técnica, en el que la
gestión levallois será sustituida progresivamente por la laminar.

En las cuevas turcas de Üçagizli y Kanal han deparado producciones líticas


laminares cuyos soportes han sido configurados preferentemente en
raederas convergentes y cuyo inicio podría contextualizarse en torno a los
41-39Ka. En esos horizontes se han recuperado más de 500 cuentas de
collar y pendientes elaborados a partir de gasterópodos marinos.

Con posterioridad a los 32-30Ka, la importante secuencia del abrigo de Ksar


Akil ha deparado niveles adscritos al ahmariense y al auriñaciense
levantino, entidad arqueológica que podría tener un posible origen exógeno.
En este yacimiento libanés se han registrado también los restos humano
más antiguos pertenecientes al P. superior regional.

Europa

El P. superior y los primeros grupos de H. sapiens, pudieron haber llegado a


Europa hace unos 40Ka. Allí se encontraron con los neandertales. El carara
acara de las dos especies constituye uno de los capítulos más interesantes
de toda la investigación paleolítoca.

Arqueológicamente, los aportes de poblaciones nuevas se identifican con el


complejo tecnológico auriñaciense. Se cree que los humanos modernos lo
trajeron de la región levantina, por la costa del Mediterráneo oriental o bien
su origen estaría en los Montes Zagros iraníes. No existe acuerdo sobre
cómo y cuándo la industria auriñaciense se expandió por Europa.

Una hipótesis sugiere que los modernos llevaron consigo una versión inicial
de este complejo en fechas tempranas (40Ka) y que posteriormente se
desarrolló en Europa central hasta dar forma al auriñaciense clásico.

Otra perspectiva sugiere que los humanos modernos desarrollaron esta


industria tardíamente (36Ka.) en su versión más desarrollada y que tanto el
pre o protoauriñaciense como otras industrias del P. superior inicial datadas
entre los 40 y 35Ka eran obra exclusiva de las poblaciones neandertales
indígenas.

No contamos con ninguna evidencia consistente que confirme la vinculación


exclusiva entre el inicio del auriñacientes y H. sapiens. Los restos fósiles
más antiguos atribuidos a este taxón se documentan el yacimiento alemán
de Hahnöfersand (36,3Ka) sin industria lítica.

El enterramiento de humanos modernos de Kostenki 14 (30Ka) posee una


industria que recuerda al szeletiense centroeuropeo, mientras que en el
yacimiento rumano de Muierrilor, los fósiles sapiens se asocian con una
tecnología del P. medio. Todo ello refuta la idea de que en Europa este tipo
de industria fue elaborada en exclusiva por los neandertales.

Auriñaciense clásico y H. sapiens (35-28Ka) se caracteriza por:


1. Conjuntos líticos ricos en raspadores y hojas o láminas con retoque
escamoso
2. La manufactura de instrumental óseo
3. Desarrollo de importantes muestras de arte mueble

Al auriñaciense le siguieron el gravetiense o perigordiense superior (28-


21Ka), el solutrense (21-18Ka.) y el magdaleniense (18-10Ka.)

Los humanos modernos y los neandertales compartieron el territorio


europeo durante los primeros momentos del P. superios hasta que
finalmente los últimos fueron reemplazados o absorbidos por los primeros.
Los últimos neandertales se asocian con varias industrias del P. superior
inicial, que habrían evolucionado localmente a partir del musteriense del P.
medio como el chatelperronense (norte de España y Francia), el uluzziense
(Italia) y el szeletiense (Europa Central)

Chatelperronense: mezcla de algunos objetos de origen típicamente


musterienes y de otros rasgos novedoss tradicionalmente asociados al P.
superior. Los neandertales por fenómenos de aculturación y de contacto,
adoptaron algunas características del comportamiento tecnológico de H.
sapiens, aunque otros autores consideran que el chatelperroniense es
anterior al auriñacienes y sería el primero el que habría influido en el
segundo y no al revés.

Sapiens se implantó progresivamente por todo el territorio europeo y los


últimos grupos neandertales se fueron replegando hasta regiones refugio
localizadas en los extremos del continente (P. Ibérica y Cáucaso). Con
fechas recientes como 35-28Ka tenemos fósiles neandertales.
Las causa finales que llevaron a la extinción de los grupos autóctonos sigue
siendo una incógnita. Una posibilidad es que la llegada de los modernos
hubiera incrementado la presión sobre algunos recursos básicos, causando
el progresivo declive demográfico de los neandertales y su rápida
desaparición. Esta hipótesis se apoya en la premisa de uqe los neandertales
y los modernos no mantuvieron contactos culturales intensos o intercambio
genético.

Datos recientes podrían sugerir una relación más estrecha pues en Lagar
Velho se han recuperado restos fósiles pertenecientes a un niño de cuatro
años de edad y 24,5Ka que muestra mezcla de rasgos anatómicos
neandertales y modernos, resultado posiblemente de una hibridación sexual
entre especies y por tanto un mayor flujo genético y cultural que el
esperado.

Lejano Oriente

La llegada e implantación de H. sapiens al territorio de Asia oriental se


conoce de forma insatisfactoria debido a que el registro fósil y arqueológioc
para el período posterior a los 50Ka es muy incompleto.

La permanencia de H. erectus en partes del L. Oriente (Java) pudo verse


continuada hasta fechas tan recientes como los 50-27Ka y coincidir con la
llegada de los modernos.

Los primeros restos humanos vinculados a sapiens corresponden al


yacimiento de Salawusu (Mongolia): restos craneales y poscraneales de
apariencia moderna datados en 35Ka, el esqueleto de Laishui, los cráneos
de Ziyang y Liujiang y los enterramientos de la cueva superior de chukutien
pueden situarse en los 30Ka-

Otro cráneo moderno de la cueva de Niah (Borneo) datado en 40Ka.


Todos estos datos sugieren que los humanos modernos se habían
expandido por esta región hace unos 40-35Ka, fechas que se solapan con la
primera colonización humana del continente australiano. Sin embargo, si
Oceanía fue ocupada hace 60Ka sapiens debió de haber alcanzado el L.
Oriente significativamente antes de los que revela es registro fósil.

Las primeras evidencias del P. superior en los territorios septentrionales de


Eurasia proceden del yacimiento de Kara-Bom datado en 43Ka.
Los restos más antiguos de sapiens en Siberia están fechados en torno a 38-
37Ka y proceden de la cueva de Okladnikov.

Los humanos modernos que se adaptaron a estos territorios fueron


ampliando poco a poco su influencia geográfica hasta llegar a las latitudes
árticas y finalmente iniciaron la conquista del Nuevo Mundo.

Australia y el Pacífico

Desde hace unos 70Ma, Australia siempre ha sido un continente aislado.


Sahul era el paleocontinente integrado por Nueva Guinea, Tasmania y
Australia.
La única forma posible de que los humanos pudieran haber arribado a Sahul
sería a través del empleo de técnicas de navegación y del uso de
embarcaciones complejas.

Casi cuarenta yacimientos localizados en Australia, Nueva Guinea y


Tasmania han sido datados entre 40 y 30Ka. Estos datos concuerdan con el
marco de expansión global aceptado convencionalmente, según el cual los
grupos humanos que salieron de África a partir de los 50Ka alcanzaron
Sahul unos diez milenios después.

Sin embargo, esta perspectiva ha sido profundamente desafiada por las


dataciones de tres yacimietnos que se localizan en el norte del continente:
Malakunanja II y Nauwalabila Idatado entre 60 y 50Ka, Jinmium datado entre
176 y 116Ka, en 75Ka y en 58Ka. Estas dataciones contradicen de raíz el
modelo normativo de evolución humana en la última etapa del Pleistoceno.

Las críticas vertidas sobre estas dataciones se basan en tres objeciones:


1. La posibilidad de que los objetos líticos de cuarzo y cuarcita pudieran
no ser el resultado de actividad humana
2. Que las fechas sean erróneas
3. Que los materiales datados y los restos arqueológicos hayan sido
depositados en momentos distintos y mezclados posteriormente por
procesos possedimentarios

No existe ninguna evidencia que pueda confirmar la presencia de otra


especie distinta de sapiens en Australia.

Si aceptamos la posibilidad de que la colonización de Sahul haya podido


iniciarse hace 60Ka, el esquema de lo acontecido en África durante el P.
superior debería revisarse.

Cabe la posibilidad de que el éxodo de sapiens no estuviera exclusivamente


producido por un fenómeno demográfico puntual y se tendrían que tener en
cuana al menos dos oleadas expansivas diferentes: una primera y bastante
temprana, que hubiese seguido la costa asiática y hubiese desembocado
finalmente en Sahul; y otra posterior que se habría dirigido hacia los dos
extremos de Eurasia y fialmente hacia América.

Otra alternativa, obligaría a reconsiderar geográficamente el proceso


evolutivo de H. sapiens y a conceder al sureste asiático un papel más
importante en tal desarrollo.

Los grupos humanos que llegaron a Sahul fueron responsables de la


colonización temprana de algunas islas del Pacífico lo que puede sugerir que
los grupos humanos disponían de conocimientos técnicos sofisticados de
elaboración de embarcaciones y que dominaban las artes de navegación en
aguas abiertas.

América

Las nuevas tierras emergidas de Beringia lo estuvieron des hace unos


100Ka hasta hace unos 10Ka. Este corredor se veía conectado con otro
estrecho paso natural que se habría entre los casquetes glaciares
Lauréntido al oeste y Cordillerano del este. La ruta de paso llegaba hasta las
tierras australes.

Esta vía fue la ruta natural de expansión de diversas especies animales


asiáticas y debió de ser la que utilizaron los pobladores paleolíticos
siberianos para colonizar América en los compases finales del P. superior.
Una postura sugiere que la fecha más probable de acceso a estas nuevas
tierras debe situarse en torno a los 12Ka mientras que otra estima que la
entrada se produciría hacia los 30Ka.

La primera apoyada por pruebas ecológicas según las cuales Beringia debió
ser un territorio hostil parara los piones americanos entre los 30 y los 14Ka:
estepa de tundra deforestada con apenas algunos arbustos insufientemente
dotada para sustentar a los grupos humanos y las comunidades de
herbívoros. La mejora climática a partir de los 12Ka permitió la proliferación
de masas boscosas y la apertura definitiva del corredor occidental de
Norteamérica pudo favorecer el trasiego humano por estos territorios
septentrionales.

Diversos estudios antropológicos y lingüísticos sostienen que la separación


de los nativos americanos de sus ancestros asiáticos y el origen de las tres
familias diferentes de lenguas se corresponden con tres oleadas sucesivas
que se iniciaron en fechas similares.

El complejo Clovis se extendió hasta América Central y se caracteriza por


equipos líticos que incluyen puntas de proyectil bifacial, aflautado y de base
cóncava y por la elaboración de artefactos de hueso y marfil. Otros grupos
humanos se expandieron rápidamente hasta América del Sur y entorno a los
11Ka alcanzaron la Tierra del Fuego.

La segunda teoría se basan en estudios lingüísticos señala que la


diversidad de lenguas habladas por losnativos americanos es tan compleja
que para que las más de 140 familias llingüísticas pudieran haber llegado a
desarrollarse habría sido necesario un período de entre 20 y 40Ka.

Estudios genéticos han estimado que si los primeros americanos llegaron en


un único grupo, tal acontecimiento se debería haber producido entre los 29
y 22Ka. Puesto que el paso de Beringia habría sido muy complicado en este
período, los autores acaban sostenido que esta oleada debió producirse con
anterioridad a los 29Ka.

La pequeña mujer de Flores

La isla de Flores, situada en el archipiélago de Wallace.

Mata Menge y Boa Lesa: sedimentos con cronología cercana a los 840Ka:
instrumentos líticos asociados arestos fanísticos: H. erectus había alcanzado
un territorio tan remotos en las postrimerías del Pleistoceno inferior y dicho
viaje solo podría gaberse produciodo sorteando al menos 20km de mar
abierto utilizando algún medio de trasporte, aunque fuera oportunista y
ruidmentario.
En 2004, anuncio de la pequeña isla de Flores. En el sector VII de la cavidad
Liang Bua se han recuperado partes esqueléticas humanas junto con restos
faunísticos e industria lítica.

Lote de restos humanos: el cráneo, la mandíbula, la pelvis y diversos huesos


de las extremidades pertenecientes a un único individuo adulto del sexo
femenino que ha sido adscrito a la nueva especie Homo floresiensis.

Tiene apenas 1m. de estatura, su capacidad craneal es de 380cc y sus


rasgos morfológicos son indiscutiblemente derivados del género Homo.

Rasgos primitivos: bóveda craneal baja y larga, toro supraorbital marcado,


ausencia de mentón y estructura pélvida diferente a la nuestra
(australopitecina).

Rasgos avanzados: cráneo cercano al nuestro en proporción y grosor, toro


occipital y surco supratoral poco prominentes, carece de prognatismo facial
acusado, su dentición es análoga a la nuestra y sus extremidades inferiores
son básicamente modernas.

Su cronología se establece en los 18Ka y estuvo presente en el yacimiento


al menos entre los 40Ka y los 18Ka.

Se asocian con pequeños animales. Solo 32 objetos lítiocos proceden del


mismo nivel en el que se hallaron los restos humanos. El grueso de la
industria (5000 por m2) procede de otro sector de la cueva.

La mayoría de objetos están elaborados en chert volcánico y predominan


lascas y núcleos discoides, puntas, perforadores, láminas y microláminas.
Indicaría caza selectiva del animal Stegodon.

En línas generales, los rasgos que definen a H. floresiensi pueden


acomodarlo detro del grupo de los erectinos. Su morfología craneal y
corporal indica que se separó de la rama común en fechas tempranas,
mientas que la combinación específica de rasgos primitivos sugiere un
proceso adaptativo muy complejo. Sus descubridores proponen que es el
resultado de un largo proceso de endemismo propiciado por el aislamiento
insular: las condiciones medioambientales favorecieron la disminución
corporalprogresiva y el demismo hasta un punto en el que los cambios
anatómicos y fisiológicos fueron tan severos como los que observamos en la
pequeña mujer exhumanda.

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