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XXXIX ENCUENTRO DE GEOHISTORIA REGIONAL

Mesa temática N° 2: DIVERSIDADES SEXUALES, GÉNERO Y FEMINISMO

Coordinadoras:
Dra. Marcela Alejandra País Andrade (UBA-CONICET)
Mgter. Guadalupe Arqueros (Facultad de Humanidades-IIGHI.CONICET/UNNE)

Título: Feminismo y electrónica. Una visibilización de artistas mujeres dentro de


las prácticas electrónicas-digitales contemporáneas.

Autora: Sánchez Aquino, María Florencia.

Pertenencia Institucional: Licenciada en Artes Combinadas de la Facultad de Artes,


Diseño y Ciencias de la Cultura y becaria del departamento de Ciencia y Técnica de la
Universidad Nacional del Nordeste (FADyCC – SGCyT -UNNE). Alumna de posgrado
de la maestría en Tecnología y Estética de las Artes Electrónicas de la Universidad
Nacional de Tres de Febrero (UNTREF).
Introducción
A pesar de encontrarnos en el siglo XXI, y después de tantas luchas y activismo
feminista a favor de una sociedad más igualitaria para todxs, el machismo impuesto por
el patriarcado sigue siendo una realidad imponente en muchas partes del mundo. Ya en
la época de la segunda guerra mundial, la Bletchley Park (Escuela Gubernamental de
Códigos y Cifrado) contaba con un 75% de mujeres encargadas de descifrar el código
alemán nazi. Por décadas, el trabajo clave que desarrollaron estas mujeres fue
invisibilizado, a tal punto de no poder hablar de sus tareas inclusive después de la guerra
debido a la información que manejaban. Estos hechos de machismo se presentan
claramente en la carrera de Joan Clarke. Siendo una criptoanalista y numismática de una
doble titulación universitaria, debió rebajarse a la categoría de “secretaria” para poder
trabajar en la GCCS. Pese a las diferentes situaciones de desigualdad de género impuestas
por el sistema, esta londinense fue la desarrolladora de “cifrado de Offizier”, un método
para acelerar la decodificación de los mensajes de doble cifrado que se enviaban a
submarinos alemanes. Fue apenas en 1944 cuando su trabajo logro reconocimiento y fue
ascendida como subdirectora en el Hut 8. Cuatro años después fue nombrada Miembro
del Imperio Británico por su contribución en tiempos de guerra.
Este fue uno de los tantos ejemplos de machismo que se presenta a lo largo de la
historia de la humanidad. Por supuesto, en el campo del arte esto no difiere demasiado.
La creciente imposición de investigaciones y obras artísticas realizadas por mujeres
continúan reflejando y exponiendo una desigualdad con respecto la valoración que
obtienen los trabajos realizados por hombres. Según Datos del 2017, recopilados en un
estudio de la Universidad de Maastricht (Holanda) el 60% de las estudiantes de artes y
humanidades son mujeres, pero solo un 13,7% de las obras expuestas en museos y galerías
son de autoría femenina. En este sentido, pareciera que una de las pocas formas que tienen
las mujeres de entrar en los museos es siendo pintadas desnudas en un lienzo,
reproduciendo en la actualidad las denuncias de desigualdad en el arte realizadas por las
Guerrilla Girls en los años ’80.
En consecuencia, esta investigación se desarrolla dentro de una necesidad de
visibilización de mujeres argentinas desarrolladoras y gestoras de arte electrónico
contemporáneo. A partir de una pesquisa acerca de producciones realizadas por diferentes
artistas, se darán a conocer los distintos trabajos de estas figuras femeninas que se
encuentran realizando arte en el campo de la programación en los últimos 20 años.
Desarrollo
En la reseña del libro “Feminismo y arte latinoamericano. Historias de artistas que
emanciparon el cuerpo” (2018) de Andrea Giunta, se lee una pregunta clave: ¿Puede el
mundo del arte, con sus razones estéticas universales, declararse al margen de las reglas
del régimen patriarcal? Las estadísticas de la presencia de obras realizadas por mujeres
en los distintos museos y galerías, junto con el número de premios recibidos por las
mismas, responden un gran NO a esa pregunta inicial. En este sentido, el feminismo como
movimiento de lucha política, cultural y social, entró en la búsqueda de una nueva
alternativa a esa respuesta, cuestionando las diferentes formas de representación, y
abriendo un espacio a las mujeres artistas en donde puedan ocupar un lugar que merecen,
instalando nuevos modos de ver y exhibir el arte.
En Argentina, el inicio de las investigaciones y desarrollos del arte posmoderno,
así como también la búsqueda de este en relación a nuevas tecnologías, comenzaron a
generarse en la ciudad de Buenos Aires a fines de la década del ’50 con el instituto Di
Tella. A partir de diferentes perspectivas acerca de la mixtura entre arte y tecnología,
estos espacios generadores y promotores de arte dieron lugar a artistas como Margarita
Paksa, Liliana Porter y Marta Minujín. No obstante, y especialmente en el área de
programación, actualmente los trabajos artísticos producidos por hombre cis, siguen
prevaleciendo en comparación a las producciones de tantas otras mujeres que
desarrollaron estas técnicas en paralelo a ellos. Es por esto que me parece menester
nombrar y desarrollar teóricamente trabajos de mujeres artistas argentinas.
Desde fines de los ’90 hasta la actualidad, una de las mujeres con mayor
trayectoria en el arte electrónico en la argentina es Mariela Yeregui. Actualmente
directora de la única maestría teórica-practica en Arte electrónico existente en el país y
en Sud América, esta artista desarrolla instalaciones interactivas, video instalaciones, net.
Art, intervenciones en espacios públicos, video-esculturas e instalaciones robóticas.
Siendo Licenciada en Artes (UBA), egresada de la escuela de cine del INCAA, magister
en Literatura en la Université Nationale de Côte d’Ivoire y Doctora en Filosofía de los
Medios en la European Graduate School (Suiza), Mariela recibió innumerables
distinciones y premios en todo el mundo. Entre una de las diversas direcciones de artes
que realizó se encuentra la obra “Octópodos sisíficos” (2010). Se trata de una instalación
abarcada por doce seres robóticos móviles que contienen pequeñas pantallas LCD
encargadas de reproducir videos de crustáceos remitiendo a una interioridad visceral, ya
que se trataban de imágenes de órganos humanos funcionando, bombeando, latiendo, etc.
Haciendo alusión a Sísifo, figura de la mitología griega que empuja una piedra por una
montaña cuesta arriba y que antes de llegar a la cima, vuelve a rodar hacia abajo, estos
robots acarrean sin remedio su propia estructura basada en esos videos, realizando una
trayectoria sin sentido. Respecto a esto existe una alusión a la idea de generar una
identidad del robot a partir de su propio recorrido errático, ya que los mismos carecen de
auto posición o navegación. Cada robot móvil se encuentra sujeto a la pared a partir de
una extensión de caño tubular flexible de metal corrugado. El desarrollo robótico de esta
muestra estuvo a cargo de Miguel Grassi.
“Octópodos sisíficos” (2010) Mariela Yeregui.
Dos años después, Mariela creo la instalación “En el fondo de todo hay un jardín”
(2012), la cual se basó en un jardín de luz portable de 1 metro por 1 metro realizado con
cables electroluminiscentes blancos que representan una especie de césped. Este terreno,
el cual contiene luces capaces de crecer expandirse y eclipsar la sombra, surgió a partir
de la exploración de un lugar inquietante y horrible al mismo tiempo, el Olimpo: un centro
de genocidio durante la última dictadura militar argentina. A partir una reflexión acerca
de este lugar, la artista intenta plasmar como la naturaleza crece en un terreno que tiene
como contexto el exterminio de personas, la violencia y el nerviosismo. Sin embargo, esta
obra también puede representar los jardines personales, aludiendo a la interioridad que
existe en cada espectador. “En el fondo de todo hay un jardín” fue presentada en distintos
espacios del país y en Santa María, Brasil entre el 2012 y el 2018.

“En el fondo de todo hay un jardín” (2012) Mariela Yeregui.

También en el 2012, esta artista desarrolló la obra “Entreveros”, la cual se basó


en una instalación conformada por quince ovillos irregulares conformados por hilos de
plástico transparentes e hilos electroluminiscentes de color blanco polar que poseen
fragmentos textuales entrelazados correspondiente al Diario de la Patagonia de Darwin,
construyendo un tejido orgánico montado en un espacio aéreo y con una lupa enfrente de
cada uno de ellos. Esta obra representa los distintos tipos de maraña, las cuales pueden
ser múltiples, variadas y de naturaleza diversas. A partir de la contemplación, Mariela
tomó como concepto base la maraña rizomática que alude a un enredado que articula
raíces y caminos que se interconectan pareciendo al mismo tiempo inacabables, sin
principio ni fin, pero con muchos puntos de salidas de información. En estas marañas no
existe la muerte sino más bien se trata de una transformación hacia otras nuevas
estructuras enmarañadas.
“Entreveros” (2012) Mariela Yeregui.

Por su parte Claudia Valente, artista visual- electrónica e investigadora de la


práctica artística y el Mapping de estrategias, desarrolla diferentes direcciones de
proyectos de arte colectivo, realizando audiovisuales que trasladan los estudios de
lenguaje y comunicación a las producciones mecatrónicas. Tanto en sus producciones de
autoría colectiva como sus lecturas geo políticas y obras multimediales, Claudia trabaja
la idea del espacio y el tiempo, conceptos que se van intensificando a lo largo de su
trayectoria. En el 2016, creo una instalación electrónica llamada “Ciber/marea 1”. La
misma se basa en un proyecto de investigación artística vinculada a la filosofía que charla
acerca de la problemática que existe al realizar arte electrónico en países que no producen
alta tecnologías. Se trata de una mixtura entre componentes, dispositivos, softwares y
maquinarias de acceso comercial, en conjunto con conocimientos open source otorgado
por desarrolladores, hackers y programadores. Esta instalación no solo abre una
conversación en medio de un territorio de mixtura tecnológica, sino también materializa
una maquina sujeta a la enredadera política y social a partir de una adquisición de
componentes impuestos por el mercado local. “Ciber/marea 1” se presenta como una
construcción de dos brazos robóticos de gran escala, sumado una estructura similar a un
molino de viento, que en conjunto a una fusión de comunicación inalámbrica y el censado
del espacio, genera un arte electrónico ensamblado que explora alrededor de las dinámicas
de apropiación y re funcionalización de las tecnologías.

“Ciber/marea” (2016) Claudia Valente


Una de las obras más recientes de Claudia Valente se denomina “Lilith Sat”
(2019). Se trata de un sistema de satélites artificiales ficticios, que tienen como función
transmitir documentación de mujeres feministas de Sud América, para dar a conocer sus
voces, imágenes e ideas. Esta obra, construida a partir de objetos representativos de las
tareas domésticas y tecnologías electro/digitales, se materializa a partir de raspberry, mini
pantallas, plaqueta amplificadora de audio, parlantes y baterías que, en conjunto,
culminan en este satélite montado a una altura superior. El objetivo de este artefacto es el
de transmitir audio y video a diferentes ámbitos, proponiendo una deconstrucción, re
funcionalización, y resignificación de los elementos que lo componen como convergencia
de lo que implica el feminismo. En este sentido, “Lilith Sat” entrevista, documenta y
retransmite las palabras de mujeres que luchan para generar una sociedad más igualitaria
para todxs. Esta obra está disponible para exponerla en sitios culturales y públicos, y a
los grupos feministas que lo requieran, convirtiéndose en una herramienta de
visibilización.

“Lilith Sat” (2019) Claudia Valente

Otra artista electrónica Argentina muy reconocida internacionalmente es Paula


Gaetano Adi. Esta artista, oriunda de San Juan, obtuvo una maestría en Arte y Tecnología
de la Universidad Estatal de Ohio, fue becaria visitante en REMAP / UCLA y es profesora
en Artes Electrónicas en la UNTREF. en Buenos Aires. Entre muchas distinciones, en el
2006 recibió el Primer Premio VIDA 9.0 de la fundación telefónica, con una de sus obras
más reconocidas: “Alexitimia”, o denominada popularmente por la prensa como “el robot
que transpira”. Se trata de un agente autónomo robótico de 60 cm, con forma de media
esfera realizada con materiales blandos, específicamente látex, que aluden estéticamente
a una piel humana. La palabra “Alexitimia” proviene del latín y refiere a determinados
sujetos que son incapaces de identificar y expresar sentimientos o emociones
verbalmente, sino que lo hacen a través del cuerpo. En palabras de la artista, esta
nomenclatura sirvió disparador para expresar otros temas relacionados a la robótica,
debido a que este robot es incapaz de hablar o moverse, sin embargo, existe y se expresa
por medio de su cuerpo amorfo ya que, al tocarlo, comienza a sudar. A partir, de una serie
de circuitos y mangueras encargadas de transportar agua de una fuente situada en el
interior de la estructura de la obra, Paula quiso expresar un enfoque holístico a la
dicotomía hardware / software, en donde la interacción del espectador se realice a través
del contacto físico con este robot.
“Alexitimia” (2006) Paula Gaetano Adi

Sin embargo, previo a esto Paula ya había comenzado a experimentar con las
conexiones entre las personas y la máquina. Su obra “TransBody” (2004) trata de una
instalación interactiva creada con imágenes de cuerpos en formato video, el cual es
desarrollado por diferentes usuarios de internet en todo el mundo. Los protagonistas de
estas imágenes usaron una cámara web como prótesis las cuales estaban sujeta a sus
vientres, filmándose las partes superiores o inferiores del cuerpo. Para la realización de
esta obra, se generó una convocatoria para abierta al público que desee participar y se
creó un manual de instrucciones online, encontrado en http://transbody.ubp.edu.ar, en el
cual se indica a los usuarios sobre como grabar videos y enviar su imagen corporal a
través de FTP. Durante el desarrollo de la obra, las mitades superiores e inferiores fueron
unidas al azar generando estos cuerpos híbridos que fueron transmitidos en una pantalla
de televisor.

Imágenes en video de la obra “TransBody” (2004) Paula Gaetano Adi


Por su parte, la artista bioelectrónica Ana Laura Cantera trabaja con conceptos de
naturaleza y territorio como interfaz a partir de la electrónica y los microorganismos.
Siendo Magister en Artes Electrónicas graduada con honores en la Universidad Nacional
de Tres de Febrero, Licenciada y Profesora en Artes Visuales egresada de la Universidad
Nacional de las Artes, esta artista obtuvo grandes menciones y becas como la Global
Community Bio Fellows del MIT y la ELAP Emerging Leaders in the Americas Program
(Concordia University-Montreal) además de realizar intercambios en residencias de
artistas en diferentes partes del mundo. En 2014, en la Residencia Rural.scapes, en Sao
Pablo, Brasil realizó la obra “Nidos de equilibrio”. Se trata de una instalación de
bioconducción analógica encargada generar celdas microbianas con el fin de lograr una
subsistencia energética partiendo de los recursos naturales del propio y pequeño habitad.
Estas celdas microbianas son sistemas que, a partir de bacterias y microorganismos,
permiten extraer energía del agua o de la tierra. El proyecto fue desarrollado en junto a la
comunidad de Sao José de Barreiro, en el contexto de un taller de construcción de ladrillos
auto energéticos en el participaron, en su mayoría, adolescentes en situación de
vulnerabilidad. Como resultado se generaron estructuras de barros mezclado con
desechos orgánicos en descomposición, que a partir del mencionado sistema de
bioconducción analógica se obtuvo un voltaje que con el cual se alimentó una pequeña
luz dentro de este habitáculo.

“Nidos de equilibrio” (2014) Ana Laura Cantera

Taller de construcción de ladrillos dentro del contexto de la obra “Nidos de equilibrio”


(2014) Ana Laura Cantera
En el 2017, Ana Laura realizó la obra “Utópicas Reconstrucciones” la cual se trató
de una construcción de contenedores naturales con las formas geométricas de las áreas
desforestadas de la selva amazónica en Brasil. A partir de vuelos aéreos y rastreo de GPS,
se pudo obtener una morfología terrenal la cual fue utilizada para generar las formas de
estos contenedores producidos con pastas orgánicas y micelio (conjunto de hifas que
forman la parte vegetativa de un hongo) entrelazados e inducidos a partir de dispositivos
electrónicos, los cuales fueron utilizados mediante técnicas GIY (Grow It Yourself).
Estos contenedores poseían diferentes sustratos orgánicos y semillas que, mediante el
crecimiento de hifas, generan relleno, produciendo una reconstrucción metafórica de los
vacíos existentes en la selva, los cuales fueron provocados por los desmontes. Estos
recipientes contenían sensores electrónicos que, al percibir un cambio en sus condiciones
predeterminadas, realizaban sonoridades aleatorias y discontinuas. Estos sonidos,
reproducidos por cada uno de los diferentes contenedores, eran pistas de grabación
realizadas dentro de la selva que expresaban la diversidad animal en relación con la flora
y demás especies salvajes de Manaos, Brasil. Es así como paralelamente en que se
llenaban los vacíos físicos de los diferentes contenedores, se producía un paisaje sonoro,
generando un reflejo de la convivencia entre flora y fauna. Esta instalación se presenta
como una metáfora en la que confluyen las acciones del ser humano sobre un territorio
en áreas de explotación económica diversa, pero también la acción misma de la naturaleza
la cual genera rellenos, reconstruyendo estos espacios geométricos de escala minina. Es
entonces como “Utópicas Reconstrucciones” regenera un espacio natural a partir de una
poética reversible.

Recipientes de la obra “Utópicas Reconstrucciones” (2017) Ana Laura Cantera

Morfologías obtenidas a partir de los diferentes rastreos que fueron utilizadas para la obra
“Utópicas Reconstrucciones” (2017) Ana Laura Cantera
Recorriendo otros territorios de este país, en Resistencia Chaco se encuentran
Katharina Saporitti y Agustina Wischnivetzky, artistas emergentes y activistas feministas
quienes realizan distintas investigaciones acerca de los diferentes cruces que pueden
existir entre la literatura, el cuerpo, la performance y las tecnologías. En conjunto, pero
también individualmente, produjeron diversas exposiciones de arte conceptual y
electrónico en Chaco y Corrientes. Una de las obras más destacables de este dueto se trata
de la instalación performática llamada “Cuerpas que no importan”. Esta performance tuvo
como objetivo exponer la percepción social del cuerpo de la mujer e identidades
disidentes como objeto real de dominación hegemónica. Siendo presenta al público en
tres diversas ocasiones, lxs performers de la última exhibición fueron Belén Kunz
Beuttenmüller, Mariana Alegre, Pamela De Los Santos y Xio Niehaus. Ellxs ingresaron
en el espacio de exposición con un circuito electrónico en el cuerpo, basado en tres luces
leds redondas sumado a un sensor de distancia, y luego de ubicarse en sus respectivos
lugares, permanecieron inmóviles como objetos por 30 minutos. El público fue
responsable de activar estos sensores, ya que las luces se encendían dependiendo de la
distancia que las personas tenían con respecto a estos cuerpos, prendiéndose las tres luces
cuando la cercanía era de 10 centímetros o menos. Estas luces leds que contenían los
cuerpos semi desnudos e inmóviles hacían alusión a los focos de un semáforo, pero que
en este caso contenía solo luces verdes presentando así, cuerpos-objetos disponibles para
su aproximación y uso. Pasada la media hora, se produjo un quiebre en donde estos
cuerpos se transformaron en sujetos de poder y empezaron a realizar diferentes acciones
luego de quitarse el circuito electrónico con el que contaban durante el momento de
inmovilidad. En el momento pos-quiebre les performers pintaron una caja con aerosol,
maquillaron con glitter y sacaron fotos con la cámara a los espectadores que estaban
anteriormente observándolas, generando sorpresa e intriga en el público.

Momento pre-quiebre de la performance “Cuerpas que no importan” (2018) Katharina


Saporitti y Agustina Wischnivetzky

Momento post-quiebre de la performance “Cuerpas que no importan” (2018) Katharina Saporitti y


Agustina Wischnivetzky
Por otro lado, Ana Ghiano, artista oriunda de Roque Sáenz Peña, junto con
Giuliana Rubiolo, oriunda de Rafaela, Santa Fe son artistas emergentes estudiantes de la
Licenciatura en Artes Combinadas de la UNNE. Ambas realizaron en Resistencia Chaco
una instalación electrónica llamada “Inmersión” (2018). Esta obra devino en la
construcción de un túnel lumínico fabricado a partir de una estructura de PVC cubierta
con una lona negra de 1,20 metros de ancho por 2 metros de largo, que poseía en su
interior tiras de luces leds marcando un recorrido y al final del mismo un espejo. Con la
idea de exponer la introspección como un ejercicio clave para relacionarnos con nosotrxs
mismos y a partir de ello, con las demás personas, este camino va activando leds a partir
de los pasos realizados por lxs espectadores que se ingresan a la obra. En este sentido
“Inmersión” propone una experiencia estética en la que el sujeto va entrando y activando
la obra, paralelamente en que tiene la oportunidad de observarse, volverse a sí mismo,
volviéndose consiente dentro de la introspección en este camino de luz.

Creo es importante también resaltar a la joven artista multimedia Aldana Olivello,


quien se transformó en referente regional a partir de toda su trayectoria y especialmente
gestión de proyectos culturales. Gestora del espacio GARRA Galería y creadora de Chaco
Solido, Aldana inauguró en el 2018 “Mujer Bit”. Este proyecto nace como consecuencia
de la demanda de los espacios, perspectivas, y referencias artísticas de la producción
digital femenina en la región del NEA, así como también la carente visibilización de estas
producciones. En este sentido, “Mujer Bit” tiene como objetivo presentar a las distintas
mujeres que operan la herramienta digital como un potenciador de discursos
conceptuales, ligados o no a la crítica y deconstrucción que compongan e integren la
hibridación de lenguajes artísticos y de diferentes espacios. Si bien esta propuesta no se
encapsula exclusivamente en el marco de lo que significa el arte electrónico, abre las
puertas para generar conversaciones acerca de las diferentes producciones digitales,
generando un espacio de conexión entre mujeres de la región.
En este punto me parece menester destacar el esfuerzo de lxs artistas electrónicos
del interior del país, debido a los diferentes obstáculos y la poca difusión de información
acerca de la electrónica y el arte, pero también con respecto a la obtención de distintos
materiales, así como también el valor monetario a los que adquieren los mismos. Como
afirma Jazmín Adler “Esta circunstancia hace eco de la evidente disparidad entre las
posibilidades existentes en la capital con respecto al interior del país, exceptuando en
cierta medida los casos de otras ciudades cabeceras como La Plata, Córdoba y Rosario,
que también cuentan con algunas instituciones interesadas en promover el desarrollo de
las artes electrónicas locales. Así, la mayor parte de las provincias argentinas son
convertidas en territorios periféricos en relación a la metrópolis porteña, aspecto que
demuestra el actual carácter móvil, relativo y lábil de las locaciones designadas como
centro y periferia.” (2016:150).
Conclusión
Después de investigar acerca de las diferentes trayectorias estas mujeres artistas y
analizar sus trabajos, me parece importante destacar los diversos temas que tratan las
mismas. Los puntos de partidas y desarrollos conceptuales que estas mujeres decidieron
otorgarles a sus producciones se basan en una perspectiva feminista y de reflexión acerca
de la poca visibilización de ciertos temas vinculados al cuerpo de la mujer, el cuerpo
trans, las voces calladas en búsqueda de la igualdad de géneros; pero también hablan
sobre la naturaleza y la humanidad, las desforestaciones la figura del hombre en relación
a la mitología, en relación a la máquina y en relación con consigo mismo.
Todas estas temáticas pueden vincularse con las palabras de Sandra Gilbert y
Susan Gubar (1979) quienes hablan sobre “esfuerzo femenino por construir una voz, por
tener autoridad, por dar a luz una palabra. Ser autora es poseer el poder de engendrar, de
nombrar.” (Donna Haraway. 1991. Pág. 115). Y es en este sentido en que, a partir de la
creación y generación de arte, la historia va tomando velocidad hacia la revolución en
medio de un camino patriarcal en donde la exclusión e invisibilización se establece como
norma. Por esto, afirmo que el arte electrónico generado por mujeres se presenta hoy en
día como un acto revolucionario.
Contribuir teóricamente nombrando y exponiendo a todas estas grandes artistas y
sus producciones, representa personalmente un momento de presentación muy importante
para lograr apertura en ciertos espacios que hasta hoy en día permanecen cerrados. Por
otro lado, es menester dar cuenta que en esta investigación no se ha incluido producciones
de arte electrónico de mujeres trans y personas no binarias, debido a la escasa
visibilización/producción de arte electrónico de estas minorías, claramente como
consecuencia del sistema heterosexual y hegemónico en el que vivimos. Por mi parte,
continuare esta investigación, exponiendo cada una de las producciones realizadas por las
diversas minorías hasta que llegue el día en que esta visibilización no se presente como
una necesidad, y el sueño una sociedad igualitaria para todxs se convierta en una realidad.
Referencia Bibliográfica
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perdido.” Cuaderno 60. Cuaderno del centro de estudio en diseño y comunicación
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 Cantera, Ana Laura (2017) “Utópicas Reconstituciones” [Instalación] Recuperado de
https://analauracantera.wordpress.com/2018/02/02/utopicas-reconstituciones/
 Gaetano Adi, Paula (2006) “Alexitimia” [Escultura Robótica] Recuperado de
http://paulagaetanoadi.com/works/alexitimia/
 Gaetano Adi, Paula (2004) “TransBody” [Instalación Performática] Recuperado de
http://paulagaetanoadi.com/works/transbody/
 Haraway, Donna. (1991) Ciencia, cyborg y mujeres: La reivindicación de la
naturaleza. Ed. Catedra. Universitat de valencia. Ins de la mujer.
 Portas, Nayla. (2019) ¿Por qué leemos a Joan Clarke? Nota Diario Web El perfil.
[En línea] URL: https://www.perfil.com/noticias/educacion/por-que-leemos-a-
joan-clarke.phtml?rd=1&rd=1
 Saporitti, Katharina y Wischnivetzky, Agustina (2017) “Cuerpas que no importan”
[Instalación Performática] Recuperado de
https://www.diariotag.com/noticias/sociedad/cuerpas-que-no-importan-una-obra-
interactiva-en-el-museo-de-medios

 “Un robot que transpira” (2006) Diario Web InfoBae. [En línea] URL:
https://www.infobae.com/2006/11/20/287377-un-robot-que-transpira/

 Valente, Claudia (2016) “Cibermarea” [Instalación] Recuperado de


https://claudiavalente.net/2016/08/17/cibermarea/

 Valente, Claudia (2019) “Lilith-Sat” [Instalación] Recuperado de


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 Yeregui, Mariela (2010) “Octópodos sisíficos” [instalación] Recuperado de:


https://maestriaae.net/octopodos-sisificos/
 Yeregui, Mariela (2012) “En el fondo de todo hay un jardín” [instalación]
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 Yeregui, Mariela (2012) “Entreveros” [Instalación] Recuperado de
https://yereguimariela.wordpress.com/2012/10/07/entreveros-darwin-dixit/

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